sábado, 5 de marzo de 2011

INFORMACIONES HONDURAS ( nr 697 ) 5 de marzo 2011

Poder, revolución y elecciones en Honduras

SEGUNDA PARTE


voselsoberano.com | Domingo 06 de Febrero de 2011 11:29

Tomás Andino Mencia, 31 de enero de 2011

¿Significaba que la base del Partido Liberal se hizo golpista? De ninguna manera. En la misma encuesta, el 69.3% se manifestó en contra del Golpe, el 70% opino que Mel debía regresar al país, y el 73% que Micheletti debía dejar el gobierno y solo el 32% de esos potenciales votantes liberales estaban dispuestos a votar por su propio candidato presidencial, Elvin Santos, figura clave del golpismo. Aquella disposición a votar simplemente significaba que la mayoría de la base liberal todavía tenia ilusiones en las elecciones para agosto de 2009, época en que se hizo la encuesta (recordemos que sus líderes eran partidarios de si participar).
En noviembre 2009 el FNRP llamo a no votar. Cinco meses después de las elecciones, el 1º de mayo de 2010, otra encuesta[6] consulto a los participantes de esa manifestación sobre su pertenencia a partidos políticos. El hallazgo fue contundente, pues solo el 16.7% de los que anteriormente militaban en el Partido Liberal se seguían considerando liberales; incluso se encontró que solo el 18.2% que anteriormente se consideraban udeistas, seguían considerándose tales. Esto indica que entre noviembre 2009 y abril 2010 hubo niveles de deserción del Partido Liberal y de la UD superiores al 80%, al menos en las filas de la gente movilizada por los gremios sindicales y populares; lo que indirectamente nos dice que los niveles de adhesión de la base de estos partidos fueron muy bajos (CER).
Entonces ¿Cómo se explica que los niveles de votación no disminuyeron en general? Nuestra hipótesis es porque el voto nacionalista fue masivo. El estudio de COINMER, arriba citado, muestra que la tendencia en los cachurecos fue la contraria que en el Partido Liberal. El porcentaje de miembros de ese partido dispuestos a votar el 29 de noviembre llego al 79.2% en el mes de agosto de ese año. No tenemos un dato posterior, pero asumimos que debió incrementarse para el mes de las elecciones propiamente dicho, por el atractivo del triunfo nacionalista y por el hecho conocido de que se trata de un partido más disciplinado. En ese sentido, la base cachureca –que años atrás exhibía mucho desanimo de participar en las urnas-- fue ganada por su partido a la idea de votar ante el derrumbe del Partido Liberal.
¿Indica eso que el Frente cometió un error al haber llamado a la abstención en las elecciones del 29 de noviembre? Desde mi punto de vista NO, por cuatro razones:
1)    Porque la Resistencia habría hecho el ridículo político al contradecirse en su oposición al Golpe de Estado y a la vez rendirse a su principal mecanismo de blanqueo
2)    Porque la lucha permitió arrancar a un segmento numeroso de la base ex liberal produciéndole un golpe muy duro a esa arcaica institución política burguesa; y haber llamado a votar habría retenido dicha base en ese partido, debilitando al largo plazo a la Resistencia;

3)    Porque en las condiciones de radicalismo ultraderechista, la Resistencia no habría tenido la más mínima posibilidad ante la manipulación de los resultados electorales; y,

4)    Porque la disposición de la población a participar en un proceso electoral no es el único criterio a tomar en cuenta para decidir si se participa o no; como hemos visto atrás, también debía tomarse en cuenta la importancia estratégica que tenía dicho proceso para la consolidación del Golpe de Estado, es decir, para consolidar un acto de fuerza antidemocrático.

Lo anterior significa que se presentaron las siguientes tendencias:
  1. Que el Partido Liberal se desplomo como fuerza política burguesa, pero que el Partido Nacional se vio fortalecido, a niveles históricos. Fue la masiva  participación de este último y de un segmento de liberales en Resistencia, que acudieron a votar por sus candidatos afines al Frente, lo que explica el sensible incremento en los niveles de votación general respecto a la anterior elección (aunque sin llegar a ser, como aseguran los golpistas, las más votadas de la historia).
  2. Que el Frente Nacional contra el Golpe de Estado cometió un error político al identificar demasiado la Resistencia con el Partido Liberal, generando un efecto de polarización con la base cachureca que, en su mayoría, no se identificaba con el Golpe (el 63.7% no apoyaba o no sabía que opinar sobre el Golpe, COINMER) pero que tampoco quería estar en un espacio copado por el liderazgo liberal, lo cual disparo a niveles históricos la participación de la base nacionalista en el proceso electoral.
  3. Que el FNRP emerge como una opción política por derecho propio ante la base que ha roto con el resto de partidos políticos, ya que el 83.4% de sus  simpatizantes encuestados por CER, manifestó que estarían dispuestos a apoyarlo para convertirse en un Partido político distinto de los demás
  4. Que en la población tiene todavía un importante arraigo la práctica de los procesos electorales como mecanismo de solución a crisis políticas como las que vivimos con el Golpe de Estado.

Estos resultados deben llevarnos a revisar los conceptos que tenemos sobre el régimen de Porfirio Lobo Sosa y sobre el proceso electoral próximo. No en el sentido de considerarlo un gobierno legítimo –sigue siendo heredero del Golpe-- pero si de no seguir creyendo que no tiene base social.
Cuando el gobierno de Pepe Lobo asumió la conducción del país, se encontró con el siguiente panorama político, inédito en la historia nacional.
En primer lugar, con una oligarquía que dejo de ser tolerante con las formalidades democráticas y que demuestra estar dispuesta a romper con las reglas del ejercicio democrático burgués cuando le viene en gana.
En segundo lugar, con un Partido Liberal que ya no es aquella fuerza política mayoritaria, pues 6 de cada 10 liberales simpatizaban con la Resistencia.
En tercer lugar, la izquierda política propiamente dicha, estaba en su mejor momento con un considerable crecimiento en la simpatía del pueblo  pues su potencial electorado paso de un 2% que tenía la UD (cuando era un partido de izquierda) al 12% de la Candidatura Independiente (COINMER).
Y en cuarto lugar hablamos de que la Resistencia era una fuerza política de masas, con un potencial muy superior al caudal electoral de la UD, lo que la convertía en una seria amenaza para la vigencia del bipartidismo en el sistema político nacional y por tanto a su hegemonía oligárquica tradicional.
Sin embargo, la aplicación de una fina estrategia de los Estados Unidos respecto al gobierno de Porfirio Lobo Sosa, ha hecho variar ese panorama en el último año.
El régimen de Porfirio Lobo: sus fortalezas y debilidades
Como vimos, el proceso electoral de 2009 le sirvió parcialmente al régimen para contar con una base social importante dentro del país, específicamente en el Partido Nacional y en un sector minoritario del Partido Liberal que, aunque no voto por él, lo considera legítimamente electo.
¿Qué tan sólida es esa base? Todos los indicadores de la encuesta del IUDOP, a un año de haber tomado posesión, nos permiten ver que el Gobierno de facto de Porfirio Lobo comienza con niveles moderados de popularidad. Sus calificaciones en los distintos temas oscilan mucho entre el 40% y el 60%  (IUDOP-UCA, 2011). Los mismos por bajos que sean, no pueden ser subestimados pues recordemos que Mel comenzó su gobierno con 25% de apoyo en las urnas respecto al total del electorado.
De hecho, a un año de su régimen, el 49% de los encuestados lo considera un “cambio positivo”, y el 66.3% se siente optimista con el pronóstico del país, aunque por hoy, el 86% de encuestados opino sentirse “igual” o “peor” que antes, y el 78.7% no se siente beneficiado en “nada” o en “poco” por la actual administración (IUDOP-UCA, 2011). Esto puede interpretarse en el sentido de que un importante sector de la población, la mas afectada por la crisis, esta harta del conflicto y tiene esperanzas de que las cosas van a mejorar, aunque el régimen no goza de mucho margen para satisfacer esa expectativa.
En este sentido el régimen de Porfirio Lobo tiene una debilidad que se irá incrementando con el tiempo. Debido a la profundidad de la crisis económica heredada del régimen de Micheletti, Porfirio Lobo no tiene otra opción más que destruir las más importantes conquistas de la clase obrera y el campesinado, y atacar el nivel de vida de la clase media, escrupulosamente supervisado por el FMI. Solo véase como en un año ha destruido el derecho al trabajo permanente; neutralizo (y está a punto de derogar) el Estatuto del Docente; ha limitado al máximo el salario mínimo, aprobó el paquete fiscal, y acelera la entrega de las instituciones del Estado a la empresa privada, así como los recursos hídricos de centenares de comunidades; está a punto de desalojar a los campesinos de las tierras beneficiarios del Decreto 18-08 y ha aprobado las “ciudades modelo”, etc.
Pero también en ese año el régimen ha coqueteado con las causas propias de la Resistencia, con sus referencias a la Constituyente y la aprobación de las reformas al Artículo 5 constitucional, lo que opaca sus ejecutorias antipopulares.  Con esa política ha tenido éxito en cooptar al eslabón más débil del Frente, vale decir, un sector del Liberalismo en Resistencia (Carlos Eduardo, Rivera Rodil) y la centro derecha del Partido Liberal (Edmundo Orellana, Yani Rosenthal, Maldonado, etc.); así como también se ha ganado la afinidad de algunos periodistas relevantes supuestamente afines a la Resistencia.
Esa seducción política de su principal contrincante, provoca el rechazo del golpismo de la UCD, quien llega a tildarlo de “chavista”. El conflicto ha llegado inclusive hasta amenazas de Juan Orlando con pasar la cuchilla a la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía General del Estado, reductos del golpismo blanco.
Sin embargo, en la polarizada situación actual, ese conflicto en lugar de desgastar al régimen le abona créditos porque funciona como un decolorante de su rostro golpista.  Lo cual lo hace un régimen más peligroso que el del burdo Micheletti.
Todo lo dicho significa que políticamente el gobierno de Pepe Lobo cuenta con una asesoría muy refinada, que cuida los detalles de una política demagógica para neutralizar el discurso de la Resistencia y disminuir el perfil político de esta.
Las oportunidades que vienen
El punto débil del régimen es que inevitablemente tendrá que continuar asestando duros golpes económicos y sociales al pueblo y en particular a la clase trabajadora y a la clase media, a instancias de los organismos financieros internacionales. La falta de respuesta del FNRP le ha envalentonado y por ello será cada vez más duro.
Por otro lado, no estamos en la misma situación de relativa estabilidad de antes del Golpe. Los golpistas están divididos y la demagogia tiene un límite, a condición de que no se le siga el juego.
Como esos golpes continuaran y su demagogia tiene un límite, la Resistencia debe prepararse para las batallas que vienen. Pero a diferencia del pasado, cuando solo nos preparábamos para luchas reivindicativas aisladas, ahora debemos convertirlas en luchas unificadas y de carácter político, para acumular la fuerza suficiente hacer de estas verdaderas crisis al régimen.
¿Qué tenemos a nuestro favor? El hecho de que la crisis generada por el Golpe sacudió tanto al país que ha creado una consciencia nacional de que el cambio es necesario e inevitable. Las mismas encuestas descubrieron también que una considerable mayoría de la población desea que el orden político del país cambie. El 56.1% estaría “muy de acuerdo” o “algo de acuerdo” con la Convocatoria a una Asamblea Constituyente (IUDOP-UCA, 2011).
Esto es todo un reto para el FNRP que concentra un inédito activismo en los sectores más explotados de la población con capacidad de tener un efecto multiplicador lo suficientemente fuerte para provocar una seria crisis en el sistema, para lo cual primero tiene que salir de su atolladero interno.
El lugar del proceso electoral de 2013 en la estrategia imperial
En medio de esta situación tan volátil, la oligarquía y el gobierno norteamericano están bajo la incómoda presión de legitimar al régimen golpista ante el mundo, mediante un proceso de apertura política que sea confiable, para que este le desbloquee el financiamiento internacional.
Ante esa realidad, el imperio norteamericano ha concebido una estrategia política, en la que han comprometido al gobierno de Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández:
  1. Lograr al corto plazo el reconocimiento internacional en especial de la OEA y UNASUR.
  2. Recomponer el Partido Liberal, en crisis tras el Golpe.
  3. Dividir a la Resistencia popular, debilitarla, y restarle protagonismo.
  4. Recuperar la confianza del Pueblo en el sistema político burgués, comprometiendo a una falseada representación de la Resistencia a participar en el proceso electoral 2013, a través de los partidos legalmente existentes.

Las primeras medidas que ha implementado en esa estrategia son:
Primero, empujan a los liberales a reconstruir su unidad, a través del Frente de Unidad Liberal, para que sea una especie de grupo bisagra entre los Liberales en Resistencia y la ultraderecha liberal. Su meta es reunificar el Partido para revertir su proceso de desintegración.
Segundo, presionan al sistema de justicia para que allane el camino para que Mel Zelaya se reintegre a la vida política del país, con lo cual esperan atraerlo a las filas del liberalismo y potenciar ese proceso de reunificación.
Tercero, favoreceran el camino para que se inscriba una alianza de la cúpula del Liberalismo en Resistencia con la UD, llamado Frente Amplio Politico Electoral en Resistencia (FAPER), donde confluyen liderazgos pro norteamericanos como Carlos Eduardo Reina y oportunistas como Cesar Ham que no han tenido empacho en conciliar con Pepe Lobo.
Cuarto, logrado el FAPER, intentaran participar en las internas del partido Liberal para “rescatarlo”, y si lo logran después buscaran su inscripción como alianza con la UD teniendo como base de respaldo al FNRP.  Si no, lo harán solamente a través de la UD.
El punto es disipar el protagonismo del FNRP, fortalecer el bipartidismo y moderar políticamente el radicalismo de la base del Frente.
Cuenta a su favor con el desgaste del Frente, del golpismo recalcitrante y el arrebato de las banderas originalmente planteadas por la Resistencia.
El escenario electoral mas probable
¿Cuál sería el escenario futuro más probable de llevarse a cabo esa estrategia?
1.    De aceptarse la propuesta del FAPER, el FNRP se veria reducido a un rol de apoyo a “los políticos” (pegar afiches, hacer propaganda) y a su tradicional rol de movimiento reivindicativo, ya que los temas políticos serian acaparados por aquellos; incluso el FNRP perdería control de la participación de la Resistencia en el proceso electoral, pues las decisiones cotidianas las tomarían la UD y los dirigentes del Liberalismo en Resistencia. De esa forma su perfil como entidad política se veria reducida al máximo en medio de la contienda electoral, con lo cual la UD y eventualmente el Partido Liberal superarían el estado de debilidad en que están y sonsacándole activismo al FNRP.
2.    De constituirse el FNRP en un partido político –suponiendo que la oligarquia le abra esa posibilidad, lo que es remoto—o si decide irse por una candidatura independiente, se enfrentaría al panorama de ir dividida al proceso electoral, ya que ni la UD ni los Liberales en Resistencia desistirán de inscribir su proyecto político electoral (el FAPER), generando una gran frustración en las bases, las cuales no están pensando en ser una simple “oposición” sino en “tomar el poder”.

3.    Con la administración del TSE en sus manos, la burguesía se asegurara de que la representación de la Resistencia –cualquier sea la modalidad con la que llegue-- sea la mínima necesaria para ser oposición frente al bloque de liberales y nacionalistas, los cuales tenderán a actuar como una sola fuerza política, asegurándose mayoría calificada en el parlamento.
4.    Con lo absorbente que son los procesos electorales de la burguesía, el FNRP en la práctica tendera a dejar la lucha social a un lado, sometiéndose a un desgaste de energía sicológica y recursos económicos por “llegar al poder”, mientras el golpismo derriba nuestras conquistas una por una.

5.    En el camino muchos cuadros del Frente, serian cooptados por el sistema burgués y tenderán a convertirse en sus defensores, y, en el peor de los casos, otros se acomodaran al mismo como sucedió con la UD.
Los Riesgos de su estrategia para Pepe y los gringos
Esta estrategia norteamericana no se hace sin riesgos para ellos.
El imperio, Pepe y Juan Orlando no tienen ninguna garantía de que lograra la revitalización del Partido Liberal y de que el proyecto del Frente Amplio lograra impedir la consolidación del FNRP como opción partidaria del pueblo en Resistencia.
El imperio tampoco tiene asegurado que disciplinara a la UCD y a la cúpula militar golpista. Estos últimos parecen haber endurecido sus posiciones, a consecuencia del triunfo de los republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, quienes parecen respaldarlos.
De ahí que sea de gran importancia para el gobierno de Obama sacar los cuadros de la UCD de la Corte Suprema de Justicia y de la Fiscalía General para impedir la posibilidad de que la oligarquía golpista se coloque como obstáculo.
Estos movimientos de los dos bloques a nivel de Estado, pueden estallar en crisis política en cualquier momento, la cual puede ser aprovechada por la Resistencia.
EN CONCLUSION:
Tal como está planteado en el momento actual, la participación en el próximo proceso electoral es una opción inconveniente para el movimiento de la Resistencia popular, ya que tiene peligros que no compensan lo que se puede ganar.
Por tanto, de forma creativa, la Resistencia debemos buscar un curso alternativo, que nos conduzca a recuperarnos, acumular fuerza y luego pasar a una ofensiva general en pro de la Constituyente.
Espero que este aporte sirva a los delegados y delegadas de las bases dela Resistencia a sopesar los pros y los contras con criterio suficiente para tomar la mejor decisión en la próxima Asamblea Nacional del 26 de febrero.
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[1] Si el gobierno sandinista repite la historia hoy, es decir si no expropia el poder económico a la burguesía, esta volverá al Poder, y peor aún, si la cúpula sandinista se convierte en una “nueva burguesía”, Nicaragua seguirá siendo pobre sin necesidad de que el FSLN pierda el gobierno.

[2] Eso se ve claro en el caso de las experiencias de gobiernos de izquierda o socialdemócratas en Brasil, Chile, Uruguay y Argentina, quienes a la par de algunas reformas sociales parciales, aplican planes de ajuste recomendados por los organismos financieros internacionales del imperio. Incluso hemos comenzado a ver a un Rafael Correa y a un Evo Morales aplicando algunas medidas neoliberales (como la estandarización salarial en Ecuador y aumentos a los combustibles en Bolivia) que han sido rechazadas por sus pueblos y que alimentan el discurso de la derecha.

[3] En un estudio que hice en 2008 (“Las Reformas Electorales en Honduras y la Actual Contrarreforma Electoral”, 24-1-08) describí las contrarreformas de la siguiente manera: “El primer acto de la contrarreforma fue la repartición de instituciones claves del Estado, dejando fuera de ellas a las fuerzas de la socialdemocracia (PINU-SD) y la izquierda (UD). Fresca estaba la tinta de los acuerdos del 4 de septiembre de 2001, cuando el 15 de mayo de 2004 las cúpulas de los partidos tradicionales oligárquicos (Liberal y Nacional) llegaron a un pacto secreto para repartirse las nuevas instituciones, excluyendo a las fuerzas políticas que podrían hacerles contrapeso. El Tribunal Supremo Electoral, el Registro Nacional de las Personas, la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía General del Estado y el Tribunal Superior de Cuentas fueron repartidos de forma sectaria. En el caso del TSE la exclusión de la UD y del PINU implicó la materialización del primer retroceso institucional y electoral.

[4] Consultores en Investigación de Mercados y Opinión Publica S. de R.L., “Estudio de Opinión Publica, Nivel Nacional”, basado en una muestra de 1470 encuestados(as), pág., 20.

[5] Instituto Universitario de Opinión Publica, Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, Vice Rectoría de Proyección Social, Boletín de Prensa, Año XXV, No.1, enero 2011.  El estudio fue basado en una muestra de 1548 encuestados(as)

[6] Encuesta sobre preferencia partidarias patrocinada por el Frente Nacional de Juventudes en Resistencia y ejecutada por “Cambio, Estudio y Refundación” (CER), en la manifestación del 1º de mayo de 2010.