jueves, 4 de febrero de 2010

INFORMACIONES HONDURAS ( nr. 378) 4 de febrero 2010

ANALISIS , MATERIALES PARA LA REFLEXION Y DISCUSION

En entrevista con teleSUR, Rodolfo Pastor Fasculle, Ministro de Cultura de Honduras, responde desde la Universidad de Harvard, donde fue invitado como profesor por los Departamentos de Historia y Antropología: "Le he prometido al Presidente Zelaya que estoy a su disposición para las gestiones diplomáticas en EEUU. Soy hasta el final un soldado de la resistencia. Sigo publicando en Honduras algunos textos que se escapan a la censura. Y en la medida en que la prensa estadounidense se interese, estaré dispuesto a apartar tiempo para atenderla".

TeleSUR _ 19 de agosto de 2009

(Mas abajo se puede leer la entrevista completa)

 'La derecha  interamericana se mueve con energía para conseguirle oxigeno al régimen  de facto'






Rodolfo Pastor Fasculle, Ministro de Cultura de Honduras

De los errores de Manuel Zelaya, I parte

voselsoberano.com | Martes 02 de Febrero de 2010 13:01


Rodolfo Pastor Fasquelle

No se quien ha calificado el de Junio 28, 2009, en Honduras como “un golpe perfecto”. Se sacó al gobierno con la complicidad de varios de sus miembros y en coordinación con los demás poderes del Estado; se legitimó el rompimiento del orden Constitucional invocando la defensa de la Constitución; se reprimió a la Resistencia pero sin que nadie mas o al menos sin que muchos mas se dieran cuenta; se legalizó el golpe mediante elecciones si bien desconocidas por mucha de la comunidad internacional; se absolvió de responsabilidad criminal a los secuestradores y represores; se decretó una amnistía a favor de los legisladores y magistrados golpistas, fingiendo que se hacia en aras de la concordia nacional y se estableció un “gobierno de unidad” que no incluye a nadie de la verdadera oposición. No puede darse una obra maestra de esa perfección sin errores de la victimas.

Me mueve a risa que los burgueses quieran quitarle el sombrero, uno de los aciertos políticos de “Mel”. Inevitablemente, otras facetas de su personalidad incidieron para bien y para mal en su desempeño como gobernante. Aun si nos restringimos a sus actuaciones públicas, claramente no hay consenso frente al tema de los errores de M.Z.R. Depende todo de tu posicionamiento y perspectiva. Pero ahora que termina formalmente su gobierno urge reflexionar sobre los errores. Manuel Zelaya tendrá que revisar sus pasos y reconsiderar y rectificar. Para ayudarlo en esa tarea me he dispuesto, como ex Secretario suyo -y no sin temor de la propia arrogancia y la ajena ingratitud- ordenar lo que podría caber en esa reflexión autocrítica. Mi opinión refleja un punto de vista y mi simpatía y admiración por Mel; espero además contribuir aunque sea información a una cultura política que hace falta.

Gobernar un país duro como Honduras es mas difícil de lo que imaginan muchos. Y toda gestión publica tiene limites objetivos. Muchos de los recientes sucesos se desencadenaron por causas profundas de las que ninguna persona en particular tenía control, o por circunstancias aun no esclarecidas, que a nadie pueden reclamarse aun. Para hablar de los errores verdaderos además hay que desbrozarlos de los que se le imputan por el contrario.

El golpismo quiso incluso achacarle al ex Presidente Zelaya la confrontación entre clases sociales porque, como decía C. Flores F, “un Presidente tenía que unir”. Pero esa confrontación deriva de la polarización excluyente que genera el modelo de crecimiento. El Presidente lo que hizo fue 1) reconocer el problema de desigualdad extrema, 2) calificarla de injusta, 3) señalar las consecuencias del descontento para la gobernabilidad, 4) explicar las limitaciones legales para que el Estado pudiera remediarlo y 5) plantear la urgencia de reformas para corregir esa atonía, una urgencia que se agudizaba frente a la crisis global.

La crisis estructural estaba planteada. No fue un error enfrentarse a los problemas estructurales del país y buscar una salida de la democracia ficticia (me inclino al término poético, de fementida) con que Honduras no ha podido superar los retos elementales de la condición colectiva ni mejorar sus indicadores sociales en treinta años. Si empoderar a los ciudadanos mayoritariamente pobres era demasiado democrático para la elite y la reforma de raíz planteaba un problema practico, ante a los beneficiarios del sistema, hubiera sido peor frente a sus víctimas, ignorar esa necesidad o moderar las demandas de modo que resultaran ineficientes, otra vez. Ya se había acumulado un malestar profundo, un resentimiento que todos conocíamos.[1]

No erró M.Z. al tomar partido por el pueblo marginado y abanderar la idea de que la democracia participativa (con ciudadanos empoderados) era el camino a un pacto social funcional, aunque a eso le llamen populismo. Al contrario, despertar al pueblo, frente a la trampa del sistema político y desnudar a las fuerzas de la reacción plutocrática que lo manipulan (su conspiración perpetua para asegurar su privilegio), plantear el imperativo de la reforma fue un logro histórico. Al igual que insuflar en la conciencia colectiva la ilusión, el ánimo de lucha; y, de repente, engendrar la conciencia de la obligación de cooperar entre sectores (lo cual tendrá que corroborarse). Porque, independientemente de los resultados a corto plazo, el solo aireamiento de la propuesta hizo viable una salida y cambió a Honduras irreversiblemente, generando la simiente de una ciudadanía que ha probado su fuerza en la movilización de la Resistencia; trazó los cimientos para la refundación democrática. Esa es la propuesta política mas avanzada de que ha dispuesto la nación en nuestros tiempos.

En otro sitio he calificado de mentiras y manipulaciones muchas otras acusaciones que le hacen sus enemigos al ex Presidente. No es cierto que su gobierno fuese más corrupto que cualquiera que lo antecediera, aunque quizás no mejoró a ninguno. Y los derroches que le acusan son los consuetudinarios del patrimonialismo ancestral y desafortunado. Repetiré -porque lo vuelve a decir ahora Pepe Lobo como ha repetido machaconamente la prensa para justificar el golpe- que es una estupidez decir que el Presidente Zelaya conspiraba para “quedarse en el poder”. Sabía que eso no era posible, si bien pudo soñar con volver a postularse después de un cambio legal. No es cierto que el ex Presidente violó la Constitución al organizar a una encuesta sobre la consulta popular, aunque lo juzgara delito un juez de tercera fila y lo ratificara post facto una Corte Suprema golpista, que no tenia facultades para destituirlo. Fueron esa Corte y el Congreso quienes violaron la Constitución.

Asumir como verdadera la acaso ficticia soberanía de una nación de la que había jurado de ser el Presidente no fue un error. Ni tomar distancia con respecto a las actitudes lacayunas tradicionales de nuestras elites y gobernantes en el pasado. Aunque la C.I.A., que nos lleva expedientes desde hace tiempo a todos, lo tomara a mal. Y le llevara cuentas a Manuel Zelaya desde que cometiera, en 1984, el “error” de denunciar, como diputado de Olancho, los atropellos de La Contra contra nuestros humildes connacionales en la frontera.

Denunciar, en la Toma de Posesión, a las transnacionales petroleras por la demostrada estafa de sus cobros no fue error. Ni quitarles parte de su ganancia en medio de la crisis de los precios y después exigir que se ajustara el volumen facturado de acuerdo a la temperatura ambiente, como se hace en el resto del mundo. Aunque pudo ser un yerro insistir en “la subasta” como procedimiento cuando no teníamos donde guardar el petróleo y La Embajada estaba empeñada en proteger los intereses y propiedades de sus ciudadanos corporativos.

El Presidente Zelaya no fue un títere de H. Chávez, aunque se identifico como su amigo. Nada en la alianza con Alba, en busca de resolver un problema práctico de las importaciones de energía, comprometía un interés nacional. Los lazos con Venezuela y Alba se forjaron por Tratados ratificados por el Congreso que dio el Golpe y exigió repudiarlos después de gastar, cínicamente, el dinero que se recibió producto de ese acuerdo.

Inevitable en vez de equivocado resultó discrepar con el Embajador Charles Ford, caballero que --con poco oficio de la diplomacia-- se pronunciaba continuamente sobre asuntos que no eran de su incumbencia. Y al final, no ayudó a enmendar puentes con EEUU el que se postergara una semana la recepción oficial de las cartas credenciales del Embajador Hugo Llorens, en protesta por los atropellos del Imperio contra el gobierno de Evo Morales.

Pero tenia sentido. Ser solidario con otros gobernantes de la región pudo ser un reto al fundamentalismo nacionalista gringo y a la mentalidad pitiyanqui pero no fue una postura errada. Hay que arriesgarnos a ser latinoamericanistas, aunque nos cueste. La historia posterior al golpe demuestra que, si bien sigue siendo ineficaz, el Latinoamericanismo es la única salida. Aunque quizás en esto tambien, hubo un exceso retorico. Al ex Presidente, igual que a la mayoría de los políticos, le fascina el discurso, al que fetichiza. Y de repente, imitando a sus camaradas, se deslizaba, a un discurso disociador, poco consecuente con su posición cuando se autodenominaba románticamente socialista. Paranoico, el Imperio tiene su orgullo y sus procónsules su vanidad personal. Y a los empresarios les pareció una amenaza esa retorica, cuando se aparejó con alguna medida justiciera.

Aumentar el salario mínimo hasta $290, el tercero más elevado del istmo (después de Panamá y Costa Rica), no fue un error, aunque afectara las ganancias extraordinarias de los patronos. Porque ese aumento (para cubrir el costo de la canasta básica) le daba dignidad y esperanza a los obreros y, contra lo que profetizaron sus enemigos, no acarreó una crisis del empleo, ni comprometió la competitividad del sistema.

Tampoco fue yerro denunciar la sinvergüenzada de las exenciones fiscales de que gozan los empresarios por favores políticos y la extorsión de los que contratan con el Estado. Nuestra política fiscal ha sido calificada como una de las más injustas de la región, mientras que el Estado carece de los medios para cumplir sus responsabilidades. Era justo proponer limites a la acumulación de poder del sector financiero (a su penetración de otras industrias) y a las facultades omnímodas de El Congreso. Proponer una Asamblea Constituyente era un imperativo derivado, aun si disgustaba a la diplomacia imperial y a los capos. No había otra manera de adelantar una Reforma de esa magnitud.[2]Y continuar con la encuesta criminalizada para medir el apoyo ciudadano comportaba un riesgo que habia que afrontar, porque desistir era abdicar de la razón de ser originaria del gobierno, era aceptar que no se podría cambiar nada.

Para los niños y ciertos políticos, los héroes son infalibles. (Por eso puede haber héroes tan inverosímiles.) Pero los verdaderos héroes (Morazan) se reconocen falibles aunque sea casi siempre en circunstancias extremas. No todas las cosas que han dicho nuestros contrarios son mentiras, atribuibles exclusivamente a su perversidad. También M. Zelaya cometió errores verdaderos, que afectaron su administración, descarrilaron su proyecto, contribuyeron a la caída de su gobierno. Y otros que –después- frustraron su lucha por regresar al poder con apoyo de la resistencia y de la comunidad mundial. Puede cometer otros aun. Para los ciudadanos pensantes que anhela el Poder Ciudadano hay que escrutar los errores de nuestros conductores, para aprender, corregir y prevenir. ¿Cómo -si no- podríamos dar mejor consejo?

Errores en el gobierno

Si alguno de sus colaboradores íntimos falló, por exceso u omisión, el ex Presidente lo había seleccionado antes, lo habia alentado o estorbado luego y tomó todas las decisiones importantes de su gobierno, antes y después del golpe. A mi ver, muchos yerros del ex Presidente surgen de su condición y ambivalencia personal. Recurriendo a la metáfora de Weber, A Fajardo ha dicho que M.Z.R. es “una figura transicional entre el caudillo carismático y el líder moderno”; habría que agregar que Mel es una criatura del sistema político al que pretendió retar. Esas paradojas explican algunas interioridades de la crisis.

Ya en la escogencia de su equipo de trabajo cometió errores evidentes. Aceptó M.Z. imposiciones partidaristas de individuos que no estaban comprometidos con su visión. Y favoreció a “amigos” leales que no reunían las condiciones, de capacidad para los puestos que les asignó o de integridad, y se resbalaron en la cascara de banano de la corrupción.

Un común denominador de los errores es la confianza naif que M.Z. depositó, con recursos y poder, en personas y grupos que, después, resultaron ser sus enemigos o le causaron daño. Esto sucedió igualmente con los políticos del Partido, como Elvin Santos y R. Micheletti, con varios poderosos “secretarios de Estado” (como el Ministro de Obras Publicas, Bonano, el Ministro de Seguridad, J. Rodas y el Ministro de Agricultura H, Hernández), con los militares como Romeo y sus cuatro generales, con la legión de periodistas a los que patrocinó, con líderes de oposición oportunistas, con empresarios voraces y con clérigos fantoches, para complacer a quienes nombro consules y embajadores y ministros. Quizas confió demasiado en y también que se traiciónó a sí mismo. Por hubrys. (Así me explico que no tuviera un plan para el golpe, que lo hubiera visto venir, porque se sentía la distancia creciente de los militares desde la reunión de OEA en San Pedro. Y se quedara como esperándolo.)

Quizas para compensar, el ex Presidente se rodeó desde el inicio de un punhado de técnicos y un grupo reducido de ministros amigos que, sin más culpa que la de ser afines, colorearon o distorsionaron la impresión que recibía y la que daba. Porque compartían con el una visión ideológica y la retorica sobrada. Pero sobretodo porque, en ese círculo, tambien prevalecieron los intereses de grupo y de individuos y una visión legalista (diría mas, formalista) de abogados, quienes siempre pensaron que, puesto que eran los mas brillantes, para cada reto encontrarían un recurso legal, como si la lucha por el poder fuese una partida de naipes con actas juradas. Critico dolorosamente aquí a mis amigos, a los que M.Z. convirtió en adláteres y “yes men”, premiándolos con su atención. Este fenómeno se agravó conforme pasaba el tiempo y el circulo interior se volvia mas excluyente.

Después de fracasar en la organización de una alternativa de Partido, la ex Canciller Patricia Rodas introdujo, en la opinión pública, ruidos que después sirvieron de pretextos al golpismo. Obviamente, ni Arístides Mejía ni Edmundo Orellana le proporcionaron la necesaria inteligencia acerca las FFAA. Pero además, a veces mal aconsejado y otras veces en contra de los buenos consejos, M. Z. personalizó demasiado el ejercicio del poder, administrando detalles que no le corresponden a quien tiene que concentrarse en dirigir el rumbo del Estado, procrastinó en desmedro de iniciativas que lo hubieran fortalecido.( Fue un error desestimar la Estrategia para Reduccion de la Pobreza, arduamente consensuada con los representantes de sociedad civil.) No era necesario inventar el mundo de nuevo.

Había que formular una visión de largo plazo y retener capacidad para improvisar, pero también construir sobre un plan inmediato, dirigido a alcanzar las metas intermedias. Por una desconfianza, que era el anverso de la confianza excesiva mal ubicada en otros, M. Z. desautorizó a quienes estábamos a cargo de esas funciones de planificación, concertacion y coordinación. Así, el Presidente le impuso a su gestión un ritmo errático y desordenado, una improvisación continua, una impredecibilidad…que comprometió su eficacia. Los planes eran todos del largo plazo, declarativos y grandiosos. Y por esa razón nunca terminaban de “aterrizar” y alcanzar el consenso de una base suficientemente amplia. La lucha política por La Reforma sufrió por razones análogas.



[1] Los funcionarios y lideres de los partidos habiamos sido adecuadamente informados acerca de las falencias de nuestra democracia, de la indiferencia segun studios serios del Papep de P.N.U.D. 2005 de gran parte de la poblacion a las instituciones democraticas, patentemente incapaces de resolver sus problemas materiales mas apremiantes….sabiamos que “esa democracia” estaba en problemas.

[2] Despues de aplaudir las elecciones que blanqueaban el golpe de estado, Mame. Clinton declaro que “a EEUU le preocupaban los regímenes latinoamericanos que buscaban cambiar las constituciones después de llegar al poder por la via democrática”, una preocupación que podríamos llamar extraterritorial y que al parecer no aplica a sus propios aliados, como Uribe.

De los errores de Manuel Zelaya, II parte

voselsoberano.com | Martes 02 de Febrero de 2010 13:03



Errores frente al Partido y al sistema bipartidista

M.Z. alcanzó la Presidencia no solo porque hubiera planteado una Reforma integral, implícita en su plataforma de “Poder Ciudadano”, sino también porque, mediante compromisos, consiguió una alianza con sectores tradicionales del P.L., que sirvieron de base y lo apoyaron para ganar –apenas- una elección en que confrontaba la maquinaria tramposa del P.N. Una vez en el poder, esos compromisos constituían una contradicción o una ambivalencia e impidieron un planteamiento claro de la lucha por La Reforma, mientras el Presidente perdia a aliados tradicionales que le exigían mas concesiones.

Bajo la teoría de que “no importaba ya”, M.Z.R. convirtió a los elementos más tradicionales del Partido en inevitables cuando, un año después de asumir el poder, les entregó el Partido, en la Convención de Siguatepeque. Debió saber que el tradicionalismo partidarista no lo acompañaría en una propuesta de cambio profundo, un viraje que le complicara -al Partido- su ventaja tradicional y una idea genuinamente democrática que lo obligara a reformarse. ¿Pensó que retendria la lealtad de los caudillos tradicionales después de empezar a desarrollar una agenda distinta, de espalda a las argollas partidarias? A mi ver esas contradicciónes explican porque el Presidente se tardó tanto en enarbolar la bandera de La Reforma, que exigia una solución de continuidad política, abanderada por un otro candidato viable.

Al final, el Presidente Zelaya abrió demasiados frentes cuando amagó con imponer una democracia directa y permitió a un par de amigos hablar de reelección. (Eso puso a personajes claves -los capos y candidatos- en disposición de conspirar en su contra y excusó a los demas.) Paradojicamente, al mismo tiempo dejó de plantear la reforma de un sistema político que el golpismo defiende como “nuestra democracia” y en el cual unos diez cabecillas de movimientos deciden, sin consulta obligada con nadie mas, la totalidad de la oferta política electoral, desde la formula presidencial hasta los consejeros locales de Partido.

Teóricamente, la Reforma tendría que haber arrancado consolidando sectores leales a M.Z. junto con aquellos con los que hubiera podido negociar un entendimiento firme (quizás el Rosenthalismo) y la base política novel de la Reforma para exigir, en primer lugar, apertura y reformas electorales. Pero quizás porque temió ceder protagonismo, M.Z. no hizo la alianza que le asegurara un piso de poder, se rehusó a apoyar un movimiento progresista sucesor dentro del P.L., jugó a apoyar surepticiamente a ambos candidatos rivales de la derecha liberal que despues fraguaron el golpe y, al final, no tuvo tiempo de organizar su base propia. Avanzó mucho a último momento, pero era tarde. No había relevo. Sus enemigos habían seleccionado a los candidatos, y nombrado a los fiscales y a los magistrados.

Errores frente a los militares

He escrito que el Presidente nunca tuvo la clase de información que hubiera requerido sobre los militares. Hubiera necesitado entender su mentalidad y tradición, además de datos de “inteligencia” sobre sus relaciones con la C.I.A. et al. En todo caso, juzgo un error de M.Z.R. el haber empoderado a los militares tal y como, en una entrevista reciente (El Heraldo, Lunes 12 de enero de 2010), confiesa el Gral. Romeo Vásquez, que hizo. Y es que no parece haber entendido que se trataba de un cuerpo colegiado de estructura vertical, que le ofrecía opciones pero inevitablemente se disciplinaría; y se avocó a perpetuar sus cabecillas. Ese era su instinto. El ex Presidente apoyó personalmente a su “amigo” Romeo Vásquez, contra la costumbre de rotación del estamento superior, aumentó sueldos y proliferó prebendas a disposición del Jefe. ¿Empoderó a la cúpula militar -otorgándole tacita autonomía- a costa de jóvenes oficiales que hubieran podido convertirse en sus aliados? No lo se de cierto.

Parece evidente que tardó demasiado en percatarse de la deriva de esa cúpula hacia el inevitable abrazo de la reacción y no preparó los reemplazos. ¿Como despedir al General Vásquez y aceptar la “renuncia” de la Junta de Comandantes sin su inmediata sustitución con oficiales leales al gobierno y dispuestos a servir con disciplina? ¿O es que acaso ya no los había?

Errores frente a la empresa privada

De una manera análoga, el Presidente premió y les hizo concesiones diversas a los empresarios que, al final, se coaligaron en su contra y financiaron el golpe. Un dia comprenderemos en este contexto la contienda sobre “el trafico gris de servicio telefónico”, que involucró a todos los empresarios de la comunicación, incluyendo a Carlos Flores F., a quienes nunca se denunció. (Por instrucción presidencial se favoreció con una concesión estratégica en La Ceiba a Banco Fichosa liderado por Camilo Attala, estratega del golpismo, se les perdonaron sus obligaciones al Grupo Facusse en el viciado contrato de aereopuertos y al grupo de Ferrari su obligacion con el seguro incumplido de Hondutel y se les llenó las bolsas con pautas publicitarias del gobierno a canales y programas y periódicos que no cejaron nunca de morder la mano que los alimentaba.)

Fue una equivocación pensar que los empresarios, nucleo del conservadurismo mas recalcitrante, agradecerían esos favores, soltarían su control del sistema político y compartirían por propia voluntad con la población en general las ganancias extraordinarias de la bonanza que caracterizó a los primeros dos años y medio de gobierno. (Cuando, meses antes del golpe, les canto en Television una ranchera titulada “No me amenaces” porque se rehusaban a pagar el nuevo salario minimo, el Presidente subestimaba la animosidad y determinación de estos empresarios.)

Fue un error por omisión, en todo caso, dejar de exigir el derecho a la respuesta frente a la campaña mediática masiva –que ya era parte de la conspiración golpista- desde el tercer año de gobierno. Frente al peligro de la comunicación monopolizada por cinco grupos empresariales, M.Z. pretendió “comprar” la buena voluntad de sus enemigos jurados en la prensa. Solo al final, de nuevo, muy tarde, buscó establecer sus propios canales… o apoyar las comunicaciones comunitarias y alternativas.

Nunca apoyó a Radio Honduras. Se tardó mucho en establecer el Canal del Estado. Lo puso --igual que el periódico (“Poder Ciudadano”)-- en manos de adláteres poco profesionales, para controlarlo. De modo que sus enemigos lo cercaron y lo aislaron de gran parte de la población que depende para su información de los medios calientes (radio y tv) dispuestos a los peores abusos: manipulación, campañas de desprestigio. En todo caso, puesto que responden a otros intereses y no principalmente a su ganancia comercial, luce más eficaz el procedimiento de denunciar y confrontar esos medios, como ha hecho el Presidente Correa en Ecuador, que tratar de apaciguarlos con mas patrocinio del que se justificaba y menos del que se requería, como hizo M.Z.R.

Errores frente a la política exterior y Final del Juego

El tipo de relación que se estableció con Chávez pudo haber sido una provocación ingenua. (¿Fue un error pedir la impresión de las papeletas?) En nada contribuía a la soberanía hondureña la reunión de la Canciller Rodas con el Canciller de la Republica Iraní, un régimen iliberal y problematico. Ese tipo de vínculos solo respondían a una retorica sentimental izquierdista, un poco pasee y muy poco práctica, que tenia mas costos que beneficios, como ha revelado posteriormente la Madame Clinton.

Fue un gravísimo error, que alenté también yo en el Presidente, confiar en que el Sr. Obama mantendría su palabra de multilateralismo y que a los gringos les interesaba mas que la apariencia de la democracia hondureña. Los militares estadounidenses quizás alentaron a los golpistas, les consintieron el uso de bases conjuntas para acciones del golpe, anunciaron públicamente que seguían cooperando con las FFAA de Honduras después que su Cancillería había anunciado el cese de toda cooperación con los golpistas. Y fueron evidentes las contradicciones en Pennsylvania mas preocupada por destrabar sus nombramientos en el Senado que por concertar con O.E.A. Y sin embargo, hasta el colapso del Acuerdo de San José en Octubre, el Presidente Zelaya estaba convencido de que los estadounidenses “resolverían el problema”. Y cuando depositó en ellos toda su confianza perdió la concentración de UNASUR, G-Rio, OEA y de NNUU, donde inicialmente se había apoyado su restauración sin condiciones.

¿Fue un error vacilar frente a la represión? Quizás los líderes revolucionarios no pueden darse el lujo del escrúpulo. Pero del mismo modo que no se puede exigir a Mel mas sacrificio, no hay derecho de reclamarle que no diera la orden de fuego, consciente de la falta de elementos defensivos en La Resistencia.

Acaso es un error también creer que Porfirio Lobo va a restaurar las libertades cívicas, mientras el General pinta violines, porque mas bien hay una escalada de la represión policiaca paralela a las declaraciones de apertura y de querer “sanar heridas”. Quien sabe que quiere decir el nuevo Presidente de El Congreso Juan O. Hernandez cuando asegura que “nada tienen que ver las nuevas autoridades con los eventos del 28 de Junio”. ¿Ese, es el broche de oro del “golpe perfecto”? ¿Acaso no era entonces Pepe Lobo Presidente del P.N. y Hernández diputado de su bancada que votó unánimemente a favor del golpe y ratificó su decisión hace un mes? Hagamos si se quiere alianza practica, contra la ultraderecha que, desde antes que asuma la Presidencia (porque el poder es otra cosa), ya está amenazando a Lobo con un discurso demencial que nada tiene de autocritica, ni conciencia de que ha cometido el peor error que se puede con la historia: querer detenerla. Pero no nos enganhemos con respecto a la índole del aliado.


Fragmentos de la entrevista con teleSUR, Rodolfo Pastor Fasculle, Ministro de Cultura de Honduras

(Mas abajo se puede leer la entrevista completa)

" Para la mayor parte de la gente inteligente que conozco esta transformación de la conciencia colectiva es lo más trascendente. Se manifiesta en la coyuntura pero revela un quiebre estructural con el pasado. Honduras ha sido muy conservadora, una sociedad temerosa del cambio, pero el cambio está ahí. Ha sido por ejemplo bipartidista, en donde solo los partidos tradicionales tenían capacidad de movilización nacional y opción de poder. Pero ahora los partidos políticos no han organizado esas manifestaciones, formalmente se han opuesto a ellas y han intentado sustanciar más bien las manifestaciones de los camisitas blancas, que ya se esfumaron; han sido las organizaciones sociales, la UD y una facción partidaria con identidad propia las que han organizado la resistencia eficaz en las calles y carreteras. El Frente, supone en efecto no sólo el potencial real para hacer retroceder el golpe, sino también una base sustentable para la futura modernización social y política de nuestra sociedad, para otro tipo de organización."

"El Poder Ciudadano pudo haber contribuido, al menos como un marco o una retórica. Pero fue más bien la opción del Presidente Zelaya de gobernar con las organizaciones sociales lo que fue estratégico como desencadenante. Y la causa es más profunda y más antigua, es una evolución de la organización social misma, que viene incorporando a nuevos actores sociales: después de los sindicatos y las cooperativas, ha asimilado a las organizaciones indígenas, a los profesionales independientes"

"Lo que yo no veo es que la gente se asuste. De verdad no tienen miedo. Aunque han incrementado los niveles de represión con una estrategia para amedrentar, mediante la eliminación selectiva y el procesamiento criminal de los manifestantes, a pesar de todo el movimiento de resistencia sigue creciendo. Y de hecho la represión está provocando que sectores de clase media que originalmente quisieron ser neutros simpaticen con la resistencia y en contra del golpe. Eso pone en predicado la capacidad de control del régimen. Ya nadie creen en los medios golpistas y la información sigue circulando por Internet. Así planteado el conflicto y polarizado, yo sigo viendo la posibilidad de la violencia como resultado directo de la frustración. No me gusta pero soy realista"

Rodolfo Pastor Fasquelle :
'La derecha interamericana se mueve con energía para conseguirle oxigeno al régimen de facto'
 'La derecha  interamericana se mueve con energía para conseguirle oxigeno al régimen  de facto'

En entrevista con teleSUR, Rodolfo Pastor Fasculle, Ministro de Cultura de Honduras, responde desde la Universidad de Harvard, donde fue invitado como profesor por los Departamentos de Historia y Antropología: "Le he prometido al Presidente Zelaya que estoy a su disposición para las gestiones diplomáticas en EEUU. Soy hasta el final un soldado de la resistencia. Sigo publicando en Honduras algunos textos que se escapan a la censura. Y en la medida en que la prensa estadounidense se interese, estaré dispuesto a apartar tiempo para atenderla".


TeleSUR _ 19/08/2009
En entrevista con teleSUR, Rodolfo Pastor Fasculle, Ministro de Cultura de Honduras, responde desde la Universidad de Harvard, donde fue invitado como profesor por los Departamentos de Historia y Antropología: "Le he prometido al Presidente Zelaya que estoy a su disposición para las gestiones diplomáticas en EEUU. Soy hasta el final un soldado de la resistencia. Sigo publicando en Honduras algunos textos que se escapan a la censura. Y en la medida en que la prensa estadounidense se interese, estaré dispuesto a apartar tiempo para atenderla". Antes de su viaje a Harvard hizo escala en México DF y le tocó vivir el conato de crisis en la Embajada; con toda la experiencia adquirida, desde su anterior responsabilidad como Coordinador del Gabinete Social y dada la importante participación de los artistas, poetas e intelectuales en la resistencia lo consultamos para un análisis histórico y cultural de la coyuntura en Honduras.

MC.-El 22 de junio, en entrevista con Proceso, usted dijo: "Me ha tocado vivir 3 golpes de Estado en mi país. En los dos anteriores la población no opuso resistencia alguna. Al día siguiente, la normalidad era absoluta", dos meses después el régimen de facto se ve acorralado por las multitudinarias manifestaciones; ¿cómo observa el surgimiento de una sociedad civil organizada?, ¿es el resultado del Poder Ciudadano?

RPF.-Para la mayor parte de la gente inteligente que conozco esta transformación de la conciencia colectiva es lo más trascendente. Se manifiesta en la coyuntura pero revela un quiebre estructural con el pasado. Honduras ha sido muy conservadora, una sociedad temerosa del cambio, pero el cambio está ahí. Ha sido por ejemplo bipartidista, en donde solo los partidos tradicionales tenían capacidad de movilización nacional y opción de poder. Pero ahora los partidos políticos no han organizado esas manifestaciones, formalmente se han opuesto a ellas y han intentado sustanciar más bien las manifestaciones de los camisitas blancas, que ya se esfumaron; han sido las organizaciones sociales, la UD y una facción partidaria con identidad propia las que han organizado la resistencia eficaz en las calles y carreteras. El Frente, supone en efecto no sólo el potencial real para hacer retroceder el golpe, sino también una base sustentable para la futura modernización social y política de nuestra sociedad, para otro tipo de organización.

"El Poder Ciudadano pudo haber contribuido, al menos como un marco o una retórica. Pero fue más bien la opción del Presidente Zelaya de gobernar con las organizaciones sociales lo que fue estratégico como desencadenante. Y la causa es más profunda y más antigua, es una evolución de la organización social misma, que viene incorporando a nuevos actores sociales: después de los sindicatos y las cooperativas, ha asimilado a las organizaciones indígenas, a los profesionales independientes"

MC.-En la misma entrevista con Homero Campa, usted advertía el peligro de una inminente guerra civil en Honduras; a un mes de aquélla declaración ¿cambió su percepción?, ¿el régimen de facto tiene los días contados?

RPF.-Yo no sabría contar los días del régimen. La lógica del poder bruto es una lógica elemental. No necesita de mucho. A este régimen no le interesa invertir, ni siquiera continuar los programas que se habían implementado. Entiendo que tienen dificultades fiscales serias y quizás recursos para mantener el actual aparato de Estado por menos de un mes. Pero tienen la opción del recorte radical, con excusas. La derecha interamericana se mueve con energía para conseguirle oxigeno, al menos a manera de espacio de maniobra. Los empresarios seguirán firmes mientras no afecte su comercio y su ganancia el bloqueo. Mientras tanto, siguen teniendo más que perder con el retorno.

"Lo que yo no veo es que la gente se asuste. De verdad no tienen miedo. Aunque han incrementado los niveles de represión con una estrategia para amedrentar, mediante la eliminación selectiva y el procesamiento criminal de los manifestantes, a pesar de todo el movimiento de resistencia sigue creciendo. Y de hecho la represión está provocando que sectores de clase media que originalmente quisieron ser neutros simpaticen con la resistencia y en contra del golpe. Eso pone en predicado la capacidad de control del régimen. Ya nadie creen en los medios golpistas y la información sigue circulando por Internet. Así planteado el conflicto y polarizado, yo sigo viendo la posibilidad de la violencia como resultado directo de la frustración. No me gusta pero soy realista"

MC.-El régimen de Micheletti rompió relaciones diplomáticas con Argentina, los embajadores que respaldaron el golpe de Estado ya fueron cesados y expulsados por los países anfitriones; ¿cómo vivió en México la crisis e intento de asalto a la Embajada?, ¿esperaba una reacción unánime de la solidaridad internacional?

RPF.-El rompimiento con Argentina es una tontería más del golpismo. Los embajadores que tomaron partido por Micheletti pertenecen a una antigua tradición oligárquica en la Cancillería, reducto de dinosaurios envejecidos que pretexta el profesionalismo y abandera el cinismo. El Presidente había cedido a las presiones de esa "tradición" y a la de la Curia capitalina en materia de nombramientos. Significativamente el hoy Canciller golpista López Contreras había sido antes Canciller de las dictaduras militares, es el marido de una ex Vice presidenta del partido conservador, pariente y protegido del ex dictador López Arellano y de la Embajada y la actual Vicecanciller es adalid del Cardenal y del Opus Dei en El Congreso.

"La recuperación de la Embajada en México -cuya heroína fue Rosalinda Bueso- fue si se quiere un incidente menor que, sin embargo, estuvo vinculado a un quiebre y una clarificación de la posición mexicana en el conflicto. Hubo un momento en que la directriz parecía vacilar ante la propaganda golpista que atribuía al gobierno del Presidente Zelaya un "chavismo" radical y no faltó quién pensó que se podía jugar a ambos lados, valiéndose de una interpretación de lo que se ha llamado la Doctrina Estrada. Prevaleció la institucionalidad. México es serio. Había firmado la Declaración de la OEA y suscrito la de Naciones Unidas, la del Grupo de Río; incluso había participado desde los primeros momentos en las reuniones de SICA que condenaron al golpe"

"El golpe hubiera sido imposible sin la manipulación mediática y se sostiene en parte porque esa manipulación continua ocultando y suplantando la realidad nacional con la propaganda. Y esa prensa es el vínculo por excelencia entre los empresarios golpistas y el régimen. Como en todo hay excepciones".

"Yo no esperaba nada pero no me sorprendo con la reacción internacional. El golpe en efecto es un atavismo que pone en riesgo la institucionalidad en toda América Latina y amaga sus intentos por buscar una definición más independiente. Y Barak Obama había proclamado una política internacional multilateral"

MC.-Sabemos que cursó un doctorado en El Colegio de México, en algún momento 3 Ministros de Estado coincidieron en el DF: la responsable de Finanzas, el titular de Educación y usted que representa la Cartera de Cultura, Artes y Deportes, sin dejar de mencionar que tanto el Presidente Zelaya y la Canciller Rodas realizaron una Visita Oficial; ¿a qué atribuye la presencia de los Ministros de Honduras y del Presidente Zelaya en México?, ¿a la presidencia pro témpore del Grupo de Río?

RPF.-Esa es una historia vieja de proximidad geográfica y cultural, de capilaridad y de historia compartida. México ha sido refugio de toda la disidencia iberoamericana, pero más aun de la centroamericana. En cuanto al viaje del Presidente Zelaya, está claro que la batalla se gana en los dos frentes, el interno y el externo. Es mediante esta diplomacia itinerante del Presidente que se puede asegurar el frente externo contra la conspiración de la derecha que además ya se enteró. Tenemos que incrementar la presión para quitarle su base social al golpe y tenemos que asegurar el compromiso interamericano de desconocer el blanqueamiento del golpe a través de una elección controlada por los golpistas. México es un socio especialmente clave por su proximidad a EEUU, de modo que era una lógica primera parada en el peregrinaje del Presidente que sin embargo tiene sus límites.

MC.-¿Realizará gestiones diplomáticas y culturales desde su cátedra en la Universidad de Harvard?, ¿piensa escribir en la prensa norteamericana sobre la actualidad hondureña?

RPF.-Ya lo estoy haciendo cuando le respondo a esta entrevista suya y ese es uno de mis compromisos aquí. Le he prometido a mi Presidente que estoy a su disposición para las gestiones diplomáticas aquí. Soy hasta el final un soldado de la resistencia. Sigo publicando en Honduras algunos textos que se escapan a la censura. Y en la medida en que la prensa estadounidense se interese, estaré dispuesto a apartar tiempo para atenderla. Pero espero prestigiar a mi gobierno y a mi país cumpliendo con mis obligaciones y respetando mis compromisos con la docencia en Harvard, que me tomo igualmente en serio, de enseñar historia cultural y social de América Latina a jóvenes estudiantes que pronto serán cuadros y que acaso es una labor indispensable en procura de lucidez a largo plazo. (Agradezco en Harvard al Centro David Rockefeller para América Latina y a los Departamentos de Historia y Antropología que me han dado tan amable refugio y están de acuerdo). Tengo el escudo de Honduras sobre mi escritorio. Honduras está siempre ahí, en mi desvelo y en mi sueño. La extrañaré después.

MC.-En entrevista con teleSUR, la crítica de arte Helen Umaña me dijo: "El panorama es desolador porque la depredación cultural puede pasar inadvertida (Â…) sólo la intervención de instancias de prestigio internacional como UNESCO pueda contener la acción depredadora"; ¿ha interpuesto algún recurso para la preservación del acervo cultural hondureño?

RPF.-He solicitado esa gestión al Instituto Hondureño de Antropología e Historia que milagrosamente ha sobrevivido al golpe. Pero más que en UNESCO, confío en una nueva conciencia ciudadana sobre el valor de patrimonio, fruto también de una administración lúcida, que fue por ejemplo lo que impidió que la Ministra del golpismo pudiera llevar a cabo su anunciada intención de entregarle el antiguo Palacio Presidencial restaurado, -en que establecimos un Centro de Investigación-, a los reservistas de la FF.AA. como cuartel, en preparación de la "invasión venezolana".

MC.-Fue contundente al escribir: "Yo acuso"; el entonces Senador Neruda había escrito un discurso con ese título durante la primera persecución a los Comunistas en 1947 y el responsable del Campo de Concentración de Pisagua era Pinochet, años después se mostró como leal al Presidente Allende; usted dijo: "Acuso a Romeo Vásquez Velásquez -quien se impostó, hasta las ultimas horas de su mandato legitimo, como amigo del Presidente y soldado disciplinado- de haber planeado y ejecutado este golpe traidor y violento"; ¿la Historia se repite?, ¿por qué no recordamos los nombres y trayectorias de los golpistas de ayer?

RPF.-Yo soy historiador. La historia no se repite. Tiene nombres propios y fechas precisas, irrepetibles. Pero hay procesos socio histórico que son análogos, fenómenos que se pueden catalogar. El fascismo, por ejemplo, se repite, es una reacción casi previsible ante la modernización democrática y frente a la crisis. Y siempre es paranoico y represivo. La analogía con el golpe de Pinochet contra Allende es válida por eso. Hay una serie de denominadores comunes: un presidente con voluntad de transformación, con una base social ampliada, una empresa privada dispuesta a apoyar el golpe para conservar privilegio, una clase política colaboracionista y una casta militar mediatizada.

"También hay un elemento diferente: Obama. Pudiera ser una diferencia determinante para que Honduras no tenga que sufrir tanto. Y otro, una Honduras que sigue siendo rural y dispersa, y un aparato militar mucho más débil. Y un tercero: La historia de Chile también despertó un internacionalismo de los derechos humanos que no tenía igual fuerza en 1973. Y un cuarto: Mi Presidente no murió en La Moneda. Anda por todo el continente en un avioncito que le han prestado, armando revuelo y se comunica con su pueblo. En cuanto al título del "Yo acuso", es clásico, decimonónico. Francés. Balzac. Significativamente, nadie publicó el "Yo acuso" en Honduras. No se atrevieron"

MC.-La burócrata de facto que usurpa el Ministerio de Cultura, despidió a Nathalie Roque, la entonces Directora de la Hemeroteca Nacional denunció el pasado delincuencial de Romeo Vásquez Velásquez y de otros golpistas; ¿recordar la Historia es un delito?, ¿qué desagravios hará en calidad de Ministro de Estado cuando retorne la democracia?

RPF.- Esa pobrecita señora es una calamidad pública del golpe, una causa celebre y cómica, el hazmerreír de la comunidad, por su ignorancia irredenta, su impericia administrativa y su confusión profunda. Despidió a todos los cuadros técnicos del Ministerio porque quiere emplear activistas políticos para su campaña. Ya sus propios intelectuales orgánicos del golpe empezaron a pedir su cabeza. Pero como ha estado rodeada siempre de delincuentes anda tratando de buscar un pelo en la sopa, tratando de encontrar delitos. La bruja dedicada al caza-brujismo. No habrá que hacer nada en contra de ella. Ella ya hizo en contra suya propia todo lo que podía hacer, con eficiencia rotunda.

MC.-En agosto de 2001, analizó: "El Caso Hondureño, prensa, ciudadano y poder", las variables eran otras, sobre todo el mal manejo de la economía y el "83 por ciento de 'popularidad' del señor Flores" gracias a "la colaboración amplia y estrecha de los medios (Â…) minimizando las posibles objeciones"; ¿qué índice de popularidad tendrán los golpistas en la prensa y en la historia? Lo pregunto porque El Heraldo es una columna golpista y La Tribuna es propiedad del mismo señor Flores...

RPF.-Mario, eres un entrevistador ilustrado. La Prensa hondureña manipulada por los barones de La Asociación de Dueños de Medios de Comunicación, all five of them, y todos o casi todos golpistas es un problema toral de la Honduras de nuestros días y del futuro inmediato. El golpe hubiera sido imposible sin la manipulación mediática y se sostiene en parte porque esa manipulación continua ocultando y suplantando la realidad nacional con la propaganda. Y esa prensa es el vínculo por excelencia entre los empresarios golpistas y el régimen. Como en todo hay excepciones. Aunque no todos sus parientes, el dueño de periódico y televisora Jaime Rosenthal se rebeló contra los golpistas y su hijo, el joven líder Yani, a pesar de los costos que eso representa para sus empresas por las represalias del gobierno y de los demás empresarios, se ha declarado contra el golpe. Sin embargo, Carlos Flores sigue al mando de la asociación ilícita de los manipuladores, junto con J. Canahuati y dominan casi todos los medios importantes.

"Pero la historia nunca se ha plegado a lo que dijeron los medios de comunicación. ¿Qué crees tú que decían de Hitler los medios alemanes durante el Tercer Reich? La historia moderna y crítica precisamente (y a diferencia de la crónica medieval) está diseñada como disciplina para desmontar y desnudar la propaganda. Ya hoy incluso la clase media que es una clientela natural de los medios manipulados ha comenzado a dudar de su prensa, porque se pasan, exageran sin pudor. El pueblo en la calle grita en las manifestaciones '!Prensa golpista, fuera!' y otra, que me gusta mucho, en esas marchas multitudinarias 'No somos cuatro, no somos cien, prensa vendida, cuéntanos bien'. No tengo ninguna duda de lo que va a decir la historia acerca del golpismo. ¿Tú si?"

MC.-Finalmente, ¿qué mensaje le enviaría a todos los poetas, escritores, artistas, actores de teatro e intelectuales que el próximo domingo realizarán un Concierto desde la resistencia en Tegucigalpa?

RPF.- Estoy orgulloso del gremio y de la comunidad de los hombres y mujeres pensantes y creadores de mi país. Como otros de América Latina en el pasado reciente han reaccionado con heroísmo, con imaginación, con sensibilidad y con profesionalismo. Van a las marchas y hacen arte para manifestarse. No sólo este próximo domingo, si no desde horas después del golpe, y de manera continúa, en las ciudades hondureñas, se canta contra el golpe en la calle, se baila y se escribe poesía y teatro y ensayo sociológico y político contra el golpe, se lleva la crónica de las infamias del golpe, se pinta contra el golpe, en los muros y en el papel. Eso habla de una madurez cívica ciudadana nueva y unificada, aunque diversa siempre, de los gremios de artistas y académicos. Los timoratos y los traidores son tan pocos que no merece la pena hacer la lista. Ojalá pueda yo contribuir en algo como levadura. Esta conciencia lúcida es en el fondo la única prueba de que el trabajo de los últimos treinta años no ha sido en vano, que no hay tal retroceso como quieren estos y la señal mas clara de que vamos a prevalecer.


Balance de la experiencia en Honduras (I parte)
Lo que ha sucedido en Honduras debe motivarnos a pensar con mucha mayor profundidad sobre la táctica y estrategia que impulsamos los movimientos sociales populares y los partidos políticos
Fernando Dorado | Para Kaos en la Red | 30-1-2010 a las 12:44 |

“Tenemos motivos para festejar; la noche del bipartidismo se acerca a su fin; ahora la aurora de la lucha nos ilumina, en un camino que ha de ser duro pero no insalvable. Ya no importa lo que pase, sabemos donde están los enemigos del pueblo y cual es su casa.”

Ricardo Salgado[1]

Este artículo lo elaboro con información que me han hecho llegar diversas personas desde Honduras. Por ello, si algunos de los planteamientos no se ajustan a la realidad, de antemano pido disculpas. Sin embargo, a fin de aprender más a fondo de esa experiencia me atrevo a plantear estos puntos de vista. El debate y la réplica me enseñarán.

Lo que ha sucedido en Honduras debe motivarnos a pensar con mucha mayor profundidad sobre la táctica y estrategia que impulsamos los movimientos sociales populares y los partidos políticos democráticos y alternativos de Indo-afro-euro-América. Evaluar a fondo qué fue lo que ocurrió en ese país hermano es indispensable. No se trata de buscar culpables pero hay que ir más allá de las simples justificaciones.

Casi todos los balances resaltan el papel impositivo y represivo del imperio y la oligarquía hondureña. Eso ya lo sabíamos de antemano. Se requiere hacer un balance de mayor fondo sobre los aciertos y errores cometidos antes, durante y después del golpe, no sólo por el presidente Zelaya sino por los gobiernos del Alba, la dirigencia de los sectores sociales organizados y de los movimientos de Izquierda, muchos de los cuales desconfiaban de Zelaya y sólo reaccionaron después de ocurrido el golpe.

Ese aprendizaje nos servirá a todos. A los hondureños para continuar fortaleciendo la resistencia y avanzar. A los pueblos de los demás países para prevenir - con claridad y con tiempo - los golpes directos e indirectos que ya preparan los imperialistas de toda calaña.

Antes del golpe

Me comentan que mucha gente no entendía por qué antes del golpe muchos dirigentes de izquierda e incluso de movimientos sociales no respaldaban plenamente a Zelaya. El pueblo en general veía con buenos ojos los cambios que estaba impulsando el gobierno, pero no había una decisión unánime y firme de las organizaciones populares de participar en ese proceso democrático. Faltó – me dicen - mayor claridad política para superar el sectarismo y el abstencionismo, dado que Zelaya provenía de la clase hacendataria y hacía parte de los partidos tradicionales (liberal).

De parte de Zelaya podemos decir, con mucho respeto - dado el temple y la consecuencia que ha demostrado a lo largo de este trance -, que fue bastante ingenuo. Todas las acciones realizadas por la elite derechista para impedir la realización de la consulta ciudadana (encuesta) y el comportamiento de los altos mandos del ejército hondureño enviaban mensajes de lo que eran capaces de hacer y de lo que preparaban.

Avanzar hacia la democracia participativa (consulta ciudadana pro-constituyente) – así fuera mediante una “encuesta” no-formal -, atentaba contra el poder oligárquico hondureño e imperial gringo. Es claro que a posteriori es fácil decir que se preparaba "un golpe militar anunciado", pero es indudable que hubo muchas señales.

De parte de los gobiernos del ALBA, especialmente de Venezuela, se apoyó incondicionalmente a Zelaya en su gestión. Eso se reconoce y aplaude. Sin embargo pareciera que faltó asesoramiento político estratégico. Se sobredimensionó la fuerza acumulada en ese país y en toda la región latinoamericana. Se subestimó al imperio y a la oligarquía. Eso es grave y exige más revisión, porque el aparato “neo-con” del Pentágono no duerme y está bien aceitado.

Además, se opina dentro de Honduras que se hizo muy visible el papel del presidente Chávez. Ello dio margen para que los medios de comunicación oligárquicos manipularan la información aprovechando que importantes sectores del pueblo hondureño están influidos (como en Colombia, nuestro país), por el falso nacionalismo. Mucha gente tiene todavía en mente el conflicto bélico con El Salvador (“guerra del futbol”, 1969) y existen grandes prevenciones frente al sandinismo nicaragüense de Ortega, a quien pintan como “agente chavista”.

La oligarquía hondureña, siguiendo los mandatos norteamericanos, venía haciendo un fuerte trabajo ideológico para presentar al presidente Zelaya como una “marioneta” del líder bolivariano. Era fácil y posible convertirlo mediáticamente en un “traidor a la patria”. Y siguen haciéndolo aún ahora.

Durante el golpe

Que ad-portas de un evento tan trascendental como la consulta popular que se realizaría ese domingo 28 de junio/09, el presidente Zelaya estuviera tan desprotegido, es muy diciente sobre la ingenuidad ya señalada. La capacidad de reacción fue mínima en lo inmediato, fue más fuerte en el campo internacional que en el mismo Honduras, dado que nadie estaba preparado realmente para ese tipo de ofensiva.

De acuerdo a informes de inteligencia obrera y popular, los rumores de golpe eran muy fuertes. Un pequeño equipo operativo de espionaje hubiera detectado con cierta facilidad los planes de los Michelettis, porque bastante torpes sí son. Pero de nuestro lado parece que se creía en el “respeto a la institucionalidad” de parte del actual jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras Romeo Orlando Vásquez Velásquez (error cometido por Allende, 1973), instruido por las fuerzas norteamericanas establecidas en la Base de Palmerola, y enteramente a su servicio. Eso fue mortal.

Que la oligarquía hondureña no se haya atrevido a asesinar al presidente Zelaya es muy significativo. Es síntoma que era consciente de la simpatía popular que éste había logrado despertar, pero además parece, que lo necesitaban vivo para consolidar el Plan Regional. Porque el golpe no era sólo contra la débil democracia hondureña. Era un “golpe estratégico regional”.[2]

Primera reflexión

El hecho de que hayamos escogido la vía pacífica, civilista, no armada, electoral e institucional para avanzar en los procesos de cambio en América Latina, no significa que creamos que el imperio y las oligarquías no sean capaces de recurrir a la violencia para defender sus privilegios. Ya lo han hecho y lo harán las veces que puedan.

Esa estrategia nos obliga a estar alerta. Ir sumando y ganando a las mayorías. Calcular, calcular y calcular mil veces, porque nos estamos jugando la vida y nuestra única fuerza verdadera es el pueblo consciente y organizado. Por ello es que se insiste tanto en aislar al enemigo principal, identificarlo, denunciarlo, tenerlo en la mira, mientras neutralizamos a las fuerzas vacilantes o contradictores menores, y procuramos ganar a todas las fuerzas y sectores susceptibles de ser unidos, como planteaba el cura Camilo Torres.

Sólo así mantendremos el avance de los procesos. Un movimiento o proyecto de hegemonía popular que no vaya en ascenso permanente, que no acumule fuerza, que caiga en la inercia o en la pasividad, que se deje llevar a la defensiva estratégica, está condenado a fracasar. Ello no quiere decir que nos desesperemos y nos lancemos en tropelía. ¡NO! Significa que debemos apoyarnos y confiar en los pueblos, captar con sensibilidad su estado de ánimo, alimentar su organización y participación, construir con ellos la nueva institucionalidad. Que el pueblo se apersone de su revolución.

Cuando el imperio y la oligarquía logran colocarnos a la defensiva, sólo errores garrafales como los cometidos por los gorilas Carmona Estanga y Cía., en Venezuela (abril, 2002), nos dan nuevas oportunidades. Si no evaluamos por qué hemos perdido la iniciativa, o porqué entramos en momentos dificultosos cómo los que hoy viven los gobiernos nacionalistas de Chávez y Correa, entonces, esas coyunturas van a ser aprovechadas por el enemigo. Ellos sí aprenden.

Por ello es que vienen impulsando la estrategia de la “De-constituyente”[3]. Es lo que vienen haciendo en Argentina, Paraguay, Venezuela, El Salvador, Ecuador, etc., que es fomentar conflictos de poderes, agudizar pugnas inter-institucionales, crear toda clase de desórdenes hasta producir la parálisis de los gobiernos incómodos. Es la fase previa a golpes de facto, golpes solapados, que cómo en Honduras son legitimados posteriormente. Ya tienen la fórmula.

Próximo artículo: Después del golpe

Balance de la experiencia de Honduras (II parte)
Honduras ha madurado en medio del dolor y la férrea lucha. Los líderes populares deben convertirse en verdaderos estadistas
Fernando Dorado | Para Kaos en la Red | 2-2-2010 a las 18:54 |

“Detrás de todo este teatro, carísimo y malo, están las calles abandonadas, aunque por ellas caminen 350 mil almas de rojo y negro, con la dignidad en las espaldas y en la vida, gritando, aclamando al presidente del pueblo: Manuel Zelaya.” Allan McDonald [1]

Varias reacciones hemos recibido frente a lo expuesto en el primer artículo “Balance de la experiencia de Honduras. I parte”[2]. Van desde quienes dicen “no evaluemos porque nos podemos dividir” hasta los que plantean que no hay necesidad de “mirar atrás”, que “todo está claro” en la lucha de resistencia desplegada frente al golpe militar.

Las propuestas de acción hacia el futuro reflejan los balances de cada quien. No llamamos sólo a discutir. Desde lejos espacialmente (Colombia), pero desde muy cerca - dada la similitud de nuestras realidades económicas y sociales -, pretendemos aportar, motivar la reflexión y el análisis crítico, el diálogo sincero y la acción concertada. Además, ese aprendizaje nos sirve a todos los pueblos de la región.

Hay dos formas de analizar las debilidades e insuficiencias "teóricas" del movimiento. Desde el “doctrinarismo”, o desde la vida real. En el segundo caso, la explicación de las falencias siempre nos llevará al terreno del desarrollo organizativo e ideológico-político de las fuerzas sociales. Los líderes y dirigentes siempre son fruto de las circunstancias.

Con ese espíritu y con ganas de acertar nos introducimos en lo más difícil de evaluar. La actitud asumida por los actores populares frente a la estrategia imperial-oligárquica que desde un principio se mostró dilatoria y difamatoria. Ésa estrategia tenía dos grandes objetivos:

-Impedir el regreso a la presidencia de Mel Zelaya, por cuanto ceder, así fuera por un día, constituiría un reconocimiento de las ilegalidades y crímenes cometidos por los golpistas, antes y después del suceso. No podían darle el más mínimo triunfo al pueblo. Además, con justa razón, temían que ese pequeño triunfo se convirtiera en un incentivo para la resistencia popular, con resultados impredecibles. Ellos no iban a arriesgar.

- Desgastar entre el pueblo la idea de convocar una Asamblea Constituyente, mediante la manipulación mediática para hacer ver que esa propuesta era una iniciativa del supuesto “expansionismo chavista”, del cual, según ellos, Zelaya, Ortega y otros presidentes sólo son mandaderos a sueldo. Por ello amarraban esa justa reivindicación a la supuesta intención de Zelaya de impulsar la reforma constitucional para hacerse reelegir.

Todas las acciones post-golpe del imperio y de sus aliados regionales buscaron legitimar el golpe mediante la realización de unas elecciones “en paz”. La dilación, el desgaste, el engaño, las falsas promesas, los amagues de la OEA y tantas simulaciones que se hicieron durante estos 7 meses, todo tenía un gran objetivo: legitimar el golpe y convertirlo en una fórmula viable para el resto de América Latina.

La actitud conciliacionista de Zelaya

Desde el momento en que los golpistas dejaron al presidente Zelaya en Costa Rica, era evidente que al presidente Arias le habían asignado el papel de mediador parcializado. Todas las gestiones en Washington, los diálogos con Hilary Clinton y demás conversaciones de alto nivel, le preparaban el camino a un escenario de negociación controlado por el gobierno de los EE.UU.

El otro escenario fue en la OEA. Ese organismo diplomático continental – con todo y el desgaste que tiene - podría haber jugado un papel mil veces más imparcial que el cumplido por el presidente costarricense. Pero paradójicamente los gobiernos de los países del ALBA cayeron en la trampa tendida por Insulza. Éste, hábilmente permitió la radicalización de las posiciones sancionando con expulsión al gobierno de facto de Honduras. De esa manera se auto-excluyó e inhabilitó a la OEA para ejercer la mediación. El gobierno de los EE.UU., estaba en debilidad en ese espacio. Fue una jugada maestra. Es una gran lección de cómo a veces los “extremismos” son utilizados por el enemigo.

Una de las condiciones que colocó el viejo zorro Arias, fue que cualquier acuerdo se haría sobre la base de respetar la actual institucionalidad jurídica hondureña. La Constitución Hondureña, la más atrasada de América, aprobada por imposición militar en 1982, incluyendo sus artículos pétreos, era – según el premio Nobel de la Paz – inamovible. Aceptar esa condición fue un error garrafal.

Analizando la evolución de los acontecimientos hubo cierta precipitud al aceptar esa mediación. La esencia del problema no era quien fuera el mediador, lo que no se podía admitir era que de entrada, la principal causa popular en desarrollo, la aspiración de reformar la Constitución mediante una Asamblea Constituyente (democracia participativa), quedara por fuera de toda posibilidad de discusión. La principal causa del golpe fue desconocida en la “negociación”.

A partir de ese momento el centro de todas las discusiones fue el regreso o no del presidente Zelaya a la presidencia. De alguna manera podríamos decir que se descabezó de antemano la ilusión popular (todavía no mayoritaria en la sociedad hondureña), sin siquiera dar la refriega. La oligarquía y el imperio, habían ganado antes de sentarse a la mesa. Un sólo ejemplo hubiera desenmascarado la doble moral oligárquica frente a las reformas constitucionales: En Colombia Uribe ha cambiado la Constitución - y pretende cambiarla otra vez, vía referendo - en beneficio de sus intereses (reelección).

Otro problema que percibimos en su momento, fue haber aceptado el diálogo sin primero colocar mínimas condiciones para proteger a la población movilizada en resistencia civil frente a la dictadura golpista. Tal parece que la conexión Zelaya-dirigentes sociales y populares al frente de la resistencia, no fue lo suficientemente fluida, permanente y productiva. Los actores directos podrán aportar mucho en este aspecto.

En fin, el presidente Zelaya no quiso presentarse ante su pueblo y la opinión pública internacional como intransigente. Eso estuvo bien. Tampoco llamó a su pueblo a una insurrección armada o violenta, lo que hubiera sido un error monumental, dada la correlación fuerzas internas y el interés del imperio de incendiar a Centroamérica. Es decir, no cuestionamos la actitud negociadora, serena y pacífica del presidente Zelaya. Creemos que se equivocó en ser demasiado conciliador en puntos que eran irrenunciables. Incluso, decimos que era más político (desenmascarador) ofrecer su no-regreso a cambio o en favor de la Constituyente. Una por otra.

Sin embargo, sin entrar en pequeños detalles, podemos afirmar que la estrategia de negociación fue improvisada. El respaldo internacional y el aparente aislamiento del gobierno de facto, crearon ilusiones y espejismos. Para muchos el regreso del presidente Zelaya era inminente. La “careta democrática” de Obama fue un gran catalizador de esas quimeras. La derrota de los golpistas, según esa perspectiva era inevitable y total. Hasta nuestro querido Fidel habló de “error suicida”[3].

Al no tener clara la verdadera correlación de fuerzas, la negociación no se puso al servicio del único objetivo viable para ese momento histórico: alimentar en el movimiento popular de resistencia y, entre la población hondureña en general, la consigna de la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente ANC. Así no se consiguiera nada en la mesa de negociaciones, lograr posicionar esa bandera en la mente del pueblo era la tarea central.

Las preguntas por resolver

Varios aspectos quedan para continuar analizando. Hay unos bien difíciles. Los enuncio sólo para motivar el análisis:

- La realidad del movimiento de resistencia. El proceso de coordinación-organización que surgió en la lucha y las experiencias obtenidas en ese proceso.

- El análisis de clases: la actitud de los empresarios no-monopólicos, los pequeños productores, los trabajadores, campesinos e indígenas, los sectores medios.

La estrategia y la táctica de la movilización social. El todo o el nada. Se aspiraba a que regresara Zelaya, a disolver el Congreso golpista y, a la vez, a que se convocara Asamblea Constituyente.

- El juego de fuerzas al interior de los EE.UU. y del gobierno de Obama. Se oficializa la verdadera posición militarista del presidente “negro”.

- Las fisuras al interior de las clases dominantes hondureñas. Las alianzas que se hicieron, qué sectores se debilitan y cuáles salen fortalecidos. La situación al interior de las fuerzas militares. ¿Cómo quedan los liberales entreguistas? ¿Es la oficialización de la quiebra de los partidos tradicionales y el espacio para nuevos partidos democráticos y de izquierda, pero también nuevos partidos de derecha?

- Están preparadas las fuerzas sociales y populares para dar la pelea en el nuevo terreno que se plantea hacia el futuro. ¿Hay condiciones para dar el “salto cualitativo” que propone el compañero Ricardo Arturo Salgado?[4]

- La beligerancia de Chávez amenazando con intervenir, el protagonismo de Maduro y D’Escoto, la conveniencia de enviar el avión venezolano, todo ese entorno internacional.

- El balance de la contienda electoral de diciembre/09. ¿Sí había real capacidad de boicot? ¿Cómo desenmascarar el fraude? ¿Qué estrategia se proyecta en lo local y regional?

Las evaluaciones sinceras y serias nos permiten avizorar lo que se viene. La heroica resistencia del pueblo hondureño merece un balance juicioso. La gente más consciente se la jugó en el ejercicio de la resistencia. Se debe haber aprendido mucho. Hay que ayudarles con preguntas para avanzar y seguir acumulando fuerza y capacidad política. Nosotros también lo haremos.

Honduras ha madurado en medio del dolor y la férrea lucha. Los líderes populares deben convertirse en verdaderos estadistas. El salto cualitativo consiste en desafiar a la oligarquía en su propio terreno: la lucha por ser gobierno y acumular poder para re-construir la soberanía popular y nacional; rescatar la democracia para hacerla cada vez más participativa; y colocar la nueva institucionalidad al servicio del bienestar para las mayorías excluidas.



[1] “Honduras: Las calles sin Manuel”. http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=9881&lg=es

[2] “Balance de la experiencia de Honduras”. Parte I.

[3] Fidel Castro, “Error suicida”. http://www.granma.cubaweb.cu/secciones/ref-fidel/art155.html

[4] Salgado, Ricardo Arturo. “No perdamos la atención al salto cualitativo que sigue”. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=99697