A nueve años del golpe de Estado, Honduras, hervidero de problemas
“El
país va aceleradamente al abismo”. El analista Raúl Pineda, prevé que
si no hay un cambio social, provocado a partir del pueblo, el país está
condenado, porque la clase política no está interesada.
Desde
aquel domingo 28 de junio de 2009 hasta hoy, el país se convirtió en el
reino de incertidumbre, las crisis en seguridad, política y social han
tocado fondo; el golpismo no ha soltado el poder con la misión de
consolidar la impunidad, el Estado no existe, el pueblo no manda y la
economía en coma.
En
nueve años, los hondureños han sido testigos del abominable golpe de
Estado, la Resistencia, destitución de magistrados de la Corte, el
inhumano desfalco al IHSS, el Movimiento de Indignados y Antorchas,
fraude electoral, más de 70 mil asesinatos, hasta crímenes del ejército
contra ciudadanos en la reciente crisis derivada del resultado electoral
que nadie reconoció.
A
raíz del reiterado incumplimiento de la Constitución, Honduras entró en
un proceso de “desinstitucionalización”, práctica, que en la actualidad
muestra un paralítico Estado de Derecho, advierte la analista del
derecho, Ana Pineda.
“El
país va aceleradamente al abismo”. El analista Raúl Pineda, prevé que
si no hay un cambio social, provocado a partir del pueblo, el país está
condenado, porque la clase política no está interesada.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa.
En el amanecer del domingo 28 de junio de 2009, los hondureños
despertaron enfundados en un golpe de Estado. Sufriendo en pleno siglo
XXI, el triste y bestial pasado de sus abuelos y bisabuelos. El entonces
presidente, José Manuel Zelaya fue derrocado y se impuso un gobierno de
facto apoyado por EE.UU. que determinó la conducta rufiana de la
Organización de Estados Americanos (OEA) y Naciones Unidas (ONU). Con la
ayuda de las fuerzas “del orden”, los grupos de poder económico y
político impusieron al dictador Roberto Micheletti Baín que por seis
meses extendió por el territorio una salvaje represión militar. 210 días
marchó “la Resistencia” contra el golpe, todos los días fue atacada con
fuego, palo y bala.
A
nueve años del fatídico acontecimiento, la sociedad ve caer los días y
levantarse la noche sin horizonte claro, encorvada por la profundización
de pobreza, la corrupción, la impunidad, la violencia, la criminalidad y
encima, se vino una reelección ilegal, según la constitución. Juan
Hernández, se quedó –hasta ahora– en el poder, el golpe lo lanzó al
“estrellato político”. Desde entonces, la nación ha acumulando sucesos
de alto impacto que en esta edición son analizados por expertos
consultados por EL LIBERTADOR. Que conste como algo irrepetible para la
historia de nuestra Nación.
DATOS DE CRIMEN
A
juicio de la abogada y especialista en gobernabilidad democrática, Ana
Pineda, desde la destitución de los cuatro magistrados de la Corte
Suprema en 2012 hasta las más recientes violaciones a la Constitución y
sus leyes, la situación ha ido en agravio. En tal sentido, enumera la
reforma constitucional para la creación de las Zonas de Empleo y
Desarrollo Económico (ZEDES), proyecto que viola el principio de la
soberanía nacional.- Seguido el detrimento del patrimonio social de los
hondureños, que fue golpeado por el robo al Instituto Hondureño de
Seguridad Social (IHSS) que provocó la pérdida de al menos tres mil
vidas. Luego vino el fallo de la Sala de lo Constitucional “sobre la
inconstitucionalidad e inaplicabilidad de una disposición pétrea de la
propia Constitución para dar paso a la reelección presidencial”, un
claro delito de violación la Constitución.
“DESINSTITUCIONALIDAD”
Consecutivamente,
con la reelección de Hernández, llegaron los 40 crímenes políticos que
arrebataron la vida de hondureños que validaron su derecho
constitucional a la insurrección. Además la aprobación de las reformas
del Presupuesto de la República para 2018, el “pacto de impunidad”.
Asegura que en conclusión, los últimos acontecimientos han dejado “una
visible desinstitucionalización que pone en precario el Estado de
derecho”, esto trae consigo una pérdida absoluta en las instituciones.-
La experta enfatiza que por otro lado la falta de independencia de
poderes del Estado ha evidenciado una clase política fáctica, por eso,
observa un país donde el irrespeto a la “norma suprema” se ha convertido
en una práctica recurrente de construir y destruir en la administración
pública”. Ante esto, destaca que la movilización de los ciudadanos ha
sido el resultado de las heridas que dejo el golpe.
EXPEDIENTE ABIERTO
Pineda
también es especialista en Derechos Humanos y recuerda que la Comisión
de la Verdad y la Reconciliación “dejó un importante legado en 84
recomendaciones”, este equipo de investigación reconoció que el 28 de
junio de 2009, suscitó un golpe de Estado, después tres mil casos de
violación a DD.HH. y la violación sexual de 54 mujeres, actos cometidos
por las Fuerzas Armadas.- Estos además de aportar elementos para
identificar qué había desencadeno el golpe de Estado, suponía el
fortalecimiento del Estado de derecho. Sin embargo, a la fecha ninguna
autoridad de gobierno siquiera se ha referido al tema y “contrariamente
los esfuerzos que existían en ese sentido fueron anulados de la agenda
del gobierno”.- El resultado del golpe fue un Estado débil institucional
y democráticamente, “la vida digna continúan en riesgo, por la
indiferencia de la clase política tradicional”.
“GOLPE ELECTORAL”
El
analista social, Armando Orellana, hace hincapié en que los últimos
años han sido caracterizados por acontecimientos impactantes de la élite
gobernante, que cuenta con “un concreto apoyo del imperialismo
norteamericano”. Menciona que el “golpe suave” de las pasadas elecciones
generales, vino a marcar a los hondureños, por todo el escenario
violador de derechos humanos.- A raíz del repunte de crímenes políticos y
violencia general, suscitaron decenas de casos impactantes. Uno de los
que más dolió, fue el asesinato de la combativa defensora y dirigente
indígena, Berta Cáceres, asesinada el 2 de marzo de 2016. Explica que
así los hechos subsiguientes al golpe, dieron paso a una “cultura
represiva igual a los años 80” –“estamos peor” rectifica la activista
social Berta Oliva– en esa época imperó la restricción de garantías
constitucionales. Como ahora pasa con la reelección de Hernández.
“PARÁSITOS CÍNICOS”
Por
otro lado, anota el fenómeno de la migración que va cada año en aumento
con los miles de compatriotas que emprenden el viaje hacia los Estados
Unidos, escapando de la pobreza e inseguridad galopante. Ahonda que en
este aspecto, el gobierno en lugar de sentir vergüenza por su
incapacidad de generar oportunidades laborales para los hondureños y
evitar la migración, se enorgullece y celebra las remesas.- Orellana
manifiesta que del mismo modo “la burguesía hondureña, que en buena
parte compone la élite que actualmente nos gobierna, se demuestra
orgullosa de vender a sus propios hermanos”. Asegura que por eso el
capitalista hondureño es incapaz de generar un proceso de transformación
de la materia prima para incrementar sus exportaciones. “Tenemos una
burguesía más parasitaria acostumbrada a transgredir continuamente la
ley para tener éxito a través de la concesión estatal al capital
extranjero”.
CONTRADICCIONES
Sostiene
que en cuanto a la violencia y criminalidad han crecido
exponencialmente, aunque las estadísticas oficialistas se esfuerzan en
hacer creer a la población que los homicidios han bajado. No obstante,
opina que el gobierno se contradice al construir más cárceles de máxima
seguridad.- Comenta que la posterioridad al golpe, también ha tenido al
populismo invitado por el actual gobierno en su versión disfrazada de
“programa de desarrollo social”. Orellana analiza que la suma de todos
los problemas de país ha creado una “lógica del poder y la construcción
de una identidad propia de la derecha que ha imprimido al hondureño
menos satisfacción y autoestima, de sentir menos orgullo, de ser parte
de esta sociedad”.- Sintetiza que en definitiva, en estos nueve años, el
país “ha retrocedido enormemente en democratización política, cultura e
institucionalidad”. Con ello las organizaciones sociales han sido
atrasadas por la represión.
MODELO INCAPAZ
En
tanto, el analista político, Raúl Pineda, también enumera la violencia
postelectoral y el movimiento de los indignados de 2015, pero, desglosa
la insuficiente situación del
crecimiento macroeconómico. Pese a que la situación en ese sentido es
“estable”, anota que ha sido insuficiente en términos de ser traducida a
“poner más dinero en el bolsillo de las clases marginales y
oprimidas”.- Estima que el país ha sido incapaz de generar “condiciones
para que la clase que antes era clase media salga de la pobreza y tenga
una posición de dignidad y respeto a derechos a la vivienda, a la salud,
seguridad”. Agrega que en los últimos nueve años, los hondureños han
experimentado nuevas expresiones de resentimiento y malestar ante las
estructuras de poder que deriva de una minoría extremadamente adinerada
“que vuelve más pobres a los pobres”. Esto explica porque se escucha un
llamado a insurrección armada que no se da.
RUMBO AL ABISMO
En
otras materias, hace alusión a que en Honduras “seguimos demandando la
práctica y reconocimientos de derechos humanos, mientras en otras
sociedades debaten sí el acceso a internet es derecho humano”.- Atribuye
que los sectores políticos han mantenido a la nación en “un estado de
postración, inquietud y falta de oportunidades, en una paralización”,
estado que solo se ha vivido en “épocas de las montoneras de principio
del siglo pasado”. Argumenta que en la sociedad es necesaria una nueva
actitud, “se requiere una sociedad más empoderada de sus derechos y más
demándate de las autoridades en el respeto de sus derechos”, asimismo,
cuestiona que aún hay parte de ciudadanos perezosos que se conforma con
debates de fútbol y politiquería, y no tanto en la búsqueda de
ratificarse como soberano. De no constituirse un cambio de la ruta del
despeñadero “vamos aceleradamente al abismo y parece que no existe
voluntad de los dirigentes del país de apartarnos de ahí”, concluye.
“INSTITUCIONALIDAD SE ANULÓ”, GABRIELA CASTELLANOS
Tegucigalpa.
“La institucionalidad y la gobernanza es cada vez peor, desde el golpe
de Estado las instituciones no solo se han debilitado, sino que
básicamente no existen, hay una carencia de líderes”, expone la
directora del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela
Castellanos. “Por eso nosotros decimos que se debe rescatar a Honduras,
se nos va de las manos, necesitamos a otros hondureños que estén
dirigiendo este país pero que realmente lo hagan a favor de las masas y
no a favor de las corporaciones, ni a favor de grupos muy pequeños; no
tenemos un momento fácil, pero al final hay que rescatar lo bueno y
seguir adelante”, afirma.
GOLPE TRAJO INVOLUCIÓN SOCIAL: EDMUNDO ORELLANA
Tegucigalpa.
El exfiscal de la República y docto en Derecho Constitucional, Edmundo
Orellana, considera que el golpe de Estado es el responsable de
“involución social”, Opina que los problemas de país han dejado un
desolado panorama que envuelve al pueblo en la frustración.- Coincide
que en estos nueve años la involución se ha dado en traer más pobreza,
desempleo, discriminación, menos inversión y más deuda pública. Añade
que un proceso de “devaluación” institucional, sumó a la falta de
consolidación de la sociedad civil y a los problemas internacionales.
“Estamos en una Honduras sin un horizonte claro de país, por lo que
cualquier predicción prometedora en este momento es difícil porque todo
indica que vamos a estar peor”. Sentencia que la nación atraviesa
problemas acumulados.
LOS NUEVE AÑOS
Han sido nueve años de violaciones continuas y sistemáticas a los derechos humanos de la población por las Fuerzas Armadas, la Policía pretoriana al servicio de la élite golpista, y las bandas paramilitares del crimen organizado, que tomaron control de los tres poderes del Estado.
Han sido nueve años de ataques directos a las personas que defendemos la vida, la libertad y las garantías constitucionales, particularmente las mujeres, las juventudes, periodistas y comunicadores, enseñantes, abogadas y defensores populares. Pero es cierto, igualmente, que miles de personas en todo el país se convirtieron en escudos, acompañantes, procuradores, portavoces, denunciantes… defensoras!
Han sido nueve años de robos y fraudes a la población por los delincuentes políticos, religiosos, mediáticos, falsos empresarios lavadores, y delincuentes uniformados, todos avalados en todo por el Comando Sur y el Departamento de Estado de los Estados Unidos y sus agencias secretas ubicadas en el territorio nacional.
Pero aún con su corrupción descomunal, su tráfico de drogas e influencias, y con su maquinaria ideológica de la normalización, no han podido en nueve años vencer la población que trabaja con las uñas por la construcción de un nuevo país, liberado de este secuestro continuado que es el golpismo.
Hace nueve años en San Pedro Sula, la incorporación de Cuba a la asamblea general de la OEA realizada en marzo de 2009, en presencia de la poderosa dama Hilaria Clinton, daba un vuelco a las relaciones de subordinación a Washington.
La ex ministra del departamento de estado, vengativa pero leal a la política militar del garrote, gerenció el golpe contra Zelaya, instaló en el poder a la peor escoria nacional que lame botas, y sometió a la gente hasta nuestros días a los peores suplicios jamás vividos.
El imperio de la especulación financiera y las armas, el decadente régimen de valores democráticos invertidos, estaba inquieto por el avance de esa nueva corriente latinoamericana que prescindía de Washington y aproximaba relaciones con China, Rusia e Irán. Y tomó acciones.
Entonces, Palmerola dio el golpe político en complicidad con liberales, nacionalistas, cristianos evangélicos y católicos, y con los carteles de los medios masivos de incomunicación, y las bandas de narcotraficantes. Y se repartieron el dinero. Y entregaron el país a sus amos. Y predicaron el nombre de Dios en vano.
El golpe perpetrado contra el pueblo de Honduras generó una doctrina perversa que se conoce hoy como “el golpismo”, que es una estrategia ideológica, militar, económica y mediática vigente, una especie de marca País de exportación. Una doctrina que se impone con militares mercenarios y con sicarios del crimen organizado.
Pero los golpistas, ambiciosos, corruptos y asesinos, se convirtieron también en corto tiempo en una amenaza real para los propios intereses de Estados Unidos en la región. Se aliaron con los otros delincuentes de allá y convirtieron la zona de seguridad estratégica de Mesoamérica en un gran túnel del tiempo. Y por eso Washington ordenó la intervención del Estado – Nación, y de todo el triángulo norte de Centroamérica.
El Departamento del Tesoro y las cortes federales de Florida y Nueva York están formando un nuevo barrio de hondureños lavadores de dinero en Miami, una fraternidad de delincuentes aliados, una gran prisión de fraudulentos de la Concacaf y asaltantes de los fondos de pensiones, que ya amenazaban el sistema financiero norteamericano.
En este contexto de descontrol, que produce tanta violencia expulsadora de seres humanos extraordinarios y políticas migratorias salvajes, abrió puertas la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU y la Comisión contra la Corrupción e Impunidad, de la OEA, como instrumentos de la intervención internacional en Tegucigalpa.
El Estado-Nación no daba para más. Agotado. Con miles de leyes pero sin legalidad. Con autoridades sin autoridad. Con instituciones sin Constitución. Con elecciones sin legitimidad. Con militares y policías sin conciencia patria, sólo con pobres ambiciones que siempre se resuelven con dinero. Con miserables impostores presidentes.
Así pusieron el país estos canallas hasta llevarlo a la intervención actual. El Pentágono tiene el control jurídico del ministerio público y la corte suprema, el Pentágono impuso a Pepe Lobo y a Juan Orlando Hernández, en elecciones vulgarmente fraudulentas, para robarle al pueblo la esperanza. Y el Pentágono dirige el país.
Por eso ahora que la embajada estadounidense interviene para mantener a sus fiscales dentro de su unidad particular, causa hilaridad escuchar a falsos políticos patriotas reclamando independencia y rechazando injerencias jajaja Tontos, por ustedes estamos en éstas… No es el país de ustedes, es el país de nosotros en manos de estos otros.
A ellos les hablamos esta noche. A los gringos y europeos que financian y dirigen las estructuras de intervención del país, a ustedes les toca ahora pelear con la mafia que dirige el poder legislativo, la caterva de diputados, jueces y fiscales que están al servicio de su propia impunidad, que trabajan para boicotear cualquier esfuerzo de investigación y sanción penal independiente. Y que son capaces de sacarles a ustedes los ojos, como cuervos.
Nosotros hemos peleado con ellos estos nueve años que en realidad son tristes, porque ellos son seres insufribles, auténticas cloacas que no representan a Honduras, pero Nosotros Pueblo le decimos al mundo que seguiremos aquí. Y que a ellos los veremos sumarse a ese barrio de inmigrantes despreciables que Donald Trump está organizando en su territorio, al otro lado de su muro, en la vecindad de Callejas y Hawit, que marchan lentamente al cementerio del olvido. Mientras, Nosotros Pueblo seguiremos resistiendo, construyendo a pulso el país que nos merecemos. Y para esto no necesitamos visa ni certificación alguna de la avenida Los Próceres. Ni tampoco invitación a la fiesta del 4 de julio!
Editorial Voces contra El Olvido, sábado 30 de junio de 2018
Honduras: A nueve años del golpe de Estado
Pablo Ruiz
Opinión
28/06/2018
El
28 de junio de 2009, el presidente democrático de Honduras, Manuel
Zelaya, fue sacado por la fuerza del palacio presidencial, puesto en un
avión militar desde la base Soto Cano, sede de la “Fuerza de Tarea
Conjunta Bravo” del Ejército de Estados Unidos, siendo expulsado a Costa
Rica.
El golpe de Estado en cuestión fue encabezado por el jefe del Estado Mayor Conjunto, Romeo Orlando Vásquez Velásquez y por el jefe de la Fuerza Aérea, general Luis Javier Prince Suazo. Ambos graduados de la Escuela de las Américas.
Meses antes, en abril de 2009, por primera vez una delegación de SOAWatch encabezada por Lisa Sullivan y el padre José Mulligan visitaron Honduras donde sostuvieron reuniones con autoridades de gobierno, y con organizaciones sociales, para pedir que Honduras no siguiera enviando soldados a entrenamiento a la Escuela de las Américas del Ejército de EEUU.
A este llamado se sumó entonces Berta Cáceres, Coordinadora general del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), quien pidió, en presencia de la delegación de SOAW, al Presidente Manuel Zelaya, en una reunión con organizaciones en San Pedro Sula, que Honduras retirara sus soldados de la Escuela de las Américas.
En marzo del 2016, Berta Cáceres fue cobardemente asesinada, entre los responsables militares con entrenamiento militar en EEUU y la Escuela de las Américas.
¿Por qué el golpe de Estado?
En pocas palabras, porque en el gobierno de Manuel Zelaya, mientras estuvo en el cargo, su política se hizo cada vez más progresista, reduciendo la pobreza en un 10%, aumentando el salario mínimo en un 80%, proporcionando educación gratuita a todos los niños, proporcionando subsidios para los pequeños agricultores y fundamentalmente teniendo un contacto más cercano con los movimientos sociales.
El mismo 28 de junio de 2009, y con el fin de democratizas más Honduras, el presidente Zelaya había convocado a una Consulta Popular para que en las elecciones de noviembre del mismo año se pusiera una “cuarta urna” y el puedo soberanamente decidiera si quería convocar a una Asamblea Nacional Constituyente en búsqueda de una nueva constitución política para Honduras.
¿Qué ha pasado desde entonces?
Desde el golpe de Estado, y con el apoyo, financiamiento y entrenamiento de los EEUU a las fuerzas represivas sólo han aumentado los asesinatos, las amenazas, y la represión al pueblo de Honduras.
De acuerdo a un Informe del Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (COFADEH) desde el golpe de Estado a la fecha, se han registrado 13 personas detenidas desaparecidas en forma forzada.
De acuerdo al Informe “Honduras: El lugar más peligroso para defender el Planeta”, de Global Witness, “desde el golpe de Estado de 2009, 123 activistas de la tierra y el medio ambiente han sido asesinados en Honduras”.
Entre ellos, recordamos a Berta Cáceres, a Tomas García, ambos de COPINH, los asesinatos cometidos contra el pueblo garífuna, la masacre en contra del pueblo Misquito, por parte de agentes de la DEA, y tantos otros crímenes que han quedado en la más completa impunidad.
A eso debemos sumar, a lo menos a 31 personas más las que fueron asesinadas por los aparatos de seguridad a consecuencia de las protestas que sucedieron luego del fraude electoral, de noviembre del 2017, donde se reeligió nuevamente a Juan Orlando Hernández.
Además, de acuerdo a un informe de Amnistía Internacional, se “denunciaron múltiples casos de personas heridas por arma de fuego o brutalmente golpeadas por las fuerzas de seguridad, así como casos que podrían constituir tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes”.
Más de 1300 manifestantes fueron arrestados en las protestas de los cuales a 22 prisioneros políticos se los acusó de cargos graves. Entre ellos a los activistas Edwin Espinal y Raúl Álvarez quienes todavía se encuentran prisioneros en la cárcel de máxima seguridad La Tolva.
Desde el golpe de Estado de 2009, se han aprobado más de 48 proyectos de concesiones hidroeléctricas para la generación de energía y privatización de ríos como de otros proyectos “extractivistas”.
Miles de hondureños han tenido que huir producto de las políticas económicas como represivas que se han ejercido desde el golpe de Estado a la fecha.
De acuerdo a un Informe de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, 14.735 personas hondureñas habían solicitado asilo entre enero y octubre el 2017 en países de todo el mundo, la mayoría en México y Estados Unidos”
Actualmente, unos 50 mil hondureños podrían ser deportados a la fuerza desde EEUU a Honduras por la retirada del Estatus de Protección Temporal (TPS).
Por otro lado, “el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) registró que entre enero de 2001 y agosto de 2017 fueron asesinados en Honduras 70 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación; el 91% de estos casos permanecen en la impunidad”.
Honduras figura en el lugar 140 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa el 2017. Muy lejos de Noruega, Suecia y Finlandia que ocupan los primeros lugares con mayor libertad de prensa.
Por su parte, el “Informe de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión” de la CIDH señaló que tan sólo en el año 2016 en Honduras fueron asesinados 3 periodistas y hubo ataques, amenazas e intimidaciones a periodistas y medios de comunicación. El 13 de septiembre del 2017, fue asesinado también el periodista del Canal 22 Carlos William Flores por personas “no identificadas”.
¿Qué podemos seguir haciendo?
El movimiento de la SOAW, y muchas organizaciones de América Latina, desde el golpe de Estado a la fecha, han seguido en solidaridad con Honduras.
En EEUU seguimos apoyando, en el Congreso de EEUU, el proyecto de Ley HR 5474 llamado por muchos “Ley Berta Cáceres” el que busca “suspender la ayuda de Estados Unidos a la policía y a las fuerzas militares de Honduras hasta que cesen las violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad de Honduras y hasta que los autores sean llevados ante la justicia”.
Seguimos denunciando las graves violaciones a los derechos humanos que siguen sucediendo en Honduras. Demandamos la libertad de los prisioneros políticos, ahora.
Seguimos en solidaridad con quienes son perseguidos y luchan por salvar sus vidas. En ese sentido, SOAWatch desde el 2016 realiza el Encuentro Fronterizo, en la misma frontera de EEUU y México, para solidarizarse con las personas migrantes y para denunciar las raíces de fondo que causan la migración. El próximo Encuentro Fronterizo se realizará del 16 al 18 de noviembre. Ver más Información en: www.soaw.org
Pablo Ruiz es periodista de SOAWatch. Este artículo contó con la colaboración de Adrián Bernal.
El golpe de Estado en cuestión fue encabezado por el jefe del Estado Mayor Conjunto, Romeo Orlando Vásquez Velásquez y por el jefe de la Fuerza Aérea, general Luis Javier Prince Suazo. Ambos graduados de la Escuela de las Américas.
Meses antes, en abril de 2009, por primera vez una delegación de SOAWatch encabezada por Lisa Sullivan y el padre José Mulligan visitaron Honduras donde sostuvieron reuniones con autoridades de gobierno, y con organizaciones sociales, para pedir que Honduras no siguiera enviando soldados a entrenamiento a la Escuela de las Américas del Ejército de EEUU.
A este llamado se sumó entonces Berta Cáceres, Coordinadora general del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), quien pidió, en presencia de la delegación de SOAW, al Presidente Manuel Zelaya, en una reunión con organizaciones en San Pedro Sula, que Honduras retirara sus soldados de la Escuela de las Américas.
En marzo del 2016, Berta Cáceres fue cobardemente asesinada, entre los responsables militares con entrenamiento militar en EEUU y la Escuela de las Américas.
¿Por qué el golpe de Estado?
En pocas palabras, porque en el gobierno de Manuel Zelaya, mientras estuvo en el cargo, su política se hizo cada vez más progresista, reduciendo la pobreza en un 10%, aumentando el salario mínimo en un 80%, proporcionando educación gratuita a todos los niños, proporcionando subsidios para los pequeños agricultores y fundamentalmente teniendo un contacto más cercano con los movimientos sociales.
El mismo 28 de junio de 2009, y con el fin de democratizas más Honduras, el presidente Zelaya había convocado a una Consulta Popular para que en las elecciones de noviembre del mismo año se pusiera una “cuarta urna” y el puedo soberanamente decidiera si quería convocar a una Asamblea Nacional Constituyente en búsqueda de una nueva constitución política para Honduras.
¿Qué ha pasado desde entonces?
Desde el golpe de Estado, y con el apoyo, financiamiento y entrenamiento de los EEUU a las fuerzas represivas sólo han aumentado los asesinatos, las amenazas, y la represión al pueblo de Honduras.
De acuerdo a un Informe del Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (COFADEH) desde el golpe de Estado a la fecha, se han registrado 13 personas detenidas desaparecidas en forma forzada.
De acuerdo al Informe “Honduras: El lugar más peligroso para defender el Planeta”, de Global Witness, “desde el golpe de Estado de 2009, 123 activistas de la tierra y el medio ambiente han sido asesinados en Honduras”.
Entre ellos, recordamos a Berta Cáceres, a Tomas García, ambos de COPINH, los asesinatos cometidos contra el pueblo garífuna, la masacre en contra del pueblo Misquito, por parte de agentes de la DEA, y tantos otros crímenes que han quedado en la más completa impunidad.
A eso debemos sumar, a lo menos a 31 personas más las que fueron asesinadas por los aparatos de seguridad a consecuencia de las protestas que sucedieron luego del fraude electoral, de noviembre del 2017, donde se reeligió nuevamente a Juan Orlando Hernández.
Además, de acuerdo a un informe de Amnistía Internacional, se “denunciaron múltiples casos de personas heridas por arma de fuego o brutalmente golpeadas por las fuerzas de seguridad, así como casos que podrían constituir tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes”.
Más de 1300 manifestantes fueron arrestados en las protestas de los cuales a 22 prisioneros políticos se los acusó de cargos graves. Entre ellos a los activistas Edwin Espinal y Raúl Álvarez quienes todavía se encuentran prisioneros en la cárcel de máxima seguridad La Tolva.
Desde el golpe de Estado de 2009, se han aprobado más de 48 proyectos de concesiones hidroeléctricas para la generación de energía y privatización de ríos como de otros proyectos “extractivistas”.
Miles de hondureños han tenido que huir producto de las políticas económicas como represivas que se han ejercido desde el golpe de Estado a la fecha.
De acuerdo a un Informe de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, 14.735 personas hondureñas habían solicitado asilo entre enero y octubre el 2017 en países de todo el mundo, la mayoría en México y Estados Unidos”
Actualmente, unos 50 mil hondureños podrían ser deportados a la fuerza desde EEUU a Honduras por la retirada del Estatus de Protección Temporal (TPS).
Por otro lado, “el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) registró que entre enero de 2001 y agosto de 2017 fueron asesinados en Honduras 70 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación; el 91% de estos casos permanecen en la impunidad”.
Honduras figura en el lugar 140 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa el 2017. Muy lejos de Noruega, Suecia y Finlandia que ocupan los primeros lugares con mayor libertad de prensa.
Por su parte, el “Informe de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión” de la CIDH señaló que tan sólo en el año 2016 en Honduras fueron asesinados 3 periodistas y hubo ataques, amenazas e intimidaciones a periodistas y medios de comunicación. El 13 de septiembre del 2017, fue asesinado también el periodista del Canal 22 Carlos William Flores por personas “no identificadas”.
¿Qué podemos seguir haciendo?
El movimiento de la SOAW, y muchas organizaciones de América Latina, desde el golpe de Estado a la fecha, han seguido en solidaridad con Honduras.
En EEUU seguimos apoyando, en el Congreso de EEUU, el proyecto de Ley HR 5474 llamado por muchos “Ley Berta Cáceres” el que busca “suspender la ayuda de Estados Unidos a la policía y a las fuerzas militares de Honduras hasta que cesen las violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad de Honduras y hasta que los autores sean llevados ante la justicia”.
Seguimos denunciando las graves violaciones a los derechos humanos que siguen sucediendo en Honduras. Demandamos la libertad de los prisioneros políticos, ahora.
Seguimos en solidaridad con quienes son perseguidos y luchan por salvar sus vidas. En ese sentido, SOAWatch desde el 2016 realiza el Encuentro Fronterizo, en la misma frontera de EEUU y México, para solidarizarse con las personas migrantes y para denunciar las raíces de fondo que causan la migración. El próximo Encuentro Fronterizo se realizará del 16 al 18 de noviembre. Ver más Información en: www.soaw.org
Pablo Ruiz es periodista de SOAWatch. Este artículo contó con la colaboración de Adrián Bernal.
ALERTA: Continúa la búsqueda Tania Servellón, desparecida en Tegucigalpa
Tegucigalpa.-
Continúa la búsqueda de Tania Vanesa Servellón López, de 36 años,
contextura delgada, mide aproximadamente 1.65 metros de alto, aunque
aparenta menor edad, según sus familiares.
Es el quinto día que la familia no sabe
nada de su paradero. En unos videos se cámaras de seguridad se le ve
caminar con aparente normalidad, el pasado viernes 06 de julio en horas
de la mañana por la calle que conduce del bulevar Centroamérica hacia la
colonia El Hogar de Tegucigalpa.
Tania
Servellón salió de su casa vistiendo un suéter color gris, camisa azul
eléctrica, pantalón azul claro semejante a gris, tenis negros y un
peinado tipo moño para recoger su cabello, así lo dio a conocer su
hermano Héctor López, quien es sacerdote.
La familia de Tania Servellón López ha
denunciado su desaparición ante la Dirección Policial de Investigación
(DPI), redes sociales y diferentes medios de comunicación, solicitando
que, si tienen información sobre su paradero, llamen al 911, o a los
teléfonos móviles 9469-8906 y 3341-0014.
En el caso de una desaparición siempre
hay alguien que tenga información sobre los hechos. Los Estados deben
adoptar medidas para evitar la desaparición de personas (específicamente
en conflicto armado o de violencia interna y en el caso de las
desapariciones forzadas), asi lo expresa en LAS PERSONAS DESAPARECIDAS Guía para los parlamentarios.
“[La Unión Interparlamentaria] sabre de
la necesidad de los Estados de adoptar una política nacional global
sobre las personas desaparecidas que abarque todas las medidas
necesarias para evitar la desaparición de personas, averiguar lo
sucedido a las personas dadas por desaparecidas, responder a las
necesidades de los familiares de las personas desaparecidas, reconocer
los hechos y determinar las responsabilidades en los acontecimientos que
dieron lugar a las desapariciones en situaciones de conflicto
armado o de violencia interna y en el caso de las desapariciones
forzadas.” 115ª Asamblea, Resolución sobre “Las personas dadas por
desaparecidas”, octubre de 2006.
Si tienen información sobre su paradero, llamen al 911, o a los teléfonos móviles 9469-8906 y 3341-0014.
Honduras: Oposición política considera ilegítimo diálogo convocado por gobierno
Argumenta
que la ONU es el espacio autorizado para sentar las partes que pueden
resolver la crisis nacional y, para empezar, en este momento el
representante Igor Garafulic se halla fuera del país, por tanto, siendo
el presidente Juan Hernández una de las fuentes del conflicto, carece de
autoridad para invitar al diálogo.
Después
que anoche el presidente Hernández convocara al diálogo nombró como su
lugarteniente en el cónclave al secretario de la presidencia, Ebal Díaz,
que de entrada este día ha dicho: “Instalemos la mesa del diálogo hoy”.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa.
El estancamiento prevalece en la posibilidad de un consenso político
que mediante un diálogo permita poner la primera piedra para ir
gradualmente superando la crisis política que atraviesa Honduras desde
el golpe de Estado hace nueve años y que, de nuevo dejó ver las heridas,
en las últimas elecciones de noviembre pasado ante las fuertes críticas
de fraude electoral para la reelección presidencial de Juan Hernández
del Partido Nacional.
Muchos
son los sectores que piden la renuncia de Hernández para empezar a
construir la paz y la reconciliación social en la nación hondureña, algo
que aún no ve factible el gobierno, por ahora el secretario de la
Presidencia, Ebal Díaz, ha sido delegado por el presidente Hernández
para que lo represente en el diálogo que anoche anunció como titular del
Ejecutivo.
De
entrada el funcionario sugirió que “empecemos ya a darle resultados al
pueblo hondureño e instalemos la mesa del diálogo hoy”. Díaz dijo eso
luego de que Hernández expresó: “el diálogo debe empezar a dar
resultados; por eso he dado instrucciones al ministro Ebal Díaz para que
concurra mañana (hoy) a la sede de la Organización de las naciones
Unidas (ONU) para poder empezar ya esta etapa final, de una producción
de resultados del diálogo”.
Sólo
hay un problema con esa iniciativa gubernamental, la oposición
argumenta que Hernández es una de las partes del conflicto y, por tanto,
la ONU es el espacio autorizado para convocar a las partes y resuelvan
la crisis nacional y, para empezar, en este momento el representante
Igor Garafulic se halla fuera del país, y es la persona que en los
últimos cuatro meses ha querido que los políticos entren en razón y
comprendan que en tanto no haya consenso es al país al que destruyen y
mantienen dividido al pueblo hondureño.
Los
representantes de las principales fuerzas políticas de oposición, Luis
Zelaya del Partido Liberal y Salvador Nasralla que afirma haber ganado
las elecciones pasadas con la Alianza de Oposición, han sido firmes que
no desean perder el tiempo hablando con Ebal Díaz porque carece de poder
de decisión, en cambio, reclaman en el dialogo al presidente Hernández.
Por
su parte el influyente líder popular, expresidente de la república y
coordinador del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), Manuel Zelaya,
ha dicho muchas veces que sólo creerá en el diálogo cuando se nombre un
mediador internacional y los resultados del diálogo sean vinculantes, o
sea, de estricto cumplimiento por todas las partes, sobre todo, por el
gobierno Hernández.