Honduras: Despedida de todo un pueblo a la dirigente indígena víctima de asesinato político por Giorgio Trucchi // Comunicado de las hijas,hijo y madre de Berta Cáceres: En presencia del lecho de nuestra Bertha, nuestra mamá, nuestra hija, nuestra guía // Honduras: Berta Cáceres, víctima de la política exterior de Hillary Clinton por David Brooks // PEN Honduras: Por ejercer la libertad de expresión: las balas callaron la voz de Bertha Cáceres //
HONDURAS
Despedida de todo un pueblo a la dirigente indígena víctima de asesinato político
por Giorgio Trucchi - La Haine - 09/03/2016
Bertha Cáceres renacerá en las luchas de los pueblos
Este
sábado nadie quiso quedarse en casa. Entre consignas y lágrimas, miles
de personas dieron una conmovedora despedida a la dirigente indígena
Bertha Cáceres, quien fue brutalmente asesinada el pasado 3 de marzo.
“Que se castiguen los responsables intelectuales y materiales”, “No más
impunidad” exigieron.
Hay mucha gente en La Esperanza. Mucha. Las calles están totalmente abarrotadas de personas. Nadie quiso quedarse en su casa. Era demasiado fuerte el llamado a dar un último saludo a la luchadora y dirigente indígena Bertha Cáceres.
“A nuestra Bertha, nuestra mamá, nuestra hija, nuestra guía”, repiten casi al unísono Olivia, Bertita, Laura y Salvador, madre, hijas e hijo de la coordinadora nacional del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), durante una improvisada conferencia de prensa.
El viernes, Bertha Cáceres, la compañera, la amiga entrañable, la combatiente por la vida, la defensora de ríos y montañas, la mujer que junto al Copinh, al pueblo Lenca, al movimiento social y popular en resistencia impulsó una lucha inclaudicable contra un modelo político-económico que siempre definió “neoliberal, racista y patriarcal”, iba a cumplir años. Cobardes asesinos, tanto intelectuales como materiales, segaron su vida.
La gente vino a saludar su siembra. Este milagro de ser humano que enseñó al mundo el significado más profundo de vivir con compromiso y ahínco, conociendo los riesgos y enfrentándolos con valentía, soñando que un mundo mejor sí es posible. Rostros llenos de honda tristeza, otros una impresionante mueca de rabia.
Bertha viajaba mucho dando a conocer la experiencia del Copinh, el esfuerzo emancipador de un movimiento social y popular que no se rinde. Pero siempre quería regresar a esta tierra que la vio nacer, que acogió sus manos, que sostuvo sus pies, que arropó su cuerpo, que se empapó de su sangre, que hoy la ve volver a nacer multiplicada en las luchas de los pueblos.
La gente se acerca al féretro que es llevado por miles de manos. Muchos lloran, otros aprietan los puños, lanzan consignas. "Bertha vive, la lucha sigue", "Bertha no murió, se multiplicó", "Justicia Justicia".
“Nuestra Bertha vive”. Olivia, Laura, Bertita y Salvador exigen investigación independiente
“No se puede distorsionar la verdad acerca del crimen que terminó con su vida. Sabemos con certera claridad que los motivos de su vil asesinato fueron su resistencia y lucha en contra de la explotación de los bienes comunes de la naturaleza y en defensa del pueblo Lenca”, señalan las hijas, hijo y madre de Bertha Cáceres en una carta abierta.
“Su asesinato es un intento de acabar con la lucha del pueblo lenca en contra de toda forma de explotación y despojo. Un intento por cortar la construcción de un nuevo mundo”, agregaron. También recordaron que las circunstancias de su muerte se dieron en medio de la lucha en contra de la instalación del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, en el sagrado río Gualcarque.
Asimismo exigieron que se esclarezcan las responsabilidades de la empresa de capital hondureño Desarrollo Energéticos S.A. de C.V (DESA) y responsabilizaron tanto a DESA como a los grupos financieros nacionales (Ficohsa) e internacionales (FMO, Finn Fund, Bcie), de “la persecución, criminalización, estigmatización y las constantes amenazas de muerte” vertidas contra Bertha, sus hijas e hijo y los miembros del Copinh.
“Responsabilizamos al Estado hondureño de haber obstaculizado en gran medida la protección de nuestra Bertha, y haber propiciado su persecución, criminalización y asesinato” optando por proteger “los intereses de la empresa por encima de las decisiones y mandatos de las comunidades”, denunciaron visiblemente conmocionados pero firmes y dignos en su posición.
Grupos fácticos y gobierno son responsables. Un modelo asesino y depredador
Los padres Ismael “Melo” Moreno y Fausto Milla, frente al féretro, encabezaron un emocionante acto ecuménico. La multitud se acercó, sumergida en un silencio casi irreal, roto solamente por las consignas, los aplausos y los tambores y cantos del pueblo garífuna.
“Melo” pidió a los presentes unirse en un gran movimiento nacional para contrarrestar un modelo que opera en contra de los intereses de los pueblos. Asimismo solicitó luchar para que nunca el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, ni otras obras que saquean los recursos naturales se lleven a cabo en Honduras.
Después de haber aplaudido, entre lágrimas y aplausos, los nombres de las y los mártires, ese mar de gente se tomó nuevamente las calles de La Esperanza, acompañando a Bertha hacia su última demora.
“Los responsables de su asesinato son los grupos empresariales en contubernio con el gobierno nacional, los gobiernos municipales y las instituciones represoras del Estado, que están detrás de los proyectos extractivos que se desarrollan en la región.
Los financiadores de estos proyectos extractivistas de muerte también son responsables de la muerte de nuestra Bertha y de tantas personas que luchan en contra de la explotación de los territorios”, denunciaron Olivia, Laura, Bertita y Salvador.
“No vamos a permitir que su imagen se convierta en un logo vacío, a nuestra Bertha se le reivindica en la lucha permanente y enérgica por la defensa de la vida, los territorios y en contra de este sistema de explotación y saqueo”, reafirmaron los familiares de la dirigente indígena.
También pidieron que se conformara una comisión internacional imparcial para la investigación del crimen, que involucrara tanto a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), como a organismos internacionales de derechos humanos y los estamentos gubernamentales pertinentes. Asimismo exigieron respeto para la integridad de su hija y de su mamá.
“Ella es una eterna luchadora en contra del racismo, del patriarcado y el sistema capitalista opresor y asesino. Su lucha está atravesada por un fuerte antiimperialismo, corroborado constantemente en sus prácticas internacionales y su total rechazo al golpe de Estado (2009) financiado y apoyado por los Estados Unidos”, indicaron.
Finalmente, exigieron la cancelación inmediata y definitiva del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, así como “todas las concesiones mineras, de represas, de bosques y todos aquellos proyectos que atentan contra la soberanía nacional”.
CIDH otorga medidas cautelares. Acoso al Copinh
Ante la difícil situación que viven tanto los familiares de Bertha Cáceres como los miembros del Copinh y el ciudadano mexicano Gustavo Castro Soto, quien presenció al asesinato de la dirigente indígena y resultó herido, la CIDH decidió otorgarles medidas cautelares, por considerar que su vida corre peligro.
Mientras tanto, el Copinh ha divulgado un comunicado en el que acusa al gobierno de Juan Orlando Hernández de estar manipulando la investigación del asesinato de Bertha, tratando de involucrar a miembros de dicha organización y hacerlo pasar por un delito pasional.
La solidaridad nacional e internacional se ha desbordado. Nunca antes se había visto tanta participación. “No solo asesinaron a nuestra madre, asesinaron a la madre de todo un pueblo. Hacemos un llamamiento para que se arrecie la movilización, la denuncia y las muestras de solidaridad, exigiendo una verdadera justicia. ¡BERTHA VIVE!”, finaliza el comunicado de las hijas, hijo y madre de Bertha Cáceres.
No basta todo el cementerio para contener la gran cantidad de gente que quiere acompañar a Bertha. Caen flores y la lluvia sobre el ataúd. Hasta el cielo quiso mostrar su dolor. Este sábado fue día de recuerdos, tristeza y llanto. Lo que sigue es lucha. Bertha Cáceres, indudablemente, será parte de ella.
Rel-UITA
Hay mucha gente en La Esperanza. Mucha. Las calles están totalmente abarrotadas de personas. Nadie quiso quedarse en su casa. Era demasiado fuerte el llamado a dar un último saludo a la luchadora y dirigente indígena Bertha Cáceres.
“A nuestra Bertha, nuestra mamá, nuestra hija, nuestra guía”, repiten casi al unísono Olivia, Bertita, Laura y Salvador, madre, hijas e hijo de la coordinadora nacional del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), durante una improvisada conferencia de prensa.
El viernes, Bertha Cáceres, la compañera, la amiga entrañable, la combatiente por la vida, la defensora de ríos y montañas, la mujer que junto al Copinh, al pueblo Lenca, al movimiento social y popular en resistencia impulsó una lucha inclaudicable contra un modelo político-económico que siempre definió “neoliberal, racista y patriarcal”, iba a cumplir años. Cobardes asesinos, tanto intelectuales como materiales, segaron su vida.
La gente vino a saludar su siembra. Este milagro de ser humano que enseñó al mundo el significado más profundo de vivir con compromiso y ahínco, conociendo los riesgos y enfrentándolos con valentía, soñando que un mundo mejor sí es posible. Rostros llenos de honda tristeza, otros una impresionante mueca de rabia.
Bertha viajaba mucho dando a conocer la experiencia del Copinh, el esfuerzo emancipador de un movimiento social y popular que no se rinde. Pero siempre quería regresar a esta tierra que la vio nacer, que acogió sus manos, que sostuvo sus pies, que arropó su cuerpo, que se empapó de su sangre, que hoy la ve volver a nacer multiplicada en las luchas de los pueblos.
La gente se acerca al féretro que es llevado por miles de manos. Muchos lloran, otros aprietan los puños, lanzan consignas. "Bertha vive, la lucha sigue", "Bertha no murió, se multiplicó", "Justicia Justicia".
“Nuestra Bertha vive”. Olivia, Laura, Bertita y Salvador exigen investigación independiente
“No se puede distorsionar la verdad acerca del crimen que terminó con su vida. Sabemos con certera claridad que los motivos de su vil asesinato fueron su resistencia y lucha en contra de la explotación de los bienes comunes de la naturaleza y en defensa del pueblo Lenca”, señalan las hijas, hijo y madre de Bertha Cáceres en una carta abierta.
“Su asesinato es un intento de acabar con la lucha del pueblo lenca en contra de toda forma de explotación y despojo. Un intento por cortar la construcción de un nuevo mundo”, agregaron. También recordaron que las circunstancias de su muerte se dieron en medio de la lucha en contra de la instalación del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, en el sagrado río Gualcarque.
Asimismo exigieron que se esclarezcan las responsabilidades de la empresa de capital hondureño Desarrollo Energéticos S.A. de C.V (DESA) y responsabilizaron tanto a DESA como a los grupos financieros nacionales (Ficohsa) e internacionales (FMO, Finn Fund, Bcie), de “la persecución, criminalización, estigmatización y las constantes amenazas de muerte” vertidas contra Bertha, sus hijas e hijo y los miembros del Copinh.
“Responsabilizamos al Estado hondureño de haber obstaculizado en gran medida la protección de nuestra Bertha, y haber propiciado su persecución, criminalización y asesinato” optando por proteger “los intereses de la empresa por encima de las decisiones y mandatos de las comunidades”, denunciaron visiblemente conmocionados pero firmes y dignos en su posición.
Grupos fácticos y gobierno son responsables. Un modelo asesino y depredador
Los padres Ismael “Melo” Moreno y Fausto Milla, frente al féretro, encabezaron un emocionante acto ecuménico. La multitud se acercó, sumergida en un silencio casi irreal, roto solamente por las consignas, los aplausos y los tambores y cantos del pueblo garífuna.
“Melo” pidió a los presentes unirse en un gran movimiento nacional para contrarrestar un modelo que opera en contra de los intereses de los pueblos. Asimismo solicitó luchar para que nunca el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, ni otras obras que saquean los recursos naturales se lleven a cabo en Honduras.
Después de haber aplaudido, entre lágrimas y aplausos, los nombres de las y los mártires, ese mar de gente se tomó nuevamente las calles de La Esperanza, acompañando a Bertha hacia su última demora.
“Los responsables de su asesinato son los grupos empresariales en contubernio con el gobierno nacional, los gobiernos municipales y las instituciones represoras del Estado, que están detrás de los proyectos extractivos que se desarrollan en la región.
Los financiadores de estos proyectos extractivistas de muerte también son responsables de la muerte de nuestra Bertha y de tantas personas que luchan en contra de la explotación de los territorios”, denunciaron Olivia, Laura, Bertita y Salvador.
“No vamos a permitir que su imagen se convierta en un logo vacío, a nuestra Bertha se le reivindica en la lucha permanente y enérgica por la defensa de la vida, los territorios y en contra de este sistema de explotación y saqueo”, reafirmaron los familiares de la dirigente indígena.
También pidieron que se conformara una comisión internacional imparcial para la investigación del crimen, que involucrara tanto a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), como a organismos internacionales de derechos humanos y los estamentos gubernamentales pertinentes. Asimismo exigieron respeto para la integridad de su hija y de su mamá.
“Ella es una eterna luchadora en contra del racismo, del patriarcado y el sistema capitalista opresor y asesino. Su lucha está atravesada por un fuerte antiimperialismo, corroborado constantemente en sus prácticas internacionales y su total rechazo al golpe de Estado (2009) financiado y apoyado por los Estados Unidos”, indicaron.
Finalmente, exigieron la cancelación inmediata y definitiva del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, así como “todas las concesiones mineras, de represas, de bosques y todos aquellos proyectos que atentan contra la soberanía nacional”.
CIDH otorga medidas cautelares. Acoso al Copinh
Ante la difícil situación que viven tanto los familiares de Bertha Cáceres como los miembros del Copinh y el ciudadano mexicano Gustavo Castro Soto, quien presenció al asesinato de la dirigente indígena y resultó herido, la CIDH decidió otorgarles medidas cautelares, por considerar que su vida corre peligro.
Mientras tanto, el Copinh ha divulgado un comunicado en el que acusa al gobierno de Juan Orlando Hernández de estar manipulando la investigación del asesinato de Bertha, tratando de involucrar a miembros de dicha organización y hacerlo pasar por un delito pasional.
La solidaridad nacional e internacional se ha desbordado. Nunca antes se había visto tanta participación. “No solo asesinaron a nuestra madre, asesinaron a la madre de todo un pueblo. Hacemos un llamamiento para que se arrecie la movilización, la denuncia y las muestras de solidaridad, exigiendo una verdadera justicia. ¡BERTHA VIVE!”, finaliza el comunicado de las hijas, hijo y madre de Bertha Cáceres.
No basta todo el cementerio para contener la gran cantidad de gente que quiere acompañar a Bertha. Caen flores y la lluvia sobre el ataúd. Hasta el cielo quiso mostrar su dolor. Este sábado fue día de recuerdos, tristeza y llanto. Lo que sigue es lucha. Bertha Cáceres, indudablemente, será parte de ella.
Rel-UITA
Comunicado de las hijas,hijo y madre de Berta Cáceres: En presencia del lecho de nuestra Bertha, nuestra mamá, nuestra hija, nuestra guía
Saturday, 05 March 2016 21:13 Written by Dina Meza Published in Contexto
Sus hijas Olivia, Bertha y Laura, su hijo Salvador, su madre
Austra Bertha acompañados de nuestros familiares y amigas y amigos,
queremos hacer de conocimiento público nuestros pensamientos en este
momento de profunda consternación.
Nuestra Bertha es la mayor de nuestras inspiraciones, por ello
sentimos la necesidad de hacer escuchar la verdad acerca de su vida y de
su lucha.
Acerca de estas circunstancias queremos primero agradecer a toda la solidaridad nacional e internacional que nos acompaña.
Agradecemos el apoyo de su pueblo Lenca, al cual dedicó las mayores de sus resistencias. Al pueblo garìfuna con quien se hermanaron las luchas y las utopías. A todas las organizaciones y movimientos sociales de Honduras, América Latina y el mundo que han hecho nuestro dolor suyo. Agradecemos todas las inmensas muestras de cariño y condolencia que el pueblo hondureño ha ofrecido, que dan muestra que su lucha es la lucha digna de los pueblos y la que el mundo necesita.
No se puede distorsionar la verdad acerca del crimen que terminó con su vida. Sabemos con certera claridad que los motivos de su vil asesinato fueron su resistencia y lucha en contra de la explotación de los bienes comunes de la naturaleza y en defensa del pueblo Lenca. Su asesinato es un intento de acabar con la lucha del pueblo lenca en contra de toda forma de explotación y despojo. Un intento por cortar la construcción de un nuevo mundo.
Las circunstancias de su muerte se dan en medio de la lucha en contra de la instalación del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca en el río Gualcarque por parte del pueblo Lenca. Pedimos que se esclarezcan las responsabilidades de la Empresa DESA que desarrolla el proyecto. Responsabilizamos a la empresa DESA, así mismo a los organismos financieros internacionales que respaldan el proyecto,Banco Holandes FMO, Finn Fund, BCIE, Ficohsa, y las empresas comprometidas CASTOR, Grupo empresarial ATALA, de la persecución, la criminalización, la estigamatización, las constantes amenazas de muerte en contra de su persona y de la nuestra y al COPINH.
Responsabilizamos al Estado hondureño de haber obstaculizado en gran medida la protección de nuestra Bertha, y haber propiciado la persecución, criminalización y asesinato. Al haber optado por proteger los intereses de la empresa por encima de las decisiones y mandatos de las comunidades.
¿cómo es posible que las instituciones de la policía, el ejército, el ministerio de seguridad que protegen los intereses y las instalaciones de la empresa DESA sean supuestamente los mismos que pretendían garantizar la protección y seguridad a nuestra Bertha?
¿cómo es posible que la policía, el ejército y el Estado hondureño que debían proteger su integridad, sean los mismos que la amenazaron de muerte, hostigaron y persiguieron?
Los responsables de su asesinato son los grupos empresariales en contubernio con el gobierno nacional, los gobiernos municipales y las instituciones represoras del Estado, que están detrás de los proyectos extractivos que se desarrollan en la región. Los financiadores de estos proyectos extractivistas de muerte también son responsables de la muerte de nuestra Bertha y de tantas personas que luchan en contra de la explotación de los territorios, puesto que con su dinero hacen posible la imposición de los intereses económicos por sobre los derechos ancestrales de los pueblos.
No vamos a permitir que su imagen se convierta en un logo vacío, a nuestra Bertha se le reivindica en la lucha permanente y enérgica por la defensa de la vida, los territorios y en contra de este sistema de explotación y saqueo.
Exigimos que se configure una comisión internacional imparcial para la investigación de este crimen, entre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, organismos internacionales de Derechos Humanos y los estamentos gubernamentales pertinentes, puesto la demostrada falta de objetividad por las investigaciones que se han iniciado en el país.
Queremos que se respete la integridad de su figura de resistencia. Ella es una eterna luchadora en contra del racismo, del patriarcado y el sistema capitalista opresor y asesino. Su lucha está atravesada por un fuerte antiimperialismo, corroborado constantemente en sus prácticas internacionales y su total rechazo al golpe de Estado financiado y apoyado por los Estados Unidos, que fue el inicio de la entrega del territorio nacional a las empresas transnacionales en detrimento de los derechos del pueblo Lenca y de la población hondureña.
Exigimos de manera inmediata y definitiva que se cancele la concesión de DESA sobre el Río Gualcarque y que corra libre el río Gualcarque.
Si el gobierno realmente quiere hacer justicia exigimos que se cancelen todas las concesiones mineras, de represas, de bosques y todos aquellos proyectos que atentan contra la soberanía nacional.
Demandamos el respeto y garantías a la integridad física, jurídica y emocional de nuestra familia, de las comunidades, en especial de Río Blanco y de todas las personas organizadas dentro del COPINH.
Su lucha no era solo por el medio ambiente sino por el cambio de sistema, en contra del capitalismo, del racismo y el patriarcado.
No solo asesinaron a nuestra madre, asesinaron a la madre de todo un pueblo.
hacemos un llamamiento para que se arrecie la movilización, la denuncia y las muestras de solidaridad exigiendo una verdadera justicia.
“Despertemos, despertemos humanidad!, ya no hay tiempo nuestras conciencias serán sacudidas por el hecho de solo estar contemplando la autodestrucción, basada en la depredación capitalista, racista y patriarcal”
Bertha Vive!!
Dado en La Esperanza, Intibucá a los 5 días del mes de marzo del 2016.
Acerca de estas circunstancias queremos primero agradecer a toda la solidaridad nacional e internacional que nos acompaña.
Agradecemos el apoyo de su pueblo Lenca, al cual dedicó las mayores de sus resistencias. Al pueblo garìfuna con quien se hermanaron las luchas y las utopías. A todas las organizaciones y movimientos sociales de Honduras, América Latina y el mundo que han hecho nuestro dolor suyo. Agradecemos todas las inmensas muestras de cariño y condolencia que el pueblo hondureño ha ofrecido, que dan muestra que su lucha es la lucha digna de los pueblos y la que el mundo necesita.
No se puede distorsionar la verdad acerca del crimen que terminó con su vida. Sabemos con certera claridad que los motivos de su vil asesinato fueron su resistencia y lucha en contra de la explotación de los bienes comunes de la naturaleza y en defensa del pueblo Lenca. Su asesinato es un intento de acabar con la lucha del pueblo lenca en contra de toda forma de explotación y despojo. Un intento por cortar la construcción de un nuevo mundo.
Las circunstancias de su muerte se dan en medio de la lucha en contra de la instalación del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca en el río Gualcarque por parte del pueblo Lenca. Pedimos que se esclarezcan las responsabilidades de la Empresa DESA que desarrolla el proyecto. Responsabilizamos a la empresa DESA, así mismo a los organismos financieros internacionales que respaldan el proyecto,Banco Holandes FMO, Finn Fund, BCIE, Ficohsa, y las empresas comprometidas CASTOR, Grupo empresarial ATALA, de la persecución, la criminalización, la estigamatización, las constantes amenazas de muerte en contra de su persona y de la nuestra y al COPINH.
Responsabilizamos al Estado hondureño de haber obstaculizado en gran medida la protección de nuestra Bertha, y haber propiciado la persecución, criminalización y asesinato. Al haber optado por proteger los intereses de la empresa por encima de las decisiones y mandatos de las comunidades.
¿cómo es posible que las instituciones de la policía, el ejército, el ministerio de seguridad que protegen los intereses y las instalaciones de la empresa DESA sean supuestamente los mismos que pretendían garantizar la protección y seguridad a nuestra Bertha?
¿cómo es posible que la policía, el ejército y el Estado hondureño que debían proteger su integridad, sean los mismos que la amenazaron de muerte, hostigaron y persiguieron?
Los responsables de su asesinato son los grupos empresariales en contubernio con el gobierno nacional, los gobiernos municipales y las instituciones represoras del Estado, que están detrás de los proyectos extractivos que se desarrollan en la región. Los financiadores de estos proyectos extractivistas de muerte también son responsables de la muerte de nuestra Bertha y de tantas personas que luchan en contra de la explotación de los territorios, puesto que con su dinero hacen posible la imposición de los intereses económicos por sobre los derechos ancestrales de los pueblos.
No vamos a permitir que su imagen se convierta en un logo vacío, a nuestra Bertha se le reivindica en la lucha permanente y enérgica por la defensa de la vida, los territorios y en contra de este sistema de explotación y saqueo.
Exigimos que se configure una comisión internacional imparcial para la investigación de este crimen, entre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, organismos internacionales de Derechos Humanos y los estamentos gubernamentales pertinentes, puesto la demostrada falta de objetividad por las investigaciones que se han iniciado en el país.
Queremos que se respete la integridad de su figura de resistencia. Ella es una eterna luchadora en contra del racismo, del patriarcado y el sistema capitalista opresor y asesino. Su lucha está atravesada por un fuerte antiimperialismo, corroborado constantemente en sus prácticas internacionales y su total rechazo al golpe de Estado financiado y apoyado por los Estados Unidos, que fue el inicio de la entrega del territorio nacional a las empresas transnacionales en detrimento de los derechos del pueblo Lenca y de la población hondureña.
Exigimos de manera inmediata y definitiva que se cancele la concesión de DESA sobre el Río Gualcarque y que corra libre el río Gualcarque.
Si el gobierno realmente quiere hacer justicia exigimos que se cancelen todas las concesiones mineras, de represas, de bosques y todos aquellos proyectos que atentan contra la soberanía nacional.
Demandamos el respeto y garantías a la integridad física, jurídica y emocional de nuestra familia, de las comunidades, en especial de Río Blanco y de todas las personas organizadas dentro del COPINH.
Su lucha no era solo por el medio ambiente sino por el cambio de sistema, en contra del capitalismo, del racismo y el patriarcado.
No solo asesinaron a nuestra madre, asesinaron a la madre de todo un pueblo.
hacemos un llamamiento para que se arrecie la movilización, la denuncia y las muestras de solidaridad exigiendo una verdadera justicia.
“Despertemos, despertemos humanidad!, ya no hay tiempo nuestras conciencias serán sacudidas por el hecho de solo estar contemplando la autodestrucción, basada en la depredación capitalista, racista y patriarcal”
Bertha Vive!!
Dado en La Esperanza, Intibucá a los 5 días del mes de marzo del 2016.
Honduras: Berta Cáceres, víctima de la política exterior de Hillary Clinton
por David Brooks - La Haine - 11/03/2016
"Hillary Clinton será buena para las mujeres. Pregúntenle a Berta. Pero no pueden. Está muerta…" La Clinton jugó un papel central en el golpe contra Manuel Zelaya,
Nueva
York.- El asesinato de Berta Cáceres en Honduras es en parte
responsabilidad de la actual precandidata demócrata Hillary Clinton,
acusan expertos al recordar el apoyo implícito que la ex secretaria de
Estado brindó a los golpistas en Honduras.
“Hillary Clinton será buena para las mujeres. Pregúntenle a Berta. Pero no pueden. Está muerta…”. Recuerda que fue una líder indígena valiente y “opositora al golpe hondureño de 2009 que Hillary Clinton, como secretaria de Estado, hizo posible”, escribió el día del asesinato de Cáceres el reconocido historiador Greg Grandin, profesor de historia en la Universidad de Nueva York, en The Nation.
Clinton, como fue reportado tanto por él como por otros analistas y comprobado después en los correos electrónicos de la entonces secretaria, jugó un papel central en minar el retorno de Manuel Zelaya, el presidente depuesto. “Al hacerlo, Clinton se alió con los peores sectores de la sociedad hondureña”, agrega Grandin, dando legitimidad al Congreso golpista.
Zelaya fue secuestrado por militares hondureños armados quienes lo sacaron del país el 28 de junio de 2009, y aunque el acto fue condenado internacionalmente como un golpe, el Departamento de Estado nunca lo calificó como tal, lo cual se interpretó como un apoyo implícito a los golpistas.
Grandin reporta hoy que antes de su asesinato, la propia Cáceres señaló a Clinton como una de las responsables de legitimar el golpe en su país. Cáceres fue una de las voces en demanda del retorno de Zelaya, pero señaló que Clinton promovía una elección de un llamado “gobierno de unidad”.
Cáceres, en una entrevista videograbada en Argentina en 2014, recuerda que “advertimos que eso sería muy peligroso”.
Después del golpe se desató una ofensiva represiva contra los movimientos e intereses populares, incluyendo el que Cáceres lideraba, Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, (Copinh). Se han documentado incesantes asesinatos de activistas, periodistas y defensores de derechos humanos en ese país durante los últimos años. Clinton, en su libro Hard Choices, presenta el caso de Honduras como un gran ejemplo de su manejo pragmático de su política exterior.
“Los nombres de los asesinos de Cáceres aún no se conocen. Pero sabemos quién la mató”, escribe Grandin, señalando la ola de represión contra el trabajo de Copinh, sobre todo su oposición a un megaproyecto hidráulico de una empresa hondureña, DESA, financiada con gran capital extranjero.
De hecho, en su libro, Clinton describe que hizo todo como secretaria de Estado para asegurar que Zelaya no pudiera regresar a la presidencia: “En los días subsecuentes [después del golpe] hablé con mis contrapartes alrededor del hemisferio, incluyendo la secretaria Espinosa en México. Elaboramos estrategias sobre un plan para restaurar el orden en Honduras y asegurar que elecciónes libres e imparciales podrían realizarse pronto y de manera legítima, lo cual dejaría como irrelevante la cuestión de Zelaya” [ese párrafo ya no aparece en la edición de bolsillo del libro, aparentemente por decision de Clinton].
Pero como recuerda el analista Mark Weisbrot, co director del Center for Economic and Policy Research en Washington y experto en política exterior estadounidense en las Américas, “la cuestión de Zelaya era todo menos irrelevante”, ya que líderes latinoamericanos, la ONU, y otras organizaciones multilaterales condenaron el golpe y exigieron el retorno del presidente legítimo al poder. “La posición desafiante y antidemocrática de Clinton impulsó un deslizamiento hacia abajo en las relaciones estadunidenses con varios países latinoamericanos….”.
En el debate entre los dos precandidatos demócratas el 9 de marzo, algunas preguntas giraron en torno a las deportaciones de familias que huyen de Centroamérica, incluyendo Honduras. En ningún momento reconoció Clinton su papel en el golpe en lo ahora se considera uno de los países más violentos del mundo.
Más aún, evadió cualquier referencia a la obvia relación entre la situación política en Honduras que ayudó a engendrar con la crisis de refugiados que huyen de ese país, solo presentándose como alguien que desea proteger a esos inmigrantes. Tampoco recordó que cuando era secretaria de Estado -tal como acusó su contrincante Bernie Sanders- justificó regresar a menores de edad huyendo de Honduras y otros países centroamericanos para intentar frenar esa ola de migrantes.
Beverly Bell, colaboradora en proyectos con Cáceres durante más de 15 años, comentó al 'Institute for Public Accuracy' que, más que nada, el asesinato de Cáceres tiene que ver con “el continuo apoyo estadounidense y del gobierno de Honduras al robo de tierras y ríos de la inversion mutlinacional”.
Por otro lado, la organización 'School of the Americas Watch', recordó que el golpe hondureño fue llevado a cabo por egresados de lo que antes se llamaba la Escuela de las Américas, institución castrense estadunidense para la capacitación de militares latinoamericanos.
Grandin concluyó que se debería preguntar a Clinton hoy día “si aún está orgullosa del infierno que ayudó a hacer rutinario en Honduras”.
La Jornada. Traducción revisada por La Haine
“Hillary Clinton será buena para las mujeres. Pregúntenle a Berta. Pero no pueden. Está muerta…”. Recuerda que fue una líder indígena valiente y “opositora al golpe hondureño de 2009 que Hillary Clinton, como secretaria de Estado, hizo posible”, escribió el día del asesinato de Cáceres el reconocido historiador Greg Grandin, profesor de historia en la Universidad de Nueva York, en The Nation.
Clinton, como fue reportado tanto por él como por otros analistas y comprobado después en los correos electrónicos de la entonces secretaria, jugó un papel central en minar el retorno de Manuel Zelaya, el presidente depuesto. “Al hacerlo, Clinton se alió con los peores sectores de la sociedad hondureña”, agrega Grandin, dando legitimidad al Congreso golpista.
Zelaya fue secuestrado por militares hondureños armados quienes lo sacaron del país el 28 de junio de 2009, y aunque el acto fue condenado internacionalmente como un golpe, el Departamento de Estado nunca lo calificó como tal, lo cual se interpretó como un apoyo implícito a los golpistas.
Grandin reporta hoy que antes de su asesinato, la propia Cáceres señaló a Clinton como una de las responsables de legitimar el golpe en su país. Cáceres fue una de las voces en demanda del retorno de Zelaya, pero señaló que Clinton promovía una elección de un llamado “gobierno de unidad”.
Cáceres, en una entrevista videograbada en Argentina en 2014, recuerda que “advertimos que eso sería muy peligroso”.
Después del golpe se desató una ofensiva represiva contra los movimientos e intereses populares, incluyendo el que Cáceres lideraba, Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, (Copinh). Se han documentado incesantes asesinatos de activistas, periodistas y defensores de derechos humanos en ese país durante los últimos años. Clinton, en su libro Hard Choices, presenta el caso de Honduras como un gran ejemplo de su manejo pragmático de su política exterior.
“Los nombres de los asesinos de Cáceres aún no se conocen. Pero sabemos quién la mató”, escribe Grandin, señalando la ola de represión contra el trabajo de Copinh, sobre todo su oposición a un megaproyecto hidráulico de una empresa hondureña, DESA, financiada con gran capital extranjero.
De hecho, en su libro, Clinton describe que hizo todo como secretaria de Estado para asegurar que Zelaya no pudiera regresar a la presidencia: “En los días subsecuentes [después del golpe] hablé con mis contrapartes alrededor del hemisferio, incluyendo la secretaria Espinosa en México. Elaboramos estrategias sobre un plan para restaurar el orden en Honduras y asegurar que elecciónes libres e imparciales podrían realizarse pronto y de manera legítima, lo cual dejaría como irrelevante la cuestión de Zelaya” [ese párrafo ya no aparece en la edición de bolsillo del libro, aparentemente por decision de Clinton].
Pero como recuerda el analista Mark Weisbrot, co director del Center for Economic and Policy Research en Washington y experto en política exterior estadounidense en las Américas, “la cuestión de Zelaya era todo menos irrelevante”, ya que líderes latinoamericanos, la ONU, y otras organizaciones multilaterales condenaron el golpe y exigieron el retorno del presidente legítimo al poder. “La posición desafiante y antidemocrática de Clinton impulsó un deslizamiento hacia abajo en las relaciones estadunidenses con varios países latinoamericanos….”.
En el debate entre los dos precandidatos demócratas el 9 de marzo, algunas preguntas giraron en torno a las deportaciones de familias que huyen de Centroamérica, incluyendo Honduras. En ningún momento reconoció Clinton su papel en el golpe en lo ahora se considera uno de los países más violentos del mundo.
Más aún, evadió cualquier referencia a la obvia relación entre la situación política en Honduras que ayudó a engendrar con la crisis de refugiados que huyen de ese país, solo presentándose como alguien que desea proteger a esos inmigrantes. Tampoco recordó que cuando era secretaria de Estado -tal como acusó su contrincante Bernie Sanders- justificó regresar a menores de edad huyendo de Honduras y otros países centroamericanos para intentar frenar esa ola de migrantes.
Beverly Bell, colaboradora en proyectos con Cáceres durante más de 15 años, comentó al 'Institute for Public Accuracy' que, más que nada, el asesinato de Cáceres tiene que ver con “el continuo apoyo estadounidense y del gobierno de Honduras al robo de tierras y ríos de la inversion mutlinacional”.
Por otro lado, la organización 'School of the Americas Watch', recordó que el golpe hondureño fue llevado a cabo por egresados de lo que antes se llamaba la Escuela de las Américas, institución castrense estadunidense para la capacitación de militares latinoamericanos.
Grandin concluyó que se debería preguntar a Clinton hoy día “si aún está orgullosa del infierno que ayudó a hacer rutinario en Honduras”.
La Jornada. Traducción revisada por La Haine
Por ejercer la libertad de expresión: las balas callaron la voz de Bertha Cáceres
Monday, 07 March 2016 23:34 Written by Dina Meza Published in Bertha Caceres
La organización Pen Honduras compuesta por escritores,
periodistas, artistas, poetas y otras expresiones culturales, condenó el
crimen contra la indígena y defensora de derechos humanos, Bertha
Cáceres, quien ejerció con contundencia su derecho a la libertad de
expresión pero que la intolerancia a su voz y a su trabajo por la
defensa de los derechos de su pueblo lenca, terminó con su vida a sus
casi 45 años.
Este es el comunicado emitido por Pen HondurasLas balas callaron la voz de Bertha Cáceres por la defensa de los derechos indígenas
La madrugada del jueves 03 de marzo de 2016, la sociedad hondureña se vio sorprendida ante la noticia del asesinato de la Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), Bertha Cáceres.
¿De dónde vino el alevoso ataque? ¿Qué sangrienta garra asesina muestra ahora su satisfacción dentro de la oscuridad y la impunidad que le proporciona la Orden Superior?
Como los asesinatos de otros ambientalistas, defensores de la Tierra y los Derechos Humanos, como Jeanette Kawas, éste también amenaza con quedar impune.
Definitivamente hay en este asqueroso hecho un mensaje para las disidencias, en contra del humanismo, en contra de todo lo que no sea del agrado del Gran Capital y sus sirvientes criollos: Ellos dicen: ¡Podemos asesinar con impunidad! Nadie sabrá nunca quiénes somos los asesinos intelectuales y directos… ¡Aunque todos sepan quiénes somos!
Pero no solo mataron a la ambientalista, acabaron con la vida de la defensora del territorio, del Río Gualcarque, así como de la comunicadora que hizo una extensión de la lucha a través de las radios comunitarias del COPINH (La voz Lenca y Guarajambala), allí levantó su voz con el programa “Ecos de Opalaca”, en donde denunciaba el clima hostil y todas las formas de violencia hacia su pueblo lenca, su tierra, su río, su patrimonio.
En todo el mundo fue expresado el pesar, la rabia y la impotencia por el deleznable crimen, en contra de una valiente pero totalmente indefensa mujer, reconocida con el Premio Goldman 2015 por su resistencia contra el proyecto hidroeléctrico “Agua Zarca”, iniciado desde 2006 en la comunidad de Río Blanco, Intibucá.
PEN-Honduras también está apesarado y triste. Nos solidarizamos con la familia de Berta, con sus cercanos colaboradores y sus valientes compañeros en la lucha, pero también estamos prestos a no dejar morir su legado.
Demandamos una investigación independiente, imparcial y pronta que castigue a los culpables. Apoyamos a la familia en su exigencia de que sea liderada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, de organizaciones internacionales de derechos humanos e instituciones nacionales nacidas de la lucha popular, tal como lo sostuvieron sus hijas Olivia, Laura, Bertha y su hijo Salvador.
Exigimos el respeto a los compromisos internacionales sobre la libertad de expresión y los asumidos el año recién pasado en el Examen Periódico Universal, EPU, referentes a que el Estado de Honduras debe garantizar la pluralidad de pensamiento respetando a las voces disidentes.
A la comunidad internacional le solicitamos que utilice todos los medios a su alcance para exigir justicia pronta y que este crimen no se sume a la larga lista de la impunidad en Honduras.
Apoyando la libertad de expresión, luchando contra la impunidad, celebrando la literatura
Tegucigalpa, 04 de marzo de 2016.
Junta Directiva
PEN-Honduras