lunes, 8 de febrero de 2010

ARCHIVO (nr. 118) 23 de septiembre de 2009

RED SOLIDARIA CON LA RESISTENCIA EN HONDURAS

Honduras epicentro de Resistencia

Miércoles 23 de Septiembre de 2009 11:54


Si alguna lección hemos aprendido los hondureños y las hondureñas lúcidos es que las causas justas, deben defenderse. Y aunque la resistencia había sido desde siempre y en silencio, hoy ha tomado un sentido totalmente diferente. La palabra Resistencia ha trascendido y rebasado el sentido denotativo del diccionario.

A 88 días de resistencia pacífica, esta se ha convertido en un arma poderosa que desarma la agresión de este régimen, y compite en un campo desconocido para quienes tienen el monopolio del caos, la violencia, el terror, y el embobamiento mediático en los medios de comunicación. Ante el gobierno usurpador y autoritario que hoy día tenemos, la palabra resistencia ha de resultarles odiosa y terrorífica por que no logran traducir su lógica, ni su lenguaje.

Sin embargo, Honduras resiste y sabe en el fondo que este asunto es de coraje y convicción. El éxito de la resistencia pacífica parte de una certeza moral y constitucional “Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quienes asuman funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas o usando medios o procedimientos que quebranten o desconozcan lo que esta Constitución y las leyes establecen. Los actos verificados por tales autoridades son nulos. El pueblo tiene derecho a recurrir a la insurrección en defensa del orden constitucional.” (Artículo 3 de nuestra constitución)

El pueblo rechaza el régimen de facto, el más grande repudio lo demostró el 15 de septiembre, cuando el gobierno usurpador emitió una orden con carácter de obligatorio (vía gerentes de recursos humanos en las oficinas de gobierno) para asistir al desfile militar, el pueblo se reveló y participó creativamente en su propio desfile. Y el segundo desprecio lo hizo ayer martes, cuando a pesar de haber impuesto un toque de queda, la resistencia es decir el pueblo se organizó en cada uno de los barrios, colonias, aldeas, caseríos, etc. Para hoy martes 23 de septiembre se ha convocado a una Mega Resistencia Pacifica en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán.

Resistencia es el alma del pueblo, y al igual que el Mahatma Gandhi que en sánscrito significa ‘gran alma’, sabemos que “Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa.”

“No hay camino para la paz, la paz es el camino.”
vos

Entre el liberalismo, las cúpulas eclesiásticas y el militarismo existe una alianza inevitable

Miércoles 23 de Septiembre de 2009 17:53


I.B.

En los momentos actuales el liberalismo conservador, aliado a los militares y los políticos y empresarios ultraderechistas del país, demuestra con su negación al diálogo y la reconciliación pacífica que el presidente Manuel Zelaya ha traido con su retorno a Honduras, su alianza con el militarismo internacional y el capital monopolista que utilizan la fuerza bruta de la represión para garantizar su dominio político y económico. Con esta negatividad la ideología liberal conservadora demuestra su alianza inevitable con el militarismo que deja atrás toda responsabilidad republicana democrática y el patriotismo de la constitución, estadios hacia los cuales está llegando el pueblo hondureño en su resistencia popular.

La cúpula conservadora de las iglesias se pliega al militarismo porque solamente defiende el poder de la obediencia a la autoridad con la finalidad de aprovecharse de la fe de los creyentes para sostener grupos económicos que le garanticen a la misma iglesia poderío económico y sicológico. En este sentido, las cúpulas de las iglesias, en todas sus tendencias, también se alían a la ideología liberal que solo persigue la defensa de la ley como simple "entendimiento" entre grupos que tienen el poder de aplicarla, pero que niega los derechos naturales del ser humano de rebelarse si la ley es injusta o solo defiende a ciertos individuos y propuestas.

Metamorfosis Libertadora!

Martes 22 de Septiembre de 2009 01:30


por Hector Estrada

Analizando los eventos de HOY, me provoca hacer la siguiente reflexión:

Por un lado, estamos en un escenario similar al del mero 28 de Junio. La ciudadanía se moviliza masivamente a converger a Tegucigalpa mientras los militares bloquean las carreteras. Con el Presidente Manuel Zelaya Rosales expatriado en Costa Rica, los golpistas le mienten al mundo tajantemente y se encierran en su burbuja ignorando las manifestaciones públicas nacionales e internacionales. Se invoca un toque de queda repentino para impedir las movilizaciones ya dentro de la ciudad.

El gabinete gorila exige respeto a la constitucionalidad mientras arranca página por página de un libro arcaico, retrógrado que han violado desda la ejecución del mismo golpe de estado hasta el día de hoy.

Hoy, 22 de Septiembre, los golpistas son los mismos de ayer, pero más aislados, solos y acorralados.

Por el otro lado, la resistencia de hoy no es la misma de ayer. Fue casi imposible ver en plena magnitud, el poder de convocatoria de el Presidente Constitucional el 28 de Junio debido a los efectos inmediatos del cerco mediático. Para este martes, ya han transcurrido 86 días, la resistencia ha pasado ya todo un mar de tempestades donde ha sufrido y llorado, pero le han dejado una escuela cívica y moral monumental.

El simio armado de garrotes y pólvora nunca será capaz de percibir la transformación social de la ciudadanía de este país avivada a punta golpes! El hondureño ya tiene claro que ante la ley todos somos iguales con la salvedad que para los golpistas unos son mas iguales que otros.

Hoy, 22 de Septiembre, el golpe ya no es el mismo de ayer, ahora es más débil, torpe y contradictorio.

En algún momento pensé que eramos un pueblo cobarde y aguantador, me alegra haberme equivocado.

Tengo la plena convicción que estamos haciendo historia, la historia moderna de Honduras, donde los golpistas se han aferrado a un papel secundario, de reparto, estático en posiciones y transitorio en existencia mientras todos y cada uno de los hondureños que han marchado bajo la misma bandera durante todos estos días han sido los protagonistas, dinámicos y permanentes.

¡Nunca me imaginé que la pequeña larva que se movía de lado a lado por mantenerse con vida durante los últimos 25 años alcanzaría una metamorfosis tan rápida para convertirse en una majestuosa mariposa que empieza a revolotear sus alas para emprender su vuelo libertador!

¡VENCEREMOS!

Crónica de Honduras: Cuando la crisis se vuelve más oscura

Miércoles 23 de Septiembre de 2009 12:41



Manuel Torres Calderón, Periodista de El Inventario

Honduras vive ahora los peores momentos de represión, violencia y abuso de poder desde que el pasado 28 de junio ocurrió el golpe de Estado. Por decreto se suspendieron todas las garantías y derechos individuales y constitucionales. Con ello no sólo se retornó a los peores momentos, sino que el Estado de Sitio los agravó al imponer su peso a cualquier jurisdicción, ya sea Tegucigalpa o la aldea más remota. La indefensión ciudadana es mayor ante una institucionalidad que no parece tener límites, tanto así que en el estadio que ha sido improvisado como centro de detención – a la vieja usanza latinoamericana de utilizar instalaciones deportivas como mazmorras- comparten angustias tanto los que la policía identifica como miembros de la Resistencia como aquellas personas acusadas de estar donde no debían estar.
Más de siete millones de habitantes están obligados a recluirse en sus casas, permanecer dónde los tomó el Estado de Sitio o movilizarse bajo su cuenta y riesgo. La sensación colectiva es de un país por cárcel, sin embargo, es en la capital de la República donde la tensión es mayor por la llegada del Presidente Manuel Zelaya Rosales, luego de haber sido expatriado violentamente. El temor y la incertidumbre por la represión desatada genera una variedad de reacciones, entre ellas la aglomeración de los capitalinos en las pulperías (abarrotes); los estantes quedaron vacíos de alimentos básicos en pocas horas. El pan, los huevos, la harina de maíz y el agua volaron rápidamente. Esos pequeños negocios eran la única alternativa de comprar puesto que los supermercados y mercados de abasto no abrieron sus puertas.
La represión se muestra más agresiva que en los primeros días del golpe y se advierte también en la dureza de los mensajes públicos de Micheletti, cada vez más parecido al estereotipo del dictador continental. De hecho, el desalojo de más de dos mil manifestantes que habían pasado la noche frente a la sede de la Embajada de Brasil, donde se encuentra Zelaya Rosales, no sólo fue violentísimo, sino que puso en práctica tácticas de guerra sicológica. La carga militar y policial fue acompañada de la repetición incesante del himno nacional y de un sonido agudo que salía de altoparlantes. Incluso estuvieron a punto de irrumpir en la sede diplomática, pero no tuvieron la orden final. A ello le siguió el allanamiento de casas próximas a la sede diplomática en busca de opositores o la agresión al edificio del Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos (COFADEH), donde más de un centenar de personas buscaron protección. En el saldo parcial se mencionan tres muertos y varios heridos sólo en la primera jornada.

Un golpe socialmente derrotado

Para diversos analistas, la decisión de implantar el Estado de Sitio no exhibe fortaleza, sino debilidad. Lo que se aprobaron desde el gobierno de facto fueron facultades extraordinarias de represión política, no de concertación o diálogo. En el vocabulario popular se les califica como “manotadas de ahogado”, lo que ilustra de manera gráfica la peligrosidad del momento. Paradójicamente, en lugar de miedo, lo que despiertan es desobediencia e indignación. Se invoca el artículo 3 de la Constitución: “Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quienes asuman funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas o usando medios o procedimientos que quebranten o desconozcan lo que esta Constitución y las leyes establecen”. En diversos sitios se informa de marchas espontáneas de protesta, como en la populosa colonia Kennedy, con más de 50 mil habitantes. Primero fueron unas decenas de personas, y luego sumaron más de dos mil. Algo similar ocurre en otras colonias y barrios de la capital, donde previamente a la llegada del Presidente Zelaya, el Frente de Resistencia al Golpe de Estado (FRGE) convocó caminatas que tenían el aire festivo de ferias políticas pese a que eran perseguidas por destacamentos policiales y militares que no se perdían ninguna cita, tomando descaradamente fotografías y videos.
El cambio de táctica de la Resistencia, subir de las calles céntricas a las laderas marginales, tuvo tanto impacto que sus dirigentes recibían peticiones de muchos barrios y colonias para ser parte de su recorrido. Incluso ya existía un calendario de visitas. Ese modelo urbano de conectividad también se estaba expandiendo en San Pedro Sula y en municipios y aldeas, donde se organizan comités locales. No es extraño que una de las medidas de excepción autorizadas con el estado de sitio fue instalar retenes en las carreteras y principales rutas de acceso a la capital para impedir el acceso a miles de manifestantes que acudían al llamamiento del Presidente Zelaya. A más de 80 días es claro que el golpe ya fue socialmente derrotado. Hay una afinidad popular y hasta cultural mayoritaria con el mandatario derrocado y una antipatía hacia Micheletti. Una prueba evidente ocurrió el pasado 15 de septiembre, Día de la Independencia, cuando las marchas convocadas por la Resistencia superaron abrumadoramente las organizadas por el gobierno. No hubo comparación entre unas y otras. Esa fue una señal que el golpismo no atendió, como tantas otras.

Una llegada esperada, pero inesperada

Lo último que Zelaya Rosales había dicho desde Managua fue: “voy a regresar antes que termine septiembre”. Eso lo anticiparon en Tegucigalpa algunos dirigentes de la Resistencia, sin embargo, siempre había dudas por los anuncios y tentativas frustradas anteriores, así que su arribo esperado…fue inesperado, incluso para el propio Micheletti que desmintió inicialmente lo que llamó “un rumor tendencioso de terroristas mediáticos”. La operación de retorno burló todo el aparato de inteligencia militar. Micheletti excusó su fracaso diciendo que “no se le puede echar la culpa de no haberse dado cuenta, es que todo esto ha roto sus contactos de información policial con sus colegas de otros países”. En las estaciones de radio que apoyan al golpe los locutores y periodistas de turno hicieron chistes de la noticia que brindó inicialmente Radio Globo, que es la voz principal de la oposición. Luego se limitaron a confirmarla y callar.
Cuando el oficialismo no salía de su escepticismo, la calle adyacente a la sede de las Naciones Unidas estaba inundada de miles de personas que festejaban la llegada del Presidente Zelaya. El ánimo que prevalecía era de alegría, mientras que los pocos policías presentes se mostraban confundidos. Muchas personas les hablaban, pero nadie los agredía. Cuando a la gente se le informó que el Presidente estaba en la Embajada de Brasil, el traslado fue inmediato. Como de la nada aparecieron carros parlantes, vendedores de banderas, sombreros, gorras, pañuelos, los “hits” musicales de la resistencia y videos principales de la lucha. En minutos había un tenderillo del comercio político informal, junto a vendedores de comida y refrescos.
Nadie sabía en las calleas las circunstancias exactas del retorno del Presidente, pero la impresión inicial fue que el golpe había sido vencido y que se sentaba un precedente histórico en América Latina. Con la confusión, algunos hicieron circular el rumor de que esta vez era Micheletti quien abandonaba el territorio y que la cúpula de las Fuerzas Armadas había sido relevada. Se supuso que la llegada del Presidente Zelaya coincidía con un contragolpe exitoso de militares presuntamente inconformes. La idea que circuló es que la Resistencia aguardaba que se reuniera al menos medio millón de personas para recuperar la Casa Presidencial. Pese al sol castigador de esas horas, había frescura y optimismo en el ambiente. En la espera hubo quienes reflexionaban sobre una pregunta capital postergada: ¿y después del retorno de Mel, qué? Luego las interrogantes brotaron en cascada: ¿Bajo que condiciones regresó Mel?, ¿Cómo quedó el Acuerdo de San José?, ¿Tendrá las manos libres para convocar la Constituyente?, ¿Cuáles son las ideas y propuestas que tiene la base social que apoyó su retorno?, ¿Cómo se responderán las expectativas de la diversidad de actores que agrupa la Resistencia?; ¿Existe una agenda de demandas a corto y mediano plazo?, ¿Qué pasará al interior de la Resistencia?, ¿Qué posición asumirá la Resistencia Liberal?, ¿Cómo acompañará la comunidad internacional el esfuerzo de reconstrucción y transformación de la institucionalidad nacional? o ¿Qué decisiones deberán tomarse en las próximas 72 horas para consolidar la derrota del golpismo? Muchas preguntas, pocas respuestas y bastante incertidumbre.
No obstante, el optimismo empezó a trocar en preocupación cuando trascendió que Micheletti seguía en Casa Presidencial y se escuchó el rotor del helicóptero de la policía, el Halcón, que siempre vuela sobre cada manifestación de la Resistencia. “¿Cómo es que todavía andan vigilando cuando el golpe fue derrotado?”. Poco a poco se apilaban evidencias de que el escenario de la conflictividad, con su lógica de la guerra fría de los 80, seguía vigente. Socialmente el golpe había sido derrotado, pero políticamente no, todavía falta el remate. Así otra pregunta reemplazó a las anteriores: ¿hasta cuándo?
La elite empresarial y política resiste, con ciega ideología derechista, cualquier acuerdo social construido de abajo hacia arriba. Para ella todo el conflicto comienza y termina con el Presidente Zelaya y con la influencia de Chávez. El trasfondo de desigualdad y pobreza acumulado durante años no existe. Tampoco reconocen que haya un despertar de la cultura de participación ciudadana y que el sistema político –incluyendo el electoral- se esté desplomando. En la lógica más llana y brutal del poder hubo quien expresó a través de una radioemisora: “muerto el perro, se acaba la rabia”. Y en ese empeño están dispuestos a todo. Se teme hasta un asalto al interior de la Embajada de Brasil, pese a los llamamientos internacionales e incluso de políticos tradicionales para no hacerlo. Porfirio Lobo, el candidato presidencial del Partido Nacional, lo advirtió meridianamente: “ese sería un terrible error que causaría grave daño al país”. Lobo piensa en las elecciones; tan cerca y tan lejanas a la vez.
Posiblemente, a estas alturas, el bloque golpista ya está roto y se reconoce la necesidad de alcanzar un acuerdo nacional con el aval internacional, no un acuerdo internacional como el aval nacional (como es el caso de la mediación del Presidente Arias de Costa Rica), pero eso no vuelve al escenario más fácil; al contrario. Mientras desde el poder fáctico no se reconozca la legitimidad y el liderazgo de la Resistencia y la ilegalidad del golpe, las puertas de salida que se ofrezcan al conflicto serán giratorias En las calles y en las plazas no sólo marchan actores sociales sino también políticos y tienen propuestas de nación, todavía en perfil pero abiertas al cambio. El Presidente Zelaya lo advirtió desde su refugio: “estoy de acuerdo con un diálogo amplio, no bilateral”. Ese clima político para una mesa amplia no existe hoy, lo enturbia la inflexibilidad de Micheletti, el bipartidismo tradicional que sigue pensando en una “normalidad” inexistente, el Estado de Sitio que agudiza la confrontación y la violación a los derechos humanos que deja heridas profundas, pero las condiciones pueden variar de un momento a otro. La presión internacional se intensifica a medida que se le rechaza. Ninguna entrada al país – terrestre o aérea - está abierta por el momento a delegaciones mediadoras, pero ¿por cuánto tiempo? De cualquier manera, la Honduras de hoy no es similar a la de antes del 28 de junio y la presencia del Presidente Zelaya –que para algunos es fin y para otros finalidad - por sí sola modifica el escenario. La dinámica a la que entra el país será de movimientos más rápidos, quizá sin previo aviso, como lo fue la llegada del Presidente Zelaya.
(Martes, 5:00 de la tarde)

La hora de Honduras

Miércoles 23 de Septiembre de 2009 12:05



Avanzar hasta el final: esa es ahora, para las víctimas de la usurpación, la prueba decisiva. Zelaya logró regresar al fin a Tegucigalpa y mantenerse en su suelo, momentáneamente al amparo de la inmunidad del asilo diplomático, y del respaldo decidido de su pueblo, cuya movilización por sacudirse el desatino golpista no ha cejado en ochenta y siete días, y se congrega ahora ante la embajada. Los días que vienen serán días decisivos. El paso para que Mel junte su tiempo al tiempo de la historia se ha puesto a la vista. Ya no hay cabida para retrocesos: el más mínimo signo de inseguridad podría tirar ahora por la borda el sacrificio del pueblo hondureño. A la comunidad internacional le toca solamente respaldar en voz alta y sin descanso los caminos que allanen la realización de la voluntad popular. En los foros internacionales y en las plazas públicas. Mostrar que el repudio a los golpistas no ha perdido vigor, y que no hay perdón para la escualidez entreguista.

La administración Obama se juega su credibilidad ante la América Latina con este test definitorio que reclama, de su parte, la retirada total e incondicional de cualquier gesto de reconocimiento o apoyo a los golpistas. En el plano político, en el militar y en el económico, lo que implica también en el diplomático, por ser el rostro de todo lo demás. No lo hizo con claridad y coherencia desde el comienzo, y prefirió concentrar su influencia en promover una negociación que siempre se mostró inviable. La esperanza de Washington en la propuesta de San José ha perdido sentido, si es que alguna vez lo tuvo, al ser sistemáticamente desestimada por los golpistas, y ganar fuerza las demandas del pueblo, que incluyen la restitución incondicional del presidente, y la prórroga de las elecciones presidenciales por el tiempo que haya durado el despojo golpista. Y ahora todavía más, la convocatoria de una Asamblea Constituyente. La votación por la cuarta urna se está dando en las calles de las ciudades del país.

En cualquier caso, no hay que confiar ya en los resultados de la buena fe del presidente Obama para actuar con cordura de cara a la crisis hondureña, después de conocerse del acuerdo de las siete nuevas bases militares de los Estados Unidos en Colombia. Habrá que pensar con dolor en prepararse incluso para la masacre, si los usurpadores persisten, porque el presidente de Honduras, el único legítimo, no está en la embajada de Brasil para perpetuar su asilo, sino para franquear la puerta que le separa del pueblo y de la nación y volver a gobernar como le corresponde. Quizás por vez primera esté viviendo nuestra América el espectáculo de un presidente depuesto que no se asila para escaparse del peligro de las armas golpistas, sino para retornar a poner su vida en juego por el mandato que su pueblo le confirió.

La crisis hondureña no resultó el paseo que oligarcas y militares desleales a la Constitución habían previsto. Expulsar al presidente no proporcionó está vez una coartada de legitimación. Honduras se ha convertido de pronto en clave definitoria para la defensa de la voluntad política que los pueblos de nuestra América han convertido en transformación práctica y experimento social. Los oprimidos de la sociedad hondureña han demostrado comprenderlo y no estar dispuestos a plegarse a la usurpación.

La actuación de los organismos internacionales no puede demorar más. Las fuerzas militares se declaran dispuestas a todo, y todo es matar, y matar en masa y no de uno en fondo. Como suele suceder en estos casos, los usurpadores han terminado por creerse legitimados por la fuerza. En el fondo el apoyo tácito envuelto en las inconsistencias mostradas desde Washington y la pantomima de Oscar Arias les han ayudado a ello.

No obstante, la masacre puede aun impedirse, aunque está claro que no podría ser a costa de reconocimiento de tipo alguno a los usurpadores. En realidad, nada habría que negociar con ellos y el pueblo hondureño lo sabe. Ni en modo alguno se justificaría dejar la apariencia de que les toca poner las reglas de la solución. Son ellos quienes tendrían que someterse al rigor de la justicia, y de ningún modo el presidente legítimo, como pretenden. Ellos los que deberán estar sujetos a gestos de clemencia…, si en definitiva se los ganan.

General Romeo Vásquez Velásquez, el militar que perdió la única guerra que libró

Miércoles 23 de Septiembre de 2009 11:11


Cuando el general Romeo Vásquez Velásquez asumió su segundo mandato como Jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras lo hizo en medio de las protestas de quienes somos observadores de acontecer político nacional, Mel lo reelegíó bajo las protestas de la oposición que consideraban que con lo que hacia se violaba la Ley de las Fuerzas Armadas. Esta reelección, uno de los pecados y errores del Presidente Constitucional de la República , José Manuel Zelaya Rosales, le costaría caro al pueblo hondureño. Inexperto en le arte de la guerra, el general no se dejó aconsejar, y terminó por meterse en la única guerra que peleará en su vida, contra su propio pueblo. Pagado por la oligarquía nacional enfilo los fusiles de los miembros de las Fuerzas Armadas de Honduras contra los pobres. También militarizo las unidades elites de la policía y asumió su conducción para lanzarla también en contra del pueblo hondureño. El general Romeo Vásquez Velásquez olvidó, en la embriagues que produce el olor al dinero, que las guerras contra los pueblos no se ganan, que solamente tienen un resultado posible: PERDER. La última aventura del general fue la operación que montó para desalojar a los manifestantes que se congregaron alrededor de la Embajada de Brasil. No le bastó al general la violencia, los disparos, sus gases, el agua de las tanquetas. En las afueras de la Embajada instaló sus batallones elites, formó a sus soldados y policías enmascarados para entregarles drogas antes de mandarlos al asalto de las casas vecinas desde donde ordenó el lanzamiento de bombas químicas contra la misión diplomática y que provocaron en sus inquilinos dolores de cabeza, malestares estomacales y ardor en los ojos. ¿Y es que acaso las armas químicas no están prohibidas? Los equipos de de sonido del general, con capacidad para provocar histeria, mareos y pérdida del conocimiento, empezaron a funcionar desde la calle. El funcionario diplomático le recordó desde su encierro que eso era prohibido por las leyes interraciales y fueron apagados. El general no conoce las leyes nacionales, el diplomático le exigió mucho y le provocó diarrea. El general se condenó y condena a su familia con sus acciones. ¿Puedes dormir general? Quieres esconderte pero no podrás, el pueblo hondureño te perseguirá, el mundo ya te condenó. General Romeo Vázquez Velásquez, tu guerra contra el pueblo ya fracasó, una muerte mas no la inclinará a tu favor. Con el general se va Goriletti, por eso es importante sostenerlo. El general Romeo Vásquez Velásquez es el primer y último sostén de la dictadura política-militar, es el verdadero poder. Atrás del general podrá estar la oligarquía pero la fuerza de las armas es determinante en este conflicto. General, yo te acuso.

El día del juicio final de los gorilas

Miércoles 23 de Septiembre de 2009 10:25


Armando García

Ya vine de donde andaba/ se me concedió volver…

(Ranchera mexicana)


Nada quedará impune, caballeros cuadrados de la mesa redonda. Sepan conspiradores, golpistas y vándalos que secuestraron al presidente en calzoncillos que, como el judío errante, vivirán eternamente aislados, sin ser reconocidos ni siquiera por su propia madre, mucho menos por la satrapía de los solapados halcones gringos que los auparon en su aventura.

Estén seguros: jamás podrán comprar con su fortuna de jeques de Alí Babá la conciencia de la comunidad internacional, ni la este humillado pueblo que ustedes siempre han despreciado apodándolo de haragán, borracho, puto, futbolero, peleón y disoluto.

Sepan, enganchadores intelectuales de la iniciativa privada, incubadores de los huevos de la sierpe de la corrupta cúpula castrense que, de ahora en adelante nada será igual y que, de aquí a lo que resta de historia patria, andarán con el sobresalto de aquel forajido de “Siete Pañuelos”: ser cogidos bajo buen recaudo en lugar en que encuentren.

Olvidan los soberbios, enceguecidos por su desmedido cálculo, que este pueblo, pese a lo vilipendiado, tiene una memoria del carajo, a prueba de borrones virtuales, de cercos mediáticos y tecnología punta. Y, como la vida hay que documentarla, cada acto está debidamente registrado y matasellado, con tinta indeleble, por aquello del borrón y cuenta nueva, asunto en el que son especialistas ustedes, señores falsarios.

Recuerden, es la documentalia de los excluidos, es el rayón de costilla acerca de la fementida estratagema de “sustitución legal” perpetrada por ustedes picaritos (y compañía: candidatos de facto, militares y policías sanguinarios –valga la redundancia–, diplomados de estado mayor en disuasión, tortura, desaparición y muerte.

Es por ello que, cada mentira de ustedes, burdos usurpadores se le está cayendo, cual mandil de feria, la carapeladura del oropel, el maquillaje y los afeites de la engañifa.

No crean (ustedes, los de la asonada y sus porqueros, chupamedias y “lambecaites”) que se van a salir con la suya en esa patraña plenipotenciaria en la que los tiene entrampados el otrora alcahuete de la contra reaganiana, el canciller tonteras. Más temprano que tarde saldrá relucir la verdad. Entonces, repudiables golpistas, no habrá cerco mediático que valga ante su fementida vocación de truhanes de la información, ni podrán sobornar a esa implacable jueza suprema de la humanidad: la historia.

Recuerden –si es que les queda algún adarme de cerebro– en su encumbrada felonía que los crímenes de lesa humanidad no prescriben jamás, que se hará justicia, porque ante el ubicuo tribunal de la historia no valdrá arrepentimientos de aquellos hermanos separados (“cristianos”, de alma verdeoliva) que tiraron la piedra y escondieron la mano; ni moteada jaculatoria que valga para las sagradas cachuchas de la beatería católica que hicieron panegíricos al derramamiento de sangre y bendijeron el golpe con el agua regia de su hisopo mendaz.

En este crítico revés, no habrá olvido ni perdón para los caínes que quisieron tapar el sol con su salivar de cancerberos mediáticos, ni para las plumas mercenarias que guardaron silencio cómplice, ni para los artistas que se hicieron los pendejos con su canto de canarios tísicos a la hora de la verdad, ni para los filósofos del acomodo y la delación, ni para aquellos intelectuales que miraron apalear a su pueblo y olvidaron letra, calculando número, mientras –contracorriente– pergeñaban espurias calumnias echándole leña al fuego desde sus tarifadas columnas.

No habrá, pues, bribones de la asonada anticonstitucional, gas, tolete, bomba, lacrimógena, bala, fusil, bota, sonar, escudo, telepisteada, radiobilleteada perioreja, impunidad, carrera, tanqueta, ni mentira que valga.

Sin dar tregua

Miércoles 23 de Septiembre de 2009 19:58


Esteban Molinares

son las 4:30 de la tarde en Honduras recien he llegado a mi casa y el cielo refresca un poco la tarde ...

Mientras en La Onu y el resto del mundo se clama por la restitución de la paz y la democracia en Honduras :

Por la mañana y tarde: un total caos vehicular en las cercanías de las gasolineras y los supermercados, calles principales y secundarias de barrios y colonias con las huellas de una batalla campal de la noche anterior, la embajada de Brasil sitiada permanentemente, cadenas de radios transmitiendo mensajes amenazantes y también tonteras... los medios de comunicación independientes transmiten irregularmente .... el Presidente Zelaya pide la intervención multilateral de países amigos que puedan colaborar en la restauración del orden y la democracia.... mientras este era el abiente en Tegucigalpa , miles de manifestantes en masiva marcha trataban de llegar a la embajada de Brasil con el impedimento de los comandos militares y policiales para poder hacerlo.

La marcha transcurría normalmente y de pronto otra vez la policia y militares inician una salvaje agresión a la marcha y otra vez el Centro de Tegucigalpa se convierte en un caos de personas huyendo de gorilas armados.... Hay capturas de manifestantes y Ariela en Radio Globo se nfrenta a un policia porque le niega su derecho a transmitir información....

un poco más tarde Micheleti habla en CNN diciendo que no hay problema, que puede resistir cualquier presión y aislamiento y una sarta de majaderías que ya hemos escuchado antes para justificar el golpe de estado.

Es claro que se quiere volver al juego de ganar tiempo sólo que ahora con más sangre y fuego...

La resistencia no puede permitir más este juego y por eso lo que queda es continuar con una lucha y estrategias que ya están planteadas

NO PODEMOS DAR TREGUA... debemos seguir adelante... con inteligencia y sin riesgos innecesarios... sin acompañar el vandalismo de aprovechados pero con energia para hacernos sentir... todos a la desobediencia civil en cada localidad.... si damos tregua caemos en la trampa..

El Líder del Régimen de facto exhibe una rabieta pública en el Washington Post.

Al Giordano, The Field, 22 de septiembre 2009

El toque de queda marcial de 26 horas en todo el territorio nacional pone a 7.5 millones de hondureños—hombres, mujeres, niños y ancianos—bajo arresto domiciliario. Se les prohíbe ir a trabajar, ir a la tienda, o vistiar a algún vecino de la cuadra. Cualquier persona que se encuentre en la calle puede ser detenido por la violación al toque de queda.

Si esto te pasara a tí ¿como lo llamarías?


Los hondureños en resistencia civil rodearon, ayer, la Embajada de Brasil para saludar el regreso de su presidente. Esta mañana, las tropas del régimen golpista los atacó violentamente, enviando 24 heridos a los hospitales.
D.R. 2009 Mariachiloko, Chiapas Indymedia.
El pretexto para aplicar esta maniobra de mano dura, es ni más ni menos que el régimen, su “presidente”, y sus fuerzas de seguridad han sido puestas en vergüenza ante sus compatriotas y el mundo. Las declaraciones de ayer por la mañana del “presidente” Roberto Micheletti en relación a que los reportes y noticias de que el legítimo presidente Manuel Zelaya había regresado a la ciudad no podían ser ciertas, y de que las fuerzas de inteligencia del régimen habían seguido cada uno de sus pasos “sabiendo” que se encontraba en “una suite de un hotel de Managua,” se estrellaron en la cara de Micheletti cuando Zelaya apareció en el balcón de la embajada brasileña en Tegucigalpa ayer, para saludar a una multitud de ciudadanos que quieren a su presidente electo restaurado.

El toque de queda no tiene una razón práctica. Éste no traerá la expulsión del territorio nacional, una vez más, de Zelaya. Tampoco acelerara su captura por parte del régimen. Por el contrario, demuestra, una vez más, su represión y su carácter usurpador anti democrático. Es un acto desesperado destinado a castigar a la población hondureña entera por, luego de 86 días, no “alinearse con el programa” y no apoyar al golpe. Se trata de una rabieta del jovencito Micheletti para arremeter e insistir, “Yo estoy al mando aquí,” sin embargo, solo sirve para subrayar, una vez más, que no controla su país o su pueblo.

Anoche miles violaron flagrantemente el toque de queda teniendo vigilada la embajada brasileña. Por la mañana, las fuerzas de seguridad golpistas entraron disparando gases lacrimógenos contra la multitud (y contra las paredes de la embajada) atacando violentamente a los manifestantes pacíficos. Los hospitales locales reportaron 24 heridos por la invasión. Además, la Policía Nacional, libró un ataque separado contra la organización de derechos humanos COFADEH (familiares de desaparecidos y detenidos) a las 8 a.m. de hoy, lanzando misiles de gas lacrimógeno a través de sus ventanas.

Radio Globo informa ahora que la misma Corte Suprema que retorció la Constitución hondureña para crear una cortina legaloide alrededor del golpe de Estado del 28 de junio, se reúne para cocinar su próxima improvisación: una orden judicial para invadir la embajada—territorio brasileño bajo el Derecho Internacional—para capturar (o asesinar) al presidente Zelaya. Es tan grande e irracional la obsesión del régimen con la presencia de un solo hombre en el país que confina a cada ciudadano a sus hogares y que despedaza la Constitución, una vez más.

En un intento desesperado de reclmar la victoria de lo que a todas luces es la derrota más sorprendente del régimen golpista, Micheletti obtuvo de su facilitador estadounidense, Lanny Davis, una columna editorial publicada anoche en el Washington Post. Aquí una traducción clara de su apresurado escrito: “No hice nada malo y ¿por qué nadie en el mundo me entiende?” Es lo que le dice un niño a su papi o a su mami después de ser sorprendido robando dulces de una tienda una vez más. Desde la primera frase, cuando se queja de que “Manuel Zelaya ha regresado clandestinamente a Honduras,” Micheletti parece pensar que el mundo se ha olvidado que Zelaya intentó abiertamente ingresar a su país dos veces este verano—anunciando con anticipación donde y cuando—y fué Micheletti quién bloqueo la pista de aterrizaje del aeropuerto y quién envió tropas a la frontera para que evitaran que el presidente electo entrara, incluso cuando insistía en que iba a poner a Zelaya bajo arresto.

“La comunidad internacional ha condenado injustamente los acontecimientos del 28 de junio, etiquetando equivocadamente a nuestro país como no democrático,” se lamentaba Micheletti en el preciso momento en que ordenaba el toque de queda de 26 horas. ¿Cómo puede alguien pensar que un guardián que ordena permanecer encerrados en sus casas a 7.5 millones de personas de alguna manera podría ser “no democrático”?

“Los golpes no permiten, tampoco, la libertad de reunión. No garantizan la libertad de prensa y mucho menos el respeto a los derechos humanos,” escribía Micheletti, mientras sus tropas se alistaban para el ataque contra la libertad de la reunión y contra una oficina de derechos humanos, y a tan solo horas de acusar a estaciones de radio y televisión idependientes de “terrorismo mediático ” por haber informado sobre la verdad de que Zelaya había regresado (véase el informe relacionado de Belén Fernández en Tegucigalpa hoy: Radio Globo y el Canal 36 anuncian el regreso de Zelaya).

La columna de Micheletti es fácilmente reconocible, para los lectores en los Estados Unidos, como procedente del mismo guión que su cabildero Lanny Davis utilizó el año pasado para insistir, mucho después de que la Secretaria Clinton perdiera la nominación del Partido Demócrata, que ella, en realidad, estaba ganando. Resultando igual de patético.

Mientras tanto, en el régimen que el llama “democracia,” siete y medio millones de personas están confinadas en sus hogares. Micheletti no es un “presidente”. Es un simple guardián enfrentándose a la realidad de que ni es un jefe de Estado, ni esta preparado para el momento..

Acciones Urgentes en los Frentes de Resistencia en los Barrios y Colonias

Miércoles 23 de Septiembre de 2009 00:55


Compañeros, compañeras podemos incluir otras acciones que ayuden a los grupos de resistencia en los barrios:


1. Hablar sobre planes de defensa

(lugares seguros donde ir de retirada. Casas donde estar seguros. Pañuelos humedecidos con vinagre)

2. Que alguien escriba los nombres completos de las personas del sector para y en caso de que los militares los detengan puedan dar los datos inmediatamente a los abogados del Frente Nacional contra el Golpe de estado, al CODEH o COFADEH.

3. Evitar que niños, niñas, mujeres embarazadas y ancianos permanezcan en las tomas y durante los momentos de confrontación. (son más frágiles ante las acciones represivas)

4. Movilizar agua y alimentos a los compañeros y compañeras que permanecen en la resitencia del barrio.

5. Tener números de teléfonos de organismos a donde reportar las represiones o teléfonos de compañeros que puedan ayudarles a transportarse. Sea a sus hogares u otros lugares estratégicos.

6. Incorporar a sus grupos de resistencia a personas que tengan conocimientos en primeros auxilios de manera que puedan auxiliar a sus compañeros.
vos