Karla Lara, Honduras: “La situación de este momento tiene muchas similitudes con el golpe de estado” // Honduras: aumentan los crímenes y la resistencia por Silvia Ribeiro // "El Gobierno de Honduras es culpable de la situación que acabó con la vida de Berta"
HONDURAS
Karla Lara, Honduras:
“La situación de este momento tiene muchas similitudes con el golpe de estado”
Por Red Nacional de Medios Alternativos de ArgentinaKaos en la Red - Publicado en: 18 marzo, 2016
Honduras no deja de ocupar la atención de los medios alternativos y los movimientos sociales del continente desde el brutal asesinato de Berta Cáceres Flores, referente del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), ocurrido el pasado 3 de marzo. El día 15 del mismo trascendía la noticia de un nuevo asesinato de otro integrante de la organización, Néstor García, de 38 años, ultimado a balazos frente a su casa. A su vez, se conocieron amenazas de gravedad a un referente de Vía Campesina. También se sigue de manera atenta la situación de Gustavo Castro Soto, el integrante de “Otros Mundos de México”, herido en el ataque a Berta y retenido y criminalizado en Honduras.
Desde hace unas semanas circulan por las redes las innumerables convocatorias a actividades de distintos sectores del pueblo hondureño exigiendo justicia por Berta, denunciando la situación represiva y el rol del estado hondureño.
Para interiorizarnos y ahondar en esta complejidad, conversamos con Karla Lara, cantante hondureña e integrante de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras. En diálogo con Enredando Las Mañanas, Karla describió la avanzada represiva del estado y la resistencia popular, enlazada con una semblanza de Berta Cáceres.
Descargar audio.
Karla Lara: Un saludo y un abrazo solidario y agradecido, sobre todo con el pueblo hermano argentino, las compañeras de todo ese montón de organizaciones feministas que no ahora, sino que siempre le dieron la mano a Berta, compartieron un montón de espacios, de discusión, de análisis, de denuncia. Yo creo que es precisamente esa cercanía construida en base al trabajo, en base a los sueños que se comparten, hace que sea para nosotras también un momento importante, necesario en función la denuncia, pero muy importante desde las emotividades, desde los sentimientos que son llenos de mucha hermandad, de mucho cariño correspondido de un lado y del otro.
EML: Berta era bien consciente del lugar que debían ocupar las redes de solidaridad, así como ustedes en relación a proteger a las luchadoras y luchadores que están resistiendo a los embates del capital, de las trasnacionales en cada territorio. Ustedes desde Honduras pueden decir mucho, porque no solamente ha sido la represión sistemática y por debajo, sino que se organizó un golpe de estado para orquestar para, dar respaldo estatal a esa intervención. Claramente hay un antes y un después del golpe de estado contra Mel Zelaya en Junio de 2009.
KL: Yo diría que la situación de este momento, la situación política en términos de las posibilidades también de movilización y de respuesta organizada desde las comunidades y la población, se parece, tiene muchas similitudes con el golpe de estado. Así creo yo de calculado ha sido el régimen. Yo no creo que no hayan dimensionado el tamaño de la figura de Berta Cáceres, creo que tiene una intención desde el estado y la lógica trasnacional de golpearnos así de fuerte. Son muchos los intereses económicos que se juegan, Honduras es un país con muchísima riqueza natural y minera y eso mueve la perversidad de ese gran capital trasnacional asesino. Y Berta era un símbolo de muchísimas luchas juntas.
No era solo la lucha territorial y la construcción de autonomías territoriales, sino también un pensamiento muy renovado, un feminismo bastante fresco, bastante ligado a las mujeres de las comunidades como una práctica desde el COPINH, con muchísimos desafíos. Además, ella misma como lideresa significaba muchos desafíos juntos.
… Ayer fue un desfile de acciones que reafirmaron que efectivamente es una política de estado en el que se ha elevado el nivel de persecución y de criminalización. Las detenciones en el Bajo Aguán del presidente del MUCA (Movimiento Unificado Campesino del Aguán) y de la compañera Orbelina Flores, que es miembra del Observatorio de Derechos Humanos, fueron sin orden judicial. En el caso de ambos se implantaron pruebas que les ligan al narcotráfico. No entendemos entonces porqué después, si pretenden o riegan esa noticia, luego se les libera. No en el caso de Orbelina, que sigue todavía detenida porque en la investigación resulta que tiene una orden de detención que figura desde el 2010 con el cargo de usurpación de tierras. Ordelina es una compañera mayor, adulta, de más de 60 años, una compañera muy valiente, muy comprometida también con la denuncia que hacemos las compañeras mujeres respecto a cosas muy delicadas y muy difíciles de hablar, en situaciones de crisis mucho más y es el tema de la revisión de la relación de poder entre hombres y mujeres, que son cosas que como decía Berta, eso es refundar por adelantado.
Luego hubo también un atentado a un miembro de la vía campesina, hubo también el asesinato, el terrible asesinato de un miembro más del COPINH, un compañero joven también, como Berta, un hombre también con muchos hijos, como el caso de la compañera Berta, y un líder importante en esa lucha de recuperación de tierras allá en el departamento de Cortés en Río Chiquito. Y el asesinato fue también así, fue frente a su casa, frente a su esposa, en el marco de un desalojo. Una comunidad que ya tenía diez años de estar establecida en la recuperación.
Entonces es obvio que hay una intención desde el estado de crear terror. A la par de eso, continúa ese asesinato continuo que tiene una forma de hacerse que hemos venido denunciando, que es una política de exterminio a la juventud y a la pobreza, a la gente pobre. Y eso sigue pasando, el dato no baja, son veinte personas asesinadas por día a nivel nacional del registro, no sabemos el subregistro, de lo abordado de manera amarilla en la prensa, horrible. Y todo ligado supuestamente al narcotráfico, las masacres se siguen dando. El día después del asesinato de Berta hubo una de doce personas aquí en un barrio de Tegucigalpa.
Quiere decir que hay una intención de crear terror entre quienes ven la página amarilla y entienden la violencia como una cosa porque la viven en el cotidiano, y una intención de crear terror dentro de los movimientos sociales, populares y las organizaciones en defensa de la vida y de los derechos.
Entonces hay a la par de nuevo, como te decía al principio, hay respuesta, estamos movilizándonos, mañana tenemos una movilización grandiosa de los pueblos indígenas. Tegucigalpa se va a llenar, hay comisiones internacionales, viniendo de Europa, de América Latina, de Argentina. Vendrán las compañeras, Norita Cortiñas, la Madre de Plaza de Mayo estará aquí con nosotras en Tegucigalpa. Estuvo antes, cuando Berta fue judicializada. Para nosotras tiene una importancia enorme, es un acompañamiento moral, espiritual muy, muy fuerte. Y seguimos, seguimos haciendo cosas, se aproxima un Encuentro Internacional de los pueblos, viene el aniversario del COPINH y vamos a movilizar a Río Blanco, vamos a hacer una ceremonia para de manera simbólica devolver a Berta al Río Gualcarque. Estamos haciendo muchas cosas, muchas cosas.
ELM: Así es Karla, y se siente, se siente la movilización. Ustedes han logrado generar justamente con estas redes una reacción que trascendió claramente las fronteras de Honduras y de América Latina entera, y el nombre de Berta hoy está en cada garganta, en cada lucha, su rostro podemos decir que está en miles de paredes. ¿Querés contarnos un poco cómo va a ser el encuentro Internacional de los pueblos en abril?
KL: La idea es, desde ahí, con esa lógica de que son los pueblos los que se encuentran, sostener a nivel internacional, seguir haciendo presión, que las compañeras y compañeros de otros pueblos conozcan, se lleven la fuerza de esos espíritus, nos encontremos en la zona. Vamos a estar en Tegucigalpa pero también vamos a ir hasta Río Blanco y la idea también de la conformación de equipos que estén en la disposición de venir y acompañar por periodos para formar una especie de observatorios o de acompañamientos internacionales. O sea, el internacionalismo es también una necesidad, una lógica en la que creía también Bertita, en la que trabajaba Bertita. No es casual que el compañero Gustavo Castro haya estado en el momento del asesinato. Un compañero por el que también tememos, por el que también en las acciones de esta movilización indígena, una de las paradas de la peregrinación en Tegucigalpa es ahí, en el Consulado de México, donde está el compañero Gustavo para mostrarle nuestra solidaridad, nuestro deseo de que efectivamente sea protegida su vida, que no se le criminalice ni se le desprestigie más. Porque hay una campaña de desprestigio en los medios hacia él, generando ahí la sombra de que quiere huir del país porque no quiere dar información, cuando él ha cumplido cada uno de los requerimientos que la fiscalía le ha hecho para testificar.
La idea entonces es esa, generar compromisos. Sabemos que en el mundo hay mucha gente con la disposición de trasladarse por períodos. Sabemos lo que cuesta, estamos hablando de pueblos a pueblos, pero ir encontrando las formas para que efectivamente las personas en mayor riesgo, que son las personas que sostienen la lucha allá en los territorios, en Río Blanco, en el norte de Intibucá y en el sur de Santa Bárbara, se sientan acuerpadas y acuerpados, que haya posibilidad de denuncia. Son zonas muy retiradas, es precisamente la inaccesibilidad de todo, es difícil los accesos y esos aislamientos provocados que también les permiten a ellos cometer muchos abusos que ni siquiera logramos sacar al público y registrarlos. Entonces, la presencia de compañeros y compañeras internacionalistas va a ir generando, va a ir propiciando también construcciones ahí en los territorios -como aspiraba Berta- de prácticas que nos vayan haciendo conocer y vivir esos discursos nuestros, del buen vivir, de otra forma de hacer comunidad. Y pensamos que ese es el legado y ese es el compromiso que tenemos que seguir haciendo por Berta, para Berta y con ella nutrirnos de alguna manera con esas otras dimensiones que nuestra blanquitud no nos permite ni siquiera a veces entender, pero que bien nos lo dicen los pueblos indígenas, son hilos y en esos hilos de la vida, Berta sigue tejiendo en nosotras y nosotros.
ELM: Así es y así también lo entendemos desde acá, a miles de kilómetros y nos sumamos a ese entramado, a ese tejido, hoy desde la radio, ojalá en otro momento pueda ser estando allá, en las honduras de Nuestramérica. Un placer escucharte y el compromiso de que estamos de este lado pendientes, siempre disponibles y dispuestas a lo que haga falta difundir, denunciar, desde allá.
KL: Gracias, gracias de verdad. Yo sé que cuando nos decimos gracias, de un lado o del otro, decimos “pero porqué compañera, qué me agradeces si es lo que me toca hacer”, pero sera mei, se dice en garífuna, que es más que gracias.
ELM: Sera mei te decimos entonces de acá. Un abrazo.
Durante el programa, llegaba la noticia de que, como consecuencia de la ola de asesinatos y persecuciones a luchadorxs, el Banco de Desarrollo holandés había anunciado que suspendía todas sus actividades en ese país, incluido el proyecto de Agua Zarca, uno de los emprendimientos contra los que lucha el COPINH.
Honduras: aumentan los crímenes y la resistencia
por Silvia Ribeiro*
El asesinato de Berta Cáceres el 3 de marzo, indígena lenca de Honduras, feminista, coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares de Honduras (Copinh), activista ambiental y social premiada internacionalmente, provocó horror, estupor y honda tristeza. En horas, la noticia se desparramó por el mundo y despertó un tsunami de reacciones de solidaridad y protesta, que sigue en aumento y que mostró al mundo no sólo las razones y justicia de la lucha de Berta Cáceres y el Copinh contra la represa Agua Zarca, también sacó a la luz muchos otros atropellos contra comunidades y movimientos, dejando al descubierto el régimen de abusos y represión que impera en Honduras, recrudecido a partir del golpe de Estado en 2009.
El mismo día sujetos armados dispararon contra Cristian Mauricio Alegría, de Vía Campesina Honduras, frente a su organización en Tegucigalpa. Fue herido, pero sobrevivió. No es la primera vez que atacan a balazos el local de Vía Campesina y varios de sus miembros están amenazados de muerte.
Días antes de morir, Berta Cáceres declaró a Il Manifesto, Italia:
estamos en las manos del sicariato jurídico y armado. Nuestras vidas penden de un hilo. Esta frase terrible, que se confirmó de la peor manera, resume el entretejido de la llamada
legalidady los sicarios pagados para abrir paso a minas, represas y otros proyectos de las trasnacionales, que ven a Honduras como terreno abierto para cualquier despojo y atropello, con complacencia del gobierno y protegidos por su aparato jurídico. Qué más demostración de ello que la retención absurda y arbitraria de Gustavo Castro, de Otros Mundos Chiapas, que estaba con Berta al momento del asesinato, fue herido pero lo dejaron creyéndolo muerto, y ha sido tratado como criminal en lugar de víctima, reteniéndolo por 30 días en Honduras, teniendo que ir a declarar al pueblo donde asesinaron a Berta, aunque por ser testigo, corre peligro de muerte.
En un comunicado del Copinh el 15 de marzo (www.copinh.org) titulado
¡Basta ya!, denuncian que después del asesinato de Berta Cáceres y por las múltiples amenazas recibidas –ella misma había denunciado el asesinato de otras tres personas en la región, por defender su territorio de proyectos que las comunidades nunca aprobaron– solicitaron medidas cautelares de protección, que les concedieron el 6 de marzo, pero a sólo nueve días de que el Estado supuestamente los está protegiendo, les asesinaron otro compañero.
El asesinato de Nelson García ocurrió durante el desalojo efectuado contra la comunidad de Río Chiquito, en el cual
aproximadamente 100 policías, 20 efectivos de la policía militar, 10 del ejército y varios de la DGIC invadieron el territorio recuperado por 150 familias, en el cual 75 habían construido sus casas con los materiales y esfuerzos que han podido obtener. Usaron tractores y maquinaria pesada para destruir las casas de madera, huertas y sembradíos, arrancaron milpas y plantíos de yuca y plátano, destruyeron el horno comunitario y mataron gallinas. El Copinh denuncia que autoridades municipales usan prestanombres para vender la tierra y justificar la fuerza pública para desalojarlos.
Denuncian también que son hostigados por el Estado llamándolos
a declarar como presuntos participantes en el asesinato de Berta
Cáceres pero no investigan las fuentes de las amenazas. El local del
Copihn en La Esperanza, pueblo donde la asesinaron, es vigilado por
desconocidos que tratan de intimidarlos, sin que eso motive ninguna
acción de seguridad. Las hijas de Berta y compañeras de la organización
han sido perseguidas por hombres armados cuando fueron a la capital para
encuentros con autoridades. Otros compañeros de Río Blanco –zona de la
represa Agua Zarca– han sufrido agresiones y persecuciones al salir de
hablar con las autoridades y en su región han sido atacados con armas
por los guardias de la represa.
Estas agresiones son pan cotidiano en Honduras, contra comunidades indígenas, negras, campesinas y organizaciones sociales, ambientalistas, de trabajadores. Con dolor y rabia por la muerte de Berta Cáceres, símbolo de la lucha y la construcción entre movimientos, esta semana se realizó una manifestación masiva con participantes de comunidades lencas, garífunas, tolupanes, pech, organizaciones campesinas, urbanas y muchos habitantes de la ciudad, exigiendo justicia y fin a la criminalización de la lucha social en Honduras, justicia para Berta y regreso a salvo para Gustavo Castro. Exigen la intervención de organismos internacionales y especialmente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para garantizar la independencia en la investigación e identificar a los responsables. Demandan realizar inmediatamente informes sobre persecución, agresiones y criminalización contra comunidades indígenas, negras, campesinas, movimientos y defensores de derechos humanos. Entre muchas acciones de solidaridad, la Alianza por Biodiversidad en América Latina exigió justicia para Berta y Nelson y retorno seguro para Gustavo Castro y solicitan al alto comisionado de Naciones Unidas y al relator especial de ONU sobre la situación de las y los defensores de derechos humanos, realizar urgentemente una visita especial a Honduras, en vista de los gravísimos atentados que no cesan. Se puede adherir a esta solicitud en http://goo.gl/bdxQo7.
En lugar de matar a Berta Cáceres la multiplicaron, haciendo llegar su voz y las de sus pueblos a todo el planeta.
*Investigadora del Grupo ETC
Estas agresiones son pan cotidiano en Honduras, contra comunidades indígenas, negras, campesinas y organizaciones sociales, ambientalistas, de trabajadores. Con dolor y rabia por la muerte de Berta Cáceres, símbolo de la lucha y la construcción entre movimientos, esta semana se realizó una manifestación masiva con participantes de comunidades lencas, garífunas, tolupanes, pech, organizaciones campesinas, urbanas y muchos habitantes de la ciudad, exigiendo justicia y fin a la criminalización de la lucha social en Honduras, justicia para Berta y regreso a salvo para Gustavo Castro. Exigen la intervención de organismos internacionales y especialmente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para garantizar la independencia en la investigación e identificar a los responsables. Demandan realizar inmediatamente informes sobre persecución, agresiones y criminalización contra comunidades indígenas, negras, campesinas, movimientos y defensores de derechos humanos. Entre muchas acciones de solidaridad, la Alianza por Biodiversidad en América Latina exigió justicia para Berta y Nelson y retorno seguro para Gustavo Castro y solicitan al alto comisionado de Naciones Unidas y al relator especial de ONU sobre la situación de las y los defensores de derechos humanos, realizar urgentemente una visita especial a Honduras, en vista de los gravísimos atentados que no cesan. Se puede adherir a esta solicitud en http://goo.gl/bdxQo7.
En lugar de matar a Berta Cáceres la multiplicaron, haciendo llegar su voz y las de sus pueblos a todo el planeta.
*Investigadora del Grupo ETC
"El Gobierno de Honduras es culpable de la situación que acabó con la vida de Berta"
Más de 20 organizaciones y plataformas de la sociedad civil brindan un homenaje a la líder indígena cuyo asesinato "aún está impune".
El acto, organizado por más de 20 organizaciones y plataformas de la sociedad civil, ha contado con la intervención de familiares directos como su hermano Juan, su hermana Agustina Cáceres y su madre, Berta Flores, y de miembros de la coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) que Berta fundó.
Entre los aplausos del público asistente, los familiares de Berta Cáceres han denunciado la impunidad de las muertes de la hondureña y del dirigente indígena Nelson García, y han pedido la "liberación" del activista mexicano Gustavo Castro, herido en el asalto que acabó con la vida de Berta. "Exijo que se esclarezca este crimen que sigue impune y que salgan a la luz los autores intelectuales que le arrebataron la vida a mi hija", ha manifestado Berta Flores entre lágrimas.
Juan Cáceres ha pedido ayuda de las organizaciones mundiales —entre ellas las españolas— para que el Gobierno del país centroamericano investigue la muerte de su hermana. "Quisiéramos que organizaciones como las que tenéis en España nos ayuden a doblar el brazo al Gobierno de Honduras".
Durante el homenaje organizado por partidos políticos —como Ahora Madrid, Podemos y Unidad Popular— y por organizaciones ecologistas españolas —como Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO Birdlife y WWF—, los miembros de las colectivos convocantes han recordado la vida y el trabajo de Berta a través de la lectura de poemas y relatos, amenizados por música en directo. Asimismo, dos de los representantes han leído una declaración de respaldo a la lucha de la activista y de todos los defensores de la naturaleza.
En dicho manifiesto, los grupos que continúan con la lucha liderada por Berta exigen la cancelación "inmediata y definitiva" de la construcción de la presa hidroeléctrica de Agua Zarza. Un proyecto que, además, "ha estado apoyado por capital europeo".
Las organizaciones también exigen al Gobierno de Honduras "hacer efectivas las medidas de protección de las que disponen las personas defensoras de los derechos humanos y velen por la defensa de su integridad".
Misión internacional 'Justicia para Berta Cáceres'
Por otra parte, una misión internacional en la que participan, entre otros, el eurodiputado de Podemos Miguel Urbán y el diputado en el Congreso por Zaragoza del mismo partido, Pedro Arrojo, se ha desplazado hasta Honduras para pedir justicia por la muerte de la activista indígena y ganadora del premio Goldman en 2015.Urbán se ha reunido esta mañana con el ministro de Asuntos Exteriores español José Manuel García-Margallo, quien se encontraba de visita diplomática en Centroamérica, acompañado del embajador español en Honduras, Miguel Albero, y el director general para Iberoamérica, Pablo Gómez de Olea, para comunicarle "la necesidad de una comisión de investigación internacional". Asimismo, le ha transmitido su preocupación por la retención en el país hondureño de Gustavo Castro, ya que considera que se están “vulnerando sus derechos como víctima y generando un estado de indefensión”, ha señalado el partido a través de un comunicado.
Ambos políticos han acordado volver a verse en España para hacer el seguimiento de la situación. Tras la reunión, Urbán ha denunciado "las violaciones de derechos humanos sistemáticas", en referencia a los 110 asesinatos de activistas defensores de derechos humanos en Honduras entre 2010 y 2014.
La Misión ha sido organizada a iniciativa del COPINH, de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras y, de personas, colectivos y organizaciones de una red de
solidaridad internacional que se ha constituido en apoyo al pueblo del país centroamericano para pedir el esclarecimiento del brutal asesinato de la líder indígena lenca Berta Cáceres, acaecido el 3 de marzo.