lunes, 4 de abril de 2011

INFORMACIONES HONDURAS (nr. 750) 4 de abril 2011

Detienen a corresponsal de Radio Progreso

Enviado por Anónimo el Mié, 03/30/2011 - 15:06.
Corresponsal de Radio Progreso fue aprehendido por la policía mientras cubría protesta en la zona Norte
Potrerillos, Cortes. Unas 200 personas fueron desalojados por la Policía mientras realizan una protesta en el marco del paro cívico realizado éste miércoles.
Entre los desalojados están maestros, campesinos y pobladores de Potrerillos después de una toma que duró 3 horas.
El corresponsal de Radio Progreso en ese sector del departamento de Cortés, Pedro López, fue detenido junto a otros dos manifestantes: Luciano Barrera y Alejandro Duarte, quien fue golpeado en una de sus cejas, provocando sangrado.
El desalojo se produjo a eso de las 8:20 de la mañana.
Pedro López informó de esta situación en directo a través de Radio Progreso, mientras se encontraba agazapado en la patrulla para que los uniformados no se percataran de la comunicación vía celular. Sin embargo repentinamente la comunicación se perdió.
Ante lo anterior, Radio Progreso responsabilizó a la policía de ese sector por cualquier daño a la integridad física de Pedro López y los demás detenidos.
La toma en Potrerillos es parte de varias protestas en distintos puntos del país, en contra de la privatización de la Educación pública, la alza a los combustible y los derechos laborales de las trabajadoras de la maquila, entre otras.
Toda la represión policial, ocurre bajo el eslogan del gobierno del ¨humanismo cristiano¨.

“Logramos visibilizar la situación del Bajo Aguán a nivel internacional”

La presencia en Washington de la Misión Internacional de ddhh fue altamente positiva y tuvo resultados más allá de los esperados
Artículo | Marzo 30, 2011 - 1:09pm

-¿Cuáles eran las expectativas de la delegación que viajó a Washington?

-Para nosotros era importante poder visibilizar a nivel internacional la grave situación de violación a los derechos humanos en el Bajo Aguán, como continuación del trabajo de investigación realizado hace unas semanas por la Misión Internacional y varias organizaciones nacionales.

-¿Cuáles han sido los principales logros?

-Fue una experiencia muy exitosa. Entregamos el informe preliminar al relator para Honduras de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Felipe González, quien mostró su preocupación por lo que está ocurriendo en el Bajo Aguán.

Además, pudimos compartir con él algunas posibles acciones futuras, como por ejemplo la necesidad de que la CIDH siga monitoreando muy de cerca la situación, y que haga un llamado de atención al Estado de Honduras.

Necesitamos que le exija informaciones sobre lo qué está haciendo para prevenir las violaciones y para proteger a las personas, porque lo que detectamos en el terreno es la total impunidad de la que gozan los violadores.

-¿Qué otros espacios pudieron aprovechar para posicionar el tema del Bajo Aguán?

-Participamos en la audiencia pública de la CIDH sobre la situación de los defensores y defensoras de los derechos humanos en Honduras.

Expusimos con detalle los principales hallazgos de la Misión, la profunda preocupación de las organizaciones internacionales y nacionales que la integraron, y las recomendaciones que se hicieron al Estado de Honduras y a la comunidad internacional.

En este sentido, logramos poner la problemática del Bajo Aguán en el tapete de la discusión y acción de la CIDH, dejando muy bien establecido lo complejo y lo grave de una situación que es el resultado de un conflicto agrario originado por un modelo explotador, el acaparamiento de tierra y el golpe de estado.

-¿Cómo rebatió el Estado los argumentos presentados?

-Fue impresionante ver como la delegación del Estado no pudo rebatir ningún argumento, diciendo que no sabían que la situación en el Bajo Aguán iba a ser tema de discusión.

Es evidente que es un tema que no pueden justificar y prefirieron quedarse callados. A lo largo de toda la audiencia incurrieron en varias contradicciones, lo cual dio pie a que los comisionados de la CIDH hicieran fuertes recomendaciones al Estado.

-También se reunieron con instancias del Banco Mundial...

-Nos reunimos con representantes de la Compliance Advisor Ombudsman (CAO), para pedir que investigue la situación en el Bajo Aguán y detenga la ejecución del proyecto sobre palma africana que la Corporación Financiera Internacional (IFC), que integra el Grupo del Banco Mundial, aprobó en 2009 a la Corporación Dinant, propiedad de Miguel Facussé.

Finalmente, integramos la delegación que se reunió con al cuerpo diplomático acreditado ante la OEA de Ecuador, Brasil y Venezuela y aprovechamos la ocasión para hacerles entrega del informe de la Misión.

-¿Cómo evalúas la presencia de la delegación en Washington?

-La visita fue altamente positiva y tuvo resultados más allá de los esperados. Es un esfuerzo que no termina aquí y que nos brinda muchas líneas de seguimiento como posibles opciones por tomar en el futuro.

¿Cómo putas no iba a ser amigo de Chávez?

Están locos los gringos”: Manuel Zelaya Rosales

Enviado por Anónimo el Mar, 03/29/2011 - 20:03.
Zelaya sostiene que cuando “los gringos” se enteraron de que vendría a México consideraron que era “riesgoso” tenerlo “tan cerca” y sabotearon su salida
Arturo Cano.
Sin sombrero, Zelaya ni parece Zelaya. Pero basta verle su andar de presidente sin presidencia para saber que es el mismo hombre, el que en junio de 2009 pasó de ser el desconocido mandatario centroamericano a figura internacional, por la desgracia de y gracias a un golpe de Estado. Es Manuel Mel Zelaya y se define en una frase: “Llegué con la derecha y goberné con la izquierda”.

En Honduras, esa afirmación provocaría muchos reclamos, pero Zelaya anda ahora en un evento de izquierdistas –vino a México a invitación del Partido del Trabajo¬– y se acomoda al escenario: “Soy un liberal pro socialista”.

Desde que el nuevo gobierno hondureño le permitió la salida de la embajada de Brasil, Zelaya vive en República Dominicana, en calidad de “huésped distinguido”. Los dominicanos, informa él mismo, se encargan de su manutención: casa, transporte y colegiaturas de sus hijos y nietos. “Chávez me dio un cargo, pero hasta ahora no me han pagado nada”, dice, sin que suene a queja.

Fotografiado y grabado hasta el cansancio durante los largos meses de la crisis hondureña, el presidente derrocado hace batallar al colega Francisco Olvera. “Disculpame”, dice, con su hablar hondureño que mata el acento. “Es que ese chasquido parece metralleta”, dice de la cámara.

Zelaya se sienta frente a la grabadora, pide unos huevos rancheros (“mirá cómo me gusta la comida mexicana”) y habla poco más de una hora. Luego, sin micrófono, se explaya dos horas y media más, muestra las fotos de sus nietos en la playa, habla con detalle de la situación actual de su país y, sobre todo, reconstruye episodios de la saga del golpe de Estado.

El capítulo local es su fallido exilio en México.
El exilio y el frente

Cuenta Zelaya que el gobierno de Felipe Calderón aceptó recibirlo y que el gobierno de facto estuvo de acuerdo. Pero en esos primeros días de diciembre de 2009, cuando el canciller de los golpistas, Carlos López Contreras, preparaba el salvoconducto, vino la contraorden, a cargo de dos tenientes coroneles que se apersonaron en su oficina. Poco después, el encargado de negocios de la embajada mexicana era recibido por López Contreras, siempre con los militares detrás. El avión que Felipe Calderón había enviado dio vuelta en el aire.

Zelaya sostiene que cuando “los gringos” se enteraron de que vendría a México consideraron que era “riesgoso” tenerlo “tan cerca” y sabotearon su salida. “Si alguien me quiere ir a ver a Dominicana sólo el pasaje de avión cuesta mil dólares”, se queja ahora.

En esos días, sin embargo, la cancillería mexicana sugirió que Zelaya no había aceptado la calidad de exiliado, pues pretendía se le recibiese como “huésped distinguido”, tal como hizo el presidente dominicano Leonel Fernández.

Con todo, Zelaya está lejos de ser el presidente derrocado que escribe sus memorias en una isla. Es coordinador del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), que agrupa a buena parte de las fuerzas que se opusieron al golpe de Estado, cosa que pagaron –y siguen pagando- con una alta cuota de represión.

El frente reúne sindicatos, organizaciones sociales, movimientos populares y campesinos, fortalecidos, paradójicamente, con el golpe de Estado. Pero no son los ñángaras (como se llama despectivamente a la gente de izquierda en Honduras) quienes preocupan más a los golpistas que aún controlan el poder judicial y otros órganos del Estado hondureño.

Los mismos que sacaron al presidente en piyama no se han atrevido a expulsarlo del Partido Liberal (PL), bajo cuyas siglas llegó Zelaya al poder. Zelaya sigue siendo un factor de poder electoral y, para muchos, la única opción para que los liberales retornen al poder.
Zelaya y el 2013

-¿Qué va a ser del Partido Liberal?

-Está muerto, pero puede revivir- dice Zelaya, quien con la grabadora encendida no quiere adelantar más sobre su ruta electoral en 2013, sea a través de su esposa, Xiomara Castro (ya “destapada” como candidata por algunos líderes), o bien de otro de los dirigentes de los “liberales en resistencia”.

“Mis decisiones políticas, en este momento que soy el coordinador del frente están orientadas a una agenda: restitución del sistema democrático a través de una Asamblea Nacional Constituyente, cese de la persecución, retorno de los exiliados, justicia para las víctimas. Es una agenda política, no electoral”, dice el presidente derrocado, y ante la insistencia se niega a trazar un futuro en la disputa del poder.

“Cuando venga mi retorno a Honduras, si acaso se da, si EU lo aprueba, en ese momento tomaré decisiones políticas. Yo me debo a las bases del frente de resistencia. Si dentro de un año toman una decisión, yo voy a respetarla. Es una nueva organización luchando por el poder y por reformas para la transformación del país”.

Unos meses después del golpe, el notable historiador hondureño Matías Funes, que nada tiene de zelayista, decía a este diario: “La oligarquía cree que se libró de Zelaya, no hombre, lo van a tener ahí cuatro años más. Y si se quita la no reelección, en 2013 les gana”.

Con la grabadora encendida, Zelaya se resiste a hablar de su futuro político o, más precisamente, a anunciar su jugada en un momento en que los hondureños ya andan “destapando” aspirantes a la presidencia en 2013.

Como los candidatos de los partidos se definen un año antes, en realidad hay una suerte de elección adelantada. Y por eso líderes liberales ya han soltado el nombre de la esposa de Zelaya. “Mi esposa es una de las personas que tiene una gran popularidad. Es una mujer muy valiente”, dice, pero evade de nuevo. “En este momento definir sería antidialéctico”.

-Hablemos entonces de las contradicciones del momento. ¿Qué hacer con la confrontación entre los “liberales en resistencia” y los liderazgos de izquierda que confluyen con usted a la cabeza?

-El frente es una nueva organización. Considero que 70 por ciento o más del frente lo integran liberales en resistencia.

-Pero a la hora de los golpes y las marchas los que están son los ñángaras (izquierdistas).

-Ya en una marcha pedimos que levantaran la mano los liberales y lo hicieron 70 por ciento. Claro, son liberales en resistencia. Hay más contradicciones en el Partido Nacional y entre los liberales golpistas que en el mismo frente. Lógicamente en el frente hay un debate sobre el futuro, pero las posiciones del frente son muchos más coherentes que todas las demás organizaciones. Ahora, este no es el momento para que el frente tome una decisión político electoral.

-A los que mantuvieron la opción electoral no les fue tan mal, me refiero a Unión Democrática y sus cargos en el gobierno de Lobo.

-Creo que los espacios hay que utilizarlos, pero hay que saber cuándo. No me opongo a que cada quien tome decisiones en ese aspecto, pero los principios se deben sostener siempre por encima de los intereses políticos o personales. El que defienda esos principios va a ser el que tenga el respaldo popular. He pedido que se me permita volver al país y mi participación política como un ciudadano común, que no se me persiga, que no se anden inventando causas para impedir mi participación. Y que aprendan a convivir. Nosotros lo haremos con los mismos gringos, con la misma oligarquía, ellos no van a morir, ahí van a estar siempre, pero deben aprender a sentarnos en una mesa…
¿Cómo putas no iba a ser amigo de Chávez?

No hay pregunta de por medio, pero el presidente venezolano salta de manera obvia en la conversación: “A Estados Unidos me lo eché encima porque me hice amigo de Hugo Chávez, que me ha dado en un año a mí lo que los gringos me han dado en diez. ¿Cómo putas no iba a ser amigo de Chávez? Están locos los gringos”.

Su pecado, dice Zelaya, fue recortar las ganancias de las trasnacionales del petróleo. “Las quité y me eché encima a Bush, a Europa, y entonces me agarraron a balazos y me sacaron de la presidencia. Esa es la verdad práctica. Claro, me acusaron de socialista, de comunista, de que me quería quedar en el poder, cosa totalmente falsa. Yo no tenía ninguna necesidad, había hecho lo suficiente para pasar a la historia”.

-Es una idea extendida que usted no pretendía quedarse, sino volver tras la reforma constitucional.

-No es mi vocación estar administrando un país, y menos un país que es dominado por fuerzas internacionales. En Honduras lo que Estados Unidos debería hacer es poner un gobernador, porque el presidente no manda absolutamente nada.
Zelaya argumenta que su idea era hacer una Constituyente para el siguiente gobierno, que él estaba imposibilitado para convocarla porque “tenía en contra a los sectores más poderosos del país, el Congreso, la embajada”.

-¿Qué buscaba entonces?

-Un aval político para el futuro. Darle poder al pueblo para que opine, hacer la reforma más importante desde la Independencia.
Zelaya conoció a Chávez en Chile, en la toma de posesión de Michelle Bachelet y dice que desde sus primeros tratos el presidente venezolano le advirtió: “Mira, Zelaya, si te acercas conmigo te van a quitar los gringos. Si eso no te importa, cuenta conmigo”.

Ahora no deja de ver la “incongruencia” de Micheletti y Lobo, que rechazan la ALBA pero no han dado ninguna muestra de querer regresar a Venezuela el dinero que recibieron de su odiado enemigo del sur en el marco de ese acuerdo y de Petrocaribe. Zelaya calcula que son unos 150 millones de dólares.
“Los militares hondureños se negaron a liquidarme”

Zelaya vuelve al golpe. Cuenta que en una de sus estancias en Nicaragua, la esposa del presidente Daniel Ortega, Rosario Murillo, le puso al teléfono al principal ejecutor del golpe, el general Romeo Vázquez Velásquez.

“El me confiesa entonces que todo estaba preparado para mi liquidación en el momento del asalto a mi casa”.

-¿La orden era asesinarlo?

-Toda la intención de los que estaban en contra mía era esa. El me lo confiesa a mí y después lo ha dicho en la radio de Honduras. Ahora el gobierno de Lobo tiene una Comisión de la Verdad, armada unilateralmente, sólo con ellos, sin tomar en cuenta a las víctimas. ¿Por qué esa comisión no llama a Romeo para que explique ese capítulo?

-¿Y por qué no lo mataron?

-Romeo argumenta que los comandantes de las fuerzas armadas hondureñas se opusieron a mi liquidación. Los que estaban planificando el golpe plantearon de que en vista de que los militares no querían liquidarme, entonces que lo hiciera un grupo de paramilitares, que entraran al asalto y que en una refriega saliera muerto. Para eso tenían prevista la renuncia con mi firma falsificada, y fechada unos días antes, para decir ‘renunció y se mató’. Los militares hondureños también se opusieron y tomaron la decisión de sacarme a Costa Rica. Ellos sabían por dónde andaban las instrucciones de Micheletti y del grupo ese. Ahí la Comisión de la Verdad no dice nada, no investiga. Ahora bien, ¿quién puede dar un golpe de Estado por encima de los militares de un país? Solamente el Pentágono o el Comando Sur.

-A usted no le queda duda, aunque es muy difícil probar esa intervención directa de EU.

-El principal sospechoso de un crimen es el que se beneficia de él. Y del golpe de Estado de Honduras los mayores beneficiados son las trasnacionales estadunidenses, del petróleo, de las finanzas y de la seguridad, que representa el Comando Sur (que tiene una base en Palmerola, a unos 70 kilómetros de Tegucigalpa). Todas las medidas que se han tomado desde el golpe son para favorecerlos a ellos.
Aclaro y salvo a la parte diplomática, que se apartó, no se metió. Más bien estuvo tratando de balancear. Esa es la parte de Barack Obama, que al final termina apoyando al golpismo, porque son más las fuerzas internas de derecha en EU. Al final termina siendo parte del golpismo, al apoyar las elecciones sin restitución democrática.

-¿Usted no vio venir el golpe?

-Yo estaba amenazado de golpe desde que empecé a tocar las trasnacionales. Un año antes del golpe, Romeo Vásquez fue a mi oficina y me dijo: ‘Presidente, vengo a informarle que me están buscando fuerzas poderosas del país para que lo quite”. El me dijo que se había opuesto.

-En su gabinete hubo quienes se opusieron a desobedecer la orden judicial. Víctor Meza y Edmundo Orellana, por ejemplo.

-Meza no se opuso. El estuvo fiel apoyando el proceso de la cuarta urna. Orellana era el más férreo defensor de la Constituyente, pero empezó a debilitarse cuando el juez, en un fallo ilegal, da unas instrucciones para que no se realice el procedimiento que se había establecido.

En este punto Zelaya entra en una explicación detallada sobre la anulación del proceso ordenada por el juez, para sustituirlo por otro. Y es entonces que cuenta que el general Romeo Vásquez le pidió que la orden de participación de las fuerzas armadas en la cuarta urna fuera por escrito. “Y después utilizó ese documento para anunciar que desobedecerían”.

Según Zelaya, Romeo Vásquez le dijo: “Su usted da una orden por escrito yo le prometo hacer todo lo necesario para que esa orden se cumpla”.

Sin embargo, “después fue a decir a los demás mandos que yo estaba utilizando políticamente a las fuerzas armadas”.

Finalmente, argumenta el olanchano, los militares hondureños “sopesaron que les favorecía más no cumplir”.

-Ellos se dijeron: “Quedamos bien con EU, con las fuerzas oligárquicas y con quienes controlan la corte y el Congreso. En ese momento se dio el golpe de Estado. Cinco días antes de sacarme a mí. En el momento en que las fuerzas armadas se rebelan y que la Corte de Justicia me quita de mi función. Los otros acontecimientos son simplemente la mecánica. Ellos se rebelan porque estaban conspirando con las fuerzas del Comando Sur.

-Una de las muchas paradojas hondureñas es que en la elección interna del Partido Liberal usted apoyó a Micheletti. ¿Por qué lo hizo?

-Usted no va a encontrar una sola declaración mía en ese sentido- corta Zelaya, aunque más tarde admite que acudió al acto inaugural de campaña del luego golpista porque éste, en su calidad del presidente del Congreso, aprobó la entrada de Honduras a la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA). A ese acto, por cierto, Zelaya fue acompañado por los embajadores de Venezuela y Cuba.

-Cuando llegó usted por sorpresa a la embajada de Brasil en Tegucigalpa, una de las primeras cosas que hizo fue reunirse con Elvin Santos y Porfirio Lobo. Fue una decisión muy criticada por los líderes de la resistencia, dado que señalaban a esos personajes como parte del golpe. ¿Por qué se tomó la foto con ellos?

-Creo que darle la espalda al enemigo es la mejor forma de fortalecerlo. Al enemigo hay que verlo de frente y resolver los problemas. En ese momento estábamos en un proceso de negociación, en un diálogo para el retorno del orden democrático. Con un terrorista no se negocia, pero nosotros no teníamos otra opción. O íbamos a permitir que nos negamos a hablar, y que ellos sí querían y nosotros no, era nuestro fin político. Si yo me niego al diálogo que pedía Clinton, hubieran dicho que como me negué no se restituyó la democracia.

“Finalmente los estadunidenses faltar a su palabra, a la verdad, al terminar apoyando a Micheletti. Logramos un acuerdo para la restitución, y tenían siete días para cumplirlo. Micheletti quiso integrar un gabinete de unidad nacional encabezado por él. Fue aberrante. Y eso dividió a América Latina y debilitó a Obama, quien perdió el prestigio aquí en el continente y en el mundo”.
Lobo, el comunista del Niño Jesús

Tras unos comicios que no fueron reconocidos por la mayoría de la comunidad latinoamericana (pero sí por Estados Unidos, México y Colombia), Porfirio Lobo, del Partido Nacional (PN), se hizo de la presidencia. Una y otra vez, Lobo ha expresado que está por el retorno de Zelaya, pero se ha topado con un imbatible poder judicial controlado por el sector más duro del golpismo.

Zelaya habla de su sucesor, a quien él derrotó, por escaso margen, en las elecciones de 2005: “Lobo es amigo mío, nos llevamos bien como personas. Lo que pasa es que Lobo fue comunista en su juventud, estuvo afiliado al Partido Comunista”.

-Incluso fue a estudiar a la Unión Soviética.

-Sí. Yo no, yo soy empresario, soy liberal con una tendencia pro socialista. Y él, para querer lavarse ese expediente, anda quedando bien con los gringos todos los días. Yo no tengo por qué ver a un norteamericano diferente, y Lobo les atiende hasta los suspiros. Así no puede gobernar un país.

Antes de bajar a la entrevista, Zelaya pide media hora porque está “haciendo unas llamadas a Honduras”. Trae noticias frescas de las gaseadas y golpizas que la policía propinó a los maestros que se manifestaban (es el viernes 18 de marzo) en las calles en demanda de un aumento salarial. En la confusión generada por la represión, la maestra Ilse Ivania Velásquez, de 59 años, es atropellada y muere horas más tarde.

Zelaya dice que es posible otorgar el aumento salarial a los maestros, pero que Lobo se niega porque está atado de manos: “Un diez por ciento de aumento no es como para decir que el país va a quebrar. Pero Lobo está sometido a la cláusula salarial que firmó con el Fondo Monetario Internacional. El ha manifestado buenas intenciones en muchos momentos, pero es cautivo. En Honduras el verdadero poder está en manos de los grandes monopolios de EU, que manejan no sólo el petróleo sino todas las actividades comerciales”.

Después de la entrevista Zelaya escribe una carta en la que recuerda que su abuela, Olga Rosales, fue maestra del presidente Lobo en la escuela “Niño Jesús de Praga”: “Le enseñó todo lo contrario de lo que le está haciendo al magisterio”.
Los Horcones

En la página del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras se recuerda así el hecho: “El 25 de junio de 1975 en la hacienda de Manuel Zelaya, padre del actual presidente de Honduras, fueron asesinadas 14 personas que se dirigían a Tegucigalpa a participar en la Marcha del Hambre, demandando adjudicación de tierras…. Entre las víctimas cuentan sacerdotes, campesinos y mujeres, que, tras ser ultimados, fueron lanzados a un pozo de malacate. En la masacre hubo participación de los terratenientes olanchanos, incluido el padre del presidente hondureño y los militares que en ese tiempo controlaban el gobierno al mando del general Juan Alberto Melgar Castro”.

Ahora que hay tiempo de hablar largo con Zelaya, el tema surge inevitablemente.

-Alguna vez le pregunté a su madre sobre la matanza de Los Horcones. Ella me dijo: “A mi esposo lo engañaron”. ¿Fue así? ¿Qué significa ese episodio para usted?

-Fue una tragedia para Honduras. Era un gobierno militar que había subido con un golpe de Estado. Mi padre pagó siete años en la cárcel.
Al final fue liberado, con libertad condicional. Mi padre fue una víctima de ese proceso y pagó con cárcel.

-¿Víctima en qué sentido? ¿Prestó su rancho bajo presión, engañado, o qué ocurrió?

-En un gobierno militar, si a usted le piden colaboración, ¿qué pasa si no la da? Mi padre estuvo siete años prisionero. Nosotros hemos condenado ese hecho, esos asesinatos. Yo que me opongo a la violencia, a la pena de muerte, la condeno en cualquier campo.
Lógicamente esto tiene un significado muy relacionado con la lucha hondureña, que se suma a los acontecimientos de la Guerra Fría, de la guerra contra Nicaragua, a los ataques contra el FMLN. Honduras ha sido puente de las fuerzas militares norteamericanas, por eso la pelean tanto.

“Esos acontecimientos venían ligados a todo un proceso ideológico que desembocó en actos de violencia. Mi familia es histórica en Honduras. Mi familia vino de México, por parte de los Zelaya, es una de las más antiguas, estamos antes de la República. Las propiedades que nosotros tenemos son compradas a la Corona española.

Y tenemos de todo en la familia. Guerrilleros, curas, militares, presidentes, diputados, de todo. Va a ser difícil que encuentre un acto en
Honduras donde no haya miembros de mi familia.

-Pero Lorenzo Zelaya (líder campesino asesinado en 1965, cuyo nombre llevó un grupo guerrillero de los ochenta) no era su pariente.

-Claro, él era de la mera raíz de los Zelaya.
Telesur y el ensayo

-Cuando llegó a la frontera, ¿por qué no entró?

-Porque lo impedían directamente los militares.

En este punto, Zelaya explica que Nicolás Maduro le comunica con Andrés Izarra, director de Telesur, quien le informa que uno de sus equipos ha grabado “un ensayo” de su captura en la frontera. “Sabíamos el plan, era ridículo autoflagelarme, porque ahí iba a ser liquidado”.

-¿Y cuál era el plan?

-Izarra me dice que a las siete de la mañana los camarógrafos de Telesur habían filmado un simulacro de captura, de secuestro. Y le quiero contar como es el simulacro. Habían escondido en los cerros cientos de militares.

Entra un jeep pequeño, manejado por una mujer, acompañada de tres personas que se acercan a mí, me rodean, me abrazan y se tiran al suelo. En ese momento salen más de mil elementos que están colocados en puntos estratégicos y disparando al aire.

En la confusión, dice Zelaya, pensaban “liquidarlo”.

Maximilien Arvelaiz, ahora embajador de Venezuela en Brasil, contaba de una tarde en Managua, cuando Zelaya se les perdió a los venezolanos “para buscar un sombrero porque había olvidado el suyo en el avión”. Ahora se le ve muy cómodo sin sombrero, aunque mantiene la misma postura sobre su posible retorno a Honduras: “Todo depende de Obama”.
La puerta negra y el amor

“Yo tocó la guitarra, por esto tengo estas uñas”, dice Zelaya, sentado frente al café ya por más de tres horas.

Para entonces, el presidente derrocado habla de sus hijos y nietos y, entrado en asuntos íntimos, le pregunta a Emilia Cano, presente en la entrevista con sus 18 recién cumplidos: “¿Te gusta la política?” Tras la respuesta afirmativa de Emilia, Zelaya recomienda: “Pues métete, está en buena edad para comenzar, pero no te enamores. La vida, como decía Nietzche, es demasiado grande como para seguir a una sola persona”.

Sin embargo, y ya que está en México, le da por recordar que alguna vez llevó a Honduras a Los Tigres del Norte. Y les pidió que tocaran la canción llamada La puerta negra. “Con esa canción enamoré a mi mujer”.
Arturo Cano es periodista mexicano. En 2009 pasó varios meses en Honduras tras el golpe de Estado. En los últimos dos años ha estado también, como enviado especial del diario mexicano La Jornada, en Estados Unidos, Venezuela y Brasil. Una versión condensada es esta entrevista se publicó en La Jornada el pasado 22 de marzo de 2011.
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Wikileaks

voselsoberano.com | Jueves 03 de Marzo de 2011 21:09

Eduardo Villanueva

En su libro del 2009 Texting, the Gr8 Deb8, David Crystal se divierte demostrando que la gran mayoría de prácticas y estilos que se usan en el texteo o envío de mensajes de textos por teléfonos móviles no es más que la reutilización de formas de escritura que tienen tantos años como la escritura misma. Los griegos usaban abreviaturas comparables a nuestros “omg”, “wtf” o “lol”. Nos escandalizamos, sorprendemos o entusiasmamos con estas prácticas según nuestra particular manera de ver el mundo, y según nuestra particular pérdida de perspectiva sobre la historia de la cultura y la escritura.

Algo parecido ocurre con Wikileaks. Sin negar que hay diferencias de escala tanto en el alcance de las fugas como en la cantidad de material disponible, ni las filtraciones de documentos secretos son novedad (pensemos en los Pentagon Papers) ni tampoco nuevas en lo digital (pensemos en Cryptome, que tiene más de 10 años haciendo esto). La diferencia de fondo es la intención clara de crear un discurso político alrededor de la actividad de Wikileaks, que además coincide con un resurgimiento de las actitudes más conservadoras en la política de los Estados Unidos como para hacer un estilo de opuestos casi perfecto.

Wikileaks enarbola una posición que podríamos llamar hackerismo ultra. La posición de los hackers, los especialistas en informática que están tras movimientos como el FLOSS y la lucha contra el exceso en las leyes de derechos de autor, suele resumirse en el dictum “la información quiere ser libre”. Dadas las condiciones técnicas indispensables, la información puede estar a disposición de cualquier persona medianamente entrenada, y por ello debería estarlo. Aunada a una posición libertaria que asume que los Estados buscan opacidad para negar libertades individuales, los hackers normalmente luchan por la mayor transparencia, desde el código informático libre hasta la información gubernamental libre. Wikileaks lleva esta posición a ultranza y además asume una actitud relativamente común en los extremismos: pureza, absoluta e indiscutible certeza moral. Lo que hacen está no solo bien, sino que es indispensable para el bien común; y oponerse está mal.

Podemos estar de acuerdo o no con los fines y propósitos de Wikileaks, pero el resultado puede ser positivo como no. Varias revelaciones de esta organización han sido positivas, otras no tanto, otras son fundamentalmente banales. Lo más significativo es el discurso público, que ha convertido a Wikileaks en un actor esencial en la búsqueda de transparencia y en la defensa de libertades, con la cuota de ambigüedad o generalidad política que permite lecturas desde cualquier ángulo. Digamos que, sin importar el propósito final de Wikileaks, su posición es lo suficientemente útil para otros discursos como para que sea acogida con mucho entusiasmo: los periodistas que se postulan como defensores de la verdad pueden verse reflejados en la actitud desenfadada y contestataria de Wikileaks; los libertarios puros la ven como una ruta clara hacia sus ideales; los izquierdistas irredentos contemplan un arma potencial más en el avance hacia la destrucción del capitalismo bajo sus propias contradicciones.

Frente a esto, el Estado se ve agredido, porque si bien las revelaciones no llegan a una escala de cataclismo político, sí afectan la integridad de la función estatal. Digamos que el privilegio del secreto, en sus distintas escalas, es casi irrenunciable para un Estado moderno. Digamos también que este secreto, casi una derivación conceptual del principio del monopolio de la fuerza, es efectivamente central a la marcha de ciertas actividades estatales, si bien para otras puede ser contraproducente: un diplomático negociando un tratado necesita ser franco y directo, sin miedo a ser despedido por su opinión poco, precisamente, diplomática; un congresista que se encierra clandestinamente con cabilderos está influyendo oscuramente en esa misma negociación. Pero precisamente por esa noción de integridad, al Estado le gusta que no le digan desde afuera qué debe y qué no debe revelar. Peor todavía cuando la revelación es decidida unilateralmente por un grupo de personas que ni siquiera son ciudadanos del Estado-Nación al que afecta esta transparencia.

La Internet existe en parte por este sistema global, que ha permitido que invenciones de origen local se distribuyan por todo el mundo, a través de la acción de conglomerados de telecomunicaciones, mediáticos e informáticos. Wikileaks, como también Avaaz, o antes Greenpeace, entre otros, aprovecha esta infraestructura para proponernos. Entonces, Wikileaks nos muestra un escenario fascinante: en un mundo todavía organizado por Estados-Nación, pero cada vez más articulado alrededor de sofisticadas redes económicas, sociales y simbólicas, bajo el control de actores transnacionales, aparece un conjunto de personas altamente conectadas que traslada un ideario al accionar público, y lo ejecuta a escala global. Si bien sabemos que hay un sistema global de comercio, de finanzas, de intercambios en general, este sistema normalmente existe porque los Estados-Nación le dan su anuencia y permiten que funcione: en efecto, ceden su soberanía en aras de un sistema que trae, supuestamente, mayores beneficios que los que un Estado-Nación puede proveer.
Wikileaks no cambiará el mundo, pero sí lo hará mucho más entretenido.

http://alainet.org/active/44835


AMIGOS ESTO NO SALDRÁ NUNCA EN LA TV
DIFÚNDELO

Enviado: jueves, 3 de marzo, 2011 16:46:56
Asunto: WikiLeaks y la radiografía del poder

Wikileaks y la radiografía del poder

Luis Hernández Navarro
1º de marzo de 2011
 
El jueves 16 de febrero, La Jornada publicó una nota en la que informa de las dudas de Bruce Williamson, cónsul de Estados Unidos en Monterrey, sobre la eficacia del Ejército Mexicano en la lucha contra el narcotráfico. “La presencia militar –afirma en un despacho confidencial del 29 de julio de 2009– no es una panacea para Nuevo León.” La información añade que en el combate contra el crimen organizado existe una grave descoordinación entre el Ejército, la Procuraduría General de la República (PGR) y la Secretaría de Seguridad Pública federal, y que las corporaciones se encuentran infiltradas por aquellos contra los que formalmente pelean.

Las notas fueron un duro varapalo para la administración de Felipe Calderón; para el gobernador de la entidad, Rodrigo Medina, y para el ex mandatario Natividad González Parás. Evidenciaron el fracaso de la estrategia antinarco, el control territorial que en ese rico estado tiene el cártel de Los Zetas, y la corrupción gubernamental.

La estrategia de contención de daños no se hizo esperar. Varios analistas oficiosos en diversos medios de comunicación nacionales desestimaron el alcance de las revelaciones. Ya se sabía, dijeron algunos. El gobernador Rodrigo Medina dijo que los cables no tenían validez. Y González Parás declaró que las comunicaciones del ex cónsul no se refieren a opiniones de él ni menos a la posición oficial (de su gobierno), sino a versiones que le refirieron algunos contactos, las cuales aseguraban la existencia de vínculos con el narcotráfico de funcionarios de mi administración y de mis hermanos.

Días después, en entrevista con El Universal, Felipe Calderón reconoció la magnitud del golpe. “Los embajadores –respondió– o quienes generaron los cables le echaron mucha crema a sus tacos. Siempre querían levantar sus propias agendas ante sus propios jefes, y han hecho mucho daño por las historias que cuentan y que, la verdad, distorsionan. Hay muchos casos de los que no vale la pena hablar.”

Ante un tema que –según Roberto Rock, su entrevistador– lo exaspera, el jefe del Ejecutivo añadió: Yo al embajador estadunidense no tengo que decirle cuántas veces me reúno con el gabinete de seguridad nacional ni qué digo; la verdad es que no es un asunto de su incumbencia.

La nota fue elaborada a partir de un archivo que contiene cerca de 3 mil despachos redactados por personal diplomático estadunidense, entregados a La Jornada por Sunshine Press Productions, que preside Julian Assange, fundador de Wikileaks. En ellos se abordan asuntos políticos, económicos y de seguridad pública de nuestro país. Una parte de la información contenida en ellos es muy delicada.

Los materiales son una especie de radiografía del poder en México, del grado desujeción de nuestras autoridades a los designios de Washington, del fracaso de la lucha contra el narcotráfico del presidente Felipe Calderón, de la impunidad del sistema de procuración de justicia y de las enormes desigualdades sociales que existen en el país. El diagnóstico que se desprende de esas radiografías sobre la salud pública de la nación es alarmante e indignante. No hay antecedente de difusión pública de un volumen de información tan vasto y tan grave sobre la naturaleza de las relaciones del poder en México. En otro país, el asunto sería un escándalo. Aquí también lo es, pero es un escándalo al que los grandes medios de comunicación electrónica hacen el vacío, confinándolo a los lectores de la prensa escrita y los usuarios de redes sociales.
 
Desde el 16 de febrero han sido publicadas intermitentemente más informaciones provenientes de la diplomacia estadunidense que ofrecen una imagen tan desoladora como lamentable del poder en México. Un cable documenta cómo el entonces candidato a la Presidencia de la República, Felipe Calderón, mantuvo un doble discurso en materia del muro fronterizo, y adelanta a la embajada de Estados Unidos su decisión de hacer pronunciamientos críticos contra el muro porque no puedo permitirme perder un solo voto contra AMLO, y añade que no es su intención atizar el debate.
 
Inmediatamente después de las elecciones presidenciales de 2006, Tony Garza, embajador de Estados Unidos en México, describió la circunstancia de Felipe Calderón en la mayor situación de debilidad política Y añade, en una actitud claramente intervencionista: corremos el riesgo de que los asuntos de mayor importancia para nosotros se estanquen, a menos que podamos enviar una enérgica señal de apoyo para que el futuro mandatario logre imponer su agenda.
 
La Jornada es unos de los seis medios impresos en el mundo a los que Wikileaks ha proporcionado archivos, en lo que puede considerarse la mayor filtración de información política trascendente en la historia del periodismo. Los otros cinco son The Guardian, Le Monde, Der Spiegel, The New York Times y El País.
 
El conjunto de materiales filtrados por Wikileaks tiene unas 300 millones de palabras. La Biblia tiene unas 780 mil palabras. Manejar un volumen de información de esta magnitud, buscarla, ordenarla, ponerla en contexto, encontrar historias atractivas y pertinentes, es un reto muy grande. Por principio de cuentas, es una demostración de que quienes aseguraron que con las redes sociales el periodismo ha dejado de tener razón de ser están profundamente equivocados. Sólo el periodismo puede darle sentido a una información tan extensa y compleja.
 
Los papeles sobre México filtrados por Wikileaks, y editados y publicados por La Jornada, ofrecen una imagen del país y de su presidente demoledora. Muestran que las advertencias sobre lapérdida de la soberanía nacional hechas por los críticos más apocalípticos no son exageraciones. Y recuerdan que la lucha por la liberación nacional no es nostalgia de nacionalistas trasnochados, sino una necesidad a la orden del día.

Enlaces:
Atentamente
Ing. Luis M. Ángeles Lozano

La diferencia entre un esclavo y un ciudadano, es que el ciudadano puede preguntarse por su vida y cambiarla
                                                             
               Alejandro Gándara.

El sombrío aparato de poder 
de los Vip de la Globalización en Centroamérica

Granma internacional

A San Salvador, capital del país centroamericano, todas las mañanas el centro de la ciudad viene invadido por una marea de vendedores ambulantes, que ocupan las calles entre pobreza, pregones y comercios mas o menos legales. Mientras el carnicero descuartiza la carne al pie de la iglesia en estilo colonial, en la calle de enfrente, al lado de la sucursal del banco nacional, se improvisa un restaurante de platos típicos, ancho cuanto la acera. El centro histórico y este mercado improvisado se funden como uno solo, sumergido en una multitud ondeante que se mueve como al ritmo de un viejo bolero popular salvadoreño. America Central es lugar de contrastes y armonías; de rápidos cambios de ruta, de revoluciones, insurrecciones populares y golpes de estado. El de Honduras en junio del 2009 ha constituido una neta división en la geografía política de la región y del entero continente, han golpeado con precisión en la parte mas débil de los gobiernos de izquierda del continente latinoamericano. Una clara advertencia a los gobiernos progresistas o de signo opuesto a los intereses del vecino del norte. Una confrontación abierta entre la Alternativa Bolivariana para los pueblos de América y sus alter-egos, la influencia norteamericana directa con la creación de la IV flota de la marina de los Estados Unidos, la instalación de bases militares en Colombia y Panamá que en total suman veinte en Latinoamérica [1] e indirectamente junto a Europa con sus tratados de libre comercio, agencias de desarrollo, ong’s y transnacionales. Dos modos opuestos de concebir el comercio internacional, la cooperación y la solidaridad entre los pueblos. De las ventajas comparadas de los tratados de libre comercio a las ventajas cooperativas de el Alba que tienen en consideración las asimetrías entre las diferentes economías y promueven el desarrollo de proyectos sociales para los mas vulnerables.
Desde el 2006, luego al regreso al poder en Nicaragua de los sandinistas de Daniel Ortega, había comenzado una onda de cambios y de gobiernos menos neoliberales y pro-empresariales, los que desde los años ochenta habían tomado en mano las redes de la política y de la economía, convirtiendo el entero sistema funcional a la acumulación de la riqueza en pocas manos. Nada nuevo para el olvidado Centroamérica, una de las regiones mas desiguales en el mundo, pero como se ha visto en su historia, si el cabestro viene ajustado por mucho tiempo, la pobreza extrema explota en las calles, en una mezcla de manifestaciones de protesta, llantas quemadas, bombas lacrimógenas y en los periodos mas radicales de la historia centroamericana movimientos de liberación seguidas de represión y muerte.
La historia no oficial del último siglo nos cuenta de los inicios de los años treinta, cuando dos lideres campesinos, Augusto Cesar Sandino en Nicaragua y Farabundo Martí en El Salvador, guiaron los levantamientos que explotaron como respuesta popular al empobrecimiento que trajo consigo la crisis del veintinueve. Ellos, fueron medio siglo después, los inspiradores de los movimientos revolucionarios de los años ochenta. Esta segunda ola de luchas por la emancipación fue catalizada por la crisis de la deuda de los años ochenta que ajustó una vez mas el cabestro. Esta indigestión social terminó con la insurrección popular de los nicaragüenses en el 1979, que dejaba detrás de si, medio siglo de dictadura somozista, además de los conflictos internos en Guatemala y El Salvador. Diez años después concluyo la revolución sandinista en coincidencia con la caída del muro de Berlín y venían aviados los acuerdos de paz con el Farabundo Marti para la Liberación Nacional en El Salvador y con la Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca en el norte del istmo centroamericano. Costa Rica fungió de mediador en los conflictos entre los estados nacionales y los movimientos de liberación, mientras Honduras sirvió desde el 84 al 89 de porta aérea de la Cia en la guerra reaganiana de baja intensidad contra la revolución sandinista.
Del noventa, con la imposición/aceptación del consenso de Washington a los países centroamericanos: una serie de diez mandamientos de política económica fueron puestos en practica acríticamente por los gobiernos al poder en el Istmo, privatizado el estado social y de consecuencia aumentando la pobreza. La globalización neoliberal, la modernización o transición democrática que se quiera llamar, ha creado en este rincón del mundo, un sombrío paisaje político. Este, si visto desde arriba aparece como un complejo diseño de ingeniería social constituido por estrechos archipiélagos de inclusión entre bastos espacios de exclusión y ha dado a la luz a dos grandes sujetos de poder. Están los súper-ricos, los megaproyectos [2], las grandes transnacionales y en la orilla opuesta los empobrecidos, expulsados hace tiempo ya del contrato social, vivos en régimen de muerte civil. En la ribera del poder el triangulo de los VIP de la globalización, conformado por diez familias [3], cien transnacionales y veintiséis grupos financieros [4], estos últimos estrechamente ligados a los bancos privatizados con el consenso de Washington. Es una clase político-empresarial financiera de dimensiones regionales, con una particular cohesión, con negocios intrarregionales y bien vinculada entre si y a las cien transnacionales. Esta cúpula se coloca y maniobra la política por encima de las políticas nacionales. Luego una zona gris en la geografía del poder y mas allá los actores fácticos: sujetos sin poder formal pero con grandes influencias de hecho. De ellos se dice poco... en los últimos años son tantos los periodistas y los investigadores que han sido secuestrados, amenazados de muerte o simplemente hechos desaparecer. Las investigaciones académicas y las averiguaciones periodísticas llegan hasta la zona gris y pocas veces meten pie, una zona en la que los reflectores de la legalidad y la vida publica se apagan y el estado de derecho se desdibuja y los actores fácticos convierten lo fáctico en norma. Ahí los empresarios se vuelven progresivamente actores fácticos dando vida a una frontera turbia, zurcida provisionalmente por una serie de prestanombres que hacen perder los rastros de los negocios menos legales. El Istmo, estrecho entre dos narco-estados (Colombia y México) se encuentra a lo largo de la arteria del trafico de cocaína, mientras el lavado de narcodólares inicia en el paraíso fiscal de Panamá City y absorbe los narcodólares para luego distribuirlos en la economía del Istmo por medio de los 26 grupos económico-financieros [5] entrelazados a los bancos privados, y de allí los narcodólares se irradian, circulando por las economías hasta llegar a las mas comunes transacciones cotidianas
El cordón umbilical que une a estos dos sujetos de poder tiene su matriz histórica en el fracaso de los acuerdos de paz (1992 en El Salvador, 1996 en Guatemala), escenario que tuvo su continuidad en una serie de auto-amnistías, la impunidad difusa y que con el tiempo ha creado una especie de cordón sanitario alrededor de los victimarios, domesticando todos los intentos de búsqueda de justicia y de consecuencia incitando la corrupción y debilitando aún mas las estructuras estatales, ya debilitadas por el minimalismo estatal que impuso el consenso de Washington..
Teniendo en cuenta que hoy la política es la sombra que los grupos de poder proyectan sobre la sociedad (como afirma John Dewey) el estado nacional con la complicidad de los políticos locales después del 1989, ha sido debilitado irregularmente. Se ha fortalecido para estar en grado de disciplinar su debilidad y se ha vuelto débil porque funcional al sistema.
Fuerte en reforzar los mecanismos de acumulación y la privatización de la economía, promoviendo leyes en los diferentes países con este objetivo. Débil, en renunciar a frenar la crisis del contrato social [6], situación que ha expuesto enteras poblaciones ya vulnerables a la fuerza centrifuga de la globalización, empujándolas sin pasaje de regreso a un estatus de post-contractualismo, personas de carne y hueso que han sido convertidas en “socialmente invisibles”. Débil porque ha promovido el desmantelamiento del estado social, transformando en business muchos de los servicios básicos semi-gratuitos. Fuerte al modificar la imposición fiscal a favor de los mas ricos y en favorecer las inversiones a los amigos de los gobiernos de turno (las 100 transnacionales). Débil al dejar entrar en sus sistemas jurídicos las leyes de los tratados comerciales modificando de consecuencia las leyes domesticas respondiendo solo a sus intereses. Fuerte tanto en el abandono estatal de los pequeños productores agropecuarios en el campo, pieza fundamental para la autosuficiencia alimentaria, cuanto en la desprotección de la pequeña industria artesanal familiar en las ciudades, dejando en quiebra los artesanos y la microempresa. Débil y miope al no percibir la infiltración de las redes de narcobussines en todos los cuerpos de policía de los países centroamericanos (de los que se salva solo parcialmente Nicaragua) al mismo tiempo que al no buscar de esclarecer los crímenes de guerra de los años ochenta y reconstruir la memoria histórica. Inconsistente en el contraste de la impunidad y desatento en el dejarse escapar de las manos el monopolio de la violencia, que ha pasado progresivamente de mano a los actores fácticos.
La impunidad es hoy el punto de flexión que permite a las redes criminales de aumentar su poder de infiltración, utilizando de almacén operativo las estructuras exmilitares en excedencia luego a la desmovilización que siguió a la firma de la paz. El monopolio de la violencia en mano a este nuevo sujeto de poder, al margen del estado de derecho, utiliza la para-política como lenguaje y los paramilitares como brazo armado. La impunidad es su salvoconducto, empresarios limpios y sucios se mezclan en negocios, mientras las auto-amnistías convierten aséptico el todo en un mecanismo del que se ve solo el inicio.
En Guatemala y en Honduras in primis, con menor intensidad en el Salvador y poco menos en Nicaragua y Costa Rica.
Una pregunta me viene espontánea: ¿Cuánto de estas diez familias, los 26 grupos economico-financieros y los bancos están ligados al narcotráfico y al lavado de narcodólares en Centroamérica? ¿Cuál es el porcentaje de su riqueza que se contamina -mas allá de los prestanombres- con este negocio y cuanto los gobiernos están involucrados en estos negocios con la cúpula de los VIP de la globalización? 
Notas:
[1] Militarización en America Latina pdf 2010: http://www.centredelas.org/index.php?option=com_content&view=article&id=663%3Amilitarisme-a-america-llatina&catid=52%3Ainformes&Itemid=85〈=es



[2] Plan Puebla Panamá PPP, Corredor Biológico Mesoamericano CBM: http://elpolvorin.over-blog.es/article-el-plan-puebla-panama-de-hegemonia-gringa-presenta-nueva-careta-con-obama-51493266.html

[3] Las diez familias en America Central:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=30113

[4] 100 transnacionales, pag 568: http://www.uca.edu.sv/publica/ued/eca-proceso/ecas_anter/eca/2006/691-692/art1-eca%20691-692.pdf

[5] 26 grupos económico-financieros pag. 564:
http://www.uca.edu.sv/publica/ued/eca-proceso/ecas_anter/eca/2006/691-692/art1-eca%20691-692.pdf

[6] La crisis del contrato social Boaventura Sousa Santos:
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/sousa/Reinventar%20la%20Democracia.pdf Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.