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(nr. 128) 25 de septiembre de 2009
RED SOLIDARIA CON LA RESISTENCIA EN HONDURAS
(nr. 128) 25 de septiembre de 2009
He aquí la muestra del por qué a los empresarios les conviene tanto el golpe militar y viceversa.
El gran Jorge Canahuati, dueño de los diarios El Heraldo y La Prensa, uno de los principales promotores del Golpe ha recuperado sus feudos mercantiles y por supuesto, los milicos, se han reencontrado con su principal socio.
¡ATENCIOOON! ¡FIRRRRMES!
El gran Jorge Canahuati, dueño de los diarios El Heraldo y La Prensa, uno de los principales promotores del Golpe ha recuperado sus feudos mercantiles y por supuesto, los milicos, se han reencontrado con su principal socio.
¡ATENCIOOON! ¡FIRRRRMES!
Publicado por Fabricio Estrada
viernes 11 de septiembre de 2009
Al parecer, los Estados Unidos le acaban de quitar la visa a Micheletti y sus secuaces, entre ellos a Marcia Facussé y a Luis Rubí, dos de sus más cercanos. NO se confirma nada a estas horas, pero también se dice que hay más de 1,000 visas canceladas.
La prepotencia de esta gente es sumamente peligrosa, así que no creo que se les suelten los nervios. Pertenecen a una especie extraña pero que bien la conocemos por aquí, así que habrá que ver cómo reaccionan al estar completamente acorralados. No es despreciable el sector de alienados que los apoyan, una mentalidad masiva (en su agrupamiento) que raya en la enajenación. Son capaces de todo, sin embargo, la Resistencia ha sabido madurar una auténtica respuesta política para ello.
Estos días que vienen serán electrizantes. La celebración del 15 de septiembre (día de independencia) promete ser una mega marcha.
La prepotencia de esta gente es sumamente peligrosa, así que no creo que se les suelten los nervios. Pertenecen a una especie extraña pero que bien la conocemos por aquí, así que habrá que ver cómo reaccionan al estar completamente acorralados. No es despreciable el sector de alienados que los apoyan, una mentalidad masiva (en su agrupamiento) que raya en la enajenación. Son capaces de todo, sin embargo, la Resistencia ha sabido madurar una auténtica respuesta política para ello.
Estos días que vienen serán electrizantes. La celebración del 15 de septiembre (día de independencia) promete ser una mega marcha.
Adriano Corrales - Sobre Arias
COSTA RICA TAMBIÉN TIENE UN GOLPISTA
(Y SE ASUME COMO MEDIADOR)
Adriano Corrales Arias*
Teniendo en cuenta que el actual presidente de la República de Costa Rica fue electo gracias a una “interpretación” de la Sala Constitucional respecto de la imposibilidad, por mandato constitucional, de que un Presidente pueda reelegirse, es claro que la presidencia de la República actual es ilegítima. La misma constitución con la reforma de 1969, que prohíbe expresamente la reelección, sigue diciendo a la letra lo mismo pues aún no ha sido reformada. Ese hecho, pasmoso en la vida política nacional, llevó a un expresidente de la República, el Lic. Luis Alberto Monge, a declarar, con toda razón, que se trataba de un “bazoocazo constitucional”.
Lo ocurrido fue un dramático cambio institucional en el juego democrático que hasta entonces había tenido validez en Costa Rica. Asistimos a un verdadero golpe de estado técnico asestado a la Asamblea Legislativa, única instancia capaz de reformar e “interpretar” la actual constitución. La facultad soberana del pueblo, depositada en el parlamento, se traspasó a la esfera judicial. Las presiones políticas fueron tan descaradas, que el máximo tribunal constitucional de la República, la Sala IV, tuvo dos posiciones diametralmente distintas sobre el mismo tema, en un período muy corto de tiempo.
Al final, se salieron con la suya quienes hasta entonces habían visto frenadas sus aspiraciones para una neoliberalización completa de la vida republicana. El parlamento costarricense, ya de por sí bastante golpeado en su credibilidad ante la ciudadanía, tanto por razones objetivas como por otras realmente desvergonzadas; ha quedado relegado. Su papel disminuyó peligrosamente porque, lamentablemente, ante aquél atropello a su institucionalidad y a su legitimidad, no reaccionó de conformidad con la intensidad del golpe recibido.
A lo anterior podríamos agregar las fundadas sospechas de fraude electoral en la misma elección del señor presidente, así como la nefasta y descarada campaña a favor del TLC con Estados Unidos en un referendo amañado y asimétrico en su realización, con un Tribunal Supremo de Elecciones timorato y con un fraude mediático hartamente comprobado, al permitirse a la prensa comercial y transnacional la injerencia en asuntos electorales en período de veda publicitaria, amén de una campaña del miedo orquestada desde casa presidencial.
De tal manera que tenemos en el poder a un gobierno inconstitucional y a un presidente golpista. Dicho de otro modo, el gobierno del señor Arias, actualmente en el poder, es espurio y no tiene ninguna autoridad moral para solicitar mediaciones como en el caso del golpe de estado de Honduras perpetrado por los militares de ese país. Al contrario, podríamos incluso suponer que ha colaborado con los golpistas al entretener a Zelaya en los días posteriores al golpe y no denunciar la invasión del territorio costarricense por parte de una nave aérea militar hondureña el día que “abandonaron” al presidente Miguel Zelaya en el aeropuerto internacional Juan Santamaría.
Como dicen en mi pueblo, el diablo anda repartiendo escapularios. Y como de golpistas se trata, uno “a la tica”, es decir sin ejército, y otro al mejor estilo “goriletti” con una represión descarnada al pueblo hondureño y sus fuerzas sociales, no debemos esperar demasiado de quienes se declaran demócratas hacia fuera, pero son verdaderos lobos políticos al interior de sus parcelas. En esa suerte de semiosis del poder, casi estoy tentado a decir que, al menos respecto de los sucesos en Honduras y de las recientemente instaladas bases militares en Colombia, el señor Obama, allá en la Casa Blanca, también parece pertenecer a esa estirpe posmoderna de “demócratas”.
*Escritor costarricense.
(Y SE ASUME COMO MEDIADOR)
Adriano Corrales Arias*
Teniendo en cuenta que el actual presidente de la República de Costa Rica fue electo gracias a una “interpretación” de la Sala Constitucional respecto de la imposibilidad, por mandato constitucional, de que un Presidente pueda reelegirse, es claro que la presidencia de la República actual es ilegítima. La misma constitución con la reforma de 1969, que prohíbe expresamente la reelección, sigue diciendo a la letra lo mismo pues aún no ha sido reformada. Ese hecho, pasmoso en la vida política nacional, llevó a un expresidente de la República, el Lic. Luis Alberto Monge, a declarar, con toda razón, que se trataba de un “bazoocazo constitucional”.
Lo ocurrido fue un dramático cambio institucional en el juego democrático que hasta entonces había tenido validez en Costa Rica. Asistimos a un verdadero golpe de estado técnico asestado a la Asamblea Legislativa, única instancia capaz de reformar e “interpretar” la actual constitución. La facultad soberana del pueblo, depositada en el parlamento, se traspasó a la esfera judicial. Las presiones políticas fueron tan descaradas, que el máximo tribunal constitucional de la República, la Sala IV, tuvo dos posiciones diametralmente distintas sobre el mismo tema, en un período muy corto de tiempo.
Al final, se salieron con la suya quienes hasta entonces habían visto frenadas sus aspiraciones para una neoliberalización completa de la vida republicana. El parlamento costarricense, ya de por sí bastante golpeado en su credibilidad ante la ciudadanía, tanto por razones objetivas como por otras realmente desvergonzadas; ha quedado relegado. Su papel disminuyó peligrosamente porque, lamentablemente, ante aquél atropello a su institucionalidad y a su legitimidad, no reaccionó de conformidad con la intensidad del golpe recibido.
A lo anterior podríamos agregar las fundadas sospechas de fraude electoral en la misma elección del señor presidente, así como la nefasta y descarada campaña a favor del TLC con Estados Unidos en un referendo amañado y asimétrico en su realización, con un Tribunal Supremo de Elecciones timorato y con un fraude mediático hartamente comprobado, al permitirse a la prensa comercial y transnacional la injerencia en asuntos electorales en período de veda publicitaria, amén de una campaña del miedo orquestada desde casa presidencial.
De tal manera que tenemos en el poder a un gobierno inconstitucional y a un presidente golpista. Dicho de otro modo, el gobierno del señor Arias, actualmente en el poder, es espurio y no tiene ninguna autoridad moral para solicitar mediaciones como en el caso del golpe de estado de Honduras perpetrado por los militares de ese país. Al contrario, podríamos incluso suponer que ha colaborado con los golpistas al entretener a Zelaya en los días posteriores al golpe y no denunciar la invasión del territorio costarricense por parte de una nave aérea militar hondureña el día que “abandonaron” al presidente Miguel Zelaya en el aeropuerto internacional Juan Santamaría.
Como dicen en mi pueblo, el diablo anda repartiendo escapularios. Y como de golpistas se trata, uno “a la tica”, es decir sin ejército, y otro al mejor estilo “goriletti” con una represión descarnada al pueblo hondureño y sus fuerzas sociales, no debemos esperar demasiado de quienes se declaran demócratas hacia fuera, pero son verdaderos lobos políticos al interior de sus parcelas. En esa suerte de semiosis del poder, casi estoy tentado a decir que, al menos respecto de los sucesos en Honduras y de las recientemente instaladas bases militares en Colombia, el señor Obama, allá en la Casa Blanca, también parece pertenecer a esa estirpe posmoderna de “demócratas”.
*Escritor costarricense.
Publicado por Fabricio Estrada
Suyapa Martínez es chiclera. Trabaja en el centro de Tegucigalpa y participa siempre de todas las marchas y manifestaciones que confluyen en la Plaza Central. Es poeta popular, y su voz, siempre se escucha en medio de la represión, del canto, desde hace muchos años. Suyapa es un símbolo ineludible de esta Resistencia.
Para compatir, con mucho cariño
A Suyapa, quien inspiró este poema
Presentación
Soy este cuerpo dibujado a golpes
Que camina día tras día bajo el sol,
bajo este cielo incierto de máquinas aladas,
en medio de ráfagas de humo y
el sonido de fusiles
Soy infinidad de rostros:
el de un chico asesinado,
el de la abuela que camina
el de la gente lenca armada de una paciencia infinita
El de la pintora de mantas,
El de la chica de las muletas
Que se enfrentan de a pedazos o en conjunto
A las murallas verde olivo cargadas de violencia
Puedo decir que de mi cuerpo salen muchos olores
El de la montuca fresca
El de la tortilla y los frijoles
El de manos sudadas y cuerpos cansados,
pero también
el olor de sangre derramada
el de gas y pólvora
el olor a muerte y a miedo.
Mi garganta
está poblada de voces:
Estoy en las discusiones acaloradas de las asambleas
en el grito de la maestra
En el relato de la joven violada,
En la protesta de los golpeados, de las torturadas
En la voz que canta en las calles
Soy miles de sombreros y
cientos de palabras,
soy abrazos, lágrimas,
ternura, carcajadas.
Estoy llena de
sonrisas que iluminan el día
colores que vienen de todas partes
tengo alegría, ganas de bailar,
tengo esperanza.
Porque sin mí las calles
Se quedarían solas,
Porque sin mí las paredes no dirían nada
Porque soy tus manos, tus pies cansados,
Tu voz.
Yo soy la resistencia
Jessica Isla
Darío, Zelaya, el escritor y su época - Jorge Boccanera, Argentina
Hace exactamente cien años un mandatario centroamericano –el presidente Zelaya- fue desalojado por la fuerza del poder. En procura de desarrollar un país pequeño y atrasado, Zelaya modernizó el Estado, instauró la educación gratuita y obligatoria, buscó una unión estrecha de los países de la región y pretendió impulsar un modelo por fuera de la esfera de influencia de los Estados Unidos, además de no autorizar que ese país instalara en el suyo una base militar.
Ese presidente fue el nicaragüense José Santos Zelaya y tuvo cerca a uno de los grandes poetas de la lengua española: Rubén Darío, a quien nombró representante de Nicaragua ante el gobierno de España. En 1909 el poeta se entera de su caída mientras corrige las pruebas de El viaje a Nicaragua e intermezo tropical, que incluye un capítulo sobre la gestión del liberal.
En el momento en que le informan que Zelaya fue conminado a renunciar desde el exterior bajo amenaza de invasión, no duda en agregar una coda al libro adhiriendo al político depuesto: “No puede negarse que el Gobierno de Zelaya realizó muchas obras en bien de la República... Se dice que los Estados Unidos han intervenido en todo esto.
Si ello fuese cierto, como parece, es lamentable que nación alguna intervenga en los asuntos íntimos de Nicaragua, ni aun para hacer un canal”.
La destitución reciente de un homónimo de aquel mandatario nicaragüense, el presidente de Honduras Manuel Zelaya, reactualiza entre otros muchos temas, el diálogo del artista con su época.
Conciencia de la imaginación e imaginación de la conciencia, aun desde los márgenes los poetas han jugado un rol social en consonancia con el tiempo que les tocó vivir. Lo han hecho sin descuidar la búsqueda formal y el trabajo con el lenguaje. Para el poeta guatemalteco Luis Cardoza y Aragón: “Es la poesía la que hace política, no la política la que hace poesía”.
La intensidad del poema, más que en función a un tema, una consigna, una proclama, está en su calidad expresiva: de César Vallejo a Francisco Urondo, de Raúl González Tuñón a Fayad Jamis, de Clementina Suárez a Efraín Huerta, de Juan L. Ortiz a Roque Dalton, entre muchos.
La historia latinoamericana arroja ejemplos aquí y allá: José Santos Chocano junto a Pacho Villa en la Revolución Mexicana; Gabriela Mistral apoyando la lucha del general Augusto C. Sandino; José Martí cayendo en el Combate de Dos Ríos. Se suma Darío rechazando el intervencionismo y la opresión.
En el poema “Los cisnes” del libro Cantos de vida y esperanza, advierte con interrogantes: “¿Seremos entregados a los bárbaros fieros?/ ¿Tantos millones de hombres hablaremos inglés?/ ¿Ya no hay nobles hidalgos ni bravos caballeros?/ ¿Callaremos ahora para llorar después?”.
Darío nació siete años después de de la derrota del filibustero William Walker a manos de fuerzas conjuntas de Centroamérica. El hombre de Tennesse que se había autodefinido como “el favorito de los dioses”, estaba lanzado a conquistar un imperio propio para anexarlo a los estados esclavistas sureños.
Darío tiene plena conciencia de que la sombra de Walker –en el que paradójicamente convivían el hombre despótico con el lector fervoroso de Byron- planeaba sobre los cielos del istmo. A los 14 años publica artículos políticos en el diario La Verdad y dos años después su poema a Bolivar. Decidido impulsor de una Unión Centroamericana, Darío celebra la llegada al poder de José Santos Zelaya, que pone fin a 30 años de gobiernos conservadores en Nicaragua.
Describe a ese mandatario como “un caballero culto”, al frente de un gobierno “liberal y honrado” que “ha logrado imponer una voluntad de paz y de trabajo… Se ha establecido la libertad religiosa; el laicismo en la educación; la amplia libertad de testar; el mantenimiento del habeas corpus; ‘el voto activo, irrenunciable y obligatorio’; la justa representación de las minorías”, etc. Uno de los logros principales de Zelaya había sido la recuperación de la Mosquitía, disputada zona de Nicaragua bajo protectorado británico.
El poeta que redescubre la lengua castellana, que le otorga flexibilidad y nuevos ritmos; el poeta que exalta el poder de la palabra para desentrañar misterios con imágenes sensoriales y sensaciones plásticas, es el mismo Darío que reivindica una América indígena -la de Palenke, Utatlán, Moctezuma y “el inca sensual y fino”- y el que trabaja con un Zelaya en el exilio en la concreción del libro Los Estados Unidos y la revolución nicaragüense”. Triste destino el de algunos “vates” centroamericanos: muere Darío en 1916 con una Nicaragua invadida; nace Ernesto Cardenal en 1925 en una Nicaragua invadida.
El golpe del pasado 28 de junio en Honduras con la destitución del presidente Manuel Zelaya, que resquebraja la paz en la región, ha sido repudiado por los artistas y escritores. La mayoría de sus intelectuales hondureños -académicos, escritores, músicos, artistas plásticos, científicos- han difundido un manifiesto contra el gobierno de facto. La nota la encabeza el “poeta nacional” de Honduras, Roberto Sosa, seguido de otros poetas como Rigoberto Paredes, Roberto Quesada, José González, Oscar Amaya Armijo y Fabricio Estrada, entre muchos que han alzado su voz reprobatoria.
Esa voz de condena dialoga con un pasado de intelectuales de fuste: el modernista Juan Ramón Molina –a quien Darío presenta como el mejor poeta de Centroamérica- condenado a prisión y a trabajos forzados por sus escritos políticos; Froylán Turcios: escritor, periodista, iniciador del cuento hondureño, Ministro de Estado que llegó a ser secretario del general Sandino y que debido a su ferviente defensa de la soberanía nacional fue desterrado a Costa Rica; Alfonso Guillén Zelaya: luchador contra todas las dictaduras que, insobornable ante las presiones de las compañías bananeras, terminó sus días en el exilio en México donde fundó la Universidad Obrera junto al dirigente azteca Lombardo Toledano.
Paradójicamente, para este 2009 el presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, había prometido repatriar los restos del poeta Alfonso Guillén Zelaya.
Publicado por Fabricio Estrada