jueves, 4 de febrero de 2010

ARCHIVO (nr. 80) 30 de agosto de 2009

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Las líneas de Chávez: ¡¡Bariloche: Buen Boche!!

30 Agosto 2009

Si algo ha caracterizado a la estrategia imperial es el debilitamiento y la disolución de cualquier tentativa que los pueblos han adelantado en la determinación de sus propios destinos. La historia antigua y reciente lo confirma: no hay dominación posible si previamente no se socavan los procesos de soberanía e independencia. Por eso mismo, el imperio tanto le teme al avance de los pueblos suramericanos hacia la unidad. En este sentido, Unasur, más que un proyecto de simples alianzas coyunturales es una urgencia suprema que se impone a los pueblos que compartimos una historia, una memoria y una esperanza. Con esa conciencia, Venezuela se hizo presente en la Cumbre Extraordinaria de Bariloche el pasado viernes 28 de agosto.

Hay que destacar el hecho absolutamente relevante de que la discusión fuera pública: de cara a nuestros pueblos. Ya se acabó el tiempo de las agendas ocultas y de los acuerdos por debajo de la mesa. En el mismo sentido, quiero resaltar que por primera vez se discutía -en una cumbre o reunión de presidentes y jefes de Estado- sobre la presencia de bases militares extranjeras en nuestra región.

La discusión fue franca y cruda -por momentos crispada- porque existen inocultables divergencias ideológicas que son de fondo. Pero con esas divergencias tenemos que lidiar en función del mantenimiento y la consolidación de la unidad suramericana. Y fue la unidad suramericana lo que se logró salvaguardar en Bariloche. Fracasa y fracasará cualquier intento exógeno por dividir a la Unasur.

Preocupa la retórica del presidente Uribe y su apelación permanente al leguleyismo: al empleo, no menos permanente, de sofismas. Si se dice -como lo hizo en una de sus intervenciones en Bariloche- que quienes alertamos sobre la instalación de bases militares estadounidenses en territorio colombiano, estamos partiendo de un preconcepto, todo puede convertirse en un preconcepto. Pura retórica, vacía de todo contenido, para eludir la discusión sustantiva. El problema es que Colombia no va a poder ofrecer garantías de seguridad a nadie, una vez instaladas las siete bases.

Al establecerse en territorio colombiano, allí van a quedarse quién sabe por cuánto tiempo. Y, por consiguiente, la paz en la región suramericana está y estará perpetuamente amenazada. Y lo que queremos -una convicción compartida mayoritariamente en Bariloche- es consolidar a la América del Sur como una zona de paz. Lo que queremos es hacer imposible la guerra.

Venezuela no tiene ninguna responsabilidad en el conflicto interno colombiano. Nuestro afán se orienta hacia la consecución de la paz en la Patria hermana. Nuestra propuesta de una iniciativa de paz para Colombia, hecha en Bariloche, demuestra una vez más nuestra consecuencia en esa materia.

Lo fundamental es que en el documento final quedó establecida una posición principista en su tercer punto: Reafirmar que la presencia de fuerzas militares extranjeras no puede, con sus medios y recursos vinculados a objetivos propios, amenazar la soberanía e integridad de cualquier nación sudamericana y en consecuencia la paz y seguridad de la región. Aquí, de hecho y de derecho, se está fijando una doctrina de defensa que nadie puede desconocer. Y estaremos vigilantes en relación con su riguroso y estricto cumplimiento.

Necesario es que el Consejo Suramericano de Defensa comience a actuar efectivamente: con una visión de paridad, de equilibrio, de simetría. (De hecho, las siete bases militares puestas a la disposición de los Estados Unidos en territorio colombiano, generan una peligrosísima situación de asimetría). La revisión del acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos, ratificado el pasado 19 de agosto, es un primer y fundamental paso.

II

El mismo 28 de agosto se cumplieron dos meses del golpe de Estado de Honduras: cumplió dos meses, también, el bravo pueblo hondureño en resistencia contra el régimen de facto.

Y preocupa que la situación hondureña comience a enfriarse internacionalmente; que disminuya la presión sobre el gorilato. Hoy sabemos que el zarpazo fue ejecutado en connivencia abierta con la base militar de Palmerola: ¿si no cómo se explica que el avión que sacaba al presidente Zelaya aterrizara primero en ese enclave gringo?

Lo acontecido en Honduras fue un primer ensayo dentro de una escalada militar imperial cuya continuidad se incrementa y potencia con las nuevas bases militares yanquis en territorio colombiano.

Debemos seguir haciendo lo imposible para que el pueblo hondureño recupere su sendero democrático. Honduras lleva ya dos meses hundiéndose en las tinieblas del gorilismo, a pesar de que no ha desmayado la voluntad de lucha popular en las calles y en los campos.

Son dos meses de lecciones: una, el poder descaradamente intervencionista de importantes sectores gringos empeñados en torcer los destinos de un pueblo; y otra la impotencia de los organismos internacionales por hacer cumplir sus propias decisiones. Pésima señal esta para el resto del continente, que puede comenzar a ver el oprobio y la injusticia convertida en pan de cada día.

En un texto reciente titulado Honduras y la ocupación militar del continente (2009) dice la destacada intelectual mexicana Ana Esther Ceceña:

Si bien Honduras muestra claramente los límites de la democracia dentro del capitalismo, el trasfondo de Honduras, con el proyecto de instalación de nuevas bases en Colombia y la inmunidad de las tropas estadounidenses en suelo colombiano, convertiría a ese país en su totalidad en una locación del ejército de Estados Unidos que pone en riesgo la capacidad soberana de autodeterminación de los pueblos y los países de la región.

Las acciones de este enclave militar en América del Sur se dirigirán a los estados enemigos o a los estados fallidos, que, de acuerdo con las nuevas normas impulsadas por Estados Unidos, pueden ser históricamente fallidos o devenir, casi instantáneamente, estados fallidos “por colapso”. Cualquier contingencia puede convertir a un país en un estado fallido y, por ello, susceptible de ser intervenido.

No tienen desperdicio estas palabras: no hay la menor exageración en cuanto a la situación de riesgo, y de riesgo inminente, en el cual quedan todos los países de la región y, en especial, los vecinos de Colombia. Todos somos susceptibles de una intervención militar si no bailamos al son que nos toque el imperio.

III

A Bariloche llevamos el verbo iluminado de Bolívar. Allí recordamos lo que dice el Libertador en carta a Mariano Montilla fechada el 4 de agosto de 1829: Si la América no vuelve sobre sus pasos, si no se convence de su nulidad e impotencia, si no se llama al orden y la razón, bien poco hay que esperar respecto a la consolidación de sus gobiernos; y un nuevo coloniaje será el patrimonio que leguemos a la posteridad.

No estamos dispuestos a legarle a la posteridad el vil patrimonio de un nuevo coloniaje sino el luminoso patrimonio de la Independencia definitiva.

¡¡Patria, Socialismo o Muerte!!

¡¡Venceremos!!

de : "Pagina 12"

EL MUNDO › ALGUNOS PARTICIPAN EN LOS COMICIOS DE LA DICTADURA HONDUREÑA

El voto divide a los zelayistas

La resistencia busca un candidato para ir unida a las elecciones del 29 de noviembre, pero varias organizaciones populares, tradicionalmente abstencionistas, ven en los comicios una suerte de distracción respecto de los objetivos centrales.

Por Arturo Cano *

Como si el fragor de la batalla contra el gobierno de facto no bastara, la resistencia hondureña vive un intenso debate interno sobre su camino inmediato, sea o no restituido el presidente Manuel Zelaya en el poder. El centro de la polémica es la elección del 29 de noviembre: las organizaciones de la resistencia buscan un candidato para ir unidas a la contienda, apuestan a restar votos al Partido Liberal (PL), el partido de Zelaya que lo traicionó y apoyó el golpe, y ofrecieron la candidatura presidencial a Luis Alfonso Santos, el único obispo abiertamente contrario al golpe de Estado.

La ley hondureña impide que el obispo sea candidato si no renuncia a su ministerio y tampoco permite nuevas candidaturas, pero todo es negociable y ése sería el menor de los problemas en la ruta electoral de la resistencia. Las negociaciones sobre un frente común se realizan aún con la oposición de una parte de la resistencia. Varias organizaciones populares, tradicionalmente abstencionistas, ven en los comicios una suerte de distracción respecto de los objetivos centrales: el retorno de Zelaya y el continuado impulso de una asamblea nacional constituyente.

En esa línea, aunque el Frente de Resistencia no ha tomado una determinación definitiva, algunos dirigentes hablan ya de un boicot a las elecciones. El sindicalista Carlos Reyes es el primer candidato independiente a la presidencia de Honduras y muchos liberales lo ven como la opción para no votar por el aspirante de su partido, al que consideran golpista. En estos días, Zelaya le pidió a la OEA que no reconozca el proceso electoral y Reyes se sumó a ese llamado. “Los candidatos no golpistas a todo nivel de elección popular deberían retirarse del proceso si se mantiene la dictadura”, propuso.

Sin embargo, líderes del PL cercanos a Zelaya se registraron como candidatos a diputados y alcaldes, pero bajo las siglas del izquierdista partido Unificación Democrática (UD), cuyo candidato presidencial, César Ham, es más cercano que Reyes a Zelaya.

Frente al aislamiento internacional, el gobierno de facto, encabezado por Roberto Micheletti, apostó todo a las elecciones de noviembre. Durante la reciente visita de los cancilleres de países de la OEA, Micheletti machacó con la salida comicial. “Habrá elecciones en Honduras, lo apruebe el mundo o no”, advirtió.

Así será, si se toma en cuenta que los anuncios de no participar o boicotear los comicios parecen más una cuestión táctica que una acción que vayan a realizar los antigolpistas. “Tenemos que participar. De lo contrario, nos va a pasar lo que a la derecha retrógrada venezolana, que no fue a elecciones después de haber ganado un referéndum y dejó solo a Hugo Chávez en la Asamblea Nacional”, decía Ham en los días de intensas negociaciones con los liberales que se integrarían a sus listas.

Para Carlos Eduardo Reina, dirigente liberal cercano a Zelaya, el boicot no es siquiera una opción. “Ni el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, armado en las montañas, pudo boicotear elecciones. Eso es muy difícil”, aseguró.

En la bipartidista Honduras, el PL y el Partido Nacional (PN) controlan el 95 por ciento de los puestos de elección y los cargos públicos. Se reparten además las instituciones del Estado, por ejemplo, los 15 magistrados de la Corte Suprema, ocho fueron propuestos por el PL y siete por el PN.

A ese monopolio de rojos (liberales) y azules (nacionales) se quiere enfrentar la resistencia dentro de tres meses. “El peor de los escenarios posibles es que pujemos fuerte por la presidencia de la república y obtengamos una bancada fuerte en el Congreso, en alianza con el movimiento social organizado”, pronosticó Reina. Pero no todos comparten su optimismo en la resistencia.

Para Juan Almendares, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, no es tan fácil romper con un sistema bipartidista tan aceitado como el hondureño. “Los dos partidos tradicionales son dueños de las maquinarias electorales y controlan los medios de manera abrumadora. Así que las elecciones las van a controlar ellos. Es difícil que la izquierda pueda ganar, aunque vengan observadores internacionales”, señaló.

En 2005, recordó Almendares, Zelaya ganó apenas con 23 por ciento de los votos válidos y sólo con una diferencia de 1,7 por ciento sobre su contendiente Porfirio “Pepe” Lobo, quien se volverá a presentar en noviembre próximo. Las sospechas de fraude, fundadas en que nunca se escrutó 15 por ciento de las urnas, se esfumaron cuando los empresarios poderosos, siempre grandes electores, se inclinaron por Zelaya. “Y también la embajada de Estados Unidos”, advirtió Almendares.

Ham coincidió. “Esa decisión la tomaron los grupos de poder económico, porque para ellos Pepe era comunista o menos confiable en todo caso”, señaló Ham. La ironía, agregó, es que cuatro años después el menos confiable es el favorito para quedarse con la presidencia.

* De La Jornada de México. Especial para Página/12.

HONDURAS: Hora de apretar el cerco

Pocas veces se ha logrado un consenso mundial tan amplio como el de hace un mes a raíz del golpe militar que depuso el presidente constitucional de la república de Honduras, José Manuel Zelaya. Tanto la Organización de Naciones Unidas ( ONU), la Organización de Estados Americanos ( OEA) y, más recientemente, todos los países del Mercosur, reunidos en la cumbre económica celebrada en Asunción, Paraguay, fueron categóricos en condenar el golpe por lo que éste representa en el atraso de las conquistas democráticas de los pueblos de América. La conciencia de nuestros pueblos aún sangra con la historia de los múltiples golpes y dictaduras militares que tanto dolor y sufrimiento les han ocasionado. Por eso, la voz acusatoria de los gobiernos y los pueblos ha sido unánime, como también la exigencia de no permitir que, por las armas, se burle la voluntad electoral del pueblo hondureño, que votó mayoritariamente por Zelaya y exige, mediante actos masivos de desafío civil, su regreso y restitución inmediata.
A pesar del rechazo y aislamiento internacional, del cerco comercial generalizado, de su falta de reconocimiento y legitimidad, y de los múltiples regaños públicos recibidos, incluso por parte del presidente de Estados Unidos , Barack Obama, el gobierno golpista de Roberto Micheletti se niega a dimitir y devolverle el poder a Zelaya.

¿Y por qué tanto empecinamiento y desafío? La respuesta es muy sencilla. Ellos se la jugaron porque quieren el poder y piensan que se pueden salir con la suya. Razones deben tener. A pesar de sus declaraciones condenatorias del golpe, Estados Unidos se ha quedado corto en sus sanciones al gobierno de facto. No les ha suspendido todas las remesas, ni les ha cerrado el comercio, dándoles un últimatum serio que les jamaquee el control, o les amenace sus bolsillos, que es lo más que ellos temen. Peor aún, Obama se desentendió de la crisis y la delegó en su secretaria de Estado, Hillary Clinton. ésta, a su vez, echó mano de su aliado incondicional, el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, y se parapetó tras una supuesta mesa de diálogo que no ha logrado otra cosa que darle largas a la situación y un respiro al gobierno de facto para que gane espacio, organice mejor sus fuerzas y se prepare para resistir en el poder hasta el mes de noviembre, cuando se celebran las próximas elecciones en Honduras, en las cuales Manuel Zelaya no puede volver a comparecer como candidato.

Recordemos que Zelaya pertenece al nuevo grupo de gobernantes progresistas de América Latina y el gobierno de Estados Unidos tiene intereses militares y geopolíticos muy profundos en Honduras. Además, muchos altos oficiales de sus Fuerzas Armadas y de los servicios de inteligencia tienen vínculos muy estrechos con algunos de los golpistas, reclutados y entrenados por ellos a lo largo de varias décadas.

Por eso, desde Claridad, el Periódico de la Nación Puertorriqueña, censuramos que en ésta, su primera crisis en la región, la Administración Obama haya demostrado una conducta tan falaz como la adoptada ante el golpe en Honduras. Si fuese cierta su promesa de cambio hacia nuestros países, una violación tan flagrante de la democracia y el orden público sólo merecería la siguiente respuesta: apretar el cerco político, económico y militar al gobierno golpista hasta quebrarlo, y que se devuelva al poder al único gobernante legítimo de Honduras, el presidente José Manuel Zelaya.

Las dos caras de Obama en Honduras

Perfil de Autor

Por Carlos Rivera Lugo

Al cumplirse un mes del golpe de estado en Honduras, el campo de batalla se va deslindando con mayor claridad. Al inicio de la crisis, el pasado 28 de junio, parecía existir un acuerdo unánime entre todos los gobiernos de las Américas de condena al golpe, rechazo al gobierno de facto instaurado y reclamo por la restitución inmediata e incondicional del presidente constitucional Manuel Zelaya Rosales. Sin embargo, al correr de los días y las semanas, la unanimidad se ha hecho agua tras las maniobras diplomáticas de Estados Unidos por reinscribir el conflicto dentro de su tradicional estrategia imperial.

La política exterior de Estados Unidos hacia la América Latina parece correr sobre dos carriles: una, basada en la retórica del presidente Barack Obama a favor de una nueva relación con la América Nuestra, respetuosa de su soberanía y autodeterminación, y otra, basada en la continuación de las mismas prácticas expansionistas e intervencionistas del Pentágono, el Departamento de Estado y las agencias de inteligencia yanquis. En el caso de Honduras, la retórica de Obama brilla por su insustancialidad e inconsecuencia frente a la fuerza contundente de los hechos protagonizados por la diplomacia de su gobierno, con su arrogancia imperial de siempre. Para ésta, el objetivo más importante no es cumplir con el imperativo normativo establecido unánimemente por la OEA para que se restituya de inmediato y sin restricciones al presidente constitucional de Honduras, sino que aislar al bloque de países adscritos al ALBA (Alternativa Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América), encabezado por la Venezuela bolivariana de Hugo Chávez Frías e integrada a su vez, entre otros, por Cuba, Bolivia y Nicaragua, gobiernos todos descalificados como enemigos bajo la anterior política exterior de George W. Bush y, según todos los indicios, también bajo el gobierno de Obama. En la medida en que Honduras, bajo la presidencia de Zelaya, estaba aliada al ALBA, ello ha sido suficiente para que la política exterior estadounidense se haya dado a la tarea de promover activamente una solución al conflicto que, para todos los fines prácticos, legitime los propósitos de los golpistas hondureños de poner fin a la agenda de cambios representada por su gobierno.

La dualidad que caracteriza la política exterior del gobierno de Obama muestra, por un lado, a un gobierno que se proyecta como conciliador aunque a su vez tolera aquellas fuerzas en el interior de la estructura de poder en Washington que siguen pregonando y practicando, de mil y una maneras, abiertas y encubiertas, la misma política de fuerza de siempre. Es la política de “la zanahoria y el garrote” que ya nos había anticipado Obama en su campaña electoral. Si lo hace presionado por los rigores de la gobernabilidad en el contexto de una compleja estructura de poder imperial que a todas luces no domina o si lo hace por estar convencido de que carga con la misión de recuperar el liderazgo mundial de Washington en una era en que éste ha menguado considerablemente, poco importa. Los resultados son los mismos: la nefasta continuidad de políticas intervencionistas estadounidenses definidas estrictamente desde la óptica de sus intereses estratégicos imperiales y en total desconocimiento de la voluntad soberana expresa de nuestros pueblos.

Hillary Clinton, la principal encargada de la diplomacia de Obama, ha proclamado claramente que “la cuestión no es si EEUU puede o debe liderar, sino como liderará en el siglo XXI”. Al respecto abundó que “EE.UU. tiene la oportunidad, y una profunda responsabilidad de ejercer el liderazgo Americano para resolver problemas en acuerdo con otros. éste es el corazón de la misión de América en el mundo actual”. En fin, sea a las buenas o a las malas, Estados Unidos se propone ahora ejercer la hegemonía sobre el nuevo mundo multipolar que se ha ido abriendo paso.

De ahí que en los pasados días Clinton ha pasado de la tímida condena a los golpistas a la dilación del retorno efectivo de Zelaya a Honduras y su restitución como presidente con todas sus prerrogativas constitucionales. Su estrategia de apoyo velado a los golpistas se apuntala en las gestiones mediadoras del presidente costarricense Oscar Arias, quien tristemente se ha prestado para servir de burdo instrumento de la diplomacia yanqui. Incluso, en días pasados tuvo el descaro de opinar públicamente que fue un error de Zelaya incorporar a Honduras al ALBA.
Denuncia al respecto el pasado lunes 27 de julio un editorial del periódico mexicano La Jornada que a estas alturas se ha hecho evidente “el papel de óscar Arias como parapeto diplomático del régimen de facto implantado en esa nación, ya que cuando las diplomacias latinoamericanas confiaron al mandatario costarricense una tarea de gestión para negociar los términos del retorno de Zelaya a la presidencia hondureña, éste fue mucho más allá de sus atribuciones y formuló un plan –al que denominó Declaración de San José– que otorgaba beneficios políticos injustificados e inmerecidos a quienes son, de acuerdo con el derecho internacional y el hondureño, delincuentes: su participación en un gobierno de unidad nacional y la suspensión definitiva de la consulta que el mandatario constitucional pretendía realizar en torno a la reelección, lo cual fue una bocanada de oxígeno al entonces cercado régimen espurio, cuyos cabecillas se envalentonaron y rechazaron la propuesta”.

Y puntualizan los editorialistas del prestigioso diario: “Debe considerarse, a este respecto, que más allá de la inadmisible perpetuación del gobierno espurio hondureño, el que se otorgue cualquier clase de premio político e institucional a los golpistas sentaría un precedente nefasto para el futuro de las democracias en el hemisferio; es indispensable, por tanto, impedir que proliferen sectores políticos tentados a usar la fuerza militar institucional para la obtención de cuotas de poder”.

Frente a las maniobras de Washington, el Mercosur acordó el pasado fin de semana expresar su firme respaldo a Zelaya y advirtió que no reconocerá las elecciones convocadas por los golpistas, las mismas que se pretenden validar bajo la propuesta Clinton-Arias. El documento suscrito por los presidentes reunidos en la Cumbre de Asunción expresó su rechazo a cualquier medida unilateral que adopte el gobierno de facto y exigieron la inmediata e incondicional restitución de Zelaya.

En un contundente gesto de rechazo, los países del Mercosur anticiparon que no considerarán válido acto unilateral alguno de parte del gobierno de facto de Honduras, ni siquiera el llamado a elecciones. La propuesta partió de la presidenta argentina Cristina Fernández, quien sostuvo durante el plenario: “No podemos tolerar lo que sería una ficción de un gobierno de facto que destituye a un gobierno democrático, luego se compromete a llamar a elecciones y entonces se reconoce ese proceso electoral posterior”.

“Es importante abordar la cuestión sin discursos inflamados, ni agresiones, pero sí con mucha decisión y precisión, que también debemos condenar cualquier intento de lo que denomino ‘golpes benévolos’, que serían destituir a través de una gestión cívico-militar a un gobierno constitucional, pasar un tiempo y luego convocar a elecciones –que seguramente tendrán la presencia de numerosos delegados internacionales– y de esta manera legalizar lo que constituye un golpe y entonces concebir la carta de defunción de la Carta Democrática de la OEA y también hacer una ficción la cláusula democrática de nuestro Mercosur”, puntualizó Fernández.
Luego de su intervención, la mandataria argentina recibió una llamada de Zelaya, en la que le agradeció sus palabras. éste se hallaba todavía en Nicaragua, en anticipo a la breve y simbólica incursión que haría en territorio hondureño para luego regresar a territorio nicaragüense donde estableció su base de operaciones en Ocotal, contiguo a la frontera con su país, para forzar su retorno definitivo en coordinación con las fuerzas internas opositoras al golpe.

Por otra parte, el presidente paraguayo Fernando Lugo, exclamó también en la Cumbre que “Honduras es una herida que sangra”, añadiendo que “ese golpe no quedará impune”. Asimismo, el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue contundente: “Lo de Honduras es un retroceso democrático que no se puede tolerar y con el que no se puede transigir”. Por su parte, el presidente boliviano Evo Morales se encargó de denunciar las dos caras de la intervención del gobierno de Obama en torno a la crisis hondureña y la existencia en Estados Unidos de unas fuerzas derechistas que promueven activamente el apoyo a los golpistas.
Son esas dos caras de Washington lo que llevó el pasado domingo a Zelaya a reclamarle a ese país “enfrentar con fuerza” a los golpistas. “Que deje de evadir el tema de la dictadura, que la enfrente con fuerza para saber realmente cuál es la postura de EE.UU. en relación con este golpe de Estado”, afirmó.

Médicos de Honduras denuncian intento de cerrar hospital comunitario

29 Agosto 2009
Luther  Castillo, médico hondureño.

Luther Castillo, médico hondureño.

Médicos hondureños denunciaron hoy la intención del gobierno de facto de cerrar un hospital de las comunidades de la costa caribeña, construido con el esfuerzo voluntario de la población.

El doctor Luther Castillo informó a Prensa Latina que desde el pasado día 1 las autoridades surgidas con el golpe militar del 28 de junio les cortaron la asignación presupuestaria entregada por el gobierno derrocado.

Explicó que cambiaron los parámetros del anterior convenio, mediante el cual recibían los salarios para cuatro médicos, fondos que eran repartidos solidariamente entre todo el personal de la instalación.

Añadió que en el centro se aplica una nueva concepción de atención de salud, más allá de la puramente asistencial, totalmente gratuita, que resaltó las deficiencias del modelo sanitario de la nación.

En nuestro hospital rige una filosofía de valores humanos, con un alto nivel científico, que excluye por completo la visión de la medicina como un negocio, dijo.

El hospital fue construido por iniciativa de Castillo, graduado en la Escuela Latinoamericana de Medicina, de Cuba, mediante el esfuerzo y donaciones de la población y fue inaugurado en diciembre de 2007 en su primera etapa.

El centro médico se ubica en la aislada comunidad de Ciriboya, municipio Iriona, en el caribeño departamento de Colón, donde la mayoría de la población es de la etnia garifuna, población negra entre las más excluidas del país.

En la zona no existen servicios de electricidad y para poder funcionar las
24 horas, dependen de paneles solares, indicó Castillo.

Señaló que desde su creación ha brindado 236 mil consultas gratuitas y 152 mil en brigadas que recorren zonas de difícil acceso. Agregó que es el único hospital en la zona.

Hemos rechazado el nuevo convenio propuesto por los golpistas, que intenta reducir el hospital a un centro de salud, con salario sólo para dos médicos, e iniciado una campaña nacional e internacional para recuperarlo, afirmó.

El psicólogo Alfonso Lacayo, de origen garífuna y uno de los coordinadores de la brigada médica del Frente Nacional contra el golpe de Estado, apuntó que está en marcha un movimiento para rescatar el hospital.

Precisó que las organizaciones del Frente emprendieron un esfuerzo para recolectar donaciones de medicamentos, otros recursos y fondos para mantener en funcionamiento el hospital.

(Con información de Prensa Latina)

de : "Aporrea"
Unasur, ¿Después de Bariloche qué?
Por: Manuel José Montañez Lanza (*)
Fecha de publicación: 29/08/09


No obstante que los Presidentes de la Unasur han acordado, incluso el Comandante Chávez, revisar el documento final de la Cumbre en forma conjunta y a través de los jefes militares de los países que integran el esquema de seguridad de la Unasur, para luego conversar con el Presidente Obama si ese fuera el caso, es nuestro criterio que ello no conducirá a nada más allá de lo existente. Es decir, finalmente USA terminará colocando las bases en Colombia como lo han hecho en otras regiones del mundo y como no existe un contrapeso creible (al estilo la Guerra Fría de finales de la Segunda Guerra Mundial), simplemente ocurrira como un hecho cierto.

Como sabemos, Unasur (en ese sentido, ningún otro órgano supra nacional de los actualmente existentes), tiene la capacidad jurídica ni militar para imponer a alguno de sus integrantes, materias que violenten el hasta ahora concepto de soberanía; concepto, que no obstante ser un estorbo para el desarrollo del capitalismo (en su fase imperialista como señalara en su momento Lenín); más sin embargo, es esgrimido y desempolvado por los neoliberales en Colombia –también Perú- y USA, para justificar el acuerdo militar bilateral entre ambas naciones.

Al respecto, USA mantiene una doble moral en cuanto a esa materia; pues debemos recordar que en 1962 del siglo pasado con ocasión de los misiles intercontinentales colocados en Cuba por la URSS que “ponían en peligro” la seguridad y defensa norteamericana –según ellos mismos esgrimieran- permitió que USA activara sus mecanismos de contra medidas pues se sentían agredidos a lo que dieron un ultimatum tanto al Kremlin como a la Habana (pese al derechos soberano de la revolución socialista), en el sentido que si no retiraban los misiles -como efectivamente ocurrió-, invadirían la Isla y se provocaría una Tercera Guerra Mundial.

El “Equilibrio del Terror” que hoy ya no existe, pese a la efectividad de dos pesos pesados, funcionó y USA logró sus objetivos. Desde ese momento, ya se vislumbraba el derrumba más luego, de la denominada "Cortina de Hierro".

Hay que destacar que no obstante la “negativa” (sostendríamos más bien ambigüedad), de la gran mayoría de los Presidentes en sus discursos a los fines de objetar las bases militares gringas en suelo neogranadino; se pudo obervar dos claras posiciones de estilo. Por una parte la de quienes forman parte del Mercosur con Brasil a la cabeza y la de los integrantes de la ALBA.

En el caso Perú, pese a que no está vinculado a Mercosur ni a la ALBA tampoco, no obstante, se pliega de hecho y de derecho a la postura que favorece a USA. Es decir, apoya a Colombia.

La situación que se nos presenta tiene dos claros escenarios de solución. El primero, militar que a nuestro juicio no se hará efectivo en un primer momento ya que no existe ni la voluntad ni la preparación para aplicarlo y el segundo, de carácter político.

Al respecto de este segundo, el de carácter político, en el transcurrir de los eventos, al menos los integrantes de la ALBA deberán prepararse para consolidar una estrategia que “obligue” a los demás integrantes de la Unasur, propiciar mecanismos de presión contra la Colombia de Uribe, de los Santos y demás agentes internos progringos en la tierra de Santander, a objeto de coadyuvar esfuerzos objetivos y concretos que obliguen a que las condiciones políticas en Colombia varían en contra de los intereses gringos y sus sigüienes internos para que se posesione en el Palacio de Nariño una voluntad política proclive y verdaderamente democrática pero ante todo, solidaria a la integración de la Subregión tal como lo observamos desde la ALBA.

En ese sentido, la única forma que ello así ocurra es que: 1.) Emerja un proceso “insurreccional” interno contra el estado de cosas existentes en esa Nación; 2.) Que se suprima la diplomacia del micrófono para evitar darle información inconveniente a los adversarios y enemigos de la Unidad de los Pueblos Latinoamericanos y por último, 3.) Prestar solidaridad, de muy bajo perfil, a las fuerzas políticas internas en Colombia con mayor posibilidad de ganar unas elecciones en ese país. Ello pasa, por impeler la unidad de los movimientos sociales de vanguardia, nacionalistas, democráticos y socialistas, que se opongan a la intervención gringo a través de Colombia en la Región.

En ese sentido y a objeto de informar oportunamente a la Comunidad Internacional, deberá mantenerse una estrategia comunicacional mancumunada de denuncia permanente cuya coherencia permita desmontar el discurso mentiroso y militarista colombiano y de sus compañeros de ruta guerrerista.

Un bloqueo económico intensivo a Colombia pondrá en “puntillas” la administración Uribe y dada la crisis capitalista norteamericana, consideramos les será imposible sostener y financiar por largo tiempo algún gobierno servil en Nariño. En ese sentido, ni la UE -incluso desde la OTAN-, podrán apoyar mucho, pues su propia realidad económica les limita severamente.

Ello pasa por estrechas aun más, las relaciones con los aliados estratégicos (China, Rusia, Irán, India, Corea y otros), para inclinar el fiel de la balanza, para lo cual, se deberá actuar con base a la premisa, “El enemigo de mi enemigo, es mi amigo”…

No aplicar medida alguna contra Colombia y dejar de aprovechar el momento táctico, permitirá, como está sucediendo en Honduras, que las fuerzas de la reacción se reacomoden, recompongan y consoliden posteriormente para finalmente derrotar, como efectivamente se proponen, la experiencia Bolivariana Continental.

Es preciso en consecuencia que los líderes revolucionarios de la Región (léase la ALBA y los movimientos sociales nacionalistas y antiimperialistas), entiendan que el repliegue estratégico de USA hacia América Latina consecuencia de las derrotas tácticas sufridas por ellos en IRAK, Afganistan y Euroasia, les obliga a restaurar sus situación interna (debido a la crisis por todos conocida), para lo cual les es preciso retomar el control del “Patio Tracero”, abandonado momentáneamente por anteriores gobiernos, quienes habían dado prioridad geopolítica a otros lugares del mundo.

A nuestro juicio, si Unasur no actúa en ese sentido, más temprano que tarde podrá quedar desmantelada; para lo cual y si ello se materializara, con antelación los países hermanos de la ALBA deberá revisarse a objeto de blindar la propuesta Bolivariana de los Pueblos y así poder garantizarse inviolabilidad de sus respectivas soberanías. En ese sentido y a diferencia de Honduras, la violación nuevamente de una de ellas tiene que ser respondida contundentemente. Una autarquía a su interior, es pertinente.

La ALBA debe tomar en consideración que en breve plazo ocurrirán elecciones Presidenciales en casi todos los países que siendo parte de la Unasur, forman parte de Mercosur, fenómeno político que se presume será de derechización de los gobiernos de esos países, que le darán un viraje al equilibrio hoy existente en la Unasur. Lo anterior debe ser revisado, corregido e incluso evitado.

(*) Politólogo e Internacionalista

Magister en seguridad y Defensa

Resistencia analizará estrategias de lucha antigolpista en Honduras


Por Raimundo Lopez, enviado especial


Tegucigalpa, 30 ago (PL) El Frente Nacional contra el golpe de Estado de Honduras analizará hoy sus estrategias de lucha para lograr la restitución del orden constitucional, roto por la asonada militar del 28 de junio pasado.

El coordinador general de esa alianza de las fuerzas populares y partidos progresistas, Juan Barahona, anunció que una asamblea nacional será celebrada este mediodía para acordar las acciones de la semana entrante.

Habitualmente, la jornada es precedida por una reunión de la dirección colegiada del Frente, que integran las centrales obreras, confederaciones campesinas, estudiantiles, ambientalistas y otras fuerzas como el Partido Unificación Democrática.

En un discurso ayer durante un acto cultural en el parque central de la capital, Barahona adelantó que la lucha pacífica continuará todo el tiempo que sea necesario hasta la recuperación del estado de derecho.

Agregó que tras la reposición en su cargo del presidente constitucional, Manuel Zelaya, e incluso, sin haberse conseguido, la movilización popular proseguirá para lograr la convocatoria a una asamblea nacional constituyente.

Precisó que el objetivo de ésta será la elaboración de una nueva carta magna que establezca una democracia realmente participativa y transformaciones para poner fin al sistema de injusticia social vigente.

Barahona rechazó cualquier solución a la crisis que no sea la restitución del presidente Zelaya y del orden constitucional.

Versiones de prensa procedentes de Washington mencionan una iniciativa del presidente del gobierno de facto, Roberto Micheletti, de abrir el camino al poder a una tercera persona mediante su renuncia y la de Zelaya.

El aislamiento internacional del régimen se agudizó tras el rechazo de Micheletti al Acuerdo de San José, propuesto por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, para el regreso condicionado de Zelaya.

Barahona calificó de torpeza de los golpistas esa posición, planteada el martes 25 pasado a una misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos que visitó dos días Tegucigalpa.

Detengan la implicación israelí en la represión del pueblo hondureño y latinoamericano

blicado por Mariló Tudela el agosto 30, 2009 a las 7:39am

Declaración con motivo del día de acción global contra el Golpe de Estado en Honduras - 28 de agosto 2009
Detengan la implicación israelí en la represión del pueblo hondureño y latinoamericano



Desde la campaña palestina contra el Muro de Apartheid, elevamos nuestra voz y nos sumamos a todos aquellos que hoy protestan contra el golpe de Estado en Honduras, la dictadura, y la represión impuestos por el régimen de Micheletti. Como palestinos sabemos que somos parte de la misma lucha que tiene lugar en Honduras.

Todos somos conscientes de que este crimen no habría podido suceder sin el apoyo activo de gobiernos extranjeros.

Varias fuentes indican que no sólo ha intervenido la inteligencia norteamericana, sino también el ejército y la inteligencia israelí. Israel tiene ya una larga historia de apoyo a la represión de los movimientos populares de América del Sur. Desde la Contra nicaragüense a las dictaduras paraguaya, argentina y chilena. Siempre han recibido armas israelíes, servicios secretos y procesos de formación militar. Hoy, Colombia es probablemente el principal receptor de armas israelíes. El líder paramilitar colombiano y traficante de drogas Carlos Castao ha declarado "he aprendido multitud de cosas en Israel y le debo a ese país parte de mi esencia y de todos mis logros militares y políticos"(1) .

Teniendo esto presente, no nos sorprende recibir noticias de la implicación israelí en el golpe militar y el derrocamiento de la democracia hondureña. Estamos profundamente preocupados en diferentes niveles por la implicación israelí en el golpe hondureño.

Al mismo tiempo que el continente americano ha aislado al régimen hondureño, el líder del golpe ha anunciado el apoyo israelí que su gobierno recibe. Varios analistas han señalado que en los meses previos al golpe, la Embajada israelí fue testigo de intensos movimientos diplomáticos con representantes de la oposición, incluído Micheletti (2).

CODEH ha denunciado que el régimen de Micheletti ha contratado comandos israelíes para entrenar a las fuerzas hondureñas en el uso de violencia contra los manifestantes, incluyendo los asesinatos selectivos, para instaurar el terror y desmantelar la resistencia. Informan también que compañías de seguridad privadas están implicadas directamente en la represión (3) .

Las descripciones realizadas reproducen los mismos patrones de ataque que sufren los palestinos cuando se manifiestan contra el Muro y la ocupación de israelí. Israel desarrolla una guerra de baja intensidad contra las comunidades que resisten contra el Muro, reprimiendo a los pueblos en su conjunto y no sólo a los individuos que habitan en ellos. Esto incluye la represión violenta de manifestaciones, asesinatos selectivos de activistas (casi siempre los responsables de las manifestaciones), el castigo colectivo y el terror psicológico (4) .

La experiencia que puede proveer el ejército israelí al régimen hondureño se deriva del asesinato, la represión y la limpieza étnica de los palestinos. Además, los beneficios económicos que Israel extrae de su comercio de armas con América del Sur permite que la industria armamentística se refuerce y mantenga la ocupación y colonización de nuestras tierras.

La implicación israelí en el golpe de Honduras no es mas que la extensión lógica de sus políticas. Para Israel, un Estado colonial construido a partir de la expulsión y represión de la población originaria, el aumento de fuerzas anti-coloniales de carácter emancipatorio en cualquier lugar del mundo, supone una amenaza al paradigma desde el cual ha sido creado. La colaboración israelí con las políticas más conservadoras de los Estados Unidos convierten su implicación en el golpe en una necesidad política.

La implicación israelí en el golpe hondureño alcanza mucho más allá de Honduras, convirtiendo su presencia militar y diplomática en una amenaza para todos los regímenes democráticos del continente. Este golpe no supone sólo una agresión brutal contra el pueblo hondureño sino que sirve como modelo para renovar las agresiones contra el conjunto del continente.

Por eso convocamos a todos los estados democráticos de América del Sur a tomar una posición firme y con principios contra los crímenes israelíes y las violaciones de los derechos humanos en las que están implicados, así como a su implicación histórica y presente en el apoyo a regímenes represivos. Les pedimos:

- rompan sus relaciones con Israel.
- Expulsen a los asesores militares israelíes y sus empresas de seguridad.
- Cancelen sus compras de armamento israelí.

Las fuerzas democráticas y progresistas así como sus alianzas regionales (ALBA, MERCOSUR) deben adoptar un compromiso firme en defensa de los derechos humanos y la democracia para su región y en todo el planeta. Israel no sólo asesina, tortura y encarcela a los palestinos. Demasiados sudamericanos han sufrido ya debido a los paramilitares entrenados en Israel y han muerto debido a sus armas.

La Campaña Palestina contra el Muro de Apartheid. *

* La Campaña Palestina contra el Muro de Apartheid es el principal instrumento de base para la coordinación de la lucha contra el Muro. Somos una coalición de 10 comités populares que representan a 100 comunidades, comités de jovenes y ong´s palestinas. Actuamos como la voz de las comunidades locales y como su instrumento de coordinación y movilización a nivel nacional Somos parte de la lucha global contra el colonialismo y el racismo Nos movilizamos y coordinamos la convocatoria de Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel a nivel local, nacional e internacional.

(1)http://www.thirdworldtraveler.com/Israel/Israel_LAmer_TrailTerror.html
(2)http://www.radioguaimaro.co.cu
(3)http://www.scoop.co.nz/stories/HL0908/S00051.htm
(4)http://stopthewall.org/activistresources/2019.shtml