miércoles, 11 de julio de 2018

HONDURAS: A nueve años del golpe de Estado, Honduras, hervidero de problemas // Defensores: LOS NUEVE AÑOS // Honduras: A nueve años del golpe de Estado // Defensores: ALERTA: Continúa la búsqueda Tania Servellón, desparecida en Tegucigalpa // Oposición política considera ilegítimo diálogo convocado por gobierno

A nueve años del golpe de Estado, Honduras, hervidero de problemas

“El país va aceleradamente al abismo”. El analista Raúl Pineda, prevé que si no hay un cambio social, provocado a partir del pueblo, el país está condenado, porque la clase política no está interesada.

Desde aquel domingo 28 de junio de 2009 hasta hoy, el país se convirtió en el reino de incertidumbre, las crisis en seguridad, política y social han tocado fondo; el golpismo no ha soltado el poder con la misión de consolidar la impunidad, el Estado no existe, el pueblo no manda y la economía en coma.

En nueve años, los hondureños han sido testigos del abominable golpe de Estado, la Resistencia, destitución de magistrados de la Corte, el inhumano desfalco al IHSS, el Movimiento de Indignados y Antorchas, fraude electoral, más de 70 mil asesinatos, hasta crímenes del ejército contra ciudadanos en la reciente crisis derivada del resultado electoral que nadie reconoció.

A raíz del reiterado incumplimiento de la Constitución, Honduras entró en un proceso de “desinstitucionalización”, práctica, que en la actualidad muestra un paralítico Estado de Derecho, advierte la analista del derecho, Ana Pineda. 

“El país va aceleradamente al abismo”. El analista Raúl Pineda, prevé que si no hay un cambio social, provocado a partir del pueblo, el país está condenado, porque la clase política no está interesada.

Redacción Central / EL LIBERTADOR


Tegucigalpa. En el amanecer del domingo 28 de junio de 2009, los hondureños despertaron enfundados en un golpe de Estado. Sufriendo en pleno siglo XXI, el triste y bestial pasado de sus abuelos y bisabuelos. El entonces presidente, José Manuel Zelaya fue derrocado y se impuso un gobierno de facto apoyado por EE.UU. que determinó la conducta rufiana de la Organización de Estados Americanos (OEA) y Naciones Unidas (ONU). Con la ayuda de las fuerzas “del orden”, los grupos de poder económico y político impusieron al dictador Roberto Micheletti Baín que por seis meses extendió por el territorio una salvaje represión militar. 210 días marchó “la Resistencia” contra el golpe, todos los días fue atacada con fuego, palo y bala.

A nueve años del fatídico acontecimiento, la sociedad ve caer los días y levantarse la noche sin horizonte claro, encorvada por la profundización de pobreza, la corrupción, la impunidad, la violencia, la criminalidad y encima, se vino una reelección ilegal, según la constitución. Juan Hernández, se quedó –hasta ahora– en el poder, el golpe lo lanzó al “estrellato político”. Desde entonces, la nación ha acumulando sucesos de alto impacto que en esta edición son analizados por expertos consultados por EL LIBERTADOR. Que conste como algo irrepetible para la historia de nuestra Nación.

DATOS DE CRIMEN

A juicio de la abogada y especialista en gobernabilidad democrática, Ana Pineda, desde la destitución de los cuatro magistrados de la Corte Suprema en 2012 hasta las más recientes violaciones a la Constitución y sus leyes, la situación ha ido en agravio. En tal sentido, enumera la reforma constitucional para la creación de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDES), proyecto que viola el principio de la soberanía nacional.- Seguido el detrimento del patrimonio social de los hondureños, que fue golpeado por el robo al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) que provocó la pérdida de al menos tres mil vidas. Luego vino el fallo de la Sala de lo Constitucional “sobre la inconstitucionalidad e inaplicabilidad de una disposición pétrea de la propia Constitución para dar paso a la reelección presidencial”, un claro delito de violación la Constitución.

“DESINSTITUCIONALIDAD”

Consecutivamente, con la reelección de Hernández, llegaron los 40 crímenes políticos que arrebataron la vida de hondureños que validaron su derecho constitucional a la insurrección. Además la aprobación de las reformas del Presupuesto de la República para 2018, el “pacto de impunidad”. Asegura que en conclusión, los últimos acontecimientos han dejado “una visible desinstitucionalización que pone en precario el Estado de derecho”, esto trae consigo una pérdida absoluta en las instituciones.- La experta enfatiza que por otro lado la falta de independencia de poderes del Estado ha evidenciado una clase política fáctica, por eso, observa un país donde el irrespeto a la “norma suprema” se ha convertido en una práctica recurrente de construir y destruir en la administración pública”. Ante esto, destaca que la movilización de los ciudadanos ha sido el resultado de las heridas que dejo el golpe.    

EXPEDIENTE ABIERTO

Pineda también es especialista en Derechos Humanos y recuerda que la Comisión de la Verdad y la Reconciliación “dejó un importante legado en 84 recomendaciones”, este equipo de investigación reconoció que el 28 de junio de 2009, suscitó un golpe de Estado, después tres mil casos de violación a DD.HH. y la violación sexual de 54 mujeres, actos cometidos por las Fuerzas Armadas.- Estos además de aportar elementos para identificar qué había desencadeno el golpe de Estado, suponía el fortalecimiento del Estado de derecho. Sin embargo, a la fecha ninguna autoridad de gobierno siquiera se ha referido al tema y “contrariamente los esfuerzos que existían en ese sentido fueron anulados de la agenda del gobierno”.- El resultado del golpe fue un Estado débil institucional y democráticamente, “la vida digna continúan en riesgo, por la indiferencia de la clase política tradicional”.

“GOLPE ELECTORAL”

El analista social, Armando Orellana, hace hincapié en que los últimos años han sido caracterizados por acontecimientos impactantes de la élite gobernante, que cuenta con “un concreto apoyo del imperialismo norteamericano”. Menciona que el “golpe suave” de las pasadas elecciones generales, vino a marcar a los hondureños, por todo el escenario violador de derechos humanos.- A raíz del repunte de crímenes políticos y violencia general, suscitaron decenas de casos impactantes. Uno de los que más dolió, fue el asesinato de la combativa defensora y dirigente indígena, Berta Cáceres, asesinada el 2 de marzo de 2016. Explica que así los hechos subsiguientes al golpe, dieron paso a una “cultura represiva igual a los años 80” –“estamos peor” rectifica la activista social Berta Oliva– en esa época imperó la restricción de garantías constitucionales. Como ahora pasa con la reelección de Hernández.    

“PARÁSITOS CÍNICOS”

Por otro lado, anota el fenómeno de la migración que va cada año en aumento con los miles de compatriotas que emprenden el viaje hacia los Estados Unidos, escapando de la pobreza e inseguridad galopante. Ahonda que en este aspecto, el gobierno en lugar de sentir vergüenza por su incapacidad de generar oportunidades laborales para los hondureños y evitar la migración, se enorgullece y celebra las remesas.- Orellana manifiesta que del mismo modo “la burguesía hondureña, que en buena parte compone la élite que actualmente nos gobierna, se demuestra orgullosa de vender a sus propios hermanos”. Asegura que por eso el capitalista hondureño es incapaz de generar un proceso de transformación de la materia prima para incrementar sus exportaciones. “Tenemos una burguesía más parasitaria acostumbrada a transgredir continuamente la ley para tener éxito a través de la concesión estatal al capital extranjero”.

CONTRADICCIONES 

Sostiene que en cuanto a la violencia y criminalidad han crecido exponencialmente, aunque las estadísticas oficialistas se esfuerzan en hacer creer a la población que los homicidios han bajado. No obstante, opina que el gobierno se contradice al construir más cárceles de máxima seguridad.- Comenta que la posterioridad al golpe, también ha tenido al populismo invitado por el actual gobierno en su versión disfrazada de “programa de desarrollo social”. Orellana analiza que la suma de todos los problemas de país ha creado una “lógica del poder y la construcción de una identidad propia de la derecha que ha imprimido al hondureño menos satisfacción y autoestima, de sentir menos orgullo, de ser parte de esta sociedad”.- Sintetiza que en definitiva, en estos nueve años, el país “ha retrocedido enormemente en democratización política, cultura e institucionalidad”. Con ello las organizaciones sociales han sido atrasadas por la represión.


MODELO INCAPAZ

En tanto, el analista político, Raúl Pineda, también enumera la violencia postelectoral y el movimiento de los indignados de 2015, pero, desglosa la  insuficiente situación del crecimiento macroeconómico. Pese a que la situación en ese sentido es “estable”, anota que ha sido insuficiente en términos de ser traducida a “poner más dinero en el bolsillo de las clases marginales y oprimidas”.- Estima que el país ha sido incapaz de generar “condiciones para que la clase que antes era clase media salga de la pobreza y tenga una posición de dignidad y respeto a derechos a la vivienda, a la salud, seguridad”. Agrega que en los últimos nueve años, los hondureños han experimentado nuevas expresiones de resentimiento y malestar ante las estructuras de poder que deriva de una minoría extremadamente adinerada “que vuelve más pobres a los pobres”. Esto explica porque se escucha un llamado a insurrección armada que no se da.

RUMBO AL ABISMO 

En otras materias, hace alusión a que en Honduras “seguimos demandando la práctica y reconocimientos de derechos humanos, mientras en otras sociedades debaten sí el acceso a internet es derecho humano”.- Atribuye que los sectores políticos han mantenido a la nación en “un estado de postración, inquietud y falta de oportunidades, en una paralización”, estado que solo se ha vivido en “épocas de las montoneras de principio del siglo pasado”. Argumenta que en la sociedad es necesaria una nueva actitud, “se requiere una sociedad más empoderada de sus derechos y más demándate de las autoridades en el respeto de sus derechos”, asimismo, cuestiona que aún hay parte de ciudadanos perezosos que se conforma con debates de fútbol y politiquería, y no tanto en la búsqueda de ratificarse como soberano. De no constituirse un cambio de la ruta del despeñadero “vamos aceleradamente al abismo y parece que no existe voluntad de los dirigentes del país de apartarnos de ahí”, concluye. 

“INSTITUCIONALIDAD SE ANULÓ”, GABRIELA CASTELLANOS

Tegucigalpa. “La institucionalidad y la gobernanza es cada vez peor, desde el golpe de Estado las instituciones no solo se han debilitado, sino que básicamente no existen, hay una carencia de líderes”, expone la directora del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos. “Por eso nosotros decimos que se debe rescatar a Honduras, se nos va de las manos, necesitamos a otros hondureños que estén dirigiendo este país pero que realmente lo hagan a favor de las masas y no a favor de las corporaciones, ni a favor de grupos muy pequeños; no tenemos un momento fácil, pero al final hay que rescatar lo bueno y seguir adelante”, afirma.

GOLPE TRAJO INVOLUCIÓN SOCIAL: EDMUNDO ORELLANA 

Tegucigalpa. El exfiscal de la República y docto en Derecho Constitucional, Edmundo Orellana, considera que el golpe de Estado es el responsable de “involución social”, Opina que los problemas de país han dejado un desolado panorama que envuelve al pueblo en la frustración.- Coincide que en estos nueve años la involución se ha dado en traer más pobreza, desempleo, discriminación, menos inversión y más deuda pública. Añade que un proceso de “devaluación” institucional, sumó a la falta de consolidación de la sociedad civil y a los problemas internacionales. “Estamos en una Honduras sin un horizonte claro de país, por lo que cualquier predicción prometedora en este momento es difícil porque todo indica que vamos a estar peor”. Sentencia que la nación atraviesa problemas acumulados.







LOS NUEVE AÑOS





Han sido nueve años de resistencia social desgastante de la energía colectiva, y martirizante, porque son muchos Honduras tus muertos. Pero es verdad que, también, ha sido un tiempo de maduración y crecimiento de la conciencia colectiva capaz de grandes hazañas.
Han sido nueve años de violaciones continuas y sistemáticas a los derechos humanos de la población por las Fuerzas Armadas, la Policía pretoriana al servicio de la élite golpista, y las bandas paramilitares del crimen organizado, que tomaron control de los tres poderes del Estado.
Han sido nueve años de ataques directos a las personas que defendemos la vida, la libertad y las garantías constitucionales, particularmente las mujeres, las juventudes, periodistas y comunicadores, enseñantes, abogadas y defensores populares. Pero es cierto, igualmente, que miles de personas en todo el país se convirtieron en escudos, acompañantes, procuradores, portavoces, denunciantes… defensoras!
Han sido nueve años de robos y fraudes a la población por los delincuentes políticos, religiosos, mediáticos, falsos empresarios lavadores, y delincuentes uniformados, todos avalados en todo por el Comando Sur y el Departamento de Estado de los Estados Unidos y sus agencias secretas ubicadas en el territorio nacional.
Pero aún con su corrupción descomunal, su tráfico de drogas e influencias, y con su maquinaria ideológica de la normalización, no han podido en nueve años vencer la población que trabaja con las uñas por la construcción de un nuevo país, liberado de este secuestro continuado que es el golpismo.
Hace nueve años en San Pedro Sula, la incorporación de Cuba a la asamblea general de la OEA realizada en marzo de 2009, en presencia de la poderosa dama Hilaria Clinton, daba un vuelco a las relaciones de subordinación a Washington.
La ex ministra del departamento de estado, vengativa pero leal a la política militar del garrote, gerenció el golpe contra Zelaya, instaló en el poder a la peor escoria nacional que lame botas, y sometió a la gente hasta nuestros días a los peores suplicios jamás vividos.
El imperio de la especulación financiera y las armas, el decadente régimen de valores democráticos invertidos, estaba inquieto por el avance de esa nueva corriente latinoamericana que prescindía de Washington y aproximaba relaciones con China, Rusia e Irán. Y tomó acciones.
Entonces, Palmerola dio el golpe político en complicidad con liberales, nacionalistas, cristianos evangélicos y católicos, y con los carteles de los medios masivos de incomunicación, y las bandas de narcotraficantes. Y se repartieron el dinero. Y entregaron el país a sus amos. Y predicaron el nombre de Dios en vano.
El golpe perpetrado contra el pueblo de Honduras generó una doctrina perversa que se conoce hoy como “el golpismo”, que es una estrategia ideológica, militar, económica y mediática vigente, una especie de marca País de exportación. Una doctrina que se impone con militares mercenarios y con sicarios del crimen organizado.
Pero los golpistas, ambiciosos, corruptos y asesinos, se convirtieron también en corto tiempo en una amenaza real para los propios intereses de Estados Unidos en la región. Se aliaron con los otros delincuentes de allá y convirtieron la zona de seguridad estratégica de Mesoamérica en un gran túnel del tiempo. Y por eso Washington ordenó la intervención del Estado – Nación, y de todo el triángulo norte de Centroamérica.
El Departamento del Tesoro y las cortes federales de Florida y Nueva York están formando un nuevo barrio de hondureños lavadores de dinero en Miami, una fraternidad de delincuentes aliados, una gran prisión de fraudulentos de la Concacaf y asaltantes de los fondos de pensiones, que ya amenazaban el sistema financiero norteamericano.
En este contexto de descontrol, que produce tanta violencia expulsadora de seres humanos extraordinarios y políticas migratorias salvajes, abrió puertas la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU y la Comisión contra la Corrupción e Impunidad, de la OEA, como instrumentos de la intervención internacional en Tegucigalpa.
El Estado-Nación no daba para más. Agotado. Con miles de leyes pero sin legalidad. Con autoridades sin autoridad. Con instituciones sin Constitución. Con elecciones sin legitimidad. Con militares y policías sin conciencia patria, sólo con pobres ambiciones que siempre se resuelven con dinero. Con miserables impostores presidentes.
Así pusieron el país estos canallas hasta llevarlo a la intervención actual. El Pentágono tiene el control jurídico del ministerio público y la corte suprema, el Pentágono impuso a Pepe Lobo y a Juan Orlando Hernández, en elecciones vulgarmente fraudulentas, para robarle al pueblo la esperanza. Y el Pentágono dirige el país.
Por eso ahora que la embajada estadounidense interviene para mantener a sus fiscales dentro de su unidad particular, causa hilaridad escuchar a falsos políticos patriotas reclamando independencia y rechazando injerencias jajaja  Tontos, por ustedes estamos en éstas… No es el país de ustedes, es el país de nosotros en manos de estos otros.
A ellos les hablamos esta noche. A los gringos y europeos que financian y dirigen las estructuras de intervención del país, a ustedes les toca ahora pelear con la mafia que dirige el poder legislativo, la caterva de diputados, jueces y fiscales que están al servicio de su propia impunidad, que trabajan para boicotear cualquier esfuerzo de investigación y sanción penal independiente. Y que son capaces de sacarles a ustedes los ojos, como cuervos.
Nosotros hemos peleado con ellos estos nueve años que en realidad son tristes, porque ellos son seres insufribles, auténticas cloacas que no representan a Honduras, pero Nosotros Pueblo le decimos al mundo que seguiremos aquí. Y que a ellos los veremos sumarse a ese barrio de inmigrantes despreciables que Donald Trump está organizando en su territorio, al otro lado de su muro, en la vecindad de Callejas y Hawit, que marchan lentamente al cementerio del olvido. Mientras, Nosotros Pueblo seguiremos resistiendo, construyendo a pulso el país que nos merecemos. Y para esto no necesitamos visa ni certificación alguna de la avenida Los Próceres. Ni tampoco invitación a la fiesta del 4 de julio!
Editorial Voces contra El Olvido, sábado 30 de junio de 2018



Honduras: A nueve años del golpe de Estado

Pablo Ruiz


Opinión


28/06/2018



El 28 de junio de 2009, el presidente democrático de Honduras, Manuel Zelaya, fue sacado por la fuerza del palacio presidencial, puesto en un avión militar desde la base Soto Cano, sede de la “Fuerza de Tarea Conjunta Bravo” del Ejército de Estados Unidos, siendo expulsado a Costa Rica.
El golpe de Estado en cuestión fue encabezado por el jefe del Estado Mayor Conjunto, Romeo Orlando Vásquez Velásquez y por el jefe de la Fuerza Aérea, general Luis Javier Prince Suazo. Ambos graduados de la Escuela de las Américas.
Meses antes, en abril de 2009, por primera vez una delegación de SOAWatch encabezada por Lisa Sullivan y el padre José Mulligan visitaron Honduras donde sostuvieron reuniones con autoridades de gobierno, y con organizaciones sociales, para pedir que Honduras no siguiera enviando soldados a entrenamiento a la Escuela de las Américas del Ejército de EEUU.
A este llamado se sumó entonces Berta Cáceres, Coordinadora general del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), quien pidió, en presencia de la delegación de SOAW, al Presidente Manuel Zelaya, en una reunión con organizaciones en San Pedro Sula, que Honduras retirara sus soldados de la Escuela de las Américas.
En marzo del 2016, Berta Cáceres fue cobardemente asesinada, entre los responsables militares con entrenamiento militar en EEUU y la Escuela de las Américas.
¿Por qué el golpe de Estado?
En pocas palabras, porque en el gobierno de Manuel Zelaya, mientras estuvo en el cargo, su política se hizo cada vez más progresista, reduciendo la pobreza en un 10%, aumentando el salario mínimo en un 80%, proporcionando educación gratuita a todos los niños, proporcionando subsidios para los pequeños agricultores y fundamentalmente teniendo un contacto más cercano con los movimientos sociales.
El mismo 28 de junio de 2009, y con el fin de democratizas más Honduras, el presidente Zelaya había convocado a una Consulta Popular para que en las elecciones de noviembre del mismo año se pusiera una “cuarta urna” y el puedo soberanamente decidiera si quería convocar a una Asamblea Nacional Constituyente en búsqueda de una nueva constitución política para Honduras.
¿Qué ha pasado desde entonces?
Desde el golpe de Estado, y con el apoyo, financiamiento y entrenamiento de los EEUU a las fuerzas represivas sólo han aumentado los asesinatos, las amenazas, y la represión al pueblo de Honduras.
De acuerdo a un Informe del Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (COFADEH) desde el golpe de Estado a la fecha, se han registrado 13 personas detenidas desaparecidas en forma forzada.
De acuerdo al Informe “Honduras: El lugar más peligroso para defender el Planeta”, de Global Witness, “desde el golpe de Estado de 2009, 123 activistas de la tierra y el medio ambiente han sido asesinados en Honduras”.
Entre ellos, recordamos a Berta Cáceres, a Tomas García, ambos de COPINH, los asesinatos cometidos contra el pueblo garífuna, la masacre en contra del pueblo Misquito, por parte de agentes de la DEA, y tantos otros crímenes que han quedado en la más completa impunidad.
A eso debemos sumar, a lo menos a 31 personas más las que fueron asesinadas por los aparatos de seguridad a consecuencia de las protestas que sucedieron luego del fraude electoral, de noviembre del 2017, donde se reeligió nuevamente a Juan Orlando Hernández.
Además, de acuerdo a un informe de Amnistía Internacional, se “denunciaron múltiples casos de personas heridas por arma de fuego o brutalmente golpeadas por las fuerzas de seguridad, así como casos que podrían constituir tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes”.
Más de 1300 manifestantes fueron arrestados en las protestas de los cuales a 22 prisioneros políticos se los acusó de cargos graves. Entre ellos a los activistas Edwin Espinal y Raúl Álvarez quienes todavía se encuentran prisioneros en la cárcel de máxima seguridad La Tolva.
Desde el golpe de Estado de 2009, se han aprobado más de 48 proyectos de concesiones hidroeléctricas para la generación de energía y privatización de ríos como de otros proyectos “extractivistas”.
Miles de hondureños han tenido que huir producto de las políticas económicas como represivas que se han ejercido desde el golpe de Estado a la fecha.
De acuerdo a un Informe de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, 14.735 personas hondureñas habían solicitado asilo entre enero y octubre el 2017 en países de todo el mundo, la mayoría en México y Estados Unidos”
Actualmente, unos 50 mil hondureños podrían ser deportados a la fuerza desde EEUU a Honduras por la retirada del Estatus de Protección Temporal (TPS).
Por otro lado, “el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) registró que entre enero de 2001 y agosto de 2017 fueron asesinados en Honduras 70 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación; el 91% de estos casos permanecen en la impunidad”.
Honduras figura en el lugar 140 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa el 2017. Muy lejos de Noruega, Suecia y Finlandia que ocupan los primeros lugares con mayor libertad de prensa.
Por su parte, el “Informe de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión” de la CIDH señaló que tan sólo en el año 2016 en Honduras fueron asesinados 3 periodistas y hubo ataques, amenazas e intimidaciones a periodistas y medios de comunicación. El 13 de septiembre del 2017, fue asesinado también el periodista del Canal 22 Carlos William Flores por personas “no identificadas”.
¿Qué podemos seguir haciendo?
El movimiento de la SOAW, y muchas organizaciones de América Latina, desde el golpe de Estado a la fecha, han seguido en solidaridad con Honduras.
En EEUU seguimos apoyando, en el Congreso de EEUU, el proyecto de Ley HR 5474 llamado por muchos “Ley Berta Cáceres” el que busca “suspender la ayuda de Estados Unidos a la policía y a las fuerzas militares de Honduras hasta que cesen las violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad de Honduras y hasta que los autores sean llevados ante la justicia”.
Seguimos denunciando las graves violaciones a los derechos humanos que siguen sucediendo en Honduras. Demandamos la libertad de los prisioneros políticos, ahora.
Seguimos en solidaridad con quienes son perseguidos y luchan por salvar sus vidas. En ese sentido, SOAWatch desde el 2016 realiza el Encuentro Fronterizo, en la misma frontera de EEUU y México, para solidarizarse con las personas migrantes y para denunciar las raíces de fondo que causan la migración. El próximo Encuentro Fronterizo se realizará del 16 al 18 de noviembre. Ver más Información en: www.soaw.org
Pablo Ruiz es periodista de SOAWatch. Este artículo contó con la colaboración de Adrián Bernal.






ALERTA: Continúa la búsqueda Tania Servellón, desparecida en Tegucigalpa







Foto de Tania Servellón, tomada de la red social facebook

Tegucigalpa.- Continúa la búsqueda de Tania Vanesa Servellón López, de 36 años, contextura delgada, mide aproximadamente 1.65 metros de alto, aunque aparenta menor edad, según sus familiares.

Es el quinto día que la familia no sabe nada de su paradero. En unos videos se cámaras de seguridad se le ve caminar con aparente normalidad, el pasado viernes 06 de julio en horas de la mañana por la calle que conduce del bulevar Centroamérica hacia la colonia El Hogar de Tegucigalpa.

TANIA SERVELLON LOPEZ
Tania Servellón salió de su casa vistiendo un suéter color gris, camisa azul eléctrica, pantalón azul claro semejante a gris, tenis negros y un peinado tipo moño para recoger su cabello, así lo dio a conocer su hermano Héctor López, quien es sacerdote.

La familia de Tania Servellón López ha denunciado su desaparición ante la Dirección Policial de Investigación (DPI), redes sociales y diferentes medios de comunicación, solicitando que, si tienen información sobre su paradero, llamen al 911, o a los teléfonos móviles 9469-8906 y 3341-0014.

En el caso de una desaparición siempre hay alguien que tenga información sobre los hechos. Los Estados deben adoptar medidas para evitar la desaparición de personas (específicamente en conflicto armado o de violencia interna y en el caso de las desapariciones forzadas), asi lo expresa en LAS PERSONAS DESAPARECIDAS Guía para los parlamentarios.

“[La Unión Interparlamentaria] sabre de la necesidad de los Estados de adoptar una política nacional global sobre las personas desaparecidas que abarque todas las medidas necesarias para evitar la desaparición de personas, averiguar lo sucedido a las personas dadas por desaparecidas, responder a las necesidades de los familiares de las personas desaparecidas, reconocer los hechos y determinar las responsabilidades en los acontecimientos que dieron lugar a las desapariciones en situaciones de conflicto armado o de violencia interna y en el caso de las desapariciones forzadas.” 115ª Asamblea, Resolución sobre “Las personas dadas por desaparecidas”, octubre de 2006.

Si tienen información sobre su paradero, llamen al 911, o a los teléfonos móviles 9469-8906 y 3341-0014.


Honduras: Oposición política considera ilegítimo diálogo convocado por gobierno


Argumenta que la ONU es el espacio autorizado para sentar las partes que pueden resolver la crisis nacional y, para empezar, en este momento el representante Igor Garafulic se halla fuera del país, por tanto, siendo el presidente Juan Hernández una de las fuentes del conflicto, carece de autoridad para invitar al diálogo.
Después que anoche el presidente Hernández convocara al diálogo nombró como su lugarteniente en el cónclave al secretario de la presidencia, Ebal Díaz, que de entrada este día ha dicho: “Instalemos la mesa del diálogo hoy”.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El estancamiento prevalece en la posibilidad de un consenso político que mediante un diálogo permita poner la primera piedra para ir gradualmente superando la crisis política que atraviesa Honduras desde el golpe de Estado hace nueve años y que, de nuevo dejó ver las heridas, en las últimas elecciones de noviembre pasado ante las fuertes críticas de fraude electoral para la reelección presidencial de Juan Hernández del Partido Nacional.
Muchos son los sectores que piden la renuncia de Hernández para empezar a construir la paz y la reconciliación social en la nación hondureña, algo que aún no ve factible el gobierno, por ahora el secretario de la Presidencia, Ebal Díaz, ha sido delegado por el presidente Hernández para que lo represente en el diálogo que anoche anunció como titular del Ejecutivo.
De entrada el funcionario sugirió que “empecemos ya a darle resultados al pueblo hondureño e instalemos la mesa del diálogo hoy”. Díaz dijo eso luego de que Hernández expresó: “el diálogo debe empezar a dar resultados; por eso he dado instrucciones al ministro Ebal Díaz para que concurra mañana (hoy) a la sede de la Organización de las naciones Unidas (ONU) para poder empezar ya esta etapa final, de una producción de resultados del diálogo”.
Sólo hay un problema con esa iniciativa gubernamental, la oposición argumenta que Hernández es una de las partes del conflicto y, por tanto, la ONU es el espacio autorizado para convocar a las partes y resuelvan la crisis nacional y, para empezar, en este momento el representante Igor Garafulic se halla fuera del país, y es la persona que en los últimos cuatro meses ha querido que los políticos entren en razón y comprendan que en tanto no haya consenso es al país al que destruyen y mantienen dividido al pueblo hondureño.
Los representantes de las principales fuerzas políticas de oposición, Luis Zelaya del Partido Liberal y Salvador Nasralla que afirma haber ganado las elecciones pasadas con la Alianza de Oposición, han sido firmes que no desean perder el tiempo hablando con Ebal Díaz porque carece de poder de decisión, en cambio, reclaman en el dialogo al presidente Hernández.
Por su parte el influyente líder popular, expresidente de la república y coordinador del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), Manuel Zelaya, ha dicho muchas veces que sólo creerá en el diálogo cuando se nombre un mediador internacional y los resultados del diálogo sean vinculantes, o sea, de estricto cumplimiento por todas las partes, sobre todo, por el gobierno Hernández.