Avanza la caravana migrante hacia Estados Unidos
Trump envía más militares a la frontera
PÁGINA 12 - 26 de octubre de 2018
Más de siete mil hondureños se dirigen a EE.UU.
Imagen: AFP
Imagen: AFP
Mientras
la caravana con más de siete mil migrantes centroamericanos avanza
hacia Estados Unidos desde México, el presidente Donald Trump reforzó
ayer su política antimigratoria y anunció un nuevo envío de militares a
la frontera sur de Estados Unidos. Al poco tiempo, un funcionario del
departamento de Defensa del Pentágono ratificó la decisión del
mandatario y agregó que mandarán 800 nuevas tropas a la zona limítrofe
con México. “Voy a llevar al Ejército para esta emergencia nacional.
¡Van a ser frenados!”, arremetió el presidente desde Twitter, dando
continuidad a su discurso contra la migración a pocas semanas de
celebrarse las elecciones legislativas.
“A aquellos en la caravana: den la vuelta, no vamos a dejar entrar ilegalmente a gente en Estados Unidos. Vuelvan a su país y, si quieren, ¡soliciten la nacionalidad como millones lo están haciendo!”, agregó Trump, quien desde el inicio de su mandato ejecutó una política regresiva contra la población migrante separando familias enteras en la frontera y prometiendo la construcción de un muro que imposibilite el paso a pie de México a Estados Unidos.
Los nuevos refuerzos anunciados ayer estarán constituidos por médicos e ingenieros, además de los efectivos militares y se sumarían a los casi 2.000 agentes de la Guardia Nacional ya desplegados en la frontera. La caravana, que salió el 13 de octubre desde la ciudad hondureña San Pedro Sula, atravesó Guatemala y actualmente está en el estado de Chiapas, México. La próxima parada que harán en territorio mexicano será Pijijiapan, un trayecto que les tomará al menos siete horas.
Hasta el momento de los miles de hondureños que dejaron su país, casi 700 pidieron ya refugio en México según informó este fin de semana el Ministerio de Interior mexicano. Por su parte, el gobierno de Honduras confirmó que ya fallecieron tres personas y que hay 30 desaparecidos desde que inició la caravana.
“A aquellos en la caravana: den la vuelta, no vamos a dejar entrar ilegalmente a gente en Estados Unidos. Vuelvan a su país y, si quieren, ¡soliciten la nacionalidad como millones lo están haciendo!”, agregó Trump, quien desde el inicio de su mandato ejecutó una política regresiva contra la población migrante separando familias enteras en la frontera y prometiendo la construcción de un muro que imposibilite el paso a pie de México a Estados Unidos.
Los nuevos refuerzos anunciados ayer estarán constituidos por médicos e ingenieros, además de los efectivos militares y se sumarían a los casi 2.000 agentes de la Guardia Nacional ya desplegados en la frontera. La caravana, que salió el 13 de octubre desde la ciudad hondureña San Pedro Sula, atravesó Guatemala y actualmente está en el estado de Chiapas, México. La próxima parada que harán en territorio mexicano será Pijijiapan, un trayecto que les tomará al menos siete horas.
Hasta el momento de los miles de hondureños que dejaron su país, casi 700 pidieron ya refugio en México según informó este fin de semana el Ministerio de Interior mexicano. Por su parte, el gobierno de Honduras confirmó que ya fallecieron tres personas y que hay 30 desaparecidos desde que inició la caravana.
Caravana avanza con esperanzas intactas a pesar de amenazas del gobierno de Trump
- 26/10/2018
Los relatos de los hondureños y hondureñas que viajan en esta caminata, son claros y contundentes. Ellos aseguran que se van no porque son incentivados por grupos políticos, sino porque ya no aguantan la situación del país, situación llena de inseguridad, falta de empleo y violencia.
<<Yo quiero mejores oportunidades para mis hijos y familia, quiero trabajar dignamente y que mis hijos puedan estudiar>>, dijo un hondureño al ser entrevistado por la cadena Univisión.
El gobierno ha salido al paso ante la crisis migratoria, las presiones del gobierno de Estados Unidos han generado una nueva campaña mediática, en la que se acusa a Venezuela y grupos de la izquierda de financiar la caravana.
Donald Trump, llegó al punto de afirmar que en la caravana además de viajar migrantes a los que calificó de criminales, también lo hacen terroristas. Los medios de comunicación que cubren la caravana han manifestado que estas acusaciones no tienen fundamento, y que además en la caravana ni van criminales, ni mucho menos terroristas.
Pero no solo el gobierno de Estados Unidos ha promovido esa campaña, sino que el gobierno hondureño lejos de asumir su responsabilidad en la crisis actual del país, culpa a la oposición de financiar una caravana migratoria.
<<El gobierno es irresponsable al no asumir su responsabilidad, acusando de forma inmadura a otros por una culpa que es solo de ellos. Con esto solo demuestran su verdadero rostro>> expresó el analista e historiador Edgar Soriano.
La presente semana el presidente cuestionado por su reelección ilegal, Juan Orlando Hernández, hizo tres anuncios: el primero la creación de más de 20 mil empleos temporales, el segundo; una inversión millonaria orientada a la construcción de carreteras y puentes, y el tercero, un acompañamiento social para los migrantes que decidan retornar al país.
<<Estamos para atenderles, acompañarles y no dejarlos solos>>, dijo Juan Orlando Hernández, quien ha hecho reiterados llamados a la población que viaja en la caravana para que retornen a Honduras.
Los migrantes llevan intactas sus convicciones, han dicho que llegarán cueste lo que cueste a Estados Unidos, y allá solicitarán refugio. Y lo siguen creyendo a pesar de las amenazas del gobierno de Trump, quien ha dicho que enviará a militares a la frontera para evitar a toda costa que ingresen personas de forma ilegal a su país.
Las estadísticas que maneja el gobierno de personas que han retornado de la caravana superan los tres mil, pero el Estado no hace alusión a más compatriotas que siguen saliendo de Honduras, y es que a la fecha hay una nueva caravana que viaja por Guatemala, con más de dos mil personas, y que busca alcanzar a la caravana que avanza por México.
El gobierno ha tomado medidas coercitivas contra la población para evitar que se vayan del país, en ese sentido, tomaron la determinación de cerrar la frontera de Aguas Calientes, en el occidente del país.
A pesar de eso, la gente busca puntos ciegos u otras opciones aduaneras para continuar su camino con rumbo a Estados Unidos.
Hasta el momento la crisis migratoria sigue abierta y es el tema del momento en el país. Mientras tanto, la población en Honduras plantea soluciones inmediatas para que la situación cambie de una vez.
La Convergencia contra el Continuismo convocó desde el pasado martes a una caravana interna por la dignidad, en solidaridad con los migrantes y también demandando la renuncia de Juan Orlando Hernández de la presidencia.
La caravana duró tres días y recorrió más de 200 kilómetros desde la zona norte hasta la capital del país. <<Es momento que retomemos la movilización, para mejorar el país, Juan Orlando Hernández debe salir del poder>>, expresó Carlos H. Reyes, integrante de la Convergencia.
La crisis migratoria sigue abierta, la caravana avanza a paso firme y el gobierno lejos de asumir su responsabilidad culpa a terceros. Bajo esta ecuación la situación tiende a empeorar y no a mejorar para la población afectada por la violencia, desempleo e inseguridad.
Los migrantes centroamericanos siguen su paso desde Chiapas
Trump manda al Ejército para frenar la caravana
Ultima actualización Oct 26, 2018 LA REPÚBLICA uy
Mientras
la caravana migrante con más de 7 mil hondureños avanza hacia Estados
Unidos desde México, el presidente Donald Trump reforzó hoy su política
antimigratoria y anunció que “está enviando a militares” a proteger la
frontera sur de Estados Unidos. Al poco tiempo, un funcionario del
Pentágono ratificó la decisión del mandatario y adelantó que enviará hoy
“cientos” de efectivos a la zona limítrofe con México.
“Estoy enviando a los militares para esta Emergencia Nacional. ¡Serán frenados!”, amenazó Trump desde Twitter esta mañana, luego de quejarse de que las leyes que se aprobaron durante los gobiernos demócratas hacen que sea más difícil “para nosotros frenar a la gente en la frontera”. El funcionario del Pentágono, que habló luego bajo condición de anonimato, indicó que los efectivos movilizados serán usados mayoritariamente para apoyo logístico.
El lunes, Trump ya había informado que había alertado a la Patrulla Fronteriza ante la supuesta “Emergencia Nacional” que representa el grupo de entre 7 mil y 10 mil centroamericanos que huyen de la violencia y la pobreza. Previamente, había advertido que cancelaría la ayuda al desarrollo en Centroamérica si continuaban las caravanas y exigió a México detener su paso.
Mientras tanto, la caravana que partió hace más de dos semanas desde Honduras avanza por Chiapas, aunque aún les faltan recorrer más de 3 mil kilómetros para llegar a la frontera, lo que representa un mes y medio más de travesía. El martes, el gobierno de Honduras confirmó que ya fallecieron tres personas por las condiciones riesgosas en las que muchos viajan desde camionetas repletas, mientras que se registran al menos 30 desaparecidos desde que comenzó la caminata.
Los centroamericanos partieron desde Honduras el 13 de octubre y el cansancio obligó a muchos a subirse a camiones de transporte de animales o materiales de construcción, tráileres, o incluso moto taxis que los adelantan en el camino de forma gratuita. Pero la mayoría siguen haciendo a pie el trayecto que va en paralelo con la costa del Pacífico, algunos cargando a sus hijos en los hombros, otros incluso empujando a personas discapacitadas en sillas de ruedas.
Los miles de indocumentados partieron la madrugada de este jueves del municipio de Mapastepec, en el sureño estado de Chiapas. Su cuarta parada en territorio mexicano será Pijijiapan, un trayecto que les tomará siete horas caminando.
“Estoy enviando a los militares para esta Emergencia Nacional. ¡Serán frenados!”, amenazó Trump desde Twitter esta mañana, luego de quejarse de que las leyes que se aprobaron durante los gobiernos demócratas hacen que sea más difícil “para nosotros frenar a la gente en la frontera”. El funcionario del Pentágono, que habló luego bajo condición de anonimato, indicó que los efectivos movilizados serán usados mayoritariamente para apoyo logístico.
El lunes, Trump ya había informado que había alertado a la Patrulla Fronteriza ante la supuesta “Emergencia Nacional” que representa el grupo de entre 7 mil y 10 mil centroamericanos que huyen de la violencia y la pobreza. Previamente, había advertido que cancelaría la ayuda al desarrollo en Centroamérica si continuaban las caravanas y exigió a México detener su paso.
Mientras tanto, la caravana que partió hace más de dos semanas desde Honduras avanza por Chiapas, aunque aún les faltan recorrer más de 3 mil kilómetros para llegar a la frontera, lo que representa un mes y medio más de travesía. El martes, el gobierno de Honduras confirmó que ya fallecieron tres personas por las condiciones riesgosas en las que muchos viajan desde camionetas repletas, mientras que se registran al menos 30 desaparecidos desde que comenzó la caminata.
Los centroamericanos partieron desde Honduras el 13 de octubre y el cansancio obligó a muchos a subirse a camiones de transporte de animales o materiales de construcción, tráileres, o incluso moto taxis que los adelantan en el camino de forma gratuita. Pero la mayoría siguen haciendo a pie el trayecto que va en paralelo con la costa del Pacífico, algunos cargando a sus hijos en los hombros, otros incluso empujando a personas discapacitadas en sillas de ruedas.
Los miles de indocumentados partieron la madrugada de este jueves del municipio de Mapastepec, en el sureño estado de Chiapas. Su cuarta parada en territorio mexicano será Pijijiapan, un trayecto que les tomará siete horas caminando.
Reportan que Mattis aprueba el envío de tropas de EE.UU. a la frontera con México
Publicado: 26 oct 2018 16:42 GMT | Última actualización: 26 oct 2018 20:05 GMT -RT
EE.UU. prevé enviar entre 800 y 1.000
militares a su frontera con México ante el avance de la caravana
migrante proveniente de América Central.
El
secretario de Defensa, James Mattis, autorizó el uso de tropas y otros
recursos militares en la frontera entre EE.UU. y México, informaron
funcionarios de Washington citados por Reuters.
El Pentágono no ha hecho de momento declaraciones oficiales al respecto. Los funcionarios dijeron bajo condición de anonimato que la autorización de Mattis no incluye un número específico de tropas, ya que se prevé que esta cuantía se determine más tarde, añadiendo que su decisión no puede ser considerada como "una orden de despliegue".
Este jueves, se informó que el Departamento de Defensa de EE.UU. estaba dispuesto a enviar entre 800 y 1.000 soldados a la frontera con México ante el avance de la caravana migrante proveniente de América Central.
Durante la mañana del jueves, el presidente Trump había escrito en su cuenta de Twitter que ya estaba movilizando "militares para esta emergencia nacional".
El Pentágono no ha hecho de momento declaraciones oficiales al respecto. Los funcionarios dijeron bajo condición de anonimato que la autorización de Mattis no incluye un número específico de tropas, ya que se prevé que esta cuantía se determine más tarde, añadiendo que su decisión no puede ser considerada como "una orden de despliegue".
Este jueves, se informó que el Departamento de Defensa de EE.UU. estaba dispuesto a enviar entre 800 y 1.000 soldados a la frontera con México ante el avance de la caravana migrante proveniente de América Central.
Durante la mañana del jueves, el presidente Trump había escrito en su cuenta de Twitter que ya estaba movilizando "militares para esta emergencia nacional".
Trump podría cerrar la frontera sur de EE.UU. a los migrantes centroamericanos
Publicado: 26 oct 2018 04:18 GMT | Última actualización: 26 oct 2018 04:33 GMT - RT
El presidente de Estados Unidos también
planea prohibirles pedir asilo en el país, según fuentes del periódico
The Washington Post.
El presidente estadounidense, Donald Trump, considera cerrar la frontera sur para impedir la entrada de los migrantes procedentes de los países centroamericanos y prohibirles pedir asilo en EE.UU., reporta este jueves el periódico The Washington Post, citando a sus fuentes anónimas en la Casa Blanca.
Para tomar dichas medidas el mandatario puede ejercer poderes excepcionales, semejantes a los previstos por su decreto adoptado en el año 2017, que tuvo por objeto reducir el flujo de inmigrantes y refugiados de Oriente Medio. En ese contexto, The Washington Post precisa que una prohibición de este tipo puede causar inmediatas denuncias judiciales.
De acuerdo con la información, proporcionada por la fuente del medio, Washington también va a mandar a otros 1.000 efectivos para garantizar la seguridad de la frontera del país.
"La Administración está considerando un gran número de opciones administrativas, legales y legislativas para resolver la crisis de la inmigración ilegal masiva, creada por los demócratas", ha afirmado un funcionario familiarizado con los detalles del plan, pero añadió que "ninguna decisión se ha tomado por el momento".
Varios miles de migrantes de Honduras, El Salvador y Guatemala se congregaron el pasado 19 de octubre cerca la franja fronteriza entre México y Guatemala, donde algunos de ellos rompieron la valla. Los migrantes, que buscan atravesar México para instalarse en EE.UU. y escapar de la pobreza y la violencia en sus países, cruzaron el río Suchiate, que divide Guatemala y México, y aguardaron varados en el lado mexicano.
En ese contexto, el presidente de EE.UU., Donald Trump, amenazó con enviar a los militares para sellar la frontera de su país con México si el Gobierno mexicano no toma medidas para detener la caravana. Por su parte, el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que su gobierno ofrecerá empleo y visas de trabajo a los migrantes centroamericanos en el marco de un plan que ya ha sido entregado al presidente de EE.UU.
Para tomar dichas medidas el mandatario puede ejercer poderes excepcionales, semejantes a los previstos por su decreto adoptado en el año 2017, que tuvo por objeto reducir el flujo de inmigrantes y refugiados de Oriente Medio. En ese contexto, The Washington Post precisa que una prohibición de este tipo puede causar inmediatas denuncias judiciales.
De acuerdo con la información, proporcionada por la fuente del medio, Washington también va a mandar a otros 1.000 efectivos para garantizar la seguridad de la frontera del país.
"La Administración está considerando un gran número de opciones administrativas, legales y legislativas para resolver la crisis de la inmigración ilegal masiva, creada por los demócratas", ha afirmado un funcionario familiarizado con los detalles del plan, pero añadió que "ninguna decisión se ha tomado por el momento".
Varios miles de migrantes de Honduras, El Salvador y Guatemala se congregaron el pasado 19 de octubre cerca la franja fronteriza entre México y Guatemala, donde algunos de ellos rompieron la valla. Los migrantes, que buscan atravesar México para instalarse en EE.UU. y escapar de la pobreza y la violencia en sus países, cruzaron el río Suchiate, que divide Guatemala y México, y aguardaron varados en el lado mexicano.
En ese contexto, el presidente de EE.UU., Donald Trump, amenazó con enviar a los militares para sellar la frontera de su país con México si el Gobierno mexicano no toma medidas para detener la caravana. Por su parte, el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que su gobierno ofrecerá empleo y visas de trabajo a los migrantes centroamericanos en el marco de un plan que ya ha sido entregado al presidente de EE.UU.
“NO HAY MARAS NI TERRORISTAS EN CARAVANA MIGRANTE”: GOBIERNO MEXICANO
El
Gobierno mexicano, a través de su Comisión Nacional de Seguridad,
desmintió las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump y
varios de sus funcionarios, pues según el monitoreo de este órgano, en
la caravana de emigrantes, “no se hay ni maras, ni terroristas”, así lo
confirmó el titular de esa institución, Renato Sales (foto).
Agencias / EL LIBERTADOR
México. El
comisionado nacional de seguridad, Renato Sales, aseguró que en la
caravana migrante, compuesta de familias hondureñas “no hay ni maras, ni
terroristas. No se han detectado. Ni está en peligro la seguridad
nacional”.
Lo
anterior lo ha dicho tras participar en un foro celebrado en la Cámara
de Diputados, el funcionario adujo que no hay evidencia y presencia de
esas personas en la caminata.
Por
otro lado, el ombusdman mexicano, Luis Raúl González Pérez, dijo que en
el trato a los migrantes ha imperado la contención y no la atención
humanitaria.
“La
gente no viene por gusto, viene porque tiene necesidad. No ha sido
suficiente la atención”, añadió, repuso que ante el discurso de odio,
promovido por Donald Trump, se tiene que anteponer la defensa de la
soberanía y la dignidad nacional.
La
última amenaza de Trump, refiere a que enviaría al Ejército a la
frontera sur, hoy trascendió que 800 elementos militares apoyaran a la
patrulla fronteriza.
"Queremos darle lo mejor a nuestros hijos": 7 embarazadas recorren México en la caravana migrante
Publicado: 26 oct 2018 19:51 GMT - RT
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional
de Derechos Humanos, al menos tres mujeres que viajan en el principal
contingente de la caravana tienen más de seis meses de embarazo.
A
pesar de estar embarazadas, al menos siete mujeres provenientes de
Honduras decidieron dejar su país para integrarse a la caravana
migrante con el objetivo de cruzar México y llegar a Estados Unidos.
En Pijijiapan, Chiapas, en el sur del territorio mexicano, las mujeres fueron trasladadas al Hospital Básico Comunitario para ser revisadas tras recorrer largos trayectos a pie con un sofocante calor por encima de los 30 grados centígrados.
El tema de las mujeres embarazadas es uno de los que más preocupan a los observadores de la caravana, según explica Edgar Corzo, quinto visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
"Hay tres mujeres con más de seis meses de embarazo, de acuerdo con los datos de la Secretaría de Salud. Ahorita me reportaron que vieron una niña de 19 años con ocho meses de embarazo", explica.
Las autoridades
mexicanas hicieron una recomendación a las mujeres embarazadas a
practicarse una revisión ginecológica para evitar una desgracia.
"Desde los seis meses puede haber un parto prematuro", y que se les expliquen los riesgos de estar embarazadas "y expuestas al sol, el esfuerzo, el estrés y las condiciones que no son las idóneas"
RT acompañó a las mujeres hasta el hospital y platicó con ellas para conocer sus impresiones a casi una semana de su llegada a México.
"Tenemos un mal presidente", dice Fanny mientras espera su turno en el hospital.
"Queremos ir para arriba y darle lo mejor a nuestros hijos, porque allá estamos mal. Con ese presidente no tenemos nada, muy malo es, de mala reputación él", comenta. "No veo que avanza con las personas para ayudarles, pues, sólo para ellos, no cooperan en nada".
Fanny
agrega que las malas condiciones de Honduras se recrudecieron cuando
subió el precio de los combustibles y la comida. Una carestía que obligó
a muchos hondureños a salir de su país de manera masiva.
"Hace poco porque subieron los combustibles. Usted sabe que si suben los combustibles, sube todo. Ya el huevo va en 5 lempiras (20 centavos de dólar). Se está poniendo bien duro Honduras".
Viaja con su esposo, quien trabajaba en la finca. Ella era ama de casa. Cuando vio en televisión la información sobre la caravana migrante, decidió dejar su vida atrás para escapar de la pobreza.
"Yo tomé la decisión de que ya me quería salir. Vi por televisión lo de la caravana y todo eso y yo tomé la decisión de venir", dice.
Cuenta que la parte más difícil del recorrido ha sido tener que caminar largos trayectos a pie para luego dormir en el suelo. Y encima resentir algunos mareos que vinieron con el embarazo.
"Dormir en el suelo es difícil, pero gracias a Dios aquí en México hallamos una señora que me regaló uno de esos campamentos
(una tienda de campaña), una casita para dormir con mi esposo, porque
nos estábamos mojando, como dormíamos en cartones, en el parque. Ella
llegó a donarnos eso. Se portó muy bien con nosotros", relata.
"Ayer me deshidraté mucho porque me sentí muy débil en el camino. Es muy difícil el camino. Ya no aguantaba mis pies", explica.
Pero a pesar de una larga jornada de casi 12 horas de recorrido, se ve de buen humor.
"Llegamos rápido. Salimos a las 4:00 de la mañana y llegamos a las 3:00 (de la tarde)", afirma Fanny.
"Por ratos cansada pero hay que seguir adelante", dice. "Los recorridos más largos han sido los de Guatemala. Aquí los recorridos han sido más cortos, hemos llegado más temprano a los lugares donde tenemos que llegar".
Viaja con su hermana. Asegura que "la inseguridad del país y la falta de recursos económicos" fueron el detonante que la motivó a sumarse a la caravana pese a tener un bebé en el vientre.
Sueña
con llegar a Miami, donde tiene familia, aunque no sabe todavía cuál
será el mejor lugar para cruzar hacia los Estados Unidos.
"Venimos siguiendo a la caravana y ya", comenta.
¿No le da miedo que pueda pasar algo con el embarazo en el camino? Es la pregunta obligada.
"A una le da temor, pero vamos confiando en Dios", dice Saraí. "Sí ha estado duro el camino pero la gente se ha portado muy bien con nosotros".
Además de llevar un bebé dentro, carga con una maleta en la cual guarda un poco de ropa y artículos personales.
Cuenta que el momento más duro ha sido "dormir en el suelo, porque nos duele la rabadilla".
"He venido en jalón y a veces en busito (autobus)", señala.
Dice que dejó su país para buscar un futuro mejor por dos niños y uno que viene en camino.
"Honduras no está bien. Es bien difícil cuando tus hijas te dicen mami, quiero tal juguete y no puedes por falta de dinero. Es algo muy duro. Algo tan insignificante como un simple juguete".
Antes de partir en la travesía era asistente de odontología. Luego dejó de trabajar y en los últimos tiempos trabajaba como estilista.
Aunque cuenta con un poco más de posibilidades económicas que la gran mayoría de las personas que integran la caravana migrante, pues puede incluso pagar un hospedaje en lugar de dormir en el parque, el recorrido no ha sido fácil.
No tiene claro si llegará a EE.UU. o se quedará en México. "Hasta donde Dios lo decida", afirma.
Manuel Hernández Borbolla
KAOS EN LA RED - Publicado en: 24 octubre, 2018
En Pijijiapan, Chiapas, en el sur del territorio mexicano, las mujeres fueron trasladadas al Hospital Básico Comunitario para ser revisadas tras recorrer largos trayectos a pie con un sofocante calor por encima de los 30 grados centígrados.
El tema de las mujeres embarazadas es uno de los que más preocupan a los observadores de la caravana, según explica Edgar Corzo, quinto visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
"Hay tres mujeres con más de seis meses de embarazo, de acuerdo con los datos de la Secretaría de Salud. Ahorita me reportaron que vieron una niña de 19 años con ocho meses de embarazo", explica.
"Desde los seis meses puede haber un parto prematuro", y que se les expliquen los riesgos de estar embarazadas "y expuestas al sol, el esfuerzo, el estrés y las condiciones que no son las idóneas"
RT acompañó a las mujeres hasta el hospital y platicó con ellas para conocer sus impresiones a casi una semana de su llegada a México.
"Tenemos un mal presidente"
Fanny Yolivette es hondureña. Tiene 26 años y tres meses de embarazo. Cuando se le pregunta por qué decidió abandonar su país e integrarse a la caravana con un embarazo incipiente, no duda en señalar al gobierno del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, como responsable de la mala situación que enfrenta la nación centroamericana."Tenemos un mal presidente", dice Fanny mientras espera su turno en el hospital.
"Queremos ir para arriba y darle lo mejor a nuestros hijos, porque allá estamos mal. Con ese presidente no tenemos nada, muy malo es, de mala reputación él", comenta. "No veo que avanza con las personas para ayudarles, pues, sólo para ellos, no cooperan en nada".
"Hace poco porque subieron los combustibles. Usted sabe que si suben los combustibles, sube todo. Ya el huevo va en 5 lempiras (20 centavos de dólar). Se está poniendo bien duro Honduras".
Viaja con su esposo, quien trabajaba en la finca. Ella era ama de casa. Cuando vio en televisión la información sobre la caravana migrante, decidió dejar su vida atrás para escapar de la pobreza.
"Yo tomé la decisión de que ya me quería salir. Vi por televisión lo de la caravana y todo eso y yo tomé la decisión de venir", dice.
Cuenta que la parte más difícil del recorrido ha sido tener que caminar largos trayectos a pie para luego dormir en el suelo. Y encima resentir algunos mareos que vinieron con el embarazo.
"Ayer me deshidraté mucho porque me sentí muy débil en el camino. Es muy difícil el camino. Ya no aguantaba mis pies", explica.
Pero a pesar de una larga jornada de casi 12 horas de recorrido, se ve de buen humor.
"Llegamos rápido. Salimos a las 4:00 de la mañana y llegamos a las 3:00 (de la tarde)", afirma Fanny.
"Venimos siguiendo a la caravana y ya"
Saraí López vivía en Progreso, Honduras. Tiene 22 años y seis meses de embarazo."Por ratos cansada pero hay que seguir adelante", dice. "Los recorridos más largos han sido los de Guatemala. Aquí los recorridos han sido más cortos, hemos llegado más temprano a los lugares donde tenemos que llegar".
Viaja con su hermana. Asegura que "la inseguridad del país y la falta de recursos económicos" fueron el detonante que la motivó a sumarse a la caravana pese a tener un bebé en el vientre.
"Venimos siguiendo a la caravana y ya", comenta.
¿No le da miedo que pueda pasar algo con el embarazo en el camino? Es la pregunta obligada.
"A una le da temor, pero vamos confiando en Dios", dice Saraí. "Sí ha estado duro el camino pero la gente se ha portado muy bien con nosotros".
Además de llevar un bebé dentro, carga con una maleta en la cual guarda un poco de ropa y artículos personales.
Cuenta que el momento más duro ha sido "dormir en el suelo, porque nos duele la rabadilla".
"Algo tan insignificante como un juguete"
Elena Viatoro tiene dos niños y tres meses de embarazo. Viaja con su esposo y sus hijos de cuatro años."He venido en jalón y a veces en busito (autobus)", señala.
Dice que dejó su país para buscar un futuro mejor por dos niños y uno que viene en camino.
"Honduras no está bien. Es bien difícil cuando tus hijas te dicen mami, quiero tal juguete y no puedes por falta de dinero. Es algo muy duro. Algo tan insignificante como un simple juguete".
Antes de partir en la travesía era asistente de odontología. Luego dejó de trabajar y en los últimos tiempos trabajaba como estilista.
Aunque cuenta con un poco más de posibilidades económicas que la gran mayoría de las personas que integran la caravana migrante, pues puede incluso pagar un hospedaje en lugar de dormir en el parque, el recorrido no ha sido fácil.
No tiene claro si llegará a EE.UU. o se quedará en México. "Hasta donde Dios lo decida", afirma.
Manuel Hernández Borbolla
Unicef alerta de que unos 2.300 niños de la caravana de migrantes necesitan ayuda
"El camino es largo y lleno de peligros, incluyendo el riesgo de explotación, violencia y abuso", advierte la agencia de la ONU.
Un
padre empuja el cochecito de su hijo, en la caravana de migrantes
hondureños que intentan alcanzar EEUU atravesando uatrmala y México.
REUTERS/Edgard Garrido
MADRID
26/10/2018 11:21 - EFE - PÚBLICO
Unos 2.300 niños que viajan con la caravana de migrantes centroamericanos
y que se encuentran en el sur de México necesitan protección y acceso a
servicios esenciales, según ha alertado este viernes Unicef. "El largo y
difícil viaje ha expuesto a los niños a las inclemencias del tiempo,
incluyendo peligrosas altas temperaturas, con un acceso limitado al
refugio. Algunos ya están enfermos o sufren deshidratación", expuso en rueda de prensa Marixie Mercado, portavoz de la agencia de la ONU.
La portavoz especificó que muchos de los niños
y sus familias están huyendo de la violencia de las pandillas, de
violencia de género, extorsión, pobreza y acceso limitado a educación de
calidad y servicios sociales en sus países de origen. "Tristemente, estas condiciones son parte de la vida diaria de millones de niños en la región.
Cada día, familias que enfrentan estas condiciones tienen que tomar la
difícil decisión de abandonar sus hogares, comunidades y países en busca
de seguridad y un futuro más esperanzador", afirmó Mercado.
La portavoz indicó que si bien los que están viajando unidos piensan que están seguros, "los peligros de usar rutas migratorias irregulares siguen siendo significativos.
El camino es largo y lleno de peligros, incluyendo el riesgo de
explotación, violencia y abuso". Cuestionada sobre si tiene datos sobre
esos riesgos, Mercado dijo no contar con la información por el momento.
"Unicef reitera su llamamiento a todos los gobiernos a
que den prioridad al interés mayor de los niños en la aplicación de las
leyes migratorias, que mantengan las familias unidas, y que encuentren alternativas a la detención de niños",
concluyó Mercado. Según las estimaciones del Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia (Unicef), unas 9.300 personas cruzaron la
frontera entre Guatemala y México entre el 19 y el 22 de octubre.
Caravana de migrantes: Trump criminaliza a los refugiados para movilizar al electorado republicano
El presidente estadounidense, en un nuevo ejemplo de
demagogia antiinmigración, utiliza la caravana que partió de Honduras
para demonizar a los demócratas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. - REUTERS
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washington dc
26/10/2018 07:59 - CARLOS PÉREZ CRUZ @clubdejazzradio - PÚBLICO
Parece que fue en otra vida,
pero hubo un momento en el que pareció que el Partido Republicano se
sentía incómodo con la retórica faltona, mentirosa y demagógica de Donald Trump.
Todo ese supuesto malestar se fue aplacando con su victoria en las
elecciones de 2016 y la posterior implementación de su programa desde el
Despacho Oval. La disidencia, esas voces que los medios liberales
estadounidenses amplificaban como ejemplo de la división en el partido,
resultó ir en relación con el futuro personal de sus integrantes. Los
Paul Ryan, Jeff Flake, Bob Corker y compañía criticaban con la boca
pequeña los excesos del presidente. Pequeños placeres que se permite el
que se va, máxime hoy que el partido se inclina ante el mando único.
Los excesos de Trump no le pasan factura entre los suyos. Es más, parece movilizarlos
Los excesos de Trump son peccata minuta para los republicanos en comparación con la cuenta de resultados. "Me fijo en lo que hace, no en lo que dice",
se escudaba hace unos días Adolpho R. Telles, presidente del Partido
Republicano en el condado de El Paso, ciudad texana fronteriza con
México. No siempre le gusta lo que dice el presidente y, sin embargo,
ironías de la vida, culpa a los demócratas de la "falta de decoro" en la
política actual. Curioso viniendo de alguien que se define como
"hispano" y cuya abuela materna era mexicana. ¿Dónde queda el decoro en
la adjetivación como "delincuentes" y "violadores" que atribuyó Donald
Trump a los mexicanos? El fin justifica los medios. ¿Quién quiere decoro
cuando el magnate es hoy la llave que abre la puerta del Tribunal
Supremo a jueces ultraconservadores o rebaja los impuestos en beneficio
de las grandes fortunas?
Los excesos no le pasan factura entre los suyos. Es más, parece movilizarlos. Después de burlarse de forma embarazosa de Christine Blasey Ford, la mujer que osó cuestionar la honorabilidad del ya juez del Supremo, Brett Kavanaugh,
en las dramáticas sesiones de confirmación en el Senado, Donald Trump
dirige ahora todo su armamento verbal, gestual y tuitero contra la caravana de refugiados de Centroamérica
que camina hacia Estados Unidos. Vuelve la sentencia de "delincuentes",
dirigida en esta ocasión a los más pobres de entre los pobres.
(aparentemente no aplica en este caso el "inocentes mientras no se
demuestre lo contrario"). Y sale ileso. Trump está en los porcentajes de aprobación más altos de su mandato,
alrededor del 43%. Su humillación a Blasey Ford tenía premio. En
resumen: las bases republicanas están a muerte con él, mientras que el
resto del país no lo soporta.
El cóctel marca de la casa es un combinado de mentiras,
insultos e insinuaciones conspiratorias. El lunes, en su esperado
reencuentro en Houston con Ted Cruz, su otrora enemigo en las primarias (de "Ted el mentiroso" a "Ted el hermoso") y
candidato ahora a renovar su plaza en el Senado por Texas, el
presidente se dirigió a 18.000 incondicionales (esto es literal) y
aprovechó para arrear de nuevo contra los refugiados que se encaminan a
la frontera sur del país. En realidad, aprovechó para atizar a sus
rivales políticos utilizando sin pudor a los que huyen de la falta de
presente. Con mímica, Trump empezó a repartir billetes. Los que dice,
obviamente sin base alguna, que han soltado los demócratas para
movilizar a los desarrapados de Honduras y otros países de la región con
motivo de las elecciones de noviembre.
El cóctel marca de la casa es un combinado de mentiras, insultos e insinuaciones conspiratorias
Da
lo mismo que la teoría carezca de lógica. Sugerir que miles de personas
de países a miles de kilómetros van a caminar con el objetivo de
perturbar las elecciones de Estados Unidos sería una barrabasada
anecdótica si no fuera porque los canales de la ultraderecha mediática,
Fox News al frente, sugieren que ha de investigarse el origen de esta movilización (tanta
pobreza les debe parecer sospechosa). O si no fuera porque Trump ya
pertenece a la categoría de las figuras de culto, por encima del bien,
del mal y, por supuesto, de la verdad. Y sobre todo, si no fuera porque
es el presidente de Estados Unidos.
"Es algo fabricado. No hay forma de que muchas personas puedan organizarse en este momento de la campaña y venir aquí. Alguien las está pagando.
¿Me vas a decir que mucha gente se reunió de manera espontánea y
decidió caminar hacia aquí? Vamos", rebufaba reacia al diario El Paso Times la
vendedora de seguros Sharon Alford, una de las asistentes al mitin de
Trump en Houston. Por lo visto, ignora la capacidad de autogestión a
través de las redes sociales (o no le entra en la cabeza que alguien se
movilice si no es a tocateja).
Puede resultar asombroso, pero Donald Trump ha
logrado la suspension de la realidad para millones de personas. Lo
inverosímil es posible para sus hooligans. Por ejemplo, que la caravana
esté integrada por "delincuentes y personas desconocidas de Oriente Medio",
porque, como dijo el martes su vicepresidente Mike Pence en un alarde
de lógica, "es inconcebible (sic) que no haya gente de ascendencia en
Oriente Medio en una multitud de más de 7.000 personas". O que esta sea una caravana financiada por Venezuela,
como sugirió el propio Pence a partir de lo que le había dicho por
teléfono el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, un actor
especialmente interesado en difundir rumores sobre la involucración de
la oposición hondureña y Venezuela en esta trama. Trump, que no engaña
aunque mienta, fue al grano: "¿Y los demócratas? ¿Y los demócratas?",
preguntó en el Despacho Oval ante las risas de su equipo. Interrogado
por el fundamento de sus acusaciones, el presidente reconoció que "no
hay pruebas de nada".
Puede resultar asombroso, pero Donald Trump ha logrado la suspension de la realidad para millones de personas
Por
desesperante que resulte, Donald Trump conoce bien a su electorado,
ajeno como parece al chequeo de los hechos de medios como The New York Times o The Washington Post (con
sus contadores de mentiras y pinochos varios) o, por supuesto, de la
CNN o la NBC. Desterrados al infierno de los medios de las noticias
falsas ("Fake news!", los señala con el dedo Trump en sus mítines), y en
malos tiempos para los textos que superan los 280 caracteres, no agrietan las creencias de los conversos al trumpismo.
Según una encuesta de la Universidad de Grinnell, en
Iowa, el 52% de los republicanos piensa que los migrantes sinpapeles
cometen más delitos. Da igual que, solo en Texas, éstos reciban un 50% menos de condenas delictivas que los nacidos en Estados Unidos,
según un estudio del Instituto Cato, de Washington DC. Dicho de otra
forma: de las 785 condenas por homicidio en Texas en 2015, 46 fueron
para indocumentados.
Pero las estadísticas no son respuesta para
sentimientos mucho más primitivos como el racismo. Telles, el líder
republicano de El Paso, dice que, al contrario que hace treinta años, ya no sabe si los mexicanos que cruzan a Estados Unidos "son o no buena gente".
Además, tiene sus propios motivos por los que no quiere que la caravana
centroamericana llegue a Estados Unidos. "Si esa gente está viniendo y
no está dispuesta a pelear [en su país] por lo que piensa que está bien,
¿qué va a pasar cuando aquí sucedan cosas? ¿Se irán corriendo y se
esconderán porque no están dispuestos a luchar? Ese no es el tipo de
personas que queremos. Queremos gente que le ponga ganas (en castellano
en el original), por no decir algo peor. Gente que se vaya a levantar
por lo que cree. Que venga aquí, crea en nuestro país y aprenda nuestra
lengua”.
El magnate conoce bien a su
electorado, ajeno como parece al chequeo de los hechos de medios como
'The New York Times' o 'The Washington Post'
Más
datos. Otro informe publicado en 2015 por el American Immigration
Council, organización de Washington DC que aboga por los derechos de los
migrantes indocumentados, apuntaba una estadística que rompe la
relación inmigración-crimen que establece la actual administración.
Entre 1990 y 2013, el número de migrantes indocumentados pasó de 3'5
millones a los 11'2. En el mismo periodo de tiempo, los crímenes
violentos (robo, violación, asesinato...) descendieron un 48% en todo el país.
Pero si la realidad no se amolda al relato, que el
relato moldee la realidad. El de la Casa Blanca apela al temor infundado
y a la conspiración demócrata/venezolana/oriental para movilizar el
voto republicano en unas elecciones legislativas que han adquirido casi rango presidencial
y en las que los demócratas quieren recaudar el voto de esa parte de la
población que vive con asco la falta de decoro presidencial. Un valor
en números rojos entre las huestes de Donald Trump.
Silencio: gobierno canadiense mudo ante masivo éxodo de hondureños y militarización de las fronteras
Por Fred Alvarado, Pasos de Animal GrandeKAOS EN LA RED - Publicado en: 24 octubre, 2018
Callado permanece el Primer Ministro canadiense Justin Trudeau y
la embajada de Canadá con sede en San José, Costa Rica, sobre el éxodo
masivo de hondureños que hoy tiene militarizadas las fronteras de
Honduras, El Salvador y Guatemala por el paso de la gran caravana de
migrantes que se dirigen hacia México y Estados Unidos, huyendo con
determinación de la tiranía del gobierno de Juan Orlando Hernández, de
la inseguridad y violencia, del alto costo de la vida, y la falta de
empleo.
El gobierno Canadiense tiene la característica de abstenerse y no
involucrarse con Honduras más que en asuntos relacionados al comercio,
turismo y minería; permanece oculto detrás las decisiones de la política
exterior estadounidense como si se tratase de no entrometerse con las
“colonias y bases militares” de la geopolítica estadounidense (Honduras,
Guatemala, y El Salvador) al no pronunciarse independientemente a favor
de los derechos humanos, la migración de mujeres y niños, y la brutal
represión militar.
Paradójicamente, el gobierno canadiense, con sede en Ottawa, sí se pronuncia en los asuntos de la política interna y de “crisis humanitaria” en Nicaragua y “liderazgo fallido” en Venezuela exigiendo respeto a los derechos humanos y abriendo canales de migración para refugiados; promoviendo una agenda imperialista de inversión privada interesada en los recursos venezolanos y el resto de América del Sur.
Aunque Canadá mantiene importantes relaciones bilaterales con Honduras e influencia para promulgar leyes que favorecen la explotación minera bajo el tratado de Libre Comercio pactado meses después del golpe de Estado en 2009, cuando se trata de vidas humanas, violaciones a derechos humanos y represión, el gobierno canadiense ha demostrado mantener una postura tímida y disimulada con el pueblo hondureño, cediendo el asunto al Departamento de Estado de EE.UU. y la OEA, siempre y cuando la crisis social no comprometa sus inversiones, ni estorbe su destructiva explotación minera en varios puntos del territorio hondureño que enriquecen a grandes corporaciones de capital privado con sede en Toronto.
El Primer Ministro canadiense Justin Trudeau para muchos analistas del neoliberalismo es la “sonrisa amigable del neocolonialismo”; en sus discursos en la ONU se pronuncia elocuentemente a favor de los derechos humanos y las minorías étnicas en el mundo: “Canadá siempre defenderá la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos en el país y en el extranjero”; “Canadá continuará denunciando el trato injusto de las minorías raciales y étnicas, de las mujeres y las niñas, de los pueblos indígenas”.
Sin embargo, organizaciones y activistas de derechos humanos canadienses que observan de cerca la situación de Honduras, han denunciado el silencio del gobierno canadiense entorno a las continuas violaciones a los derechos humanos por las compañías mineras canadienses en diferentes comunidades rurales en Honduras, además de desestimar las exigencias para presionar la inmediata liberación de los presos políticos en Honduras, y condenar la represión militar después de la crisis post-electoral.
Nuevamente, el gobierno canadiense desilusiona con un mensaje de indiferencia y debilidad ante una posible crisis humanitaria en el país centroamericano donde el problema de migración y desigualdad no solo afecta a los países del Triángulo Norte sino también a Estados Unidos y Canadá.
Las amenazas de Donald Trump y la indiferencia Justin Trudeau hacia la caravana de migrantes, resultan decepcionantes e insultantes desestimando las verdaderas causas del fenómeno migratorio centroamericano; pensar que detener la masiva migración de hondureños es cuestión de presionar al régimen de Juan Orlando Hernández al militarizar las fronteras, suspender las ayudas económicas, arrestar y deportar migrantes, sin tomar en cuenta el origen del problema, evidencia los verdaderos intereses capitalistas e inhumanos de los dos países del norte, responsables de respaldar y financiar al gobierno ilegítimo de Hernández para continuar percibiendo jugosas ganancias de la explotación y privatización del patrimonio hondureño.
Después de escuchar la promesa del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, de conceder visas de trabajo para aquellos migrantes centroamericanos que desean trabajar en territorio mexicano, ¿debería moralmente el Primer Ministro Justin Trudeau pronunciarse sobre la situación de Honduras y recordarle sus palabras en su primer discurso ante la ONU que: “Estamos aquí para ayudar. Bienvenidos a Canadá a todos aquellos que escapan de la persecución, el terror y la guerra; los canadienses les damos la bienvenida, sin importar la fe, la diversidad es nuestra fuerza”? O ¿recordaremos el tuit de Donald Trump cuando calificó a Justin Trudeau de “muy deshonesto y débil”?
pasosdeanimalgrande.com/index. php/es/contexto/item/2312- silencio-gobierno-canadiense- mudo-ante-masivo-exodo-de- hondurenos-y-militarizacion- de-las-fronteras
Paradójicamente, el gobierno canadiense, con sede en Ottawa, sí se pronuncia en los asuntos de la política interna y de “crisis humanitaria” en Nicaragua y “liderazgo fallido” en Venezuela exigiendo respeto a los derechos humanos y abriendo canales de migración para refugiados; promoviendo una agenda imperialista de inversión privada interesada en los recursos venezolanos y el resto de América del Sur.
Aunque Canadá mantiene importantes relaciones bilaterales con Honduras e influencia para promulgar leyes que favorecen la explotación minera bajo el tratado de Libre Comercio pactado meses después del golpe de Estado en 2009, cuando se trata de vidas humanas, violaciones a derechos humanos y represión, el gobierno canadiense ha demostrado mantener una postura tímida y disimulada con el pueblo hondureño, cediendo el asunto al Departamento de Estado de EE.UU. y la OEA, siempre y cuando la crisis social no comprometa sus inversiones, ni estorbe su destructiva explotación minera en varios puntos del territorio hondureño que enriquecen a grandes corporaciones de capital privado con sede en Toronto.
El Primer Ministro canadiense Justin Trudeau para muchos analistas del neoliberalismo es la “sonrisa amigable del neocolonialismo”; en sus discursos en la ONU se pronuncia elocuentemente a favor de los derechos humanos y las minorías étnicas en el mundo: “Canadá siempre defenderá la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos en el país y en el extranjero”; “Canadá continuará denunciando el trato injusto de las minorías raciales y étnicas, de las mujeres y las niñas, de los pueblos indígenas”.
Sin embargo, organizaciones y activistas de derechos humanos canadienses que observan de cerca la situación de Honduras, han denunciado el silencio del gobierno canadiense entorno a las continuas violaciones a los derechos humanos por las compañías mineras canadienses en diferentes comunidades rurales en Honduras, además de desestimar las exigencias para presionar la inmediata liberación de los presos políticos en Honduras, y condenar la represión militar después de la crisis post-electoral.
Nuevamente, el gobierno canadiense desilusiona con un mensaje de indiferencia y debilidad ante una posible crisis humanitaria en el país centroamericano donde el problema de migración y desigualdad no solo afecta a los países del Triángulo Norte sino también a Estados Unidos y Canadá.
Las amenazas de Donald Trump y la indiferencia Justin Trudeau hacia la caravana de migrantes, resultan decepcionantes e insultantes desestimando las verdaderas causas del fenómeno migratorio centroamericano; pensar que detener la masiva migración de hondureños es cuestión de presionar al régimen de Juan Orlando Hernández al militarizar las fronteras, suspender las ayudas económicas, arrestar y deportar migrantes, sin tomar en cuenta el origen del problema, evidencia los verdaderos intereses capitalistas e inhumanos de los dos países del norte, responsables de respaldar y financiar al gobierno ilegítimo de Hernández para continuar percibiendo jugosas ganancias de la explotación y privatización del patrimonio hondureño.
Después de escuchar la promesa del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, de conceder visas de trabajo para aquellos migrantes centroamericanos que desean trabajar en territorio mexicano, ¿debería moralmente el Primer Ministro Justin Trudeau pronunciarse sobre la situación de Honduras y recordarle sus palabras en su primer discurso ante la ONU que: “Estamos aquí para ayudar. Bienvenidos a Canadá a todos aquellos que escapan de la persecución, el terror y la guerra; los canadienses les damos la bienvenida, sin importar la fe, la diversidad es nuestra fuerza”? O ¿recordaremos el tuit de Donald Trump cuando calificó a Justin Trudeau de “muy deshonesto y débil”?
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Peña Nieto lanza plan de empleo temporal a hondureños en México
octubre 26, 2018 Redaccion
Por: Redacción CRITERIO redaccion@criterio.hn
Agregó que México quiere proteger y apoyar a los migrantes y para hacerlo es necesario que regularicen su estancia en el país con sus leyes.
El mandatario dijo que los mexicanos son hospitalarios y solidarios con quienes pasan por momentos difíciles y que son un país que reconoce la dignidad de las personas migrantes.
Señaló que todos tenemos parientes que han migrado y que sabe que lo que los migrantes buscan es construir un nuevo hogar y un mejor futuro para su familia y por esa razón abrirá empleos para los migrantes y escuelas para los hijos de estos.
Tegucigalpa.-
Bajo el nombre “Estás en tu casa”, el presidente de México, Enrique
Peña Nieto anunció este día un plan para atender a los hondureños
migrantes, brindándoles empleo temporal, atención médica y escuela a los
menores de edad.
El plan
aplicará en los estados de Oaxaca y Chiapas para aquellos que vayan
solicitando su ingreso o refugio en el INAMI-MX, dijo el presidente
mexicano en su cuenta de Twitter.Agregó que México quiere proteger y apoyar a los migrantes y para hacerlo es necesario que regularicen su estancia en el país con sus leyes.
El mandatario dijo que los mexicanos son hospitalarios y solidarios con quienes pasan por momentos difíciles y que son un país que reconoce la dignidad de las personas migrantes.
Señaló que todos tenemos parientes que han migrado y que sabe que lo que los migrantes buscan es construir un nuevo hogar y un mejor futuro para su familia y por esa razón abrirá empleos para los migrantes y escuelas para los hijos de estos.
Tambien
se les dotará de una identificación temporal para hacer los trámites
que necesiten mientras regularizan su situación migratoria.
Para
aplicar a esta oferta se necesitan dos requisitos: 1.- Que el migrante
esté en los estados de Chiapas o Oaxaca y 2.- que ya hayan solicitado su
inscripción ante el Instituto Nacional de Migración.El tema de la corrupción es otro de los detonantes, estiman los expertos
El éxodo migratorio refleja el fracaso de las élites en Honduras
Ultima actualización Oct 26, 2018 LA REPÚBLICA uy
El
éxodo iniciado el 13 de octubre por miles de migrantes hondureños en
búsqueda del sueño americano, es un reflejo del fracaso de las elites
hondureñas, sostienen analistas consultados por IPS al afirmar que lejos
de apostar a oportunidades de cambio, “más bien cierran los espacios
para que estos no se produzcan”.
“En Honduras, las elites han logrado cerrar muchas posibilidades de cambio, los grupos de poder no quieren permitir que Honduras avance y las condiciones para este éxodo sin precedentes, estaban dadas”, sentenció a IPS el sociólogo Eugenio Sosa, analista político experto en movimientos sociales.
A su juicio, “hoy estamos en una situación de emergencia y nadie se atreve a proponer al presidente Juan Orlando Hernández que debe sentarse para buscar salidas políticas a esta crisis”.
Las elites de poder—políticas y económicas—”tienen talento para blindarse frente a la corrupción, pero no para enfrentar los problemas del país”, acotó Sosa, al citar entre las condiciones expulsoras de la actual ola migratoria factores estructurales como la pobreza, la falta de empleo, la corrupción, inseguridad y la violencia, entre otros.
En este país centroamericano de 9,1 millones de habitantes, 65 por ciento de la población vive en condiciones de pobreza, lo que supone poco más de cinco millones de personas, y de estas, más de tres millones sobreviven con apenas dos dólares diarios, según el Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh), el principal centro de pensamiento económico no estatal del país.
La Secretaría (ministerio) de Trabajo y Seguridad Social estima en 4,1 millones de personas la población económicamente activa de Honduras. El salario mínimo promedio es el equivalente de 355 dólares. Pero de acuerdo al Fosdeh, en el sector privado ocho de cada 10 empleados, gana por debajo del salario mínimo y en el sector público, cuatro de cada 10.
“La desesperanza es grande, las opciones de mejora de empleo no están. La caravana migratoria ha sido un parte aguas en este país, ha desbordado al gobierno, ellos sabían del problema, pero nunca actuaron, solo reaccionan frente a las crisis cuando están instaladas”, dijo a IPS el experto en temas migratorios Ricardo Puerta.
“Si antes se iban 200 personas diarias del país, la modalidad de las caravanas te ha puesto una nueva perspectiva, estamos frente a un éxodo, ante una crisis humanitaria que ha tenido entre sus detonantes el desencanto y la falta de oportunidades”, agregó.
En la caravana que arrancó el día 13 en la ciudad de San Pedro Sula, diferentes organizaciones fronterizas y humanitarias calculan que se incorporaron 7.000 personas, de ellas 2.400 menores de edad. Otra caravana partió el martes 23 de Zacapa, en Guatemala, con unos 1.500 hondureños, con la intención de sumarse a la primera.
Un sondeo elaborado por la orden católica de la Compañía de Jesús, presentado en abril, reveló que 44,3 por ciento de los hondureños pensaba en emigrar del país.
“Es que en los hospitales públicos no hay medicinas, no hay trabajo, el sector privado no está generando el empleo deseado, los costos de producción y de vida se disparan. Estamos ante una crisis múltiple a nivel económico, social y político”, acotó a IPS el director ejecutivo del Consejo Hondureño de la Empresa Privada en Honduras (Cohep), Armando Urtecho.
Urtecho dice que los empresarios están preocupados porque el panorama es incierto y “ya empiezan a generarse, a lo interno, caravanas de protesta y solidaridad con los migrantes que pueden calentar o radicalizar el panorama”.
Se refiere a una Caravana de la Dignidad, que han iniciado diversas organizaciones sociales, encabezada por el sacerdote jesuita Ismael Moreno, del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) de los jesuitas.
La caravana arrancó el martes 23 desde la pequeña localidad de La Barca, en el norte del país, y espera llegar a Tegucigalpa, la capital, el viernes 26. Entre sus propósitos, además de la solidaridad con la caravana de migrantes hacia Estados Unidos, está pedir la salida del poder del presidente Hernández.
Víctor Meza, analista político, cree que estas acciones son parte del desencanto pues todos los elementos para un cambio se “han visto frustrados”. “El país necesita un cambio inclusivo, democrático y participativo. El gobierno ha sido golpeado y no hay espacio para los acuerdos políticos pactados bajo la mesa. El país no da para más”, dijo a IPS.
Meza al igual que Eugenio Sosa, son del criterio que en este fracaso de las elites, el tema de la corrupción y la crisis político electoral de noviembre de 2017 que culminó con una cuestionada reelección de Hernández, fue otro de los factores que detonó en el éxodo migratorio.
En el poder desde 2014, Hernández es hoy el presidente con mayor rechazo social en el país. Seis de cada 10 hondureños cree que ganó la reelección mediante un fraude, según la encuesta de los jesuitas.
En este país, la reelección estaba prohibida por la Constitución hasta que Hernández y su Partido Nacional, una fuerza tradicional de derecha, impusieron una polémica reforma en la ley fundamental para permitirle ser candidato en los comicios de noviembre de 2017, con resultados que organizaciones locales e internacionales consideraron dudosos.
La crisis desatada por los cuestionamientos a su reelección llevaron a instalar unas mesas técnicas de diálogo político, con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas, para abordar cuatro detonantes de la crisis postelectoral: violencia y fraude, derechos humanos, reformas constitucionales y reformas político electorales.
Pero el diálogo se estancó por la renuencia de los representantes del gobierno y el Partido Nacional a temas como la amnistía y la investigación de 22 muertes postelectorales a manos de las fuerzas del orden, según un informe de la ONU.
El tema de la corrupción es otro de los detonantes, estiman los expertos.
Miembros del partido en el poder, funcionarios de la cúpula del gobierno y diputados oficialistas y opositores han sido salpicados en un millonario desvío de 12 millones de dólares destinados para los pobres que fueron a dar a cuentas particulares y financiamiento de campaña política.
Una ex primera dama está acusada y en prisión preventiva por otros delitos y más diputados son señalados de presuntos hechos corruptos. Ante ello, las elites políticas en el congreso nacional impulsan reformas orientadas a blindar la corrupción.
Los esfuerzos anticorrupción no logran pasar, el desencanto crece y “cuando se cierra esa posibilidad, el éxodo se vuelve una opción de salida. Se huye del país de la fantasía”, acota Meza.
Hernández anunció 615 millones de lempiras, unos 25,6 millones de dólares, para atender el tema migratorio y los afectados por la sequía y las lluvias. Los sectores sociales le piden que convoque a un Pacto Social incluyente, pero sus funcionarios prefieren diálogos paralelos y reuniones privadas empresariales.
“El presidente no ve la crisis, no ve la dimensión del problema”, confió a IPS un alto funcionario del gobierno, que pidió el anonimato, al término de una reunión del gobernante con sectores gremiales privados. Hernández, apuntó, no tiene idea de cuánta miseria puede aguantar una democracia.
Según el informe de 2017 del Latinobarómetro de las Américas, la democracia en Honduras está en coma, apenas 36 por ciento de los hondureños la apoyan, en un respaldo que cayó siete puntos en relación al 2016.
El éxodo migratorio, sostienen los expertos, abrió un agujero y los escenarios vaticinan que el país entró en una transición conflictiva que podría llevar a una mayor descomposición social.
“En Honduras, las elites han logrado cerrar muchas posibilidades de cambio, los grupos de poder no quieren permitir que Honduras avance y las condiciones para este éxodo sin precedentes, estaban dadas”, sentenció a IPS el sociólogo Eugenio Sosa, analista político experto en movimientos sociales.
A su juicio, “hoy estamos en una situación de emergencia y nadie se atreve a proponer al presidente Juan Orlando Hernández que debe sentarse para buscar salidas políticas a esta crisis”.
Las elites de poder—políticas y económicas—”tienen talento para blindarse frente a la corrupción, pero no para enfrentar los problemas del país”, acotó Sosa, al citar entre las condiciones expulsoras de la actual ola migratoria factores estructurales como la pobreza, la falta de empleo, la corrupción, inseguridad y la violencia, entre otros.
En este país centroamericano de 9,1 millones de habitantes, 65 por ciento de la población vive en condiciones de pobreza, lo que supone poco más de cinco millones de personas, y de estas, más de tres millones sobreviven con apenas dos dólares diarios, según el Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh), el principal centro de pensamiento económico no estatal del país.
La Secretaría (ministerio) de Trabajo y Seguridad Social estima en 4,1 millones de personas la población económicamente activa de Honduras. El salario mínimo promedio es el equivalente de 355 dólares. Pero de acuerdo al Fosdeh, en el sector privado ocho de cada 10 empleados, gana por debajo del salario mínimo y en el sector público, cuatro de cada 10.
“La desesperanza es grande, las opciones de mejora de empleo no están. La caravana migratoria ha sido un parte aguas en este país, ha desbordado al gobierno, ellos sabían del problema, pero nunca actuaron, solo reaccionan frente a las crisis cuando están instaladas”, dijo a IPS el experto en temas migratorios Ricardo Puerta.
“Si antes se iban 200 personas diarias del país, la modalidad de las caravanas te ha puesto una nueva perspectiva, estamos frente a un éxodo, ante una crisis humanitaria que ha tenido entre sus detonantes el desencanto y la falta de oportunidades”, agregó.
En la caravana que arrancó el día 13 en la ciudad de San Pedro Sula, diferentes organizaciones fronterizas y humanitarias calculan que se incorporaron 7.000 personas, de ellas 2.400 menores de edad. Otra caravana partió el martes 23 de Zacapa, en Guatemala, con unos 1.500 hondureños, con la intención de sumarse a la primera.
Un sondeo elaborado por la orden católica de la Compañía de Jesús, presentado en abril, reveló que 44,3 por ciento de los hondureños pensaba en emigrar del país.
“Es que en los hospitales públicos no hay medicinas, no hay trabajo, el sector privado no está generando el empleo deseado, los costos de producción y de vida se disparan. Estamos ante una crisis múltiple a nivel económico, social y político”, acotó a IPS el director ejecutivo del Consejo Hondureño de la Empresa Privada en Honduras (Cohep), Armando Urtecho.
Urtecho dice que los empresarios están preocupados porque el panorama es incierto y “ya empiezan a generarse, a lo interno, caravanas de protesta y solidaridad con los migrantes que pueden calentar o radicalizar el panorama”.
Se refiere a una Caravana de la Dignidad, que han iniciado diversas organizaciones sociales, encabezada por el sacerdote jesuita Ismael Moreno, del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) de los jesuitas.
La caravana arrancó el martes 23 desde la pequeña localidad de La Barca, en el norte del país, y espera llegar a Tegucigalpa, la capital, el viernes 26. Entre sus propósitos, además de la solidaridad con la caravana de migrantes hacia Estados Unidos, está pedir la salida del poder del presidente Hernández.
Víctor Meza, analista político, cree que estas acciones son parte del desencanto pues todos los elementos para un cambio se “han visto frustrados”. “El país necesita un cambio inclusivo, democrático y participativo. El gobierno ha sido golpeado y no hay espacio para los acuerdos políticos pactados bajo la mesa. El país no da para más”, dijo a IPS.
Meza al igual que Eugenio Sosa, son del criterio que en este fracaso de las elites, el tema de la corrupción y la crisis político electoral de noviembre de 2017 que culminó con una cuestionada reelección de Hernández, fue otro de los factores que detonó en el éxodo migratorio.
En el poder desde 2014, Hernández es hoy el presidente con mayor rechazo social en el país. Seis de cada 10 hondureños cree que ganó la reelección mediante un fraude, según la encuesta de los jesuitas.
En este país, la reelección estaba prohibida por la Constitución hasta que Hernández y su Partido Nacional, una fuerza tradicional de derecha, impusieron una polémica reforma en la ley fundamental para permitirle ser candidato en los comicios de noviembre de 2017, con resultados que organizaciones locales e internacionales consideraron dudosos.
La crisis desatada por los cuestionamientos a su reelección llevaron a instalar unas mesas técnicas de diálogo político, con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas, para abordar cuatro detonantes de la crisis postelectoral: violencia y fraude, derechos humanos, reformas constitucionales y reformas político electorales.
Pero el diálogo se estancó por la renuencia de los representantes del gobierno y el Partido Nacional a temas como la amnistía y la investigación de 22 muertes postelectorales a manos de las fuerzas del orden, según un informe de la ONU.
El tema de la corrupción es otro de los detonantes, estiman los expertos.
Miembros del partido en el poder, funcionarios de la cúpula del gobierno y diputados oficialistas y opositores han sido salpicados en un millonario desvío de 12 millones de dólares destinados para los pobres que fueron a dar a cuentas particulares y financiamiento de campaña política.
Una ex primera dama está acusada y en prisión preventiva por otros delitos y más diputados son señalados de presuntos hechos corruptos. Ante ello, las elites políticas en el congreso nacional impulsan reformas orientadas a blindar la corrupción.
Los esfuerzos anticorrupción no logran pasar, el desencanto crece y “cuando se cierra esa posibilidad, el éxodo se vuelve una opción de salida. Se huye del país de la fantasía”, acota Meza.
Hernández anunció 615 millones de lempiras, unos 25,6 millones de dólares, para atender el tema migratorio y los afectados por la sequía y las lluvias. Los sectores sociales le piden que convoque a un Pacto Social incluyente, pero sus funcionarios prefieren diálogos paralelos y reuniones privadas empresariales.
“El presidente no ve la crisis, no ve la dimensión del problema”, confió a IPS un alto funcionario del gobierno, que pidió el anonimato, al término de una reunión del gobernante con sectores gremiales privados. Hernández, apuntó, no tiene idea de cuánta miseria puede aguantar una democracia.
Según el informe de 2017 del Latinobarómetro de las Américas, la democracia en Honduras está en coma, apenas 36 por ciento de los hondureños la apoyan, en un respaldo que cayó siete puntos en relación al 2016.
El éxodo migratorio, sostienen los expertos, abrió un agujero y los escenarios vaticinan que el país entró en una transición conflictiva que podría llevar a una mayor descomposición social.
EEUU y el éxodo centroamericano
por Ángel Guerra Cabrera
LA HAINE -
26/10/2018
El
éxodo de centroamericanos, principalmente hacia EEUU, ha sido
visibilizado por la actual caravana que atraviesa México, pero es un
fenómeno de larga data. En 2017 la Organización Internacional de
Migraciones, agencia de la ONU, informó que 450 mil migrantes,
predominantemente centroamericanos, cruzan anualmente México rumbo al
país del norte.
Este fenómeno comenzó a tomar auge en los años 80 del siglo pasado a consecuencia del masivo apoyo de Washington a los ejércitos y fuerzas represivas de El Salvador y Guatemala en su cruenta guerra contra los movimientos de liberación de esos países que, junto a Honduras, fueron muy afectados. La guerra originó, sobre todo en El Salvador, un gran flujo de refugiados, entre ellos miles de jóvenes huérfanos, rumbo a la potencia norteña.
No era la primera ni la última ocasión en que el imperialismo estadounidense intervenía en los países centroamericanos. Desde principios del siglo XX Washington envió decenas de veces los marines a imponer sus deseos a esa región de nuestra América. Es conocida la heroica gesta de Augusto César Sandino y su pequeño ejército loco contra la intervención militar yanqui del primer cuarto del siglo XX en Nicaragua.
Décadas después, ese país y el gobierno de Frente Sandinista de Liberación sufrirían una implacable y sangrienta agresión del gobierno de Ronald Reagan. Un ejército contrarrevolucionario organizado y armado ilegalmente por EEUU era abastecido por aire desde Honduras en un operativo de la CIA, el Irán-Contras, implementado desde allí por terroristas de origen cubano. Los aviones venían cargados de armas desde territorio estadounidense y regresaban con drogas a ese país. A la vez, esa agencia articuló los escuadrones de la muerte que, a costa de graves violaciones a los derechos humanos, mantuvieron a raya a los revolucionarios hondureños. En 1989, George Bush padre ordenó la artera invasión de Panamá que costó la vida de 3 mil personas.
En 2009, desde la base militar de Soto Cano, en Honduras, donde radica la fuerza de tarea Bravo, del Comando Sur de EEUU, éste digitó el golpe de estado contra el presidente Manuel Zelaya. Esa acción tiene mucho que ver con los hechos que han conducido a la migración masiva de centroamericanos. Zelaya ingresó al ALBA y estableció una fluida relación de cooperación con la Venezuela chavista. Logró que la OEA levantara la exclusión de Cuba en una asamblea general del organismo celebrada en su país e intentaba organizar una asamblea constituyente para transferir al pueblo hondureño el control de su soberanía nacional y de sus recursos naturales. Nada de esto era tolerable para Washington, que no sólo ordenó el golpe, sino que hizo cuanto estuvo a su alcance para consolidarlo. Desde entonces todas las elecciones en Honduras han sido fraudulentas, incluyendo la que aupó al actual gobernante Juan Orlando Hernández. Zelaya, aliado a la Nicaragua de Daniel Ortega, habría sido un obstáculo para los planes de saqueo y expansión territorial a través de las trasnacionales mineras y las Zonas Económicas Especiales.
La caravana de migrantes, compuesta según la ONU por unas 7 000 personas, salió de San Pedro Sula, en Honduras, el 13 de octubre.
La génesis de la actual e incontenible corriente migratoria fue la aplicación a rajatabla en Centroamérica de las políticas neoliberales diseñadas por el llamado Consenso de Washington, que se han hecho cada vez más cruentas e insostenibles. Los pueblos de América Latina y el Caribe están siendo sometidos a una segunda reconquista y recolonización, por medio de las grandes empresas y la militarización impulsada por EEUU, que incluye la presencia de bases militares en nuestros países. Gobiernos satélites del imperialismo brindan todas las facilidades a las trasnacionales en sus planes expansionistas de acelerada depredación de los recursos naturales y superexplotación de la fuerza de trabajo. Todo ello mediante el despojo de sus tierras y aguas a comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas, reprimidas, cuando se rebelan, no sólo por los cuerpos de seguridad. También, con frecuencia, por el llamado crimen organizado, que resulta muy recompensado a cambio. Unido a esto, la ruptura de cadenas productivas que ha conducido a la desindustrialización y a la pérdida de miles de puestos de trabajo.
Esta agresión neoliberal a las formas previas de organización productiva capitalista, con el consiguiente desempleo y quiebra del tejido social es la causa mayor del creciente desplazamiento y éxodo forzado de millones de personas hacia EEUU. Pero la agrava considerablemente el auge imparable de las organizaciones criminales y la brutal violencia que ejercen contra pueblos y comunidades, cuyo mapa de actuación se superpone al de los megaproyectos del neoliberalismo.
No es en Caracas, es en Washington, donde hace tiempo se viene gestando la tragedia migratoria de Centroamérica y México.
Cubadebate
Este fenómeno comenzó a tomar auge en los años 80 del siglo pasado a consecuencia del masivo apoyo de Washington a los ejércitos y fuerzas represivas de El Salvador y Guatemala en su cruenta guerra contra los movimientos de liberación de esos países que, junto a Honduras, fueron muy afectados. La guerra originó, sobre todo en El Salvador, un gran flujo de refugiados, entre ellos miles de jóvenes huérfanos, rumbo a la potencia norteña.
No era la primera ni la última ocasión en que el imperialismo estadounidense intervenía en los países centroamericanos. Desde principios del siglo XX Washington envió decenas de veces los marines a imponer sus deseos a esa región de nuestra América. Es conocida la heroica gesta de Augusto César Sandino y su pequeño ejército loco contra la intervención militar yanqui del primer cuarto del siglo XX en Nicaragua.
Décadas después, ese país y el gobierno de Frente Sandinista de Liberación sufrirían una implacable y sangrienta agresión del gobierno de Ronald Reagan. Un ejército contrarrevolucionario organizado y armado ilegalmente por EEUU era abastecido por aire desde Honduras en un operativo de la CIA, el Irán-Contras, implementado desde allí por terroristas de origen cubano. Los aviones venían cargados de armas desde territorio estadounidense y regresaban con drogas a ese país. A la vez, esa agencia articuló los escuadrones de la muerte que, a costa de graves violaciones a los derechos humanos, mantuvieron a raya a los revolucionarios hondureños. En 1989, George Bush padre ordenó la artera invasión de Panamá que costó la vida de 3 mil personas.
En 2009, desde la base militar de Soto Cano, en Honduras, donde radica la fuerza de tarea Bravo, del Comando Sur de EEUU, éste digitó el golpe de estado contra el presidente Manuel Zelaya. Esa acción tiene mucho que ver con los hechos que han conducido a la migración masiva de centroamericanos. Zelaya ingresó al ALBA y estableció una fluida relación de cooperación con la Venezuela chavista. Logró que la OEA levantara la exclusión de Cuba en una asamblea general del organismo celebrada en su país e intentaba organizar una asamblea constituyente para transferir al pueblo hondureño el control de su soberanía nacional y de sus recursos naturales. Nada de esto era tolerable para Washington, que no sólo ordenó el golpe, sino que hizo cuanto estuvo a su alcance para consolidarlo. Desde entonces todas las elecciones en Honduras han sido fraudulentas, incluyendo la que aupó al actual gobernante Juan Orlando Hernández. Zelaya, aliado a la Nicaragua de Daniel Ortega, habría sido un obstáculo para los planes de saqueo y expansión territorial a través de las trasnacionales mineras y las Zonas Económicas Especiales.
La caravana de migrantes, compuesta según la ONU por unas 7 000 personas, salió de San Pedro Sula, en Honduras, el 13 de octubre.
La génesis de la actual e incontenible corriente migratoria fue la aplicación a rajatabla en Centroamérica de las políticas neoliberales diseñadas por el llamado Consenso de Washington, que se han hecho cada vez más cruentas e insostenibles. Los pueblos de América Latina y el Caribe están siendo sometidos a una segunda reconquista y recolonización, por medio de las grandes empresas y la militarización impulsada por EEUU, que incluye la presencia de bases militares en nuestros países. Gobiernos satélites del imperialismo brindan todas las facilidades a las trasnacionales en sus planes expansionistas de acelerada depredación de los recursos naturales y superexplotación de la fuerza de trabajo. Todo ello mediante el despojo de sus tierras y aguas a comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas, reprimidas, cuando se rebelan, no sólo por los cuerpos de seguridad. También, con frecuencia, por el llamado crimen organizado, que resulta muy recompensado a cambio. Unido a esto, la ruptura de cadenas productivas que ha conducido a la desindustrialización y a la pérdida de miles de puestos de trabajo.
Esta agresión neoliberal a las formas previas de organización productiva capitalista, con el consiguiente desempleo y quiebra del tejido social es la causa mayor del creciente desplazamiento y éxodo forzado de millones de personas hacia EEUU. Pero la agrava considerablemente el auge imparable de las organizaciones criminales y la brutal violencia que ejercen contra pueblos y comunidades, cuyo mapa de actuación se superpone al de los megaproyectos del neoliberalismo.
No es en Caracas, es en Washington, donde hace tiempo se viene gestando la tragedia migratoria de Centroamérica y México.
Cubadebate
Rumbo a EE.UU.: ¿Qué peligros y chances enfrenta la caravana de hondureños en el sur de México?
Publicado: 19 oct 2018 22:15 GMT - RT
Para concretar su objetivo, las miles de
personas que emprendieron la travesía deben sortear el férreo control
del Gobierno mexicano y a los delincuentes.
La
violencia que sufre a diario la población hondureña en su país y la
falta de oportunidades hicieron que miles de personas se lanzaran a una
larga travesía en busca de una vida mejor en EE.UU.. Sin embargo, ya en
la frontera sur de México se encontraron con una serie de dificultades y amenazas.
Dos aviones de la Policía Federal instalados en el aeropuerto internacional de Tapachula, en el sudoeste de México, sumados a unos 250 efectivos y helicópteros que sobrevolaban el río Suchiate, límite natural con Guatemala, fueron empleados para custodiar el flujo de migrantes. Aunque su función no es la de impedirles el tránsito, sino evitar desbordes.
No obstante, desde el Instituto Nacional de Migración (INM) aseguraron que cualquier persona que pudiera ingresar al país de manera ilegal "será rescatada y sujeta a procedimiento administrativo" y "retornada a su país de origen de manera segura y ordenada".
"Vamos a darle cauce a quienes vienen con la intención de ingresar al país, solicitarles los requisitos señalados, que es contar con una visa. Deben cruzar por el puente, si cruzan por el río es un cruce irregular",advirtió, por su parte, el comisionado del INM, Gerardo García.
Una de las caminantes, de nombre Ana, aseguró que la travesía responde a que en su país tienen nulas posibilidades de tener una vida digna. Por eso, vencieron sus temores y comenzaron a avanzar hacia el norte. "Ya no tememos miedo", afirmó.
"Me duele dejar mi país, pero me duele mucho más que mis hijos tengan hambre", explicó un hombre. Otro se lamentó de que "uno no puede tener un buen futuro en un país donde lo poquito que uno gana no le alcanza".
En ese sentido, agregó: "Vamos a apoyar a los migrantes, a nuestros hermanos hondureños, guatemaltecos o de donde vengan".
Según datos de la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes, entre 2014 y 2017, 10.319 personas admitieron haber sufrido un delito durante su tránsito rumbo al norte.
Incluso, autoridades investigan denuncias sobre hechos de violencia cometidos por las fuerzas de seguridad contra migrantes en todo el país, como apuntarles con armas, golpearlos o aplicarles descargas eléctricas.
Lo hizo luego de que, este jueves, prometiera militarizar la frontera sur de su país para evitar la entrada ilegal de la caravana.
Hasta ayer la vigilancia estuvo a cargo de la Policía Federal, con elementos desarmados, señaló la Secretaría de Gobernación (SG).
Los funcionarios consultados indicaron que el operativo especial de la Marina no se limitará a un solo punto fronterizo y que habrá coordinación con otras instancias de los gobiernos estatales y federal.
Aclararon que esto no significa la suspensión de la ayuda humanitaria y el seguimiento a la revisión de la situación migratoria y el análisis de las más de mil 600 solicitudes de refugio. Pero al mismo tiempo se buscará la forma de no sentar un precedente en la frontera sur.
En ese punto, el lunes pasado el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, fue enfático en cuanto a las medidas que se aplicarían de carácter temporal y para atender la coyuntura.
Si bien advirtió que México no cederá ante la presión de otro país para actuar de manera hostil contra los migrantes centroamericanos, puntualizó que se estudiaba la forma de atajar los riesgos de este flujo masivo de personas.
Dos aviones de la Policía Federal instalados en el aeropuerto internacional de Tapachula, en el sudoeste de México, sumados a unos 250 efectivos y helicópteros que sobrevolaban el río Suchiate, límite natural con Guatemala, fueron empleados para custodiar el flujo de migrantes. Aunque su función no es la de impedirles el tránsito, sino evitar desbordes.
"Vamos a darle cauce a quienes vienen con la intención de ingresar al país, solicitarles los requisitos señalados, que es contar con una visa. Deben cruzar por el puente, si cruzan por el río es un cruce irregular",advirtió, por su parte, el comisionado del INM, Gerardo García.
Nada los detiene
Pese a todas las advertencias, los primeros de los cerca de 3.000 integrantes de la caravana de hondureños continuaron su camino y llegaron hasta territorio mexicano.Una de las caminantes, de nombre Ana, aseguró que la travesía responde a que en su país tienen nulas posibilidades de tener una vida digna. Por eso, vencieron sus temores y comenzaron a avanzar hacia el norte. "Ya no tememos miedo", afirmó.
"Me duele dejar mi país, pero me duele mucho más que mis hijos tengan hambre", explicó un hombre. Otro se lamentó de que "uno no puede tener un buen futuro en un país donde lo poquito que uno gana no le alcanza".
Pocas oportunidades
En el sur de México, más allá de la militarización de la frontera, algunas autoridades se mostraron dispuestas a ofrecer ayuda. Una de ellas es el gobernador del estado de Chiapas, Manuel Velasco, quien expresó: "Vamos a tener siempre una política de respeto a los derechos humanos de los migrantes, de puertas abiertas, porque debemos de tener la cara limpia para exigir el mismo trato para nuestros connacionales que viven en EE.UU.".En ese sentido, agregó: "Vamos a apoyar a los migrantes, a nuestros hermanos hondureños, guatemaltecos o de donde vengan".
Un grave problema de 2.000 kilómetros
Los integrantes de la columna que ya lograron sortear el control limítrofe y entrar a México para seguir su camino hacia el norte van a enfrentarse a un nuevo riesgo: el de cruzar 2.000 kilómetros hasta llegar a la frontera con EE.UU. sin caer en manos de traficantes de personas, de otros delincuentes o de la violencia institucional.Según datos de la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes, entre 2014 y 2017, 10.319 personas admitieron haber sufrido un delito durante su tránsito rumbo al norte.
Incluso, autoridades investigan denuncias sobre hechos de violencia cometidos por las fuerzas de seguridad contra migrantes en todo el país, como apuntarles con armas, golpearlos o aplicarles descargas eléctricas.
El desafío final
La solución más administrativa que militar que parecen impulsar desde México no es la misma que planea el presidente de EE.UU., Donald Trump, quien celebró la decisión del Gobierno mexicano de enviar tropas para controlar la zona limítrofe con Guatemala.Lo hizo luego de que, este jueves, prometiera militarizar la frontera sur de su país para evitar la entrada ilegal de la caravana.
Caminata migrante
Aplicará Marina operativo de disuasión en la frontera sur
▲ Integrantes de la Caravana Migrante descansan en la plaza central de Huixtla, Chiapas, de donde partirán hacia Mapastepec.Foto Víctor Camacho
por Fabiola Martínez
Periódico La Jornada
Miércoles 24 de octubre de 2018, p. 4
Miércoles 24 de octubre de 2018, p. 4
En las próximas horas personal de la Marina Armada de
México aplicará un operativo especial en la frontera sur con el
propósito de
Hace una semana llegaron a México sin presentar los documentos requeridos para un ingreso regulado por la ley.disuadir e impedirel paso de migrantes. Fuentes del gabinete de seguridad señalaron lo anterior la tarde de este martes, 10 días después del inicio de la caravana que partió de San Pedro Sula, Honduras.
Hasta ayer la vigilancia estuvo a cargo de la Policía Federal, con elementos desarmados, señaló la Secretaría de Gobernación (SG).
Los funcionarios consultados indicaron que el operativo especial de la Marina no se limitará a un solo punto fronterizo y que habrá coordinación con otras instancias de los gobiernos estatales y federal.
Aclararon que esto no significa la suspensión de la ayuda humanitaria y el seguimiento a la revisión de la situación migratoria y el análisis de las más de mil 600 solicitudes de refugio. Pero al mismo tiempo se buscará la forma de no sentar un precedente en la frontera sur.
En ese punto, el lunes pasado el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, fue enfático en cuanto a las medidas que se aplicarían de carácter temporal y para atender la coyuntura.
Si bien advirtió que México no cederá ante la presión de otro país para actuar de manera hostil contra los migrantes centroamericanos, puntualizó que se estudiaba la forma de atajar los riesgos de este flujo masivo de personas.
Existe el riesgo de que se piense que de aquí en adelante ya no hay fronteras y que basta que un grupo se organice de manera grande, presione, mande por delante niños, mujeres embarazadas, hombres mayores, y que esto genere que haya apertura de fronteras.
Unas horas después, el gabinete de seguridad (que incluye a la SG y a
las fuerzas armadas) concluyó que el mecanismo de ayuda humanitaria
aplicado en días recientes había sido correcto, en especial para evitar
muertes por aplastamiento cuando la caravana se apostó en un puente
angosto, pero era tiempo de definir una estrategia, como Estado
mexicano, para afianzar la migración ordenada porque de lo contrario los
daños colaterales serán para la población de la zona fronteriza.
Los funcionarios subrayaron que no ven a los migrantes como criminales, pero es necesario atajar el fenómeno y llamar a los gobiernos del hemisferio a asumir una actitud de corresponsabilidad.
La migración de centroamericanos, en especial de originarios de Honduras, ha crecido este año –sin contar la caravana de octubre– 42 por ciento.
De enero a agosto de 2017 el número de hondureños presentados ante la autoridad migratoria fue de 20 mil 856, mientras en ese mismo periodo del año en curso la suma fue de 36 mil 501.
En tanto, el flujo de guatemaltecos creció 36.3 por ciento. En tercer sitio se ubican las personas originarias de El Salvador.
Así, mientras el año pasado el pico máximo mensual de migrantes hondureños fue de 3 mil 266 en agosto, en 2018 el nivel más alto se registró también ese mes, con 5 mil 518 casos.
Los funcionarios subrayaron que no ven a los migrantes como criminales, pero es necesario atajar el fenómeno y llamar a los gobiernos del hemisferio a asumir una actitud de corresponsabilidad.
La migración de centroamericanos, en especial de originarios de Honduras, ha crecido este año –sin contar la caravana de octubre– 42 por ciento.
De enero a agosto de 2017 el número de hondureños presentados ante la autoridad migratoria fue de 20 mil 856, mientras en ese mismo periodo del año en curso la suma fue de 36 mil 501.
En tanto, el flujo de guatemaltecos creció 36.3 por ciento. En tercer sitio se ubican las personas originarias de El Salvador.
Así, mientras el año pasado el pico máximo mensual de migrantes hondureños fue de 3 mil 266 en agosto, en 2018 el nivel más alto se registró también ese mes, con 5 mil 518 casos.