Sitio actualizado diariamente con un resumen de últimas noticias alternativas de la resistencia en Honduras rompiendo con el cerco desinformativo.
________________________________________________________________________________
Sábado 27 de Febrero de 2010 17:18
Tomado de : CODEH
Declaraciones brindadas por, Andrés Pavón,
Presidente del Directorio Nacional del Comité
para la Defensa de los Derechos Humanos en
Honduras (CODEH), luego de su reunión con el
Embajador de Estados Unidos en Honduras,
Señor Hugo Llorens
Periodista David Romero Ellner, de Radio Globo: Tenemos conocimiento de la reunión que sostuvieron varios organismos de derechos humanos, incluyendo el CODEH, con el Embajador Hugo Llorens, cual fue el propósito de esta reunión, si nos puede hablar al respecto
Andrés Pavon: El embajador Hugo Llorens, esta interesado en aproximar a los organismos de los Derechos humanos con algunos funcionarios del Estado, sobre todo los que tienen obligaciones de Seguridad, entre otros; él manifiesta que Honduras no debe seguir siendo objeto de presiones, que somos un país pobre y que estas medidas pueden provocar consecuencias lamentables a futuro, puso el ejemplo de Haití. Dicen ellos que, incluso, las medidas para presionar a los golpistas no fueron más allá de quitarles las visas a algunos de ellos y suspender algún tipo de ayudas que no afectan el desarrollo de la economía del país, la suspensión total de la ayuda económica a quien afecta es al pueblo a los mas pobres. Yo creo que esto es un argumento para manejar la idea de que aquí en Honduras hubo un golpe de estado de carácter institucional y no un golpe de estado de carácter militar, por que los Estados Unidos al reconocer que hay un golpe de Estado de carácter militar suspende automáticamente todas las ayudas al país y a la vez declara que mientras no se retome al orden democrático y se restituya La Constitución de la República no podrán reconocer ese gobierno; Estados Unidos tenia la fuerza para que en este país se diera un nuevo pacto: económico, social, y político ósea una nueva Constitución de la República, pero no lo hizo, ahora esto será causa, quizá, que el conflicto se prolongue.
Periodista: ¿Trataron el tema de la Comisión de la Verdad?
Pavon: Creo que en el fondo hay que tener mucho cuidado con este tema, nosotros no debemos de caer en la trampa que esto es una Comisión de la Verdad por que no es cierto, las comisiones de la verdad se dan en el marco de procesos donde los dictadores y todos aquellos que a su alrededor han cometido delitos de lesa humanidad y han agredido la dignidad del pueblo han cesado de sus cargos; los actores del conflicto entramos a un proceso de dialogo y en el marco de ese escenario surge una comisión orientada a encontrar a los autores del crimen, demostrar los medios de prueba, reparar los daños causados y sobre todo evitar que continúen dándose estos hechos, declarar públicamente que esto nunca más se podrá dar en este país. Entonces esto no es una comisión de la verdad por que no se da en el marco de estas condiciones, se da en el marco de un contexto en donde nos agreden, nos persiguen, nos asesinan, nos secuestran, nos torturan, violan nuestras mujeres, se reúnen tal como usted lo menciona en el editorial, para darle continuidad al golpismo; eso no es una comisión de la verdad, el pueblo de Honduras no debe de caer en esa trampa por que lo que pretenden es posesionar en el imaginario social la idea que esto es una Comisión para eso; es una comisión para decir si aquí el golpe de Estado fue militar o institucional. Pareciera que es una Comisión para entregarle a la comunidad latinoamericana un documento que será el manual de los golpes de estado institucionales, con la intención que se sigan aplicando en países en donde el conflicto es visible, que ya se encuentran en la etapa de calentamiento de la calle como Ecuador y Venezuela. Entonces lo que nosotros vamos a probar no es un documento de la verdad, estaríamos aportando un manual de golpes de estado. En lo que estamos de acuerdo es en buscar la verdad de estos crímenes y nosotros estaremos apoyado esta verdad.
Periodista: Es correcto, me parece que la percepción que tengo es que hay una intención o una presión por parte del departamento de Estado por encontrar una verdad, por ejemplo si era justificado lo del golpe de Estado, si se cometieron o no errores y a la vez blanquear la percepción en el mundo que en efecto aquí no a habido un golpe de Estado militar.
Andrés Pavón: Así es efectivamente, eso lejos de ser un documento de la Comisión de la Verdad va ser un manual estratégico para dar golpes de Estado en América Latina de carácter institucional y quizás en el resto del mundo, ojala y no estemos equivocados; allí es donde nosotros debemos de tener cuidado si los organismos de Derechos Humanos podemos estar siendo utilizados de manera mediática para poder posesionar la idea de que aquí puede haber una Comisión de la Verdad y por ahora eso es totalmente falso, razón por la cual el señor Custodio sale manifestando que esta Comisión lo que pretende dar es la continuidad del anarquismo del siglo 21, están provocando contradicciones que son dirigidas, que nos hacen creer que los inspiradores del golpe y los golpistas de este país se oponen incluso a la creación de esa Comisión. Esa es la trampa David, por eso hay que saber denunciarlo a tiempo y yo los felicito a ustedes por esa decisión. Lo más grave David es que tenemos información, que estamos procesando en el CODEH, es que al parecer están utilizando a los lideres y miembros de la Resistencia Popular para agredirlos, perseguirlos, asesinarlos, están utilizando periodistas, como los muchachos camarógrafos de Radio Globo que fueron torturados con el fin de mandarle un mensaje indirecto a Porfirio Lobo Sosa, para presionarlo y decirle que la comunidad internacional no te va a reconocer por que aquí hay una política de violación sistemática a los Derechos Humanos y si vos no te pones claro en el marco de este paquete vamos a seguirte matando lideres populares para que cintas que nosotros estamos en disposición que la comunidad Internacional no te reconozca, esos son los grupos de poder factico que aun tienen control de aspectos estratégicos del Estado.
Periodista: Eso me parece grave y creemos que es posible.
Pavon: Entonces nosotros creemos David, tener y lo digo con propiedad; En este momento el paquete que están tratando de imponerle a Porfirio Lobo Sosa, la presión que esta recibiendo el señor Porfirio, bajo que condicionamiento ha empezado ha gobernar y en esto es probable que tengamos la posibilidad de cómo pueblo sacar una cantidad de firmas y mandarle una carta a Obama y decirle que él indirectamente también puede estar siendo utilizado en el marco de ese paquete de negociaciones en este país, nosotros nos hemos vuelto chivos expiatorios están cometiendo delitos de lesa humanidad, es un acto de carácter criminal como se lo manifesté al señor Hugo Llorens ayer (martes 16 de febrero) estos son criminales, han pasado de violaciones de Derechos Humanos a utilizar el crimen y el terror para poder provocar la crisis que actualmente nosotros estamos viviendo y no solo es la orientación hacia los sindicalistas; pasaron de los maestros, ahora están agrediendo al movimiento sindical por que en el marco de esto están construyendo miedo están posicionando escenarios mediáticos, en el momento que esto suceda van a poder pasar a otro sector gremial del país u otro sector de intelectuales y académicos, artistas o poetas. Esto se esta dando según lo que decía.
Periodista: Que recomendar al Presidente Lobo.
Pavon: Nosotros recomendamos al señor Lobo Sosa que debe de volver sus ojos a los sectores populares, hacia ese sector progresista que ha dado la cara resistiendo este golpe de Estado para encontrar, de alguna manera, la posibilidad de desenmascarar ese paquete que a presión le están metiendo, y usted va ir viendo como se van a ir desarrollando los acontecimientos, quien coloca a los funcionarios que no son del partido nacional sino que corresponden a otras corrientes incluso se supone de personas que han tenido una tradición progresista a lo largo de la historia, son estos supuestos progresistas entre comías, que han estado ligados a esos grupos de poder fácticos y ahora los están manejando para colocarlos y que tomen esos cargos. Revise usted el Instituto Nacional Agrario, aquí se están desenmascarando los que históricamente han estado ligados a estos grupos fácticos para hacerle creer al mundo que nosotros David, estamos en un gobierno de conciliación. No estamos en el gobierno del paquete que obligadamente le están dando al señor Lobo Sosa y como hay cosas mas graves dentro del paquete que no tolera la comunidad internacional entonces nos están matando, torturando, nos están violando las mujeres, nos están asesinando para justificarle a la comunidad internacional que este gobierno de Lobo Sosa es violador de los Derechos Humanos, y le dicen a él si no te pones claro, vamos a seguir en esta tendencia, hay que darle seguimiento a esa reunión que hubo en casa Presidencial en donde estuvo la cúpula militar, no se que pudieron haberle recomendado.
Periodista: Además recuerda Pavón que el Presidente Lobo Sosa en Republica Dominicana, previo a la toma de posición, se comprometió a proteger y a defender lo Derechos Humanos en mi país, es un compromiso que hizo él y lo están haciendo quedar muy mal estas estructuras paramilitares dejadas por los golpistas.
Andrés Pavón: Si, de alguna manera, yo creo que lo que lo que hace falta es un poco más de voluntad, más coraje al Señor Lobo Sosa, si usted analiza, ayer los campesinos del Aguan en compañía de unos abogados del Frente de Resistencia Popular, fueron a visitarlo, estuvieron legitimando las acciones de gobernabilidad del señor Lobo Sosa, también dio una conferencia de prensa en compañía de lideres del magisterio, ese es un acto de legitimidad, los obreros por otro lado han aceptado la posibilidad de negociar el salario mínimo con la Secretaria del Trabajo, pero son los mismos estos que fueron a visitar a Lobo Sosa, los mismos también que de alguna manera forman parte del Frente Nacional de Resistencia, ahí de alguna forma muy estratégica, hay un acto de aproximación yo creo que los únicos que de alguna manera dentro del Frente Nacional de Resistencia Popular contra el golpe de Estado, que mantienen cierto rango de firmeza, porque firmamos un documento días antes de las elecciones en la cual se dijo: “no reconocemos el proceso electoral ni sus resultados”, son los Organismos de la Plataforma de los Derechos Humanos, pero también el Magisterio lo manifestó, no obstante el magisterio está en un proceso de aproximación y negociación; yo creo que esto hay que verlo con cierto carácter de inteligencia y el Señor Lobo Sosa debe ser claro, aprovechar estas aproximaciones con el sector popular y decir que aquí me están presionando para meter este paquete, coloque a fulano aquí en este cargo, a fulana en este otro y a mengano en ese otro y ahora quieren que coloque a los demás en este, ó sea darle la estructura de hacer creer que en realidad es un gobierno de integración en el que participan sectores progresistas con sectores golpistas y los sectores golpistas aunque estén directamente ligados a la acciones de agresión que recibieron las victimas y que recibió el Estado al haber cometido delitos de lesa humanidad, entonces hace parecer que es un gobierno de conciliación y vuelve a los demás, a la verdadera fuerza social que genera las contradicciones en una masa marginal. Los que forman directamente parte del Frente Nacional de Resistencia contra el golpe de Estado quedan de alguna forma marginal en ese proceso de reuniones. Si usted lo observa los dados están tirados y algo va a suceder no hay que descartar alguna posibilidad que aquí se pueda dar un acto de insurrección, este acto puede provenir directamente de las fuerzas armadas donde la ambición de poder no es problema de carácter ideológico.
Porque las Fuerzas Armadas nunca van a dar un golpe de Estado progresista pero si se puede dar un acto de rebelión interna, por aquellos que tienen aspiraciones de asenso dentro de las Fuerzas Armadas. Por que un Estado Mayor Conjunto que le niega la oportunidad a los subalternos a acceder a esos cargos es una especie de dictadura, que va a provocar inquietudes dentro de la oficialidad que por ley debería de continuar ocupando esos cargos. Repito no es una insurrección progresista sino de ambiciones de poder.
Periodista David Romero: gracias Andrés un placer saludarlo de nuevo
Andrés Pavón: Gracias a usted David y su equipo.
Periodista: el señor Andrés Pavón, defensor de los Derechos Humanos, que asistió este martes 16 de febrero, a la reunión con el embajador de la embajada americana el señor Hugo Llorens, a sido muy claro en sus apreciaciones.
Urgente
En las oficinas de Migración de la ciudad de Choluteca, desde hace 15
días, se encuentra detenido el menor de edad (16 años), de nombre Reynal
Javier Zuniga. Fue detenido por la policía y remitido a las oficinas de
Migración por no portar documentos, es hijo de una familia extremadamente
pobre, se supone que el menor no fue registrado en el Registro Nacional de
las Personas, situación que viven muchos niños en el Municipio del
Triunfo, Choluteca.
La situación del menor es bastante delicada ya que tiene una herida en una
de sus piernas, herida que está en estado crítico al parecer de continuar
privado de su libertad estaría a punto de una cangrena y pudiera
amputársela la pierna.
El Sacerdote de la comunidad llevó el registro bautismal y se ha llevado
oficio de la persona que sirvió de partera; aun así continua privado de su
libertad por disposición del Director de Migración, el General Willy
Nelson Mejia.
Esta detención se da en el marco de la crisis homofóbica contra los
ciudadanos de origen Nicaragüense, miembros del Comité Municipal de
Choluteca se hicieron presentes en compañía del Sacerdote y no lograron la
libertad del menor de edad, en este momento estamos presentado un Habeas
Corpus para obtener la libertad y hacer los esfuerzos de salvarle la
pierna con la herida en crisis como consecuencia de las pésimas
condiciones en las que se encuentra.
COMITÉ PARA LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS EN HONDURAS (CODEH)
Garzón, un juez cuestionado
voselsoberano.com | Sábado 27 de Febrero de 2010 11:06
La Jornada, 27 de febrero de 2010
La representación clásica de la justicia es una mujer con los ojos vendados, una balanza en una mano y en la otra una espada. Nunca me gustó esa alegoría de la ceguera de la justicia y menos con la espada. Creo que la justicia tiene que mirar de frente, buscar el equilibrio de la verdad e impartir justicia; reparar el daño hecho a las personas y a la sociedad.
Siempre recuerdo a Henry Thoreau, quien decía que toda persona amante de la libertad debe ser respetuosa de la ley, respetarla y hacerla respetar; señalaba que no toda ley es justa, que las leyes injustas deben ser desobedecidas hasta su total nulidad. Así asumió su compromiso con la sociedad en los hechos concretos y proclamó la resistencia civil, no violenta
, que lo llevó a la cárcel, negándose a pagar los impuestos para la guerra contra México. Esa misma decisión la asumieron Mahatma Gandhi en el movimiento de liberación de India, Luther King, Lanza del Vasto, el Dalai Lama, los movimientos indígenas, los campesinos sin tierras, los obreros y las luchas en defensa de los DD.HH. de Argentina y otros países latinoamericanos, los cuales tuvieron ese camino de inspiración y compromiso en la resistencia contra las dictaduras militares que asolaron la vida de nuestros pueblos.
Las FF.AA. buscaron la impunidad jurídica y negociaron con dirigentes políticos, sectores eclesiásticos y empresariales y utilizaron todos los medios para impedir el derecho de verdad y justicia de los pueblos. Esa situación de impunidad motivó a los organismos de DD.HH. a recurrir a instancias internacionales, abrir espacios a fin de alcanzar el derecho a la justicia que en nuestros países se nos negaba.
Recuerdo el primer encuentro con el juez Baltasar Garzón en Madrid, todavía no lo había autorizado la Audiencia Nacional para asumir el juicio en Argentina. En ese primer encuentro le entregué mi testimonio como sobreviviente de la dictadura militar; fue un manuscrito en varias hojas de cuaderno. El encuentro fue alentador, se abría una posibilidad y esperanza de poder juzgar a los responsables de crímenes de lesa humanidad en España a partir de ciudadanos y ciudadanas españoles.
En Argentina las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, dictadas durante el gobierno de Raúl Alfonsín, con la complicidad de dirigentes peronistas, radicales y los militares, buscaron la impunidad e imponer el olvido. Su discurso era: el pasado hay que dejarlo, hay que mirar hacia delante para retornar a la democracia
. Negaron el derecho al pueblo y a los familiares de las víctimas a saber la verdad.
Frente a la impunidad jurídica en nuestro país, los organismos de DD.HH. recurrimos a otras instancias, como Francia, Alemania, Italia, Suecia y España, para lograr que la justicia asuma la responsabilidad con los ciudadanos de sus países, víctimas de la dictadura militar y que apliquen el derecho internacional.
El trabajo fue avanzando lento pero firme, el juez Baltasar Garzón asumió con responsabilidad esa tarea y tuvo que sortear muchas dificultades con coraje y voluntad de llevar adelante el juicio contra los represores argentinos y chilenos. La detención del dictador Augusto Pinochet en Londres provocó un fuerte detonante internacional de avanzar en superar la impunidad y someter a juicio a los represores.
El juez Garzón es incómodo para quienes pretenden ocultar la verdad y mantener la impunidad jurídica, y buscan destituirlo para evitar que investigue los crímenes de lesa humanidad provocados por el franquismo.
Mientras juzgaba crímenes en países como Argentina y Chile, le permitieron avanzar sin grandes cuestionamientos, pero cuando abre la causa sobre lo ocurrido en España el Tribunal Supremo español busca todos los caminos y artimañas para impedirlo y apartar al juez de sus funciones, acusándolo de prevaricar en la causa contra los responsables de crímenes cometidos durante el franquismo.
España, después de la muerte del generalísimo Franco, quien se proclamaba caudillo de España por la gracia de Dios
buscó la complicidad del silencio y el olvido. Se impuso que la época vivida por el pueblo durante el franquismo quedaba en el pasado oscuro y de eso no se habla.
Sacrifican el derecho de verdad y justicia, en lo que consideraban el bien superior de retornar a la democracia, sin conflictos y no revolver heridas del pasado
.
Los jueces cómplices de la impunidad buscan separarlo y suspenderlo mientras dure el proceso en su contra, a pedido de organizaciones de derecha franquistas que han iniciado la querella contra Garzón. Lamentablemente hay sectores que dicen ser progresistas
que se han sumado a la campaña de lograr la destitución de Garzón.
Es necesario que los organismos de derechos humanos, movimientos sociales, magistrados, colegios de abogados, iglesias y sindicatos actúen en defensa del juez Garzón en España, América Latina y a escala internacional.
Hacemos un llamado al Tribunal Supremo Español para que actúe con ecuanimidad y le decimos que la justicia no es ciega: los pueblos tienen los ojos abiertos.
Juan Gelman dice: En Argentina habemos jueces que violan el derecho de gente, el derecho humanitario internacional, los derechos de los agredidos, la moral y la ética más corrientes, movidos tal vez por viejas complicidades. El juez Garzón no pertenece a esa tribu y que lo juzguen por hacer justicia no se entiende. No lo entendemos en América Latina. Tampoco en otras partes del mundo
.
* Premio Nobel de la Paz
SOLIDARIDAD CRISTIANA PARA
DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS
voselsoberano.com | Sábado 27 de Febrero de 2010 10:27
MUERTE, PERSECUSIÓN Y AMENAZAS CONTRA OPOSITORES AL GOLPE DE ESTADO Y DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS, SIGNO DE DEBILIDAD Y DESESPERACIÓN DEL REGIMEN GOPISTA Y SU CAMARILLA PEPISTA.
El Observatorio Ecuménico para los Derechos Humanos en Honduras del Consejo Latinoamericano de Iglesias CLAI, ante la sistemática represión y violación de los derechos humanos en contra de miembros del Frente Nacional de Resistencia Popular y defensores de los Derechos Humanos, por parte del regimen golpista del Presidente Porfirio Lobo Sosa, ante la Comunidad Cristiana nacional e internacional, nos pronunciamos en los siguientes términos.
1.- Condenar y repudiar energicamente el asesinato de la compañera CLAUDIA LARISSA BRIZUELA GONZÁLES, militante activa del Frente Nacional de Resistencia Popular, madre de dos hijos (36 años), hecho ocurrido el día de ayer miércoles 24 de febrero en la colonia Celio Gonzáles, de la ciudad de San Pedro Sula a las dos de la tarde por sujetos desconocidos que llegaron a su casa, y al abrirles la puerta le dispararon impunemente. Hecho criminal que se suma al asesinato de los dirigentes sindicales VANESA ZEPEDA ALONZO del SITRAIHSS y JULIO FÚNEZ BÉNITEZ del SITRASANAA en la ciudad de Tegucigalpa en las últimas semanas de este mes de febrero.
2. Denunciar las amenazas de muerte de que ha sido objeto la Profesora de educación media REINA SUYAPA CENTENO, ex miembra del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH) de la ciudad de Tocoa. Colón y Dirigente Nacional de la Asociación de Amistad Honduras Cuba (AHC) y los Circulos Bolivarianos Operación Milagro, así como la persecusión y seguimiento de que ha sido víctima el Procurador de los Derechos Humanos del CODEH el joven GUILLERMO AMADOR por hombres armados conduciendose en motocicletas.
3. Ante este ambiente de terror y en el marco de una estrategia de desmovilizar a la población contra las políticas de represión, sometimiento popular y busqueda de legitimación del regimen de facto, El Observatorio Ecuménico de DDHH del CLAI, demandamos del Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos (Comisión y Corte Interamericana ) y los organismos Multilaterales de la ONU y demás instancias internacionales no gubernamentales y ecuménicas del mundo, la adopción de medidas de presión, condena, denuncia, repudio y rechazo a las políticas de terror, intimidación y manipulación que el gobierno golpista y los grupos de poder realizan, ante la indefensión nacional a que estamos sometidos los habitantes de la república, por la COLUSIÓN de los poderes del Estado, polìticos, autoridades eclesiales, empresarios y demás organismos contralores de los abusos de autoridad y poder como el Dr. Ramón Abad Custodio López del CONADEH, CSJ, FISCALÍA, PROCURADURIA entre otros.
La solidaridad cristiana y militante del mundo, el amor por el projimo y la oración por la vida y la paz, es nuestro grito de auxilio ante esta escalada de terror en Honduras.
Tegucigalpa, MDC 25 de febrero de 2010.
Las cuatro utopías fundacionales de la Revolución Cubana
voselsoberano.com | Martes 02 de Febrero de 2010 13:24
Ante todo, deseo agradecer a la Presidencia y al Comité Científico de este Taller la oportunidad que me han ofrecido de presentar ante ustedes algunas tesis e hipótesis vinculadas a mis avances de investigación acerca de las que he venido denominando “utopías fundacionales de la Revolución Cubana”. Pero antes de abordarlas me siento obligado a definir el significado que le atribuyó al término “utopía”.
No es mi propósito introducirme en esa discusión que seguramente nos llevaría a analizar si “el socialismo” es el punto de llegada o, como lo planteó Marx en su famosa Crítica al Programa de Gotha, sólo el tránsito imprescindible entre la vieja formación económico-social (el capitalismo) y “el comunismo”. También nos llevaría a analizar la multidimensional crisis que está viviendo nuestro planeta y las posibilidades de que la depredadora e incontenible dinámica de la que Inmanuel Wallerstein llama “economía [capitalista] mundo” termine destruyendo la vida humana, antes de que puedan hacerse verdad los ideales del socialismo-comunismo.
Por eso, ahora sólo quiero acentuar que, sin dudas, ese “sueño” (todavía no sabemos, si realizable o irrealizable) de Marx, Engels y de sus diversos seguidores e intérpretes también nutrió las diversas utopías de la Revolución Cubana que triunfó el primero de enero de 1959; entendiendo esas utopías –junto con Franz Hinkelammert— como “la permanente crítica del presente, a partir de las perennes esperanzas en un futuro mejor”.
En esa comprensión, y hablando en términos filosóficos, cualquier utopía siempre ha sido y será una negación de la negación, en tanto aún en los casos en que puedan convertirse total o parcialmente en realidad, siempre será el punto de partida para la elaboración nuevos “sueños”, de nuevas utopías. Como indicó Fidel Castro en su célebre entrevista con Tomás Borges, publicada por primera vez en 1992 con el título Un grano de maíz, “[si] en nuestro país, hemos visto convertidos en realidades muchos sueños de ayer […] Y si hemos visto utopías que se han hecho realidades, tenemos derecho a seguir pensando en sueños que algún día serán realidades, tanto a nivel nacional como a nivel mundial”. Y agregó:
No tenemos otra alternativa que soñar, seguir soñando, y soñar, además, con la esperanza de que ese mundo mejor tiene que ser realidad, y será realidad si luchamos por él. El hombre no puede renunciar nunca a los sueños, el hombre no puede renunciar nunca a las utopías. Es que luchar por una utopía es, en parte, construirla.
Y es desde esas perspectivas políticas, teóricas, metodológicas y epistemológicas que en mis indagaciones acerca de la cincuentenaria historia de la Revolución Cubana, me he propuesto sintetizar las que ahora denomino sus “cuatro utopías fundacionales”. No tengo tiempo para describir el inconcluso transcurrir de mis indagaciones (particularmente sobre el pensamiento y la praxis de todas las organizaciones revolucionarias que lucharon contra la dictadura de Fulgencio Batista y que, a partir de 1965, fundaron e integraron el actual Partido Comunista de Cuba), ni todos los datos que fundamentan mis tesis e hipótesis.
Sin embargo, en el lenguaje actual –que no siempre es idéntico al empleado en años anteriores—, y partiendo de lo que he avanzado en mis estudios e investigaciones me siento en capacidad de decir que esas utopías, interrelacionadas entre sí y sin orden de prelación, fueron, y en mayor o menor medida, siguen siendo las siguientes:
Primera, la utopía de un mundo post-colonial, post-neocolonial, post-capitalista, post-imperialista y, por tanto, “gobernado” por un Sistema Internacional de Estados, justo, democrático, solidario, así como “post-bipolar” o, como se le llama ahora, confundiendo “la hegemonía”, con “la polaridad”: “post-unipolar” o “multipolar”. Como se demostró en otros momentos de la historia un sistema internacional puede cumplir ese requisito y, sin embargo, estar hegemonizado por una o más potencias.
Cualesquiera que sean sus coincidencias o discrepancias con esa afirmación, en ese orden, desde los primeros meses del propio año 1959 y sin negar que la contradicción fundamental, pero no única de la época era la existente entre el capitalismo y el socialismo, la Revolución Cubana fue portadora de una crítica teórico-práctica a la mal llamada “bipolaridad Este-Oeste” que tipificó, al menos, el mundo de la que Roberto González llamó “primera guerra fría”. [2]
Ello explica, entre otras cosas, las claras posturas anti-colonialistas, anti-neocolonialistas y antiimperialistas del liderazgo político-estatal cubano, así como las múltiples diferencias de enfoques sobre diversos problemas internacionales (por ejemplo, la coexistencia pacífica) que, con intensidad variada, se presentaron entre el segundo Gobierno Provisional Revolucionario Cubano (presidido entre el 17 de julio de 1959 y el 3 de diciembre de 1976 por el doctor Osvaldo Dorticós Torrado) con los liderazgos político-estatales del entonces llamado “campo socialista” y en particular con los gobiernos de la URSS, de las democracias populares este-europeas (incluidos las de Yugoslavia y Albania) y de la República Popular China. En la opinión del gobierno cubano y, a partir de 1965, de la dirección del Partido Comunista de Cuba los enfoques de esas potencias del llamado “Segundo mundo” no tomaban suficientemente en cuenta los problemas del mundo subdesarrollado y dependiente del “Primer mundo”; en particular de los Estados nacionales o multinacionales que por entonces habían emprendido el complejo camino de su liberación nacional y social.
Lo antes dicho explica la rápida identificación de la Revolución Cubana con los propósitos de la Conferencia Afroasiática efectuada en Bandung de 1955 y el impulso que a fines de 1959 le imprimió el gobierno provisional revolucionario antes mencionado a la frustrada convocatoria de una Conferencia de la ONU dirigida a analizar los problemas que afectaban a los que llamó “países sub-industrializados”. También explica la participación de Cuba en la fundación del Movimiento de Países No Alineados (MPNOAL), realizada en Belgrado, Yugoslavia, en 1961, al igual que el inmenso esfuerzo realizado por las autoridades político-estatales cubanas en la organización de la Primera Conferencia de Solidaridad de los Pueblos de Asia, África y América Latina celebrada en La Habana en enero de 1966. Parafraseando los términos utilizados por el comandante Ernesto Che Guevara en su famoso ensayo publicado en abril de 1961, esa conferencia fue convocada desde el criterio de que la Revolución Cubana no era “una excepción histórica”, sino “vanguardia en las luchas anti-colonialistas” que entonces se desarrollaban en todo el mundo.
No tengo que decirles a ustedes que –a pesar de todos los cambios mundiales que se han producido desde 1959 hasta la actualidad— esa utopía de un mundo post-colonial, post-neocolonial, post-capitalista, post-imperialista y, por tanto, de un Sistema Internacional de Estados democrático, solidario, así como “multipolar”, en los que puedan garantizar sus intereses todos los Estados y pueblos del otrora llamado Tercer mundo, sigue guiando la teoría y la praxis de la que en varios de mis escritos he definido como la proyección externa de la que, siguiendo a Marx, prefiero llamar “transición socialista cubana”. [3]
Basta mirar la activa participación de los sucesivos gobiernos revolucionarios cubanos en la labores del MPNOAL, [4] en el llamado Grupo de los 77 más China, así como en los diversos grupos de países subdesarrollados que actúan en los diversos ámbitos del sistema de la ONU, en la Organización Mundial de Comercio o, para hablar de un hecho actual, en las reuniones preparatorias de la Cumbre sobre el Cambio Climático que, en los próximos días, se celebrará en Copenhague.
En esos y en otros ámbitos, la proyección externa de la Revolución Cubana también sigue guiada por la que en esta enumeración llamaré “la segunda utopía fundacional de la Revolución Cubana”: la unidad –o si ustedes prefieren— la integración económica y política de América Latina y el Caribe. El abordaje de este tema fue el centro de mi contribución a las labores del Grupo de Trabajo de CLACSO “Bicentenario: Dos siglos de revoluciones a la luz del presente”. El ensayo que aparece en el libro ya publicado en Argentina lo titulé “Las utopías nuestra americanas de la Revolución Cubana: una aproximación lógico-histórica”.
|
|
En ese ensayo recuerdo que esa utopía vinculada a la imprescindible unidad de Nuestra América, “liberada de dominaciones externas y de opresiones internas” –como se expresó en la primera Constitución socialista de la República de Cuba, aprobada plebiscitariamente en 1976— hunde sus raíces en la que Miguel D’Estafano denominó “diplomacia mambisa” desplegada por los más lúcidos dirigentes políticos y militares de la “guerra de los diez años” (1868-1878) y de la “guerra necesaria” (1895-1898). En particular, en el ideario libertario, emancipador, anti-colonialista, antillanista, latinoamericanista y precozmente antiimperialista de Máximo Gómez, de Antonio Maceo y de José Martí; quien, siguiendo los pasos de los que él llamó “tres héroes” de las luchas por la primera independencia de Nuestra América (Hidalgo, San Martín y Bolívar), así como pocos días antes de caer en combate el 19 de mayo de 1895, dejó expreso que toda su labor –incluidas su radical oposición al entonces naciente “panamericanismo” y la fundación en 1891 del Partido Revolucionario Cubano con el propósito de liberar a Cuba y de contribuir a la liberación de Puerto Rico del dominio colonial español— perseguía “impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América”.
No obstante sus discrepancias ideológicas, programáticas, estratégicas y tácticas, ese aldabonazo martiano guió a todos y a todas las revolucionarias y revolucionarios, nacidos o no en Cuba, que entre 1902 y 1952 lucharon contra el orden neocolonial instaurado en nuestro país por el imperialismo estadounidense, así como por los representantes políticos, militares e intelectuales de las clases dominantes criollas, incluidos los de la “burguesía nacional”.
En el ideario de esos revolucionarios y revolucionarias –entre ellos y ellas, los y las militantes del primer Partido Comunista de Cuba, fundado en 1925 y posteriormente nombrado Partido Socialista Popular (PSP), de las organizaciones de la IV Internacional (trotskista), así como l os y las más consecuente seguidores del pensamiento y la praxis popular y antiimperialista del ex ministro del llamado “gobierno de los 100 días” (1933) y fundador de la Joven Cuba , Antonio Guiteras Holmes— las contiendas liberadoras y emancipadoras que se desarrollaban en el archipiélago cubano era parte consustancial, intrínsecas y, por tanto, estaban ínter vinculadas con las simultáneas luchas por la democracia y la liberación nacional y social que se desplegaban en otras partes del mundo y, en especial, en los territorios colonizados y en los Estados formalmente independientes de la que, en 1953, el joven Ernesto Guevara de la Serna llamó “nuestra Mayúscula América”.
Ese legado fue recogido por la Generación del Centenario del natalicio de José Martí (28 de enero de 1953) y, en particular, por los y las que –luego del frustrado asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes (1953)— fundaron en 1955 el Movimiento Revolucionario 26 de Julio (MR-26-7). Siguiendo lo planteado por su máximo dirigente, Fidel Castro, en su célebre alegato conocido como La historia me absolverá, en el programa de esa organización político-militar quedó latente la idea de que, cuando triunfara la Revolución por ellos iniciada, “l a política cubana en América sería de estrecha solidaridad con los pueblos democráticos del continente y que los perseguidos políticos por las sangrientas dictaduras que oprimen a la naciones hermanas, encontrarían en la patria de Martí […] asilo generoso, hermandad y pan. Cuba debía ser baluarte de libertad y no eslabón vergonzoso de despotismo”.
Esa visión estuvo presente en los diversos acuerdos que elaboró la máxima dirección del MR-26-7 y, entre 1957 y 1958, la Comandancia General del Ejército Rebelde (ER) con diferentes organizaciones políticas; pero en especial con las demás organizaciones de la izquierda política y social que paulatinamente se fueron sumando a la lucha armada revolucionaria contra la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1958). Entre ellas, el Directorio Revolucionario 13 de Marzo (DR-13-M) y el Partido Socialista Popular: organizaciones que, con sus propios horizontes programáticos, estratégicos y tácticos, así como con sus propios lenguajes también coincidían con los ideales libertarios y solidarios antes referidos.
De ahí que, tan tempranamente como en el discurso que pronunció en la Plaza del Silencio de Caracas el 23 de enero de enero de 1959, el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, pudiera convocar a la unidad de todos “los pueblos democráticos” del continente americano y a recuperar el pensamiento de El Libertador Simón Bolívar. También que pocos meses después, durante el primer recorrido que realizó en su carácter de Primer Ministro por diferentes países de América Latina, pudiera expresar la disposición del primer Gobierno Provisional Revolucionario (el encabezado por el timorato magistrado Manuel Urrutia Lleó) a incorporarse a un Mercado Común de América Latina, necesario para superar progresivamente el sub-desarrollo y la balcanización del continente.
Sin embargo, como demostró Carlos Lechuga en su libro Itinerario de una farsa, tal disposición, reiterada por el segundo Gobierno Provisional Revolucionario en 1962, no pudo materializarse a causa de la agresividad contra los hechos revolucionarios cubanos del imperialismo estadounidense y de la mayor parte de los gobiernos latinoamericanos de la época. Por consiguiente, la utopía de la unidad y la integración económica y política de Nuestra América quedó condicionada a la descolonización del Caribe insular y continental, así como al resultado más o menos inmediato de las multiformes luchas “antiimperialistas y anti-feudales” que –según constataron la Primera y Segunda Declaración de La Habana, así como la Declaración de Santiago de Cuba de 1964— se estaban desarrollando en todo el continente.
Con vistas a estimular esa luchas y a tratar de congregar a todos los “actores” sociales y políticos en ellas implicados, antes o después de diversos eventos que reunieron a dirigentes femeninas, sindicales, campesinos, así como de la juventud y estudiantado, se realizó en Cuba, en 1964, la Conferencia de Partido Comunistas de América Latina, así como tres años más tarde la Primera (y a la postre única) Conferencia de Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS) fundada en enero de 1966.
En la Proclama de esa conferencia, al igual que en la teoría y la práctica de sucesivos gobiernos revolucionarios cubanos, quedó establecido que la Revolución Latinoamericana era un prerrequisito para la integración económica y política de ese continente: concepto que sólo sufrió ciertas modificaciones a partir de la segunda mitad de la década de 1980. En efecto, a partir de la llamada “batalla contra la deuda externa”, la integración de América Latina y el Caribe fue considerada por Fidel Castro como condición necesaria, aunque sin dudas insuficiente, para realizar los profundas cambios internos y externos que demandaba el continente, así como para la edificación del entonces llamado “nuevo orden económico” mundial.
Lo dicho contribuye a explicar la consistente condena de sucesivos gobiernos revolucionarios cubanos a los principales órganos del Sistema Interamericano, [5] así como el reciente rechazo del presidente Raúl Castro al retorno de Cuba a la Organización de Estados Americanos (OEA). También explica la progresiva incorporación y la activa participación del gobierno cubano en los diferentes acuerdos latinoamericanos y caribeños de concertación política, cooperación e integración económica institucionalizados desde la fundación del Sistema Económico Latinoamericano (SELA) hasta la actualidad; entre los cuales –como ya se hecho en este evento— siempre habrá que destacar la ahora llamada Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio entre los Pueblos (ALBA-TCP), cuyo primer lustro se celebrará en su Cumbre Extraordinaria que se realizará en La Habana a fines de este año.
No tengo que decir que esas evoluciones de la antes mencionadas utopías de la Revolución Cubana pudieron realizarse gracias a los diversos cambios ocurridos en el continente; pero, sobre todo, porque en los años previos el sujeto popular cubano, sus organizaciones sociales y de masas, así como sus sucesivas vanguardias políticas –las Organizaciones Revolucionarias Integradas, el Partido Unido de la Revolución Socialista y, a partir de 1965, el Partido Comunista de Cuba—, al igual que sus gobiernos revolucionarios habían demostrado su capacidad para derrotar las multifacéticas agresiones del imperialismo estadounidense y sus aliados continentales y extra-continentales, así como para avanzar en la definición y en la paulatina realización de las otras dos utopías fundacionales de la Revolución Cubana: las que llamo las utopías de una democracia y un socialismo diferente o, si ustedes prefieren, la utopía de una democracia socialista diferente a la que entonces se estaban construyendo en la URSS, en los diversos países de Europa Central y Oriental, al igual que en la República Popular China, en la República Popular y Democrática de Corea y en Vietnam.
Como en diferentes ocasiones y con sus propios vocabularios y lenguajes expresaron los principales dirigentes de la Revolución Cubana durante la década de 1960, el socialismo que se estaba construyendo y que se quería construir en la mayor de las Antillas no podía, ni debía ser ni calco, ni copia de ninguna de esas transiciones socialistas. Sin dudas, siguiendo la prédica de Fidel Castro, el dirigente revolucionario que con mayor claridad expresó públicamente esas ideas fue el comandante Ernesto Che Guevara; quien –luego de estimular y participar en el que ahora se llama “el Gran Debate” acerca de las características propias que debía tener la transición socialista cubana, así como de haber pronunciado su famoso discurso en el Seminario Económico de Solidaridad Afroasiática, realizado en Argel en febrero de 1965— en El socialismo y el hombre en Cuba publicado por primera vez en marzo de ese año expresó, entre otras ideas que veremos después, las siguientes:
El socialismo es joven y tiene errores. Los revolucionarios carecemos, muchas veces, de los conocimientos y la audacia intelectual necesarios para encarar la tarea del desarrollo del hombre nuevo por métodos distintos a los convencionales y los métodos convencionales sufren de la influencia de la sociedad que los creó.
Gracias a las investigaciones sobre el pensamiento económico del Che publicadas por Carlos Tablada, así como a las investigaciones y testimonios de Orlando Borrego ahora sabemos que, detrás de esas palabras y de otros pronunciamientos que aparecen en el propio ensayo, se encontraban las reflexiones realizadas por el ahora llamado Guerrillero Heroico sobre los inmensos desafíos internos y externos, teóricos y prácticos que acechaban a los después llamados “socialismos reales europeos”. Así, en la fundamentación del nuevo Manual de Economía Política que se había propuesto escribir, dejó indicado:
Creemos importante la tarea porque la investigación marxista en el campo de la economía está marchando por peligrosos derroteros. Al dogmatismo intransigente de la época de Stalin, ha sucedido un pragmatismo inconsistente. Y, lo que es trágico, esto no se refiere sólo a un campo determinado de la ciencia; sucede en todos los aspectos de la vida de los pueblos socialistas, creando perturbaciones enormemente dañinas pero cuyos resultados finales son incalculables.
Desgraciadamente, poco más de dos décadas después de su caída en combate y su desaparición física, la vida le dio la razón: se desmoronaron las mal llamadas “democracias populares europeas” y se produjo la implosión de la supuestamente invencible Unión Soviética. No es este el contexto para referir mis consideraciones acerca de las causas de esa tragedia, ni tampoco para hablar de las grandes vicisitudes que vivió la República Popular China después de la muerte de Mao Zedong; pero si me parece necesario recordar que, muchos antes de esos acontecimientos, diversos dirigentes de la Revolución Cubana también habían propugnado la necesidad de edificar una democracia totalmente diferente, tanto a las democracias liberales burguesas representativas existentes en algunos pocos países de América Latina y el Caribe, como a las democracias socialistas entonces existentes.
A las primeras se le achacaban con toda razón sus corrupciones, sus exclusiones, sus discriminaciones, sus represiones y su proverbial incapacidad para resolver los inmensos problemas socio-económicos que, en mayor o menor medida, padecían todos los pueblos de ese continente; mientras que a las segundas se les criticaban su burocratización y sus incapacidades para lograr la participación consciente de sus ciudadanos y sus ciudadanas en todas las tareas vinculadas a la que el Che llamó “construcción simultánea del socialismo y el comunismo”. Por eso, entre otras razones que ahora no tengo tiempo de abordar, en El socialismo y el hombre en Cuba indicó:
En la imagen de las multitudes marchando hacia el futuro, encaja el concepto de institucionalización como el de un conjunto armónico de canales, escalones, represas, aparatos bien aceitados que permitan esa marcha […]/ Esta institucionalidad de la Revolución todavía no se ha logrado. Buscamos algo nuevo que permita la perfecta identificación entre el Gobierno y la comunidad en su conjunto, ajustada a las condiciones peculiares de la construcción del socialismo y huyendo al máximo de los lugares comunes de la democracia burguesa, trasplantados a la sociedad en formación (como las cámaras legislativas, por ejemplo). Se han hecho algunas experiencias dedicadas a crear paulatinamente la institucionalización de la Revolución, pero sin demasiada prisa. El freno mayor que hemos tenido ha sido el miedo a que cualquier aspecto formal nos separe de las masas y del individuo, nos haga perder de vista la última y más importante ambición revolucionaria que es el hombre liberado de su enajenación.
Creo que todos y todas los aquí reunidos sabemos que en nuestro país todavía no se ha logrado esa “importante ambición revolucionaria”. También que no siempre se ha logrado, ni se logra “la perfecta identificación entre el Gobierno y la comunidad en su conjunto”, ni el funcionamiento “armónico de los canales, escalones, represas y aparatos bien aceitados” que permitan la marcha “de las multitudes –de las masas y los individuos—hacia el futuro”. No tengo tiempo para expresar mis reflexiones acerca de las múltiples causas endógenas y exógenas que han determinado y todavía determinan esas debilidades de la transición socialista cubana. Tampoco tengo tiempo para referir las implicaciones que en esa situación tuvo y todavía tiene en nuestra sociedad y en nuestro sistema político el calco y la copia del llamado “modelo soviético”, al igual que los efectos previsibles –deseados o no deseados— de las diversas estrategias dirigidas a enfrentar y, en la medida de lo posible, superar el llamado “período especial en tiempo de paz”.
Sin embargo, en la lógica de esta exposición me parece importante indicar que si la Revolución Cubana logró sobrevivir al derrumbe de los que Carlos Rafael Rodríguez llamó “los falsos socialismos europeos” y a lo que en los primeros años de la década de 1990 Fidel Castro llamó “el doble bloqueo” fue, entre otras razones, por los avances que, en los años previos, se habían logrado en la institucionalización de la democracia socialista cubana y por las diferencias existentes entre sus principales instituciones con las que habían predominado en los socialismos europeos, al igual que en la República Popular China, en la República Democrática de Corea y en la ya denominada República Socialista de Vietnam. Igualmente por los avances democráticos que se produjeron en la institucionalidad del país después del IV Congreso del PCC y de las reformas que se produjeron en la Constitución de 1976 y subsiguientemente en las leyes electorales del país.
Obviamente, a lo dicho también tenemos que agregar –con letras de oro— el heroísmo cotidiano del pueblo cubano, la capacidad de sus diversas organizaciones representativas y de su liderazgo político-estatal para de manera cíclica criticar y autocriticar algunos de los errores (en mi opinión, no todos) que se cometieron durante la década de 1960 y, en particular, durante la llamada “ofensiva revolucionaria”, así como las y los que, en los últimos años de la década de 1980 –es decir, durante la Rectificación--, se llamaron “errores y tendencias negativas” existentes en nuestra sociedad y en nuestro sistema político.
Esa capacidad crítica y autocrítica --que me resisto a identificar con la manida expresión del “perfeccionamiento de nuestra sociedad”; ya que en mi opinión hay fallas que no son perfectibles y que, por tanto, deben ser totalmente erradicadas— en la actualidad está nuevamente sometida a duras pruebas. Como adelanté en mi libro El siglo XXI: Posibilidades y desafíos de la Revolución Cubana (publicado por la Editorial de Ciencias Sociales en el 2000), este proceso crítico y autocrítico implica el reverdecimiento y la actualización de todas sus utopías fundacionales; pero en primer lugar, las vinculadas a las diversas dimensiones de lo que en ese libro llamo “un socialismo más bonito y mejor que el que hasta ahora hemos conocido”. Socialismo que para mí es inconcebible sin la profundización de la democracia, sin la desburocratización y descentralización, así como, por tanto, sin la participación de los diversos sectores de la ciudadanía en la adopción de las decisiones vinculadas a los diversos asuntos que le incumben y afectan. Pero, en mi reiterada opinión, esa actualización debe emprenderse sin hacerle ninguna concesión “al posibilismo” que, como se ha demostrado a lo largo de la historia, tantas implicaciones negativas ha tenido para el desarrollo de la teoría y la práctica revolucionaria.
De más está decir, porque ya lo ha dicho el Presidente del Consejo de Estado y de Ministros y Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro, que en la actualización de esas utopías tienen que participar todos, absolutamente todos los sectores del cada vez más heterogéneo sujeto popular cubano; y en primer lugar, las nuevas generaciones. Como dijo el Che en el ensayo que he citado varias veces, ellas son “la arcilla principal de nuestra obra”; en ellas “depositamos nuestra esperanza”, a la vez que las preparamos para “tomar de nuestras manos la bandera”. En mi opinión para que ese deseado relevo generacional pueda realizarse sin los traumatismos que caracterizaron otras transiciones socialistas, es imprescindible propiciar y permitir que las y los jóvenes cubanas y cubanos de manera individual y como sujeto social y político elaboren sus propios conceptos y sueños acerca del socialismo del futuro. Así lo hicieron –con mayores o menores grados de acierto y error— todas las generaciones precedentes.
Y nuevamente parafraseando al Che, para que ese socialismo sea genuino tendrá que ser “una rebelión contra las oligarquías y los dogmas revolucionarios”, propios y ajenos. Mucho más porque su porvenir y el de la transición socialista cubana estará íntimamente vinculado a las inciertas soluciones de la ya referida crisis multidimensional que afecta al planeta Tierra y, en plazos más cortos, al desenlace de la enardecida dinámica entre la revolución, la reforma, el reformismo, la contrarreforma y la contrarrevolución que, otra vez, se está desplegando en América Latina y el Caribe.
A pesar de las debilidades que afectan a todos los gobiernos revolucionarios, reformadores, reformistas o simplemente progresistas actualmente instalados en ese continente, así como a los diversos destacamentos de sus llamadas “vieja” y “nueva” izquierda política, social e intelectual, al igual que a causa de las simultáneas amenazas que a todos ellos les plantea la actual crisis que afecta a la economía capitalista y la nueva contraofensiva del “capital contra el trabajo y del Norte –encabezado por el imperialismo estadounidense— contra el Sur”, la Revolución Cubana sigue obligada a defender y proyectar, en las nuevas condiciones, su ya referidas utopías vinculadas a la edificación de “un mundo mejor”. Asimismo, a la unidad y a la integración económica y política de América Latina y el Caribe; ya que, como dijo Fidel Castro en su discurso de clausura del IV Encuentro del Foro de Sao Paolo efectuado en La Habana en 1993: “ Es deber de la izquierda, […] crear conciencia de la necesidad de la integración y de la unión de América Latina”. Y agregó:
¿Qué menos podemos hacer nosotros y qué menos puede hacer la izquierda de América Latina que crear una conciencia en favor de la unidad? Eso debiera estar inscrito en las banderas de la izquierda. Con socialismo y sin socialismo. Aquellos que piensen que el socialismo es una posibilidad y quieren luchar por el socialismo [bienvenidos sean], pero aun aquellos que no conciban el socialismo, aun como países capitalistas, ningún porvenir tendríamos sin la unidad y sin la integración.
En mi concepto esto último explica la disposición del gobierno cubano a participar en cualquier acuerdo de concertación política y cooperación económica estrictamente latinoamericano y/o caribeño aunque no tengan los horizontes programáticos, así como las matrices político-jurídicas e ideológico-culturales históricamente defendidas por la Revolución Cubana. Lo mismo puede decirse de las instancias organizativas de la “nueva” y la “vieja izquierda” política, social e intelectual del continente americano en las que participan el Partido Comunista de Cuba o las organizaciones de raigambre popular que actúan en la sociedad civil y la sociedad política cubanas.
De esa unidad en la diversidad de las naciones y los pueblos de la que sus originarios o aborígenes llaman Abya Yala, de esa unidad en la heterogeneidad de su “nueva” y “vieja” izquierda política, social e intelectual, así como de esa unidad entre los gobiernos latinoamericanos y caribeños, más o menos reformadores, revolucionarios o progresistas instaurados o que en el futuro se instauren en la que a Raúl Roa le gustaba llamar “nuestra súper patria común”, mucho dependerá que en el futuro previsible la Revolución Cubana pueda continuar siendo “un baluarte de libertad”, al igual que una democracia socialista diferente que, a la vez, pueda ver finalmente realizada su anhelada y cada vez más necesaria integración económica y política con Nuestra Mayúscula América. Como reza la Constitución vigente en nuestro país, tal integración será condición necesaria para “lograr la verdadera independencia” y para “alcanzar el lugar que nos corresponde en el mundo”.
De ahí la vigencia de lo planteado por José Martí en su célebre ensayo Nuestra América: “Ya no podemos ser el pueblo de hojas, que vive el aire, con la copa cargada de flor, restallando o zumbando, según acaricie el capricho de la luz, o lo tundan y talen las tempestades; ¡los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento y la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado como la plata en las raíces de los Andes”.
Muchas gracias.
* Conferencia pronunciada en el taller “Bicentenario de la primera independencia de América Latina y el Caribe”/ Instituto de Historia de Cuba, 14 de Noviembre del 2009.
[1] Luis Suárez ex Licenciado en Ciencias Políticas, Doctor en Ciencias Sociológicas y Doctor en Ciencias; escritor y Profesor Titular (a tiempo parcial) del Instituto Superior de Relaciones Internacionales y de la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana. Integrante del Consejo de ex presidentes de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS) y de los Grupos de Trabajo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) “Estudios sobre Estados Unidos” y “Bicentenario: Dos siglos de revoluciones a la luz del presente”.
[2] En mi concepto ese término, desconocía, al menos, la existencia del entonces llamado “Tercer Mundo”: “polo” totalmente diferenciado del primero y del segundo. Del mismo modo que la polaridad Norte-Sur que adquirió entidad en la llamada “segunda guerra fría” desconocía las diferencias existentes, tanto en el Norte, como en el Sur.
[3] Como en otros de mis textos ( El siglo XXI: Posibilidades y desafíos para la Revolución Cubana, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2000) utilizó el concepto proyección externa, en vez de política exterior, para connotar elementos y definiciones de la política interna, económica e ideológico-cultural que, sin dudas, han influido, influyen e influirán en el cumplimiento de los objetivos estratégicos de las interacciones de esa revolución con los diferentes sujetos sociales y políticos, estatales y no estatales, que actúan en el sistema y la economía mundo. Igualmente, para incluir en mi análisis la actividad de diversas organizaciones populares de la sociedad política y civil que, con independencia de la labor del Estado, participan en el diseño y la aplicación de la política internacional cubana.
[4] En la prolija literatura existente sobre la Revolución Cubana es usual mencionar en singular al gobierno cubano. Esas referencias desconocen que, desde el triunfo de la Revolución, en Cuba se han instalado nueve gobiernos: dos de ellos surgidos de las modificaciones que introdujo el Gobierno Revolucionario a la Constitución de 1940 y siete como fruto de las elecciones generales quinquenalmente efectuadas desde 1976 hasta la actualidad sobre la base de la Constitución de la República aprobada en 1976 y parcialmente reformada en 1992 y 2003. El primero de esos gobiernos fue presidido por el timorato magistrado Manuel Urrutia Lleó y el segundo por el doctor Oswaldo Dorticós Torrado. Luego de las elecciones generales de 1976, resultó electo por primera vez por la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, el hasta entonces Primer Ministro Fidel Castro; quien sucesivamente fue reelecto por el propio órgano luego de las elecciones generales realizadas en 1981-1982, 1986-1987, 1992-1993, 1997-1998 y 2002-2003. En las elecciones generales realizadas en 2007-2008, la ANPP eligió como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros al general de Ejército Raúl Castro.
[5] El Sistema Interamericano está conformado por un entramado de diversas instituciones políticas, jurídicas, político-militares y económico-sociales. Dentro de estas últimas, la más importante es la Organización Panamericana de la Salud (OPS), de la cual el gobierno cubano nunca fue expulsado. Por el contrario, como reconocimiento a la labor favorable a la salud pública de su población y de otros pueblos latinoamericanos y caribeños, los representantes oficiales cubanos han ocupado diversos cargos de dirección de esa organización, incluida una de sus vice-presidencias.
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Siguen saliendo actos de corrupción de Micheletti
voselsoberano.com | Sábado 27 de Febrero de 2010 15:29
La moción la presentó el diputado Rodolfo Irías Navas, quien se manifestó asustado porque sólo en La Ceiba en los últimos 60 días de la administración Micheletti se aprobaron más de 160 permisos.
Luego de que Irías Navas presentó la moción, varios diputados tomaron la palabra para confirmar que en los últimos 60 días del régimen de Micheletti se inundaron las ciudades del país de nuevos taxis y buses.
La diputada Marcia Villeda quiso excusar a Micheletti asegurando que él ordenó no seguir otorgando permisos de transporte, pero no logró su objetivo porque los transportistas tienen documentación de que esa prohibición la hizo hasta el 11 de enero de este año y la piñata comenzó desde que se derrocó al ex presidente Manuel Zelaya, el 28 de junio.
En la discusión le hicieron algunos agregados a la moción para que se haga un análisis legal de todos los permisos entregados en los últimos 60 días para anularlos y que se hagan las denuncias a la Fiscalía en contra de los responsables materiales e intelectuales de esta piñata.
Dictadura en Honduras sólo cambia de color…
voselsoberano.com | Sábado 27 de Febrero de 2010 09:54
José Francisco Mejía Ramírez*
En los pasados comicios electorales en Honduras (29/11/2009), el partido Nacional enfrentó a un partido Liberal desquebrajado totalmente, partido y destrozado por los mismos liberales que le dieron un certero golpe de Estado-Político-Militar-
El gobierno de los Estados Unidos le pavimentó el camino a Porfirio Lobo Sosa para que se convirtiera en el actual Presidente de Honduras, lamentablemente la dictadura impuesta al pueblo hondureño solo cambia de color, de rojo a azul, pero al final es la misma, son los mismos personajes que estuvieron de acuerdo para dar el brutal golpe de Estado-Militar, EEUU en su “Política Astuta” Impulsará y apadrinará a los gobiernos de derecha lamentablemente en America Latina para detener los esfuerzos de la izquierda para organizarse y luchar por las conquistas sociales, en beneficio de los países que integran la región, la dictadura sólo cambia a sus personajes pero los peces grandes, aquellos que se han creído dueños de Honduras ahí están desde atrás moviendo los hilos y como en un juego de ajedrez moviendo las piezas para lograr todo lo que les plazca, continúan repartiéndose el País y deshaciendo en todos los aspectos ya que ellos son dueños de la ley, esperamos que la Corte Penal Internacional proceda en contra de estos delincuentes y meta presos a todos aquellos que se involucraron en las muertes de hermanas y hermanos hondureños, que torturaron, que por su culpa José Manuel Zelaya Rosales y Rassel Antonio Tomé, tienen que estar fuera del País, lejos de sus familiares, sus esposas y por ende de sus hijos.
La dictadura hoy se engrandece en contra de un pueblo humilde y lo pisotea, y le roba su desarrollo ¿De que sirven las ayudas Internacionales si no llegan a los pobres ni mucho menos a los de extrema pobreza?
¡De nada! Si solo sirven para que los corruptos se hagan más millonarios, no seamos ingenuos al pensar que este gobierno le ayudará al pueblo hondureño, deje de soñar amigo lector, aunque soñar no cuesta nada, reflexione ¿Qué les puede importar el pueblo hondureño si le acaban de dar un golpe de Estado?
Solo piense en lo que esta solicitando el Alcalde de Tegucigalpa Ricardo Álvarez, 52 millones de dólares, ¡Por favor! ¿Y es que pondrá casetas de peaje en toda Honduras? El pueblo ya no se chupa el dedo señores, dejen de ser tan sinvergüenzas y descarados.
El pueblo de Honduras tiene que entender que a la dictadura le conviene tener a todos los hondureños divididos, desinformados, engañados e intimidados, la fuerza reside en el pueblo ¿Pero como habrá o tendrá fuerza un pueblo dividido?, solo unidos sin importar el credo, la condición social, solo unidos amigo lector sacaremos a Honduras adelante y solo de esa manera el pueblo adquiere la fuerza para cambiar las circunstancias, porque las circunstancias dependen de cada uno de los y las hondureñas, bajo un mismo ideal para que juntos venzamos a la dictadura, pero con ideas, con educación, con fuerza mental, bien organizados y lograr todos aquellos cambios que hoy exigen y claman los hondureños.
¿Cuál Gobierno de Unidad don Porfirio Lobo Sosa? ¿No debería haber cesado la represión para el pueblo hondureño? ¿No deberían entrar a su país los ciudadanos José Manuel Zelaya Rosales y Rassel Antonio Tomé para que estén con su familia, con sus hijos? ¿Acaso “El Gobierno de Unidad” no es para darles paz y tranquilidad a todos los hondureños?
Quieren lavar el golpe de Estado-Militar, déjeme decirles que es imborrable, déjeme decirle, ¿Qué como vamos a olvidarnos de las muertes por la dictadura? ¿Cómo confiar en usted don Porfirio Lobo Sosa si su bancada levantó la mano para darle el golpe de Estado a nuestro Presidente?
La dictadura en Honduras solo cambia de color pero es la misma, los autores del golpe allí están esperando continuar en maquiavélico plan de seguir ordeñando este, que es nuestro hermoso país, ¿Cómo saldrás adelante Honduras si te roban tu desarrollo? Lamentablemente como lo sucedido en Honduras y la intervención directa de los EEUU, hará que proliferen los golpes de Estado Militares ¿Cómo respetarán sus Constituciones si EEUU le enseña a violentarlas en el nombre de la “Democracia”? hay que trabajar en la unidad, hay que entender que los gobiernos de derecha como lo demuestra América Latina sólo han empobrecido más a la región y que urgen gobiernos que sean respuestas, pero para ello los pueblos de la región tienen que unirse y organizarse ya que el poder emana del soberano, adelante y levántate América Latina, ¿Hasta cuando dejaras que te pisoteen y te roben tu desarrollo?
¡Bendito el escritor que utiliza su pluma para decir la verdad y no la vende ni la cambia por nada!
*Miembro de la Sociedad Literaria de Honduras