miércoles, 31 de octubre de 2018

HONDURAS: Berta Oliva: La situación se le fue de las manos al régimen // Trump califica el éxodo hondureño como una invasión a EE.UU. - dice que en la caravana van mezclados “muchos pandilleros y algunas personas muy malas” // JOH me quiere meter preso para agradar a Trump: Bartolo Fuentes // Otra multitud de migrantes hondureños se encamina a la frontera de México // La caravana migrante: hondureños huyen del Tratado de Libre Comercio // Las 3 razones por las que los hondureños abandonan su país // Una marea humana que avanza huyendo del hambre y la violencia // Caravana de migrantes rechaza propuesta de Peña Nieto // Unión por Honduras Por: Moisés Ulloa

Berta Oliva: La situación se le fue de las manos al régimen


Fotos y texto: Sandra Rodríguez Tegucigalpa, Honduras (defensoresenlínea.com).- El encuentro se dio en el inicio de la carretera CA-5 en Tegucigalpa, muchas personas se unieron a la “caravana de la dignidad”, en solidaridad con miles de personas que avanzan hacia los Estados Unidos en la Caravana del Migrante hondureño.
No son migrantes, son personas que huyen de la pobreza, del hambre, de la exclusión, y a quienes el mismo representante del régimen, Juan Orlando Hernández, les ha pedido “por favor que vuelvan a sus hogares”, tras las amenazas de Donald Trump, presidente estadounidense, de suspender la ayuda económica que destina para el Triángulo Norte.
A opinión de Berta Oliva, de la coordinación nacional de la Convergencia Contra el Continuismo (CCC), la gente se va por hambre, por desempleo, por miedo y terror al que se ha sometido al pueblo, y sólo con una capacidad organizativa es que se le va demostrarle a la dictadura que no nos dejamos someter.
“Ninguno de estos temas es ajenos a la crisis humanitaria que se enfrenta con la migración masiva, y esto refleja que la situación se le fue de las manos al régimen”.
Esta caravana de la dignidad, encabezada por el sacerdote jesuita Ismael Moreno, de la dirigencia nacional de la CCC, va marcando el camino y a cada persona que se han encontrado a su paso, es como escribir un periódico cada tres horas, detalló Oliva.
Ante la ola migratoria surgida como escándalo mundial desde el 13 de octubre que salió de San Pedro Sula, Trump amenazó a los gobiernos de Guatemala, El Salvador y Honduras con retirarle inmediatamente la ayuda económica que da su gobierno, para contrarrestar la migración.
-Según análisis de contexto de las redes de defensores/as de derechos humanos que acompaña el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), unos de los principales problemas es la migración causada por el desempleo y falta de oportunidades de desarrollo-.
El gobierno de los Estados Unidos y el mismo JOH, ha pedido a los migrantes que “por favor regresen a sus hogares”. El régimen ha puesto a la disposición -según información oficial- unidades de transporte y hasta ha dado cifras que 3,400 personas de la caravana de migrantes han retronado al país. A la par, anunció que hay 5,500 empleos para los que retornen.
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Para la CCC, estas acciones ven a la gente como empleados temporales para mitigar el hambre, justificar su falta de visión y falta de compromiso con el pueblo. Lo primero que se debe hacer es no entregar la soberanía patria como se está haciendo, generarle confianza y seguridad al pueblo hondureño, no generar trabajo por hora porque eso es un trabajo precario, es un engaño y un proceso de esclavitud.
Se debe generar que las personas tengan sus propios espacios, que no haya migración del campo a la ciudad, y eso no se hará con represión o exclusión en la ciudad, sino dándoles en el campo la posibilidad de crecer, hacer producir su tierra y lo que decidan hacer. -Cabe señalar que las personas campesinas migran por no tener tierras que puedan hacerlas producir o se las arrebatan particulares en colusión con el poder político. –
A donde vayamos, continuó Oliva, coordinadora general del COFADEH, encontramos un pueblo empobrecido, porque lo único que ha hecho la dictadura es asaltar con los sellos del Estado para quitarle a la ciudadanía a través del cobro de impuestos, lo poco que gana, y uno no puede hacer ningún trabajo porque primero tiene que pensar en la plata que debe pagar en un fondo público que no hace nada. No hay políticas que beneficien al pueblo, sino empobrecerlo y a otro pequeño sector enriquecerlo.
Esta caravana migrante está beneficiando a Donald Trump, porque está en subiendo su popularidad para las próximas elecciones en Estados Unidos, y desafortunadamente con el hambre del pueblo hondureño, está llevando agua a su molino, declaró Oliva.
Los y las migrantes no han hecho caso a las amenazas estatales, y siguen su camino hacia la frontera entre México y la nación del norte, detallando en entrevistas diversos medios de comunicación que no quieren volver a Honduras.

Muchos pandilleros y algunas personas muy malas se mezclan en la caravana que se dirige a nuestra frontera sur. Por favor, regrese, usted no será admitido en los Estados Unidos a menos que usted pase por el proceso legal. ¡Esta es una invasión de nuestro país y nuestro ejército te está esperando!: Mensaje de Donad Trump, presidente de los Estados Unidos.

Trump califica ahora el éxodo hondureño como una invasión a EE.UU.

El magnate estadounidense dice que en la caravana van mezclados “muchos pandilleros y algunas personas muy malas”
Por: Redacción CRITERIO redaccion@criterio.hn
Tegucigalpa.-Mediante un nuevo mensaje de Twitter el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho este lunes que en la caravana de migrantes hondureños se han mezclado “muchos pandilleros y algunas personas muy malas” y a la vez ha advertido que el hecho es una invasión a la nación del norte que se alista con su ejército.
El magnate estadounidense, que ha criminalizado el éxodo de hondureños que huyen de la miseria y la violencia de su país, ha ido cambiado su discurso a medida pasan los días y luego que sus hipótesis han sido desmentidas por medios internacionales. En primera instancia dijo que la migración había sido alentada por el partido Demócrata, luego que por el magnate estadounidense, George Soros. Luego dijo que en el grupo iban terroristas de Medio Oriente.
Muchos pandilleros y algunas personas muy malas se mezclan en la caravana que se dirige a nuestra frontera sur. Por favor, regrese, usted no será admitido en los Estados Unidos a menos que usted pase por el proceso legal. ¡Esta es una invasión de nuestro país y nuestro ejército te está esperando!: Mensaje de Donad Trump, presidente de los Estados Unidos.
Su nuevo discurso probablemente va orientado a exigir al Congreso estadounidense para que envíe a la frontera sur con México las tropas del ejército, ya que la Constitución establece que los militares solo se pueden movilizar a la frontera cuando existe una invasión extranjera. Sin embargo, su petición es seguro que quedará en una pretensión porque una invasión es considerada como tal, cuando es promovida por un ejército de un Estado, pero en este caso se trata de un éxodo de personas.
El éxodo de hondureños inició el sábado 13 de octubre en la ciudad de San Pedro Sula, al norte de Honduras, con la participación de al menos 1.200 ciudadanos, pero al pasar los días se unieron dos grupos, el primero de al menos 6.000 personas que ya se encuentra en Oxaca, y que ingresó a México hace diez días y el segundo que ingresó ayer a Ciudad Hidalgo, México con más de 2.500 personas.

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La cantidad de migrantes se calcula en al menos 14.000, porque además de los que ya ingresaron a México, hay muchas personas que de diversos puntos de Honduras se están dirigiendo a la frontera con Guatemala. Hasta el momento se registran tres víctimas mortales: Germán Ramírez Rivera, que murió en Guatemala el pasado 20 de octubre al caer de un vehículo en marcha; Melvin Josué Gómez Escobar, el 20 de octubre en Tapachula al caer de un camión y Henry Adalid Díaz Reyes, que falleció el domingo 28 de octubre en el puente fronterizo entre Guatemala y México.

JOH me quiere meter preso para agradar a Trump: Bartolo Fuentes

Estoy en Honduras; pero no estoy tranquilo. Las amenazas de parte del gobierno en mi contra continúan, dice Bartolo Fuentes
Por: Redacción CRITERIO redaccion@criterio.hn 
Tegucigalpa. – El periodista y defensor de derechos humanos Bartolo Fuentes, quien ayudó a coordinar la caravana de migrantes que hoy está en Oaxaca, México ha denunciado e su muro de Facebook que el titular del régimen de Honduras, Juan Hernández lo quiere meter preso para quedar bien con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Lo anterior se deriva porque Juan Hernández ha anunciado que pasarán a acusar a quienes supuestamente son responsables del éxodo masivo de hondureños que huyen de la miseria y la violencia generada desde el gobierno.
“Hablan de una “estructura criminal”, pero sólo ha mencionado a Bartolo Fuentes, es lógico entonces suponer que es a mí a quien quieren tener preso”, señala Fuentes en su muro.
Bartolo Fuentes
Aquí lo escrito por Bartolo fuentes en su muro de Facebook
Estoy en Honduras; pero no estoy tranquilo. Las amenazas de parte del gobierno en mi contra continúan. Juan Orlando Hernández anunció que pasarán a acusar a quienes supuestamente son responsables del éxodo masivo de hondureños que huyen de la miseria y la violencia generada desde el gobierno.
Hablan de una “estructura criminal”, pero sólo ha mencionado a Bartolo Fuentes, es lógico entonces suponer que es a mí a quien quieren tener preso.
Yo no he cometido ningún delito. No soy Coyote como el gobierno dice. Nunca he llevado a nadie a Estados Unidos y jamás le he cobrado a alguna persona por llevarla a otro país.
Tampoco he invitado a nadie a que se vaya en este éxodo masivo. Es totalmente falso que haya ofrecido llevar a alguien a Estados Unidos y que les den asilo. Es la pobreza extrema y la desesperación que hace que la gente se vaya.
Me hago responsable de mis publicaciones en este medio y lo reitero: la gente no debe irse a escondidas y clandestinos como lo han hecho más de cuatrocientas personas cada día en los últimos años.
Irse en grupos grandes o caravanas permite que eviten las extorsiones de las policías, asaltos, violaciones, secuestros, asesinatos y otro tipo de agresiones.
Durante el mandato de JOH la cancillería ha repatriado mil seiscientos cadáveres de migrantes y en todas las morgues de la ruta migratoria hay cuerpos de hondureños y hondureñas esperando ser traídos a sus familiares.
Otros miles de compatriotas murieron y quedaron disecados en el desierto, devorados por las aves de rapiña en alguna vereda o enterrados en una fosa clandestina.
Asimismo, es seguro que entre los que las autoridades han enterrado en México como desconocidos hay muchos de Honduras.
En este espacio sugerí también que no se vayan a escondidas y opten mejor por presentarse ante las autoridades de México para pedir refugio. Ese es un derecho internacional del cual puede hacer uso las personas que sientan amenazada su vida, por cualquier razón, en el país donde reside y solicita protección en otro donde cree que estará a salvo.
Nunca he incitado a cometer ningún delito. Si he orientado y acompañado a los trabajadores y a los migrantes para que conozcan y defiendan sus derechos. ESO NO ES NINGUN DELITO.
Están criminalizando a los migrantes y quieren meter presos a quienes son solidarios con quienes huyen.
Dar comida, medicina, albergue o facilitarles moverse en el camino TAMPOCO ES DELITO. Eso es un acto humanitario que no le produce lucro a quien lo hace, nada más la satisfacción de comportarse como ser humano con su prójimo. A estas personas de buen corazón hay que agradecerles; pero el gobierno pretende llevarlos a los Tribunales.
LA UNICA MANERA QUE PUEDEN LLEVARME A LA CÁRCEL ES INVENTANDO PRUEBAS O SIMPLEMENTE ABUSANDO DE SU AUTORIDAD. AMBAS COSAS SE QUE SON CAPACES DE HACERLO.
Agradezco la solidaridad brindada y les pido que me sigan acompañando, dentro y fuera de Honduras, en esta lucha contra la injusticia.
POR EL DERECHO A AYUDAR A LAS PERSONAS A DEFENDER SUS DERECHOS.

Otra multitud de migrantes hondureños se encamina a la frontera de México

Por: Redacción CRITERIO redaccion@criterio.hn
Tegucigalpa.-La caminata masiva de ciudadanos -en su gran mayoría- hondureños que huyen de la miseria e inseguridad, salió el martes del sur de Guatemala en busca de unirse a sus compatriotas que avanzan por México camino a Estados Unidos.
El segundo grupo de la llamada Caravana de Migrantes, que salió desde Honduras, se acerca a territorio mexicano después de haber pasado por Guatemala. El recorrido también pretende llegar a  Estados Unidos (EE.UU.). 
Se han contabilizado alrededor de 2.000 nuevos migrantes, quienes se dirigen a pie a la zona fronteriza entre Guatemala y México.
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Hasta el momento se estima que al menos 6.000 migrantes centroamericanos han entrado a México. Alrededor de 1.200 personas de nacionalidad hondureña han solicitado refugio en tierra azteca y otros 366 ciudadanos han solicitado regresar a su país.
La caravana retomó su camino la noche del sábado, desde la localidad de Esquipulas, al este de Guatemala, logrando sortear la frontera de Agua Caliente. 
Por otra parte, voceros del Gobierno de México han puntualizado que no permitirán el ingreso a su territorio a aquellas personas que no cumplan con las determinaciones fronterizas.
“Están cerrando las fronteras y nosotros abogamos por el derecho humano de migrar. Los Gobiernos deben respetar la libre circulación”, puntualizó el director de la Casa del Migrante, el sacerdote Mauro Verzeletti.
Asimismo, el religioso alegó que se encuentran atentos a las necesidades urgentes que estos nuevos migrantes pudiesen presentar al ingresar a tierras guatemaltecas.
“Estamos más preparados para la emergencia y aquellos que llegarán, también serán atendidos”, dijo Verzeletti.
El éxodo de hondureños, que busca llegar a los Estados Unidos, inició el sábado 13 de octubre en la ciudad de San Pedro Sula con cerca de 1.200 personas. Sin embargo, en su recorrido se unió una multitud de al menos 6.000 ciudadanos. Las autoridades mexicanas contabilizan que suman ya al menos 14,000 hondureños que intentan cruzar la frontera mejicana.

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El éxodo de hondureños ha generado amenazas de Donald Trump sobre la suspensión de las ayudas a los países del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras).

Dos estrategias para la caravana del migrante

Después de una jornada de puertas cerradas en la frontera entre Guatemala y México, decenas de migrantes cruzan la frontera a través del río. El domingo iniciaron una nueva etapa. Confían en que el Gobierno de Enrique Peña Nieto acceda a una mesa de negociación.
Una migrante trata de escalar el puente que cruza el río que une México con Honduras.REUTERS/Edgard Garrido
Una migrante trata de escalar el puente que cruza el río que une México con Honduras.REUTERS/Edgard Garrido
La caravana migrante sigue camino hacia Estados Unidos dividida entre dos estrategias y con bajas que deciden retornarse a Honduras. El fin de semana ha sido intenso en la frontera entre Tecún Umán, el último municipio de Guatemala, y Ciudad Hidalgo, la primera ciudad de México. Se ha pasado de la confianza a la euforia, de ahí a la decepción, desesperación y, por último, esperanza ante nuevas oportunidades. Centenares de hondureños han cruzado el río Suchiate, que divide los dos países, y se han convertido en irregulares a los ojos de la migración mexicana. Al mismo tiempo, otro nutrido grupo se mantiene firme en el puente, convertido en campo de refugiados y símbolo del éxodo centroamericano.
“Pedimos a los mexicanos que nos echen una mano, que no nos dejen, y al Gobierno, que no pare la caravana, que no venimos a robar, que buscamos un futuro para nuestros hijos. En Honduras está fea la cosa. Hay mucha sangre, hay masacres. No hay trabajo. Por eso la mayoría se dedican a robar. Jorge Alfredo Padilla López, de 38 años, procedente de San Pedro Sula, se encuentra en la plaza central de Ciudad Hidalgo. Hay ambiente de fiesta. Un respiro después de la tensión acumulada. Reitera las razones que le han traído aquí: imposibilidad de encontrar empleo, una familia a la que alimentar, la violencia, terrible, que paraliza.
A su alrededor se reparte comida, se han instalado esterillas y mantas en el suelo, el grupo se prepara para pasar la noche al raso. Todos los que se encuentran en esta plaza han cruzado a través del río. Solo existe otra fórmula para cruzar, y es cumplir con las reglas migratorias del Gobierno mexicano. Quienes acatan y tienen suerte, porque apenas 300 cruzaron el sábado, tienen que registrarse y subirse a un autobús. Este les traslada hasta la Estación Migratoria Siglo XXI, en Tapachula, a 50 kilómetros de Ciudad Hidalgo. Ahí son nuevamente registrados y se comprueba sus papeles. Dispondrán de 45 días, ampliables a otros 45 días más, para solicitar asilo o una visa humanitaria. Un proceso sobre el que pende la amenaza de la deportación. Por eso la mayoría se resiste a subir a los buses.
La víspera fue jornada de caos y decepción. Tras romper la barrera policial y la verja migratoria, una masa de hombres entrados en años, madres con sus hijos, adolescentes lampiños y jóvenes en edad de trabajar se apelotona ante la verja. Decenas de policías impiden el paso. Durante todo el trayecto de la caminata se repetía un interrogante: ¿qué hará el Gobierno de Enrique Peña Nieto? ¿Permitirá el ingreso de los migrantes o cerrará sus puertas? La respuesta vino en forma de gases lacrimógenos lanzados en puente en el que miles de personas se agolpaban para cruzar a México.
La policía de Guatemala trate de evitar el paso de migrantes hondureños a México. - REUTERS
La policía de Guatemala trate de evitar el paso de migrantes hondureños a México. - REUTERS

Ahí comienza la desesperación.

Desesperación es ver a un joven que salta desde un puente al río para cruzar a la otra orilla porque ha perdido la esperanza de que le abran las puertas. Desesperación es el rostro de una mujer que emerge entre los antidisturbios, llorando, con su hijo colgado de su cuello.
Por eso, tras aguardar durante 24 horas en el puente y ver que nada avanza, muchos han optado por buscar un subterfugio, que es donde les ha empujado una política migratoria que excluye a muchos de los que llevan días marchando. Por ejemplo, para ser registrado necesitas tener carné de identidad o pasaporte. Pero hay muchos de los que marchan que carecen de cualquier documento legal. Otros, sin sufrir ese problema, no se fían. Creen que los autobuses que les reciben al otro lado de la frontera son un pasaje para la deportación. Entre ellos se encuentra Cesar Armando Rodríguez, de 42 años. “Vengo porque no aguantamos la pobreza en Honduras”, dice. Viaja en una de las balsas que cruza diariamente el Suchiate. Son embarcaciones hechas de neumáticos y madera que, por un precio irrisorio, te cruzan al otro lado, sin pasar por aduana alguna. Este no es un camino nuevo. Suele utilizarse para el paso de mercancías entre México y Guatemala, pero son miles los migrantes que se embarcan antes de iniciar el largo y peligroso camino que debería llevarles hasta Estados Unidos.
Por la mañana, goteo incesante de barcas. A mediodía, parece un desembarco masivo. Hasta la fecha, parecía que lanzarse al agua era una estrategia ajena a la caravana. Hasta que, a mediodía, aparece David López, activista de Pueblos Sin Fronteras y uno de los coordinadores de la marcha. Megáfono en mano y calzando un peto verde, llama a las decenas de migrantes que acaban de llegar y comienza una marcha hacia el centro de Ciudad Hidalgo. “Sí se puede”, claman los migrantes, satisfechos por haber dado un paso más. En ese momento, la plaza es una fiesta y, por unos instantes, se olvida del gas lacrimógeno, el hacinamiento, las ampollas en los pies. De lo que no se olvida uno es de las razones que le llevan a emigrar. Reina Lizet Fuentes Cruz, de 20 años, recuerda: “Donde nosotros vivimos no hay trabajo, hay muchas necesidades, buscamos una vida mejor”. Ha venido con sus dos hijas, que no levantan un palmo del suelo. Imaginen la escena. La joven, muy delgada, con mochilas donde carga mudas y la ropa de las niñas, cruza en una precaria balsa un río de agua marrón que viene crecida. Cualquier movimiento en falso es el desastre. Otros, por ahorrarse el euro que cuesta el trayecto, prefieren realizarlo a nado. Como Darwin José Juárez Calles, de 19 años, de Santa Bárbara, que dice que tampoco es para tanto, que no está especialmente hondo y que la escasez obliga a ahorrar. Puestos a gastar, prefiere hacerlo en comida.
La jornada del sábado es la del surgimiento de los petos verdes, voluntarios mexicanos que quieren ayudar a los migrantes a cruzar. Ellos colaboran en la celebración de asambleas. En la primera de hoy se ha escogido una representación de diez caminantes, cinco hombres y cinco mujeres. En la segunda, se ha tomado una determinación. El domingo a las 7 de la mañana (las 3 de la tarde en España) saldrán hacia Tapachula, que es el próximo punto de encuentro. Antes intentarán convencer a los rezagados, los que se han quedado en el puente, de que cruzar legalmente no es buena opción a corto plazo. Cuando cae la noche, cientos de hondureños gritan desde la orilla a los compatriotas que se mantienen fuertes en el puente. Les avisan que van a seguir adelante, con ellos o sin ellos.
Migrantes hondureños que tratan de alcanzar EEUU, subidos a un autobús a su paso por la capital de Guatemala. REUTERS/Edgard Garrido
Migrantes hondureños que tratan de alcanzar EEUU, subidos a un autobús a su paso por la capital de Guatemala. REUTERS/Edgard Garrido
El anuncio genera zozobra al otro lado de la frontera. Hay quienes, como Marvin, uno de los pocos salvadoreños en el grupo, cree que es un error. Que saltarse la ley los deja vulnerables. Que México es país peligroso, con diversos grupos delictivos, entre los que se encuentran varias policías, que convierten a los migrantes en sus víctimas. Él opta por quedarse. Cree las palabras del otro lado que dicen que, a partir del lunes, el registro será más fácil.
La otra cara de la moneda es la plaza de Ciudad Hidalgo. Rodrigo Abeja, uno de los coordinadores, explica la hoja de ruta: salir caminando hacia Tapachula y confiar en que el Gobierno acceda a mantener una mesa de diálogo con ellos. El mismo gobierno que ha reiterado que si entraban sin respetar los procedimientos serían deportados.
Cruzar Guatemala era, probablemente, la parte más sencilla del trayecto. Al final, todos los centroamericanos tienen derecho a transitar libremente entre Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Honduras. Esto es otra cosa. Está la amenaza de ser expulsados, pero también la del crimen organizado. Hasta ahora, la caravana solo se mantiene unida en los albergues, ya que muchos de sus participantes hacen autostop o suben al primer camión que se lo permite para evitar más horas de caminata. Esta por ver si la estrategia funciona en México.
Solo un pequeño grupo ha desistido. El domingo, al menos 400 personas secundaron el llamamiento del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, y subieron a los buses habilitados para regresar a su país, el mismo que hace una semana querían abandonar a toda costa. Se sienten agotados, algunos enfermos. Como Beyron, de 21 años y de San Pedro Sula, que ha decidido dar la vuelta porque su abuela está enferma. “Padece de la tensión y con el viaje lo está pasando muy mal”, explica, cabizbajo. No descarta volver a intentarlo en el futuro. Ya lo hizo hace dos años y fue deportado de México. Como hace dos años, como ahora y como previsiblemente ocurrirá en el futuro, las razones que han forzado el éxodo centroamericano, la pobreza y la violencia, no han cambiado. Como ejemplo, las marchas que, siguiendo la estela de la primera de las caminatas, se preparan en Honduras y El Salvador. El éxodo centroamericano está muy lejos de cerrarse.

La caravana migrante: hondureños huyen del Tratado de Libre Comercio


Aun cuando la prensa corporativa ha propalado una narrativa catastrófica respecto a la situación migratoria venezolana, queda claro por enésima vez su doble rasero. Mientras la emigración de venezolanos es vinculada a una crisis humanitaria, no se establecen categorías similares ante los eventos que suceden en Honduras y otros países de la región, donde parte importante de la población empobrecida escapa de las condiciones impuestas por las políticas neoliberales, muy parecidas a las que se imponen a Venezuela por la vía del asedio y el boicot económico.

¿Qué es "La caravana migrante"?

Desde hace más de una década en Honduras se evidencia cómo la acción del poder económico globalizado deteriora las condiciones de vida de sus habitantes.
El pasado sábado 13 de octubre arrancó su travesía una movilización llamada "La caravana migrante", entre 1 mil 600 y 2 mil hondureños marchan desde la localidad de San Pedro Sula al norte del país centroamericano, viajan con el propósito de cruzar la frontera hondureña hacia Guatemala, atravesar ese país y llegar hasta México. La primera escala sería en la ciudad mexicana Tapachula, en el sureño estado Chiapas, donde solicitarían refugio o una visa humanitaria para recorrer unos 4 mil kilómetros hacia la frontera norte con Estados Unidos.
La marcha fue convocada a través de redes sociales y cientos de personas procedentes de varios departamentos de Honduras acudieron al llamado. Muchos de estos migrantes no llevan comida, ropa ni dinero, y aducen que quieren llegar a Estados Unidos por la inseguridad y falta de oportunidades de trabajo en su país. Algunos de ellos se han desmayado y han requerido atención médica.

Honduras en el deterioro

A causa de las políticas económicas del gobierno hondureño, elegido bajo fuertes acusaciones de fraude por parte de la oposición, la situación económica de este país se deteriora causando una migración forzada. Tales políticas tienen como eje conductor los Tratados de Libre Comercio (TLC) que Honduras y otros países centroamericanos han firmado con Estados Unidos y Europa.
Recientemente el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) informó que el 77% de niños hondureños se encuentran en estado de pobreza y desnutrición. Asegura su representante, Mark Connolly, que los casos siguen siendo muy "complejos" aun cuando ha habido avances como las jornadas de vacunación y la disminución de homicidios.
Se ha indicado que 6 de cada 10 niños indígenas y afrodescendientes no asisten a la escuela, y que los registros de mortalidad infantil son los mismos del año pasado. Esto último evidencia que no se hace mucho por resolver dicha situación crítica.
Tal es la situación de migración forzada en dicho país que, durante su participación en la 73° Asamblea General de la ONU, el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández Alvarado, pidió a este organismo multilateral que interviniera para que 120 niños hondureños que restan en la frontera de Estados Unidos con México puedan ser reunidos con sus familias.
Señaló que esta situación denigra a los menores que se encuentran en centros de detención y que los priva del "derecho tan básico" y "fundamental" para su desarrollo como lo es la unidad familiar.

¿Cómo los Tratados de Libre Comercio forzan la migración?

Los TLC de países centroamericanos como Honduras han sido rechazados por líderes de movimientos sociales como La Vía Campesina. Los intereses comerciales de las grandes corporaciones transnacionales tanto de Estados Unidos como de Europa priman sobre las pequeñas economías de la región centroamericana.
Por ejemplo, el volumen comercial de cada una de las 25 naciones europeas es significativamente muy superior a la de los cinco países centroamericanos, por lo que éstos corren con una gran desventaja en cualquier tipo de negociación.
En el caso del TLC con Europa, firmado en 2011 por la Unión Europea, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, se ha incluido el concepto de asociatividad en el que, por ejemplo, los productores agrícolas centroamericanos compiten contra la producción subvencionada de los agricultores europeos.
El caso del TLC de Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos (DR-Cafta), firmado en 2004, ha sido negativo debido a que el balance comercial ha sido más beneficioso para la nación del norte. Aun cuando Honduras ha llegado a ser el país con mayor volumen exportado hacia esa nación, las estadísticas no muestran que muchos de los trabajos nuevos en las maquilas de las empresas transnacionales que han sido creadas en Centroamérica por los incentivos bajo el DR-Cafta son peligrosos y sobreexplotan al trabajador.
Esto ha significado un empeoramiento de las condiciones de salud laboral, el deterioro de los salarios y la seguridad social de las personas, dejándolas expuestas a las necesidades de las empresas y violando los derechos laborales con la complicidad de los gobiernos.
Los datos públicos tampoco presentan la realidad de ciudadanos cuyas familias han trabajado sus parcelas en el campo por generaciones de una manera sostenible, pero ahora tienen que buscar trabajo en las maquilas por falta de otras opciones, mucho menos explican que la tasa global de desempleo ha bajado mientras que ha aumentado casi al mismo nivel en el sector agrícola. Miles de personas han tenido que emigrar a México o Estados Unidos para buscar trabajo porque no se puede ganar lo suficiente para vivir en el campo ni sostener una familia; esta situación se agudiza con el cambio climático.
Como mecanismo hegemónico y empobrecedor que perpetúa una desigualdad ya alarmante en asistencia médica, el DR-Cafta permite que cualquier restricción de patente a un medicamento existente en los Estados Unidos pueda extenderse por 20 años en el país co-firmante, creando un monopolio más amplio y extendiendo el tiempo de espera para la generación de medicamentos genéricos a la población a quienes, en el caso de Honduras, apenas se les puede proporcionar.

El derecho a la migración y sus beneficiarios

El rechazo a "La caravana migrante" por parte de los gobiernos involucrados (Honduras, Guatemala, México y Estados Unidos) ha sido casi al unísono, han advertido que no permitirán el ingreso irregular de los hondureños que van en la caravana. En particular el mismo presidente estadounidense, Donald Trump, ha emitido amenazas contra Honduras por dejar salir a los migrantes de sus fronteras.
Ya en abril pasado Trump amenazaba a Honduras de la misma manera, enviando un mensaje a la población hondureña en el que advertía que debían detener su intención de llegar a Estados Unidos, además exhortaba al congreso estadounidense a actuar con prontitud al respecto.
"La gran caravana de gente de Honduras, que ahora viene a través de México y se dirige a nuestra frontera de las 'leyes débiles', es mejor que se detenga antes de que llegue allí. La 'vaca lechera' del NAFTA está en juego, al igual que la ayuda extranjera a Honduras y los países que permiten que esto suceda. ¡El Congreso debe actuar ahora!", anunció Trump en aquella oportunidad.
Sin embargo, se sabe que detrás del "derecho" a la migración hay causas como la asfixia económica por parte de potencias hegemónicas mediante la pauperización de las condiciones de vida de la población.
Por otra parte, y en conexión con lo primero, están los intereses de países grandes de tener mano de obra extranjera y barata con la cual, no mantener ningún tipo de compromiso formal, es parte del neoliberalismo instalado en Estados Unidos y sus satélites.
Desde otro ángulo, tras el "derecho" a migrar se mueven intereses económicos que buscan legitimar la esclavitud, movilizando y negociando con mano de obra que, antes de llegar al destino, es vendida al mejor postor.
Redes entre América Central y Estados Unidos negocian con indocumentados que procuran el sueño americano. Esta quimera tiene un costo: morir en el desierto de Arizona o ahogarse en Río Grande. Aparte de diseminar entre 5 y 10 mil dólares en cadenas de complicidad con autoridades fronterizas, está el riesgo de ser violado, secuestrado, desaparecido o esclavizado por estructuras del narcotráfico que se disputan el control del territorio con bandas de coyotes.
Las cárceles estadounidenses donde detienen a los migrantes ilegales son otro negocio. Durante 2017, la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) detuvo un promedio diario de algo más de 38 mil personas; más de la mitad de ellos permanecen en cárceles privadas. Se trata del sistema de detención de migrantes más grande del mundo y reporta ganancias exorbitantes a empresas privadas que la manejan porque el gobierno federal debe pagar por cada preso.

Oligarquía hondureña: ni responsabilidad ni patriotismo

En el marco de la política migratoria que la Administración Trump ha determinado, sus funcionarios manifestaron: "Estamos seriamente preocupados por la caravana de migrantes que viaja al norte desde Honduras, con falsas promesas de ingresar a los Estados Unidos hechas por aquellos que buscan explotar a sus compatriotas. Los Estados Unidos hacen cumplir vigorosamente sus leyes de inmigración".
Las élites económicas y políticas de Honduras han declarado a través del gobierno que "este es un momento crucial para actuar con responsabilidad y patriotismo". Sin embargo, esa misma élite se ha negado a dirigir su economía hacia derroteros fuera del saqueo neoliberal.
Y es que la política comercial de Trump ha colocado en la palestra el cuestionamiento a los TLC, abriendo incentivos a su rediseño y a nuevos reacomodos en las formas de intercambio comercial.
Pese a que el TLC es la principal causa de la migración forzada en Honduras, sus élites optan por defender el consenso global del libre comercio antes que dar dos pasos atrás y replantear su relación económica con Estados Unidos, aprovechando el ánimo proteccionista del presidente Trump, para así recuperar puestos de trabajo y reanimar sectores productivos en el país centroamericano.
Paradójicamente, Trump le ofrece un espacio de negociación a la élite hondureña para replantear el TLC que potencia la migración, a lo que ésta ha respondido con una defensa a ultranza de la expoliación del libre comercio.
Los gobiernos de países periféricos que buscan "salvar" sus economías individualmente mediante tratados que hipotecan el futuro próximo de sus países, terminan haciendo daño a las economías locales y a la gente, promoviendo más migración y aumentando las desigualdades económicas que ya existen por toda la región.

Las 3 razones por las que los hondureños abandonan su país

Publicado: 25 oct 2018 12:26 GMT | Última actualización: 25 oct 2018 14:08 GMT - RT
Las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, afirmando que en la caravana de migrantes viajan "desconocidos de Medio Oriente" están muy alejadas de la realidad que se vive en Honduras.
Las 3 razones por las que los hondureños abandonan su país
Migrantes centroamericanos de una segunda caravana en Chiquimula, Guatemala, 23 de octubre de 2018.
Luis Echeverria / Reuters
El presidente de EE.UU., Donald Trump, señaló que en la caravana de migrantes centroamericanos, que se dirige territorio a estadounidense y que actualmente atraviesa México, hay "desconocidos de Medio Oriente". Aunque el mandatario luego confesó que no tiene "pruebas" de ello.
Por su parte, el vicepresidente Mike Pence, siguiendo el mismo discurso, consideró "inconcebible" que no haya árabes entre los integrantes de la marcha.
Tyler Houlton, secretario de prensa del Departamento de Seguridad Nacional, aseguró que junto a los hondureños viajan ciudadanos de "Medio Oriente, África, Asia meridional y otros lugares"; además, que pueden confirmar que "hay individuos dentro de la caravana que son miembros de pandillas o tienen historias criminales significativas".
Sin embargo, estas afirmaciones del Gobierno estadounidense están muy alejadas de la realidad que viven los ciudadanos en este país centroamericano. 

Las razones para abandonar su país:

La caravana está encabezada principalmente por hondureños, que iniciaron la marcha el pasado 13 de octubre en San Pedro Sula, ciudad cercana a la frontera con Guatemala. No obstante, en el camino se han unido guatemaltecos, salvadoreños e incluso nicaragüenses.
'No nos vamos porque queremos, nos expulsa la violencia y la pobreza', fue el lema con el que se concentraron los miles de hondureños en San Pedro Sula, antes de partir, provenientes de distintos departamentos del país, donde fueron convocados por redes sociales, principalmente, para participar de la "caminata migrante".
Migrantes centroamericanos continúan su viaje en Tapachula, México, 22 de octubre de 2018. / Ueslei Marcelino / Reuters
"Los migrantes seguirán marchándose desde Honduras hacia los EE.UU. porque la realidad en que viven de falta de oportunidades, pobreza y violencia es mucho mas fuerte y peligrosa que los terribles riesgos que les esperan en el camino", dice el periodista y exdiputado hondureño Bartolo Fuentes, quien denuncia que "para colmo, a quienes protestan y exigen cambiar la situación del país son reprimidos, perseguidos, encarcelados o asesinados a bala viva en las protestas por los militares".

1. Pobreza y empleos informales

De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Honduras tiene la tasa de pobreza más alta de la región, con el 65,7 % de su población en esa situación en 2016; de ellos, el 42,5 % se situaba en extrema pobreza.
Según el Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH), con base en datos de la Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples (EPHPM) del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2017, el 68,8 % de la población, algo más de 6 millones de ciudadanos, estaba en condición de pobreza; el 44,2 % de esa cantidad, casi 4 millones de personas, se registró en pobreza extrema.
El FOSDEH denuncia, además, que los pobres financian sus propios programas de asistencia. Este foro recuerda que, en diciembre de 2013, el Congreso hondureño aprobó un aumento del 12 al 15 % del Impuesto Sobre Ventas; el diferencial del 3 % se destinó directamente a programas de asistencia social, y en particular al programa 'Vida Mejor', impulsado por el presidente Juan Orlando Hernández desde enero de 2014, que incluye unos bonos que buscan paliar la pobreza en el país.
En junio pasado, el director del Observatorio del Mercado Laboral (OML) dijo, de acuerdo a Hondudiario, que en Honduras hay alrededor de 270.000 desempleados por año.
Sin embargo, el director ejecutivo de la Asociación Nacional de Industriales de Honduras (ANDI), Fernando García, precisó, según recoge América Radio, que solamente alrededor de 700.000 personas tienen empleo formal, de las más de 6 millones que conforman la población económicamente activa. El resto está subempleado o con empleos informales.

2. "Corrupción y exclusión"

"La emigración forzada" en la actualidad se debe a "la inseguridad y la exclusión económica traducida a falta de empleo, de oportunidades, de pobreza y de miseria", dice en un comunicado el Instituto Universitario Democracia, Paz y Seguridad de la Universidad Autónoma de Honduras.
Migrantes centroamericanos hacen cola en la frontera de Guatemala y México, 23 de octubre de 2018. / Ueslei Marcelino / Reuters
En el texto señalan que en la últimas cuatro décadas, quienes han gobernado "vendieron bienes del Estado, unos subvaluados y otros llevados a la quiebra de forma intencionada para favorecer a diferentes grupos de poder" o "privatizaron o desaparecieron empresas del Estado [...] todas dedicadas al desarrollo incluyente".
Además, denuncian las concesiones a empresas privadas de "aeropuertos, puertos, carreteras"; compañías a las cuales se les aprobó un régimen de "exoneraciones" de impuestos.
"La corrupción y la impunidad también son responsables de la pobreza y la exclusión", enfatizan en el documento, denunciando "quiebras de los sistemas de previsión social" y "corrupción en el sistema de salud", por ejemplo.

3. Violencia

"Actualmente Honduras es uno de los países que no está en guerra más violentos del planeta", dice un texto de InSight Crime, organización de investigación especializada en crimen organizado en América Latina y el Caribe.
De acuerdo al Boletín 48 del Observatorio de la Violencia la Universidad Autónoma de Honduras, en 2017 se registraron:
  • 3.866 homicidios en el país.
  • Un promedio de 11 homicidios diarios.
  • La tasa nacional fue de 43,6 muertes violentas por cada 100.000 habitantes.
  • Fueron 1.284 homicidios menos que en 2016, cuando se registraron 5.150 asesinatos.
Según este instituto, los niños, adolescentes y jóvenes son las mayores víctimas de la violencia. De enero de 2010 a mayo de 2018, se registran 26.714 muertes violentas de niñez y juventud, de los cuales el 1,8 % (489 víctimas) eran niños y niñas y el 98,2 % eran jóvenes en edades de 12 a 30 años.
Las fuerzas de seguridad guatemaltecas vigilan la frontera con Honduras, 23 de octubre de 2018. / Luis Echeverria / Reuters
De acuerdo a InSight Crime, la violencia en Honduras "es perpetrada por organizaciones criminales transnacionales, grupos locales de tráfico de drogas, pandillas y miembros corruptos de las fuerzas de seguridad, entre otros actores" y "afecta desproporcionadamente a las personas de las zonas pobres y marginales", que son los que actualmente marchan hacia EE.UU.
Las bandas criminales con mayor peso en Honduras, al igual que en El Salvador y Guatemala, son la Mara Salvatrucha o MS-13 y Barrio 18, que suelen ser una amenaza para los jóvenes, a quienes buscan reclutar para unirse a sus filas.
Por lo pronto, esta no promete ser la única caravana hacia EE.UU. Este miércoles se supo que otros 1.500 hondureños atraviesan Guatemala, según el diario guatemalteco República; y en el Salvador, organizan, en una página de Facebook, una caminata similar, bajo el lema 'El Salvador emigra por un futuro mejor', espacio que ya ha ganado 1.745 adeptos.
Edgar Romero G.

Una marea humana que avanza huyendo del hambre y la violencia

una marea humana
Escenas como estas son repetitivas en la caravana de migrantes.
Por: Emy Padilla emypadilla@criterio.hn
Tegucigalpa.-El hambre generada por la pobreza ante el desempleo y la incertidumbre por la inseguridad, ha orillado a decenas de familias hondureñas a migrar junto a sus pequeños hijos hacia el norte; unos en busca de un refugio en México y otros que intentarán brincar las políticas migratorias de acero de Donald Trump.
Las historias son desgarradoras y conmovedoras que calan en lo profundo de los sentimientos de cualquier ser humano, que escucha las razones que ha obligado a esta marea humana a marcharse de su terruño en busca de paz y mejores condiciones de vida.
La precariedad tocó la puerta en el hogar de los Barrera, Zúniga y los Gómez en Puerto Cortés. El no tener los suficientes recursos económicos para cubrir sus necesidades básicas hizo que esta familia se alistará y se uniera a la caravana de migrantes que este sábado partió de la ciudad de San Pedro Sula.
La caminata inició en San Pedro Sula con un estimado de 1.200 personas, entre ellas un aproximado de 200 niños, pero a su salida en la frontera de Agua Caliente en Ocotepeque, ya iban más de 3.000. Esta es una nueva oleada de hondureños, ya que a finales de marzo salió otra expedición que alborotó el discurso racista de Donald Trump.
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La nueva peregrinación ha provocado la emisión de un sin número de comunicados: las cancillerías de México y Guatemala, advirtiendo de posibles engaños hacia los migrantes y de las reglas y leyes migratorias para pedir asilo o cualquier trato de refugiado. La embajada estadounidense en Tegucigalpa, diciendo que “la situación en Honduras ha mejorado notablemente, y esta tendencia solo continuará si sus ciudadanos permanecen e invierten su extraordinario potencial aquí”, y por su parte el gobierno hondureño ha insinuado que detrás de la caravana hay intereses políticos.

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Los señalamientos y advertencias no han detenido a la marea humana que se mueve firme y avanza en su propósito, alegando que ya no quiere seguir viviendo en Honduras; la mayoría porque no encuentra empleo, otros porque lo que ganan no les ajusta cuando llega el fin de mes, y otros emprendedores, porque son perseguidos por las maras y pandillas.

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¿CÓMO INICIA EL ÉXODO?
La migración masiva inició con una convocatoria en las redes sociales por parte del periodista y dirigente del movimiento progresista de la zona norte de Honduras, Bartolo Fuentes, que invitó a unirse en una caravana. Fuentes, quien es exdiputado del opositor Partido Libertad y Refundación (Libre), dijo que hizo la invitación al ver que a diario cientos de hondureños emprenden de manera aislada la ruta migratoria, según él, incrementando el riesgo de ser violentados y agredidos.
https://criterio.hn/2018/10/14/embajada-de-ee-uu-advierte-que-ellos-hacen-cumplir-sus-leyes-de-migracion/
El periodista y dirigente social, Bartolo Fuentes, reunido el viernes en la central metropolitana de transporte de San Pedro Sula con los primeros migrantes que llegaron al punto de reunión.
“La idea es llegar hasta Tapachula, esto es 25 kilómetros adentro de México, después de pasar Guatemala, en esta ciudad hay consulado de Honduras, esto facilita cualquier trámite puesto que van a solicitar refugio”, expresó Fuentes, quien explicó que el refugio es un derecho que tiene todo ciudadano que siente que está en riesgo en el país en que reside y pide que otro país lo acoja o lo proteja”.
Fuentes lamentó que a los migrantes se les vea como delincuentes porque a su juicio no lo son, pues simplemente son seres humanos luchadores que por el hambre y la inseguridad ya no pueden seguir viviendo en Honduras.
Durante la caravana e marzo y abril pasado, el gobierno de México otorgó 650 visas humanitarias.
DEL PUERTO  A LA CARAVANA
Con su voz entrecortada (31) un joven padre de familia que partió junto a su esposa Adanelia Barrera (29) y sus pequeños hijos, Suany Gómez (9), Bridget Gómez (8) y Jhaddiel Gómez (5), nos contó las razones por las que decidió irse de su casa en Chameleconcito, un barrio de Puerto Cortés, al norte de Honduras. Gerardo se va con la intención de llegar a Estados Unidos, aunque no tiene una dirección o destino definido.
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Gerardo Gómez
Bajo una nube rodeada con destellos de energía solar, poco común en los cielos, Gerardo se acomodaba en el césped de la central metropolitana de transporte de la ciudad de San Pedro Sula y punto de reunión de los migrantes desde el viernes a tempranas horas del día, bajo el típico y sofocante calor de la llamada ciudad de Los Zorzales, que arreciaba con una temperatura de 33 grados centígrados.
El joven padre de familia de tez trigueña y contextura un poco gruesa, cruzó sus piernas y ajustó sus jeans al sentarse en la yerba, dispuesto a narrar su trayectoria de vida. Nos contó que tiene cinco años de no tener un trabajo formal. Ahora le hace de todo.  Chapea solares, pero cree que nadie lo contrata por su edad, pese a que todavía es un hombre joven. y porque apenas cursó el sexto grado de la educación básica.
“Es difícil para nosotros que somos seres humanos, que somos hondureños, dejar nuestra patria, nuestra tierra, en busca de un mejor futuro para nuestros hijos”, dijo Gerardo, mientras su esposa le susurraba al oído que la violencia es otro factor que los obliga a migrar.
una marea humana
Los niños se divierten haciendo trozos de papel de un periódico.
Llegaron las 3:38 de la tarde cuando Suany, Bridget y Jhaddiel, los tres hijos de Gerardo y Adanelia, se disputaban junto a su primo Sneider (4) unas hojas de papel periódico. Las tiraban al aire, se carcajeaban, denotando su inocencia y el desconocimiento del por qué se encontraban en el lugar y para dónde irían en las próximas horas.
Mientras Gerardo se lamentaba del infortunio de ser pobre y vivir en un país tan inseguro y sin probabilidades de subsistencia para sus hijos, porque a veces cuando tiene suerte de encontrar un trabajo lo que gana son 200 lempiras y cuando mucho 250. Su compañera de hogar, Adanelia nos resumía que nunca ha trabajado fuera de casa, pues sus funciones giran alrededor de su familia, cuidando a tiempo completo a sus tres niños.
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Adanelia juega con sus hijos y sobrinos, mientras juntos esperan la hora cero de la peregrinación.
“Mi deseo es sacar adelante a mis hijos porque aquí no hay oportunidades para nadie”, exteriorizó Adanelia, quien por la situación de pobreza en su hogar solo logró cursar hasta el octavo año de la educación básica.
Gerardo y Adanelia exponían sus interioridades, cuando de repente la vos de Fredy Jonathan Zúniga (30) se interpuso en la conversación de sus familiares y dijo: —Mire—el gobierno se ha olvidado de la gente, nosotros somos de un lugar de Puerto Cortés y ahí no se ve nada, nada, de nada de apoyo del gobierno.
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Pese a la zozobra del viaje, Jonathan no perdió la sonrisa y su actitud positiva ante la vida. Al frente lo observa su concuño, Gerardo.
“Allá en el Puerto uno ve a un montón de güirros (jóvenes) haciendo nada, porque no hay chamba (trabajo) pese a que dicen que es principal puerto de Centroamérica”, decía Jonathan, quien vivió en los Estados Unidos por varios años. Se fue cuando tenía diez años, al paso del tiempo al llegar a la adolescencia lo deportaron y posteriormente  se casó con Martha Barrera (21) con quien ha procreado a Sneijder Zúniga (4) y a Neythan Zúniga (1), sus acompañantes de viaje que desde el viernes dejaron su casa de la colonia Nuevo Horizonte de Puerto Cortés.
El joven se graduó de bachiller en computación, pero desde hace un año que se le venció un contrato laboral en un call center, ubicado en un edificio comercial de San Pedro Sula, no ha vuelto a tener un trabajo formal. Para sobrevivir, se ha dedicado en los últimos meses a hacer traducciones al idioma inglés, el que aprendió cuando vivió en la nación del norte, pero los pagos son mínimos porque quienes requieren de sus servicios son estudiantes que ocupan hacer algunas tareas. A veces, cuando lo buscan, trabaja de ayudante de construcción, comentó.
Jonathan, admitió que su situación no es tan difícil como otras parejas jóvenes que tienen que pagar alquiler de una casa, porque su suegro le ha dado donde vivir y los pocos ingresos que percibe los utiliza únicamente en la comida de su familia.
Ahora mi intención es que mis hijos tengan una vida mejor, que estén en un mejor lugar—me entiende—que tengan otro tipo de sociedad—me entiende—porque aquí miramos en la juventud que no tienen esa libertad de ir a otra parte porque les dicen que no van a salir de ahí. Como hondureños no tenemos esa libertad, de que usted diga quiero ir a tal parte, porque ya le dicen que no puede entrar ahí, manifestó el joven al referirse al terror que han sembrado las maras y pandillas. “Imagínese usted estar en su propio país y no tener esa libertad”, se reprochaba el muchacho.
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Jesús chinea (carga) con ternura a su primito Neythan.
Mientras los demás viajeros seguían llegando a la central de transporte. Nos dirigimos a Irma Barrera (36), madre de Martha (21), Jesús (13) y Carlos Barrera (16). La joven señora dijo que se va de Honduras porque ni para ella ni para sus hijos hay oportunidades para salir adelante. Jesús y Carlos dejaron sus estudios para irse.
La numerosa familia platicaba de sus vivencias en Puerto Cortés, mientras Jhaddiel (5) le decía a su papá que tenía calor y que lo llevara a la playa. En efecto Jhaddiel no sabía para dónde iba, ni dónde estaba. ¡Cree que estamos en Puerto Cortés!, exclamó Gerardo—-su padre—al chinearlo (cargarlo), mientras sonría.
En medio de la confusión del niño, su abuelo don José Eugenio Barrera (60) y suegro de Gerardo expresó sentirse triste porque toda su familia se va del país, dejándolo únicamente con un hijo que se queda con él en casa, esperando noticias sobre el viaje. “Me da dolor en mi corazón ver que mi familia va de camino, pero yo les digo hagan la fuerza en el nombre del Señor porque aquí está duro, aquí hay mucha pobreza”, exteriorizó.
Una marea humana
Don José Barrera compartió con su familia toda la tarde y noche del viernes. El Sábado, al partir la caravana, se despidió con dolor. 
Pese a su tristeza, don José dedicó unos minutos a la confección de un avión de papel, que posteriormente entregó a uno de sus inquietos nietos, que pedía a gritos le hiciera otro para jugar con sus primos y hermanos. En el pasado reciente don José se dedicaba a la elaboración de muebles de madera y a la venta de helados en San Pedro Sula, pero la crisis económica no lo ha favorecido en su negocio y decidió dejarlo. Los sentimientos encontrados se apoderaron del adulto mayor, ya que por un lado desea que su familia llegue a su destino final, y por otro, insistía sentirse triste porque se queda casi solo.
La crisis económica en Puerto Cortés se ha sentido con mayor intensidad durante los últimos 15 años tras el cierre de varias maquilas, que empleaban a centenares de hondureños. Ahora ante la falta de un trabajo formal la mayoría de su población vive de la pesca, pero cuando no es temporada se dedican a la venta de leña. José Barrera dijo que desde que cumplió 45 años no ha vuelto a ser contratado como trabajador. Ahora cuando lo buscan hace fletes con un pequeño troco (carreta), de su propiedad, ganando entre 50 y 100 lempiras por viaje.
ANGUSTIOSA NOCHE
Las horas  pasaban y la angustiosa espera era cada vez mayor. El crepúsculo llegó a la central metropolitana de transporte, los negocios cerraban y salían las últimas unidades del día. La gente se organizaba en bloques de acuerdo a la zona de procedencia. A la numerosa familia Barrera le tocó ubicarse en la parte inicial del sector de abordaje, en el ala derecha. Allí pernoctaron encima de unos cartones. La imagen de la familia de Gerardo y Adanelia impactó porque los tres niños se abrazaban mientras dormían y sus padres los cuidaban en medio del bullicio de los adultos.
marea humana
Así pasó la noche la familia Gómez Barrera
La noche transcurría y de repente apareció Jacinta Isabel Orellana Discua, una maestra jubilada que llegó al lugar a solidarizarse con los migrantes. “Me duele en el alma ver a mis compatriotas que tienen que irse, tener que someterse a saber a qué peligro, solamente porque nuestro país está robado”, gritaba mientras era escuchada con interés por los presentes.
Orellana Discua increpó a los policías y militares que montaban guardia alrededor de los migrantes y les dijo que no entendía porque apoyan a la oligarquía y oprimen al pueblo hondureño.
Mientras miraba a sus lados, la docente concluía que ver a tanta mujer y a tantos niños, huyendo del país como si fueran delincuentes, es una bofetada a la dignidad y una vergüenza para Honduras.
Marea humana
La profesora Jacinta Orellana, advirtió al terminar sus palabras que está consciente que expresarse en dichos términos le puede ocasionar hasta la muerte.
Las palabras de la docente fueron ovacionadas por todos, unos la aplaudían y otros hacían comentarios sobre sus señalamientos. La noche apenas comenzaba y era hora de cenar. Llegaron unas personas a dejar arroz chino—-eran donantes—-pero nadie supo quién los mandó. Otros comían baleadas (comida típica hondureña). Al final casi todos saciaron el hambre.
Además de la comida llegó el joven médico, Pablo Orellana, a atender especialmente a los niños que presentaban catarros, resfriados, y problemas en la piel. Pablo es hijo de la profesora Jacinta y le gusta hacer obras de caridad. En los últimos meses, después de la crisis política de noviembre del año pasado, comenzó a canalizar la donación de medicamentos que envía una hondureña que vive en EE.UU. y se encarga de repartirlos entre los pobres, además de brindarles la consulta médica, su aporte.
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El médico Pablo Orellana, atiende a uno de los niños que se fue en la caravana de migrantes.
Las madres rodearon al doctor y otros curioseaban el escenario, como una pareja de esposos que va en la caravana procedente de una ciudad de la zona norte y que pidió el anonimato porque es perseguida por las maras y pandillas, porque dejaron de pagar el impuesto de guerra (extorsión). Don Martín, un hombre que ya ronda los 60 años, confesó que desde hace varios años no encuentra empleo por lo que decidió comprar un microbús y prestar el servicio de transporte. Fue poco el tiempo que estuvo liberado de la extorsión. Primero le cayó la Mara Salvatrucha, luego la Pandilla 18 y ahora hasta Los Chirizos, que solo operaban en la capital. Y para el colmo, los dueños de las rutas, le comenzaron a cobrar una cuota.
Ante tanta extorsión, don Martín decidió guardar el microbús y de inmediato comenzó a ser amenazado por los mareros y pandilleros. Fue así que decidió unirse a la caravana y emprender el viaje junto a su esposa una mujer alta y de contextura gruesa—menor que él,  pero que ya aparenta al menos 50 años. Doña Martina comentó que abandonar su hogar es lo más triste que le ha pasado en la vida. Tiene tres hijos jóvenes universitarios a quienes deja solos y con la esperanza de seguir apoyando en sus estudios desde lejos. Su deseo, al igual que el de su esposo, es salir de Honduras y aunque sea llegar a México y radicarse ahí, si no pueden cruzar la frontera estadounidense.
Después de contar su tragedia, la pareja sonrió y se fue en busca de su cena. A pocos metros estaba una patrulla de la Policía Nacional y más adelante había al menos cinco policías militares, que resguardaban el lugar para contrarrestar cualquier incidente.
Más adelante a 150 metros Karen Martínez de la Fundación por los Derechos Humanos de los Grupos Vulnerables (Fcasemms), persuadía a los migrantes de los riesgos que hay en el camino y les brindaba consejos para sortear los peligros.
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Karen Martínez, apacigua a este hombre que furioso la acusa de ser enviada del gobierno para convencer a la gente que no se fuera en la caravana.
“Lastimosamente todos están emigrando porque no hay empleo en el país y la mayoría va con sus hijos”, apuntó Martínez. La defensora de los derechos humanos pidió a los migrantes que se acerquen a los consulados, que hagan valer sus derechos y acusó de la crisis humanitaria a los gobernantes.
LAS CIFRAS DE EE.UU.
La semana anterior el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, precisó que en el último año más de 225,000 guatemaltecos, hondureños y salvadoreños abandonaron sus hogares y realizaron el peligroso viaje para intentar ingresar ilegalmente a la frontera sur de los Estados Unidos.
Durante la Segunda Conferencia sobre Prosperidad y Seguridad del Triángulo Norte de Centroamérica, Pence precisó que la migración de Honduras ha aumentado en un 61 por ciento.
De acuerdo al Observatorio Consular Migratorio de Honduras, durante el 2017, 46,925 hondureños fueron deportados de México y Estados Unidos, lo que implicó una cifra diaria de 128 hombres, mujeres y niños.
SE ARMÓ LA POTRA
Las horas pasaban y a medida se acercaba la medianoche, un grupo de jóvenes, entre ellos, una muchacha, armó una potra (partido de fútbol), improvisando con una botella de refresco que aplastaron y que después se disputaban entre sí. Tenían público que los alentaba y gritaba ante cada jugada.
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Estos jóvenes pasaron una madrigada entretenida jugando fútbol.
Los muchachos dijeron que se van del país porque actualmente en sus casas ya no hay condiciones para ir al colegio y porque han visto que quienes se gradúan no encuentran trabajo. Piensan que al irse tendrán mejores oportunidades o probablemente evitarán ser reclutados por las maras y pandillas.
Las horas pasan, los jejenes y los mosquitos inquietan el sueño de quienes se acostaron encima de cartones o en el césped y hasta de aquellos que optaron por montar guardia en cuclillas o sentados en los bordillos de las aceras. Al final casi todos fueron picados.
una marea humana
Conciliar el sueño fue difícil para muchos.
La bulla disminuyó un poco en la madrugada. Pero ya como a las 4:30 se escuchó el grito de una mujer que pedía a sus compañeros de San Pedro Sula que se organizaran para iniciar la marcha. La mujer “chaparra” (baja estatura), gordita y de tez trigueña les decía a sus compañeros de viaje que tenían que comenzar la caravana porque iban niños y que  entre más temprano salían, el sol iba a ser menos inclemente.  Ante la insistencia, varios hombres y mujeres la rodearon y le dijeron que la instrucción era salir a las 6:00 de la mañana, que eso ya era un acuerdo con el resto de los grupos, que había que respetar.
una marea humana
La masa comenzó a alborotarse. La desesperación por marcharse se apoderó de algunos, pero luego se tranquilizaron hasta que llegó la hora cero.
La mujer insistía y ya tenía un buen grupo, sobre todo de mujeres que chineaban (cargaban) niños, que estaban listas para salir más temprano. De pronto apareció Bartolo Fuentes, el coordinador de la caravana, y persuadió al grupo que todo debía hacerse organizado y que si el acuerdo era salir a las 6:00 de la mañana que se respetara. El periodista fue enfático y les hizo saber que quien no estaba de acuerdo que se fuera solo, menos en la caravana. Al final todos y todas se calmaron y cuando los primeros rayos del sol comenzaron a irradiar el Valle de Sula, se escucharon gritos de júbilo y de alegría. Los hombres, las mujeres y hasta los niños levantaban sus brazos como en señal de victoria y comenzaron a formarse en filas, y a eso de las 5:40 de la mañana inició el peregrinaje.
Una marea humana
Los migrantes comienzan a abandonar la central metropolitana de transporte de San Pedro Sula para dirigirse hacia el occidente en busca de la frontera con Guatemala.una marea humana
ALLÁ VAMOS DONALD TRUMP
“Allá vamos Donald Trump”, gritaban los que encabezaban la caravana, entre ellos un hombre que era empujado en una silla de ruedas. Otros gritaban “fuera JOH” y le decían al jefe de Gobierno, Juan Hernández, que abandonaban el país porque su administración no les permite una fuente de empleo que les garantice cubrir sus necesidades básicas.
una marea humana
La caravana cruzó ayer en horas de la tarde la frontera de Agua Caliente e ingresó a Guatemala. La peregrinación seguirá su marcha por México, prevé llegar a Tapachula, donde pedirán visa humanitaria.
una marea humana
Honduras sigue sumergida en la pobreza. De acuerdo al Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), el 65 % de la población vive en pobreza y el 44.2 % en pobreza extrema. La situación se agrava más porque el 49 % de la población económicamente activa se encuentra desempleada o subempleada, es decir más de dos millones de personas.
La inseguridad es otro factor, que ha alentado la migración, especialmente la violencia y control ejercida por las maras y pandillas sobre aquellos pequeños negocios en manos de emprendedores, a través de la extorsión o impuesto de guerra.
una marea humana
La familia Gómez Barrera  dejó atrás  Puerto Cortés, ahora va para el norte en busca de un mejor futuro.

ANÁLISIS: La caravana con que Honduras conquistará a EUA


Pero en el proceso histórico el teatro siempre pierde. La caravana exhibe a JOH ante el mundo, aunque lo que ha fracasado aquí no solamente es su gobierno y los sucedáneos del golpe que destrozó a la economía y catalizó la crisis social.
El modelo que nos impusieron y que el golpe protegió, concentrador y excluyente, extractivista y depredador, en que sólo prosperan las transnacionales que traen combustible y exportan el oro y los bancos de los amigos. La historia sabe quién va a ganar.                                           
Rodolfo Pastor Fasquelle
A mis colegas y amigos
Que se escandalicen otros, los historiadores no. Cuentan que mi colega Darío Euraque, él mismo migrante en Hartford, CO, va a dar -en Tegucigalpa la próxima semana- un seminario sobre la historiografía de las migraciones, apoyado por la Facultad Latinoamericana de las Ciencias Sociales. (A ver si se acerca la Fulton, a aprender.) Lo haría yo si fuera en mi vecindad, porque confieso que estoy fascinado y no puedo imaginar la inmensidad del corpus de escritos sobre la migración. La historia de la especie humana después de todo es historia de continuas migraciones masivas, impulsadas por necesidades y por mitos, persecuciones y por guerras, por peligros e ilusiones.
El ser humano evolucionó migrando hace millones de años desde Sudáfrica hacia el Norte, dejando huellas en las cuevas del Sahara, entonces pródigo en caza, pesca y cetrería. Desde ahí caminó hasta los pantanos e islas del Norte de Europa y al Oriente, hasta llegar a los confines del Asia. Navegó a las islas del Pacifico; después, vía Siberia, marchó hacia Alaska, desde donde los ancestros del americano originario descendieron mientras perseguían al bisonte y a la suculenta mega fauna del istmo, para migrar a América del Sur. Y siguieron migrando los nahuas desde Cibola, hasta Choluteca y Nicaragua, durante centurias.
Otro sí, los godos invadieron el corazón de Europa en los primeros siglos de nuestra era cuando Roma no pudo detenerlos y unos siglos después del siglo VIII al X, los árabes y bereberes conquistaron Iberia. Los judíos que quizás no anduvieron por Egipto, fueron cautivos de Babilonia y se dispersaron en los primeros siglos de la Era Cristiana. Después de los sefarditas, los asquenazí inmigraron invitados al Centro de Europa, de donde huyeron a partir del siglo XIII, cuando empezaron las cruzadas. Y después –vade retro- grandes migraciones de hordas armadas volvieron sobre Europa. Bandas de hunos y después mongoles y turcos.
Mientras contingentes masivos de europeos vinieron a conquistar las Américas desde 1492 hasta la Independencia y acarrearon otra migración, aun mayor, de africanos esclavizados. Los levantinos huyeron de la desintegración del Imperio Turco y otra vez, a raíz de las crisis bancarias de fines del s. XIX, millones de europeos salieron al resto del mundo. En el primer tercio del siglo XX, muchos cientos de miles de judíos -otra vez- huyeron del Viejo Mundo, en donde se amenazaba con exterminarlos.
Esa historia tiene dos corolarios. Las mezclas de las razas y de las culturas; aunque a los que llegan siempre se les llama bárbaros, se les deshumaniza y se los trata de detener aunque nunca se ha podido. No pudieron los egipcios detener a los hycsos del Norte y los nubios del Sur. Los chinos construyeron una muralla que se puede observar desde la Luna, pero unos años después fueron conquistados por el mongol. Hoy, un siglo más tarde, las migraciones van en sentido inverso; los latinos hacia EUA y los africanos y europeos del este al Centro de Europa, donde hay trabajo y paz.
Aunque las primeras comunidades hondureñas en EUA datan de hace tres cuartos de siglo, y hay colonias por doquier destaca por su dimensión la migración que se disparó desde Honduras, hace casi una década, como respuesta a esta crisis sin fin. Salió primero una vanguardia de menores no acompañados, según dicen para no decir caravanas de niños, bailando al son de la flauta mágica del coyote que los va a botar al Río, al desierto. O a las jaulas de ICE.
Y ahora, esta migración casi carnavalesca, condensación festiva de sufrimientos, que ha sido resistida como fueron antes muchas y luce imparable. Van de jalón en pailitas, cisternas y volquetas; en camiones de carga y en tren. Una semana después de que Oliva declarase que tenían que respetarse sus derechos, JOH se propone detenerlos. Declara que son delincuentes organizados por LIBRE, que huyen de la ley y militariza la frontera para no dejar pasar a nadie.
Restringiendo la libertad constitucional de locomoción que invoca con tanta vehemencia cuando se la estorban los tranques. No tiene ley de respaldo e inventa que para salir del país hay que tener visa y contrato garantizando los derechos laborales del Código del Trabajo y ¿sus vacunas también contra la varicela? Según ley solo te identificas en la guardia y sales. Entonces, no los deja llegar a la guardia. Brutaliza a los que insisten. ¿En qué países estorba la salida de la gente por la fuerza? En Cuba, Corea del Norte, Eritrea como antes hacían en Alemania del Este.
El gobierno de Cerén en El Salvador, militariza su frontera para detener a nuevos contingentes. Jimmy CICIG hace lo mismo. Avala la supuesta detención de cien terroristas de ISIS y asegura que dos mil y más caminantes ya se regresaron. Fulton repite que son criminales y también Pompeo, quien culpa a LIBRE. Para conseguir votos dundos, Trump anuncia que sus militares sellarán la frontera, mientras agradece al soberano Peña Nieto el gran esfuerzo que hace para estorbarles el paso. Peña se suma al coro; se pronuncia, con toda la solemnidad de que es capaz, en cadena televisiva, rodeado de los símbolos patrios.
Declara que la caravana es una invasión violenta que atenta contra la soberanía mexicana y agrede a su autoridad. A medias explica lo que sabemos. No fue Migración. La Policía Federal cerró el paso en el puente sobre el Río Suchiate que se convirtió en un tapón. Unos caminantes se tiraron al río, donde terceros los ayudaban a cruzar con balsas y lazos. Otros se lanzaron contra los portones, los desarmaron, rodearon a los carros artillados y blindados recibiendo de los federales disparos de gas, que ahogaron a un niño y detuvieron a varios. Uno de ellos te mira triste y cansado, atrapado por un policía con casco, escudo y rodilleras  que le atraviesa el garrote en el cogote. Cipote ¿criminal?
¿Acaso un ISIS ignoto? ¿De verdad criminales? ¿Por pobres? ¿Por no querer quedarse aquí, a comer mierda? Pero la caravana entró, una parte por las buenas, porque Migración la acogió, otra por fuera y por la fuerza. Como a las migraciones milenarias, no la detienen las montañas, ni los ríos. Esta nadó el Goascorán, el  Lempa y el Suchiate por vados. Tampoco la han detenido tres ejércitos a los que han vencido sin armas. 
Y ahí va, acaso sin que nadie sepa a donde. Porque es cosa casi instintiva, de biología social. JOH escenifica un retorno pactado, usando buses llenos de activistas que fingen ser migrantes retornados. Y los periódicos le publican su mentira.
Pero en el proceso histórico el teatro siempre pierde. La caravana exhibe a JOH ante el mundo, aunque lo que ha fracasado aquí no solamente es su gobierno y los sucedáneos del golpe que destrozó a la economía y catalizó la crisis social. Sino el modelo que nos impusieron y que el golpe protegió, concentrador y excluyente, extractivista y depredador, en que sólo prosperan las transnacionales que traen combustible y exportan el oro y los bancos de los amigos. La historia sabe quién va a ganar.


EL PELIGRO DEL RÉGIMEN VISIBLE


Antes del 12 de octubre pasado, la dictadura hondureña gozaba del silencio internacional casi total. Estaba escondida detrás de la Marca País.
Con la segunda, la tercera y la cuarta caravana de refugiados moviéndose hacia la frontera de Estados Unidos, ese privilegio se quebró en pedazos.
El mundo ha visto las imágenes de un pueblo expulsado por violencias, miserias, corrupción e impunidad, retenido sobre el puente del río Suchiate, en la frontera Guatemala-México.
La televisión y los periódicos han mostrado las llagas, el llanto, las causas del dolor y la furia contra JOH, contra los canallas que impiden su felicidad en la tierra que les vio nacer.
Es el pueblo de Honduras que huye en masa para pedirle asilo al país que dio el golpe de Estado en 2009 e impuso con la reelección a un civil enfermo de poder, envenenado de ambición y esencialmente corrupto.
El sufrimiento de las últimas dos semanas ha conmovido a los pueblos de la Tierra pero, lamentablemente, ha enfurecido a los gobiernos títeres de Washington.
El régimen corrupto de Jimmy Morales de Guatemala ha hecho acuerdos con la mafia hondureña para hacer sufriente el paso de los refugiados a través de su territorio.
Y Enrique Peña Nieto, en México, se comporta como un triste mandadero, ofreciendo engaños a los refugiados hondureños, para impedir su avance por los territorios aztecas. Para deportarlos a la tierra que ofrece muerte.
En la capital del imperio no podía ser peor el comportamiento de la Casa Blanca.
Ese presidente racista ha dicho de todo, sin probar nada, hasta empujar a los marines a enfrentar militarmente las olas de refugiados que huyen de los 18 departamentos de Honduras.
En Tegucigalpa, Honduras, el títere de la teniente Fulton ha ofrecido 24 mil empleos en una semana, cuando tuvo 10 años en el control si abrir siquiera cinco mil chambas dignas.
No solo eso, la dictadura cobarde ha reprimido la caravana de la dignidad, a desplazado por la fuerza la resistencia de Guapinol, ha retornado a las masacres para quebrar la matriz mediática y amenaza con criminalizar las cabezas del éxodo de refugiados.
La dictadura visible es ahora más peligrosa que antes, enseña sus dientes para decir que está más fuerte que nunca. Pero la gente le tomó la medida.
Es imposible no entender que Honduras se encuentra, otra vez, en una zona de quiebre que tendrá consecuencias para todos.
En primer lugar tiene consecuencias económicas para EEUU que deben financiar con dinero extra a sus títeres del triángulo norte, para detener el escape de la gente. Y controlar los ánimos, como les gusta decir aquí.
El quiebre tiene consecuencias políticas, que la mafia local intenta aprovechar con reformas electorales parciales para repartir el poder al estilo de 1982.
Tiene consecuencias políticas para las fuerzas políticas mismas, porque están bajo la observación ciudadana en el momento crítico cuando los electores votan con sus pies mojados.
En 1982 los llamados constitucionalistas rosuquistas floristas dieron pedazos de poder al Cohep, Partido Liberal, Partido Nacional y Fuerzas Armadas, que a su vez son controladas por la embajada de Los Próceres.
Aquella repartición no significó ningún balance de poderes que diera gobernabilidad al pueblo, lo que dio el botin fue una ruptura profunda del Contrato Social entre ciudadanía y corruptos, entre pueblo y crimen organizado. Y eso tiene que terminar.
Está por verse si esta vez la repartición del poder que están comisionado a la OEA de Almagro incluirá descaradamente a las otras bandas del crimen organizado que controlan el Estado. O no.
El pueblo no está perdiendo la paciencia, lamentablemente el pueblo ha perdido ya su capacidad de espera.
Por ahora ese agotamiento de la esperanza lo está canalizando en largos caminos hacia la zona de asilo, allá en la frontera del país que provoca sus dolores junto a los canallas de aquí.
Pero ese final de la espera también puede convertirse en otro sentimiento, que sería capaz de provocar un nuevo desastre aquí mismo.
Esta noche pedimos, una vez más, a la comunidad local e internacional, que las causas del sufrimiento deben terminar. Los que no pueden resolver el problema es porque lo provocan, entonces deben irse o ser quitados.
Y en ese dilema está la sociedad hondureña.
Nuevas caravanas vendrán para seguir reflexionando, y nuevas opiniones editoriales tendrán que acompañar la reflexión.
Editorial Voces contra El Olvido, sábado 27 de octubre 2018

Caravana de migrantes rechaza propuesta de Peña Nieto

Por: Redacción CRITERIO redaccion@criterio.hn 
El plan ‘Estás en tu casa’, propuesto ayer viernes por el presidente de México, Enrique Peña Nieto,  fue rechazado por los migrantes provenientes de Honduras, Guatemala y El Salvador.
Los centroamericanos que conforman la caravana migrante votaron en contra de la propuesta realizada por el Gobierno de México para regularizar su situación, aunque se manifestaron abiertos a la posibilidad de dialogar con el próximo presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Durante una asamblea realizada en la plaza central de Arriaga, Chiapas, los migrantes rechazaron a mano alzada el plan ‘Estás en tu casa’ propuesto por el todavía presidente de México, Enrique Peña Nieto.
“Estando en México, podrás recibir atención médica, e incluso mandar a tus hijos a la escuela; también tendrás una identificación oficial temporal para hacer los trámites que necesites mientras regularizas tu situación migratoria. Además, ese documento te permitirá entrar y salir de los albergues de Chiapas o Oaxaca cuando quieras”, señaló Peña en un mensaje transmitido en video.
“Y algo muy importante: al incorporarte al Plan, podrás acceder al Programa de Empleo Temporal”, agregó.
La propuesta de Peña depende de dos requisitos: que los migrantes se queden en los estados sureños de Oaxaca o Chiapas y que hayan solicitado su ingreso o refugio al Instituto Nacional de Migración.
Sin embargo, la propuesta no dejó satisfechos a los migrantes.
“Sí queremos un papel que nos deje ir adonde queramos, pero tendría que ser en la Ciudad de México, para ver si lo aceptan y cuáles son las condiciones. Entonces, la solución, la decisión, es tratar de dialogar con este Gobierno y con el nuevo, pero en la Ciudad de México”, manifestó Irineo Mujica, coordinador de la caravana e integrante de la organización Pueblo sin Fronteras.
“Sigue este caminar, sigue este viacrucis. Salimos mañana a las tres de la mañana”, agregó Mujica.
Otro de los organizadores, Rubén Figueroa, vocero de la Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos, dijo que lo que intenta el plan propuesto por Peña es “frenar nuevamente este éxodo, que no llegue a la frontera con Estados Unidos, anunciando un plan que incluso ya está previsto en la ley”.

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La caravana migrante emprendió un nuevo recorrido para abandonar el estado de Chiapas con rumbo al poblado de Tapanatepec, en Oaxaca.
Hasta el momento, se tiene previsto que la caravana migrante llegue a la Ciudad de México para buscar diálogo con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.

Unión por Honduras

Por: Moisés Ulloa
Honduras es un país decadente. El cambio profundo es impostergable, pues estamos ante el momento histórico en que se socavan, ante la vista y paciencia de todos nosotros, los pilares en que se sustenta la República. Esto no es un criterio alarmista, es la triste y nefasta realidad en la que todos los hondureños despertamos diariamente. Acumulados a este criterio, la sociedad como tal ha perdido la brújula moral capaz de dictar la guía de los valores como un principio de rescate a la situación apremiante que hoy requiere de una acción impostergable.
Sin embargo, estoy con la seguridad de pensar que la moral y los valores no han caducado; simplemente se han adormecido, restan en un espacio que ha sido aprovechado por el mal. En este ambiente de acomodamiento general, hemos sido cómplices y las burbujas de la impunidad que alimenta la corrupción, los abusos y el sentimiento de superioridad que desprecia el sentido natural de defender y ayudar a los que más lo necesitan, ha ido en un crecimiento exponencial que se auto alimenta en un círculo vicioso. Para algunos el árbol del mal ha crecido tanto que no podemos cortarlo de raíz y si bien es cierto, no existen soluciones mágicas, si podemos hacer que los correctivos se ejecuten en el sentido apremiante que este momento histórico lo exige.
Ante esta realidad Honduras requiere de una unión de voluntades que sobrepasen el sentido político partidario. Este modelo de partidos políticos y de ideas que se encasillan bajo un color determinado, es el modelo que nos ha llevado precisamente a la encrucijada en que hoy nos encontramos. Sí, la política seguirá en existencia y por ende los partidos que la mueven, pero debemos volver la política al justo espacio que le corresponde. Opuesto a este criterio, esta carrera o lucha partidaria y divisoria por dominar plenamente los asuntos que determinan nuestra nación, nos ha invadido en cada faceta de la sociedad misma. Los gremios han sido politizados, el empresariado también y con esto, las propias soluciones a los problemas importantes del país han sido gravemente dañados con la politización. Nuestra educación, nuestra seguridad, nuestra salud, nuestra capacidad productiva, todos y cada uno de estos aspectos, tienen el control extremo del afán político.
Incluso la intelectualidad ha sido politizada y en ese ambiente, cada idea, cada intento, cada iniciativa que se enmarca como punto de partida para determinar el rumbo del país, es inmediatamente cortada, desacreditada, desprestigiada y desechada, simplemente porque no proviene del grupo del color político del momento. Esto impide que se establezcan políticas de gobierno firmes que sean sostenibles con el tiempo y le brinde continuidad a las áreas fundamentales de desarrollo social, de movilidad ascendente y por ende de crecimiento. Nuestra idiosincrasia Maya la hemos llevado a un extremo y destruimos por sobre los avances positivos que otros han construido. Muchos debaten que para que un país se una en prosperidad, primero este debe de sufrir; pero creo que Honduras ya alcanzó ese punto, ya hemos sufrido suficiente.
Debemos  unir la voluntad patriótica con la finalidad principal de realizar una reforma a la estructura básica de la sociedad y del estado. No un plan, pues de planes y estudios estamos hasta el cuello, sino verdaderamente de una ruta de desarrollo de los próximos 40 años, basados en cuatro campos y sustentado por un modelo económico con rostro humano: Educación, Salud, Seguridad y Productividad. Mediante esa reforma se debe pretender un objetivo, establecer la ruta a seguir que propicie el crecimiento y protección de la clase media del país, pues un país grande y próspero, es un país con una robusta clase media.
Pero para llegar a este objetivo, tenemos que dar un firme primer paso, debemos retornar a nuestro país a la senda democrática. Esto implica la separación del poder de quien hoy lo ostenta de manera ilegítima y la implementación de una especie de junta de transición que coordine las reformas electorales necesarias y encauce la administración pública en un ordenamiento y control de los recursos del estado, actualmente despilfarrados en campos ajenos del bienestar social. Este acto no puede ocurrir sin la unión abnegada de las fuerzas en oposición. Por eso hacemos eco, aplaudimos y acompañamos las iniciativas y esfuerzos enmarcados precisamente en lograr una unión por Honduras en donde los actuales líderes políticos no sean, en este momento, los protagonistas en ocupar el poder público que hoy se encuentra secuestrado.
El compás moral debe despertar, las voluntades honestas del país se deben de unificar no de una manera utópica, sino que real. Honduras no puede continuar en el camino de la dependencia mesiánica, en espera que un líder vendrá a solucionarlos los problemas. El país requiere hoy del conjunto de varios líderes que reconozcan y motiven la colectividad nacional a enrumbar sus destinos. Nuestra generación es la llamada a dar ese paso, aunque los beneficios principales de esta propuesta no necesariamente los veamos nosotros, pero que sea la herencia para nuestros hijos y nuestros nietos. Ya no debemos conformarnos ni pretender soluciones cosméticas, cortoplacistas, debemos apuntar a la excelencia y eso únicamente se logra con disciplina, con el compromiso, con constancia, con tiempo y con la unión de todos los sectores.
Caso contrario no tiene sentido gritar “Fuera JOH”, si el que lo reemplace será quizás igual o peor que el actual dictador y aunque no lo sea así, no gozará del sentir de las mayorías, pues nuestra sociedad está polarizada. Se debe en este sentido buscar solución enmarcada en la buena voluntad de una colectividad capaz de entender que la respuesta a los problemas que actualmente afrontamos y las carencias que como sociedad hoy existen, es producto de una política egocentrista. Cuando los buenos y honestos (mujeres y hombres) hondureños nos unamos en el afán correcto de la solidaridad y el bien común, lograremos sobrepasar las barreras ideológicas y partidarias que hoy nos separan.
La inseguridad, el hambre, la ignorancia afecta a todos y todas, sin importar color. En ese 67% de pobreza existen de todos los partidos, nos debería de dar vergüenza recibir un voto de estos humildes compatriotas al que los gobiernos de forma sistemática han sido incapaces de darle el mínimo de solución a sus necesidades básicas. Esta es la peor hipocresía política, llenar las barrigas al hartazgo producto del sacrificio de los más necesitados.
De no comenzar un movimiento sincero en unión con la gente buena del país (que existen, pero que están solapados), entregaremos para siempre nuestra patria a las garras de los malévolos, estos que hoy se la han adueñado por nuestra permisividad y así también de otros iguales o peores, que se encuentran haciendo fila esperando su turno. Únicamente en unión franca y valiente, lograremos hacer la reforma que el país requiere y que se lo adeudamos a las generaciones siguientes. Caso contrario, la caravana se convertirá en avalancha y todas las mujeres y hombres de esta patria tendremos (unos antes, otros después) que abandonarla y dejar que el mal sea quien reine para siempre. De proseguir por esta senda, el nombre Honduras no será la definición que determine la intensidad de una idea, sino la distancia aquella de los anhelos inalcanzables