domingo, 19 de diciembre de 2010

INFORMACIONES HONDURAS ( nr 625 ) 19 diciembre 2010



EMERGENCIA HUMANA: Más de 5,000 campesinos y campesinas del Aguán desplazados por cuerpos de seguridad al servicio del árabe Miguel Facussé
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A pesar de los esfuerzos –según consultas hechas entre los moradores de la zona– que realiza el director del Instituto Nacional Agrario (INA), César Ham, para entregar unas 500 hectáreas de tierra a los campesinos, la represión arrecia, y temen el incremento de la violencia.


Redacción Central / EL LIBERTADOR
Enviados especiales
Guadalupe Carney, Trujillo, Honduras.  Los organismos regulares y paraestatales de seguridad están cumpliendo con el cometido del árabe golpista Miguel Facussé. A esta altura, más de 5,000 campesinos han sido desplazados de sus fincas y se encuentran en condiciones deplorables.
El equipo periodístico de EL LIBERTADOR digital ha recabado en el transcurso de las últimas horas que los violentos desalojos hechos por los “representantes de la ley” han dejado en la intemperie a hombres, mujeres y niños, sin posibilidad siquiera de alimentarse.
Indagaciones hechas por este medio de comunicación, advierten que para las próximas horas los desalojos serán más violentos, ya que se busca neutralizar por completo el accionar de los labriegos que agrupados en el Movimiento Campesino del Aguán (MCA), Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA) y el Movimiento Reivindicador de campesinos del Aguán (MARCA) que desde hace varios años vienen luchando por recuperar las tierras que fueron robadas por el árabe Facussé en la década de 1990.
Conforme a la información obtenida, las comunidades de “La Trinidad”; “San Esteban”; “Despertar” y la cooperativa “San Isidro”, fueron totalmente desalojadas desde ayer en horas de la tarde por el ejército regular y paraestatal.
Ante el hecho, vecinos de la comunidad “Guadalupe Carney” a 555 kilómetros al noreste de Tegucigalpa, han dado refugio a las miles de personas que han sido desplazadas, a lo que defensores de Derechos Humanos catalogan como “damnificados del Estado”.
Periodistas de EL LIBERTADOR en el valle del Aguán han asegurado que las necesidades de ropa y alimentación son urgentes, porque los afectados no lograron recuperar las pertenencias, ya que éstos denunciaron que los uniformados se apoderaron de lo que habían logrado obtener con esfuerzos. 


EL LIBERTADOR continúa enviando ropa y víveres para los campesinos del Aguán

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Con emoción fue recibido el segundo contenedor repleto de solidaridad para los hermanos del valle del Aguán a 545 kilómetros al noreste de Tegucigalpa; enviados especiales de este rotativo manifestaron que las ayudas llegaron en el mejor momento porque las cocinas solidarias ya comienzan a padecer escasez de alimentos.
Enviados especiales / EL LIBERTADOR
Trujillo, Colón. En las últimas horas llegó el segundo contenedor, con víveres gracias a la solidaridad de miles de compatriotas que llegaron a dejar sus donativos a las oficinas de este medio de comunicación.
En la comunidad “Guadalupe Carney”, a 555 kilómetros al noreste de Tegucigalpa, comienza a escasear la comida: Los habitantes carecen de alimentos esenciales; pero la ayuda del pueblo solidario con la causa del campesinado hace posible que hombres, mujeres y niños puedan comer con dignidad.
El traslado de víveres, granos básicos y ropa, se efectuó con la ayuda de miembros del “colectivo Plaza la Merced”, los habitantes de las fincas están agradecidos por el noble gesto.
Para los labriegos que han sido reprimidos por los paramilitares de Miguel Facussé, esta ayuda es necesaria, ya que los forajidos les robaron lo poco que poseían. Periodistas de EL LIBERTADOR han constatado que las condiciones de vida de más de 3,000 familias labradoras son paupérrimas.
NUEVOS DESALOJOS
5-49.gifA pesar que las autoridades gubernamentales se han desplazado hacia el valle del Aguán para poner “fin” a la crisis desatada por el árabe golpista Miguel Facussé Barjum y el nicaragüense René Morales, los organismos regulares y paraestatales de seguridad en las últimas horas desalojaron a los campesinos de las cooperativas “San Esteban”, “Despertar” y “Trinidad”, todos estos situados en la margen izquierdo del Aguán.
Para Henry Díaz, uno de los afectados por la represión, los cuerpos armados, además de intimidarlos, están levantando perfiles de los líderes labriegos y acompañantes.
“Ahora tememos por nuestras vidas y  las de nuestras familias porque los sicarios ya saben quiénes somos” expresó la víctima.
Los afectados fueron unas 260 personas que en este momento no saben donde pasaran esta navidad.

Los niños del Aguán demandan justicia por el asesinato de sus padres

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Centenares de niños marcharon este día en la comunidad de Guadalupe Carney demandando, no mas militarización en su comunidad, los infantes se enfrentaron a los fusiles de grueso calibre que los rodea desde un año atrás.
Guadalupe Carney. Trujillo Colón.16/12/10”. Si no hay paz para los niños, no habrá paz, para los ricos, exigimos justicia para la muerte de nuestros padres que murieron en "Tumbador"  fueron algunas de las consignas que gritaron esta mañana los niños de la insigne comunidad de Guadalupe Carney, los infantes con mucha valentía se enfrentaron frente a frente con los policías.
5-46.gifLos militares que están apostados en el centro de la aldea desde hace un año, son de algunas maneras culpables del nerviosismo que padecen varios infantes según lo expresado por los pobladores de la costeña comunidad.
Pero en la Guadalupe también hay niños que nacieron para lideres como el caso de Elvin Manuel Morales que gritaba consignas hasta el punto que las cuerdas bocales se brotaran y sin temor alguno enfrentaba a los uniformados “los niños no queremos ver armas, sino que deseamos la paz”.
Y es que no es para menos a Morales le mataron a su padre en la finca “Tumbador” y su hermano está preso por defender las tierras para sustentar la necesidades de los pequeños, en la  mirada del menor se percibe la impotencia de ser niño y no contar con justicia que favorezca a los pobres, sino a los poderosos que violan la leyes agrarias cuando les da la gana.
La movilización inicio en el centro de Carney precisamente donde está la carpa de campaña que mantiene tensa la aldea hasta concluir en la carretera que de Tocoa conduce a Trujillo donde estuvo tomada por los adultos hasta la madrugada de ayer.
5-47.gifLa paralización de la carrera de infantes duro unos minutos obstaculizando el tráfico que produjo embeleso especialmente en las personas que se trasladaban en buses que con prontitud sacaron sus cámaras y celulares para captar el suceso.
Muchos de los niños protestantes son los que viven en los refugios que los abriga desde que fueron desalojados junto a sus padres de los asentamientos Panamá, paso Aguán donde sus ojos fueron testigos de la humillación que sufrieron sus progenitores por la defensa de un pedazo de tierra que según las leyes hondureñas les pertenecen a los campeños. 
Después de la marcha los niños fueron recibidos en el comedor colectivo de la aldea en la casa de doña Alma, donde los recibieron con una horchata helada para saciar la sed, y una baleada, para calmar el hambre que tenían los infantes.

Los misiles de Canahuati
Haciendo uso del elemento nazi para someter a la opinión pública, Jorge Canahuati escribe mil veces una mentira hasta intentar hacerla verdad
Ronnie Huete Salgado | 18-12-2010
 
foto de Venezolana de Televisión
Contribuyendo con la guerra mediática que se desata en el mundo, el empresario de los medios de comunicación Jorge Canahuati refuerza su política editorialista y en un intento desesperado crea a través de sus medios de comunicación un falso contenido de la realidad hondureña.

Canahuati, quien ha sido un asiduo negociante con los gobiernos que presiden el Estado de Honduras es un proveedor de medicinas para los hospitales públicos e intermediario en la venta de armas para la policía tal y como lo caracteriza sala de prensa(*), cuyo medio de comunicación electrónico hace una radiografía de la libertad de expresión en Honduras.

Enriquecer la apología del odio en los receptores hondureños es parte de la agenda mediática de este amante de las armas, quien recientemente realizó su más sutil trabajo.

Este empresario intento convencer a los lectores de sus diarios, que en el valle del Bajo Aguan, situado en la costa norte de Honduras se desataba una guerra liderada por sus campesinos.

La calidad de vida de los habitantes en esa zona, no existe y sus derechos humanos no le son reconocidos, pero Canahuati convencido de que en el Bajo Aguan existen “guerrilleros” exhorto al odio contra los pobladores de este pobre sector territorial hondureño.


Grafica de Guerra


Utilizando su medio de comunicación impreso en Tegucigalpa, amplio una de las fotografías de su diario y su gráfica mostraba un contingente policial y militar que junto a una tanqueta de gases contaminantes titulaban; “la paz llego al aguan”. Como si la paz fuera caracterizada con herramientas para la guerra.

No hay duda, la paz para este empresario es dirigida por los altos intereses económicos que se juegan en esa parte de Honduras en donde la extracción de la palma africana y todos los derivados que la misma produce es un monopolio energético que esta monopolizado por su amigo Miguel Facussé.

La riqueza natural que produce ese departamento costeño de Honduras no es del alcance de sus pobladores, al contrario ellos son obligados a trabajar desmedidamente en la extracción de este fruto que emana de la palma africana, y cuyo olor pestilente al momento de su extracción hace eco de las artimañas de sus explotadores.

Explotadores, interesados en seguir ensangrentado los verdes parajes de las comunidades que históricamente han habitado y trabajado la tierra por años, pero que ahora como si la historia dejara de existir, los quieren desterrar.


Medio de desinformación


Ese llamado de Paz que Canahuati hace, confirma de cómo sus negocios en la comunicación toman un matiz mayormente desinformativo, convirtiéndolo en un empresario de los medios de desinformación.

El instrumento mediático de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) al cual pertenecen Canahuati y su íntimo amigo Carlos Flores Facussé (Ex presidente de Honduras, 1998, 2002) es un excelente aval para defender los misiles desinformativos que lanzan despiadadamente ante la opinión pública, sin embargo su potencial a perdido velocidad debido a la liberalización informativa que existe a través de la revolución informática de la web.

El derecho a la tierra es para quienes la han trabajado por largos años, sus campesinos, agricultores y los verdaderos responsables de generar la riqueza que el suelo del Valle del Bajo Aguan produce.

El resistir ante los abusos de los terratenientes y sus ánimos de expulsarles de lo que históricamente les pertenece es un derecho internacional que poseen, puesto que de ahí se alimenta un aproximado de 250 familias que han sido desalojadas violentamente por el ejercito represor de Honduras.


Guadalupe Carney resiste


La inhumanidad con que han actuado los terratenientes y sus avales desinformativos mediáticos, ha dado como resultado que un aproximado de cinco mil habitantes del agro en el bajo aguan se encuentren desposeídos de sus tierras.

Esta es la realidad que el amante de la armas Jorge Canahuati, pretende evadir en Honduras y su obsesión por estas armas de fuego lo ha llevado al punto de relacionarlas con la paz, sin embargo la inexistencia de esta armonía será invisible hasta que exista paz para los legítimos dueños de estas tierras, sus agricultores habitantes de las comunidades del Bajo Aguan, refugiados en este instante en el insigne asentamiento de Guadalupe Carney.
(*)http://www.saladeprensa.org/art328.htm


“Necesitamos una nueva estrategia de desarrollo rural”
Entrevista con Gilberto Ríos de FIAN Honduras
Giorgio Trucchi | Rel-UITA
 
Gilberto Ríos de FIAN Honduras El grave conflicto agrario desencadenado en el Bajo Aguán no se puede resolver sin un cambio estructural del modelo capitalista neoliberal, que concentra la propiedad de la tierra, explota y reprime al campesinado y no se preocupa por garantizar la seguridad alimentaria de la población. Para analizar esta difícil situación, Sirel dialogó con Gilberto Ríos, secretario ejecutivo en Honduras de FIAN Internacional.*

-¿Qué pudieron observar en el Bajo Aguán?

-Viajamos a la zona con una delegación de casi 90 personas y pudimos constatar la grave situación de pobreza, violencia y violaciones a los derechos humanos que padecen las familias campesinas.

Según las organizaciones campesinas hay once conflictos abiertos que han dejado un saldo de entre 30 y 40 campesinos asesinados. Vimos la militarización de la zona, el miedo de la población y la miseria en que vive la gente. Escuchamos las denuncias de violaciones en contra de las mujeres y los atropellos cometidos por los terratenientes. Es una historia que se repite, década tras década. Es la historia de Honduras.

-¿Qué pidieron las organizaciones campesinas a la misión que llegó a la zona?
-Que se instale un Observatorio de Derechos Humanos Permanente, porque hemos constatado que cuando hay presencia de defensores de derechos humanos disminuye la represión. Estamos analizando la posibilidad de responder a esa demanda, aunque eso implica disponer de recursos importantes en términos económicos y humanos.

Además, vamos a profundizar la comunicación con la Comisión Internacional de Derechos Humanos y con otras instancias internacionales. Necesitamos ir a más con el trabajo de denuncia e incidencia política en los gobiernos y los organismos de financiamiento internacional. Vamos a pedir, por ejemplo, que se suspenda cualquier tipo de apoyo económico al Ejército y la Policía locales. Nuestro trabajo debe ser constante, profundo, con mucha presión. Si no lo logramos, la violación a los derechos humanos puede, incluso, ser peor de la que hay ahora.

-El conflicto agrario y las demandas de las organizaciones campesinas tienen raíces profundas...
-Los campesinos no salen a las calles por el miedo de ser golpeados o asesinados. Es evidente que si el gobierno no implementa políticas públicas apropiadas, si no se resuelve el problema del acceso a la tierra, de la pobreza extrema, del desempleo, las tomas podrían expandirse al resto del país.

En el Bajo Aguán hay una lucha por la supervivencia frente a la voracidad de los terratenientes. Estos sectores  se han consolidado después del golpe de Estado y han impulsado en el Congreso un sinnúmero de leyes y medidas nefastas, que se enmarcan en la estrategia plasmada en los documentos “Visión de País 2010-2038” y “Plan de Nación 2010-2022”. Privatizan los recursos naturales y los servicios básicos, precarizan el trabajo, anulan las conquistas laborales y sociales, criminalizan la protesta. Estamos presenciando una acumulación acelerada de capital y poder de la oligarquía nacional.

-¿Qué escenarios prevés para el futuro?

-Tenemos una nueva generación que crece con miedo y desconfianza. Para estos niños, niñas y jóvenes, los militares y policías no garantizan su seguridad, más bien los ven como enemigos porque reprimen, torturan, violan y asesinan. Todo eso da al traste con el tan cacareado discurso de la reconciliación que pregona Porfirio Lobo. En el Valle del Aguán no puede haber reconciliación mientras no se resuelvan todas estas contradicciones, toda esta explotación y miseria.

-¿Cómo se enmarca el monocultivo de palma africana en este contexto?

-Alrededor de las plantaciones en manos de los grandes terratenientes se han creado grandes cordones de pobreza. Los campesinos asalariados viven en condiciones de gran explotación, sin derechos laborales ni sindicales, sin prestaciones sociales. Sin embargo, no tienen otra alternativa y deben trabajar en las condiciones que impone el terrateniente.

No hay ningún interés en invertir en la seguridad alimentaria de la población, y lo que se profundiza es el concepto neoliberal de producir para la exportación e importar alimentos del exterior. Una visión diametralmente opuesta a la de FIAN, que apunta a que el país tenga la capacidad de satisfacer las necesidades básicas de alimentación de la población.

-¿Cuál podría ser la propuesta para comenzar a cambiar?
-El problema es complejo. No es suficiente la redistribución de las tierras, porque en Honduras no existe un modelo de desarrollo que acompañe este proceso de convertir a los campesinos en empresarios por cuenta propia. Necesitamos dar vuelta totalmente al asunto, cambiando las políticas de ajustes estructurales impuestas por el modelo neoliberal. Necesitamos de una nueva estrategia de desarrollo rural que reconozca que el pequeño productor es una fuerza importante para el desarrollo del país.