jueves, 4 de febrero de 2010

ARCHIVO (nr. 77) 27 de agosto de 2009

Honduras: Tras 60 días de movilizaciones el FNGE convoca a jornada mundial de protestas contra el golpe

El día 28 de agosto se realizarán plantones de protesta en embajadas de los Estados Unidos alrededor del mundo. Incluye galería fotográfica de Nino Oliveri.
Frente Nacional contra el Golpe de Estado | Para Kaos en la Red | Hoy 13:28 |
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El Frente Nacional contra el Golpe de Estado hace un llamado a todas las organizaciones y personas solidarias y comprometidas con la democracia en el Mundo, para que se sumen a la protesta contra la dictadura instaurada por la oligarquía hondureña en complicidad con los sectores internacionales más conservadores y fascistas.

El día 28 de agosto se realizarán en embajadas de los Estados Unidos alrededor del mundo, plantones de protesta con los siguientes objetivos:

1. Manifestar el rechazo de la humanidad al golpe de Estado militar llevado a cabo en Honduras el día 28 de junio de 2009.

2. Exigir el inmediato retorno a la institucionalidad democrática del país, que incluye la restitución incondicional del Presidente legítimo Manuel Zelaya Rosales.

3. Exigir el castigo a los violadores de los derechos humanos.

4. Denunciar el apoyo y la complicidad de organismos de inteligencia nortemearicanos en el Golpe.

5. Exigir de la presidencia de Estados Unidos, una posición contundente en contra de la dictadura de Micheletti. Que incluye la interrupción inmediata de todo tipo de cooperación Militar, diplomática y económica.

Tegucigalpa 24 de agosto de 2009

Movimientos sociales rechazan ilegítimas elecciones en Honduras

TeleSUR _ Hace: 18 minutos

Cientos de hondureños salieron nuevamente este jueves a las calles de Tegucigalpa para expresar su rechazo a las elecicones del próximo 29 de noviembre, a las que consideran viciadas e ilegítimas, al estar amparadas por un gobierno al margen de la ley, surgido del golpe de Estado que derrocó al mandatario constitucional, Manuel Zelaya.

Rafael Alegría, dirigente campesino y uno de los líderes del Frente de Resistencia contra el Golpe de Estado indicó que su pueblo no participará en el juego de los políticos golpistas en los venideros comicios por considerarlos fraudulentos. "El proceso está viciado", denunció.

De igual modo, explicó que el proceso de organización de los comicios, que iniciará el próximo 1 de septiembre con la participación de cinco partidos políticos y una candidatura presidencial independiente, tampoco será validado por la comunidad internacional, que no reconoce al gobierno de facto, encabezado por Roberto Micheletti.

En la manifestación popular pacífica de este jueves, los mensajes estaban dirigidos casi en su totalidad en contra de las elecciones, pero no faltaron los reclamos a favor del regreso del presidente Zelaya.

Paz que vence violencia

Horas antes, el coordinador general del Frente Nacional contra el golpe de Estado, Juan Barahona, declaró que la firmeza de la resistencia pacífica está acabando con los principios de los golpistas, que sólo han recurrido a la violencia.

"Hemos llegado casi a 60 días consecutivos de protestas y no se cansa, porque nuestra lucha es justa", expresó Barahona, y convocó a una rueda de prensa a fin de difundir la posición oficial del Frente sobre las comicios de noviembre en esa nación.

"La única manera de que esas elecciones podrían ser legítimas sería cumplir con la restauración inmediata del orden constitucional y el regreso del presidente, Manuel Zelaya", puntualizó.

El pasado miércoles las manifestación frente a la embajada estadounidense culminó con una caravana de vehículos en barrios y avenidas de la capital hondureña.

Manuel Zelaya, fue elegido presidente de Honduras el 27 de enero de 2006 para un período de cuatro años. El pasado 28 de junio fue secuestrado y expulsado de su nación por los militares golpistas.

Promueven nuevas sanciones contra gobierno de facto hondureño

TeleSUR _ Hace: 38 minutos

Cancilleres de Centroamericanos debatieron este jueves en Costa Rica la necesidad de aplicar más presiones en contra del régimen de facto de Roberto Micheletti, instaurado en Honduras, tras el derrocamiento del presidente legítimo Manuel Zelaya, ocurrido hace dos meses.

Ante el fracaso de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) que visitó la nación para tratar de lograr que Micheletti aceptara el Acuerdo de San José, la canciller legítima de Honduras, Patricia Rodas insistió en que la única vía para solucionar la crisis es reforzar las sanciones internacionales.

"Consideramos que es necesaria una mayor contundencia en la comunidad internacional para que se apliquen sanciones reales y tangibles al régimen de facto", manifestó Rodas antes de la culminación de la reunión del Sistema de Integración Centroamericana (SICA).

En este sentido, señaló tres acciones específicas que esperan de la comunidad internacional: suspensión de visas a funcionarios del régimen de Roberto Micheletti, sanciones comerciales y el no reconocimiento del proceso electoral que convocó la administración de facto.

EE.UU. evalúa tomar "algunas decisiones" para presionar a gobierno de Micheletti

TeleSUR _ Hace: 03 horas

El gobierno estadounidense señaló este jueves que para incrementar la presión al gobierno de facto establecido en Honduras, considera tomar "algunas decisiones" previamente consultadas con la Organización de Estados Americanos (OEA), ante la negativa de Tegucigalpa de permitir retorno de Manuel Zelaya.

Aunque en sus declaraciones a la prensa el portavoz del Departamento de Estado en Washington, Philip Crowley, nunca habló directamente de sanciones, indicó que tomarán "algunas decisiones en los próximos días".


Apuntó que estas decisiones "prontas a ser tomadas" se están estructurando a raíz del regreso a Estados Unidos de la misión de la OEA que estuvo la pasada semana de visita en Honduras y que concluyó sin lograr que el gobierno de facto aceptara el Acuerdo de San José, el cual busca la restitución de Zelaya como presidente constitucional y las elecciones anticipadas, entre otros temas.


Reiteró que para el gobierno de Washington el llamado Acuerdo de San José es el "proceso correcto para ayudar a resolver" la crisis política desatada en el país centroamericano tras el golpe de Estado del pasado 28 de junio.


El funcionario estadounidense indicó que la negativa del Gobierno de facto establecido en Tegucigalpa a aceptar los términos del acuerdo para el regreso de Manuel Zelaya ha tenido y sigue teniendo consecuencias en la región, a las que se sumó Estados Unidos cuando el pasado martes anunció la suspensión, salvo casos de emergencia, de la mayoría de las visas para hondureños que deseen viajar a EE.UU. en calidad de turistas, estudiantes o empresarios.


El portavoz recordó que, como parte de las presiones internacionales, la OEA ha suspendido a Honduras del organismo regional y el Banco Centroamericano para la Integración Económica ha congelado las líneas crediticias a este país de centroamérica.


Crowley reiteró que ante la reciente negativa del gobierno de Micheletti a aceptar las exigencias de la delegación de la OEA que viajó a Honduras, "haremos nuestro juicio en base a eso y lo anunciaremos muy pronto".

El presidente Zelaya ha calificado de tibia la actitud del gobierno estadounidense frente al régimen que tomó el poder en su país de manera ilegal.

También otros gobiernos del continente han expresado que la Casa Blanca no ha hecho lo suficiente en este caso.

Es la hora del recuento y de la marcha unida

Esta reflexión no va dirigida a los gobiernos sino a los pueblos hermanos de América Latina.
La Habana.- Mañana 28 de agosto se iniciará en Argentina la reunión Cumbre de UNASUR cuya trascendencia no puede ignorarse. En ella se debe analizar la concesión de siete bases militares en territorio de Colombia, a la superpotencia norteamericana. Las conversaciones previas de ambos gobiernos se mantenían en riguroso secreto. El acuerdo debía presentarse al mundo como hecho consumado.

En horas de la madrugada del 1º de marzo del 2008, las Fuerzas Armadas de Colombia, entrenadas y armadas por Estados Unidos, habían atacado con bombas de precisión a un grupo de guerrilleros que penetró en una apartada zona del territorio ecuatoriano. Al amanecer, hombres de las tropas élites colombianas transportados en helicópteros ocuparon el pequeño campamento, remataron a los heridos y se apoderaron del cadáver del jefe guerrillero Raúl Reyes, quien al parecer sostenía en esos días un encuentro con jóvenes visitantes de otras nacionalidades, interesados en conocer las experiencias de la guerrilla que desde la muerte del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, hace más de 50 años, sostiene la lucha armada. Entre las víctimas había estudiantes universitarios de México y Ecuador que no portaban armas. El método fue brutal, al estilo yanqui. El gobierno de Ecuador no había recibido advertencia alguna antes del ataque.

El hecho constituyó una acción humillante para el pequeño y heroico país suramericano, envuelto en un proceso político democrático. Se sospechaba fuertemente que la base aérea norteamericana de Manta había ofrecido información y cooperado con los atacantes. El presidente Rafael Correa adoptó la valiente decisión de solicitar la devolución del territorio ocupado de la base militar de Manta, cumpliendo estrictamente los términos establecidos en el convenio militar con Estados Unidos, y retiró su embajador en Bogotá.

La entrega de territorio para el establecimiento de siete bases militares de Estados Unidos en Colombia, amenaza directamente la soberanía y la integridad de los demás pueblos de Sur y Centroamérica con las que nuestros próceres soñaron crear la gran patria latinoamericana.

El imperialismo yanki es cien veces más poderoso que los imperios coloniales de España y Portugal, ajeno por completo al origen, los hábitos y la cultura de nuestros pueblos.

No se trata de estrechos chovinismos. “Patria es humanidad”, como proclamó Martí, pero jamás bajo el dominio de un imperio que ha impuesto al mundo una tiranía sangrienta. En nuestro propio hemisferio los cientos de miles de compatriotas latinoamericanos asesinados, torturados y desaparecidos en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá, Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay y otros países de Nuestra América, durante las últimas cinco décadas por golpes de estados y acciones que Estados Unidos promovió y apoyó, demuestran de forma irrebatible lo que afirmo.

Cuando analizo los argumentos con que Estados Unidos pretende justificar la concesión de bases militares en territorio de Colombia, no puedo menos que calificar de cínicos tales pretextos. Afirma que necesita esas bases para cooperar en la lucha contra el narcotráfico, el terrorismo, el tráfico de armas, la emigración ilegal, la posesión de armas de destrucción masiva, los desbordes nacionalistas y los desastres naturales.

Ese poderoso país es el mayor comprador y consumidor de drogas del planeta. Un análisis de los billetes que circulan en Washington, capital de Estados Unidos revela que el 95 por ciento pasaron por manos de personas que consumen drogas; es el mayor mercado y a la vez el mayor suministrador de armas para el crimen organizado en América Latina, con ellas están muriendo decenas de miles de personas cada año al Sur de su frontera; es el mayor estado terrorista que ha existido nunca. No solo lanzó las bombas contra ciudades civiles en Hiroshima y Nagasaki; en sus guerras imperiales como las promovidas en Vietnam, Iraq, Afganistán, Pakistán y otros países ubicados a miles de kilómetros de distancia en las que han muerto millones de personas; es el mayor productor y poseedor de armas de destrucción masiva, incluidas las nucleares, las químicas y las biológicas.

Los paramilitares colombianos, muchos de los cuales proceden de los desmovilizados de las Fuerzas Armadas y constituyen, en parte, sus reservas, son los mejores aliados y protectores de los narcotraficantes.

El llamado personal civil que acompañaría a los soldados en las bases de Colombia son, como norma, ex militares norteamericanos perfectamente entrenados, que son después contratados por empresas privadas como Blackwater, que se hizo famosa por los crímenes cometidos en Iraq y otras partes del mundo.

Un país que se respete a sí mismo no necesita mercenarios, ni soldados, ni bases militares norteamericanas para combatir el narcotráfico, ni proteger la población en los casos de desastres naturales, o brindar cooperación humanitaria a otros pueblos.

Cuba es un país sin problemas de drogas ni altos índices de muertes violentas, cuyo número decrece por año.

El único propósito de Estados Unidos con esas bases, es poner América Latina al alcance de sus tropas en cuestión de horas. La alta jerarquía militar de Brasil recibió con verdadero desagrado la noticia sorpresiva del acuerdo sobre la instalación de bases militares de Estados Unidos en Colombia. La base de Palanquero está muy cerca de la frontera con Brasil. Con esas bases, unidas a las de las Islas Malvinas, Paraguay, Perú, Honduras, Aruba, Curazao y otras, no quedaría un solo punto del territorio de Brasil y del resto de América del Sur fuera del alcance del Comando Sur, donde en cuestión de horas, mediante el empleo de sus más modernos aviones de transporte, puede hacer llegar tropas y otros medios sofisticados de combate. Los mejores especialistas en la materia han suministrado los datos necesarios, para demostrar el alcance militar del acuerdo yanqui-colombiano. Tal programa, que incluyó el restablecimiento de la IV Flota, fue diseñado por Bush y heredado por el actual gobierno de Estados Unidos, a quien algunos líderes suramericanos demandan el debido esclarecimiento de su política militar en América Latina. Los portaaviones nucleares no se necesitan para combatir las drogas.

El objetivo más inmediato de ese plan es liquidar el proceso revolucionario bolivariano y asegurar el control del petróleo y otros recursos naturales de Venezuela. El imperio, por otro lado, no acepta la competencia de las nuevas economías emergentes en su patio trasero, ni países verdaderamente independientes en América Latina. Cuenta con la oligarquía reaccionaria, la derecha fascista y el control de los principales medios de difusión masiva internos y externos. Nada que parezca a verdadera equidad y justicia social tendrá su apoyo.

La emigración de latinoamericanos hacia Estados Unidos es consecuencia del subdesarrollo, y este es consecuencia del saqueo a que hemos sido sometidos por parte de ese país y del intercambio desigual con las naciones industrializadas.

México fue desgajado de América Latina por el Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. La mayoría de los 12 millones de emigrantes ilegales en el primero de esos países son mexicanos y también la mayor parte de los cientos que mueren cada año en el muro de la frontera con aquel país.

Con una población de 107 millones de habitantes, en medio de la actual crisis económica internacional, el índice de pobreza crítica en México se ha elevado al 18 por ciento y la pobreza general alcanza a más de la mitad de sus habitantes.

Nada perturbó tanto la vida de Martí, el Apóstol de nuestra independencia, como la anexión a Estados Unidos. Desde 1889 venía tomando conciencia de que ese era el mayor peligro para América Latina. Soñó siempre con la Patria Grande, desde el río Bravo hasta la Patagonia; por ella y por Cuba dio su vida.

El 10 de enero de 1891 escribió en La revista ilustrada de Nueva York un ensayo titulado “Nuestra América”, en el que expresó inolvidables frases: “… ¡los árboles se han de poner en fila para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes.”

Cuatro años más tarde, después de su desembarco por Playitas en la provincia oriental de Cuba, cuando ya marchaba por los campos insurrectos, sostuvo un encuentro con el periodista del Herald George E. Bryson, el 2 de mayo de 1895. Este le contó que había entrevistado en la Habana al famoso general Arsenio Martínez Campo. El jefe español le dijo que antes de conceder la independencia a Cuba prefería entregarla a Estados Unidos.

De tal forma impactó la noticia a Martí, que el 18 de mayo escribió a su amigo mexicano Manuel Mercado la famosa carta póstuma en la que habla del “…camino que se ha de cegar, y con nuestra sangre estamos cegando, de la anexión de los pueblos de Nuestra América, al Norte revuelto y brutal que los desprecia…”

Al día siguiente, desoyendo el consejo del General Máximo Gómez, quien le indicó permanecer en la retaguardia, solicitó a su ayudante un revolver, cargó contra una tropa española bien posesionada y murió en el combate.

“Viví en el monstruo, y le conozco las entrañas”, sentenció en su última carta.

Fidel Castro Ruz

agosto 27 de 2009

12 y 40 p.m.

Morales afirma que necesidad de bases estadounidenses refleja incapacidad de tropas colombianas

TeleSUR _ Hace: 01 hora

El presidente boliviano, Evo Morales, señaló este jueves que el requerimiento de tropas extranjeras por parte de cualquier país, evidencia la incapacidad de sus Fuerzas Armadas (FFAA) para enfrentar sus conflictos, tras referir que el hecho de combatir el narcotráfico, es un pretexto de Colombia para instalar bases militares estadounidenses en su territorio.

"Es un falso pretexto decir que la base militar de Estados Unidos en Colombia es para luchar contra el narcotráfico o contra las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). Decir eso es como deslegitimar, desautorizar o reconocer que nuestras FFAA o la Policía Nacional son incapaces y (aceptar) entonces que vengan los gringos", manifestó Morales.

Recordó que los bolivianos fueron víctima durante mucho tiempo de la presencia militar estadounidense en el país.

Explicó que "so pretexto de luchar contra el narcotráfico, sólo se ha mellado la dignidad de los bolivianos".

Enfatizó que únicamente después de la salida de la DEA (Agencia Antidrogas de Estados Unidos) del país se mejoró la lucha contra ese flagelo.

El presidente boliviano insistió que la presencia de soldados estadounidenses en Colombia, para supuestamente combatir el narcotráfico y a la guerrilla, sólo tiene objetivos "netamente políticos".

"Como víctima de la presencia militar norteamericana en Bolivia, como Presidente de este país, tengo la obligación de defender la dignidad no sólo de Bolivia sino de toda Suramérica, junto a otros presidentes que tienen una conciencia clara sobre la soberanía y la dignidad de Suramérica", señaló.

Falsos pretextos

El pasado 13 de Agosto de 2009, Estados Unidos aseguró que el acuerdo para la instalación de siete bases militares en Colombia, "no tiene fines bélicos" y por el contrario, es la continuidad de un esfuerzo de colaboración "en contra del narcotráfico y el terrorismo".

Sin embargo, el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien ha manifestado su férreo rechazo al pacto, expresó que ya están empezando a salir detalles del controvertido acuerdo militar, que van evidenciando las verdaderas intensiones de Estados Unidos.

Chávez explicó que no necesitan una presencia considerable de militares estadounidenses en Colombia, pues el verdadero objetivo se concentra en preparar las bases colombianas con todos los equipos yanquis.

Colombia se convertirá en un "centro operacional (estadounidense) que les permitirá cubrir toda Suramérica, con sus aviones, espías, satélites espías, sus cuerpos de inteligencia y contrainteligencia", señaló el domingo pasado el mandatario.

Uno de los subsecretarios del Departamento de Defensa de Estados Unidos (EE.UU.) anunció en torno a las negociaciones militares entre Colombia y su país que "lo único nuevo es una inversión de 46 millones de dólares aprobada por el Congreso para reformar la base (colombiana) de Palanquero, que mantendrá las mismas funciones actuales".

La base de Palanquero ya cuenta con lo necesario para el desarrollo de los diferentes operativos de seguridad, pues se creó hace 75 años, un 27 de octubre, y desde entonces ha estado en funcionamiento.

Boliva denuncia que Perú pretende desviar la atención sobre tema de las bases en cumbre Unasur

TeleSUR _ Hace: 03 horas

El gobierno de Bolivia acusó este jueves a Perú de plantear a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) como escenario para conocer las negociaciones marítimas entre La Paz y Santiago, para distraer la atención del foro regional sobre la instalación de siete bases militares en Colombia por parte de Estados Unidos.

El presidente "Alan García pretende distraer o desviar la discusión y atención de este gravísimo e importante problema (bases militares), pretendiendo que Unasur analice y discuta el tema marítimo", afirmó en conferencia de prensa, el vocero gubernamental boliviano, Iván Canelas.

"Nos preocupa la actitud del presidente Alan García", agregó el funcionario.
Qué se dirime en Bariloche

Por: Luis Bilbao
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Los presidentes de las 12 naciones suramericanas se reunirán en pocas horas más en Bariloche. Una porción ínfima de la ciudadanía conoce la trascendencia del tema a debatir en esta reunión de emergencia.

Hay motivos para la ignorancia. La historia registrará la conducta en esta coyuntura de políticos, analistas y medios de comunicación, como un caso sobresaliente de irresponsabilidad y enajenación. Arrastrados por intereses inmediatos, el grueso de ellos o bien ha guardado silencio, o bien se ha prestado a burdas maniobras diversionistas que ocultan la magnitud del problema: Estados Unidos avanza por el camino de la guerra en América Latina y el Caribe.

Ya no es un mandatario brutal quien habita la Casa Blanca. Ya no gobierna en Estados Unidos el partido identificado públicamente con el complejo militar-industrial. Pero Washington amenaza sistemática, inexorablemente, con la guerra en nuestros países. Eso es la reactivación de la IV Flota de la US Navy en las aguas del Caribe. Eso es el golpe de Estado en Honduras. Eso es la instalación de siete bases militares en Colombia. De modo que queda claro: la dinámica belicista en la que Estados Unidos ha embarcado al mundo en los últimos años, con aceleración irracional desde fines de 2001, no tiene como motor a tal o cual presidente, sino a la crisis estructural del sistema, que les estalló en las manos un año atrás. Queda claro que el capitalismo imperialista nos lleva a la guerra.

De esto se discutirá en Bariloche. El resultado dependerá de la posición que adopten gobernantes hasta ahora indefinidos, ambiguos. Los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador ya se han expedido sin rodeos exigiendo que Unasur se pronuncie contra la intalación de las bases en Colombia. Los de Perú y, naturalmente, Colombia, siguen el dictado de Washington. Los restantes navegan en el estrecho espacio de la complicidad, la perplejidad y el temor. Excepto en los tres primeros países mencionados, la ciudadanía no ha sido informada por sus gobernantes; tanto menos convocada a analizar y debatir tamaña encrucijada histórica. Ése ya es un dato por demás elocuente acerca de convicciones y metodologías de quienes ocupan los más altos cargos. Dicho sea de paso, la elección de una pequeña ciudad del extremo austral argentino, repite la táctica de otras cumbres que huyen de lugares poblados y de fácil acceso para impedir la participación ciudadana. Cabe temer que las sesiones de debate no sean televisadas siquiera para los periodistas acreditados. Si así ocurriera, el escamoteo sería total. Y el crimen perfecto.

Por eso cobra especial relevancia una propuesta lanzada como piedra de David por el presidente boliviano Evo Morales: "¿por qué no ir a un referendo en Suramérica?", propuso ante una concentración de pobladores de Coipasa, en el sur andino boliviano. El argumento es llano: "que los pueblos digan sí o no; que el pueblo decida y no que el imperio imponga sobre las bases militares".

Se trata de una reivindicación estrictamente democrática, que nadie comprometido con el republicanismo y los propósitos de Unasur podría negar: ¿cómo en una Unión de Naciones se podría admitir que un gobierno ceda el territorio de su país para la instalación de bases militares extranjeras, tanto menos estadounidenses? ¿cómo oponerse a una resolución democrática de la ciudadanía involucrada?

Una de las incógnitas que quedará aclarada en Bariloche, por tanto, es si los participantes de esa gran conquista histórica que es Unasur conciben efectivamente una unión suramericana. La otra, dirá acerca del compromiso de cada quién con la democracia allí donde ésta cuenta.

Quedará dirimido igualmente, positiva o negativamente, un tercer aspecto clave de la coyuntura histórica: el alineamiento geopolítico y estratégico de cada gobierno. Los tiempos de la demagogia y la prestidigitación se han agotado. Nadie podrá hablar de paz, crecimiento, democracia, soberanía y justicia, si no suma su voz a la de quienes condenan las bases en Colombia, el golpe de Estado en Honduras y la descontrolada agresividad mediática del imperialismo con todo su dispositivo hemisférico, pero además de condenar verbalmente, toma medidas efectivas para impedir esta carrera hacia el abismo.

Los y las presidentes de Unasur deben asumir una responsabilidad que no admite dilación ni subterfugios. Pero allí no acaban las exigencias de la hora: partidos, sindicatos, organizaciones sociales de todo género y dimensión, periodistas, intelectuales, estudiantes, trabajadores, tenemos la obligación de observar con lupa lo que ocurra en Bariloche, transmitirlo a cientos de millones de compatriotas, acompañar a los gobiernos que salgan en defensa de sus pueblos y, desde las raíces mismas de la sociedad, con la participación de todos, llevar a cabo la gran tarea de unión suramericana, con prescindencia de los gobiernos que defeccionen en esta hora crucial.


Luis Bilbao es Director de América XXI. Estará presente en la cumbre de Bariloche y en las manifestaciones programadas para condenar las bases estadounidenses en Colombia.

Patria Grande, no te rindas!

El PSUV debe ser un partido de izquierda, del pueblo, con una estructura diferente usando la comunicación y la información como mecanismo de articulación en redes, no un Partido del Gobierno
Coordinadora Simón Bolívar | Para Kaos en la Red | 27-8-2009 |
www.kaosenlared.net/noticia/patria-grande-no-te-rindas

América Latina se ha transformado en líder de los procesos de cambios mundiales Ya estamos ante hechos indicativos que colocan en situación de alerta al capitalismo mundial. Sus consecuencias son inquietantes y desde hace rato, se instalan laboratorios de guerra sucia contra los gobiernos progresistas y revolucionarios de América Latina, de los cuales han sido victimas los pueblos de Bolivia, Ecuador y Venezuela, entre otros. En medio de todo, irremediablemente, el mundo lucha por cambiar. Entramos en una nueva situación revolucionaria mundial.

Con el ataque militar a Ecuador, la activación de la IV Flota, el golpe militar en Honduras (denominado “episodio destituyente”) y las bases de injerencia militar en Colombia que convierten a ésta, en un protectorado militar del Comando Sur. Washington ha reimplantado por la fuerza su Doctrina Monroe en América Latina. Con el reciente rechazo del Senado paraguayo a la adhesión venezolana al MERCOSUR, el capitalismo bárbaro imperial coronó los esfuerzos de la bota militar yanqui mediante un importante triunfo político; apoyando su ofensiva en los dos campos de poder donde no puede ser vencido: el militar y el mediático: lo cual presagia serias y concretas amenazas de confrontación hacia nuestros pueblos hermanos de toda la región

Ante este paradigma de intervención en un momento tan crucial, le corresponde como única defensa a los movimientos populares de América latina y caribeño, hacer grandes esfuerzos por unificar las luchas y convocar las vanguardias que combaten por cambiar al mundo, animando la construcción de un referente orgánico y político internacional, como practica política para la emancipación de la Patria Grande, pues la lucha a de ser continental.

La situación anterior nos coloca en un grave problema que hay que empezar a resolver de manera urgente y que toca, la inmensa tarea de desmontar las guerras imperialistas en todas sus formas para abrirle paso a una Paz, que solo se puede construir con la unidad, organización y movilización de todos los pueblos del mundo, en especial los de Latinoamérica y el Caribe, lo cual empieza a adquirir -desde el punto de vista teórico marxista- la dimensionalidad que nos impone el carácter internacional de una salida para la Humanidad.

Estamos en un escenario de Guerra de Desgaste, con fuerzas imperiales y oligárquicas muy superiores, y con gobiernos latinoamericanos de centroizquierda que hacen, esencialmente, nada. No solo se mostraron incapaces de detectar el golpe hondureño a tiempo, ahora se muestran sin voluntad real para cortar la avanzada del problema que esto supone.

Se abre el tránsito de nuevas luchas revolucionarias que marcan la entrada a una nueva era de la territorialidad latinoamericana, donde hay mantener la máxima unidad posible, crear la vanguardia unificada latinoamericana y recuperar la iniciativa y el rumbo estratégico que los gobiernos han perdido. Y no solo los gobiernos. Es tiempo de que los grandes movimientos sociales, (como el MST en Brasil, “Los Piqueteros” en argentina, “El Movimiento Indígena” en Bolivia y Ecuador, etc.) con la aceptación de todas las formas de lucha antimperial -incluyendo la insurgencia colombiana- a los que se unirán las esperanzas de los pueblos del mundo con sus luchas. Es vital la convicción de que es el poder del pueblo quien hace la historia.

Hoy cobra, aún más vigencia plena, la batalla continental de la que hablaba el Ché, y salta a la vista mi patria chica, Venezuela.

Mientras el Comandante Chávez, en lo internacional hace humanamente enormes esfuerzos –con aciertos nada despreciables a pesar de la presión yanqui- por consolidar la Patria Grande mediante un llamado constante a la unidad revolucionaria de nuestra América Latina (como un escudo ante las amenazas imperiales del monstruo del norte); en lo interno, las patrullas del partido de la revolución venezolana no despliegan alas o no tienen tren de aterrizaje para la autodefensa.

Las contradicciones en el seno de esta organización de la Revolución (PSUV), continúan evidenciando la poca madurez política y nivel de conciencia que hemos alcanzado en estos diez años de construcción de la Patria Socialista. No obstante, entendemos o más bien tratamos de justificar que estamos en una transición hacia el Socialismo y todo aquello de la crisis Gramsciana; pero creemos que, el tema de la organización del PSUV desde el gobierno, es un tema álgido, trascendental y no debe ser tratado a la ligera porque habitualmente un partido va contra lo establecido, y en verdad, va más allá de la teoría de la transición y de la tolerancia, de la que hablaba Gramsci

El PSUV debe ser un partido de izquierda, del pueblo, con una estructura diferente usando la comunicación y la información como mecanismo de articulación en redes, no un Partido del Gobierno; sin embargo, esta no puede emprenderse desde posiciones caudillescas que niegan por la vía del hecho la verdadera participación (las consultas a las bases han estado mediadas y mediatizadas) y allí pudiésemos encontrar una de las causas de los reiterados fracasos en esa materia. Otra cuestión importante, la organización no puede planificarse desde el financiamiento, porque la respuesta lógica (acción-reacción) del pueblo será (como lo ha venido haciendo), si no me financian no me organizo. Es parte de lo que viene pasando también con los Consejos Comunales, excelente idea y acertada además, pero que en la práctica ha venido teniendo una limitante en relación a los que se espera y se necesita de estas instancias del Poder Popular.

Para enfrentar estas amenazas y evitar la debacle del proyecto revolucionario bolivariano en América Latina y el Caribe, se hace imperativo que los sectores populares verdaderamente revolucionarios, retomen los ideales de transformación y de justicia social que los inspiraron, asumiendo una posición de auténtica insurgencia popular con la intención de que este hermoso proceso revolucionario, como es la construcción de la patria grande, se profundice y que de verdad, trascienda efectivamente al socialismo. No actuar de esa forma, será letal al proyecto Bolivariano, Latinoamericano y Caribeño.

¡Patria Grande, es momento de hacer la batalla donde tú has de nacer!

Chávez: Ruptura de relaciones con gobierno de Uribe es inminente

El jefe de Estado calificó de cínico al gobierno de Uribe por acusaciones contra Venezuela por supuesta injerencia. Ordenó reforzar medidas contra presencia de grupos paramilitares, delictivos y narcotraficantes colombianos en Venezuela.
El Presidente Hugo Chávez instruyó al canciller Nicolás Maduro a prepararse para la eventual ruptura de relaciones diplomáticas con el gobierno de su homólogo Álvaro Uribe, al considerar que la conducta asumida contra Venezuela para justificar las bases estadounidenses en suelo colombiano no tienen otro objetivo que amenazar a la Revolución Bolivariana.

"¡El gobierno colombiano nos acusa de injerencia...! ¡Imagínate tú!", exclamó durante sus palabras en la ceremonia de despedida al ex embajador de Cuba en Venezuela, Germán Sánchez Otero, realizada en el Palacio de Miraflores en la noche de este martes.

"Hay que preparar la ruptura de Relaciones, Nicolás. Eso va a ocurrir", dijo. "Vayámonos preparándo. Porque esa burguesía colombiana nos odia. Y ya no hay aquí posibilidad de retorno, o de un abrazo. Es imposible".

"No. Esas siete bases son una declaración de guerra contra la Revolución Bolivariana y así lo asumimos. Aquí no vamos a seguir con las medias tintas, que si Uribe vuelve a venir...¡No!".

El Jefe de Estado, desde el Salón Ayacucho del palacio presidencial, reiteró que las bases militares con presencia de tropas del imperio, inmunes a cualquier juicio y exoneradas de cualquier castigo por su accionar en Colombia, amenaza además a Ecuador, a Brasil y a todo el continente, por los recursos naturales que están siendo objeto de las apetencias energéticas de las fuerzas imperiales de EEUU.

El mandatario venezolano advirtió que ante la legítima defensa que hace el Gobierno Bolivariano frente a esta amenaza que permite Colombia al entregar su soberanía a fuerzas históricamente intervencionistas, invasoras y agresoras de América Latina, la administración de Uribe sólo responde con acusaciones sobre una supuesta injerencia a sus asuntos internos.

"¡Qué gobierno tan cínico e inmoral...", acotó.

Recordó que a raíz de esta decisión de Uribe, diversas personalidades, expresidentes y movimientos colombianos han solicitado entrevistas con el Gobierno venezolano para debatir este grave asunto, y por ello Uribe califica de injerencia la acogida que da a estos grupos del vecino país, preocupados por lo que hace su gobierno.

"Me piden entrevistas gobernadores, senadores colombianos, líderes políticos y sociales, expresidentes. Hay un movimiento social muy interesante, que está siendo golpeando con la excusa de la lucha contra lo que allá llaman el terrorismo y el narcotráfico", explicó

"El Estado colombiano no está interesado para nada que se acabe el narcotráfico", advirtió el presidente venezolano, agregando que poderosos sectores dentro de ese gobierno viven de esa industria ilegal.

"Eso es un narco-estado. Es una narco-economía. Es una verdad y en cifras se puede demostrar", dijo, recordando que, incluso, un tristemente célebre narcotraficante colombiano, Pablo Escobar, aseguró en su momento que si eran "perdonados" todos sus pecados. él pagaba la deuda externa de Colombia.

"Uno de los tantos capos. Pero los capos están dentro del gobierno, en el congreso, en los tribunales. En verdad, lamentablemente, Colombia se transformó en un narco-estado y ahora una base operacional yanqui".

Puntualizó que con las mentiras de Uribe, Venezuela ha sufrido mucho en los últimos tiempos, con casos como el paramilitarismo, que a pesar de que el gobierno colombiano ha dicho que ha desmovilizado, "ciertamente es una gran mentira".

"Eso está vivo, siguen matando, secuestrando y hoy se está infiltrando en Venezuela".

Ante esta realidad, el Jefe de Estado ordenó a las responsables de los cuerpos de seguridad del Estado venezolano a redoblar las medidas de inteligencia e incrementar la capacidad de detección y acción contundente contra estos grupos terroristas, narcotraficantes y delincuentes organizados que provienen del hermano país a afectar a los venezolanos.

"Todo eso viene de Colombia, lamentablemente, desde hace muchos años".