EDITORIAL Y PORTADA EL LIBERTADOR IMPRESO: “EL SILENCIO DE LOS INOCENTES”
Los
avances y retrocesos de la nación hondureña a través del tiempo son
“banda sin fin”, circulo vicioso funesto que hace concluir a pensadores
del orden que países como Honduras nunca se quiebran. Que jamás rompen
las cadenas de humillación y atraso.
EDITORIAL
“El silencio de los inocentes”
El
envejecimiento continúa siendo un misterio para la ciencia, a lo largo
de la vida se sacan tantas copias de las células que se transmiten hasta
los errores, los huesos de la cara se han ido modificando cada dos años
desde que nacemos, las imperfecciones se van acentuando, así cuando
somos ancianos parecemos otra persona. Necesitamos oxigeno para
sobrevivir pero se ha ido envenenando. La energía también está
contaminada, las mitocondrias y las células se ahogan, nuestro cuerpo ya
no puede reparar las células y finalmente falla, muere. Un proceso casi
imperceptible de decadencia que también padecen los países cuando los
yerros repetitivos de sus sistemas anulan al pueblo.
Eso
no pasará en Honduras afirman los tanques de pensamiento en Washington y
lo repiten aquí consejeros íntimos del poder en citas con empresarios y
en el circulo que asesora el gobierno de Juan Hernández.- La tesis de
la élite dominante no es nueva, ni tontería alcohólica, se sustenta en
la historia del pueblo hondureño, lo ven inferior, incapaz de rebelarse y
de organizarse para tomar el poder, más allá de romper vidrios y
marchas no ven cercano que amenace intereses locales de Estados Unidos y
de la clase criolla que se reserva el capital, la justicia, la política
y toda la economía.
Los
avances y retrocesos de la nación hondureña a través del tiempo son
“banda sin fin”, circulo vicioso funesto que hace concluir a pensadores
del orden que países como Honduras nunca se quiebran, parten de que no
se quebró en una revolución en el siglo XX cuando en América Latina los
pueblos de Cuba y Nicaragua tomaban el poder con guerra de guerrillas y
con armas vencían dictadores que nombraba y sostenía la “Casa Blanca”.
El
levantamiento popular era continental y al tenor que asumiera o no el
control de sus países, estremecieron estructuras, aquí cerca ocurrió en
Guatemala y en El Salvador, menos en Honduras, donde invitados a la
fiesta del 4 de julio de la embajada de EE.UU, se ufanaban de cierta
superioridad regional para calmar los conflictos sociales; en informes
clasificados el embajador decía otra cosa, que los hondureños no tenían
coraje para sacudirse el humillante trato de sus socios, para su gusto,
gobiernos corruptos e “hijos de puta”, y eso aún cree el Departamento de
Estado, por eso nombró a JOH, si dudara el presidente sería Nasrallla.
Decidió
entre el “chavismo” y el “dictador benigno”. Hernández hace años gasta
fortunas comprando imagen de incondicional a EE.UU., no ha parado de
enviar comitivas que llenan las bolsas de “lobistas” que viven de sus
relaciones en Washington, son quienes hacen citas y sientan a sus
clientes para mentir contra “opositores” y oferten su buen perfil de
servidumbre.
Quien
estudia cómo funciona EE.UU. sabe que su comunidad de inteligencia ha
perdido calidad, sus agentes están ocupados en cuidar el empleo y
pensiones en la era Trump; sus informes son crónicas de chismes y las
recomendaciones incluyen la foto de Chávez. Pensar
que Nasralla es chavista es tan ingenuo como subvalorar la conducta y
enfado del hondureño desde el golpe de Estado de 2009 hasta el fraude
electoral de 2017.
Una
combinación de generaciones se ha vuelto intolerante con este sistema
que en el aire corrompe lo que cae a la tierra; ya acabado tiene rostro
de ladrón, de golpista, de sanguinario, de fraudulento; sobre el
silencio de los inocentes y su bananera, otro pueblo va naciendo, pues,
todo viaje llega a su final, ¡pero que viaje ha empezado!, atrás irá
quedando Disney.
En condiciones precarias están presos políticos, denuncian sus familiares
Mar 28, 2018
Una luz blanca alumbra las
celdas. Allí el calor es insoportable ante la ausencia de ventiladores.
El día se confunde con la noche y la noche no les permite descansar. A
esto se suma la mala alimentación que los tiene consumidos y los golpes
psicológicos que no dejan marca, pero que duelen en lo más profundo.
Así es la vida 10 presos políticos de Pimienta, Cortés, que están recluidos en El Pozo, cárcel de máxima seguridad situada en Ilama, Santa Bárbara. De acuerdo a sus familiares, amigos, conocidos y organizaciones de derechos humanos, el único “delito” que cometieron fue luchar contra el denominado fraude electoral que llevó al poder nuevamente a Juan Orlando Hernández.
Los diez jóvenes hombres y una mujer fueron detenidos en sus propias casas de habitación la madrugada del 26 de diciembre del 2017 en Pimienta, Cortés. De acuerdo a la policía y la Fiscalía, “estas personas están involucradas en el incendio de la posta policial del referido municipio y de la privación de libertad de cuatro policías a quienes torturaron”, en las manifestaciones contra el fraude electoral.
“Los 10 presos políticos están confinados en dos celdas del módulo “máxima dos”. En cada habitación de 2x2 metros están cinco recluidos. Los primeros 28 días pasaron durmiendo en el suelo, sin acceso a pasta de dientes y jabón de baño”, dice Tomás Andrade, defensor de derechos humanos.
Indica que los presos políticos se mueven inquietos de un lado a otro en el pequeño espacio que hay entre la pared, una cama de cemento y un urinario de aluminio reforzado. Pierden la noción del tiempo. Encerrados en la celda, los minutos y las horas pasan lentamente.
Norma Ordoñez, madre de Daniel Eduardo Santos Ordóñez (23) y José Orlando Santos Ordoñez (22), indica que el martirio comenzó desde el 26 de diciembre cuando fueron detenidos en sus casas de habitación. “La policía entró sin orden judicial a mí casa y se llevó a mis dos hijos sin tener algún tipo de prueba, y lo mismo pasó con los demás jóvenes detenidos aquí en Pimienta”, indicó.
Denuncia que cada celda permanece sin aire acondicionado por lo que hace un gran calor, además la alimentación es escasa y mala. “Sólo frijoles y arroz les dan, mis hijos están pálidos y bien delgados”, denunció la acongojada madre.
Astrid Ortega, indica que el 26 de diciembre en su casa de habitación detuvieron a su esposo Francisco Miguel Gómez, a su cuñada Lourdes Johana Gómez y su compañero de hogar Melvin Mauricio Chávez. “El único “delito” que cometieron es gritar fuera Juan Orlando, porque los otros delitos que les imputan son falsos”, indicó.
A renglón seguido asegura que la policía sabe quiénes son los que quemaron la posta policial. “Llegaron unos encapuchados en motocicletas y luego incendiaron el edificio. La policía detuvo a dos personas y luego las liberaron no sé por qué”, indicó.
“A la mayoría de las víctimas se les ha imputado delitos comunes, entre ellos daño e incendio agravado, porque el gobierno quiere imponer a nivel internacional que en Honduras no hay presos políticos, cuando es de conocimiento público que los encarcelamientos, enjuiciamientos y las detenciones se han registrado por ejercer el derecho a la protesta y porque las víctimas han sido apresadas mientras se manifestaban en contra del fraude electoral del 26 de noviembre”, indicó el abogado Tomás Andrade.
Indicó que, dentro de las sucesivas audiencias en Tribunales, se ha evidenciado la constante parcialidad de los jueces que llevan estos juicios a favor de los fiscales. Una y otra vez los fiscales han presentado a policías y peritos como testigos que sólo hablan y exponen únicamente en base a supuestas declaración de “testigo clave” que generalmente es un testigo protegido.
“Se trata de casos de detención ilegal e injusta y hasta este momento y después de tres meses de estar recluidos, no han tenido acceso a que sus familiares les visiten. En los juicios en los órganos judiciales del Estado, cuando se trata del pueblo se les da la mayor tardanza al proceso para que no exista una justicia rápida”, lamentó.
1. Lourdes Johana Gómez Núñez.
Dos personas privadas de libertad en el Centro Penal de Morocelí, conocido como La Tolva
1. Edwin Robelo Espinal
2. Raúl Eduardo Álvarez
Nueve personas recluidas en el Centro Penal de la ciudad de El Progreso
1. Arles Saúl Cardona Saavedra
2. Gustavo Adolfo Cáceres Ayala
3. Jhony Andrés Salgado Fuentes
4. Dany Javier Banegas Reyes
5. Olvin Nahúm Villanueva Avilés
6. Omar Enrique Velásquez Yánez
7. Antony Reynaldo Acosta
8. Néstor Armando Almendarez Rodríguez
9. Marvin Antonio Godoy Arias
Diez personas de Pimienta: recluidos en el Centro Penal de Ilama conocido como El Pozo
1. Daniel Eduardo Santos Ordóñez
2. José Orlando Santos Ordoñez
3. Edwin Nahún Amaya Sánchez
4. Mynor Ariel Reyes Mejía
5. Roque Jacinto Alvarenga Corea
6. Wilfredo Cáceres Sagastume
7. Francisco Miguel Gómez Martínez
8. Melvin Mauricio Chávez Pérez
9. Jonathan Ricardo Perla López
10. Santos Ramón Paredes Quiroz
Así es la vida 10 presos políticos de Pimienta, Cortés, que están recluidos en El Pozo, cárcel de máxima seguridad situada en Ilama, Santa Bárbara. De acuerdo a sus familiares, amigos, conocidos y organizaciones de derechos humanos, el único “delito” que cometieron fue luchar contra el denominado fraude electoral que llevó al poder nuevamente a Juan Orlando Hernández.
Los diez jóvenes hombres y una mujer fueron detenidos en sus propias casas de habitación la madrugada del 26 de diciembre del 2017 en Pimienta, Cortés. De acuerdo a la policía y la Fiscalía, “estas personas están involucradas en el incendio de la posta policial del referido municipio y de la privación de libertad de cuatro policías a quienes torturaron”, en las manifestaciones contra el fraude electoral.
“Los 10 presos políticos están confinados en dos celdas del módulo “máxima dos”. En cada habitación de 2x2 metros están cinco recluidos. Los primeros 28 días pasaron durmiendo en el suelo, sin acceso a pasta de dientes y jabón de baño”, dice Tomás Andrade, defensor de derechos humanos.
Indica que los presos políticos se mueven inquietos de un lado a otro en el pequeño espacio que hay entre la pared, una cama de cemento y un urinario de aluminio reforzado. Pierden la noción del tiempo. Encerrados en la celda, los minutos y las horas pasan lentamente.
Norma Ordoñez, madre de Daniel Eduardo Santos Ordóñez (23) y José Orlando Santos Ordoñez (22), indica que el martirio comenzó desde el 26 de diciembre cuando fueron detenidos en sus casas de habitación. “La policía entró sin orden judicial a mí casa y se llevó a mis dos hijos sin tener algún tipo de prueba, y lo mismo pasó con los demás jóvenes detenidos aquí en Pimienta”, indicó.
Denuncia que cada celda permanece sin aire acondicionado por lo que hace un gran calor, además la alimentación es escasa y mala. “Sólo frijoles y arroz les dan, mis hijos están pálidos y bien delgados”, denunció la acongojada madre.
Astrid Ortega, indica que el 26 de diciembre en su casa de habitación detuvieron a su esposo Francisco Miguel Gómez, a su cuñada Lourdes Johana Gómez y su compañero de hogar Melvin Mauricio Chávez. “El único “delito” que cometieron es gritar fuera Juan Orlando, porque los otros delitos que les imputan son falsos”, indicó.
A renglón seguido asegura que la policía sabe quiénes son los que quemaron la posta policial. “Llegaron unos encapuchados en motocicletas y luego incendiaron el edificio. La policía detuvo a dos personas y luego las liberaron no sé por qué”, indicó.
Procesos viciados
Unas 22 personas privadas de libertad continúan en las prisiones: una mujer con residencia en Pimienta, Cortés, está recluida en el Centro Penal de Tela, Atlántida. Dos presos políticos en la cárcel de máxima seguridad conocida como “La Tolva”. En la cárcel de El Progreso, Yoro, hay recluido ocho Presos Políticos y en El Pozo se encuentra recluidos diez manifestantes de Pimienta, Cortés.“A la mayoría de las víctimas se les ha imputado delitos comunes, entre ellos daño e incendio agravado, porque el gobierno quiere imponer a nivel internacional que en Honduras no hay presos políticos, cuando es de conocimiento público que los encarcelamientos, enjuiciamientos y las detenciones se han registrado por ejercer el derecho a la protesta y porque las víctimas han sido apresadas mientras se manifestaban en contra del fraude electoral del 26 de noviembre”, indicó el abogado Tomás Andrade.
Indicó que, dentro de las sucesivas audiencias en Tribunales, se ha evidenciado la constante parcialidad de los jueces que llevan estos juicios a favor de los fiscales. Una y otra vez los fiscales han presentado a policías y peritos como testigos que sólo hablan y exponen únicamente en base a supuestas declaración de “testigo clave” que generalmente es un testigo protegido.
“Se trata de casos de detención ilegal e injusta y hasta este momento y después de tres meses de estar recluidos, no han tenido acceso a que sus familiares les visiten. En los juicios en los órganos judiciales del Estado, cuando se trata del pueblo se les da la mayor tardanza al proceso para que no exista una justicia rápida”, lamentó.
Listado de presos políticos Honduras período diciembre 2017 a enero 2018
Una persona de Pimienta privada de libertad en el Centro Penal de Tela1. Lourdes Johana Gómez Núñez.
Dos personas privadas de libertad en el Centro Penal de Morocelí, conocido como La Tolva
1. Edwin Robelo Espinal
2. Raúl Eduardo Álvarez
Nueve personas recluidas en el Centro Penal de la ciudad de El Progreso
1. Arles Saúl Cardona Saavedra
2. Gustavo Adolfo Cáceres Ayala
3. Jhony Andrés Salgado Fuentes
4. Dany Javier Banegas Reyes
5. Olvin Nahúm Villanueva Avilés
6. Omar Enrique Velásquez Yánez
7. Antony Reynaldo Acosta
8. Néstor Armando Almendarez Rodríguez
9. Marvin Antonio Godoy Arias
Diez personas de Pimienta: recluidos en el Centro Penal de Ilama conocido como El Pozo
1. Daniel Eduardo Santos Ordóñez
2. José Orlando Santos Ordoñez
3. Edwin Nahún Amaya Sánchez
4. Mynor Ariel Reyes Mejía
5. Roque Jacinto Alvarenga Corea
6. Wilfredo Cáceres Sagastume
7. Francisco Miguel Gómez Martínez
8. Melvin Mauricio Chávez Pérez
9. Jonathan Ricardo Perla López
10. Santos Ramón Paredes Quiroz
ASESINAN DIRIGENTE COMUNAL EN EL NORTE DE HONDURAS
El
reconocido activista y dirigente del Partido Liberal en la zona norte,
Nelson Edilberto Martínez, fue asesinado hoy en un sector de la aldea
Las Minas, al sur de El Progreso, Yoro. Su cuerpo fue encontrado en una
quebrada a dos kilómetros de su vivienda.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Este
miércoles fue asesinado el reconocido dirigente social, Nelson
Edilberto Martínez Meléndez en la aldea Las Minas, sector sur de El
Progreso, Yoro.
De
acuerdo a la información, el dirigente comunal fue ejecutado de varios
balazos y su cuerpo fue encontrado a la orilla de una quebrada que está a
dos kilómetros de su casa de habitación.
Se
conoció que Martínez era fiscal del patronato de la aldea y se
desempeñaba como ganadero, sus vecinos reconocieron que era una persona
comprometida con la sociedad, ya que destacó por su defensa de las
porciones de tierra con fuentes de agua de ese sector.
Cabe
destacar, que el dirigente era un reconocido “emblema” del Partido
Liberal. En el periodo gubernamental 1998-2002, se desempeñó como
sudirector de la Secretaría de Obras Públicas, Transporte y Vivienda
(Soptravi), zona norte en el año 1998-2002.
El
año pasado la Organización “Global Witness” reveló que desde el 2010
más de 120 ambientalistas y defensores de la tierra han sido asesinados
en Honduras.