Una regla impulsada por Trump permitiría detener indefinidamente a niños no acompañados y familias de migrantes
Publicado: 21 ago 2019 16:32 GMT | Última actualización: 21 ago 2019 17:06 GMT - RT
La nueva medida aboliría el límite
establecido de 20 días para retener a los migranes, lo cual permitirá
que puedan permanecer indefinidamente en los centros de detención.
El Gobierno del presidente de EE.UU., Donald Trump,
dio a conocer una nueva regulación que le permitiría detener
indefinidamente a niños indocumentados y familias de migrantes mientras
se resuelven sus trámites para ingresar al país o ser deportados.
La nueva medida aboliría el límite establecido de 20 días para retener a familias en cárceles de inmigración, lo cual permitirá que los migrantes puedan permanecer indefinidamente en los centros de detención.
En un documento de 1997, conocido como el 'Acuerdo Flores', el Gobierno de EE.UU. se comprometió a mantener a los niños indocumentados en el entorno menos restrictivo posible. Dicho acuerdo se aplicó a los niños indocumentados centroamericanos que cruzaron la frontera acompañados por sus padres y ha limitado el poder de la administración Trump para detener a las familias más allá de un periodo establecido.
De este modo, la nueva regla pretende eliminar las trabas legales presentes para que los niños no acompañados y las familias de migrantes puedan ser detenidas por tiempo indefinido.
La nueva medida se da a conocer después de que el presidente Trump se quejara de que la legislación estadounidense había provocado que varios de los migrantes detenidos fueran liberados al poco tiempo, mientras se resolvía su situación legal.
Sin embargo, esta regla requiere la aprobación de un juez federal antes de que pueda entrar en vigor, en un plazo de 60 días tras ser publicada en el Registro Federal, algo que previsiblemente sucederá esta semana. Se prevé que dicha medida sea impugnada ante la Corte.
"Hoy, el gobierno ha emitido una regla crítica que permitirá al Departamento de Seguridad Nacional mantener unidas a las familias y mejorar la integridad del sistema de inmigración", dijo el secretario interino de Kevin McAleenan.
De acuerdo con el funcionario, la norma "garantiza que todos los niños bajo custodia del gobierno de los EE.UU. sean tratados con dignidad, respeto y preocupación especial por su vulnerabilidad especial".
Funcionarios estadounidenses dijeron el martes que la nueva regulación enviaría un poderoso mensaje de que enviar niños no acompañados por un adulto no es "un pasaporte" para ser liberados en territorio estadounidense tras el proceso de detención.
El presidente Donald Trump tuiteó este miércoles una cita de Brandon Judd, presidente del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, quien dijo que la propuesta "terminará efectivamente con la captura y liberación y reducirá las entradas ilegales".
El informe refiere que en los centros de detención de Río Grande, en el sur de Texas, los niños migrantes "no tenían acceso a duchas, tenían acceso limitado a un cambio de ropa y no tenían acceso a comidas calientes", como lo exigen los estándares establecidos en la ley.
En junio pasado, un abogado del Departamento de Justicia provocó indignación tras argumentar en una corte federal de apelaciones en San Francisco, California, que el Gobierno de EE.UU. no estaba obligado a proporcionar jabón o cepillos de dientes a niños en instalaciones de detención.
Congresistas estadounidenses denunciaron en julio pasado las condiciones inhumanas en las que viven los migrantes retenidos por las autoridades de EE.UU., quienes incluso han tenido que beber agua del retrete, de acuerdo con algunos testimonios citados por los legisladores.
Menores de edad han denunciado abusos sexuales por parte de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. en centros de detención de migrantes en Yuma, Arizona.
La nueva medida aboliría el límite establecido de 20 días para retener a familias en cárceles de inmigración, lo cual permitirá que los migrantes puedan permanecer indefinidamente en los centros de detención.
En un documento de 1997, conocido como el 'Acuerdo Flores', el Gobierno de EE.UU. se comprometió a mantener a los niños indocumentados en el entorno menos restrictivo posible. Dicho acuerdo se aplicó a los niños indocumentados centroamericanos que cruzaron la frontera acompañados por sus padres y ha limitado el poder de la administración Trump para detener a las familias más allá de un periodo establecido.
De este modo, la nueva regla pretende eliminar las trabas legales presentes para que los niños no acompañados y las familias de migrantes puedan ser detenidas por tiempo indefinido.
La nueva medida se da a conocer después de que el presidente Trump se quejara de que la legislación estadounidense había provocado que varios de los migrantes detenidos fueran liberados al poco tiempo, mientras se resolvía su situación legal.
Sin embargo, esta regla requiere la aprobación de un juez federal antes de que pueda entrar en vigor, en un plazo de 60 días tras ser publicada en el Registro Federal, algo que previsiblemente sucederá esta semana. Se prevé que dicha medida sea impugnada ante la Corte.
Reacciones gubernamentales
El Departamento de Seguridad Nacional explicó en un comunicado que la medida pretende detener a los migrantes que ingresan ilegalmente a través de la frontera sur de EE.UU., con la esperanza de que sean liberados en territorio estadounidense "en lugar de ser detenidos durante sus procedimientos de expulsión"."Hoy, el gobierno ha emitido una regla crítica que permitirá al Departamento de Seguridad Nacional mantener unidas a las familias y mejorar la integridad del sistema de inmigración", dijo el secretario interino de Kevin McAleenan.
De acuerdo con el funcionario, la norma "garantiza que todos los niños bajo custodia del gobierno de los EE.UU. sean tratados con dignidad, respeto y preocupación especial por su vulnerabilidad especial".
Funcionarios estadounidenses dijeron el martes que la nueva regulación enviaría un poderoso mensaje de que enviar niños no acompañados por un adulto no es "un pasaporte" para ser liberados en territorio estadounidense tras el proceso de detención.
El presidente Donald Trump tuiteó este miércoles una cita de Brandon Judd, presidente del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, quien dijo que la propuesta "terminará efectivamente con la captura y liberación y reducirá las entradas ilegales".
Condiciones inhumanas
En julio pasado, un informe de inspección del Departamento de Seguridad Nacional describió las instalaciones de los centros de detención de migrantes operados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza como "una bomba de tiempo", ante las malas condiciones sanitarias de dichos centros.El informe refiere que en los centros de detención de Río Grande, en el sur de Texas, los niños migrantes "no tenían acceso a duchas, tenían acceso limitado a un cambio de ropa y no tenían acceso a comidas calientes", como lo exigen los estándares establecidos en la ley.
En junio pasado, un abogado del Departamento de Justicia provocó indignación tras argumentar en una corte federal de apelaciones en San Francisco, California, que el Gobierno de EE.UU. no estaba obligado a proporcionar jabón o cepillos de dientes a niños en instalaciones de detención.
Congresistas estadounidenses denunciaron en julio pasado las condiciones inhumanas en las que viven los migrantes retenidos por las autoridades de EE.UU., quienes incluso han tenido que beber agua del retrete, de acuerdo con algunos testimonios citados por los legisladores.
Menores de edad han denunciado abusos sexuales por parte de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. en centros de detención de migrantes en Yuma, Arizona.
Migraciones a EEUU: Trump presenta una nueva norma que permite detener indefinidamente a los menores migrantes indocumentados
El plan entrará en vigor en 60 días y pondrá fin al
llamado acuerdo de Flores, que fija en 20 días el plazo máximo que
pueden ser retenidos los menores y las familias migrantes. Según el
Gobierno, este acuerdo incentiva que los migrantes centroamericanos
traigan niños con ellos para garantizar su puesta en libertad mientras
se estudia su solicitud de asilo.
Un
niño migrante de Guatemala de cinco años y su familia esperan con otros
solicitantes de asilo, liberados tras ser detenidos en la frontera de
EEUU con México.- REUTERS
Washington
21/08/2019 17:41 - efe / reuters - PÙBLICO
El Gobierno de EEUU ha anunciado este miércoles un nuevo plan para permitir la detención de las familias y niños indocumentados durante más tiempo
de lo que permiten las normas actuales, con el fin de frenar las
llegadas de migrantes indocumentados que llegan desde Centroamérica.
El Departamento de Seguridad Nacional ha
explicado en un comunicado que la decisión, que será publicada en el
Registro Federal este viernes y entrará en vigor en 60 días desde
entonces, está destinada a poner fin al llamado Acuerdo de Flores,
que desde 1997 establece medidas de protección para los niños migrantes
no acompañados, desde prestaciones sociales a períodos de detención
máximos.
Según el Departamento de Seguridad Nacional, ese
acuerdo "originalmente debía permanecer vigente durante no más de cinco
años", pero se ha ido prorrogando sin que las Administraciones
anteriores a la actual adoptaran una regla definitiva.
El acuerdo establece que las autoridades no pueden detener durante más de 20 días a los menores
indocumentados arrestados. Los funcionarios de la Administración Trump
culpan a este acuerdo del drástico aumento del número de personas que
tratan de cruzar la frontera sur del país. Desde el pasado octubre, más
de 432.000 miembros de unidades familiares han sido detenidos, un aumento del 456% respecto al año pasado, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU.
Son, sobre todo, familias centroamericanas las que
elevan la estadística. Y, según la interpretación del Gobierno, esta
restricción del tiempo de detención de los menores alienta a los
migrantes a traer niños con ellos para que todos puedan ser liberados en
el país mientras se estudian sus solicitudes de asilo.
Las familias generalmente tienen que esperar varios
meses para que sus casos se abran paso en la corte de inmigración, y la
nueva regla permitiría mantener a esas familias en los centros de
detención.
El acuerdo había puesto límites a la duración de la detención de los niños, lo que llevó a la administración a liberar a decenas de miles de familias que esperaban de la resolución de sus casos.
El secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin
McAleenan, al anunciar la nueva norma, dijo que esas liberaciones fueron
un incentivo para que los inmigrantes viajen con niños y que el
Gobierno cree que con la nueva medida habrá un efecto disuasorio.
Pruebas de ADN en las fronteras
McAleenan dijo que el gobierno cree que algunas
familias detenidas en la frontera eran "fraudulentas", según las pruebas
de ADN realizadas a algunos migrantes en programas piloto que se han
implementado en los últimos meses. "Ningún niño debería ser un peón o un
pasaporte a los EEUU, como me dijo un señor en Guatemala", ha aseverado
McAleenan.
La Academia Estadounidense de Pediatría ha dicho en
repetidas ocasiones que la detención no es adecuada para niños, que
pueden sufrir numerosos síntomas físicos y emocionales negativos. Las
autoridades han precisado que las familias recibirían tratamiento de
salud mental y otros servicios.
Actualmente, el Gobierno solo dispone de entre 2.500
y 3.000 camas de detención para unidades familiares y dijo que
cualquier expansión de los centros de detención cumplirá con un alto
nivel de atención en entornos "tipo campus".
Trayectoria legal errática y condiciones miserables
La administración Trump se ha enfrentado a duras
críticas a sus estaciones temporales de patrulla fronteriza, donde los
abogados y los vigilantes del Gobierno han denunciado que cientos de
niños y familias estaban detenidos en condiciones miserables.
McAleenan ha explicado que la nueva regla permitirá a los funcionarios
transferir a las familias a instalaciones más apropiadas y permitiría a
las familias permanecer juntas.
La línea dura de Trump con la migración ha buscado
disuadir a los migrantes de su intento durante el año pasado a través de
una política de "tolerancia cero" que separó a miles de niños de sus
padres. Pero abandonó el esfuerzo tras la indignación pública
generalizada y varios reveses judiciales.
Cientos de familias, sin embargo, aún están
separadas, al considerar el Gobierno que los padres son un riesgo para
el niño. La Unión Americana de Libertades Civiles afirma que esas
separaciones a menudo se basan en pruebas endebles o delitos menores
como infracciones de tráfico.
Denuncian abusos a niños separados de sus familias en EEUU
(Richard Drew/AP)
Decenas de
familias separadas en la frontera de Estados Unidos y México como parte
de las medidas de tolerancia cero del gobierno de Donald Trump se
aprestan a demandar al gobierno federal. Varias de ellas dicen que sus
niños menores sufrieron abuso sexual, físico o emocional en orfanatos
financiados con fondos federales.
Un estudio de 38 demandas obtenidas por The Associated Press _algunas de las cuales no habían tomado estado público hasta el momento_ revela que los contribuyentes podrían tener que pagar más de 200 millones de dólares en daños. En años recientes, más de 3.000 niños migrantes fueron separados de sus familias en la frontera y se prevén muchas demandas más, que podrían sumar miles de millones de dólares.
Las familias _algunas en Estados Unidos, otras deportadas a países centroamericanos_ están representadas por organizaciones de base y ONGs, junto con algunos de los bufetes de abogados más poderosos del país. Presentan reclamos bajo la Ley Federal de Reclamaciones por Responsabilidad Civil (FTCA, por sus siglas en inglés) antes de iniciar sus demandas. La FTCA permite a individuos que sufren daños provocados por intervención directa de empleados federales demandar al gobierno.
“Es la punta del iceberg”, dijo Erik Walsh, abogado de Arnold & Porter, que mantiene uno de los programas más grandes del mundo de asesoría legal gratuita.
La firma ha presentado al momento 18 reclamos en nombre de nueve
familias por un total de 54 millones de dólares y probablemente habrá
decenas más, según Walsh.
El gobierno tiene seis meses de plazo para responder a los reclamos mediante la FTCA desde el momento de su presentación. Después, los demandantes pueden iniciar juicio al gobierno.
Los departamentos de Justicia y Seguridad Nacional, nombrados en los reclamos, no respondieron a los pedidos de declaraciones.
El Departamento de Salud de Estados Unidos (HHS por sus siglas en inglés), responsable del cuidado de niños migrantes, dijo que no podía hacer declaraciones sobre procesos legales pendientes, pero que trata a los niños con dignidad y respeto.
El año pasado, la Oficina de Asentamiento de Refugiados del HHS atendió a casi 50.000 niños que cruzaron la frontera sin acompañantes, así como niños separados de sus familias bajo las medidas de tolerancia cero.
La oficina los alojó en orfanatos, refugios residenciales y campos de detención en todo el país. En ciertos períodos llegó a alojar en un sólo día a 500 menores de edad, desde bebés hasta adolescentes.
Las denuncias de abusos y ataques en los orfanatos generan nuevos interrogantes sobre los esfuerzos del gobierno para alojar a los más jóvenes con familias en lugar de refugios y centros de detención atestados.
Según los reclamos, un documento legal federal reciente y documentos del HHS difundidos por el Congreso meses atrás, los niños sufrieron traumas emocionales graves al sufrir ataques físicos o manoseos por parte de otros menores en los hogares de acogida.
Seis de los reclamos son por niños que estuvieron en hogares. Un documento presentado recientemente a un tribunal se refiere a un niño migrante que sufrió abuso en un hogar.
Los documentos difundidos por el Congreso revelan que la Oficina de Asentamiento de Refugiados remitió al menos siete denuncias de abuso sexual en hogares al Departamento de Justicia en 2017 y 2018. Dado que algunos son anónimos para proteger la intimidad de los menores, no está claro si no hay reclamos duplicados.
El Departamento de Justicia no ha respondido a preguntas reiteradas de legisladores sobre esos casos.
Tres de los cuatro incidentes de ataques físicos reseñados en los reclamos bajo la FTCA ocurrieron en Cayuga Centers de Nueva York, la agencia más grande de alojamiento de niños migrantes, que en ocasiones ha tenido hasta 900 bebés y niños.
Cayuga Centers dijo en un comunicado el viernes que toma la seguridad de los niños a su cuidado con toda seriedad y transmite las denuncias de abusos a las autoridades locales, estatales y federales correspondientes, incluidas la Oficina de Servicios para Menores del estado de Nueva York, la policía de Nueva York y la Oficina de Asentamiento de Refugiados.
“La protección del niño es nuestra prioridad número uno. Si se expresa inquietud sobre la seguridad de un niño en un hogar de acogida, se investiga inmediatamente. Todo nuestro personal tiene la obligación de informar”, dijo el grupo. “Cuando se presenta una denuncia, se retira inmediatamente a los niños del hogar de acogida y, si es necesario, se suspende a un hogar de acogida hasta que una investigación exhaustiva aclare la situación”.
Una madre guatemalteca cuya hija de cinco años fue alojada en Cayuga el año pasado dice que la niña todavía se despierta llorando por lo que padeció en el orfanato.
“Ahora se asusta cada vez que salimos o cuando ve un auto policial o alguien uniformado”, dijo la madre, que reclama 6 millones de dólares. “Me dice, ‘mami, no dejes que vuelvan a separarnos’”.
Las familias que hablaron con AP y FRONTLINE lo hicieron bajo la condición de no ser identificadas al temer por su seguridad.
Otra niña guatemalteca de cinco años dijo que un chico la manoseó, tanto en su hogar de acogida como durante las clases en una institución del programa para huérfanos Refugio para los Niños, de acuerdo con un reclamo de 3 millones de dólares. La niña fue trasladada a un nuevo hogar, pero sufría acoso verbal de la madre de su padre adoptivo, que la insultaba y la encerraba a solas en habitaciones para castigarla, según el reclamo.
Un vocero de Servicios Sociales Luteranos de Nueva York, que supervisa el programa Refugio para los Niños, se negó a hacer declaraciones.
Un estudio de 38 demandas obtenidas por The Associated Press _algunas de las cuales no habían tomado estado público hasta el momento_ revela que los contribuyentes podrían tener que pagar más de 200 millones de dólares en daños. En años recientes, más de 3.000 niños migrantes fueron separados de sus familias en la frontera y se prevén muchas demandas más, que podrían sumar miles de millones de dólares.
Las familias _algunas en Estados Unidos, otras deportadas a países centroamericanos_ están representadas por organizaciones de base y ONGs, junto con algunos de los bufetes de abogados más poderosos del país. Presentan reclamos bajo la Ley Federal de Reclamaciones por Responsabilidad Civil (FTCA, por sus siglas en inglés) antes de iniciar sus demandas. La FTCA permite a individuos que sufren daños provocados por intervención directa de empleados federales demandar al gobierno.
“Es la punta del iceberg”, dijo Erik Walsh, abogado de Arnold & Porter, que mantiene uno de los programas más grandes del mundo de asesoría legal gratuita.
El gobierno tiene seis meses de plazo para responder a los reclamos mediante la FTCA desde el momento de su presentación. Después, los demandantes pueden iniciar juicio al gobierno.
Los departamentos de Justicia y Seguridad Nacional, nombrados en los reclamos, no respondieron a los pedidos de declaraciones.
El Departamento de Salud de Estados Unidos (HHS por sus siglas en inglés), responsable del cuidado de niños migrantes, dijo que no podía hacer declaraciones sobre procesos legales pendientes, pero que trata a los niños con dignidad y respeto.
El año pasado, la Oficina de Asentamiento de Refugiados del HHS atendió a casi 50.000 niños que cruzaron la frontera sin acompañantes, así como niños separados de sus familias bajo las medidas de tolerancia cero.
La oficina los alojó en orfanatos, refugios residenciales y campos de detención en todo el país. En ciertos períodos llegó a alojar en un sólo día a 500 menores de edad, desde bebés hasta adolescentes.
Las denuncias de abusos y ataques en los orfanatos generan nuevos interrogantes sobre los esfuerzos del gobierno para alojar a los más jóvenes con familias en lugar de refugios y centros de detención atestados.
Según los reclamos, un documento legal federal reciente y documentos del HHS difundidos por el Congreso meses atrás, los niños sufrieron traumas emocionales graves al sufrir ataques físicos o manoseos por parte de otros menores en los hogares de acogida.
Seis de los reclamos son por niños que estuvieron en hogares. Un documento presentado recientemente a un tribunal se refiere a un niño migrante que sufrió abuso en un hogar.
Los documentos difundidos por el Congreso revelan que la Oficina de Asentamiento de Refugiados remitió al menos siete denuncias de abuso sexual en hogares al Departamento de Justicia en 2017 y 2018. Dado que algunos son anónimos para proteger la intimidad de los menores, no está claro si no hay reclamos duplicados.
El Departamento de Justicia no ha respondido a preguntas reiteradas de legisladores sobre esos casos.
Tres de los cuatro incidentes de ataques físicos reseñados en los reclamos bajo la FTCA ocurrieron en Cayuga Centers de Nueva York, la agencia más grande de alojamiento de niños migrantes, que en ocasiones ha tenido hasta 900 bebés y niños.
Cayuga Centers dijo en un comunicado el viernes que toma la seguridad de los niños a su cuidado con toda seriedad y transmite las denuncias de abusos a las autoridades locales, estatales y federales correspondientes, incluidas la Oficina de Servicios para Menores del estado de Nueva York, la policía de Nueva York y la Oficina de Asentamiento de Refugiados.
“La protección del niño es nuestra prioridad número uno. Si se expresa inquietud sobre la seguridad de un niño en un hogar de acogida, se investiga inmediatamente. Todo nuestro personal tiene la obligación de informar”, dijo el grupo. “Cuando se presenta una denuncia, se retira inmediatamente a los niños del hogar de acogida y, si es necesario, se suspende a un hogar de acogida hasta que una investigación exhaustiva aclare la situación”.
Una madre guatemalteca cuya hija de cinco años fue alojada en Cayuga el año pasado dice que la niña todavía se despierta llorando por lo que padeció en el orfanato.
“Ahora se asusta cada vez que salimos o cuando ve un auto policial o alguien uniformado”, dijo la madre, que reclama 6 millones de dólares. “Me dice, ‘mami, no dejes que vuelvan a separarnos’”.
Las familias que hablaron con AP y FRONTLINE lo hicieron bajo la condición de no ser identificadas al temer por su seguridad.
Otra niña guatemalteca de cinco años dijo que un chico la manoseó, tanto en su hogar de acogida como durante las clases en una institución del programa para huérfanos Refugio para los Niños, de acuerdo con un reclamo de 3 millones de dólares. La niña fue trasladada a un nuevo hogar, pero sufría acoso verbal de la madre de su padre adoptivo, que la insultaba y la encerraba a solas en habitaciones para castigarla, según el reclamo.
Un vocero de Servicios Sociales Luteranos de Nueva York, que supervisa el programa Refugio para los Niños, se negó a hacer declaraciones.
Rechazan petición de EEUU de negar jabón a niños migrantes
(Eric Gay/AP)
Los
menores inmigrantes detenidos por el gobierno de Estados Unidos deben
recibir alimentos en buen estado, agua limpia, jabón y pasta de dientes
según un acuerdo alcanzado hace tiempo sobre las condiciones de
detención, determinó el jueves un panel federal de apelaciones al
desechar un intento del gobierno del presidente Donald Trump para
limitar lo que debe proporcionarse.
Un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito en San Francisco desechó la impugnación del gobierno federal contra una postura de un tribunal de menor instancia de que las autoridades no habían proporcionado a los menores condiciones seguras ni higiénicas en conformidad con un acuerdo negociado en 1997.
El gobierno alegó que las autoridades no estaban obligadas a proveer servicios específicos, como dotación de jabón, según lo establecido en el acuerdo de que las instalaciones sean “seguras e higiénicas”, y solicitó al panel su opinión. Los jueces de apelación no coincidieron con esa postura.
“Garantizar que los menores coman alimentos suficientes en buen estado, beban agua limpia, estén acomodados en instalaciones limpias con baños higiénicos, tengan jabón y pasta de dientes, y no se les impida dormir son sin duda esenciales para su seguridad”, escribió el panel.
El fallo es posterior a una audiencia en junio en la que un abogado
del gobierno estadounidense dijo que el acuerdo era vago y podría no
obligar a dotar de pasta de dientes y jabón a los menores durante
permanencias breves en custodia. Obligar a suministrar esos artículos
constituiría un cambio en el acuerdo, señaló el gobierno.
Leecia Welch, directora de defensoría legal y bienestar infantil en el Centro Nacional de Derecho Juvenil, dijo que no le sorprendía el fallo del panel.
“Debería sacudir la conciencia de todos los estadounidenses el saber que nuestro gobierno alegó que los menores no necesitan estos artículos imprescindibles”, agregó.
Se envió un mensaje al Departamento de Justicia en busca de declaraciones.
La jueza de la corte federal Dolly Gee en Los Ángeles falló en 2017 que las autoridades habían incumplido el acuerdo —ampliamente conocido como el acuerdo Flores— después de que inmigrantes jóvenes detenidos en la frontera dijeran que tuvieron que dormir en celdas frías y hacinadas, y que les daban alimentos inadecuados y agua sucia.
Desde entonces los problemas en las instalaciones han persistido. Gee asignó a un supervisor independiente para que evalúe las condiciones.
Los problemas se remontan años atrás y han suscitado mayor atención en medio de un incremento en el número de menores y familias, en su mayoría provenientes de América Central, que llegan a la frontera suroeste con México.
El acuerdo Flores alcanzado entre defensores de los inmigrantes jóvenes y el gobierno estadounidense prevé que los menores sean detenidos en instalaciones que cumplan ciertas normas, y se les libere en cuanto sea razonablemente posible, que se considera son unos 20 días.
Un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito en San Francisco desechó la impugnación del gobierno federal contra una postura de un tribunal de menor instancia de que las autoridades no habían proporcionado a los menores condiciones seguras ni higiénicas en conformidad con un acuerdo negociado en 1997.
El gobierno alegó que las autoridades no estaban obligadas a proveer servicios específicos, como dotación de jabón, según lo establecido en el acuerdo de que las instalaciones sean “seguras e higiénicas”, y solicitó al panel su opinión. Los jueces de apelación no coincidieron con esa postura.
“Garantizar que los menores coman alimentos suficientes en buen estado, beban agua limpia, estén acomodados en instalaciones limpias con baños higiénicos, tengan jabón y pasta de dientes, y no se les impida dormir son sin duda esenciales para su seguridad”, escribió el panel.
Leecia Welch, directora de defensoría legal y bienestar infantil en el Centro Nacional de Derecho Juvenil, dijo que no le sorprendía el fallo del panel.
“Debería sacudir la conciencia de todos los estadounidenses el saber que nuestro gobierno alegó que los menores no necesitan estos artículos imprescindibles”, agregó.
Se envió un mensaje al Departamento de Justicia en busca de declaraciones.
La jueza de la corte federal Dolly Gee en Los Ángeles falló en 2017 que las autoridades habían incumplido el acuerdo —ampliamente conocido como el acuerdo Flores— después de que inmigrantes jóvenes detenidos en la frontera dijeran que tuvieron que dormir en celdas frías y hacinadas, y que les daban alimentos inadecuados y agua sucia.
Desde entonces los problemas en las instalaciones han persistido. Gee asignó a un supervisor independiente para que evalúe las condiciones.
Los problemas se remontan años atrás y han suscitado mayor atención en medio de un incremento en el número de menores y familias, en su mayoría provenientes de América Central, que llegan a la frontera suroeste con México.
El acuerdo Flores alcanzado entre defensores de los inmigrantes jóvenes y el gobierno estadounidense prevé que los menores sean detenidos en instalaciones que cumplan ciertas normas, y se les libere en cuanto sea razonablemente posible, que se considera son unos 20 días.
¿Trump pondrá fin a la ciudadanía por nacimiento a hijos de migrantes?
(AP)
El presidente de Estados Unidos advierte...
WASHINGTON (AP) — HOY (Los Angeles-EE.UU.)
El
presidente Donald Trump dijo que sopesa “muy seriamente” poner fin al
derecho a la ciudadanía para los bebés nacidos en suelo estadounidense
de padres extranjeros.
Trump señaló que la ciudadanía por nacimiento es “francamente ridícula”.
“Lo estamos examinando muy muy seriamente”, declaró.
No es la primera vez que Trump menciona que eliminará ese derecho; en octubre dijo algo similar.
Sin embargo, la medida planteada por Trump causaría de manera
inevitable una batalla judicial que es poco probable que gane debido al
concepto generalmente aceptado de que la enmienda 14 garantiza la
ciudadanía a cualquier menor nacido en suelo estadounidense, al margen
de la condición migratoria de los padres.
James Ho, un juez de la corte federal de apelaciones propuesto por Trump, escribió en 2006, antes de su nombramiento, que la ciudadanía por derecho de nacimiento “no está menos protegida para los hijos de personas indocumentadas que para los descendientes de los pasajeros del Mayflower”.
Sin embargo, Trump ha dicho que sus abogados le aseguraron que el cambio podría hacerse “con una simple orden ejecutiva”, argumento al que recurre desde que era candidato presidencial, cuando describió la ciudadanía por nacimiento como un “magneto para la inmigración ilegal” y se comprometió a ponerle fin.
No hay cifras sobre cuántas mujeres extranjeras viajan a Estados Unidos con el propósito específico de dar a luz.
El Centro para Estudios de Inmigración, un grupo que propugna por leyes de inmigración más estrictas, calculó que en 2012 unas 36,000 mujeres extranjeras dieron a luz en Estados Unidos y después se fueron del país.
Lugares como Florida registran un auge en el llamado “turismo para nacimiento”.
Cada año, centenares de rusas embarazadas viajan a Estados Unidos para dar a luz, y pagan desde 20,000 hasta más de 50,000 dólares a personas que les arreglan sus documentos de viaje, alojamiento y estancia en hospital. Numerosas mujeres de China y Nigeria también llegan a Estados Unidos con el mismo propósito.
Trump señaló que la ciudadanía por nacimiento es “francamente ridícula”.
“Lo estamos examinando muy muy seriamente”, declaró.
No es la primera vez que Trump menciona que eliminará ese derecho; en octubre dijo algo similar.
James Ho, un juez de la corte federal de apelaciones propuesto por Trump, escribió en 2006, antes de su nombramiento, que la ciudadanía por derecho de nacimiento “no está menos protegida para los hijos de personas indocumentadas que para los descendientes de los pasajeros del Mayflower”.
Sin embargo, Trump ha dicho que sus abogados le aseguraron que el cambio podría hacerse “con una simple orden ejecutiva”, argumento al que recurre desde que era candidato presidencial, cuando describió la ciudadanía por nacimiento como un “magneto para la inmigración ilegal” y se comprometió a ponerle fin.
No hay cifras sobre cuántas mujeres extranjeras viajan a Estados Unidos con el propósito específico de dar a luz.
El Centro para Estudios de Inmigración, un grupo que propugna por leyes de inmigración más estrictas, calculó que en 2012 unas 36,000 mujeres extranjeras dieron a luz en Estados Unidos y después se fueron del país.
Lugares como Florida registran un auge en el llamado “turismo para nacimiento”.
Cada año, centenares de rusas embarazadas viajan a Estados Unidos para dar a luz, y pagan desde 20,000 hasta más de 50,000 dólares a personas que les arreglan sus documentos de viaje, alojamiento y estancia en hospital. Numerosas mujeres de China y Nigeria también llegan a Estados Unidos con el mismo propósito.
El Diario NY
Revelan que indocumentados trabajaron en la construcción de propiedades de Trump
Uno de los supervisiores de los edificios del presidente recomendó a un inmigrante que consiguiera documentos falsos
"Si eres un buen trabajador, los papeles no importan", según extrabajador.
Foto:
El Diario NY / Efe
La Organización Trump ha trabajado los últimos años con una empresa constructora que contrata indocumentados. The Washington Post
reveló este viernes que trabajadores que construyeron algunas de las
propiedades de la organización habían entrado a Estados Unidos sin
autorización.
Varios empleados y extrabajadores de Mobile Payroll Construction LLC aseguraron al diario que las contrataciones de inmigrantes indocumentados se siguen realizando en la actualidad. “Trump no quiere indocumentados en el país, pero en sus propiedades todavía los tiene” – dijo al Post Jorge Castro, un indocumentado que dejó la compañía en abril.
Castro aseguró haber trabajado en seis de las propiedades de la Organización Trump y enseñó al periódico el talón de recibo de la empresa. Otro trabajador, Edmundo Morocho, reveló que un supervisor de una de las propiedades del presidente le instruyó para que consiguiera documentos falsos.
Un portavoz de la Organización Trump afirmó que la constructora utilizaba E-Verify para confirmar que los nuevos empleados podían trabajar legalmente en Estados Unidos. Sin embargo, la empresa no aparecía en la base de datos del verificador federal de empleo, que se actualizó el 1 de julio.
Otro vocero de la organización dijo a The Hill que “cuando descubren que un empleado ha presentado documentación falsa o fraudulenta para obtener trabajo de manera ilegal, despiden a dicho individuo. Por suerte, entre los miles de empleados de nuestra organización, hemos encontrado muy pocos casos en los que esto ha ocurrido.”
No obstante, los trabajadores dijeron a The Washington Post que los supervisores no prestan mucha atención al estatus migratorio de los empleados. “Si eres un buen trabajador, los papeles no importan”, aseveró Castro.
Esta información sale a la luz dos días después de las redadas en Mississippi en las que ICE arrestó a 680 trabajadores de plantas agrícolas y que es una muestra más de la dura postura contra los migrantes de la administración Trump.
Trump justifica las redadas de ICE: Son “un buen freno” para la inmigración
Derrota para Trump: Tendrá que pagar $5 millones a estado que protege migrantes
Lo deportaron a su país pero estaba enfermo y no hablaba el idioma. Murió a los dos meses
Varios empleados y extrabajadores de Mobile Payroll Construction LLC aseguraron al diario que las contrataciones de inmigrantes indocumentados se siguen realizando en la actualidad. “Trump no quiere indocumentados en el país, pero en sus propiedades todavía los tiene” – dijo al Post Jorge Castro, un indocumentado que dejó la compañía en abril.
Castro aseguró haber trabajado en seis de las propiedades de la Organización Trump y enseñó al periódico el talón de recibo de la empresa. Otro trabajador, Edmundo Morocho, reveló que un supervisor de una de las propiedades del presidente le instruyó para que consiguiera documentos falsos.
Un portavoz de la Organización Trump afirmó que la constructora utilizaba E-Verify para confirmar que los nuevos empleados podían trabajar legalmente en Estados Unidos. Sin embargo, la empresa no aparecía en la base de datos del verificador federal de empleo, que se actualizó el 1 de julio.
Otro vocero de la organización dijo a The Hill que “cuando descubren que un empleado ha presentado documentación falsa o fraudulenta para obtener trabajo de manera ilegal, despiden a dicho individuo. Por suerte, entre los miles de empleados de nuestra organización, hemos encontrado muy pocos casos en los que esto ha ocurrido.”
No obstante, los trabajadores dijeron a The Washington Post que los supervisores no prestan mucha atención al estatus migratorio de los empleados. “Si eres un buen trabajador, los papeles no importan”, aseveró Castro.
Esta información sale a la luz dos días después de las redadas en Mississippi en las que ICE arrestó a 680 trabajadores de plantas agrícolas y que es una muestra más de la dura postura contra los migrantes de la administración Trump.
Trump justifica las redadas de ICE: Son “un buen freno” para la inmigración
Derrota para Trump: Tendrá que pagar $5 millones a estado que protege migrantes
Lo deportaron a su país pero estaba enfermo y no hablaba el idioma. Murió a los dos meses
Mississippi: Planta despide a trabajadores tras redada
(Terry Truett/AP)
Una planta
de procesamiento de pollos en Mississippi despidió a la mayoría de los
empleados que le quedaban luego que casi 100 de sus trabajadores fueran
arrestados la semana pasada por presuntas violaciones migratorias,
dijeron testigos, señal de que el operativo podría hacer más difícil que
los inmigrantes latinos hallaran trabajo en la industria de aves de
corral del estado.
Terry Truett, voluntario de la Coalición de Inmigración en Mississippi, dijo que ella y otras personas fueron llamadas el martes al parque Morton donde ex trabajadores de PH Food estaban realizando una manifestación, diciendo que la empresa los había despedido abruptamente al final de sus jornadas y no les había pagado.
No quedó claro cuántos trabajadores fueron despedidos, aunque Truett dijo que se juntaron más de 100 nombres de empleados en la manifestación en Morton, ubicado a unos 65 kilómetros (40 millas) al este de Jackson.
PH Food es una de siete plantas en Mississippi que fueron allanadas el 7 de agosto por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, ICE por sus siglas en inglés. La agencia arrestó a 680 personas acusadas de trabajar sin autorización en Estados Unidos, pero luego dejó en libertad a unas 300. El ICE también confiscó documentos para averiguar si los administradores sabían sobre el status migratorio de los empleados. El ICE dijo que arrestó a 99 personas en PH Food.
Normalmente, cuando una empresa con más de 100 empleados despide a
más de un tercio del personal, debe notificar con 60 días de antelación a
los trabajadores afectados así como al gobierno local y estatal. Dianne
Bell, portavoz del Departamento de Seguridad de Mississippi, dijo que
no ha recibido ninguna notificación de PH Foods. Bell dijo que un
empleado de la compañía le dijo el miércoles que no habían cesado a
nadie.
La empresa dijo el miércoles a The Associated Press que volviera a llamar después y luego le colgó a un reportero. El jueves, una persona respondió el teléfono y dijo que la compañía no está dando declaraciones. La oficina de nómina no respondió a los mensajes que se le dejó.
Terry Truett, voluntario de la Coalición de Inmigración en Mississippi, dijo que ella y otras personas fueron llamadas el martes al parque Morton donde ex trabajadores de PH Food estaban realizando una manifestación, diciendo que la empresa los había despedido abruptamente al final de sus jornadas y no les había pagado.
No quedó claro cuántos trabajadores fueron despedidos, aunque Truett dijo que se juntaron más de 100 nombres de empleados en la manifestación en Morton, ubicado a unos 65 kilómetros (40 millas) al este de Jackson.
PH Food es una de siete plantas en Mississippi que fueron allanadas el 7 de agosto por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, ICE por sus siglas en inglés. La agencia arrestó a 680 personas acusadas de trabajar sin autorización en Estados Unidos, pero luego dejó en libertad a unas 300. El ICE también confiscó documentos para averiguar si los administradores sabían sobre el status migratorio de los empleados. El ICE dijo que arrestó a 99 personas en PH Food.
La empresa dijo el miércoles a The Associated Press que volviera a llamar después y luego le colgó a un reportero. El jueves, una persona respondió el teléfono y dijo que la compañía no está dando declaraciones. La oficina de nómina no respondió a los mensajes que se le dejó.
DEJAD QUE LOS POBRES VENGAN A MÍ
Jorge Gómez Barata
MONCADA
La Constitución de los Estados Unidos no comienza diciendo: “Nosotros los ricos…”, sino, “Nosotros el pueblo”. Ninguno de los peregrinos del Mayflower era rico. Los emigrantes llevaron a Estados Unidas juventud, audacia, talento, y ambiciones, y allí crearon riquezas y contribuyeron a la forja de la nación. Así ocurre ahora.
El primer Día de Acción de Gracia en 1621 fue una reunión de pobres que humildemente festejaban su primera cosecha. Los ricos no vivieron en casas de troncos y techo paja, no sembraron el primer trigo, no extrajeron el oro de California, ni cavaron los pozos de petróleo en Texas. Ningún adinerado viajó en carreta o a lomos de caballo para colonizar el oeste, no criaron los primeros rebaños de ganado, ni colocaron las traviesas y los rieles del ferrocarril, tampoco condujeron las diligencias y las locomotoras.
Estados Unidos atrajo a los pobres de Europa, no a los nobles ricos a quienes trataban con desdén. Prometió tierra y libertad a los que padecían penurias y eran perseguidos, y les cumplió. Lo que hizo diferente a la primera nación del Nuevo Mundo en conquistar la independencia, es que los pobres podían convertirse en clase media, y los más afortunados en ricos, y cualquiera, solo con trabajar, podía vivir con dignidad.
Lo vasto del territorio, la fertilidad de los suelos, una fauna económicamente útil, entre la cual se estimaron 60 millones de búfalos y dos millones de caballos, además de alces, ciervos, y animales de finísima piel, se sumó la abundancia de agua dulce, carbón, madera, oro, hierro, así como las feraces costas, a los océanos Atlántico, Pacífico, y Ártico, al Golfo de México y a los Grandes Lagos.
Jorge Gómez Barata
MONCADA
La Constitución de los Estados Unidos no comienza diciendo: “Nosotros los ricos…”, sino, “Nosotros el pueblo”. Ninguno de los peregrinos del Mayflower era rico. Los emigrantes llevaron a Estados Unidas juventud, audacia, talento, y ambiciones, y allí crearon riquezas y contribuyeron a la forja de la nación. Así ocurre ahora.
El primer Día de Acción de Gracia en 1621 fue una reunión de pobres que humildemente festejaban su primera cosecha. Los ricos no vivieron en casas de troncos y techo paja, no sembraron el primer trigo, no extrajeron el oro de California, ni cavaron los pozos de petróleo en Texas. Ningún adinerado viajó en carreta o a lomos de caballo para colonizar el oeste, no criaron los primeros rebaños de ganado, ni colocaron las traviesas y los rieles del ferrocarril, tampoco condujeron las diligencias y las locomotoras.
Estados Unidos atrajo a los pobres de Europa, no a los nobles ricos a quienes trataban con desdén. Prometió tierra y libertad a los que padecían penurias y eran perseguidos, y les cumplió. Lo que hizo diferente a la primera nación del Nuevo Mundo en conquistar la independencia, es que los pobres podían convertirse en clase media, y los más afortunados en ricos, y cualquiera, solo con trabajar, podía vivir con dignidad.
Lo vasto del territorio, la fertilidad de los suelos, una fauna económicamente útil, entre la cual se estimaron 60 millones de búfalos y dos millones de caballos, además de alces, ciervos, y animales de finísima piel, se sumó la abundancia de agua dulce, carbón, madera, oro, hierro, así como las feraces costas, a los océanos Atlántico, Pacífico, y Ártico, al Golfo de México y a los Grandes Lagos.
A
todo ello se añadieron las oportunidades para sumar, mediante compra,
Luisiana, Florida, Alaska, y Hawái, y conquistar el oeste, que fue
posible por el despojo a México.
La
escasa población, las atinadas políticas económicas, y un régimen de
tolerancia religiosa y libertades políticas, en parte explican el éxito
de los emigrantes, que sin excesos burocráticos ni grandes exigencias
económicas, pudieron acceder al país, obtuvieron tierras, concesiones
mineras, licencias para todo tipo de actividades agrícolas,
industriales, y comerciales. En conjunto se trata de tantos a favor de
la prosperidad individual y nacional.
Obviamente, en esos
procesos, plagados de sufrimientos y sacrificios extraordinarios, se
amasaron grandes capitales que afortunados herederos todavía disfrutan.
Estados Unidos se hizo grande por su apertura, no por las restricciones,
y por su apuesta por los pobres.
Cambiar ese patrón es, por lo menos, arriesgado.
Cambiar ese patrón es, por lo menos, arriesgado.
Tomas
Alva Edison, el más importante inventor de los Estados Unidos, de niño
vendió periódicos y verduras, y a veces durmió en un vagón de
ferrocarril abandonado. Henry Ford, que puso ruedas y motor a los
Estados Unidos, y llegó a ser uno de los hombres más ricos de su tiempo,
nació en una granja en el seno de una familia pobre, y John D.
Rockefeller, arquetipo del hombre rico y fundador de la más poderosa
dinastía del dinero, nació en una familia de clase media.
El
presidente Donald Trump puede convocar a los blancos ricos de Europa
para que emigren a los Estados Unidos, los cuales no necesitan ser
invitados, porque adoran a los Estados Unidos, no para ir allí a
trabajar ni a crear, sino para gastar su dinero, y disfrutar del país
creado por los millones de pobres y audaces emprendedores, que como una
indetenible riada, por más de cinco siglos crearon e hicieron grandes a
los Estados Unidos. Allá nos vemos. Allá nos vemos.
La Habana, 19 de agosto de 2019