domingo, 19 de septiembre de 2010

INFORMACIONES HONDURAS ( nr 541 ) 19 setiembre 2010

Carta al presidente Porfirio Lobo del Comité de Solidaridad con el Pueblo de Honduras
18/09/2010 El Libertador


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Nuestro Comité le transmite su indignación y rechazo a la brutal represión a la que fueron sometidos el pasado 15 de septiembre centenares de manifestantes que reclamaban la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, paso previo e imprescindible para la normalización del país.

La represión alcanzó el grado de crimen en San Pedro Sula, donde un vendedor ambulante murió a consecuencias de los gases lacrimógenos y ciento de personas resultaron heridas. En esta ciudad, los efectivos de la policía y del ejército además de actuar con inusitada, incluso contra ancianos, mujeres y niños, lo hicieron con premeditación y alevosía.

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Carros pesados del Ejército embisten automóvil en que se conducía el Director de EL LIBERTADOR
18/09/2010 El Libertador


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No es la primera vez que Lagos es víctima de agresiones por parte los uniformados; desde que se perpetró el golpe de Estado en junio de 2009, a finales del año anterior denunció que vehículos de doble tracción similares a carros que usa la embajada de Estados Unidos lo habían perseguido por varias zonas de la capital en el instante que se movilizaba, recepción de mensajes de texto con frases amenazantes. La última acción fue el viernes 10 de septiembre de 2010 a las 4:30 de la tarde en Tegucigalpa.

Redacción Central / EL LIBERTADOR

Tegucigalpa. El Director Fundador de este medio de comunicación, Johnny José Lagos Henríquez, denunció que dos vehículos pertenecientes a las Fuerzas Armadas de Honduras atentaron contra su vida la semana anterior en la capital. Lagos relató que dos vehículos Chevrolet Suburban embistieron el auto en que se conducía a la altura del Hospital Escuela, instante en que se transportaba hacia otro punto de la ciudad.

“Los militares que se conducían en la suburban me quedaban observando fijamente y yo los miré a los ojos, hablaron en susurros entre ellos mientras los miraba detenidamente. Luego, eso ocurrió por el fuerte congestionamiento habitual en esa zona, sobre todo, los viernes en horas de la tarde. Al avanzar encendieron las sirenas de sus carros y fueron directos a embestir el carro en que iba que, desde luego, en tamaño es muy inferior a los transportes militares. Ese modelo de carro son usados también por efectos de las Fuerzas Armadas que permanecen en Casa de Gobierno” relata Johnny Lagos, y responsabiliza a los organismo de seguridad de cualquier ataque que sufra él, su familia y los empleados de EL LIBERTADOR.

No es la primera vez que Lagos es víctima de agresiones por parte de los uniformados; desde que se perpetró el golpe de Estado en junio de 2009, a finales del año anterior denunció que vehículos de doble tracción lo habían perseguido por varias zonas de la capital en el instante que se movilizaba, recepción de mensajes de texto con frases amenazantes. Sus hijos también ha manifestado que ahan observado seguimientos.

Incluso, en ocasiones, personas extrañas han estacionado sus carros al lado del que ellos se mueven y los han provocado, lo mismo ha pasado con los compañeros del Departamento de Circulación mientras transitan por la capital realizando su trabajo cotidiano. Durante la dictadura de Roberto Micheletti, la hija mayor del Director de EL LIBERTADOR fue quemada viva dentro del carro en que se conducía, fue encontrada incinerada y con alambres enrollados en la muñecas de las manos.

Diez días antes del golpe de Estado, 18 de junio de 2009, el juez de lo Contencioso Administrativo, Jorge Alberto Zelaya Zaldaña, le ofreció cinco años de cárcel más multa monetaria al Jhonny Lagos, por haber consultado al pueblo si estaba de acuerdo o no en que se redactara una nueva Constitución Política que diera más oportunidades de participación y acceso a la riqueza a más de siete millones de hondureños que viven bajo la línea de la pobreza".

Durante la dictadura, Lagos fue informado de un plan maquinado por el dictador Micheletti y por Martha Lorena Alvarado, segunda cara visible del gobierno de facto y miembro laboriosa de la secta católica fundamentalista conocida como "Opus Dei". El plan consistía en capturar al Director de EL LIBERTADOR y enviarlo directamente a la Penitenciería Nacional (PN), donde sería asesinado por un reo (Eso lo informo un militar de alto rango que escuchó la conversación y no compartía la maldad de ambos personajes). A partir de Ahí EL LIBERTADOR no dejó de circular, pero la Sala de Redacción fue llevada a la clandestinidad para proteger al resto de compañeros, porque el blanco era Lagos y quiso arriesgar al resto de compañeros del periódico.

Durante la clandestinidad, fueron encontrados por miembros de la Policía y del Ejércirto que merodeaban el lugar donde se encontraban, en ese contexto, el lugar fue allanado por indiviudos empistolados, díez minutos antes del asalto, Lagos había salido a un café, los el personal que se encontraba en ese momento fue metido en un cuarto de baño, las mujeres fueron manoseadas por los supuestos asaltantes, luego se marcharon del lugar con las mochilas de los comunicadores, información grabada, documentos de investigación y las computadoras potátiles. El robo sólo implicó aperos de trabajo de los periodistas de EL LIBERTADOR.

Otros compañeros del periódico han sido secuestrados y torturados, otros han sido bajados de taxis por militares y policías y los han agarrado a patadas en la vía pública, a otras compañeras les ha dicho: "Ya sabemos dónde trabajas perra", tipo vestido de civil, pero sin perder el trato despectivo hacia las mujeres y hombres que en general muestran los elementos de la Policía y del Ejército hacía la población. A un reportero gráfico del periódico secuestrado y quemado con brasas de cigarrilos le dijeron los secuestradores: "Lo que te vamos a hacer a vos es poco, decile a Jhonnito (Jhonny Lagos) que a él y a su familia le va a ir peor, los vamos a matar".




Asesinan a presidenta del Sitraihss en San Pedro Sula

18/09/2010 El Libertador


image El vehículo en el que se transportaba la presidente del sindicato del Seguro Social, Juana Suyapa Bustillo, era una camioneta color rojo vino, marca Dodge Caravan, con placa PCS 3020.

La presidente del Sindicato de Trabajadores del Instituto Hondureño de Seguridad Social (Sitraihss), Juana Bustillo, murió anoche tras ser atacada a balazos por un individuo en la colonia El Roble, en el norte de Honduras, a unos 250 kilómetros de la capital..

San Pedro Sula. La presidente del Sindicato de Trabajadores del Instituto Hondureño de Seguridad Social (Sitraihss), Juana Bustillo, murió anoche tras ser atacada a balazos por un individuo en la colonia El Roble, en San Pedro Sula, a unos 250 kilómetros al norte de Tegucigalpa.

Compañeros de trabajo informaron que Bustillo, de 49 años, estuvo hasta las 7:30 de la noche en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), reunida con otros sindicalistas. De allí salió con dos personas, un hombre y una mujer, en una camioneta color rojo, que ella manejaba.


3-80.gifTomó el bulevar hacia el norte e ingresó a la colonia El Roble por la segunda entrada, hasta llegar frente a un minisúper, donde se estacionó.


De inmediato se le acercó un sujeto, quien le disparó y le asestó tres balazos. Luego salió corriendo hacia un turismo, color beige, que le esperaba estacionado atrás de la camioneta, en el cual huyó.


Las dos personas que iban con ella la acomodaron en el mismo vehículo que manejaba y la llevaron de regreso al hospital del IHSS, distante a menos de un kilómetro en línea recta por el Bulevar del Norte.


La señora fue ingresada a la emergencia con un paro cardiaco en proceso y así fue llevada al quirófano, donde su situación se complicó, hasta que fue declarada clínicamente muerta a las 8:18 de la noche, informó el doctor Carlos Umaña, quien la atendió.

El galeno explicó que Bustillo presentaba tres heridas de bala, dos de ellas en el tórax. Uno de los proyectiles le atravesó la arteria aorta, y fue la que le provocó la muerte.


Al hospital del IHSS llegó un hijo, quien al ser informado del deceso prorrumpió en llanto inconsolable por lo que debió ser retirado por compañeros de trabajo de su madre.


3-81.gifEn los pasillos las enfermeras y médicos comentaban consternados la trágica muerte y se lamentaban el ambiente de inseguridad en Honduras que está acabando con la vida de gente productiva.


Algunos de ellos explicaron que Juana Bustillo tenía unos veinte años de trabajar en el IHSS y aproximadamente once de ser dirigente sindical.

Antecedentes

El 3 de febrero de 2010 fue asesinada Vanessa Janeth Zepeda Alonso, de 29 años, una enfermera que trabajaba en el hospital del IHSS en Tegucigalpa, y quien también era miembro del Sitraihss.

3-79.gifEl 16 de julio pasado el jefe de compras del Instituto Hondureño de Seguridad Social y su familia fueron atacados a balazos en la colonia Jardines del Valle.

En aquella ocasión dos delincuentes dispararon al vehículo en que se conducía Lenín Augusto Guevara, su esposa Fátima Adela Soriano y su niña, Andrea Guevara Soriano, de apenas 3 años de edad. La muchacha y la niña murieron y él resultó herido. Se presume que el móvil del ataque fue el robo. (Tomado de diario Tiempo)

La independencia nacional y la identidad continental

voselsoberano.com | Sábado 18 de Septiembre de 2010


Gustavo Zelaya

Hablar de humanismo en estos tiempos puede sonar raro sobre todo cuando el sistema capitalista exige eficiencia, eficacia, competividad y libre mercado; o cuando los políticos más reaccionarios enarbolan un humanismo cristiano en pleno continuismo golpista. En sentido estricto, la noción de humanismo está en los fundamentos de las ideas liberales, que es parte del núcleo del actual neoliberalismo. Pero se puede introducir nuevos contenidos al humanismo y rescatar algunas características de la vieja aspiración renacentista de crear una personalidad total, íntegra, que consideraba a la persona como un ser emotivo, racional y voluntarioso, tolerante, solidario y respetuoso de los demás. Elementos que han sido dejados de lado por los actuales representantes del pensamiento neoliberal que hablan de humanismo pero tratando de no hacer real tal concepción. Del mismo modo hablan de cultura, identidad, valores cívicos y nacionales como puros lugares comunes, útiles en el “discurso” tradicional que los entiende como elementos fijos, eternos, que se imponen en el aula o en la familia. Parece que la mención de esas nociones es algo serio, sobre todo en septiembre cuando han ocurrido tres eventos importantes: el haber superado la colecta de firmas para convocar la Constituyente, el extraordinario desfile masivo por la verdadera independencia organizado por la Resistencia Popular en Tegucigalpa y la brutal represión policial desatada en San Pedro Sula dejando destrucción, dolor y sangre en las cálidas calles de esa ciudad. Todo ello sucedió en un solo día. Entonces, cómo hablar del humanismo cristiano de los gobernantes cuando las condiciones del golpe de estado se mantienen; cómo hablar de identidad y cultura cívica en los tiempos violentos del neoliberalismo; con qué argumentos puede debatirse cuando la muerte ronda en las ciudades y en el campo.

Puede afirmarse que la represión, las prácticas criminales del gobierno y su sistema de seguridad, la discusión acerca de la cultura y el humanismo, la construcción de nuevos elementos de identidad, la lucha por la defensa de los gremios y las organizaciones sindicales, la defensa de los recursos naturales y la organización del pueblo de parte del Frente Nacional de Resistencia Popular, la conciencia de la historia nacional y la puesta en su lugar de los gobernantes pasados y presentes, la formación del Estado hondureño y su ligazón internacional, etc., son momentos que forman parte de la vida hondureña, inseparables, y que deben ser valorados a partir de esa nueva visión que ha generado el golpe de estado.

En tal sentido, hay que considerar que los Estados surgidos de los procesos independentistas en América Latina, atrasados y dependientes, intentaron crear en las personas ideas, actitudes y destrezas que ayudaran a estabilizar y conservar el régimen capitalista que estaba edificándose en las tres últimas décadas del siglo XIX. Ese trabajo lo llevaron a cabo los llamados reformadores liberales y positivistas como Marco Aurelio Soto y Ramón Rosa en Honduras, Domingo Faustino Sarmiento en Argentina, Justo Rufino Barrios en Guatemala y Justo Sierra en México. Pretendieron generar los fundamentos teóricos, jurídicos, políticos e ideológicos de una clase burguesa nacional y de su Estado, pero careciendo de una base productiva y del mercado indispensable para su desarrollo. Tal inconsistencia material e ideológica fue enfrentada por el Estado que se encargó de asumir el lugar de esa burguesía y con el respaldo del capital extranjero instauró relaciones de producción alejados de una acumulación originaria. Ese es el Estado nacional autoritario y entreguista que ha gestionado un modelo económico para privilegiados y formalmente sirviendo de árbitro en los conflictos sociales. Creo que sólo puede denominarse Estado Nacional por el simple hecho de estar radicado en este territorio más o menos delimitado y de contar con una población, pero el grupo dominante nunca ha sido portador de sentimientos nacionales ni se interesó en desarrollar en el pueblo ideales de apego a ese proyecto explotador; nunca pudieron expresar algún tipo de proyecto liberador, como sí ocurrió con el programa unionista de Francisco Morazán y se limitaron a formarse como clase dominante apoyada en una fuerza militar concebida y adiestrada para combatir “enemigos internos”, es decir, a las organizaciones populares democráticas que han pugnado por una Honduras realmente independiente. Es aquí en donde se ha dicho que se ha formado “nuestra” identidad, o, como afirman empresarios, curas, pastores, militares y políticos tradicionales, “nuestros” valores, ocultando en esa propuesta toda una concepción dominante, universalista, que hace creer que sus ideas son las de todos. La intención de extender las ideas de los grupos oligárquicos seguirá presente y para ello cuentan no sólo con el sistema educativo o con la religión, sino también con las costumbres, la tradición popular y el poder político y económico.

Por ello, la constitución de la identidad nacional está forjándose, el medio son las organizaciones sociales nucleadas en el Frente Nacional de Resistencia Popular y en un proyecto liberador que permita un verdadero desarrollo independiente postliberal, tal proyecto deberá contener por lo menos dos grandes componentes: uno de ellos será de carácter ideológico que coloque a la igualdad como el valor fundamental de la sociedad. Se trata de igualar la posibilidad de todos para desarrollarse sin desventajas y con acceso al trabajo, la salud, la vivienda y la cultura, algo impensable bajo los esquemas neoliberales; se trata de ampliar la cobertura de la protección social sin que esto signifique obligatoriamente intervención del Estado. En esto jugará un papel fundamental la lucha contra los privilegios y eficientes controles tributarios. El segundo componente sería una profundización de la democracia que no signifique sobrevalorar el sufragio y el presidencialismo, que se note en un acceso democrático a los medios de comunicación controlados por grupos poderosos capaces de manipular procesos electorales y al poder político.

Esos componentes mínimos de un proyecto de liberación nacional los veo como parte de otro más vasto: el de la formación de la identidad hispanoamericana, totalmente divorciado del adjetivo “nacional” que evoca los recuerdos y las ilusiones abstractas de la modernidad. Las bases de ese proyecto ya fueron expuestas en la teoría y en la acción de tres hombres modelos: Morazán, Bolívar y Martí. Ellos delinearon a grandes trazos el tema y se distanciaron de los representantes del liberalismo positivista: Domingo Faustino Sarmiento, Ramón Rosa y Justo Sierra.

Son los más representativos de los grupos de ideas principales del siglo pasado, los próceres independentistas y humanistas, nuestros actuales símbolos de lucha cuyas ideas entroncan con las ideas socialistas de estos tiempos; nuestros humanistas que intentaron borrar las diferencias nacionales para crear una sola nación: Hispanoamérica y el otro grupo, los positivistas, que sin prever nada del futuro que estaban sembrando, propusieron el camino del subdesarrollo y la dependencia, ser como otros era su consigna; ideología que se expresó en las dictaduras siguientes a las reformas liberales y en el entreguismo de la clase política. Los positivistas y sus continuadores de algún modo lograron que, desde afuera, América Latina se haya integrado en un gran sistema en donde sus íntimas conexiones han estado representadas por las relaciones capitalistas impuestas a golpe de concesiones, empréstitos y cañoneras. Se impone entonces la necesidad de romper esa integración para edificar la integración de los pueblos que tenga como fuente inspiradora a Morazán, Bolívar y Martí.

La emancipación positivista

El intento positivista respecto a la educación que debe promover el Estado es bastante claro: proponen separar la educación de la religión, es una aspiración legada por los ilustrados, la educación laica e igualitaria. Los positivistas irrumpen en la educación pública y en las cátedras universitarias. Su decadencia está en la incapacidad de no poder ver que la crisis de los nuevos Estados y sus ideas no desembocarían en desarrollo nacional al no poder prever la llegada en tromba del capital monopolista.

Según Marco Aurelio Soto y Ramón Rosa, la libertad del individuo y el desarrollo de su conciencia se lograrían mediante la educación, la modernización del Estado, de la industria y el respeto a los derechos individuales. Igual que sus maestros argentinos Alberdi y Sarmiento, propusieron un trasplante cultural, copiar el sistema educativo norteamericano para modelar al “Yankee Hispanoamericano”, negando la posibilidad de moldear un hombre original, capaz de aglutinar en sí mismo lo mejor de la cultura universal. En México hubo un intento similar. A la sombra de Benito Juárez, con participación de Justo Sierra y la reforma liberal avanzando, el positivismo emerge en forma de justificación ideológica y teórica de grupos avanzados con la idea de superar la economía precapitalista y enfilarse en un franco desarrollo burgués.

La reforma era aquí la vía obligada para reorganizar la sociedad, introducir las ciencias y los métodos empíricos en toda la enseñanza. Se propuso, entonces, consolidar una educación capaz de formar una generación que nacionalice la ciencia y el saber que sea portadora de lo que ellos llamaron el “alma nacional”. El mexicano tenía frente a sí un hecho evidente: la mutilación del territorio nacional por los Estados Unidos. Incluso, Sierra dijo lo siguiente acerca del imperialismo: “Llegará en lo porvenir un día en que al hacer el balance, se llegue a la condición de que, aun desde un punto de vista económico, el imperialismo es pérdida, y que bajo el aspecto político es el naufragio de las instituciones libres”. Algo similar a lo dicho por Bolívar, pero Justo Sierra era hombre cercano al régimen de Porfirio Díaz y al Partido Científico y estos representaban la gran concentración de la propiedad en manos de unos cuantos. Son los treinta años de “Administración, orden y progreso” que preparaban el camino de los privilegios y las concesiones en las minas, los ferrocarriles, el petróleo, la electricidad y la banca. El crecimiento económico a expensas de la dependencia y superexplotación del trabajador mexicano.

El mexicano buscaba la “emancipación mental” frente a la cultura colonial y desarrollar cierta capacidad de defensa frente a la agresión. Para Alberdi alcanzar el progreso era ser igual a los Estados Unidos; Justo Sierra quería algo parecido pero para enfrentar al imperio. Intentaron fortalecer la educación para ser como sus amenazantes vecinos y no ser absorbidos por el auge expansionista. Sarmiento creyó que ser como “ellos” significaba elevar la dignidad humana, no había que enfrentarlos ni oponérseles, más bien alcanzarlos y ser como ellos. Supuso que el atraso se debía a la debilidad de la raza y a la cultura colonial, al “conflicto de razas” que le hizo perder medio territorio a México. José Martí le reprochó a Sarmiento y le dijo: “Enamorado de lo ajeno: no hay batalla entre la civilización y la barbarie, sino entre la falsa erudición y la naturaleza”.

Exigieron, entonces, implantar una educación que modele hombres como los anglosajones, es decir, “recolonizar esta retardataria América en su provecho”. O, como decía Alberdi: entregarnos a la civilizadora “acción de la Europa anglosajona y francesa”; se trata de ser los Yankees del Sur gracias al positivismo, entendido como la única vía para hacer civilización y cultura.

Puede afirmarse que ese grupo de pensadores del siglo XIX formaron parte de la época en que se buscaba aprender en la educación para formar los primeros asomos de la identidad propia, aunque fuera renegando del indígena y del mestizo. La independencia formalmente alcanzada imponía la obligación de extender esa independencia al espíritu, lograr la emancipación mental y crear una cultura propia. Se trató también de conquistar la emancipación literaria, de establecer la expresión literaria de América que participase activamente en el complejo proceso de elaboración cultural. En esta labor destacan los cubanos Cirilo Villaverde (1812-1888) con su novela “Cecilia Valdés” y Enrique José Varona (1849-1933), con crítica literaria y una importante reflexión filosófica; el venezolano Andrés Bello (1781-1865) con su despliegue creador continental; Montalvo en Ecuador, Hostos en Puerto Rico, el peruano González Prada, pero destacando excepcionalmente José Martí (1835-1895) con una apresurada obra literaria, política, crítica, revolucionaria, de extraordinaria calidad.

Ellos son algunos de los hombres que retomaban el trabajo no acabado de los próceres, muchos desde el positivismo, otros desde la literatura o desde posiciones independientes y antiimperialistas.


El camino de la identidad: Morazán, Bolívar y Martí



Entonces, el principal problema por solucionar era el de las identidades nacionales; el de tener una original o copiada, y la respuesta inmediata era ser como otros, arrancando de sí mismos lo que ya se poseía, la situación era dura. La colonia dejó el sello servilista en sus dominios y no formó ningún tipo de administración para la siguiente etapa. Pero el tema de esa identidad tan ansiada, aunque sin usar ese término, fue entrevisto por los próceres independentistas, por los modelos de esa discusión práctica y teórica: Morazán Bolívar y Martí. Puede decirse que desde la colonia se empezó a forjar la importancia sobre la identidad nacional y el concepto de nación referidos a una comunidad que posee tradición, cultura y lenguaje comunes, y que aspira a organizarse soberanamente. Esto se convertiría en todo un ideario político y en una fuerza política fundamental en Latinoamérica.

Morazán, el 16 de julio de 1841, sostuvo repetidamente la idea de patria entendida como Centro América, sin las limitaciones nacionales pensadas por los reformadores positivistas que, aunque intentaron algún ensayo unionista, se encontraban alejados del proyecto ilustrado y humanista; se enmarcaron en los inicios del Estado Nacional dependiente, el de los grupos nacidos a la sombra del capital extranjero. Cuando Morazán denunció a los colonialistas esbozados los tildó como usurpadores de la patria, textualmente dijo: “Vosotros habéis gozado muchos años de los bienes de esa patria que buscáis en vano. ¿Encontraréis en la República de Centro América algunas señales de ella? No, aunque le dais hoy este nombre, más extranjeros sois por vuestros propios hechos en el pueblo que os vio nacer”. Estableció la existencia de dos patrias, y la habitada por los patriotas es la que acogerá el sistema democrático apoyado en “la profesión de los derechos del pueblo, -la ley de la libertad de imprenta- la que suprimió las comunidades religiosas, la que creará la academia de ciencias... los códigos de pruebas, de procedimientos y de juicios”. Es la patria que se extiende por todo el istmo hasta entroncar con la Gran Colombia de Bolívar.

El Libertador en su Carta de Jamaica del 6 de septiembre de 1815, tiene una referencia que tradujo lo que acontecía, expresó que los americanos “no ocupan otro lugar en la sociedad que el de siervos propios para el trabajo, y cuando más el de simples consumidores”. Al no haber capacidad de gobernar y de hacer cultura, quedaba la posibilidad de improvisar. Para Bolívar, el asunto será ¿cómo improvisar? ¿Cómo forjar otra realidad distinta a la colonia? Dificultad todavía mucho más grave ya que el proceso emancipador generó dispersión, aislamiento, indefinición étnica, mestizaje.

Ese mestizaje se plasma en Sarmiento y Alberdi como rechazo, dudan del cruzamiento y su tesis es que el atraso nuestro se afinca en la raza; para ellos lo principal es afirmar que América es Europa, que es indispensable trasplantar la cultura anglosajona como absoluto modelo de desarrollo. El indio y el mestizo son representantes del atraso. Según Alberdi, “En América todo lo que no es europeo es bárbaro”; por otro lado, Sarmiento decía que “la barbarie está formada en América por el indígena, el negro, el español y el mestizo... razas cuyos defectos se unen y dan lugar al hombre americano, hombre fuera de la civilización, ajeno al progreso”. Apoyados en una especie de eurocentrismo, Sarmiento y Alberdi no vieron que ese conflicto de razas, esa fusión, es lo que da apoyo y sentido a la realidad americana por construir. Estuvieron seguros que el desarrollo sólo se podría lograr con emigrantes blancos y educación y que esto ayudaría a cambiar el destino de los pueblos que parecían nacidos para perder.

Bolívar, por el contrario, mucho más avanzado que los emancipados mentales y que los positivistas, también decía que se necesitaba ser alguien distinto, para ello se apoyó en la ilustración, el modelo que él mismo encarnaba, afirmó que se debía “conformar la nueva realidad haciendo de la vieja su materia y amasijo”. Tomar lo que provocó el desarrollo anglosajón para hacer en América otro tanto, aunque fuera a través de la fuerza del despotismo ilustrado. Es decir, cambiar la realidad imponiendo la razón; desde la realidad heredada construir una nueva y ver en el mestizaje la convergencia continental. Ambos proyectos, el de los próceres y el positivista, con intenciones civilizadoras, uno apoyado en la realidad y el otro pretendiendo anularla, fracasan en parte por el insuficiente desarrollo económico y social y por no poder ver la gran fuerza de los Estados Unidos en completa expansión. Bolívar se enfrentó a los cónsules norteamericanos y británicos que conspiraban desde Lima y Cartagena, contra su proyecto americano, contra el peligroso loco de Colombia.

Desde antes de 1815 el Libertador tiene bien definido cuáles son los elementos humanos con qué contar para sus intentos independentistas; en su Carta de Jamaica se refirió a los que no son “indios ni europeos, sino una especie media entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles”. En 1819, durante el Congreso de Angostura insiste en que “no somos europeos, sino una especie media entre los aborígenes y los españoles”, y establece el mestizaje como el centro de la original identidad americana: “Tengamos presente que nuestro pueblo no es el europeo ni el americano del norte... es un compuesto de África y de América”; y se define más al aproximar nuestras raíces americanas con las africanas, con el mestizo y el mulato; mestizos ambos portadores de la nueva nacionalidad que sería tan elogiada por Martí como la nacionalidad hispanoamericana, en donde cabe lo negro, lo indígena, lo mestizo, lo blanco, sin menosprecio ni asomos racistas.

El cubano incondicional de los ideales de Morazán y Bolívar, se esforzó por continuar ese proyecto y en exaltar sin reservas a esas figuras. Del centroamericano decía que su aspiración era “Derribar obstáculos, fundir pueblos y elaborar una nación potente” . Martí proponía que Bolívar todavía tenía que hacer en América, y tiene bien claro que la independencia es para formar un hombre continental, original, y que ese proceso obedece a una necesidad interna; a la letra decía que “la independencia en América venía de un siglo atrás sangrando; ni de Rousseau ni de Washington viene nuestra América, sino de sí misma”, proceso inacabado, cuando recordando a los próceres y presintiéndose a sí mismo arguyó que Bolívar vería adolorido “La procesión terrible de los precursores... van y vienen los muertos por el aire, y no reposan hasta que no está su obra satisfecha”.

En su ensayo “Nuestra América”, Martí les reclamó a sus contemporáneos positivistas y les antepone su orgullo americano a “Estos nacidos en América, que se avergüenzan, porque llevan delantal indio, de la madre que los crió, y reniegan !bribones¡ de la madre enferma”; les reclama su extranjerismo a esos “desertores que piden fusil en los ejércitos de América del Norte” a esos “increíbles del honor que lo arrastran por el suelo extranjero”. Ironiza contra los soberbios americanos de pluma fácil y palabras de colores que quieren regir pueblos originales con modelos anglosajones y va definiendo su proyecto liberador cuando afirma que “con los pueblos oprimidos había que hacer causa común, para afianzar el sistema opuesto a los intereses y hábitos de mando de los opresores”.

Las costumbres de los opresores no fueron sepultadas con la independencia, continuaron a la sombra, se respaldaron en el positivismo y en el auge económico, que ayudaron a establecer los nuevos Estados democráticos y los viejos ideales de igualdad y libertad en las condiciones impuestas por el capital extranjero. Alternativa opuesta al proyecto martiano que propuso como respuesta a “un gobierno que tenía por base a la razón; la razón de todos en las cosas de todos... El problema de la independencia no era el cambio de formas, sino el cambio de espíritu”. Es la lucha por constituir al hombre auténtico, liberador, opuesto al hombre colonizado, dibujado por Martí cuando manifestó que “éramos una máscara, con los calzones de Inglaterra, el chaleco parisiense, el chaquetón de Norteamérica y la montera de España”. Semejante definición no lo desalentó, más bien lo ayudaron a encontrar salidas al afirmar que “las levitas son todavía de Francia pero el pensamiento empieza a ser de América” . También descubre varios peligros en la formación de nuestra América, como el espíritu entreguista en muchos, pero hay otro mayor y más decisivo que cualquiera, es “el desdén del vecino formidable, que no la conoce, es el peligro mayor”, y para los que han ocultado tal situación, la del imperialismo en expansión, para los “pensadores de lámpara” que recalientan razas de librería pide condena, no literaria, textualmente dijo: “los pueblos han de tener una picota para quien los azuza a odios inútiles, y otra para quien no les dice a tiempo la verdad”.

En definitiva el norte orientador de los próceres es el de liberar a las sociedades coloniales de los condicionamientos impuestos por la corona española y por los que estaban generándose en el siglo pasado. Limitantes que portaban el sello del monopolio, de la inquisición, de las trabas aduaneras, del trabajo alienado y la subordinación en todas las esferas de la vida social. La independencia sería el primer intento liberador de toda alienación y fundaría una sociedad pensada como la patria de los americanos ubicados al sur del Río Bravo, mientras que los positivistas, insertando el modelo económico anglosajón y un sistema educativo vistos como las claves de nuestro desarrollo, buscaron también establecer los Estados nacionales. Los dos momentos pretendían crear la identidad de nuestros pueblos. Los primeros desde la independencia continental para ser auténticos y crisol de culturas, y los segundos con la independencia nacional para ser como otros, pero la llegada del capital monopolista, del enclave y las relaciones capitalistas de producción, alteraron el proceso y provocaron una continua profundización en los conflictos sociales y un despertar de la conciencia nacional en esas condiciones de subyugación.

El ideal de los próceres fue la unidad continental al margen de las potencias, de Estados Unidos e Inglaterra. Esa fue la gran aspiración de Bolívar, Morazán y Martí. A la sombra de esa unidad se forjaría la conciencia americana, era la intención para enfrentar los retos de la época contemporánea, tal vez fue pensada para una realidad imaginada, pero es una utopía completamente preñada de posibilidad a pesar de las condiciones actuales de agresión imperialista y por la corriente de Resistencia liberadora que existe en Nuestra América.

16 de septiembre de 2010



Videla: barbarie y descaro

voselsoberano.com | Sábado 18 de Septiembre de 2010

Editorial La Jornada, 18 de septiembre de 2010
El ex dictador argentino Jorge Rafael Videla sostuvo ayer, durante el juicio que se desarrolla en su contra por delitos de lesa humanidad, que los integrantes del último régimen militar de la nación sudamericana (1976-1983) "fuimos crueles, pero no sádicos", reivindicó el papel desempeñado por los elementos castrenses durante ese periodo y denunció una "campaña sistemática de desprestigio" en contra del ejército "para subvertir la nación".

Estas declaraciones pudieran ser interpretadas como una demostración más –acaso la menos contundente– de la ausencia de valores éticos y humanitarios por parte de los integrantes de la dictadura argentina, y podrían leerse, también, como un intento desesperado del ex presidente de facto por eludir la espada de Damocles que pesa sobre su cabeza desde que, en 2003, el gobierno de Néstor Kirchner emprendió gestiones para llevar ante los tribunales a esos represores. Sea como fuere, y por más que haya buscado revestirlos de un pretendido pudor militar, los señalamientos de Videla denotan la característica opuesta: impudicia. Y es que, en efecto, se requiere de una gran dosis de descaro para que el victimario descalifique los desgarradores testimonios de sus víctimas frente a la autoridad judicial y para que, encima de eso, se coloque a sí mismo en la posición de agraviado, como lo hizo el pasado martes cuando se autodenominó "preso político" y dijo sentir preocupación por su familia.

Por desgracia para Videla, la estela de dolor, destrucción y muerte que dejaron a su paso el ex dictador y sus colaboradores es demasiado vasta y persistente como para borrarla con semejantes afirmaciones. Además de arrastrar un estigma permanente de corrupción, la dictadura argentina –distinguida por un cariz represor y bárbaro– inauguró uno de los más oscuros y atroces episodios en la historia de ese país: de acuerdo con investigaciones de diversos organismos humanitarios, el régimen instaurado por la vía militar hace más de tres décadas envió a centros de detención ilegales a más de 30 mil sindicalistas, activistas, maestros, periodistas, intelectuales y ciudadanos comunes opuestos a la dictadura. En el cautiverio, muchas mujeres embarazadas fueron torturadas y asesinadas, mientras que sus hijos fueron regalados o vendidos a las amistades de los represores. Hace falta mucha ingenuidad o mucha mala fe para sostener, como hizo el enjuiciado, que semejantes actos pudieron cometerse sin sadismo.

Por otro lado, el cinismo de Videla es un signo de la impunidad que prevaleció en aquel país a pesar de la transición a la democracia que tuvo lugar en 1983. En efecto, la reinstauración de un gobierno elegido democráticamente, el encabezado por Raúl Alfonsín, no representó el fin del horror en la nación sudamericana: las leyes de Obediencia Debida y Punto Final –aprobadas durante el gobierno alfonsinista bajo el chantaje y la presión de asonadas golpistas– constituyeron, durante casi tres lustros, una cobertura para los criminales que torturaron, asesinaron, vejaron, encarcelaron, persiguieron y exiliaron a decenas de miles de ciudadanos argentinos.

La lucha de la sociedad argentina por lograr justicia y esclarecimiento de los crímenes cometidos por la tiranía militar ha logrado avances significativos, como el desmantelamiento del blindaje legal de que se dotaron los golpistas a sí mismos y los correspondientes procesos contra los integrantes de la dictadura. Para que esos progresos se consoliden es necesario, sin embargo, que los responsables de innumerables crímenes de lesa humanidad reciban los castigos que les corresponden. La justicia de Argentina tiene la palabra.


17 de septiembre ¿punto de inflexión?

voselsoberano.com | Sábado 18 de Septiembre de 2010


Ricardo Salgado*



Después de la semana que termina hoy, tenemos un panorama modificado por los hechos, aunque su significado es importante, el escenario no cambia mucho realmente, dejando la crisis política intacta. Ayer, durante la Conferencia de Prensa del Frente Nacional de Resistencia Popular, me llamo poderosamente la atención que el conductor del evento, hiciera un comentario público señalando las coincidencias entre la Proclama (Comunicado 74) y la carta del Coordinador General del Comité Ejecutivo, como si esto fuera una sorpresa. Entonces encontrábamos en esta pequeña señal un signo de preocupación; ambos documentos llamaban a la organización, a la participación popular, pero, parece que desde posiciones distintas.



Más tarde el mismo conductor, llamaba en su programa a aquellos “que viven aislados en sus pequeños espacios, que hablan desde sus estrechas esquinas y la comodidad de sus sillones, que critican desde su grandes fantasías, es decir que hablan lata” a dejar de hablar tonterías, y a “ir a sus comunidades, sumarse y doblarse los ruedos de los pantalones como aquellos que ya nos los doblamos en la recogida de firmas”. Curiosa forma de llamar al trabajo, especialmente porque la mayor parte de los grupos en la resistencia tienen vida orgánica al margen del mismo, muchas veces porque no existen los espacios para integrarse.



Fue notoria la ausencia de muchos y muchas que llevaron horas y horas de sol, recolectando estas actas soberanas, y la mención a su esfuerzo fue más bien vaga, marginal, intrascendente. Como que a alguien se le olvidó que sin este trabajo nada de esto hubiera sido posible. Seguramente un reconocimiento más explícito para estos compañeros y compañeras hubiera sido lo mejor; en el futuro estas cosas deberán observarse con más rigor, especialmente porque el trabajo de casi todo el voluntariado no recibe más compensación que la satisfacción de aportar a la construcción de una patria mejor.



También se hizo una propuesta (en honor a la verdad se dijo reto) al régimen para dialogar sobre la Asamblea Nacional Constituyente, exclusivamente sobre la constituyente, de ninguna otra cosa. Este énfasis en que no se discute nada más, resulta ser irrelevante pues el dialogo con el gobierno de Lobo Sosa se ha dado en muchos espacios, a través de diversos interlocutores. Todos los aspectos de la crisis, de forma sectorial, han sido discutidos por meses con Lobo Sosa. Este tipo de decisiones parece ser material de discusión con todo el pueblo, y aunque me digan que se “discutió con las bases y yo no me di cuenta porque no soy del 6% de la izquierda pensante”, es difícil creer que la discusión de esta propuesta ha sido llevado a todo el país, como teóricamente se ha hecho con la propuesta de organización presentada en julio por el Coordinador General.



Otro asunto importante de la reunión de ayer, fue la intervención de la compañera Bertha Cáceres del COPINH, quien repitió una propuesta de acción que ya habían publicado en el sentido de organizar “pequeñas asambleas constituyentes” en todas partes del país, y discutir asuntos concretos para la nueva constitución; además la entrega de las firmas a varios organismos internacionales. Esta iniciativa es la más coherente planteada hasta el momento, pareciera que los compañeros del COPINH marchan a otro ritmo y con más claridad de lo que va aconteciendo; valdría la pena discutir lo propuesto por la compañera Bertha, e impulsar de inmediato este trabajo.

Estuvieron también los sacerdotes Luis Santos y Fausto Milla; el primero, dicho sea de paso, fue el más aplaudido de toda la concurrencia. También vale la pena mencionar que ambos tienen una trayectoria impresionante de organización, en la zona occidental del país, donde conviven permanentemente con la miseria en una zona sumamente empobrecida, donde las diferencias de clase son bastante evidentes. Sería también prudente ver cómo pueden lo compañeros del occidente del país, ayudarnos a organizar el país, basados en su comprometida experiencia.



Estuvieron presentes varios periodistas que hicieron preguntas que daban para mejores y ms amplias respuestas. Ojala que en el futuro podamos ser capaces de utilizar estos espacios de una manera más efectiva, considerando la disposición de los amigos periodistas que incansablemente han apoyado la causa de la revolución hondureña. Por cierto no vi muchas manifestaciones de solidaridad y apoyo con Dick Emmanuelsson en momentos que la derecha latinoamericana lo comenzó a perseguir aquí; esa intimidación ha limitado mucho la acción de varios valientes comunicadores extranjeros, que en su afán de llevar la verdad sobre Honduras al mundo, han sacrificado mucho.



Durante la reunión no se habló mucho, prácticamente nada sobre la lucha por el retorno de José Manuel Zelaya, quien a pesar de contar con más de un millón trescientas mil firmas del pueblo, parece estar librando una lucha solitaria. No sé si es que debemos entender que la boleta que muchos firmamos estaba categorizada, y lo del retorno era un asunto secundario. De ser así nadie lo informó. A pesar de que la gran convocatoria popular sigue estando condicionada por el presidente Zelaya, la dirigencia siente que ya hizo suficiente al respecto con la recolección de firmas.



Aunque disguste a muchos, las posibilidades de éxito del movimiento por la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente y la refundación del país, pasa obligatoriamente por el regreso de Manuel Zelaya. Esta no es una interpretación antojadiza, y por mucho desprecio que puedan tener muchos por lo que llaman “caudillismo”, la dialéctica nos demuestra a lo largo del continente que los procesos revolucionarios hacen del líder y su pueblo una sola cosa en la lucha. Esto se ha debido, muy probablemente, a la falta de una verdadera vanguardia popular que proponga llevar al pueblo por mejores derroteros.



Siendo sinceros, deberíamos decir, en el caso de Zelaya, que ya ha dado incontables muestras de su lealtad al pueblo hondureño; inclusive al extremo de sufrir en carne propia los vejámenes de la dictadura. Los seres humanos nos definimos política y moralmente por nuestros actos, por lo que la enorme desconfianza hacia este compañero es injustificable. En todo caso, su aislamiento favorece únicamente al imperio y a la oligarquía. El cálculo de que tenerlo fuera abrirá espacio para liderazgos “emergentes”, es profundamente equivocado; y la dirigencia histórica debería ser capaz de interpretar estos hechos en su justa dimensión.



Lo más importante y positivo ayer fue justamente la “coincidencia” de declaraciones del presidente y el “resto” del Comité Ejecutivo (aunque podría ser la misma si el Coordinador General no fuera considerado “ausente” especialmente en épocas en las que la tecnología nos permite tantas opciones), en ambas se habla de organizar, y formar, discutir, pensar, criticar y autocriticar. Se llama a una segunda fase de movilización y formulación, esto se puede y se debe agilizar. El Coordinador General fue más allá y llamó a la conformación de mesas de unidad, en las que deberá discutirse con amplitud la vida del frente. Si a esto sumamos la propuesta del COPINH, vemos que la tendencia a buscar la construcción de poder popular, desde abajo y hacia la izquierda, lo que significa un paso fundamental para el proceso hondureño. Solo hará falta un poco de voluntad y respeto hacia todas las opiniones. Si esto sucede, los que escribimos y criticamos “desde la inmensidad de nuestras fantasías”, seguramente podremos hacer aportes importantes para esta lucha que debe ser de todos, librada por todos.




Miembro del FNRP

Carta de Manuel Zelaya


Santo Domingo, 17 de septiembre de 2010

Compañeras y Compañeros

Frente Nacional de Resistencia Popular

Pueblo de Honduras



Nuevamente me siento orgulloso de dirigirme a mis compatriotas en resistencia, justamente en el momento de grandes victorias populares, como las multitudinarias manifestaciones de ayer por una verdadera emancipación política, solo empañadas por la brutalidad de los asesinos que nos oprimen; así como por que hoy se oficializan más de un Millón de firmas para la Asamblea Nacional Constituyente y mi retorno a la patria en resistencia que me espera.

Sé que seguramente trataran de minimizar y ocultar todo, las mismas personas que nunca han estado complacidas por ningún logro de nuestro pueblo. La alegría que hoy nos llena de orgullo y optimismo debe servir como un aliciente más para impulsar las arduas tareas que aún tenemos por delante.



Este es un logro, sin precedentes en nuestra historia, especialmente porque se da bajo la impunidad de un cruel y represivo golpe de estado. Claro que debemos celebrar; luego regresar a las labores cotidianas encomendadas en esta lucha, la victoria solo nos puede ser arrebatada si nosotros lo permitimos y nos conformamos.



Estamos obligados por el ritmo de los acontecimientos a marcar y definir los pasos siguientes, hacia la consecución de nuestras metas y objetivos; es tiempo de volver a la idea original de la construcción de una unidad sólida de todos los grupos en resistencia a nivel nacional consecuentes con la construcción de una ideología democrática y pro socialista



Para este fin, llamo aprobar el proyecto ideológico y programático para el frente. El plan constituyente y establecer de manera inmediata las mesas de unidad en todo el país, en el que debemos participar con entusiasmo y patriotismo, en la construcción de una nueva constitución para Honduras.



Vivimos momentos de honor, pero de responsabilidad, histórica y definitivos; una coyuntura como esta es posible que no se vuelva presentar en muchos lustros, no tiene paralelo y lo menos que podemos hacer es estar a la altura que las circunstancias nos impone.



No debemos dejar lugar a la improvisación, pues en eso podemos perder mucho o todo de lo que hemos construido a costa de la sangre derramada del pueblo.



Los invito a que desde ya hagamos circular las convocatorias para la elaboración de la nueva constitución, este documento que, por primera vez en nuestra historia, representará la verdadera voluntad popular , no la de los que se adueñan de todo y asesinan en nombre de principios y prejuicios que solo para ellos son buenos.



Debemos lograr la participación de amplios sectores de la sociedad que nunca antes fueron escuchados. Conscientes de la naturaleza de nuestros objetivos.



La organización del frente nacional de resistencia popular es un elemento crucial para avanzar en este propósito, eso no lo debemos perder de vista, por el contrario debemos profundizar el debate, popularizar el análisis, promover la racionalidad, la crítica y la autocrítica en todas los áreas y sectores en Honduras.



COMPATRIOTAS en resistencia, No avanzar en este camino que demanda la patria ahora es traición, vencer es el único resultado aceptable.



Antes de finalizar, este reconocimiento y felicitación para el pueblo hondureño en resistencia, deseo expresar mis sinceras felicitaciones al magisterio hondureño, en esta fecha especial. Así como Mi solidaridad con los mártires caídos en la lucha.



Extiendo aplausos a los compañeros y compañeras que desarrollaron esta ardua labor de más de un millón de razones para cambiar Honduras. A la DIRECCION EJECUTIVA del frente, al director del programa de comunicación compañero Félix Molina, a los coordinadores. Rasel Tome y Eulogio Chávez y todos los que a nivel departamental y local, lograron este nuevo triunfo para la participación democrática de Honduras.



Como lo repite Juan Barahona " Resistimos y venceremos".

José Manuel Zelaya Rosales

Presidente de Honduras 2006 - 2010

Coordinador General. FNRP

Enviado desde RD




Se busca a Luis Orlando Ramírez detenido por la policía


Sábado 18 de Septiembre de 2010 12:52



LUIS ORLANDO RAMÍREZ (30)

Detenido por agentes policiales el 16 de septiembre de 2010, a las 3:30 de la tarde en la colonia Jardines de Toncontín, a inmediaciones de la sede del Club Motagua. Hasta el momento se desconoce su paradero.
Viste camisa café tipo polo, Jean azul, tenis Adidas color negro, gorra negra con verde.

Cualquier información al Tel. 220- 5280



Comunicado de Canto de Todos – ALBA Cultural
Sábado 18 de Septiembre de 2010 Vicente Feliú. Coordinador

El pasado 15 de septiembre fueron atacados en un concierto público
trovadores hondureños de la agrupación Café Guancasco, integrantes
del Colectivo Artistas en Resistencia y de Canto de Todos, y ha sido
amenazada de muerte Karla Lara, nuestra Delegada en Honduras,
integrante del mencionado colectivo y de Feministas en Resistencia.

En el brutal ataque, perpetrado por un contingente combinado de la
policía y el ejército, además de golpearles, destruir sus instrumentos
y robarles a los músicos, fue utilizada una tanqueta de agua a presión
y dispararon más de mil bombas lacrimógenas contra niños, jóvenes,
mujeres, ancianos y otras personas inocentes que transitaban por
la zona, participantes en este concierto cívico por la conmemoración
del 198 aniversario de la Independencia y del asesinato del General
Francisco Morazán.

Este tipo de acción debe ser censurada por toda persona que se
precie de ser libre. Una vez más se corrobora el carácter fascista del
golpe militar que perpetró la oligarquía y la embajada de los Estados
Unidos contra los hondureños el pasado año.

La resistencia popular, legítima defensa de los pueblos oprimidos

participan nuestros hermanos del canto, como debe ser.



Nuestra solidaridad y apoyo al pueblo de Honduras.



17 de septiembre de 2010.


Resistencia hondureña supera meta de recolección de firmas




policia corrupta honduras


Humor