miércoles, 24 de febrero de 2010

!! LAS MALVINAS SON ARGENTINAS !!

INFORMACIONES HONDURAS ( nr. 414 ) 23 de febrero 2010


NUMERO ENTERAMENTE DEDICADO A LOS CORSARIOS INGLESES DEL PETROLEO

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PRESIDENTES EN SINTONIA

Por Martín Piqué

Advertencia regional a Gran Bretaña: Los jefes de gobierno latinoamericanos reunidos en Cancún respaldaron en forma unánime el reclamo de Cristina Kirchner para que se detenga la explotación petrolera en Malvinas. Los mandatarios reivindicaron los derechos argentinos y exigieron que no se tomen decisiones unilaterales que modifiquen la resolución de la ONU

Por Martín Piqué

Desde Cancún

“Quienes tienen un sillón permanente en el Consejo de Seguridad pueden violar una y mil veces las resoluciones de las Naciones Unidas, mientras el resto de los países se ven obligados a cumplir las normas bajo pena de ser declarados enemigos o calificaciones aún más duras.” La presidenta Cristina Fernández dedicó todo su discurso, uno de los primeros que se escucharon en esta cumbre del Grupo Río, a cuestionar la explotación unilateral de hidrocarburos que está llevando adelante Gran Bretaña en torno de Malvinas. Con palabras muy duras hacia Londres, CFK utilizó veinte minutos para contarles a sus pares de América latina y el Caribe los pormenores de la disputa de soberanía que comenzó en 1833. Relató la evolución de la controversia diplomática desde que la Argentina presentó el primer reclamo por las Malvinas –hace 177 años–; denunció el incumplimiento por parte de los británicos de sucesivas resoluciones del Comité de Descolonización de la ONU y del plenario de la mismísima Asamblea General; también explicó los cambios en la estrategia argentina en relación con Malvinas bajo los gobiernos democráticos: recordó la política de seducción impulsada por el menemismo, a la que consideró un fracaso por su “ingenuidad”. Horas después del discurso, la posición de la Argentina lograba un apoyo importante entre los treinta y dos países participantes en la cumbre. Como había revelado el mexicano Felipe Calderón al abrir el plenario, los 26 mandatarios anticiparon que hoy firmarán una declaración en respaldo a los derechos soberanos de la Argentina sobre Malvinas.

Hacia el final de su intervención, tras agradecer el apoyo de los presidentes a los reclamos de Argentina, la Presidenta hizo una advertencia que sonó desoladora por su honestidad brutal: según su sombrío pronóstico, los países en vías de desarrollo con recursos naturales deberían tomar nota de la permanencia del enclave colonial británico en pleno Atlántico Sur. “La política internacional sigue siendo, sólo y simplemente, una cuestión de relación de fuerzas. Los que tienen más poder siguen utilizando ese lugar de privilegio para velar por sus intereses. La cuestión Malvinas puede verse como un claro ejemplo. Esto es algo que debe interesar al mundo contemporáneo, ya que el siglo XXI se caracterizará por la disputa de los recursos naturales, renovables y no renovables. Este tema es, si se lo piensa un poco más allá, un ejercicio de autodefensa de todos nosotros”, dijo la jefa de Estado.

No comerse al caníbal

Acompañada en el plenario por el canciller Jorge Taiana y en un segundo plano por el embajador argentino en Washington, Héctor Timerman, CFK se tomó su tiempo para describir la actualidad y contar los antecedentes del nuevo foco de conflicto con Gran Bretaña: el avance de la exploración unilateral de petróleo. Recordó que el 27 de septiembre de 1995, cuando la Argentina de Carlos Menem firmó con Londres un convenio de cooperación para exploración de hidrocarburos off-shore, se había acordado que cualquier proyecto que involucrara a los 430 mil kilómetros cuadrados en disputa sería consultado con la otra parte.

“Ese acuerdo fue violado por Inglaterra. A los seis días de firmarlo, ellos determinaron que se aplicaría sobre 21 mil kilómetros cuadrados y no sobre los 430 mil que constituyen la zona de disputa de soberanía. Desde entonces se sucedieron ocho reuniones que no condujeron a nada”, contó la mandataria. Fue a partir de ese historial, siguió CFK, que la Argentina decidió dar por finalizado el acuerdo en 2007.

La Presidenta también hizo referencia al reciente inicio de actividades de la plataforma petrolera Ocean Guard, el conocido emprendimiento de la empresa Desire Petroleum. “Hoy (por ayer) se ha instalado una plataforma en clara violación a las resoluciones de las Naciones Unidas. Y recientemente, desde el Foreign Office (Ministerio de Relaciones Exteriores británico) se agitó el fantasma de una acción bélica por parte de la Argentina. Eso es un ejercicio de cinismo. Pocos países han dado más testimonio de su opción por la paz. Nuestras fuerzas armadas sólo participan en operaciones de paz ordenadas por las Naciones Unidas. Estamos en Haití y en Chipre. No estamos ni en Afganistán ni estamos en Irak”, respondió la jefa de Estado. Enseguida explicó que la única medida que había dispuesto la Argentina, como Estado soberano y sin violar la jurisprudencia internacional, había sido disponer que los buques que quieran transitar entre Malvinas y el territorio continental argentino deban solicitar autorización previa.

Después del plenario ante sus pares de América latina y el Caribe, la Presidenta almorzó con sus allegados –en la delegación oficial la acompañaron todos los diputados y senadores de Tierra del Fuego, ya que Malvinas pertenece oficialmente a esa provincia– y luego ofreció una rueda de prensa. Allí le preguntaron por una versión que había circulado en la cumbre (el rumor aparentemente había surgido de algunos cronistas que trabajan para agencias europeas): si la Argentina estaba pensando imponer un bloqueo marítimo a las Malvinas. La negativa fue terminante. “Nos oponemos a esas medidas –contestó velozmente la Presidenta–. Nosotros hemos sido históricos críticos de lo que sufre Cuba, por ejemplo. La Argentina no va a tomar ninguna medida que no esté de acuerdo con el orden jurídico internacional. Lo único que no se puede hacer con un caníbal –subrayó CFK en una imagen que despertó sonrisas– es comérselo.”

Doble standard

En el salón de conferencias del lujoso Hotel Grand Velas, galardonado recientemente como “virtuoso” por un comité que califica a los mejores cinco estrellas del mundo, se pudo ver una larga serie de pecheras blancas: eran las guayaberas de gala, tejidas con puro algodón, que los presidentes habían elegido como vestuario. En Yucatán, una de las tradiciones más vivas de la cultura maya es el trabajo artesanal con algodón en la confección de prendas de vestir que hagan más tolerable el impiadoso sol del Caribe. Una de las excepciones al vestuario la aportó Hugo Chávez. El venezolano llegó con su camisa roja, encima una chaqueta verde militar. La clásica “foto de familia”, para la que posan todos los mandatarios que están participando de la cumbre, parecía –de lejos– un dominó conformado por todas piezas iguales: el blanco del algodón hilado relucía a diestra y siniestra.

Pero el vestuario no era el único elemento en común entre los participantes del encuentro. Los países que se encontraban representados en esta Cumbre de la Unidad de América latina y el Caribe en su mayoría son propietarios de estratégicos recursos naturales renovables y no renovables como petróleo, gas, agua dulce, hierro, zinc, cobre, biocombustibles. Quizás el ejemplo más actual y delicado –por su incidencia en potenciales hipótesis de conflicto en un futuro no lejano–- sea la riqueza y la diversidad ecológica de la cuenca del Amazonas. De eso sabe mucho el gobierno del brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva. Desde esa perspectiva, la Presidenta se propuso conmover a sus pares latinoamericanos tomando a la cuestión Malvinas como un ejemplo anticipatorio de lo que –según su opinión– será la característica central del siglo XXI: la disputa por los recursos naturales.

La Presidenta profundizó ese argumento en el breve contacto que mantuvo con la prensa. “Acá lo más grave es el comportamiento de las grandes potencias del mundo, que incumplen lo que resuelve las Naciones Unidas y al mismo tiempo exigen que otros países cumplan con otras resoluciones si éstas velan por sus intereses. Esto es una relación de fuerzas que define ganadores y perdedores. Hay que terminar con ese doble standard.”

La posición de la Argentina encontró apoyo y comprensión entre los socios estratégicos. “Las Malvinas tienen que ser reintegradas a la soberanía argentina”, declaró ayer el asesor internacional de Lula, Marco Aurelio García. Y además, poco después del discurso de CFK, Lula se cruzó con Taiana mientras caminaba por los salones de mármol del Hotel Grand Velas. El brasileño lo saludó efusivamente. Le tomó la mano como si fuera un fanático del hip hop que se encuentra con un “hermano” en plena calle. Son gestos.




El presidente brasileño Lula ayer, en el cierre de la cumbre, entre el mexicano Calderón y la chilena Bachelet.

ENERGICO RESPALDO DEL PRESIDENTE BRASILEñO A LOS RECLAMOS ARGENTINOS POR LAS MALVINAS

Lula se puso la celeste y blanca

Sin Cristina Kirchner en la cumbre, el brasileño criticó con dureza a Gran Bretaña y también a las Naciones Unidas, por no reabrir el debate

sobre las Malvinas. En la declaración final, los treinta y dos países participantes apoyaron a la Argentina.









Por Martín Piqué

Desde Cancún

Con la Presidenta ya de regreso en Buenos Aires, la atención de la delegación oficial estaba puesta en Luiz Inácio Lula Da Silva. El mandatario brasileño debía hablar en el cierre del plenario de la cumbre. El canciller Jorge Taiana contaba con que Lula haría una fuerte reivindicación del reclamo de soberanía sobre Malvinas; también se esperaba que el líder del PT dejara en claro el apoyo incondicional de Brasil al rechazo argentino a la exploración unilateral de petróleo por parte de Gran Bretaña. Al final, el discurso del jefe de Estado brasileño superó todas las expectativas. “¿Viste lo que está diciendo Lula?”, comentó a Página/12 un estrecho colaborador del canciller, que no podía ocultar su entusiasmo. En una de las críticas más duras que recibió Londres en este foro internacional, Lula se preguntó cómo era posible que los británicos no cumplieran con resoluciones de las Naciones Unidas siendo que ellos forman parte del Consejo de Seguridad desde el fin de la Segunda Guerra. La Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe terminó con una declaración en la que los treinta y dos países participantes ratificaron los “legítimos derechos” argentinos sobre las Malvinas.

La acusación de Lula reflejó otra vez la sintonía diplomática con la que –salvo en las peliagudas cuestiones comerciales– suelen manejarse las cancillerías de Argentina y Brasil desde que las encabezan Taiana y Celso Amorim. El lunes, en la apertura del plenario de la cumbre, la propia CFK había lanzado el mismo reproche que ayer planteó Lula. La repetición no fue casualidad. Durante su discurso, el presidente brasileño también deslizó una inequívoca presión sobre el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon. “No es posible que Argentina no se adueñe de Malvinas y que, por el contrario, lo haga un país que está a 14 mil kilómetros de distancia de las islas. ¿Cuál es la razón geográfica, política y económica por la cual Inglaterra está en Malvinas? ¿Cuál es la explicación política de las Naciones Unidas para que no hayan tomado una decisión? Es necesario que empecemos a luchar para que el secretario general de las Naciones Unidas reabra ese debate con mucha fuerza”, aseguró Lula.

Cada vez más reconocido en los foros diplomáticos, haciendo valer el peso que Brasil ha ido adquiriendo –sobre todo en los últimos años– en la política mundial, el brasileño no dudó en plantear una crítica muy sensible dirigida al corazón mismo del orden internacional: la composición del Consejo de Seguridad de la ONU. Se trata del organismo con capacidad de veto que está integrado por las principales potencias militares del mundo, pero de un mundo congelado en la posguerra de 1945. “Es inexorable discutir el papel del Consejo de Seguridad. No es posible que la ONU siga con el Consejo de Seguridad representado por intereses geopolíticos de la Segunda Guerra Mundial y no tengan en cuenta los cambios que ocurrieron en el mundo. Los países del Consejo de Seguridad prefieren una ONU frágil”, denunció el jefe de Estado brasileño. Sus palabras hacen prever un retorno del debate por actualizar los organismos de multilateralidad.

La intervención de Lula fue seguida muy de cerca por la delegación argentina. Las críticas al funcionamiento de la ONU y la exhortación al coreano Ban Ki-Moon para que se involucrara con la cuestión Malvinas habían creado un marco más que favorable (¿pura casualidad?) para su siguiente compromiso diplomático: Taiana se entrevistará hoy con el mismísimo secretario general de las Naciones Unidas en la conocida sede del organismo, pleno Nueva York. Pero la satisfacción fue completa porque la Argentina además logró que los treinta y dos países que participaron de esta cumbre de América Latina y el Caribe –faltó Honduras porque el presidente mexicano Felipe Calderón no invitó a Porfirio Lobo para restarle legitimidad al golpe contra Manuel Zelaya– aprobaran dos documentos en apoyo a sus derechos de soberanía sobre las Malvinas.

Una política permanente

La declaración presidencial sobre la cuestión Malvinas fue ratificada por las 32 naciones presentes en el foro. Su aprobación pareció estar garantizada desde los primeros momentos de la cumbre, cuando el anfitrión Calderón anticipó que había consenso en firmar un reconocimiento de la soberanía argentina en Malvinas y en instar a las partes –sobre todo a Gran Bretaña– a sentarse a negociar como exigen las resoluciones de la ONU. Sin embargo, en la noche del lunes tres países del Caribe pusieron a prueba los nervios de los negociadores argentinos: se trataba de Belice, Trinidad y Tobago, Antigua y Barbuda. Nación limítrofe con Guatemala y Honduras, Belice –ex colonia británica– tiene un conflicto con Guatemala por la soberanía de un corredor de salida al mar Caribe. Tanto Trinidad y Tobago como Antigua y Barbuda son miembros del Commonwealth.

En un primer momento, los representantes de Belice, Trinidad y Tobago más Antigua y Barbuda intentaron que el documento que sería firmado por los presidentes no contuviera un párrafo de explícito reconocimiento de la soberanía argentina en Malvinas. “Querían bajarle el tono”, confiaron a Página/12 desde la delegación oficial. Sin embargo, la insistencia de Taiana –desde la comitiva se recordó que en su momento la Argentina había apoyado la independencia de Belice– y el apoyo clave que brindaron Brasil, México, Cuba y Venezuela, lo que fue reconocido por la delegación que acompañó a CFK, terminaron inclinando la balanza a favor de la declaración original. No hubo cambios, y todos los Estados participantes aprobaron el texto original. El documento sostiene que los Estados de América Latina y el Caribe “reafirman su respaldo a los legítimos derechos” de la Argentina en la disputa de soberanía con Gran Bretaña por las Malvinas.


16:08 › EL GOBIERNO REAFIRMO EL RECLAMO DE SOBERANIA

177 años de ocupación británica en las Islas Malvinas

El gobierno nacional reafirmó los derechos de soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, al cumplirse 177 años de la ocupación ilegítima de ese territorio por parte del Reino Unido. La Cancillería calificó a la ocupación como "una anacrónica situación colonial incompatible con la evolución del mundo moderno".

La Cancillería resaltó su "permanente y sincera disposición a reanudar el proceso negociador bilateral con el Reino Unido para hallar una solución definitiva a la disputa de soberanía y poner fin a una anacrónica situación colonial incompatible con la evolución del mundo moderno".

El gobierno recordó que el 3 de enero de 1833 fuerzas británicas ocuparon las Malvinas, "desalojando por la fuerza a sus pobladores y a las autoridades argentinas establecidas legítimamente".

"Ese acto de fuerza se protestó inmediatamente y nunca fue consentido por la República Argentina", afirmó Cancillería en un comunicado.

Ante la persistencia de la ocupación ilegítima, el gobierno reafirmó los imprescriptibles derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, que son parte integrante de su territorio nacional".

Asimismo, recordó que la Cláusula Transitoria Primera de la Constitución Nacional consagra el objetivo "permanente e irrenunciable de recuperar el ejercicio pleno de la soberanía sobre dichos territorios y espacios marítimos".

"Este objetivo es una política de Estado y responde a un anhelo de todo pueblo argentino", indicó el gobierno.

Si bien la Argentina y el Reino Unido concluyeron entendimientos bilaterales de carácter provisorio sobre cuestiones prácticas relacionadas con el Atlántico Sur, "persiste la renuencia del Reino Unido a abordar la cuestión de la soberanía", acotó el comunicado.

También señaló que "persiste la reiterada realización de actos unilaterales británicos en relación con el área disputada" que, para el gobierno, "violan el espíritu y la letra de los entendimientos y contrarian los llamamientos de las Naciones Unidas".

La Argentina consideró "incomprensible la negativa británica a abordar la cuestión de fondo para encontrar una solución pacífica y definitiva a la controversia de soberanía, conforme el mandato de la comunidad internacional".

Alfredo Astiz signing the surrender document

Alfredo Astiz signing the surrender document
on board the British HMS Plymouth


La soberanía sobre Malvinas

El gobierno nacional reafirmó ayer los derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, al cumplirse 177 años de la ocupación ilegítima del Reino Unido en los archipiélagos del Atlántico sur. A través de un comunicado, la Cancillería recordó que, el 3 de enero de 1833, fuerzas británicas ocuparon las Malvinas, “desalojando por la fuerza a sus pobladores y a las autoridades argentinas establecidas legítimamente. Ese acto de fuerza se protestó inmediatamente y nunca fue consentido por la República Argentina”. Según se recordó, la Cláusula Transitoria Primera de la Constitución Nacional consagra el objetivo “permanente e irrenunciable de recuperar el ejercicio pleno de la soberanía sobre dichos territorios y espacios marítimos”, afirmando que esto forma parte de una política de Estado y que responde al anhelo del pueblo argentino. La Cancillería resaltó su “permanente y sincera disposición a reanudar el proceso negociador bilateral con el Reino Unido para hallar una solución definitiva a la disputa de soberanía y poner fin a una anacrónica situación colonial incompatible con la evolución del mundo moderno”. Si bien concluyeron entendimientos bilaterales de carácter provisorio sobre cuestiones prácticas, “persiste la renuencia del Reino Unido a abordar la cuestión de la soberanía”, acotó la Cancillería, y señaló la persistencia de acciones unilaterales británicas en el área disputada que, para la Argentina, “violan el espíritu y la letra de los entendimientos y contrarían los llamamientos de las Naciones Unidas”.


Un cabo de los comandos anfibios conduce prisionero a un grupo de Royal Marines tras la rendición británica

15:34 › LAS PERFORACIONES SON EN LA PLATAFORMA CONTINENTAL

Protesta argentina por la explotación petrolera en las Malvinas

La Cancillería argentina citó para esta tarde a la máxima autoridad de la embajada británica en Buenos Aires, para entregarle en mano una nota formal que transmitirá la "mas enérgica protesta" ante el inminente comienzo de actividades de perforación hidrocarburífera al norte de las Islas Malvinas, en áreas de la plataforma continental argentina sometidas a la ocupación británica.

La disposición la tomó el canciller Taiana y, ante la ausencia en Argentina de la embajadora Shan Morgan, el encargado de negocios de esa representación recibirá de manos del Jefe de Gabinete de la Cancillería, embajador Alberto Dalotto, la nota de protesta.

En la misma, el Gobierno argentino "rechaza firmemente la pretensión del Reino Unido de autorizar la realización de operaciones de exploración y explotación de hidrocarburos en el área de la plataforma continental argentina".

Además, la Cancillería reiterará que la República Argentina "reafirma sus derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, que forman parte integrante de su territorio nacional" adelantaron las fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores.





Mapa de las Islas Malvinas, con la toponimia argentina.


EL PAIS › EL GOBIERNO ARGENTINO RECHAZO EL INICIO DE PERFORACIONES PETROLERAS BRITANICAS EN MALVINAS

“Enérgica protesta” contra Inglaterra

El canciller Jorge Taiana citó a la embajadora Shan Morgan para plantearle el carácter “ilegítimo” del inicio de los trabajos de explotación petrolera en las islas Malvinas. “Vulneran la soberanía”, dijo. Los británicos insistieron en sus derechos.

El inmimente inicio de actividades de perforación petrolera en las Malvinas generó un nuevo incidente en la disputa por la soberanía de las islas entre Argentina y Gran Bretaña. Ayer el canciller Jorge Taiana citó a la embajadora inglesa en el país, Shan Morgan, para entregarle una carta dirigida a las autoridades británicas con una “enérgica protesta” contra la decisión. En una conferencia de prensa, Taiana calificó además la iniciativa de “ilegítima”, pero el gobierno británico insistió en que los kelpers tienen “derecho” a buscar petróleo en las islas y sus aguas circundantes.

La embajadora Morgan está de vacaciones, por lo que el que concurrió a la citación en la Cancillería fue el encargado de Negocios, Simon Thomas. El diplomático fue recibido por el jefe de Gabinete del ministerio, Alberto D’Alotto, que le entregó la nota de protesta.

Al terminar la reunión, Taiana convocó a una rueda de prensa en la que criticó lo que está haciendo Gran Bretaña “porque vulnera la soberanía, los derechos y los recursos” de la Argentina. “Daremos todos los pasos que sean necesarios para defender y preservar nuestros derechos en la islas”, sostuvo el funcionario.

En la carta, que la embajada ya giró a Londres, el gobierno nacional rechazó “firmemente la pretensión del Reino Unido de autorizar la realización de operaciones de exploración y explotación de hidrocarburos en el área de la plataforma continental argentina”.

De paso, el texto reitera el reclamo de soberanía. “La República Argentina reafirma sus derechos de soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, que forman parte integrante de su territorio nacional.”

Las actividades de exploración comenzarían esta misma semana, y estarán a cargo de la empresa británica Desire Petroleum, una de las cuatro petroleras con autorización del gobierno británico para realizar tareas de exploración en la área. Para esto, la compañía va a instalar al norte de las islas una plataforma que fue remolcada especialmente desde Escocia. El mes pasado llegaron a Malvinas otro remolque con material para el anclaje de la plataforma y una nave con los equipos de exploración. El cronograma de trabajo difundido habla de realizar cuatro perforaciones iniciales durante la primera quincena de febrero.

La nota de protesta argentina advierte que “esta nueva acción unilateral británica se suma a la sucesión de acciones unilaterales británicas que llevaron al gobierno argentino, entre otras causas, a dar por terminada –desde el 27 de marzo de 2007– la Declaración Conjunta argentino–británica de 1995” que, bajo fórmula de salvaguardia de soberanía, impulsó la cooperación en actividades de exploración y explotación de hidrocarburos en el área en disputa.

Plantea además que “esta nueva acción unilateral del Reino Unido es incompatible con lo establecido por las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que reconocen la existencia de la disputa de soberanía” e insta a los gobiernos “a que reanuden las negociaciones a fin de encontrar a la mayor brevedad posible una solución pacífica”.

Consultados sobre la queja argentina, voceros de la embajada dijeron que la postura de las autoridades británicas es que “el gobierno de las islas Falklands tiene derecho a desarrollar su industria de hidrocarburos dentro de sus aguas y ha sido una política tradicional del gobierno británico apoyarlo”.

“No tenemos ninguna duda de la soberanía británica sobre las islas y las zonas marítimas circundantes”, señalaron los voceros, que no obstante aclararon que “para nosotros la Argentina es un socio importante a nivel internacional y tenemos una relación cercana y productiva en temas bilaterales y multilaterales”.


11:01 › DISPUTA DIPLOMATICA POR LA BUSQUEDA DE PETROLEO EN LAS MALVINAS

Rechazo británico a la protesta argentina

El Reino Unido rechazó la protesta argentina por el inicio de actividades de perforación petrolera al norte de las Islas Malvinas. Según el diario londinense Financial Times, la diplomacia británica está en estado de "alerta" ante la posibilidad de que la Argentina "intente interrumpir el paso de la plataforma usando navíos civiles".

"El 10 de Downing Street (residencia del primer ministro británico, Gordon Brown) rechazó ceder ante la protesta argentina por los planes de comenzar trabajos de exploración petrolera y gasífera", consignó el diario londinense Financial Times (FT).

Según el tradicional periódico inglés, Brown "está decidido" a que los trabajos de exploración se lleven a cabo, pero, a la vez, "está ansioso" por asegurarse que la disputa bilateral no escale.

El martes, el canciller Jorge Taiana citó a la embajadora británica en el país, Shan Morgan, para manifestarle la "enérgica protesta" de Argentina "por el inicio de actividades de perforación petrolera al norte de las Islas Malvinas".

Debido a que la diplomática está de vacaciones, el jefe de Gabinete de la Cancillería, Alberto D´Alotto, entregó la nota de protesta al Encargado de Negocios de la Embajada, Simon Thomas.

En la carta, que la embajada ya giró a Londres, el gobierno nacional rechazó “firmemente la pretensión del Reino Unido de autorizar la realización de operaciones de exploración y explotación de hidrocarburos en el área de la plataforma continental argentina”.

En ese contexto, y en un nuevo capítulo sobre la irresuelta disputa territorial tras el conflicto bélico de 1982, se conoció hoy el rechazo británico a la protesta argentina, junto con la ratificación del comienzo inminente de las tareas exploratorias.

"Este es un negocio legítimo en las aguas de las Islas Malvinas. Debe permitirse que siga adelante, y seguirá adelante", dijo un diplomático británico citado por el FT.

En igual sentido, fuentes diplomáticas remarcaron que viene de antaño la posición de Londres de "apoyar el desarrollo de la industria de hidrocarburos en las Islas Malvinas".

En ese punto, la nota del FT planteó la hipótesis de un eventual conflicto en caso de que Buenos Aires decidiera interferir los trabajos de perforación al norte de las islas, ocupadas por el Reino Unido desde 1833.

"Diplomáticos británicos señalan que hay pocas expectativas de una acción militar directa de Argentina, que reclama la soberanía de las islas. Sin embargo, están alertas ante una posible acción alternativa: que Argentina intente interrumpir el paso de la plataforma (contratada por la compañía Desire Petroleum) usando navíos civiles", agregó el FT.

Al respecto, las fuentes del Foreign Office (Cancillería) que hablaron con la publicación evitaron pronunciarse sobre la posibilidad de que se envíen fuerzas al archipiélago, para reforzar la presencia militar británica.


EL PAIS › PESE A LA QUEJA ARGENTINA, EL REINO UNIDO RESPALDO LA EXPLORACION EN MALVINAS

Otro cruce por el petróleo

El gobierno británico avaló las actividades de exploración que realizará una compañía inglesa en las islas del sur. Fuentes de la Cancillería advirtieron que la actividad de las petroleras será ilegítima porque vulnera resoluciones de la ONU.

Argentina y Gran Bretaña volvieron a cruzar declaraciones por el inicio de las actividades británicas en busca de petróleo en las islas Malvinas. En respuesta a la protesta que esta semana envió la Cancillería, ayer el Reino Unido respaldó los trabajos de exploración que realizará una compañía inglesa e hizo saber que su diplomacia está en “alerta” porque maneja la hipótesis de que la Argentina puede intentar bloquear la llegada a las islas de la plataforma petrolera, que está siendo trasladada por mar desde Escocia. Fuentes de la Cancillería argentina descalificaron este argumento y señalaron que se trata de una “cortina de humo” para distraer la atención de la cuestión de fondo de la soberanía. También advirtieron que la actividad de las petroleras será ilegítima, por lo que las empresas quedarán expuestas a futuros juicios.

La réplica a la queja nacional fue difundida por el diario londinense Financial Times. “Los diplomáticos británicos señalan que hay pocas expectativas de una acción militar directa de Argentina. Sin embargo, están alertas ante una posible acción alternativa: que Argentina intente interrumpir el paso de la plataforma (contratada por la compañía Desire Petroleum) usando navíos civiles”, señala el artículo del influyente diario de negocios.

En ese marco, asegura que el primer ministro británico, Gordon Brown, “rechazó ceder ante la protesta de Argentina por los planes de comenzar trabajos de exploración petrolera y gasífera”. Según la prensa británica, Brown “está decidido” a que los trabajos de exploración se lleven a cabo, pero, a la vez, “está ansioso” por asegurarse de que la disputa bilateral “no escale al nivel de una confrontación militar”.

Escrito por tres periodistas, dos desde Londres y uno en Buenos Aires, el artículo le da aire a la idea de que la Argentina pase de alguna manera de las protestas diplomáticas a la acción. Señala, por ejemplo, que las fuentes consultadas en el Foreign Office (el Ministerio de Asuntos Exteriores británico) no quisieron responder si Londres enviará refuerzos militares a las islas. Pero apunta que “a diferencia de la invasión argentina en 1982, las Falkland están bien defendidas por cuatro jets Euro Fighter, al menos dos buques de guerra y una compañía de infantería apostada en todo momento” en el complejo militar de Mount Pleasant, en la isla Soledad.

En Buenos Aires, voceros de la Cancillería se concentraron en reiterar que la exploración petrolera será una actividad ilegítima. “El gobierno británico sabe que hay una cuestión de inseguridad jurídica de fondo para las empresas petroleras que operen en la zona, porque están violando todas las resoluciones de la ONU sobre Malvinas que llaman a abstenerse de generar nuevas situaciones que dificulten las negociaciones entre los dos países”, señaló el funcionario consultado.

Otras fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores consideraron, en la misma línea, que “no es casual que las empresas petroleras involucradas sean británicas, es decir que ellas son las únicas que pueden llegar a creerle al Reino Unido la quimera que vende sobre la supuesta legalidad de las operaciones comerciales”.

Los funcionarios anticiparon, por otra parte, que el gobierno nacional seguirá reclamando ante la ONU, con el propósito de buscar una “solución por medios pacíficos y conforme al derecho internacional”.



EL PAIS › LE PROHIBIERON TODA OPERACION AL “THOR LEADER”

Inhabilitado en puertos argentinos


La Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, dependiente del Ministerio de Planificación, oficializó la prohibición de toda operación en puertos argentinos del buque “Thor Leader”, proveniente de las islas Malvinas y en el cual se impidió embarcar una partida de tubos de acero sin costura que fabrica Techint para su uso en la industria del petróleo. Aunque esa empresa negó que el destino de los tubos fuera el archipiélago –donde Gran Bretaña comenzó unilateralmente la exploración petrolera–, un grupo de diputados nacionales le pidió al Gobierno que le aplique sanciones.

El “Thor Leader” –un buque de bandera de la isla de Man, un paraíso fiscal ubicado en el Mar de Irlanda– no podrá operar “hasta tanto dé cumplimiento a la normativa vigente”. Así lo establece la disposición 108 de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, que señala que la Delegación Campana de la Prefectura Naval verificó que ese navío “carece de autorización de despacho de salida de puerto de origen argentino”. La cartera de Planificación señaló que los registros de navegación del buque indican que “el 15 de enero de 2010 operó en Puerto Argentino y partió el 18, amarrando el 4 de febrero en Campana, sin que obren constancias de haber sido despachado por las autoridades portuarias argentinas competentes”.

Al anunciar la prohibición de la salida de los tubos fabricados por Techint, la Cancillería aseguró que “existen evidencias que indican que dicho buque habría sido utilizado para el abastecimiento de insumos vinculados a las actividades de la industria petrolera promovidas ilegítimamente por el Reino Unido en las islas Malvinas”.

Los diputados oficialistas Héctor Recalde, Omar Plaini y Octavio Argüello presentaron por ello un proyecto de resolución en el que reclamaron al Gobierno que le imponga un castigo a Techint. Los legisladores pidieron “la sanción más enérgica que prevean los códigos y legislación vigentes, en defensa de la soberanía y el pueblo argentino”.


› CONFLICTO EN PUERTA

El Reino Unido respondió que "la exploración de hidrocarburos es un emprendimiento totalmente legítimo"

"El Reino Unido no tiene ninguna duda sobre su soberanía sobre las islas Falklands y territorios marítimos circundantes y tiene totalmente claro que la exploración de hidrocarburos es un emprendimiento totalmente legítimo", afirmaron los voceros de la embajada británica en Buenos Aires.

El gobierno británico, a través de su embajada en el país, afirmó esta tarde que la decisión de la presidenta Cristina Fernández de exigir a los barcos que unan el continente con las islas Malvinas que pidan autorización, es un tema de cómo la Argentina "aplica sus leyes".

Consultado sobre el decreto de la Presidencia que obliga a los buques que quieran viajar a Malvinas, una autorización del gobierno, los voceros se limitaron a señalar que "es un tema para la Argentina de cómo aplica sus leyes dentro de sus propios territorios".

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9:06 › "EL DERECHO INTERNACIONAL DEBE REGIR PARA TODOS"

Cristina acusó a Gran Bretaña de desoir las resoluciones de las Naciones Unidas y ratificó la soberanía de las Islas Malvinas

Desde la localidad bonaerense de Merlo, la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, reivindicó el derecho del país a ordenar que todos los buques que circulen entre el continente y las islas soliciten una autorización previa al gobierno argentino, y sostuvo que la única manera de reconocer la existencia del derecho internacional es "que lo cumplan todos los países del mundo, no sólo los chicos".

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner firmó hoy un decreto por el cual se establece que "todo buque o artefacto naval" que quiera transitar "entre puertos ubicados en el territorio continental argentino y puertos ubicados en las Islas Malvinas y Sandwich del Sur, "o atravesar aguas argentinas" en esa dirección, "deberán solicitar una autorización previa".

Así lo anunció el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien fundamentó que la decisión es "en defensa de los intereses de los argentinos".

De esta manera, el Gobierno rechaza una vez más los planes del gobierno de Gran Bretaña de iniciar actividades de exploración de recursos hidrocarburíferas


EL PAIS › OPINION

Diplomacia y antiguas guerras

.

Por Mario Wainfeld

La presidenta Cristina Fernández y Néstor Kirchner son “malvineros”, desde mucho antes de morar en Olivos. Como tantos ciudadanos patagónicos vivieron la guerra, vieron partir y sobrevolar aviones que, en muchos casos, no volvieron. A diferencia de la mayoría de los argentinos de otros parajes que la “vieron por tevé”, los “pingüinos” palparon la contienda de cerca, lo que dejó huellas en su sensibilidad. En el caso de los Kirchner, también en su visión política.

El canciller Jorge Taiana incluye a Malvinas en su agenda, como un ítem sustancial. Amén de su sensibilidad particular, prima el ansia profesional de recuperar terreno en una reivindicación que el delirio dictatorial dañó gravemente. Los Kirchner (en cuanto políticos) y el ministro (un diplomático versado) saben que la búsqueda pacífica de la recuperación de soberanía es un camino cuesta arriba, que insumirá décadas. A casi treinta años de la guerra, tan absurda como popular en su momento, revalidar títulos históricos es un cometido titánico. Una construcción laboriosa, pacífica, antagónica en todo a la aventura militar. Sin vociferarlo, el Gobierno entiende que movidas como las de ayer y la semana pasada no son golpes idóneos para noquear a la contraparte o para producir un giro sideral en la trama diplomática. Se trata, ni más ni menos, de probar voluntad firme ante los avances del Reino Unido. Hay también un objetivo pragmático: entorpecer y encarecer (dos sinónimos al fin) por vía de reglamentaciones toda potencial actividad exploratoria de los británicos. Empiojar el tránsito, en un país de tradición piquetera, es un recurso para incitar a la negociación.

Ni en la Casa Rosada ni en el Palacio San Martín se reconocerá que las quejas argentinas tendrían más sabor si el país estuviera más comprometido en la exploración offshore en la zona aledaña al conflicto. Pero lo tendrían, a no dudarlo.

Brasil descubrió una riqueza petrolera estimable en su plataforma marítima; los ingleses seguramente piensan seguir su camino. La Argentina está muy rezagada en esa tarea, que podría reparar parcialmente otro dislate histórico, cometido en plena democracia: la entrega de la riqueza petrolera y de la empresa nacional YPF a manos privadas.

Más allá del cipayismo y la ligereza privatista de los noventa, toda recidiva de Malvinas es una lección. La barbarie de la dictadura condiciona (tira para atrás) la virtualidad de los reclamos argentinos. El terrorismo de Estado no agota la nómina de las herencias nefastas que se siguen pagando con usura.

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Pasaje a Lima: Perú fue uno de los países que más decididamente apoyó al nuestro durante el conflicto de Malvinas. Pésima retribución fue la venta ilegal de armas a Ecuador, consumada bajo la presidencia de Carlos Menem, cuando ese país y Perú sostenían una guerra desdichada. Esa enormidad seguramente será evocada y cuestionada por Cristina Fernández cuando viaje a Lima, a fin de marzo (en fecha a precisar), para encontrarse con su par peruano, Alan García. El alcance del reproche presidencial a esa tropelía del pasado no se difunde, en un gobierno muy dado al sigilo. Pero oscilará entre el reconocimiento de un grave error y el pedido público de disculpas.

Será la primera visita de la mandataria al Perú, habrá acuerdos económicos de variado tipo. También existe un objetivo político, que es reanudar lazos con una nación muy afín, muchos de cuyos ciudadanos emigraron recientemente para Argentina, integrando una de las colectividades hermanas más nutridas.

El kirchnerismo, a diferencia de lo que fue moda en el peronismo ochentista, no se hace ilusiones ideológicas con Alan García. Pero advierte que, ante los cambios políticos que se producen en la región (en especial la derrota electoral de la Concertación chilena) es necesario remozar y ampliar el arco de relaciones.

La convivencia e integración argentino-chilena viene prosperando desde la reinstalación democrática. Alcanzó sus picos más altos en los últimos años, acelerando la continuidad. Los kirchneristas, en especial, se sienten muy ligados a la dirigencia de la Concertación. En Cancillería y en la Casa Rosada se define a Michelle Bachelet como la mayor abanderada de esa relación. “La vamos a extrañar”, auguran en los pisos altos del Palacio San Martín.

En Buenos Aires no se teme un viraje brutal en un proceso que tiene raíces firmes políticas, económicas y culturales. La conveniencia recíproca es un pilar que sería suicida sacudir. El partido de Piñera, evocan funcionarios avezados, facilitó la aprobación parlamentaria del Tratado de Maipú que firmaron Bachelet y Fernández de Kirchner antes de su viaje común a la Santa Sede, a fin del año pasado. Y, cuentan en Palacio, “Cristina recibió a Piñera cuando era candidato. Fue un buen encuentro, superados recelos iniciales. Tanto que, al rato de entrar, el ahora presidente llamó a su esposa para que se sumara a la tertulia”. El confidente autocelebra: “Fue correcto dialogar con los candidatos opositores y no sólo con Eduardo Frei”.

Ni lo construido por sucesivos gobiernos en ambas laderas del Ande ni lo cortés quitan lo valiente. Piñera será menos afín al vecindario, seguramente no repetirá la defensa encendida de la democracia y la paz en la región que hizo Bachelet. En términos estratégicos e ideológicos se orientará más al Norte y al Pacífico. El colombiano Alvaro Uribe, el cuadro más consistente de la derecha latinoamericana, será un aliado de cajón. Con el PAN mexicano se tirarán buena onda, aunque el presidente Felipe Calderón tiene toda la pinta de perder las próximas elecciones. Perú es un tercer régimen de centroderecha apetecible para una virtual coalición. No será sencillo porque el pasado delimita el futuro: las relaciones entre Chile y Perú siempre fueron tensas, connotadas por guerras territoriales, los irresueltos conflictos fronterizos y una mala onda más que secular. Durante los mandatos de los presidentes Bachelet y García los enconos crecieron, no será sencillo disiparlos.

Demostrar que Argentina tiende renovados puentes con el Perú aspira a ser un modo pragmático y a la vez sutil de incidir en ese nuevo escenario. Una movida no confrontativa, eficaz para limitar a un eje de centroderecha, de diferente sesgo político al que primó en este Sur en lo que va del siglo.

Cristina Fernández anunció ayer que llevará la denuncia contra los británicos al Grupo Río, que se congrega la semana próxima. De modo implícito levanta la autolimitación para salir del país que se impuso cuando debía viajar hacia China. Se apeó, se recuerda, por la creciente desconfianza hacia el vicepresidente Julio Cobos, a lo que podía hacer sentado en el sillón de Rivadavia. Se podrá alegar que esos dos viajes (y otros que advendrán) son más cortos que el de China. En todo caso, se revisará un gesto, imposible de sostener en un mundo cada vez más globalizado en el que la “diplomacia presidencial” y las tratativas cara a cara son ineludibles.

mwainfeld@pagina12.com.ar


11:20 › ISLAS MALVINAS

El vicecanciller señaló que “la Argentina no acepta la usurpación británica"

Victorio Taccetti aseguró que el país "toma medidas en defensa de su soberanía sobre las Islas Malvinas" y ésta posición es "permanente" y "por todos los medios pacíficos" a su alcance.

A través de un decreto del martes que lleva la firma de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, todo barco que se dirija hacia o desde las Malvinas a puertos nacionales, o atraviesen Mar Argentino con ese mismo destino, deben pedir un permiso especial al gobierno argentino.

Taccetti defendió la medida y explicó que "si bien no impide" la navegación en aguas argentinas, "hace que los trayectos sean más largos, lo cual dificultaría la navegación".

"Nosotros no tenemos medios para impedir que estos buques se dirijan a las Islas Malvinas porque hemos renunciado al uso de la fuerza", dijo Taccetti en referencia a los buques que están iniciando la exploración de hidrocarburos en aguas territoriales argentinas, disputadas por Gran Bretaña, en el Atlántico Sur.

Taccetti resaltó la "solidaridad" que encuentra siempre la Argentina en todos los organismos y foros internacionales y regionales en los que plantea el reclamo por Malvinas, como es el caso de la Organización de Naciones Unidas, Unasur, Grupo Río y Mercosur.

Respecto a la próxima reunión que el miércoles mantendrá el canciller Jorge Taiana con el Secretario General de la ONU, Ban-Ki Moon, el vicecanciller dijo que la idea es "hacer presente al máximo organismo de la comunidad internacional lo que está haciendo Argentina ante las medidas que está tomando el usurpador (Gran Bretaña)".

"La estrategia argentina es la misma que seguimos hace años, en defensa de nuestros derechos legítimos sobre las Islas Malvinas", dijo el vicecanciller.

Recordó que la posición de la Asamblea General de ONU es reconocer que existe una controversia en torno a las islas y que es necesario "sentarse a negociar", algo a lo que Gran Bretaña se ha negado en forma sistemática.

En lo que hace a los resultados de las medidas tomadas por el gobierno argentino, Taccetti explicó que "hay que entender que en política exterior no podemos pensar sólo en lo inmediato, sino en estrategias de largo plazo, como ocurre en este caso".

Respecto a la exploración que está iniciando el Reino Unido en Malvinas, dijo que "no hay dudas de que son aguas territoriales argentinas", y que no se trata de una medida "amigable". Agregó que si están intentando explorar en esa zona es porque existen estudios previos que indican la "probabilidad de encontrar hidrocarburos".

"Primero se detecta el tipo de suelo, si es de los que habitualmente contienen napas de hidrocarburos, y así se va avanzando en su búsqueda. Obviamente, si están moviendo equipamiento tan grande, alguna probabilidad existe, de lo contrario no lo harían", consignó el vicecanciller. "Es muy posible que todo el Atlántico Sur sea reservorio de hidrocarburos" y reiteró que la decisión de Cancillería y del gobierno nacional es "seguir reclamando en forma constante en organismos y foros internacionales y regionales, y también ante el Reino Unido y los países a los que pertenecen los buques".

Por ello, el miércoles Taiana pedirá que se cumplan con las resoluciones dictadas por la ONU, que instan al Reino Unido y Argentina a negociar diplomáticamente sobre la controversia respecto a las Islas Malvinas.


10:46 › ISLAS MALVINAS

Gordon Brown ratificó el derecho del Reino Unido para extraer petróleo en la zona de conflicto

"Hemos tomado todas las medidas necesarias para asegurar que los isleños de las Falkland estén debidamente protegidos", señaló el primer ministro británico. Brown rechazó un pedido de la oposición para reforzar la presencia de la "Royal Navy" en aguas de las Malvinas.

En una conversación con radioyentes de Real Radio, emisora del noreste de Inglaterra, Brown dijo que no cree que sea necesario enviar una fuerza especial al Atlántico Sur.

Después de la guerra de 1982, que enfrentó al Reino Unido y Argentina por la posesión de las islas, Londres decidió establecer a presencia militar permanente en el Atlántico Sur, con cuatro barcos y unos mil militares en Malvinas. Argentina reclama la soberanía de las islas desde 1833.

Según el primer ministro, lo que se hará en aguas cercanas a las islas es una exploración de crudo para el futuro. "Está perfectamente dentro de nuestros derechos hacerlo", afirmó Brown.

El jefe del Gobierno respondió así a la decisión del Gobierno argentino de establecer nuevos controles a los barcos que pasen por sus aguas con destino a las islas, después de los planes británicos de autorizar la exploración de crudo.

El Ministerio británico de Defensa negó hoy que el Gobierno haya decidido enviar un refuerzo naval al Atlántico Sur, como señaló el periódico sensacionalista "The Sun". Según el rotativo, el Reino Unido ha enviado "en secreto" dos buques de guerra para reforzar su defensa naval de las Malvinas y pronto llegará otro a la zona, algo que negó un vocero de Defensa.

La oposición conservadora británica pidió hoy que se incremente la presencia de la "Royal Navy" en aguas de las Malvinas después de que Argentina anunciase que impondrá controles a los buques que pasen por sus aguas en dirección al archipiélago.

En declaraciones a la emisora Radio 4 de la BBC, el responsable "tory" de Exteriores, William Hague, dijo que esa presencia reforzada podía consistir "en que un buque (de la Armada británica) visitase (la región) más regularmente".

"Una de las cosas que fallaron en los años ochenta es que los argentinos creyeron que no estábamos realmente comprometidos con (la defensa) de las islas. Así que no debemos caer en el mismo error", advirtió quien será el próximo ministro de Exteriores si los "tories" ganan las elecciones generales de esta primavera.


EL PAIS › GRAN BRETAÑA CONOCE LA RIQUEZA EN HIDROCARBUROS DESDE HACE DECADAS. LAS RESERVAS PODRIAN VALER MEDIO BILLON DE DOLARES

Tras un manto de sospechas y especulaciones

El interés de Gran Bretaña por el petróleo de Malvinas tiene, por lo menos, 35 años. A partir de 1975, la Corona había iniciado relevamientos. Dos misiones exploratorias, entre 1998 y 2009, terminaron demostrando su potencialidad.

Por Federico Bernal

La inclusión del petróleo en la disputa por las islas Malvinas no es algo nuevo. Entre 1974 y 1980 el precio internacional de la lana –principal sustento económico kelper y único producto de exportación– sufrió una caída histórica, deprimiendo el PBI de las islas en un 25 por ciento (Robert Laver. The Falklands/Malvinas Case, 2001). La situación socioeconómica se hizo insostenible. Gran Bretaña se vio entonces en la disyuntiva de ceder finalmente a los reclamos argentinos o bien intentar una urgente diversificación y modernización económica de las islas. El plan consistió en sustituir progresivamente la lana por otros recursos: los pesqueros, en el corto plazo, y los minerales e hidrocarburos, en el mediano y largo plazo.

A los efectos de relevar la riqueza natural del archipiélago, fundamental para el éxito del plan, Gran Bretaña envió a las islas entre 1975 y 1976 sendas misiones integradas por parlamentarios, geólogos y militares. Los resultados fueron esperanzadores. La estrategia de modernización económica –clave para retener las islas bajo dominio de la Corona– llevaba implícito colocar a la población de las islas en la mesa de negociación con la Argentina, violando la Resolución 2065 de la ONU, pues los principales interesados en la explotación de estos nuevos recursos serían los kelpers. Treinta y cinco años después, el plan británico de modernización socioeconómica de las islas está a un paso de concretarse.

Que hay petróleo en las Malvinas ya no es sorpresa para nadie. Sin embargo, cabe preguntarse en qué cantidad. Y para ello resulta clave conocer el precio mínimo del barril que viabilizará su explotación comercial y el tipo de crudo que se espera extraer. ¿Cuál es ese piso y cuál la calidad del crudo? Por debajo de una cotización internacional de 25 dólares/barril, según indicaron las mismas operadoras (Rockhopper-Interim Report 2008), la extracción del petróleo malvinense será inviable. Hoy el barril cotiza a 77 dólares y todas las proyecciones indican que se mantendrá en esos valores o incluso aumentará en los próximos años.

En cuanto a su calidad –y en principio sólo para la Cuenca Norte de Malvinas–, el pozo 14/10-1 perforado en 1998 por Shell probó la existencia de un crudo de tipo medio o 27º API (North Falkland Basin-Desire Report 2009). Tras conocerse esos datos, se encaró la primera fase exploratoria entre 1998-2001, de la que participaron Shell, Amerada Hess, Lasmo, Lundin, el Servicio Geológico de Gran Bretaña y el Servicio Geológico de Estados Unidos. La segunda fase exploratoria, entre 2001 y 2009, contó con las compañías británicas Borders and Southern Petroleum, Rockhopper Exploration, Desire Petroleum, Arcadia Petroleum y Argos Petroleum. Ahora, la australiana BHP Billiton y la kelper Falkland Oil and Gas Limited (FOGL) se aprestan a adentrarse en la última fase exploratoria, aquella que finalmente ratificará la potencialidad petrolera malvinense e inaugurará la tan preciada fase extractiva.

Según cálculos de las mismas operadoras, el potencial petrolero en el off-shore alrededor de las islas tendría un mínimo de 6525 millones de barriles de petróleo. De comprobarse estas reservas probables –equivalentes a unos 502.425 millones de dólares a 77 dólares/barril a la cotización de ayer–, el crudo malvinense más que triplicaría las reservas certificadas de nuestro país a diciembre de 2008 (1987 millones de barriles, según la Secretaría de Energía de la Nación).

Mientras tanto, los contratos por las áreas licitadas benefician desde hace años al gobierno kelper: 30.000 dólares por año de impuestos antes del descubrimiento. Una vez descubierto el crudo (comprobadas las reservas e iniciada la etapa de extracción), el gobierno isleño cobrará a las operadoras unos 375.000 dólares por año/área en producción, un 21 por ciento de impuestos corporativos (que luego de un año de contrato saltan al 26 por ciento) y un 9 por ciento de regalías sobre el total extraído.

La capacidad exploratoria off-shore total de las Malvinas viene dada por la superficie de las cuatro cuencas sedimentarias a su alrededor. Entre las cuatro, totalizan un área de aproximadamente 400.000 km2, más de treinta veces el tamaño de las islas Gran Malvina y Soledad juntas, casi dos veces y media la provincia de Córdoba y un 50 por ciento más grande que los campos petroleros británicos del Mar del Norte. De las cuatro cuencas, la menos costosa (por sus bajas profundidades y cercanía a las islas) y la de mayor potencial petrolero (3900 millones de barriles o un 60 por ciento de los volúmenes estimados camino a ser certificados) es la denominada Cuenca Norte. Dicha cuenca tiene una superficie de 50 kilómetros de ancho por 230 kilómetros de largo. Las cuencas al sur y al este, si bien muy prometedoras, están a mayores profundidades y las áreas licitadas más próximas a las islas se ubican recién a 150 kilómetros de distancia (contra unos 25 km para la Cuenca Norte).

¿Por qué tan lejos? ¿Obedece a una cuestión geológica? Según confirmó la ministra de Minería de las islas, Phyll Rendell, a este autor en 2004, se ha creado una suerte de área de exclusión al sur de las islas donde se prohíbe cualquier tarea de perforación. La razón es simple: en esa zona se registraron hundimientos de barcos británicos que se presumen contienen material nuclear bélico.

Entre las principales operadoras petroleras en Malvinas se destaca Desire Petroleum (1996), cuyo fundador, el diputado laborista Colin Phipps, participó de una de las misiones de mediados de la década del 70, como se dijo, con el objetivo de relevar la riqueza natural del archipiélago. Fallecido Colin en 2009, su hijo Stephen, de 52 años, se hizo cargo de la empresa, con el 13,38 por ciento de la participación accionaria. Stephen –ex corredor de las Bolsas de Londres y Nueva York durante veinte años– cuenta que su padre participó de la reunión de gabinete en la que Margaret Thatcher decidió declarar la guerra a la Argentina (UK News-9/12/09).

Con la plataforma semisumergible de tercera generación Ocean Guardian contratada por Desire para esta fase final, los primeros pozos habrán de perforarse en el área denominada Liz (92,5 por ciento Desire, y 7,5 por ciento Rockhopper), para luego avanzar bajo la operación de Rockhopper en las áreas Sea Lion y Ernest. En función de los resultados, se proseguirá con las restantes quince áreas de la Cuenca Norte. Los volúmenes técnicamente recuperables que podrían confirmarse en los próximos meses equivalen a lo que la Argentina extrae de crudo en ocho meses.

El inicio de esta última fase exploratoria tiene para la Argentina (y Unasur) no sólo implicancias geopolíticas (base militar de una potencia extranjera en territorio nacional) y políticas (el único enclave colonial del siglo XXI en actividad), sino y fundamentalmente económicas (las reservas probables en las islas equivalen a unos 502.425 millones de dólares) y energéticas (de certificarse esas reservas, el horizonte de vida de las reservas probadas en la Argentina pasarían de 6-7 años a unos 27). La iniciativa británica perjudica sobremanera la seguridad nacional, económica y energética del país.




EL PAIS › DECLARACIONES DE GORDON BROWN

“Es nuestro derecho”

El premier británico Gordon Brown defendió el derecho de su país de iniciar perforaciones en busca de recursos energéticos en el área cercana a las Islas Malvinas, al tiempo que advirtió que se están haciendo “todas las preparaciones necesarias” para proteger el archipiélago, un día después de que el diario The Sun informara sobre el envío de un destacamento naval adicional a la zona, dato que fue desmentido por el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña. “Esto es perforación petrolera que es exploración para el futuro –aseguró el primer ministro en declaraciones a una radio local–. Está perfectamente dentro de nuestro derecho hacer esto, creo que hasta los argentinos lo entienden.”

Aunque el Ministerio de Defensa británico aseguró que no habrá cambios en el esquema de fuerzas de disuasión existentes en las Malvinas –que incluye una fragata, un barco de patrulla, otro de vigilancia y un buque de reabastecimiento, además de un millar de efectivos en tierra–, Brown, consultado sobre el tema, aseguró: “No voy a hacer declaraciones sobre lo que puede o no puede pasar”. El diario The Sun había publicado el martes que se evaluaba enviar tres naves más al Atlántico Sur.

“Creo que encontrarán que hemos hecho todos los preparativos que son necesarios para asegurar que los habitantes de las Falklands (como conocen ellos a las Malvinas) estén adecuadamente protegidos”, manifestó el premier laborista en respuesta al pedido del Partido Conservador para incrementar la presencia británica en las islas.


EL PAIS › OPINION

El petróleo de Malvinas

Por Roberto García Moritán *

La actitud del Reino Unido resulta desilusionante al pretender reeditar en el Atlántico Sur un escenario de confrontación. Las expresiones del primer ministro dejan en claro ese propósito, al plantear un esquema defensivo en las islas Malvinas que no guarda proporción alguna con el discreto presupuesto militar argentino.

La Argentina es uno de los pocos países de la región que no se ha dejado tentar con la compra de armamentos, en una clara demostración del convencimiento de que la diplomacia es el único camino para la solución de la disputa de soberanía. Hablar de amenaza militar en ese contexto es desvirtuar intencionalmente la realidad para ocultar un comportamiento irresponsable.

Las acciones unilaterales desarrolladas por el Reino Unido desde el año 1991 en materia de hidrocarburos son un reflejo lamentable de ese accionar. Basta citar un ejemplo para comprobar la ausencia de buena fe. En octubre de 1995, a un mes de haberse acordado la Declaración Conjunta de Cooperación sobre actividades costa afuera en el Atlántico Sudoccidental, anunció unilateralmente la apertura de una ronda de licencias para la exploración y explotación de hidrocarburos al norte y sudoeste de las islas Malvinas. En 1996 otorgó siete licencias para la producción de hidrocarburos costa afuera al norte de la isla.

La existencia de un marco de cooperación bilateral tampoco detuvo al Reino Unido en el año 2000 para sancionar la “Offshore Petroleum (Licensing) Regulations 2000” ni para otorgar licencias para la exploración y producción de hidrocarburos en diez bloques ubicados al sur y al este de las islas Malvinas.

A pesar de los esfuerzos argentinos, el acuerdo de cooperación era sistemáticamente desvirtuado por esas acciones unilaterales. Hasta las disposiciones centrales eran materia de interpretación divergente. Vaciado de contenido, sólo servía como pantalla para otorgar una sensación de seguridad jurídica a expensas argentinas. En el año 2007, la Argentina hizo finalmente lo correcto al dar por terminada la Declaración Conjunta de septiembre de 1995.

Sin embargo, la Argentina continuó serenamente apelando, una y otra vez, a la sensatez. Los innumerables llamados a la negociación eran despreciados. Las ofertas de mantener diálogos francos y abiertos sin exclusión temática tampoco recibían atención. Los mandatos de las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas eran ignorados, como las apelaciones formuladas por múltiples declaraciones diplomáticas regionales y de otros foros multilaterales.

En la actualidad el Reino Unido continúa implementando actos unilaterales ilegítimos y, para salvar la cara, pretendiendo mostrarse como víctima. Una nueva equivocación. La democracia Argentina no se comporta como la dictadura. Los agravios siempre tendrán una respuesta diplomática.

Esperemos que el Reino Unido se dé cuenta de que es hora de empezar a actuar civilizada y responsablemente dando cumplimiento a las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas.

* Diplomático, ex vicecanciller.


EL PAIS › YA BUSCAN PETROLEO EN LAS MALVINAS

Comenzó la exploración

Mientras la presidenta Cristina Kirchner arribaba ayer a Cancún, México, para participar de la reunión del Grupo Río, la plataforma británica Ocean Guardian comenzaba la exploración petrolera en las Islas Malvinas. Así lo informó la Asamblea Legislativa que gobierna las islas y, a su vez, aseguró que “ya están todos los suministros” necesarios para comenzar con las tareas.

La plataforma arribó al primero de los pozos, ubicado a 400 kilómetros de Santa Cruz, según se pudo observar en un video del canal 4 de Inglaterra, difundido por el diario online El Malvinense. Ningún buque ajeno al permiso de la Royal Navy puede ingresar en la zona de exclusión, conformada a 500 metros alrededor de la Ocean Guardian, la cual se encuentra monitoreada por buques de guerra. El primero de los puntos estratégicos sobre el que comenzaron los trabajos se encuentra 200 kilómetros al norte de las islas; a 300 de la capital isleña y a tan sólo 100 kilómetros de aguas territoriales argentinas.

Los buques que acompañaron a la plataforma petrolera son el Maersk Traveller, de bandera danesa, que la remolcó hasta ese paraje del Atlántico, y fue abastecido con agua y combustible en cuatro puertos brasileños. El buque logístico Ahts Maersk Pacer y el PSV Toisa Invincible, de bandera de las Bahamas, también fueron parte de su escolta.

“Las perforaciones van a comenzar como estaba planeado, si el clima lo permite”, afirmaron fuentes cercanas al gobierno isleño, quienes también aseguraron que la restricción a la navegación, impulsada por el gobierno argentino, “no afectará en nada” a las operaciones previstas. La prensa británica aseguró que las Malvinas albergan unos 60 mil millones de barriles de crudo.

EL PAIS › OPINION

El petróleo de Malvinas

Por Roberto García Moritán *

La actitud del Reino Unido resulta desilusionante al pretender reeditar en el Atlántico Sur un escenario de confrontación. Las expresiones del primer ministro dejan en claro ese propósito, al plantear un esquema defensivo en las islas Malvinas que no guarda proporción alguna con el discreto presupuesto militar argentino.

La Argentina es uno de los pocos países de la región que no se ha dejado tentar con la compra de armamentos, en una clara demostración del convencimiento de que la diplomacia es el único camino para la solución de la disputa de soberanía. Hablar de amenaza militar en ese contexto es desvirtuar intencionalmente la realidad para ocultar un comportamiento irresponsable.

Las acciones unilaterales desarrolladas por el Reino Unido desde el año 1991 en materia de hidrocarburos son un reflejo lamentable de ese accionar. Basta citar un ejemplo para comprobar la ausencia de buena fe. En octubre de 1995, a un mes de haberse acordado la Declaración Conjunta de Cooperación sobre actividades costa afuera en el Atlántico Sudoccidental, anunció unilateralmente la apertura de una ronda de licencias para la exploración y explotación de hidrocarburos al norte y sudoeste de las islas Malvinas. En 1996 otorgó siete licencias para la producción de hidrocarburos costa afuera al norte de la isla.

La existencia de un marco de cooperación bilateral tampoco detuvo al Reino Unido en el año 2000 para sancionar la “Offshore Petroleum (Licensing) Regulations 2000” ni para otorgar licencias para la exploración y producción de hidrocarburos en diez bloques ubicados al sur y al este de las islas Malvinas.

A pesar de los esfuerzos argentinos, el acuerdo de cooperación era sistemáticamente desvirtuado por esas acciones unilaterales. Hasta las disposiciones centrales eran materia de interpretación divergente. Vaciado de contenido, sólo servía como pantalla para otorgar una sensación de seguridad jurídica a expensas argentinas. En el año 2007, la Argentina hizo finalmente lo correcto al dar por terminada la Declaración Conjunta de septiembre de 1995.

Sin embargo, la Argentina continuó serenamente apelando, una y otra vez, a la sensatez. Los innumerables llamados a la negociación eran despreciados. Las ofertas de mantener diálogos francos y abiertos sin exclusión temática tampoco recibían atención. Los mandatos de las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas eran ignorados, como las apelaciones formuladas por múltiples declaraciones diplomáticas regionales y de otros foros multilaterales.

En la actualidad el Reino Unido continúa implementando actos unilaterales ilegítimos y, para salvar la cara, pretendiendo mostrarse como víctima. Una nueva equivocación. La democracia Argentina no se comporta como la dictadura. Los agravios siempre tendrán una respuesta diplomática.

Esperemos que el Reino Unido se dé cuenta de que es hora de empezar a actuar civilizada y responsablemente dando cumplimiento a las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas.

* Diplomático, ex vicecanciller.

EL PAIS › YA BUSCAN PETROLEO EN LAS MALVINAS

Comenzó la exploración

Mientras la presidenta Cristina Kirchner arribaba ayer a Cancún, México, para participar de la reunión del Grupo Río, la plataforma británica Ocean Guardian comenzaba la exploración petrolera en las Islas Malvinas. Así lo informó la Asamblea Legislativa que gobierna las islas y, a su vez, aseguró que “ya están todos los suministros” necesarios para comenzar con las tareas.

La plataforma arribó al primero de los pozos, ubicado a 400 kilómetros de Santa Cruz, según se pudo observar en un video del canal 4 de Inglaterra, difundido por el diario online El Malvinense. Ningún buque ajeno al permiso de la Royal Navy puede ingresar en la zona de exclusión, conformada a 500 metros alrededor de la Ocean Guardian, la cual se encuentra monitoreada por buques de guerra. El primero de los puntos estratégicos sobre el que comenzaron los trabajos se encuentra 200 kilómetros al norte de las islas; a 300 de la capital isleña y a tan sólo 100 kilómetros de aguas territoriales argentinas.

Los buques que acompañaron a la plataforma petrolera son el Maersk Traveller, de bandera danesa, que la remolcó hasta ese paraje del Atlántico, y fue abastecido con agua y combustible en cuatro puertos brasileños. El buque logístico Ahts Maersk Pacer y el PSV Toisa Invincible, de bandera de las Bahamas, también fueron parte de su escolta.

“Las perforaciones van a comenzar como estaba planeado, si el clima lo permite”, afirmaron fuentes cercanas al gobierno isleño, quienes también aseguraron que la restricción a la navegación, impulsada por el gobierno argentino, “no afectará en nada” a las operaciones previstas. La prensa británica aseguró que las Malvinas albergan unos 60 mil millones de barriles de crudo.