México exige a EE.UU. investigación exhaustiva por ataque a migrantes en su frontera
Publicado: 27 nov 2018 00:52 GMT - RT
El Gobierno mexicano expresó su preocupación
por los disparos de agentes de la Patrulla Fronteriza a personas en
suelo mexicano.
El Gobierno de México solicitó a las autoridades estadounidenses una investigación exhaustiva de los ataques realizados
por sus agentes contra migrantes centroamericanos en la frontera de la
ciudad mexicana de Tijuana y San Diego, en el estado de California.
A través de una nota diplomática a la Embajada de EE.UU. en México, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) pidió a la Administración de Donald Trump que se investiguen los hechos en los que fueron utilizadas armas no letales contra integrantes de la caravana migrante, mientras aún estaban en territorio mexicano. La acción ocurre más de 24 horas de que se registraran las agresiones.
El pasado domingo 25 de noviembre, la Patrulla Fronteriza de EE.UU. repelió a los migrantes con gases lacrimógenos y "bombas de aturdimiento" mientras todavía permanecían del lado mexicano.
La actuación de los agentes estadounidenses ocurrió cuando alrededor de 500 personas integrantes de la caravana migrante intentaron cruzar la frontera desde México hacia EE.UU., que estaba custodiada por agentes de la Patrulla Fronteriza.
Este lunes por la mañana, el presidente de EE.UU., Trump hizo un llamado al Gobierno mexicano para deportar a los migrantes centroamericanos "por cualquier medio necesario", al tiempo que amenazó con cerrar "permanentemente" la frontera entre ambos países. Hasta ese momento, el Gobierno del presidente saliente Enrique Peña Nieto no se había pronunciado.
A través de una nota diplomática a la Embajada de EE.UU. en México, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) pidió a la Administración de Donald Trump que se investiguen los hechos en los que fueron utilizadas armas no letales contra integrantes de la caravana migrante, mientras aún estaban en territorio mexicano. La acción ocurre más de 24 horas de que se registraran las agresiones.
La actuación de los agentes estadounidenses ocurrió cuando alrededor de 500 personas integrantes de la caravana migrante intentaron cruzar la frontera desde México hacia EE.UU., que estaba custodiada por agentes de la Patrulla Fronteriza.
Este lunes por la mañana, el presidente de EE.UU., Trump hizo un llamado al Gobierno mexicano para deportar a los migrantes centroamericanos "por cualquier medio necesario", al tiempo que amenazó con cerrar "permanentemente" la frontera entre ambos países. Hasta ese momento, el Gobierno del presidente saliente Enrique Peña Nieto no se había pronunciado.
Migrantes de la caravana podrían declararse en huelga de hambre para obtener asilo en EE.UU.
Publicado: 29 nov 2018 03:51 GMT | Última actualización: 29 nov 2018 04:02 GMT - RT
Decenas de centroamericanos han decidido
regresar a sus países de origen después que agentes fronterizos
estadounidenses repelieran a quienes intentaron cruzar la frontera desde
Tijuana este domingo.
Un
grupo de integrantes de la caravana migrante concentrada en la frontera
mexicano-estadounidense está considerando declararse en huelga de
hambre para solicitar de nuevo asilo político a EE.UU.
Según los medios mexicanos, en los próximos días decidirán estos centroamericanos si recurrirán a tal método para lograr su objetivo.
Por otro lado, decenas de personas han decidido abandonar su sueño de alcanzar el suelo estadounidense y optado por regresar a sus países de origen, después que agentes fronterizos estadounidenses repelieran este domingo a integrantes de la caravana que intentaron cruzar la frontera desde Tijuana.
Según los últimos datos del Ayuntamiento de esa localidad mexicana, 6.062 migrantes están alojados actualmente en el albergue de la Unidad Deportiva 'Benito Juárez'.
Según los medios mexicanos, en los próximos días decidirán estos centroamericanos si recurrirán a tal método para lograr su objetivo.
Por otro lado, decenas de personas han decidido abandonar su sueño de alcanzar el suelo estadounidense y optado por regresar a sus países de origen, después que agentes fronterizos estadounidenses repelieran este domingo a integrantes de la caravana que intentaron cruzar la frontera desde Tijuana.
Según los últimos datos del Ayuntamiento de esa localidad mexicana, 6.062 migrantes están alojados actualmente en el albergue de la Unidad Deportiva 'Benito Juárez'.
- El Gobierno de México solicitó a las autoridades estadounidenses una investigación exhaustiva de los ataques realizados por sus agentes contra migrantes centroamericanos en el paso fronterizo entre la ciudad mexicana de Tijuana y San Diego, en el estado de California.
- La actuación de los agentes estadounidenses ocurrió cuando alrededor de 500 personas, integrantes de la caravana migrante, intentaron cruzar la frontera desde México hacia EE.UU., que estaba custodiada por la Patrulla Fronteriza.
- Este lunes, el presidente de EE.UU., Donald Trump, llamó al Gobierno mexicano a deportar a los migrantes centroamericanos "po
r cualquier medio necesario", al tiempo que amenazó con cerrar "permanentemente" la frontera entre ambos países.
EE.UU. autoriza despliegue de policías civiles en la frontera con México ante caravana de migrantes
Publicado: 30 nov 2018 20:39 GMT | Última actualización: 30 nov 2018 21:25 GMT - RT
Se trata de una medida sin precedentes en la
que participarán uniformados que cumplen otras funciones de seguridad.
La secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kirstjen Nielsen, autorizó el despliegue de policías civiles en la frontera con México, a partir de la próxima semana, para hacer frente a la caravana de migrantes centroamericanos.
De acuerdo a un memorando del Departamento de Seguridad Nacional, obtenido por el portal Político, Nielsen demanda a otras secretarías del Estado enviar a sus oficiales a la frontera.
Por ende, podrían acudir al límite con México uniformados que tienen funciones como la custodia de diplomáticos, patrullaje de parques nacionales y protección de armas nucleares, que nada tienen que ver con la seguridad fronteriza.
Según cita el medio, el Departamento de Justicia ya se comprometió a contribuir con el envío de oficiales para reforzar la frontera sur.
El pasado miércoles, el secretario de Defensa, James Mattis, declaró que el Pentágono está listo para "reaccionar" si el Departamento de Seguridad Nacional solicita alguna extensión.
Trump, por su parte, además de ordenar el reforzamiento de la seguridad en la frontera, ha amenazado con cerrar el límite con México.
De acuerdo a un memorando del Departamento de Seguridad Nacional, obtenido por el portal Político, Nielsen demanda a otras secretarías del Estado enviar a sus oficiales a la frontera.
Por ende, podrían acudir al límite con México uniformados que tienen funciones como la custodia de diplomáticos, patrullaje de parques nacionales y protección de armas nucleares, que nada tienen que ver con la seguridad fronteriza.
Según cita el medio, el Departamento de Justicia ya se comprometió a contribuir con el envío de oficiales para reforzar la frontera sur.
Frontera reforzada
En su intento por detener la caravana de migrantes, EE.UU. reforzó la frontera con el envío de tropas del Ejército, que, según el plan inicial de la administración del presidente Donald Trump, estarán hasta el próximo 15 de diciembre; sin embargo, se estudia la posibilidad de extender la misión 45 días más.El pasado miércoles, el secretario de Defensa, James Mattis, declaró que el Pentágono está listo para "reaccionar" si el Departamento de Seguridad Nacional solicita alguna extensión.
Trump, por su parte, además de ordenar el reforzamiento de la seguridad en la frontera, ha amenazado con cerrar el límite con México.
Gases y disturbios: lo que debes saber del éxodo migrante en frontera de EE.UU.
En
este amplio reporte, la cadena de noticias CNN, analiza el fenómeno del
éxodo migrante, “todo lo que debes saber de la crisis de inmigrantes en
la frontera de EEUU”.
Agencias / EL LIBERTADOR
EE.UU.
Los migrantes corrieron hacia la frontera. Las autoridades
estadounidenses dispararon gases lacrimógenos. Y una situación que había
estado calentándose durante semanas se desbordó.
Activistas,
políticos y el común de los estadounidenses están señalando las
dramáticas imágenes de los disturbios que acontecieron en la frontera
entre Estados Unidos y México durante el fin de semana, ofreciendo
interpretaciones muy diferentes para reforzar sus posiciones en el
debate sobre la inmigración.
Esto sabemos sobre lo que sucedió, cómo llegamos hasta aquí y qué podría suceder a continuación:
Hemos estado escuchando sobre estos migrantes durante un tiempo.
¿Qué cambió el fin de semana?
Algo
que comenzó como una marcha pacífica se salió de control. Los migrantes
partieron hacia la frontera el domingo por la mañana desde un complejo
deportivo en Tijuana, México, donde la mayoría de ellos se han alojado
mientras esperan la oportunidad de buscar asilo en Estados Unidos. Su
objetivo, habían dicho los organizadores, era una protesta pacífica.
Pero
los inmigrantes que se dirigían a un cruce peatonal de la frontera
fueron recibidos por la policía mexicana que intentaba bloquear su
camino, dijo Wendy Fry, periodista del San Diego Union-Tribune que
estaba en la escena. Eso, dijo Fry, cambió la situación.
"Las
frustraciones empezaron a aumentar. Definitivamente todo se calentó
más... y luego la gente comenzó a correr en direcciones diferentes",
dijo Fry a CNN.
Según
los funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de
EE.UU., (CBP, por sus siglas en inglés), cuando los migrantes intentaron
cruzar la frontera, las autoridades del lado estadounidense utilizaron
gas lacrimógeno para dispersarlos. El video de la escena mostró una nube
de gas lacrimógeno que puso a la gente a correr y gritar, incluidas las
familias con niños pequeños.
Las autoridades arrestaron a docenas de personas en ambos lados de la frontera.
¿Por qué se usó gas lacrimógeno?
Los
defensores de los derechos de los inmigrantes criticaron con rapidez a
los funcionarios de CBP por el uso de gases lacrimógenos, en especial en
niños. Argumentaron que las autoridades habían exagerado.
"Es
atroz el uso de gas lacrimógeno por parte de la administración para
mantener a raya a quienes intentaran pasar la frontera", dijo Archi
Pyati, jefe de política en el Centro de Justicia de Tahirih. "Estos son
seres humanos que merecen ser tratados con cuidado y humanidad... Es
impactante que Estados Unidos se haya ido tan bajo".
Pero los funcionarios de la CBP dicen que no tenían otra opción.
"El
grupo comenzó de inmediato a arrojar piedras y escombros a nuestros
agentes, burlándose de ellos", dijo Rodney Scott, agente en jefe del
sector de la Patrulla Fronteriza en San Diego.
Los agentes lanzaron gas lacrimógeno "para protegerse y proteger la frontera", dijo Scott a CNN el lunes.
"Cuando
la amenaza es para nuestro personal o para proteger a otros, debes
hacer lo que tienes que hacer", dijo. "Lo que me parece inconcebible es
que la gente llevara niños a esta situación de manera intencional".
¿Quiénes son los migrantes en Tijuana y por qué quieren venir a Estados Unidos?
Miles
de migrantes centroamericanos han llegado a la ciudad fronteriza
mexicana de Tijuana en las últimas semanas. Formaban parte de las
llamadas caravanas que recorrían Honduras, Guatemala y México, en gran
parte a pie, para llegar a la frontera con Estados Unidos y buscar
asilo.
Más
de 5.600 migrantes se alojan en los refugios improvisados que abrieron
en el Complejo Deportivo Benito Juárez, dijo el lunes la Secretaría de
Desarrollo Social de México.
Cuando CNN siguió el viaje de los migrantes, compartieron una serie de razones para dirigirse hacia el norte.
Docenas
de migrantes lesbianas, gays, bisexuales y transexuales fueron los
primeros en llegar a Tijuana. Dijeron que estaban huyendo de la
persecución en sus países de origen y que esperaban encontrar seguridad
en Estados Unidos.
Muchos
otros migrantes dijeron que estaban escapando de la violencia o
buscando trabajo para mantener a sus familias. Algunos dijeron que
habían sido deportados de EE. UU. y esperaban reunirse con miembros de
su familia al norte de la frontera.
Los
funcionarios de la administración de Trump han llamado criminales en
repetidas ocasiones a los cientos de migrantes en el grupo, diciendo que
basaron su evaluación en fuentes de inteligencia y otros métodos.
Pero
han ofrecido poca evidencia para justificar esa afirmación. Kevin
McAleenan, comisionado de CBP, dijo a los reporteros el lunes que las
autoridades mexicanas habían arrestado a más de 100 migrantes de la
caravana por actividades delictivas.
"Entonces creo que es seguro decir que hay muchos elementos criminales en el grupo más grande", dijo.
¿Qué significa buscar asilo en Estados Unidos? ¿Y tienen alguna posibilidad de obtenerlo los inmigrantes de este grupo?
El asilo es un estatus protegido que permite vivir de manera legal en otro país a las personas que huyen de la persecución.
Pero
hace tiempo es difícil obtener un asilo. La administración de Trump ha
estado trabajando para hacerlo aún más difícil. Y aunque cada caso es
diferente, para los migrantes que han viajado en las caravanas para
llegar a la frontera, las posibilidades de obtener un asilo son escasas.
Para
calificar al asilo en Estados Unidos los solicitantes deben demostrar
que han sufrido persecución en el pasado o tienen un temor fundado de
persecución debido a su raza, religión, origen nacional, opinión
política o pertenencia a un grupo social en particular.
La
administración de Trump ha estado tratando de revisar cómo maneja el
asilo en Estados Unidos, argumentando que los migrantes sin reclamos
válidos explotan las lagunas legales para deslizarse a Estados Unidos.
Los grupos de defensa de los inmigrantes acusan a la administración de
crear una crisis en la frontera y promulgar políticas que dañan de
manera injusta a las personas vulnerables que buscan seguridad.
La
semana pasada, un tribunal federal bloqueó el último esfuerzo del
gobierno: una regla que tenía como objetivo evitar que cualquier persona
que cruzara de manera ilegal la frontera buscara asilo.
Pero siguen vigentes otros pasos que la administración ha tomado para hacer que sea más difícil pedir asilo.
Para
los miles de migrantes que aún esperan en las ciudades fronterizas, no
está claro qué sucederá una vez que defiendan su caso. Y podrían pasar
semanas o incluso meses antes de que tengan la oportunidad de hacerlo.
¿Qué tiene México para decir sobre todo esto y qué están haciendo los funcionarios allí?
Es
complicado. México está a punto de transferir el poder en los niveles
más altos del gobierno. El presidente electo, Andrés Manuel López
Obrador, toma posesión del cargo el 1 de diciembre.
En
la campaña electoral, López Obrador dijo que sentía que cuando se trata
de inmigración, México no debería hacer el "trabajo sucio" de Estados
Unidos.
Pero
las autoridades estadounidenses y mexicanas han estado negociando sobre
cómo manejar las recientes oleadas de migrantes. La semana pasada, The
Washington Post informó que las autoridades estadounidenses habían
llegado a un acuerdo con la administración mexicana entrante, que daría
lugar a que los migrantes que buscaran asilo en EE. UU. pudieran
permanecer en México mientras se resolvían sus casos.
De ocurrir, este sería un cambio de política importante y es probable que tendría rápidos desafíos legales en Estados Unidos.
Sin
embargo, Olga Sánchez Cordero, la entrante ministra del Interior de
México, ha negado que se haya alcanzado un acuerdo, una situación que
deja muchas preguntas sin respuesta sobre qué sucederá en realidad una
vez que López Obrador tome el mando.
En México, la opinión pública sobre el tema ha estado dividida.
Alrededor
de la mitad de los encuestados, en un sondeo reciente hecho por el
periódico El Universal, dijo que no estaban de acuerdo con que México
permitiera el ingreso de los migrantes centroamericanos y les diera
asilo. Un tercio de los encuestados dijo que los inmigrantes
indocumentados deben ser deportados de manera inmediata.
Mientras
grandes grupos de migrantes viajaban por el sur de México, muchos los
recibieron con donaciones. Pero los residentes de Tijuana han sido menos
comprensivos con los migrantes.
Hace
cerca de una semana, los manifestantes tomaron las calles allí,
alegando que el creciente número de migrantes estaba poniendo en riesgo
la seguridad de la ciudad.
El
alcalde de Tijuana ha criticado de manera abierta a los migrantes y la
respuesta de los funcionarios federales mexicanos, a quienes acusó de no
hacer lo suficiente para ayudar.
¿Podría esto afectar los planes del muro fronterizo del presidente Trump?
La
mayoría de los legisladores federales de EE. UU. están a miles de
kilómetros de distancia de esta situación que ha tenido un rápido
desarrollo. Pero podría tener un gran impacto en lo que está sucediendo
en Washington.
Se
avecinan negociaciones presupuestarias clave en el Congreso. El impulso
de Trump para construir un muro fronterizo ya se esperaba que fuera un
punto de fricción; Ahora ambas partes tienen combustible fresco para el
debate.
Durante
semanas, los críticos han acusado al presidente de infundir temor y de
intentar crear una crisis en la frontera para ganar puntos políticos.
Trump
ya se está aprovechando de los disturbios recientes para presionar a
México y exprimir a sus oponentes políticos en Washington, mientras
exige financiamiento para su muro fronterizo en el inminente
enfrentamiento por los fondos del gobierno. En este punto, no está claro
cómo responderán los legisladores.
Trump sigue amenazando con cerrar la frontera. ¿Puede hacer eso?
Mientras
el malestar estalló el domingo, las autoridades cerraron uno de los
cruces internacionales más concurridos del mundo, el puerto de entrada
San Ysidro, al tráfico de vehículos y peatones durante varias horas. Y
Trump se lanzó a Twitter el lunes para repetir una amenaza que hizo
varias veces, advirtiendo que cerraría la frontera si fuera necesario.
¿Es eso algo que él podría hacer? En una palabra, sí.
Pero
dado que miles de millones de dólares en fletes atraviesan al mes la
frontera entre Estados Unidos y México, una pregunta mejor podría ser si
el Presidente está dispuesto a sufrir las consecuencias económicas que
podrían venir con tal movimiento.
Anne Hathaway: “Mi país gasea a niños. No hay palabras que puedan describir mi horror”
La actriz de Hollywood criticó el accionar de la patrulla fronteriza ante los migrantes en la frontera entre EEUU y México.
Anne Hathaway: “Mi país gasea a niños. No hay palabras que puedan describir mi horror”.
EE.UU.
29 de noviembre de 2018, 12:07hs - LR 21La actriz estadounidense Anne Hathaway se manifestó en sus redes
sociales contra el accionar de las autoridades de su país en la frontera
con México.
“Mi país gasea a niños. No hay palabras que puedan describir mi horror”, escribió la actriz en Instagram junto a una fotografía en la que se puede ver a una madre intentando alejar a sus dos hijas de los gases lacrimógenos lanzados por la policía fronteriza entre México y Estados Unidos.
“Para aquellos que inmediatamente hablarán de ‘hacerlo de forma correcta’, quienes culparán a los padres ‘por poner a sus hijos en esa posición’, y quienes afirmaran que ‘estaban asaltando el muro’ y que estaban ‘lanzando rocas’, lo único que puedo decirles es que la única forma de respuesta humana a este monstruoso uso de fuerza contra buscadores de asilo LEGALES es la condena, la vergüenza y la rabia”, agregó Hathaway.
La imagen y el hecho al que hace referencia es del pasado domingo, cuando la patrulla fronteriza estadounidense, sin tener en cuenta la presencia de niños entre la multitud, respondió con gases lacrimógenosy balas de goma a decenas de migrantes centroamericanos que intentaban saltar la valla fronteriza a la altura de Tijuana.
No fue la primera vez que Hathaway se pronunció en redes contra la postura de Trump en el tema migratorio.
También lo hizo ante la política de tolerancia cero contra la inmigración ilegal que implicaba la separación de padres e hijos en la frontera con México.
En junio, con motivo de la celebración del Día del Padre en Estados Unidos, la actriz escribió: “Están creando huérfanos con padres vivos. En agradecimiento a mi padre, y en honor a todos los padres arrancados de sus hijos debido a esta política brutal, estoy haciendo una donación a Estadounidenses a favor de la Justicia Migratoria. Os invito a que os unáis a mí y hagáis una donación a nombre de vuestro padre”.
“Mi país gasea a niños. No hay palabras que puedan describir mi horror”, escribió la actriz en Instagram junto a una fotografía en la que se puede ver a una madre intentando alejar a sus dos hijas de los gases lacrimógenos lanzados por la policía fronteriza entre México y Estados Unidos.
“Para aquellos que inmediatamente hablarán de ‘hacerlo de forma correcta’, quienes culparán a los padres ‘por poner a sus hijos en esa posición’, y quienes afirmaran que ‘estaban asaltando el muro’ y que estaban ‘lanzando rocas’, lo único que puedo decirles es que la única forma de respuesta humana a este monstruoso uso de fuerza contra buscadores de asilo LEGALES es la condena, la vergüenza y la rabia”, agregó Hathaway.
La imagen y el hecho al que hace referencia es del pasado domingo, cuando la patrulla fronteriza estadounidense, sin tener en cuenta la presencia de niños entre la multitud, respondió con gases lacrimógenosy balas de goma a decenas de migrantes centroamericanos que intentaban saltar la valla fronteriza a la altura de Tijuana.
No fue la primera vez que Hathaway se pronunció en redes contra la postura de Trump en el tema migratorio.
También lo hizo ante la política de tolerancia cero contra la inmigración ilegal que implicaba la separación de padres e hijos en la frontera con México.
En junio, con motivo de la celebración del Día del Padre en Estados Unidos, la actriz escribió: “Están creando huérfanos con padres vivos. En agradecimiento a mi padre, y en honor a todos los padres arrancados de sus hijos debido a esta política brutal, estoy haciendo una donación a Estadounidenses a favor de la Justicia Migratoria. Os invito a que os unáis a mí y hagáis una donación a nombre de vuestro padre”.
Trump desespera en busca de alternativas para construir “el muro”
El presidente estadounidense Donald Trump ha anunciado que contempla un
plan alternativo en el caso de que el Congreso rechace su petición de
5000 millones de dólares para la construcción del muro en la frontera
con México.
“Necesitamos los votos de los demócratas para tener un muro”, aseguró en una entrevista con The Washington Post.
En las últimas semanas, Washington ha desplegado alrededor de 5.800 militares en la frontera estadounidense-mexicana e instalado casi 20 kilómetros de alambre de púas ante la llegada de las caravanas de migrantes centroamericanos.
Más de 5000 migrantes centroamericanos acampan en el interior y a las afueras de un complejo deportivo en Tijuana luego de atravesar territorio mexicano como parte de las caravanas migrantes que buscan llegar a EE.UU.
Además, la Policía estadounidense ha lanzado gases lacrimógenos contra unas 500 personas que intentaban cruzar la frontera, entre ellos menores, lo que ha provocado críticas hacia Trump.
Por su parte, el inquilino de la Casa Blanca ha defendido la acción de los agentes, criticado a los integrantes de la caravana de migrantes centroamericanos que pusieron en riesgo a sus hijos al intentar cruzar la frontera entre México y EE.UU y amenazado con cerrar permanentemente esta. El presidente estadounidense afirma que el gas lacrimógeno usado es “muy seguro”.
Mientras tanto, el Gobierno de México envió una carta a la embajada de Estados Unidos en la que solicitan investigar el uso de gases lacrimógenos contra los migrantes que se encuentran en la frontera de ambos países.
(Con información de RT y Telesur)
“Necesitamos los votos de los demócratas para tener un muro”, aseguró en una entrevista con The Washington Post.
“Ahora, si no lo conseguimos, ¿lo haré de otra manera? Podría hacerlo de otra manera. Hay otras formas potenciales de hacerlo. Ustedes ya han visto lo que hicimos con los militares, el alambre de púas, las cercas y varias otras cosas”, advirtió.En la misma entrevista, el mandatario siguió insistiendo en que su país “necesita desesperadamente un muro”. “Creo que esto ha quedado demostrado mejor que nunca en las últimas dos semanas”, aseveró.
En las últimas semanas, Washington ha desplegado alrededor de 5.800 militares en la frontera estadounidense-mexicana e instalado casi 20 kilómetros de alambre de púas ante la llegada de las caravanas de migrantes centroamericanos.
Más de 5000 migrantes centroamericanos acampan en el interior y a las afueras de un complejo deportivo en Tijuana luego de atravesar territorio mexicano como parte de las caravanas migrantes que buscan llegar a EE.UU.
Además, la Policía estadounidense ha lanzado gases lacrimógenos contra unas 500 personas que intentaban cruzar la frontera, entre ellos menores, lo que ha provocado críticas hacia Trump.
Por su parte, el inquilino de la Casa Blanca ha defendido la acción de los agentes, criticado a los integrantes de la caravana de migrantes centroamericanos que pusieron en riesgo a sus hijos al intentar cruzar la frontera entre México y EE.UU y amenazado con cerrar permanentemente esta. El presidente estadounidense afirma que el gas lacrimógeno usado es “muy seguro”.
Mientras tanto, el Gobierno de México envió una carta a la embajada de Estados Unidos en la que solicitan investigar el uso de gases lacrimógenos contra los migrantes que se encuentran en la frontera de ambos países.
(Con información de RT y Telesur)
Trump contempla un 'plan B' si el Congreso rechaza dar dinero para el muro con México
Publicado: 28 nov 2018 10:03 GMT - RT
"Necesitamos desesperadamente un muro",
afirma el presidente de EE.UU. "Ha quedado demostrado mejor que nunca en
las últimas dos semanas", asegura.
El
presidente estadounidense Donald Trump ha anunciado que contempla un
plan alternativo en el caso de que el Congreso rechace su petición de
5.000 millones de dólares para la construcción del muro en la frontera
con México.
"Necesitamos los votos de los demócratas para tener un muro", aseguró Trump en una entrevista con The Washington Post. "Ahora, si no lo conseguimos, ¿lo haré de otra manera? Podría hacerlo de otra manera. Hay otras formas potenciales de hacerlo. Ustedes ya han visto lo que hicimos con los militares, el alambre de púas, las cercas y varias otras cosas", advirtió el mandatario.
En la misma entrevista, el mandatario siguió insistiendo en que su país "necesita desesperadamente un muro". "Creo que esto ha quedado demostrado mejor que nunca en las últimas dos semanas", aseveró.
En las últimas semanas, Washington ha desplegado alrededor de 5.800 militares en la frontera estadounidense-mexicana e instalado casi 20 kilómetros de alambre de púas ante la llegada de la caravana de migrantes centroamericanos. Además, la Policía estadounidense ha lanzado gases lacrimógenos contra unas 500 personas que intentaban cruzar la frontera, entre ellos menores, lo que ha provocado críticas hacia Trump.
Por su parte, el inquilino de la Casa Blanca ha defendido la acción de los agentes y criticado a los integrantes de la caravana de migrantes centroamericanos que pusieron en riesgo a sus hijos al intentar cruzar la frontera entre México y EE.UU. El presidente estadounidense afirma que el gas lacrimógeno usado es "muy seguro".
"Necesitamos los votos de los demócratas para tener un muro", aseguró Trump en una entrevista con The Washington Post. "Ahora, si no lo conseguimos, ¿lo haré de otra manera? Podría hacerlo de otra manera. Hay otras formas potenciales de hacerlo. Ustedes ya han visto lo que hicimos con los militares, el alambre de púas, las cercas y varias otras cosas", advirtió el mandatario.
En la misma entrevista, el mandatario siguió insistiendo en que su país "necesita desesperadamente un muro". "Creo que esto ha quedado demostrado mejor que nunca en las últimas dos semanas", aseveró.
En las últimas semanas, Washington ha desplegado alrededor de 5.800 militares en la frontera estadounidense-mexicana e instalado casi 20 kilómetros de alambre de púas ante la llegada de la caravana de migrantes centroamericanos. Además, la Policía estadounidense ha lanzado gases lacrimógenos contra unas 500 personas que intentaban cruzar la frontera, entre ellos menores, lo que ha provocado críticas hacia Trump.
Por su parte, el inquilino de la Casa Blanca ha defendido la acción de los agentes y criticado a los integrantes de la caravana de migrantes centroamericanos que pusieron en riesgo a sus hijos al intentar cruzar la frontera entre México y EE.UU. El presidente estadounidense afirma que el gas lacrimógeno usado es "muy seguro".
Alcaldía de Tijuana declara crisis humanitaria por presencia de migrantes centroamericanos
El alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastelum, ha declarado este
viernes el estado de crisis humanitaria en la ciudad fronteriza mexicana
debido a la presencia de miles de migrantes de la caravana que durante
semanas ha recorrido Centroamérica y México. Según la alcaldía, la
atención a unos cinco mil migrantes desde la semana pasada generó gastos
que “ascienden a 24 800 dólares”.
Gastelum dijo en declaraciones a la radio local que Tijuana no cuenta con la infraestructura necesaria para atender adecuadamente a los migrantes, y anunció que pedirá asistencia humanitaria al gobierno federal mexicano y a entidades internacionales como Naciones Unidas y a la Convención Americana de Derechos Humanos.
“No voy a gastarme el dinero de los tijuanenses”, dijo en un comunicado.
La mayoría de los migrantes permanecen en un campamento instalado en un campo deportivo de la ciudad.
La pasada semana Gastelum, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), emitió mensajes considerados xenófobos y racistas hacia los migrantes, y advirtió que “Tijuana es una ciudad de migrantes, pero no los queremos de esta manera”.
Medios de prensa mexicanos recordaron este viernes que si las escalas anteriores de los caravanistas en otras ciudades y regiones del país se limitaban a pocos días y allí recibían ayuda oficial y de organizaciones civiles, en Tijuana muchos de ellos, que buscan solicitar asilo en Estados Unidos, podrían tener que pasar meses en la ciudad fronteriza en espera de una oportunidad para hablar con un funcionario estadounidense.
Organizaciones que defienden los derechos de los migrantes han denunciado que los funcionarios demoran deliberadamente los trámites de los aspirantes, que enfrentan dilatadas esperas.
El enfoque de la administración Trump, conocido como “quédense en México”,implica que muchos de los migrantes que soliciten asilo en un punto fronterizo tendrán que esperar en México mientras sus casos son procesados, cuando la práctica es que permanezcan en Estados Unidos hasta que se celebre una audiencia con un juez migratorio. Este sistema vigente es conocido como “detención y liberación”.
El nuevo plan del gobierno estadounidense es, para The Washington Post, un rompimiento mayor con los procedimientos de inspección vigentes, que generalmente permiten permanecer en Estados Unidos y evitar la deportación a aquellos que establecen un miedo de regresar a sus países de origen.
Este viernes, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, recalcó que “a las caravanas no se les permitirá entrar en Estados Unidos”, luego de que el miércoles la secretaria de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen, declarara que serán detenidos y expulsados del país todos los integrantes de la caravana de migrantes que intenten cruzar ilegalmente hacia Estados Unidos.
Este viernes partieron desde Ciudad de México hacia Tijuana otros 250 migrantes, en su mayoría salvadoreños.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este jueves en un mensaje a los militares por el Día de Acción de Gracias que ha autorizado a las tropas desplegadas en la frontera suroeste del país a emplear la “fuerza letal” contra los migrantes para “proteger” al personal fronterizo “si fuera necesario”.
Hasta ahora han sido desplegados en la frontera unos seis mil soldados.
Las últimas actualizaciones indican que en los albergues de Tijuana y Mexicali han sido registrados más de 860 menores que viajan con sus padres, aunque el número podría aumentar con el arribo de más migrantes.
Semanas atrás, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, advirtió que en la caravana viajan más de dos mil niños. “Muchos de los niños y familias en la caravana están huyendo de las pandillas y la violencia de género, la extorsión, la pobreza y el acceso limitado a educación de calidad y servicios sociales en sus países de origen, El Salvador, Honduras y Guatemala”, dijo una portavoz.
La vocera advirtió que “la separación de los niños de sus familias y la detención de inmigrantes son profundamente traumatizantes para los niños y con frecuencia tienen un impacto a largo plazo en sus vidas. Seguimos instando a todos los gobiernos a buscar alternativas a la detención de inmigrantes y, obviamente, a mantener unidas a las familias”.
Entre siete mil y nueve mil migrantes, solicitantes de asilo y refugiados centroamericanos divididos en cuatro grupos organizados denominados “caravanas” se han desplazado a través de México desde su ingreso al país, el 19 de octubre de 2018.
Gastelum dijo en declaraciones a la radio local que Tijuana no cuenta con la infraestructura necesaria para atender adecuadamente a los migrantes, y anunció que pedirá asistencia humanitaria al gobierno federal mexicano y a entidades internacionales como Naciones Unidas y a la Convención Americana de Derechos Humanos.
“No voy a gastarme el dinero de los tijuanenses”, dijo en un comunicado.
La mayoría de los migrantes permanecen en un campamento instalado en un campo deportivo de la ciudad.
La pasada semana Gastelum, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), emitió mensajes considerados xenófobos y racistas hacia los migrantes, y advirtió que “Tijuana es una ciudad de migrantes, pero no los queremos de esta manera”.
Medios de prensa mexicanos recordaron este viernes que si las escalas anteriores de los caravanistas en otras ciudades y regiones del país se limitaban a pocos días y allí recibían ayuda oficial y de organizaciones civiles, en Tijuana muchos de ellos, que buscan solicitar asilo en Estados Unidos, podrían tener que pasar meses en la ciudad fronteriza en espera de una oportunidad para hablar con un funcionario estadounidense.
Organizaciones que defienden los derechos de los migrantes han denunciado que los funcionarios demoran deliberadamente los trámites de los aspirantes, que enfrentan dilatadas esperas.
El enfoque de la administración Trump, conocido como “quédense en México”,implica que muchos de los migrantes que soliciten asilo en un punto fronterizo tendrán que esperar en México mientras sus casos son procesados, cuando la práctica es que permanezcan en Estados Unidos hasta que se celebre una audiencia con un juez migratorio. Este sistema vigente es conocido como “detención y liberación”.
El nuevo plan del gobierno estadounidense es, para The Washington Post, un rompimiento mayor con los procedimientos de inspección vigentes, que generalmente permiten permanecer en Estados Unidos y evitar la deportación a aquellos que establecen un miedo de regresar a sus países de origen.
Este viernes, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, recalcó que “a las caravanas no se les permitirá entrar en Estados Unidos”, luego de que el miércoles la secretaria de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen, declarara que serán detenidos y expulsados del país todos los integrantes de la caravana de migrantes que intenten cruzar ilegalmente hacia Estados Unidos.
Este viernes partieron desde Ciudad de México hacia Tijuana otros 250 migrantes, en su mayoría salvadoreños.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este jueves en un mensaje a los militares por el Día de Acción de Gracias que ha autorizado a las tropas desplegadas en la frontera suroeste del país a emplear la “fuerza letal” contra los migrantes para “proteger” al personal fronterizo “si fuera necesario”.
Hasta ahora han sido desplegados en la frontera unos seis mil soldados.
Las últimas actualizaciones indican que en los albergues de Tijuana y Mexicali han sido registrados más de 860 menores que viajan con sus padres, aunque el número podría aumentar con el arribo de más migrantes.
Semanas atrás, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, advirtió que en la caravana viajan más de dos mil niños. “Muchos de los niños y familias en la caravana están huyendo de las pandillas y la violencia de género, la extorsión, la pobreza y el acceso limitado a educación de calidad y servicios sociales en sus países de origen, El Salvador, Honduras y Guatemala”, dijo una portavoz.
La vocera advirtió que “la separación de los niños de sus familias y la detención de inmigrantes son profundamente traumatizantes para los niños y con frecuencia tienen un impacto a largo plazo en sus vidas. Seguimos instando a todos los gobiernos a buscar alternativas a la detención de inmigrantes y, obviamente, a mantener unidas a las familias”.
Entre siete mil y nueve mil migrantes, solicitantes de asilo y refugiados centroamericanos divididos en cuatro grupos organizados denominados “caravanas” se han desplazado a través de México desde su ingreso al país, el 19 de octubre de 2018.
México entrega visas humanitarias a migrantes y Trump insiste con el muro
MIGRANTES
28 de noviembre de 2018, 12:20hs LR 21
A través de la Feria de Empleo implementada en la frontera de Baja California, 614 migrantes de origen centroamericano recibieron visas de Regularización por Razones Humanitarias, lo que les permitirá obtener oportunidades de trabajo, informó la Secretaría de Gobernación.
La dependencia informó en un comunicado que en la zona sur del país, cerca de 3600 personas se han acogido al programa “Estás en tu Casa”, puesto en marcha el 26 de octubre por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
Entre el 19 y 26 de noviembre, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) registra que admitió 182 solicitudes individuales de asilo, 218 solicitudes de adultos y sus dependientes.
La Comar también tiene 18 solicitudes prevenidas, es decir, que corresponden a personas adultas que solicitaron asilo transcurridos 30 días de su ingreso irregular al país, así como 21 solicitudes de adultos y sus dependientes en la misma condición.
El gobierno reiteró su rechazo a la criminalización de la migración indocumentada y reafirmó su política de respeto a los derechos humanos de los extranjeros que se encuentran en esta condición.
El Instituto Nacional de Migración (INM) de México explicó que se conceden visas humanitarias a extranjeros con un grado de vulnerabilidad que dificulte o imposibilite su deportación, como niños que migran solos, embarazadas, ancianos o personas cuya vida corre peligro.
la visa humanitaria tiene una vigencia de un año, pero se puede solicitar su renovación las veces que sean necesarias, agregó el INM.
“Necesitamos los votos de los demócratas para tener un muro”, dijo en una entrevista con The Washington Post.
“Ahora, si no lo conseguimos, ¿lo haré de otra manera? Podría hacerlo de otra manera. Hay otras formas potenciales de hacerlo. Ustedes ya han visto lo que hicimos con los militares, el alambre de púas, las cercas y varias otras cosas”, agregó el mandatario.
Trump dijo que su país “necesita desesperadamente un muro”. “Creo que esto ha quedado demostrado mejor que nunca en las últimas dos semanas”, agregó.
En las últimas semanas, Washington desplegó alrededor de 5.800 militares en la frontera estadounidense-mexicana e instaló casi 20 kilómetros de alambre de púas ante la llegada de la caravana de migrantes centroamericanos.
El domingo la Policía estadounidense lanzó gases lacrimógenos contra unas 500 personas que intentaban cruzar la frontera, entre ellos muchos menores.
Trump defendió el accionar de los agentes y criticó a los integrantes de la caravana de migrantes centroamericanos que pusieron en riesgo a sus hijos al intentar cruzar la frontera entre México y EE.UU.
El presidente estadounidense dijo que el gas lacrimógeno usado es “muy seguro”.
A través de la Feria de Empleo implementada en la frontera de Baja California, 614 migrantes de origen centroamericano recibieron visas de Regularización por Razones Humanitarias, lo que les permitirá obtener oportunidades de trabajo, informó la Secretaría de Gobernación.
La dependencia informó en un comunicado que en la zona sur del país, cerca de 3600 personas se han acogido al programa “Estás en tu Casa”, puesto en marcha el 26 de octubre por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
Entre el 19 y 26 de noviembre, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) registra que admitió 182 solicitudes individuales de asilo, 218 solicitudes de adultos y sus dependientes.
La Comar también tiene 18 solicitudes prevenidas, es decir, que corresponden a personas adultas que solicitaron asilo transcurridos 30 días de su ingreso irregular al país, así como 21 solicitudes de adultos y sus dependientes en la misma condición.
El gobierno reiteró su rechazo a la criminalización de la migración indocumentada y reafirmó su política de respeto a los derechos humanos de los extranjeros que se encuentran en esta condición.
El Instituto Nacional de Migración (INM) de México explicó que se conceden visas humanitarias a extranjeros con un grado de vulnerabilidad que dificulte o imposibilite su deportación, como niños que migran solos, embarazadas, ancianos o personas cuya vida corre peligro.
la visa humanitaria tiene una vigencia de un año, pero se puede solicitar su renovación las veces que sean necesarias, agregó el INM.
Trump insiste con el muro
Por su parte el presidente estadounidense Donald Trump anunció este martes que contempla un plan alternativo en el caso de que el Congreso rechace su petición de 5.000 millones de dólares para la construcción del muro en la frontera con México.“Necesitamos los votos de los demócratas para tener un muro”, dijo en una entrevista con The Washington Post.
“Ahora, si no lo conseguimos, ¿lo haré de otra manera? Podría hacerlo de otra manera. Hay otras formas potenciales de hacerlo. Ustedes ya han visto lo que hicimos con los militares, el alambre de púas, las cercas y varias otras cosas”, agregó el mandatario.
Trump dijo que su país “necesita desesperadamente un muro”. “Creo que esto ha quedado demostrado mejor que nunca en las últimas dos semanas”, agregó.
En las últimas semanas, Washington desplegó alrededor de 5.800 militares en la frontera estadounidense-mexicana e instaló casi 20 kilómetros de alambre de púas ante la llegada de la caravana de migrantes centroamericanos.
El domingo la Policía estadounidense lanzó gases lacrimógenos contra unas 500 personas que intentaban cruzar la frontera, entre ellos muchos menores.
Trump defendió el accionar de los agentes y criticó a los integrantes de la caravana de migrantes centroamericanos que pusieron en riesgo a sus hijos al intentar cruzar la frontera entre México y EE.UU.
El presidente estadounidense dijo que el gas lacrimógeno usado es “muy seguro”.
blogs.publico.es
Migraciones
Con la #CaravanaMigrante desde Tijuana
23/11/2018 |
Miguel Urbán. Amelia Martínez Lobo
“Esto no es una caravana, es una invasión” es uno
de los lemas más coreados en los discursos y ataques racistas y
xenófobos que se están produciendo en los últimos días en Tijuana. Caos,
invasión, primero los nuestros… son algunas de las consignas repetidas
por el Movimiento Ciudadano Contra el caos de la Caravana Migrante que,
junto a el alcalde de Tijuana Juan Manuel Gastélum del conservador
Partido Acción Nacional, están fomentando en esta ciudad fronteriza de
Mexico y EEUU la lucha del último contra el penúltimo. Un aspirante más a
mini-Trump, salvapatrias, racista capaz de señalar con el dedo a los
más vulnerables pero con poca valía para alzar la voz contra el poder
corporativo, las élites económicas y la oligarquía financiera que están
asolando a su tierra.
Hoy nos desplazamos a Tijuana (Mexico) en un momento en que varios grupos de la Caravana Migrante atraviesan el país. Anteanoche llegó un grupo a Tijuana según nos informaron algunas de las personas y colectivos que componen esa la red de solidaridad que está intentando acompañar a las personas en tránsito y combatir los brotes de odio.
El origen de la Caravana Migrante responde a un contexto de violencia y pobreza generalizada en donde las condiciones mínimas de vida digna y respeto a los derechos humanos no han sido garantizadas, lo que obliga a miles de personas a desplazamientos forzados. En el caso de Honduras la situación de desesperación que está viviendo gran parte del pueblo es producto de la extrema pobreza, la corrupción, la violencia del Estado, el crimen organizado, el narcotráfico y, en general, de un gobierno ilegítimo. La Unión Europea y la Comunidad Internacional miraron hacia otro lado ante las graves irregularidades del proceso electoral encontradas por la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos. Hoy, un año después de aquel golpe de estado, los líderes internacionales se miran como desconcertados, sin parecer querer encontrar o responsabilidad ante este movimiento migrante colectivo.
Por eso miles de personas atraviesan México, porque huyen de la violencia estructural en sus países de origen, de la represión o la trata. Como decía el maestro Galeano, los invisibles son ahora visibles porque se han organizado en una caravana migrante. Se trata, precisamente, del primer movimiento migrante auto-organizado y colectivo. Es la primera vez que la migración deja de ser algo individual para activar durante el tránsito un movimientos de protesta contra la injusticia.
Por ello es fundamental que tanto el Gobierno mexicano como la comunidad internacional velen por el respeto por los derechos humanos, la protección de las personas más vulnerables (mujeres embarazadas, niñas y niños o colectivo LGTBI) y que se respete el derecho al asilo de todas las personas que caminan con la Caravana Migrante, sin que existan devoluciones individuales y colectivas, puesto que contraviene el derecho internacional al asilo.
La respuesta por parte de Estados Unidos, Trump y su séquito de aprendices a salvapatrias racistas es la militarización de las fronteras y las devoluciones masivas que no están permitidas por el Derecho Internacional. Tan lamentable como esperable, sí, pero recordemos que no es una práctica tan diferente a la de la Unión Europea, con sus vallas, concertinas, guardacostas matones y externalización de fronteras. La falta de solidaridad europea combinada con las políticas de austeridad, ha sido precisamente un caldo de cultivo perfecto en toda Europa para la proliferación de los Salvinis, los Lepens, los Kurz o los Orban. Extrema derecha y neoliberalismo se dan la mano, se necesitan y retroalimentan. Son dos caras de la misma moneda.
La violencia estructural de los países de los que huyen los caminantes no es tampoco un fenómeno atmosférico. La responsabilidad de estos movimientos migratorios, al igual que los que llegan a Europa, son las exportaciones de armas, el expolio de los recursos naturales, la impunidad de las multinacionales operando en esos países, acaparando tierras y violando derechos fundamentales de sus pueblos bajo el paraguas de los tratados de libre comercio.
Hoy empezamos una misión de observación de la Caravana Migrante, desplazándonos a Tijuana y México DF, para poder conocer en terreno la situación de miles de personas. nos reuniéremos con autoridades y organismos oficiales para recordarles que estamos vigilantes y para acompañar al movimiento y a las organizaciones de la sociedad civil en esta lucha colectiva por una vida digna.
22/11/2018
https://blogs.publico.es/ tomar-partido/2018/11/22/esto- no-es-una-caravana-es-una- invasion-con-la- caravanamigrante-en-tijuana/
Hoy nos desplazamos a Tijuana (Mexico) en un momento en que varios grupos de la Caravana Migrante atraviesan el país. Anteanoche llegó un grupo a Tijuana según nos informaron algunas de las personas y colectivos que componen esa la red de solidaridad que está intentando acompañar a las personas en tránsito y combatir los brotes de odio.
El origen de la Caravana Migrante responde a un contexto de violencia y pobreza generalizada en donde las condiciones mínimas de vida digna y respeto a los derechos humanos no han sido garantizadas, lo que obliga a miles de personas a desplazamientos forzados. En el caso de Honduras la situación de desesperación que está viviendo gran parte del pueblo es producto de la extrema pobreza, la corrupción, la violencia del Estado, el crimen organizado, el narcotráfico y, en general, de un gobierno ilegítimo. La Unión Europea y la Comunidad Internacional miraron hacia otro lado ante las graves irregularidades del proceso electoral encontradas por la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos. Hoy, un año después de aquel golpe de estado, los líderes internacionales se miran como desconcertados, sin parecer querer encontrar o responsabilidad ante este movimiento migrante colectivo.
Por eso miles de personas atraviesan México, porque huyen de la violencia estructural en sus países de origen, de la represión o la trata. Como decía el maestro Galeano, los invisibles son ahora visibles porque se han organizado en una caravana migrante. Se trata, precisamente, del primer movimiento migrante auto-organizado y colectivo. Es la primera vez que la migración deja de ser algo individual para activar durante el tránsito un movimientos de protesta contra la injusticia.
Por ello es fundamental que tanto el Gobierno mexicano como la comunidad internacional velen por el respeto por los derechos humanos, la protección de las personas más vulnerables (mujeres embarazadas, niñas y niños o colectivo LGTBI) y que se respete el derecho al asilo de todas las personas que caminan con la Caravana Migrante, sin que existan devoluciones individuales y colectivas, puesto que contraviene el derecho internacional al asilo.
La respuesta por parte de Estados Unidos, Trump y su séquito de aprendices a salvapatrias racistas es la militarización de las fronteras y las devoluciones masivas que no están permitidas por el Derecho Internacional. Tan lamentable como esperable, sí, pero recordemos que no es una práctica tan diferente a la de la Unión Europea, con sus vallas, concertinas, guardacostas matones y externalización de fronteras. La falta de solidaridad europea combinada con las políticas de austeridad, ha sido precisamente un caldo de cultivo perfecto en toda Europa para la proliferación de los Salvinis, los Lepens, los Kurz o los Orban. Extrema derecha y neoliberalismo se dan la mano, se necesitan y retroalimentan. Son dos caras de la misma moneda.
La violencia estructural de los países de los que huyen los caminantes no es tampoco un fenómeno atmosférico. La responsabilidad de estos movimientos migratorios, al igual que los que llegan a Europa, son las exportaciones de armas, el expolio de los recursos naturales, la impunidad de las multinacionales operando en esos países, acaparando tierras y violando derechos fundamentales de sus pueblos bajo el paraguas de los tratados de libre comercio.
Hoy empezamos una misión de observación de la Caravana Migrante, desplazándonos a Tijuana y México DF, para poder conocer en terreno la situación de miles de personas. nos reuniéremos con autoridades y organismos oficiales para recordarles que estamos vigilantes y para acompañar al movimiento y a las organizaciones de la sociedad civil en esta lucha colectiva por una vida digna.
22/11/2018
https://blogs.publico.es/
La caravana migrante
Por OLEP
KAOS EN LA RED -
Publicado en: 28 noviembre, 2018
Migración, violencia y soberanía nacional
NOTA: Este artículo fue publicado como parte de la sección ANÁLISIS del No. 38 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), Noviembre-Diciembre 2018.
Contacto:
olep.contacto@gmail.com
fragua.olep@gmail.com
Facebook: /olep.fragua
El 13 de octubre de este año
inició una caravana migrante desde Honduras rumbo a Estados Unidos,
consecuencia de las condiciones de violencia y pobreza que asolan la
región. Esta situación responde, en gran parte, a las políticas
neoliberales de despojo y a la intervención norteamericana que busca
mantener un régimen servil a sus intereses.
La crisis de la región se ha agravado
desde el año 2009. Tan sólo en el año 2016, 49 activistas fueron
asesinados por defender su tierra, entre los que se encontraba Berta
Cáceres, incansable defensora indígena del agua y los pueblos indígenas,
cuya muerte repercutió en todo el continente. Junto con el despojo y
violencia provocado para obtener recursos naturales, vino una grave
crisis de desplazamiento forzado que arrojó a miles de hondureños a
buscar nuevas tierras no por un sueño, sino simplemente para sobrevivir.
Al mismo tiempo, las políticas
migratorias en Estados Unidos se han ido endureciendo: el gobierno de
Barack Obama aumentó el presupuesto fronterizo, incrementó el número de
efectivos de la patrulla fronteriza (la odiada “migra”), aumentó el
número de detenciones y expulsó a casi tres millones de migrantes. En
estos mismos años los gobiernos serviles de Felipe Calderón y Enrique
Peña Nieto desataron una ola generalizada de violencia en contra de
migrantes centroamericanos, de modo que México se convirtió en la gran
línea de defensa que evita la migración, lo que fue reconocido por las
autoridades norteamericanas al afirmar de manera contundente que el
flujo migratorio se redujo casi 40% en los últimos años.
Estas cifras se deben únicamente a las
políticas de miedo impuestas por Estados Unidos y a que cientos o miles
de migrantes acaban su viaje en México, no de la mejor manera: tan sólo
recordemos el caso de los 72 migrantes asesinados en San Fernando,
detenidos por agentes de migración y entregados al narcotráfico, que
simplemente los “asesinó”. Estas acciones parecen no tener sentido, pero
en realidad es la lógica paramilitar mediante la que se echan a andar
las políticas migratorias imperialistas: detener el flujo de personas a
toda costa.
En este contexto es que surge la
caravana migrante, esas cuatro mil personas que han recorrido más de mil
kilómetros con la única intención de encontrar una tierra un poco mejor
para sobrevivir. Frente a esta avalancha humana, la respuesta
del gobierno mexicano nuevamente ha sido servil. El mismo día que la
caravana llegaba a nuestro país, Mike Pompeo, ex director de la Agencia
Central de Inteligencia de los Estados Unidos y actual secretario de
Estado del incómodo vecino del Norte, se entrevistaba con Enrique Peña
Nieto, quien le aseguraba que el gobierno mexicano haría lo posible por
detener el paso ilegal de los centroamericanos. Como si fuera una orden
directa —al parecer sí sucedió— se realizó un despliegue policiaco de
cientos de granaderos en la frontera sur.
Llenos de desesperación, los miles de
centroamericanos se lanzaron contra las puertas fronterizas y contra el
cerco policiaco, los cuales lograron abrir por momentos, pero fueron
repelidos con gases lacrimógenos y toletes, sin importar la presencia de
cientos de niños y ancianos, de mujeres embarazadas y adultos agotados
por la larguísima caminata.
Después de los hechos represivos y de
las dolorosísimas imágenes que vimos en las noticias y redes sociales,
Enrique Peña Nieto salió a decir que “no permitiría la entrada violenta”
a nuestro país. Es decir, México sería el gran muro de contención para
evitar una crisis migratoria y humanitaria en Estados Unidos. Parece que
para los gobernantes realmente seguimos siendo “el patio trasero”.
Frente a esta actitud servil,
nuestro pueblo desplegó la solidaridad: en Chiapas muchos comercios
ofrecían comida, ropa y hasta juguetes a los migrantes. Organizaciones
de derechos humanos se manifestaron por la defensa del derecho a la
protesta y a la solidaridad de los pueblos representado en la caravana.
Pueblo en general mostró su mano amiga; la mano proletaria que ha visto
partir a nuestros familiares para buscar una oportunidad de vivir mejor,
ahora se volcaba para ayudar a nuestros hermanos de clase.
Sin embargo, en medios de
comunicación se manifestó un discurso racista y de odio, el cual
desafortunadamente fue replicado por muchas personas: “mugrosos”,
“maras”, “violadores”… todo de lo que acusan a nuestros paisanos en el
gringo, ahora se le achacaba a los migrantes hondureños.
Frente a esta grave crisis en la región, nuestro
pueblo debe mostrarse solidario y exponer que las causas de la pobreza y
violencia en Honduras, Centroamérica y en todo el continente no tienen
otra causa más que el afán de los grandes capitalistaspor obtener más ganancias, por saquear los recursos naturales que pertenecen a los pueblos y por explotar a cada vez más gente.
La lucha por la defensa de la
caravana migrante se vuelve, en este sentido, la defensa de nuestra
propia soberanía nacional, la defensa en contra de ser simples peones
del imperialismo, así como la defensa de nuestro derecho humano a la
solidaridad entre los pueblos y la vida digna. Si en verdad queremos
recuperar nuestra soberanía, debemos exigir y luchar porque sean
canceladas todas las políticas que criminalizan y judicializan a los
migrantes, exigir que se desmantelen los grupos paramilitares
permitidos, promovidos y tolerados por el Estado.
Los migrantes son nuestros hermanos de
clase y por ellos debemos luchar y ser solidarios. Tenemos que luchar
por un país donde no se criminalice ni asesine al pobre, por un país
donde seamos nosotros los que decidamos nuestras políticas públicas, un
país socialista.
¡Proletarios de todos los países, uníos!NOTA: Este artículo fue publicado como parte de la sección ANÁLISIS del No. 38 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), Noviembre-Diciembre 2018.
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Crónica desde la caravana centroamericana
Tan lejos de Dios... y de Estados Unidos
22/11/2018 |
Alberto Pradilla
Eyer Mauricio Mancia Arana, de San Pedro Sula, en
Honduras, observa la frontera de Estados Unidos desde la playa de
Tijuana. Ahí, al otro lado del muro, se encuentra ese lugar mágico,
aparente solución a todos sus problemas, tierra prometida para cientos,
miles de migrantes centroamericanos que caminan desde hace un mes en la
ya famosa “caravana”. Puede ver, pero no pisar. Tan cerca, tan lejos.
Este hombre de 34 años que camina con su hijo Ezequiel, de cinco, no
sabe qué hacer. Según Google Maps, el camino más corto para llegar desde
la segunda localidad hondureña hasta el municipio fronterizo mexicano
es de 4.386 kilómetros. Pero ellos han recorrido muchos más. Han
serpenteado por Guatemala y los estados de Chiapas, Oaxaca, Veracruz,
Puebla, Ciudad de México, Querétaro, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Sonora y
Tijuana. Han caminado bajo el sol, dormido bajo la lluvia, avanzado
trepados a un camión. Se han enfermado, han pasado hambre y suplicado
por un transporte. Han hecho historia y, a pesar de ello, ahora les
llega el tramo más difícil. La gran decisión: qué hacer. Cómo cruzar.
Escoger bien la estrategia para que las autoridades de Estados Unidos
acepten la petición de asilo político que Mancilla Arana se trae bajo el
brazo.
“Yo me vine de Honduras porque los mareros me extorsionaban”, explica, días antes de llegar hasta Tijuana. Cuenta que él presentó una demanda contra el Estado por las prestaciones que debía cobrar por haber sido despedido de su empleo. Y los pandilleros (no aclara, no quiere aclarar, si es el Barrio 18 o la Mara Salvatrucha, las dos principales maras que operan en todo Centroamérica, México y Estados Unidos) se enteraron. Así que comenzaron a extorsionarlo. La maldita extorsión. Una de las razones por las que Centroamérica es una de las zonas más violentas del mundo.
La extorsión, “impuesto de guerra” en Honduras, es una de las formas de financiamiento de las pandillas. Chicos pobres sacan el poco dinero que tienen a otras personas también pobres como condición para no asesinarlos. Comerciantes, vendedores informales, conductores de autobús. Hasta por vivir en determinada colonia hay que darles plata a las maras en lugares como Tegucigalpa, San Salvador o Ciudad de Guatemala. Si no pagas, te matan. Si te retrasas, te matan. A veces quieren dar un aviso a otro y, por eso, te matan.
“Tuve que venirme, porque me había atrasado con dos rentas. Esa es la situación mía. Ellos allá me fueron a buscar varias veces, eso dicen. Si regreso me matan. No puedo regresar a Honduras”, dice. Como prueba, muestra la demanda que presentó contra Hondutel, la empresa hondureña de telecomunicaciones. También, una captura de Messenger de hace un año. Concretamente, del 19 de agosto de 2017. Alguien que se hace llamar Pedro Lovo le envía un mensaje: “Tu cabeza ya tiene presio perro ya tu saves por q pedaso de mierda jajajajaja” (sic). Pero no tiene más recados de este tipo. “Te lo dicen en persona, son astutos”, sigue su relato.
El problema para Mancia Arana y su hijo es que, probablemente, el riesgo de que le peguen un balazo en la cabeza no será una causa suficiente para los jueces norteamericanos que analizan su caso. Las pandillas no son consideradas una razón para el asilo al otro lado de Río Bravo. Así que el hondureño, como otros cientos o miles de personas que le acompañan, tiene muchos boletos para ser devuelto.
Desde que llegaron a Ciudad de México, los integrantes de la larga marcha de los pies doloridos han recibido asistencia de abogados expertos en cuestiones migratorias. Pero ante todas las dificultades, ellos responden: “Primero Dios”. No, Dios no va a abrirles la puerta, ni a convencer a Donald Trump, que llegó a la Casa Blanca azuzando el miedo contra los migrantes, de que permita que crucen al otro lado. “Primero Dios” es una forma de aplazar el problema. Hasta este momento ha servido. Pero Estados Unidos es otra cosa y sus opciones para entrar, escasas.
El éxodo centroamericano tiene dos vías. La primera, la legal, tiene poco recorrido. Los migrantes llegan a la puerta de entrada a Estados Unidos y piden asilo. No les permiten entrar directamente, sino que les dan un ticket. Allí tendrán por delante a otros centroamericanos y a 2.000 mexicanos procedentes de estados como Guerrero o Michoacán que también piden refugio debido a la guerra del narcotráfico. Cuando logren cruzar la puerta serán entrevistados. Si pasan esa primera prueba, permanecerán encerrados durante un tiempo indefinido, hasta que el juez decida si se concede o no el asilo. En caso de que no califiquen, serán deportados. Es cruel ser deportado tras haber hecho todo este camino, pero muchos de los integrantes de la larga marcha de los hambrientos ya conocen lo que es estar encerrado por ser migrante. La segunda, la irregular, es la de siempre: pagar a un coyote y jugársela a cruzar de modo irregular, esquivando a la migración y a las patrullas de civiles armados dedicados a la caza del extranjero irregular.
Eyer Mauricio Mancia Arana me envía un último mensaje el 15 de noviembre a las 12:55. Dice que tiene un plan. Que va a intentar cruzar la frontera a través del puente comercial. Que quiere esquivar a los agentes mexicanos y entregarse ante los primeros uniformados estadounidenses. Han pasado más de 24 horas y no ha vuelto a conectarse. Quién sabe si tuvo éxito, cosa bastante improbable. Si fue arrestado. Si se quedó sin batería. La incertidumbre es una de las sensaciones que marcan el éxodo centroamericano. Sabemos dónde estamos aquí y ahora. No sabemos qué depara el futuro a estos miles de seres humanos cansados, doloridos, enfermos, indestructibles.
Lo importante en esta larga marcha no es el lugar al que se dirigen, cerrado a cal y canto, sino por qué huyen. De qué escapan. Qué lleva a más de 10.000 personas disgregadas en cuatro caravanas a dejarlo todo, absolutamente todo, y lanzarse a una incierta caminata. Cada migrante que arrastra sus pies por la carretera, se cuelga en camiones o se hacina en palanganas de pick-up lleva en sus mochilas alguna historia terrible. Y cada narración ofrece unos datos estremecedores. Centroamérica es una de las zonas del mundo en las que más se asesina.
El índice de homicidios en Guatemala es de 26 por cada 100.000 habitantes. En Honduras, de 46 por cada 100.000. En El Salvador, de 62 por cada 100.000. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que 10 muertes violentas por cada 100.000 habitantes es una pandemia de violencia. Con estas cifras en la mano, Centroamérica está enferma de violencia. La pobreza es la otra cara de la moneda. Casi 60% de los guatemaltecos vive en condiciones de pobreza, la misma cifra de hondureños y 34% de los salvadoreños.
“¿Quieren saber quién ha organizado esta caravana? El hambre y la muerte”, proclamó Irineo Mujica en Tapachula, Chiapas, cuando la caravana apenas había pisado territorio mexicano.
Mujica es fundador de Pueblos Sin Frontera, una red de activistas centroamericanos, mexicanos y estadounidenses que acompañan a los migrantes en esta peligrosísima ruta. En el pasado organizaron otras caravanas. Pero ninguna como esta. Algo ocurrió para que la bola de nieve se hiciera tan grande. En San Pedro Sula eran 200. En Aguascalientes, la frontera con Guatemala, eran 3.000. En el puente Rodolfo Robles, donde fueron gaseados y golpeados bajo un cartel de “Bienvenidos a México” antes de lanzarse al río Suchiate y convertirse en irregulares, habían llegado a los 5.000. Centroamérica está enferma de violencia, de pobreza, de colonialismo, de gobiernos corruptos, de Estados que no protegen y que solo sirven a quienes llevan décadas mandando.
Por eso hay cientos de Eyer Mauricios. Porque han llegado a la conclusión de que en sus países no hay futuro. Existe una revolución centroamericana que no mira hacia sus gobiernos corruptos, sino que hace las maletas y marcha hacia el origen. Desafía las leyes migratorias de México y Estados Unidos porque ha llegado a la conclusión de que sus países son imposibles de cambiar. Condenados a sobrevivir entre la pobreza y la violencia, cientos, miles de personas, han decidido huir.
Este es un elemento que lo define: no encontramos únicamente a hombres jóvenes que abren camino, como ocurre en el caso de los migrantes subsaharianos en Melilla. Lo que encontramos son hombres jóvenes, mayores casi a punto de jubilarse, niños que no levantan un palmo del suelo, adolescentes con las hormonas a mil y madres cargando con varios hijos. Son familias enteras. Es importante repetirlo: familias enteras que dejaron todo, vendieron lo poco que tenían (conozco el caso de unos guatemaltecos que se vinieron con los 1.000 quetzales que le pagaron a la hija por revender el celular Huawei que había comprado dos semanas atrás) y se pusieron en marcha, sin saber siquiera si tenían una oportunidad. Esta migración se parece más al éxodo sirio de 2015 a través de Europa. Los centroamericanos escapan de una guerra sin trincheras en la que se mata mucho, muchísimo. El hambre también es violencia, aunque se quiera categorizar de otro modo.
No sabemos qué va a ocurrir con esta larga marcha, pero todos los hombres, mujeres y niños que forman parte del éxodo ya han hecho historia. Han sacado de la clandestinidad algo que ha ocurrido durante décadas: la huida masiva de centroamericanos hacia Estados Unidos. Antes de esta caravana (y también durante, solo que no los vemos), cientos de miles de guatemaltecos, salvadoreños y hondureños hicieron las maletas y probaron el sueño americano. A escondidas. Pagando a un coyote y expuestos a grupos criminales que los desaparecen, los esclavizan, trafican con ellos, los matan. El precio actual está entre los 4.000 y los 10.000 dólares. Sin embargo, este puñado de mujeres y hombres ha roto con esta tendencia y ha caminado hacia el norte a pecho descubierto, mostrándose ante el mundo, protegiéndose a través de esta visibilidad. Se trata de un enorme ejercicio de desobediencia civil masiva que, al menos hasta llegar a Tijuana, ha funcionado.
Antes los detenían y los entregaban a Migraciones. Ahora, la Policía Federal les escolta el paso.
No sabemos qué ocurrirá con la larga marcha de los centroamericanos. Llegar aquí ya es historia. Pero ellos no quieren hacer historia. Quieren entrar en Estados Unidos y trabajar.
http://nuso.org/articulo/tan- lejos-de-dios-y-de-estados- unidos/?utm_source=e
mail&utm_medium=email
“Yo me vine de Honduras porque los mareros me extorsionaban”, explica, días antes de llegar hasta Tijuana. Cuenta que él presentó una demanda contra el Estado por las prestaciones que debía cobrar por haber sido despedido de su empleo. Y los pandilleros (no aclara, no quiere aclarar, si es el Barrio 18 o la Mara Salvatrucha, las dos principales maras que operan en todo Centroamérica, México y Estados Unidos) se enteraron. Así que comenzaron a extorsionarlo. La maldita extorsión. Una de las razones por las que Centroamérica es una de las zonas más violentas del mundo.
La extorsión, “impuesto de guerra” en Honduras, es una de las formas de financiamiento de las pandillas. Chicos pobres sacan el poco dinero que tienen a otras personas también pobres como condición para no asesinarlos. Comerciantes, vendedores informales, conductores de autobús. Hasta por vivir en determinada colonia hay que darles plata a las maras en lugares como Tegucigalpa, San Salvador o Ciudad de Guatemala. Si no pagas, te matan. Si te retrasas, te matan. A veces quieren dar un aviso a otro y, por eso, te matan.
“Tuve que venirme, porque me había atrasado con dos rentas. Esa es la situación mía. Ellos allá me fueron a buscar varias veces, eso dicen. Si regreso me matan. No puedo regresar a Honduras”, dice. Como prueba, muestra la demanda que presentó contra Hondutel, la empresa hondureña de telecomunicaciones. También, una captura de Messenger de hace un año. Concretamente, del 19 de agosto de 2017. Alguien que se hace llamar Pedro Lovo le envía un mensaje: “Tu cabeza ya tiene presio perro ya tu saves por q pedaso de mierda jajajajaja” (sic). Pero no tiene más recados de este tipo. “Te lo dicen en persona, son astutos”, sigue su relato.
El problema para Mancia Arana y su hijo es que, probablemente, el riesgo de que le peguen un balazo en la cabeza no será una causa suficiente para los jueces norteamericanos que analizan su caso. Las pandillas no son consideradas una razón para el asilo al otro lado de Río Bravo. Así que el hondureño, como otros cientos o miles de personas que le acompañan, tiene muchos boletos para ser devuelto.
Desde que llegaron a Ciudad de México, los integrantes de la larga marcha de los pies doloridos han recibido asistencia de abogados expertos en cuestiones migratorias. Pero ante todas las dificultades, ellos responden: “Primero Dios”. No, Dios no va a abrirles la puerta, ni a convencer a Donald Trump, que llegó a la Casa Blanca azuzando el miedo contra los migrantes, de que permita que crucen al otro lado. “Primero Dios” es una forma de aplazar el problema. Hasta este momento ha servido. Pero Estados Unidos es otra cosa y sus opciones para entrar, escasas.
El éxodo centroamericano tiene dos vías. La primera, la legal, tiene poco recorrido. Los migrantes llegan a la puerta de entrada a Estados Unidos y piden asilo. No les permiten entrar directamente, sino que les dan un ticket. Allí tendrán por delante a otros centroamericanos y a 2.000 mexicanos procedentes de estados como Guerrero o Michoacán que también piden refugio debido a la guerra del narcotráfico. Cuando logren cruzar la puerta serán entrevistados. Si pasan esa primera prueba, permanecerán encerrados durante un tiempo indefinido, hasta que el juez decida si se concede o no el asilo. En caso de que no califiquen, serán deportados. Es cruel ser deportado tras haber hecho todo este camino, pero muchos de los integrantes de la larga marcha de los hambrientos ya conocen lo que es estar encerrado por ser migrante. La segunda, la irregular, es la de siempre: pagar a un coyote y jugársela a cruzar de modo irregular, esquivando a la migración y a las patrullas de civiles armados dedicados a la caza del extranjero irregular.
Eyer Mauricio Mancia Arana me envía un último mensaje el 15 de noviembre a las 12:55. Dice que tiene un plan. Que va a intentar cruzar la frontera a través del puente comercial. Que quiere esquivar a los agentes mexicanos y entregarse ante los primeros uniformados estadounidenses. Han pasado más de 24 horas y no ha vuelto a conectarse. Quién sabe si tuvo éxito, cosa bastante improbable. Si fue arrestado. Si se quedó sin batería. La incertidumbre es una de las sensaciones que marcan el éxodo centroamericano. Sabemos dónde estamos aquí y ahora. No sabemos qué depara el futuro a estos miles de seres humanos cansados, doloridos, enfermos, indestructibles.
Lo importante en esta larga marcha no es el lugar al que se dirigen, cerrado a cal y canto, sino por qué huyen. De qué escapan. Qué lleva a más de 10.000 personas disgregadas en cuatro caravanas a dejarlo todo, absolutamente todo, y lanzarse a una incierta caminata. Cada migrante que arrastra sus pies por la carretera, se cuelga en camiones o se hacina en palanganas de pick-up lleva en sus mochilas alguna historia terrible. Y cada narración ofrece unos datos estremecedores. Centroamérica es una de las zonas del mundo en las que más se asesina.
El índice de homicidios en Guatemala es de 26 por cada 100.000 habitantes. En Honduras, de 46 por cada 100.000. En El Salvador, de 62 por cada 100.000. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que 10 muertes violentas por cada 100.000 habitantes es una pandemia de violencia. Con estas cifras en la mano, Centroamérica está enferma de violencia. La pobreza es la otra cara de la moneda. Casi 60% de los guatemaltecos vive en condiciones de pobreza, la misma cifra de hondureños y 34% de los salvadoreños.
“¿Quieren saber quién ha organizado esta caravana? El hambre y la muerte”, proclamó Irineo Mujica en Tapachula, Chiapas, cuando la caravana apenas había pisado territorio mexicano.
Mujica es fundador de Pueblos Sin Frontera, una red de activistas centroamericanos, mexicanos y estadounidenses que acompañan a los migrantes en esta peligrosísima ruta. En el pasado organizaron otras caravanas. Pero ninguna como esta. Algo ocurrió para que la bola de nieve se hiciera tan grande. En San Pedro Sula eran 200. En Aguascalientes, la frontera con Guatemala, eran 3.000. En el puente Rodolfo Robles, donde fueron gaseados y golpeados bajo un cartel de “Bienvenidos a México” antes de lanzarse al río Suchiate y convertirse en irregulares, habían llegado a los 5.000. Centroamérica está enferma de violencia, de pobreza, de colonialismo, de gobiernos corruptos, de Estados que no protegen y que solo sirven a quienes llevan décadas mandando.
Por eso hay cientos de Eyer Mauricios. Porque han llegado a la conclusión de que en sus países no hay futuro. Existe una revolución centroamericana que no mira hacia sus gobiernos corruptos, sino que hace las maletas y marcha hacia el origen. Desafía las leyes migratorias de México y Estados Unidos porque ha llegado a la conclusión de que sus países son imposibles de cambiar. Condenados a sobrevivir entre la pobreza y la violencia, cientos, miles de personas, han decidido huir.
Este es un elemento que lo define: no encontramos únicamente a hombres jóvenes que abren camino, como ocurre en el caso de los migrantes subsaharianos en Melilla. Lo que encontramos son hombres jóvenes, mayores casi a punto de jubilarse, niños que no levantan un palmo del suelo, adolescentes con las hormonas a mil y madres cargando con varios hijos. Son familias enteras. Es importante repetirlo: familias enteras que dejaron todo, vendieron lo poco que tenían (conozco el caso de unos guatemaltecos que se vinieron con los 1.000 quetzales que le pagaron a la hija por revender el celular Huawei que había comprado dos semanas atrás) y se pusieron en marcha, sin saber siquiera si tenían una oportunidad. Esta migración se parece más al éxodo sirio de 2015 a través de Europa. Los centroamericanos escapan de una guerra sin trincheras en la que se mata mucho, muchísimo. El hambre también es violencia, aunque se quiera categorizar de otro modo.
No sabemos qué va a ocurrir con esta larga marcha, pero todos los hombres, mujeres y niños que forman parte del éxodo ya han hecho historia. Han sacado de la clandestinidad algo que ha ocurrido durante décadas: la huida masiva de centroamericanos hacia Estados Unidos. Antes de esta caravana (y también durante, solo que no los vemos), cientos de miles de guatemaltecos, salvadoreños y hondureños hicieron las maletas y probaron el sueño americano. A escondidas. Pagando a un coyote y expuestos a grupos criminales que los desaparecen, los esclavizan, trafican con ellos, los matan. El precio actual está entre los 4.000 y los 10.000 dólares. Sin embargo, este puñado de mujeres y hombres ha roto con esta tendencia y ha caminado hacia el norte a pecho descubierto, mostrándose ante el mundo, protegiéndose a través de esta visibilidad. Se trata de un enorme ejercicio de desobediencia civil masiva que, al menos hasta llegar a Tijuana, ha funcionado.
Antes los detenían y los entregaban a Migraciones. Ahora, la Policía Federal les escolta el paso.
No sabemos qué ocurrirá con la larga marcha de los centroamericanos. Llegar aquí ya es historia. Pero ellos no quieren hacer historia. Quieren entrar en Estados Unidos y trabajar.
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