De "El Pais" (Espana)
Zelaya anuncia que regresará a Honduras "este jueves"
Chávez y sus aliados cerraron filas en Nicaragua frente al mandatario hondureño
AGENCIAS - Managua - 30/06/2009
Zelaya, que ya había insistido en repetidas ocasiones en su próximo regreso a Tegucigalpa, ha puesto fecha a su viaje este lunes en Managua, capital de Nicaragua, donde ha estado reunido con varios presidentes iberoamericanos -entre ellos el venezolano Hugo Chávez, el nicaragüense Ortega y el ecuatoriano Correa- que le han expresado su apoyo y han pedido su reposición como presidente hondureño.
"Voy para Tegucigalpa el próximo jueves, regreso de Washington [donde participará en una reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA)]. Llega el presidente electo por el pueblo", ha asegurado Zelaya durante un discurso ante los mandatarios del eje de la rebautizada Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA).
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, se ha ofrecido a acompañarlo en su viaje.
De "Pagina 12" (Argentina)
LA OEA, EL GRUPO RIO, EL ALBA, LA UNION EUROPEA Y EL MERCOSUR DESLEGITIMARON AL NUEVO GOBIERNO
Aislado, el régimen de Honduras reprimió
La policía cargó contra los seguidores de Zelaya, agolpados en torno de la casa de gobierno para exigir la restitución del presidente. Hubo al menos un muerto y decenas de heridos. Obama remarcó que ceder ante los golpistas era retroceder en la historia.
La represión duró toda la jornada de ayer y los medios de comunicación locales no transmitieron nada. Un directivo del gremio docente denunció que los enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad dejaron un muerto y decenas de heridos. La víctima es un trabajador de una empresa de telecomunicaciones que fue atropellado por un militar, según dijo ayer Eugelio Chávez, presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras. Existen versiones todavía no confirmadas que señalaban la muerte de un estudiante en las manifestaciones en el centro de Tegucigalpa.
Roberto Micheletti, juramentado como nuevo presidente de facto, explicó que en su país no hubo ningún golpe de Estado. “Lo que sucedió aquí es una sucesión constitucional. Creo que nadie, ni Obama, ni mucho menos Hugo Chávez, tiene derecho a amenazar a este país”, señaló. Asimismo, y ante la pregunta de si había tenido contacto con mandatarios de otras naciones, quienes no hicieron más que repudiar los hechos ocurridos en el país centroamericano, Micheletti reconoció que por el momento el aislamiento es intenso, pero adelantó una campaña diplomática para intentar convencer al resto de la comunidad internacional de que secuestrar al presidente y enviarlo en avión a otro país fue un acto legal. “No hemos tenido comunicación con los mandatarios de América latina y América Central, pero esperaremos a que nuestros embajadores acudan a ellos para explicarles lo que ha pasado en el país”, precisó, tras lo cual, y antes de partir, quiso dejar una sensación de tranquilidad. “Hoy es un día normal para Honduras”, aclaró, sin hacer referencia al toque de queda vigente, los miles de hondureños en las calles y el estado de paro general en el que se encontraban cientos de empleados del sector público en rechazo al golpe de Estado.
Por eso, para el mandatario estadounidense, Barack Obama, la situación está lejos de ser normal en el tercer país más pobre del hemisferio americano. Ayer, desde Washington, el líder demócrata volvió a condenar el golpe cívico-militar y ratificó su apoyo al depuesto jefe de Estado. “La maniobra que condujo al derrocamiento de Manuel Zelaya es ilegal. El fue elegido democráticamente, no había terminado aún su mandato y es el único presidente que nosotros reconocemos”, precisó.
A su vez, Obama remarcó que ceder ante los golpistas retrotraería a la región a la época en que los militares acostumbraban a dar golpes de Estado de manera frecuente. “Sería un grave precedente si comenzamos a retroceder a la época en que veíamos golpes militares como una forma de transición política, en lugar de elecciones democráticas”, razonó.
Pero más allá de la condena del estadounidense, el círculo internacional de presión y rechazo a los golpistas se cerró ayer aún más cuando los comunicados de repudio y condena llovieron desde la Unión Europea (UE), el Mercosur y el presidente mexicano, Felipe Calderón, en representación de todo el Grupo de Río.
A su turno, José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), se trasladó ayer de urgencia a Managua (ver aparte) y reforzó una vez más la postura del organismo interamericano, al señalar que el organismo no reconocerá dictaduras en ningún Estado y, por ello, el único camino es aislar a los golpistas hondureños hasta que se rindan. “Hay que mantener la presión. Si la comunidad internacional mantiene su unidad como hasta ahora, va a obtener resultados. No debemos aceptar a ese gobierno por ningún motivo y no dar muestras de disposición”, aseguró el chileno.
Manuel Zelaya fue derrocado de la presidencia de Honduras el domingo por la madrugada luego de que unidades del Ejército de ese país procedieran a secuestrarlo de la residencia oficial tras recibir el aval de la Corte Suprema y el Congreso. Ese día, Zelaya intentaba llevar adelante una consulta popular con la intención de reformar la Constitución e incluir, entre otras cosas, la posibilidad de una reelección presidencial.
Ayer, según le contó a este diario por email una argentina residente en Honduras, miles de personas se agolparon durante toda la jornada frente a la residencia presidencial para repudiar a los golpistas y reclamar el restablecimiento inmediato del presidente democrático Manuel Zelaya.
Con ese telón de fondo, el derrocado mandatario se dirigirá hoy a la Asamblea General de la ONU en Nueva York para exponer lo sucedido en su país y buscar una mayor condena internacional al golpe de Estado. El apoyo del conjunto de los países americanos ya está asegurado. Los golpistas están cada vez más encerrados.
De "Pagina 12" (Argentina)
SECUNDADO POR SUS PARES REGIONALES, DIJO QUE VUELVE A HONDURAS
Operativo retorno de Zelaya
El mandatario destituido por un golpe cívico-militar anunció que luego de hablar ante la ONU tiene pensado regresar a su país. Le pedirá al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, que lo acompañe. Espaldarazo de los países del ALBA.
“El presidente de los hondureños regresa para cumplir su mandato y cuenta con el apoyo de todos ustedes”, anunció ayer Zelaya desde Nicaragua, donde debatió junto a sus pares del ALBA y del SICA la situación interna de su país. “Regresaré por voluntad propia con la protección de Cristo y el pueblo. Regresaré y para ello le pido a la OEA que me acompañe. Además, acepto el ofrecimiento de quienes quieran venir conmigo: será por invitación del jefe de Estado y no por injerencia en nuestros asuntos internos”, afirmó. “Si nosotros no nos movilizamos por nosotros mismo, ¿quién lo hará?”, se preguntó Zelaya.
Asimismo, el legítimo presidente de Honduras señaló que aquellos que lo derrocaron el último domingo lo hicieron para negarle al pueblo “la posibilidad de un futuro mejor”, y que, en caso de rendirse, la fuerza de las armas se estaría imponiendo por encima del estado de derecho. “No podemos permitir que la fuerza bruta vuelva a imperar sobre la razón. Tenemos que volver a empezar o simplemente nos volveremos a humillar y sucumbir ante la fuerza”, explicó Zelaya.
Ayer, Managua fue la sede de discusiones y debates que se prolongaron durante toda la jornada entre los diferentes mandatarios allí presentes para decidir qué medidas adoptar en pos de lograr un mayor aislamiento de los golpistas.
A primera hora de la mañana, los países que integran el ALBA (Cuba, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda, a los que se sumó Bolivia) dieron el puntapié inicial y anunciaron que retiraban a sus diplomáticos de Tegucigalpa. “Los países miembros del ALBA hemos decidido retirar a nuestros embajadores y dejar la mínima expresión diplomática en este país hasta que el gobierno de Manuel Zelaya sea restablecido plenamente en sus funciones”, leyó el canciller ecuatoriano, Fander Falconí. “A los golpistas no les queda más que deponer su actitud y entregarse”, agregó el ecuatoriano.
Más tarde, el mandatario venezolano, Hugo Chávez, anunció que planea suspender el envío de petróleo a Honduras en el marco del acuerdo PetroCaribe y que, además, pospondrá el desembolso de los fondos que ya habían sido aprobados por el Banco del ALBA a menos que retorne el orden constitucional. “Por dignidad no podemos aceptar ni un día más a este gobierno usurpador”, gritó Chávez.
A última hora de la tarde, Zelaya recibió otro apoyo clave: desde Brasilia, el presidente de ese país, Luiz Inácio Lula da Silva, lo llamó por teléfono y le dijo que la presión internacional dará resultados a través de la táctica del aislamiento.
De "Pagina 12" (Argentina)
OPINION
Una sola voz en la región
Por Andrés Fontana *
Estados Unidos, Brasil, la OEA, el Mercosur, el Grupo de Río, cada uno de los presidentes de los países de nuestra región, todos condenaron la destitución del presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya. Todos llamaron golpe de Estado a esa acción ordenada políticamente y ejecutada con uso de la fuerza militar. ¿Había otra forma de llamarla? Seguramente, si los objetivos políticos del orador lo requieren.
Así fue tantas veces en nuestra historia. Pero esta vez no hubo matices ni consideraciones ad hoc. El presidente Obama reclamó el restablecimiento del Estado de Derecho y el respeto de los principios de la Carta Democrática Interamericana. Señaló, además, que la resolución del conflicto debía alcanzarse sin interferencias ni presiones externas.
El presidente Chávez reaccionó precipitadamente en su condena del golpe e involucró al “imperialismo” –probablemente recordando la intentona de golpe que sufrió él mismo hace siete años–. Pero cuando habló no contaba aún con la información sobre Obama y se corrigió rápida y caballerescamente. Reconoció además como “importante” (sic) la postura adoptada por el presidente norteamericano.
Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil y hoy uno de los líderes más importantes de la región, aseguró que no reconocerá ningún gobierno de Honduras que no esté encabezado por Zelaya. Hizo alusión al voto popular y las reglas democráticas y advirtió que Honduras quedará aislada de la región si el presidente constitucional no es repuesto en su cargo. Lula comentó además que había consultado con sus pares, los presidentes de Paraguay, Fernando Lugo, y de Chile, Michelle Bachelet –esta última, presidenta pro témpore de Unasur, la Unión de Naciones Sudamericanas–.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, se manifestó de igual manera, en consonancia con los mandatarios de México, Uruguay y otros países de la región. La Unión Europea, la ONU y líderes de diversas latitudes se manifestaron de manera similar.
No deja de llamar la atención una condena tan rápida y unánime en un escenario internacional heterogéneo y convulsionado. Pero lo que más llama la atención, muy positivamente, es la homogeneidad de la condena hemisférica. Si hubo diferencias, se vieron en el comentario siguiente a la condena, donde predominan la mesura o la extravagancia. Pero eso es secundario. Se trata de estilos y de audiencias, pero no de matices acerca de la acción, caracterizada como golpe, y de sus consecuencias, aislamiento y presión regional e internacional.
Esto nos habla bien de nuestra región y su evolución a lo largo de estos años. Sólo cabe agregar que la acción política de quienes derrocaron al presidente Zelaya, lo encerraron en un avión y lo enviaron a un país cercano, empleando a personal de las Fuerzas Armadas de Honduras, no sólo atenta contra la institucionalidad democrática de ese hermoso y querido país, que sin duda es lo más grave, atenta también contra el proceso de recuperación y profesionalización de las fuerzas armadas en nuestra región. Un proceso lento y sinuoso, pero de suma importancia para la estabilidad regional y las vinculaciones internacionales de nuestros países.
* Decano de Estudios de Posgrado de la Universidad de Belgrano.
De "TeleSur" (Venezuela) Espinal afirma que apoyo internacional desarticuló golpe de Estado en Honduras | |||||||||||||||||||||||
![]() El embajador de Honduras en Venezuela, Germán Espinal.(Foto:teleSUR) | En entrevista exclusiva a teleSUR, el diplomático explicó que gracias a la declaración hecha por los bloques de países latinoamericanos y del Caribe que se reunieron este lunes en Nicaragua, fue contundente y obliga al gobierno de facto instaurado en Honduras a rendirse y devolver el hilo constitucional a esta nación. | ||||||||||||||||||||||
TeleSUR 30/06/09 El embajador de Honduras en Venezuela, Germán Espinal Zúñiga, destacó este lunes que el golpe de Estado ejecutado el domingo contra el presidente constitucional Manuel Zelaya "está desarticulado y no ha podido completarse". En entrevista exclusiva a teleSUR, el diplomático explicó que gracias a la declaración hecha por los bloques de países latinoamericanos y del Caribe que se reunieron este lunes en Nicaragua, fue contundente y obliga al gobierno de facto instaurado en Honduras a rendirse y devolver el hilo constitucional a esta nación. Agregó que gracias a esas posiciones el presidente Zelaya reforzó una coraza y lo constituyeron en un hombre democrático. Respecto a la represión policial a los manifestantes que reclaman la vuelta a poder de Zelaya, llamó al líder del Gobierno de facto a reflexionar y advirtió que los "actos de brutalidad" cometidos pudieran abrir un juicio por violaciones de lesa humanidad a nivel internacional. Asimismo reclamó el cerco mediático que se mantiene en Tegucigalpa para que la prensa extranjera no transmita lo que sucede en la ciudad, y pidió disculpan en nombre del Gobierno legítimo de esa nación a la periodista de teleSUR, Adriana Sívori, por las agresiones de las que fue víctima por parte de la Fuerza Armada. También anunció que los movimientos sociales y varios sectores de la población en todo el territorio hondureño empiezan a organizarse para trasladarse a la capital y acompañar a Zelaya que llegará el próximo jueves, tal como lo anunció en Nicaragua. "Muchas caravanas, todas la organizaciones de los estados y territorios se están organizando para el jueves (...) esto es motivo de mucha satisfacción para la democracia", expresó. Este lunes en Managua, se reunieron todos los mandatarios de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) la mayoría de los presidentes de las naciones integrantes del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y 12 de los 24 jefe de Estado del Grupo de Río. El presidente Zelaya fue invitado a este encuentro para rechazar el gobierno instaurado por Roberto Micheletti, tras el golpe de Estado.
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