NI ARRESTADO NI DEPORTADO
Como hemos informado insistentemente, el COFADEH acompañó la salida legal de Urbina Ayala el pasado 10 de diciembre de 2017, para ponerlo a salvo de una campaña de persecución penal, mediática y criminal conducida por la Policía Militar y la inteligencia paramilitar de la dictadura.
La visibilidad de su caso en las últimas horas ocurre porque el pasado 10 de marzo el estudiante salió hacia Nicaragua para cumplir con el plazo de tres meses de permanencia que le concedió Costa Rica. Pero, lamentablemente las autoridades de migración de Nicaragua en el puesto fronterizo de Peñas Blancas lo detuvieron ilegalmente y le sometieron a cautiverio durante 72 horas hasta la tarde del martes anterior.
Al momento de ser devuelto al territorio costarricense como era su petición, el estudiante perseguido político por la dictadura hondureña demandó asilo al gobierno costarricense.
La familia y este Comité condenamos la insistencia de la dictadura en inculpar a Eduardo Enrique por la quema de una buseta militar en Comayagüela el 15 de diciembre y presentarlo este miércoles como sentenciado a la deportación por la interpol.
Frente a esta intermitencia irresponsable del régimen a través de sus servicios masivos de desinformación, insistimos que el joven NO es responsable del hecho inculpado, NO será “repatriado” ni deportado, y SI está bajo la protección oficial en su condición de demandante de la Convención del 28 de julio de 1951, de la ONU.
El Ministerio Público hondureño sabe que el estudiante es la víctima bajo persecución y que no existe orden de arresto internacional en su contra por un hecho que ocurrió posteriormente a su salida del país. Y lo sabe la ACNUR y ahora lo sabe el gobierno de Costa Rica, cuyo respeto al derecho internacional lo caracteriza como país seguro y serio.
Eduardo Enrique Urbina Ayala, de 22 años, es estudiante del tercer año de Historia en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, integrante del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) por cuya condición ha sido sistemáticamente criminalizado y perseguido por la policía represiva.
El 01 de mayo de 2017 fue detenido en forma violenta por la policía en Tegucigalpa, perfilado y sometido a interrogatorios inculpatorios.
El 25 de julio de 2017 se reinició una campaña mediática en su contra, en el mes siguiente fue perseguido por paramilitares armados y en diciembre 2017 fue acusado de coordinar un grupo terrorista en la capital.
Tras una evidente tendencia hacia la inducción de su ejecución sumaria, pidió apoyo para salir del país el 10 de diciembre.
Finalmente, informamos que desde el momento de su detención temporal en la aduana Peñas Blancas hemos estado coordinando acciones con el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional, CEJIL, y con otras organizaciones costarricenses defensoras de derechos humanos, que permanecen vigilantes y en estado de alerta ante las presiones de la dictadura hondureña.
Seguiremos informando.
Tegucigalpa, Honduras, 14 de marzo de 2018
De los hechos y de los hechores Ni olvido ni perdón
De dolor se están muriendo familiares de asesinados políticos
Riccy Ponce
“Después del asesinato de Zet (Jonatán Araujo), mi mami no volvió a probar bocado, no comía y si lo hacía vomitaba, pasaba a costada, arropada de pies a cabeza, ya no quería nada. Ella decía que no aguantaba el dolor de la pérdida de mi hermano, porque él era quien vivía con ella”.
Con estas palabras, Dilcia Araujo, hermana de Zet Jonatán Araujo, recuerda como fueron los últimos días de su madre, quien murió de tristeza al no soportar el dolor que el provocó cuando las fuerzas represoras del Estado se llevaron a su hijo para asesinarlo, por estar en contra del fraude electoral del 26 de noviembre del año pasado.
Araujo fue secuestrado el 4 de diciembre del 2017 en la colonia Modesto Rodas de la Capital por policías, según los testigos, quienes se lo llevaron detenido, y al día siguiente apareció muerto en un sector de la residencial Las Hadas.
“A él se lo llevaron 4 hombres, eran policías, pero no supe si eran militar o preventiva, porque nosotros hacíamos las tomas en el puente, yo estaba en un extremo y el estaba en otro, cuando yo llegué al lugar ya no estaba, ya se lo habían llevado de allí de la toma, la gente que vio asegura que si eran”, expresó Dilcia Araujo.
Zet era trabajador, convivía con su madre y el día de las elecciones estuvo trabajando todo el día en favor de la Alianza de Oposición contra el Continuismo. La policía ya los tenía identificado como uno de los líderes de la oposición en el sector de la colonia Modesto Rodas y cuando empezaron las tomas a nivel nacional, a raíz de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) se negaba a dar resultados y a entregar la presidencia, la policía le estuvo haciendo videos, sostuvo su hermana.
Para la coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Berta Oliva, en el golpe electoral se generaron tantas violaciones de derechos humanos como nunca antes visto.
“Yo siempre trato de comparar el pasado con el presente para poder tener claro lo que viene a futuro, esto nos indica que a futuro vienen días peores, muy tristes y dolorosos, porque en los años ochenta las madres y las abuelas fueron las que levantaron en principio la bandera de ‘vivos se los llevaron, vivos los queremos’ en el continente y en Honduras no fue la excepción”, señaló la coordinadora general del Cofadeh.
“Ahora las madres y las abuelas mueren de tristeza y de dolor, eso es producto de lo que ellas han venido conociendo, ellas saben que las madres y abuelas hondureñas se levantaron y se ha trabajado por décadas y décadas buscando justicia que aun no se ha encontrado, cuando hablamos de impunidad, nos referimos a ese tipo de impunidad histórica que tiene el país, esa deuda que tiene el Estado de Honduras con las familias”, añadió Oliva.
La defensora expresó que la realidad es que hay familiares que mueren de tristeza después de perder a un ser querido a manos de las fuerzas represores del Estado y también al ver como son maltratados y brutalmente golpeados, refiriéndose al caso del joven Jonatán Fernando Cardona, quien salvajemente golpeado por elementos de La Policía Militar del Orden Publico (PMOP) cuando se disponía a guardar su motocicleta, cuando estaba en vigencia el toque de queda de 6:00 de la tarde a 6:00 de la mañana.
El hecho de Jonatán Fernando Cardona sucedió en los primeros días del toque, con el cacerolazo que fue del 1 al 5 de diciembre de 2017, en la colonia Las Palmas, de Tegucigalpa el 3 de diciembre.
El joven después de ser atacado quedó inconsciente y fue trasladado por un vecino hasta el Hospital Escuela, producto de esto tuvo pérdida temporalmente de la memoria y visión.
De acuerdo a los hechos ese día también amenazaron a sus hermanos y a su abuela Nohemí Mendoza, quien era padre y madre para ellos.
El joven era constantemente perseguido, amenazado y vigilada su residencia por hombres desconocidos, situación que preocupó a la señora de 84 años llevándola a la muerte el día 25 de diciembre del año pasado, 22 días después que su nieto fuera brutalmente golpeado por los PMOP.
La defensora de derechos humanos agregó que “no hay culpables detenidos, ni responsables señalados por parte de las Instituciones del Estado encargadas de implementar e investigar los hechos y aplicar justicia, no hay ninguno, pero el pueblo en general sabe quiénes son y eso trae desencanto, pero sobre todo indignación que fomenta a la población en general para reclamar colectivamente, de señalar la responsabilidad de un solo hombre, de una sola persona que está en casa presidencial”.
“El punto es que estamos en un país donde la vida no se está respetando, donde el derecho de disentir tampoco se respeta. Cuando se pierden todas estas garantías, lógicamente los responsables de crímenes de lesa humanidad, tanto en el pasado como en la actualidad, van a seguir oprimiendo al pueblo, pero vamos a continuar voces diciendo que basta ya de tanta atrocidad contra una población y sabemos, porque tenemos la certeza, que tarde o temprano van a ser juzgados”, dijo a defensoresenlineanea.com la coordinadora del COFADEH.
En el contexto de la crisis post electoral más de 30 personas que alzaron su voz para defender el derecho que como ciudadanos ejercieron en las urnas y que a través del Tribunal Supremo Electoral se planeo el fraude electoral, que favorecía al presidente ilegitimo Juan Orlando Hernández, fueron asesinadas por las fuerzas represoras del Estado, dejando luto y dolor en sus familiares, dolor que algunos no soportaron y murieron de tristeza.
Crean plataforma de lucha contra privatización de la salud
Mar 14, 2018
Las organizaciones sociales, magisteriales y comunitarias junto
al Colegio Médico en la ciudad de El Progreso, Yoro, crearon una
plataforma de lucha con el objetivo de frenar la privatización del
hospital público, además, de mejorar la atención médica, tanto en el
hospital como en los centros de salud.
La creación de la plataforma se logró a través de una asamblea popular que contó con representantes de todos los sectores del municipio. El Colegio Médico expuso la situación que enfrentan los hospitales descentralizados a nivel nacional, además de plantear posibles soluciones que garanticen el derecho a la salud pública.
Ley de protección social
El proceso de privatización de la salud en Honduras comenzó con la aprobación de Ley Marco de Protección Social, creada por Juan Orlando Hernández y aprobada por el Congreso Nacional el 2015. Esta ley da luz verde para que el gobierno ponga en manos de Organizaciones No Gubernamentales, Ongs, la administración de los 10 principales hospitales del país.
Para el gobierno la iniciativa busca eficientar los centros hospitalarios. A la fecha los hospitales Leonardo Martínez y Mario Catarino Rivas en San Pedro Sula están descentralizados, lo que podría suponer la privatización de algunos de sus servicios. Para el Colegio Médico con la legislación el Estado se quita la responsabilidad de administrar, tomar decisiones y sostener en un 100% el funcionamiento económico de los hospitales.
El gremio médico asegura que la privatización de la salud no es algo nuevo, sino que ha sido una política sistemática de varios años que atravesó diversas modificaciones en el sistema administrativo, convirtiéndose en un negocio rentable para la empresa privada.
El doctor Samuel Santos, vice presidente del Colegio Médico a nivel nacional, explicó a la población progreseña, cómo el gobierno claramente le apostó al deterioro intencional del sistema sanitario público, que pasa por el abandono de los centros asistenciales con personal médico y la falta de abastecimiento tanto en medicinas como insumos.
“La Ley de Protección Social es la llave que abre a la privatización de la salud. Es una iniciativa que fomenta el mercado, que entrega la salud al mejor postor y que comercializa el servicio de atención médica”, lamentó el vicepresidente del Colegio Médico a nivel nacional.
“En El Progreso la privatización puede darse en cualquier momento”, dijo el doctor Roberto Castellanos presidente del Colegio Médico capítulo El Progreso. Para el galeno la creación de la plataforma contra la privatización es el primer paso para evitar que el hospital sea administrado por la empresa privada.
Acusaciones
A la asamblea asistieron sectores sociales, comunitarios y políticos del El Progreso. Entre ellos, el diputado nacionalista Gabriel Rubí, quien directamente acusa al Colegio Médico de aprovechar la coyuntura para su beneficio. En su intervención el diputado y ex gobernador político de Yoro, aseguró desconocer el contenido de la Ley, y afirmó que en el país ningún hospital está privatizado, por el contrario, se está avanzando a mejorar la atención médica que recibe la población.
Rubí, quien llegó acompañado de sus activistas políticos, acusa al Colegio Médico de utilizar a la población para sacar posibles candidatos a cargos de elección popular en las próximas elecciones. Además, concluyó advirtiendo que aportará en la depuración de enfermeras y doctores que por años se han lucrado del hospital público progreseño.
El ex diputado de Yoro Bartolo Fuentes, lamentó que el diputado Rubí no tenga la capacidad de ver lo que significa descentralización o privatización, y como esto afecta a los sectores más pobres de Honduras. “El ejemplo más claro de privatización o descentralización de un hospital está en San Lorenzo, Valle”, apuntó Fuentes, asegurando que, en el sur de Honduras, los agro-empresarios de las meloneras crearon una Ong, que ahora brinda atención al pueblo a un alto costo.
Mientras el gobierno sigue vendiendo la Ley Marco de Protección Social como el avance más importante de los últimos tiempos, la ciudadanía de El Progreso, Yoro, se prepara y organiza para defender el derecho humano a la salud.
La creación de la plataforma se logró a través de una asamblea popular que contó con representantes de todos los sectores del municipio. El Colegio Médico expuso la situación que enfrentan los hospitales descentralizados a nivel nacional, además de plantear posibles soluciones que garanticen el derecho a la salud pública.
Ley de protección social
El proceso de privatización de la salud en Honduras comenzó con la aprobación de Ley Marco de Protección Social, creada por Juan Orlando Hernández y aprobada por el Congreso Nacional el 2015. Esta ley da luz verde para que el gobierno ponga en manos de Organizaciones No Gubernamentales, Ongs, la administración de los 10 principales hospitales del país.
Para el gobierno la iniciativa busca eficientar los centros hospitalarios. A la fecha los hospitales Leonardo Martínez y Mario Catarino Rivas en San Pedro Sula están descentralizados, lo que podría suponer la privatización de algunos de sus servicios. Para el Colegio Médico con la legislación el Estado se quita la responsabilidad de administrar, tomar decisiones y sostener en un 100% el funcionamiento económico de los hospitales.
El gremio médico asegura que la privatización de la salud no es algo nuevo, sino que ha sido una política sistemática de varios años que atravesó diversas modificaciones en el sistema administrativo, convirtiéndose en un negocio rentable para la empresa privada.
El doctor Samuel Santos, vice presidente del Colegio Médico a nivel nacional, explicó a la población progreseña, cómo el gobierno claramente le apostó al deterioro intencional del sistema sanitario público, que pasa por el abandono de los centros asistenciales con personal médico y la falta de abastecimiento tanto en medicinas como insumos.
“La Ley de Protección Social es la llave que abre a la privatización de la salud. Es una iniciativa que fomenta el mercado, que entrega la salud al mejor postor y que comercializa el servicio de atención médica”, lamentó el vicepresidente del Colegio Médico a nivel nacional.
“En El Progreso la privatización puede darse en cualquier momento”, dijo el doctor Roberto Castellanos presidente del Colegio Médico capítulo El Progreso. Para el galeno la creación de la plataforma contra la privatización es el primer paso para evitar que el hospital sea administrado por la empresa privada.
Acusaciones
A la asamblea asistieron sectores sociales, comunitarios y políticos del El Progreso. Entre ellos, el diputado nacionalista Gabriel Rubí, quien directamente acusa al Colegio Médico de aprovechar la coyuntura para su beneficio. En su intervención el diputado y ex gobernador político de Yoro, aseguró desconocer el contenido de la Ley, y afirmó que en el país ningún hospital está privatizado, por el contrario, se está avanzando a mejorar la atención médica que recibe la población.
Rubí, quien llegó acompañado de sus activistas políticos, acusa al Colegio Médico de utilizar a la población para sacar posibles candidatos a cargos de elección popular en las próximas elecciones. Además, concluyó advirtiendo que aportará en la depuración de enfermeras y doctores que por años se han lucrado del hospital público progreseño.
El ex diputado de Yoro Bartolo Fuentes, lamentó que el diputado Rubí no tenga la capacidad de ver lo que significa descentralización o privatización, y como esto afecta a los sectores más pobres de Honduras. “El ejemplo más claro de privatización o descentralización de un hospital está en San Lorenzo, Valle”, apuntó Fuentes, asegurando que, en el sur de Honduras, los agro-empresarios de las meloneras crearon una Ong, que ahora brinda atención al pueblo a un alto costo.
Mientras el gobierno sigue vendiendo la Ley Marco de Protección Social como el avance más importante de los últimos tiempos, la ciudadanía de El Progreso, Yoro, se prepara y organiza para defender el derecho humano a la salud.
Transnacional bananera quiere desaparecer el Sitraterco, denuncian obreras hondureñas
Mar 13, 2018
“La Bananera Chiquita Honduras y el Gobierno de Juan Orlando
Hernández, están impulsando estrategias nefastas con la idea de
desaparecer el Sindicato de Trabajadores de la Tela RailRoad Company
(SITRATERCO). En esta nueva coyuntura la transnacional está irrespetando
el establecido del contrato colectivo, referente a la atención médica
de los 2 mil 80 trabajadores y trabajadoras que laboramos para la
empresa”, indicó Besy Martínez, del comité de huelga.
La controversia apareció desde diciembre del 2017 cuando la empresa Chiquita Honduras, dueña de las fincas donde laboran los afectados, decidió suspender la atención médica que por décadas se ha brindado en La Lima, Cortés obligando a los trabajadores a trasladarse a clínicas privadas de San Pedro Sula.
A partir del 26 de diciembre los trabajadores y trabajadoras decidieron iniciar una huelga que tuvo una duración de 74 días, siendo obligados por la empresa y el gobierno esta semana, a retornar a sus puestos de trabajo sin ninguna solución a su demanda.
Los magnates brasileños José Luis Cutrale y Joseph Safra compraron el 2014 a la empresa bananera estadounidense Chiquita Brands en una operación por US$1.300 millones, que incluye la deuda de la firma norteamericana. Los dos magnates unieron fuerzas para sumar a Chiquita a su negocio de frutas y soja.
La Bananera tiene cultivos de banano, unas 13 mil hectáreas en los municipios de La Lima y San Manuel, en el departamento de Cortés, y en El Progreso, Yoro, exportando bananos cada año por un valor de 500 millones de dólares. Las tierras en las que se cultiva el banano fueron explotadas en concesión por la compañía estadounidense Tela Rail Road Company.
“Estos empresarios brasileños han destruido todos los sindicatos que existen en sus empresas en los diversos países de Latinoamérica. En el caso nuestro somos el único sindicato que les está dando la guerra para conservar nuestra organización y nuestros derechos laborales. Estamos dispuestas a llegar hasta las últimas consecuencias”, indicó la obrera.
Agregó que “a partir de hoy lunes hemos permitido que los trabajadores y trabajadoras regresen a las 8 fincas de La Lima, Cortés, para que reinicien sus labores. Hemos dado un paso atrás para esperar que en los próximos días la empresa bananera pueda dar una respuesta positiva, de lo contrario nosotros vamos a reiniciar con nuestras acciones fuertes”.
Manifestó además que este día se reunirán con ejecutivos de la empresa y el gobierno para buscarle una solución a la problemática. “Vamos a pedir que reintegren a las personas despedidas y que cesen las represalias. Luego vamos a ver de qué manera ponemos en la mesa de discusión el cumplimiento del contrato colectivo.
Negociando con bota y balas militares
La represión inició desde el viernes de la semana anterior, cuando al menos 300 efectivos militares y policiales llegaron a las fincas bananeras donde se desarrollaba la huelga. De forma sorpresiva a la 5:00 am, de ese día, los antimotines usaron la violencia contra al menos 400 trabajadores que estaban apostados en la salida a los campos bananeros de La Lima, a la altura de la colonia San José.
Según testimonios de trabajadores en esta acción le dispararon a bala viva y les lanzaron más de 100 bombas lacrimógenas. Además, denuncian que torturaron a varios detenidos y les robaron algunas de sus pertenencias, entre carteras, celulares, mochilas y les poncharon las llantas de las motos y bicicletas.
“La represión continuó el sábado cuando los comandos se trasladaron hasta campo Laureles y Limones. Allí lanzaron bombas lacrimógenas y bala viva, desarrollando también una persecución por las fincas a los trabajadores y trabajadoras que se mantenían en huelga. Hasta esta tarde se mantenían dos comandos de militares en las fincas antes mencionadas”, aseguró Besy Martínez.
Otra de las represalias que ha tomado la transnacional “Chiquita Honduras” es el despido de 105 obreros y obreras, y se han librado 34 órdenes de captura contra la dirigencia del comité de huelga.
Wilfredo Castellanos, representante del Comisionado Nacional de Derechos Humanos (CONADEH) dijo que “hemos condenado siempre la violencia, creemos que este es un conflicto de tipo laboral, entonces debe ser resuelto por el ministro del Trabajo, deben convocar ambas partes, pues lamentamos que se haya usado este tipo de artefacto, ya los trabajadores denunciaron que también hubo balas, por lo tanto, necesitamos un diálogo”.
Así mismo declaró que la clase trabajadora está en su legítimo derecho de exigir el cumplimiento de su contrato colectivo, el que la empresa está violentando. Lo anterior lo argumentó citando el artículo 3 del Código del Trabajo, que reza lo siguiente: “Son nulos ipso jure todos los actos o estipulaciones que impliquen renuncia, disminución o tergiversación de los derechos que la Constitución, el presente Código, sus reglamentos o las demás leyes de trabajo o previsión social otorguen a los trabajadores, aunque se expresen en un contrato de trabajo u otro pacto cualquiera”.
A través de un comunicado la empresa hizo un urgente llamado a que todas las partes-Gobierno, empresa y trabajadores-, resuelvan la situación de manera positiva permitiendo que sus colaboradores trabajen para el beneficio de sus familias y del país.
Johana García, obrera de la finca Corozal 06, indicó que están exigiendo una respuesta positiva del ministro de Trabajo y el Gobierno. “Nosotros queremos trabajar, pero es la empresa la que se niega a cumplir con lo pactado en el contrato colectivo. Por ahorita hemos regresado a laborar, pero esto no significa que hemos abandonado la lucha. Si no hay respuestas positivas a nuestras demandas en los próximos días vamos a regresar a las acciones, porque aquí está en juego nuestro futuro como trabajadores y organización sindical”, concluyó Johana García.
La controversia apareció desde diciembre del 2017 cuando la empresa Chiquita Honduras, dueña de las fincas donde laboran los afectados, decidió suspender la atención médica que por décadas se ha brindado en La Lima, Cortés obligando a los trabajadores a trasladarse a clínicas privadas de San Pedro Sula.
A partir del 26 de diciembre los trabajadores y trabajadoras decidieron iniciar una huelga que tuvo una duración de 74 días, siendo obligados por la empresa y el gobierno esta semana, a retornar a sus puestos de trabajo sin ninguna solución a su demanda.
Los magnates brasileños José Luis Cutrale y Joseph Safra compraron el 2014 a la empresa bananera estadounidense Chiquita Brands en una operación por US$1.300 millones, que incluye la deuda de la firma norteamericana. Los dos magnates unieron fuerzas para sumar a Chiquita a su negocio de frutas y soja.
La Bananera tiene cultivos de banano, unas 13 mil hectáreas en los municipios de La Lima y San Manuel, en el departamento de Cortés, y en El Progreso, Yoro, exportando bananos cada año por un valor de 500 millones de dólares. Las tierras en las que se cultiva el banano fueron explotadas en concesión por la compañía estadounidense Tela Rail Road Company.
“Estos empresarios brasileños han destruido todos los sindicatos que existen en sus empresas en los diversos países de Latinoamérica. En el caso nuestro somos el único sindicato que les está dando la guerra para conservar nuestra organización y nuestros derechos laborales. Estamos dispuestas a llegar hasta las últimas consecuencias”, indicó la obrera.
Agregó que “a partir de hoy lunes hemos permitido que los trabajadores y trabajadoras regresen a las 8 fincas de La Lima, Cortés, para que reinicien sus labores. Hemos dado un paso atrás para esperar que en los próximos días la empresa bananera pueda dar una respuesta positiva, de lo contrario nosotros vamos a reiniciar con nuestras acciones fuertes”.
Manifestó además que este día se reunirán con ejecutivos de la empresa y el gobierno para buscarle una solución a la problemática. “Vamos a pedir que reintegren a las personas despedidas y que cesen las represalias. Luego vamos a ver de qué manera ponemos en la mesa de discusión el cumplimiento del contrato colectivo.
Negociando con bota y balas militares
La represión inició desde el viernes de la semana anterior, cuando al menos 300 efectivos militares y policiales llegaron a las fincas bananeras donde se desarrollaba la huelga. De forma sorpresiva a la 5:00 am, de ese día, los antimotines usaron la violencia contra al menos 400 trabajadores que estaban apostados en la salida a los campos bananeros de La Lima, a la altura de la colonia San José.
Según testimonios de trabajadores en esta acción le dispararon a bala viva y les lanzaron más de 100 bombas lacrimógenas. Además, denuncian que torturaron a varios detenidos y les robaron algunas de sus pertenencias, entre carteras, celulares, mochilas y les poncharon las llantas de las motos y bicicletas.
“La represión continuó el sábado cuando los comandos se trasladaron hasta campo Laureles y Limones. Allí lanzaron bombas lacrimógenas y bala viva, desarrollando también una persecución por las fincas a los trabajadores y trabajadoras que se mantenían en huelga. Hasta esta tarde se mantenían dos comandos de militares en las fincas antes mencionadas”, aseguró Besy Martínez.
Otra de las represalias que ha tomado la transnacional “Chiquita Honduras” es el despido de 105 obreros y obreras, y se han librado 34 órdenes de captura contra la dirigencia del comité de huelga.
Wilfredo Castellanos, representante del Comisionado Nacional de Derechos Humanos (CONADEH) dijo que “hemos condenado siempre la violencia, creemos que este es un conflicto de tipo laboral, entonces debe ser resuelto por el ministro del Trabajo, deben convocar ambas partes, pues lamentamos que se haya usado este tipo de artefacto, ya los trabajadores denunciaron que también hubo balas, por lo tanto, necesitamos un diálogo”.
Así mismo declaró que la clase trabajadora está en su legítimo derecho de exigir el cumplimiento de su contrato colectivo, el que la empresa está violentando. Lo anterior lo argumentó citando el artículo 3 del Código del Trabajo, que reza lo siguiente: “Son nulos ipso jure todos los actos o estipulaciones que impliquen renuncia, disminución o tergiversación de los derechos que la Constitución, el presente Código, sus reglamentos o las demás leyes de trabajo o previsión social otorguen a los trabajadores, aunque se expresen en un contrato de trabajo u otro pacto cualquiera”.
A través de un comunicado la empresa hizo un urgente llamado a que todas las partes-Gobierno, empresa y trabajadores-, resuelvan la situación de manera positiva permitiendo que sus colaboradores trabajen para el beneficio de sus familias y del país.
Johana García, obrera de la finca Corozal 06, indicó que están exigiendo una respuesta positiva del ministro de Trabajo y el Gobierno. “Nosotros queremos trabajar, pero es la empresa la que se niega a cumplir con lo pactado en el contrato colectivo. Por ahorita hemos regresado a laborar, pero esto no significa que hemos abandonado la lucha. Si no hay respuestas positivas a nuestras demandas en los próximos días vamos a regresar a las acciones, porque aquí está en juego nuestro futuro como trabajadores y organización sindical”, concluyó Johana García.
C-Libre: Alarma lentitud oficial ante violaciones a derechos humanos en Honduras
“Después
de 60 días de crisis para los derechos humanos, es alarmante comprobar
como la institucionalidad no responde o reacciona ante tantos atropellos
a la vida y la dignidad de las personas que se manifiesta o expresan su
oposición al fraude electoral”, cuestiona el informe presentado este
martes por C-Libre.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa.
Un total de 59 agresiones a la libertad de expresión fueron
contabilizadas durante la crisis post electoral, de acuerdo a un informe
presentado este martes por el Comité por la Libre Expresión (C-Libre).
El
informe “Libertad de Expresión y Crisis Política 2017” elaborado por
C-Libre destaca que, dentro de las agresiones ocurridas entre el 26 de
noviembre al 26 de enero (de 2018), está la represión física para la
disolución de la protesta social, detenciones arbitrarias, uso excesivo
de la fuerza, así como la obstrucción de la labor informativa.
Durante
el periodo de monitoreo que conllevó a estas agresiones, se constituyó
desde C-Libre un Observatorio Electoral que registró 30 agresiones a
periodistas y comunicadores sociales en el país.
Asimismo,
este observatorio Electoral enlistó 164 protestas a nivel nacional, lo
que trajo consigo 602 detenciones, incluyendo menores de edad. En la
misma línea, hubo 16 personas heridas con armas de fuego y 33
asesinatos, en claro uso desproporcionado de la fuerza, de acuerdo con
datos presentados por la Coalición contra la Impunidad. En el conteo de
víctimas mortales se registra dos policías preventivos.
El
informe “Libertad de Expresión y Crisis Política 2017” también denuncia
como autores materiales de estas violaciones a derechos humanos la
Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (FUSINA), Policía
Militar del Orden Público (PMOP), Secretaria de Seguridad mediante la
Policía Nacional Preventiva y la Dirección Policial de Investigación
(DPI).
“Después
de 60 días de crisis para los derechos humanos, es alarmante comprobar
como la institucionalidad no responde o reacciona ante tantos atropellos
a la vida y la dignidad de las personas que se manifiesta o expresan su
oposición al fraude electoral”, cuestiona el informe presentado este
martes.
Entre
las recomendaciones que plantea el informe, se insta a la investigación
de las graves violaciones a los derechos humanos, específicamente los
33 asesinatos de personas relacionadas con la crisis post electoral.
De
igual forma, sancionar a los entes y/o personas que están vinculadas a
las violaciones de derechos humanos, esto como una medida de “buena fe”
por parte del Estado de Honduras, para visibilizar sus aportes en cuanto
al respeto por los mismos.
Finalmente,
C-Libre hace un llamado a la ciudadanía en general, a continuar el
ejercicio de su derecho a la Libertad de Expresión, como un eje
transversal para el desarrollo de los pueblos, investigación, opinión,
consulta y difusión de información.
“JUSTICIA DE HONDURAS OPRIME A LA VÍCTIMA Y PROTEGE AL VICTIMARIO”: RT
Unas
58 organizaciones de derechos humanos, más de 35 personas han sido
asesinadas en Honduras durante las protestas contra el fraude electoral,
las entidades defensoras de la vida, acreditan estos crímenes a las
fuerzas de seguridad del Estado. Según el reporte de la cadena mediática
de información, RT.
Agencias / EL LIBERTADOR
Honduras. Más
de 35 “asesinatos políticos” han ocurrido en Honduras en el marco de
las protestas contra el fraude electoral que hizo posible la reelección
presidencial, a pesar de que esta es considerada ilegal por la
Constitución del país.
Según el informe
de la cadena mediática de información RT, unas 58 organizaciones de
derechos humanos atribuyen los asesinatos a las fuerzas de seguridad del
Estado, en un documento que expone que las manifestaciones pacíficas
fueron “gravemente reprimidas, incluso con fuerza letal o bala viva
disparada al cuerpo de los manifestantes”.
De
ese modo, el documento contabiliza 33 muertes, aunque datos más
actuales reflejan que la cifra asciende a casi 40 personas, además se ha
denunciado decenas de heridos, centenares de detenidos y más de 100
personas criminalizadas.
En
términos legales, el abogado Benedicto Santos, que ha prestado sus
servicios a los hondureños en insurrección, asegura que son al menos
2,500 personas las que han sido detenidas, donde en su mayoría han sido
llevadas a batallones de las Fuerzas Armadas de forma arbitraria.
El
togado en derecho ha dicho a dos reporteros independientes que los
detenidos, tienen sus hojas de antecedentes limpias y que el régimen con
tal de “excusar” la arbitrariedad les han implantado bombas Molotov o
cualquier otro instrumento que ponga en duda su inocencia.
Además,
el texto avalado por las 58 instituciones defensoras de la vida,
señalan como “autores materiales” de los crímenes de lesa humanidad a
“la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), la Policía
Militar del Orden Público (PMOP), las Fuerzas Armadas, la Secretaria de
Seguridad, a través de la Policía Nacional, y la Dirección Policial de
Investigación”.
Los
organismos coinciden en que la “victoria” del presidente Juan
Hernández, fue una imposición que se consolidó gracias a la fuerza bruta
de los organismos de seguridad. En ese sentido, el mandatario ha sido
calificado como dictador por sus opositores, activistas sociales y la
población que desde hace varios años ha manifestado su descontento a
través del grito “¡Fuera JOH!”.
También
señalan que el gobierno de Honduras mantiene un “control absoluto de la
institucionalidad”, debido al apoyo del “grupo político, empresarial y
militar que respalda al actual gobernante”, además de su favoritismo con
el gobierno estadounidense, quienes han llegado a llamarle “dictador
benigno”.
A
lo largo de estos meses, las protestas no han cesado, ni siquiera
disminuido. Según el director ejecutivo del Centro de Investigación y
Promoción de los Derechos Humanos de Honduras (Ciprodeh), Wilfredo
Méndez, esta situación se debe a que las condiciones políticas y
sociales que las originaron “siguen absolutamente presentes”.
Explicó
que la respuesta del gobierno a las protestas consiste en una
estrategia de represión que pretende “neutralizar, anular y evitar que
la oposición política continúe con las protestas”, en contra de lo que
califican como una “dictadura”.
Méndez
detalló que persiste la impunidad alrededor de las violaciones a los
derechos humanos porque “desde el golpe de Estado contra el presidente
Manuel Zelaya (2009), la Justicia de Honduras oprime a la víctima y
protege al victimario, y esa situación no ha cambiado”.
Al contrario, agregó el defensor hondureño, “la estructura militar que controla a la Policía se ha vuelto más cruel”.
Mencionó
como ejemplos de esa crueldad que la Policía “ha torturado” a civiles
en plena vía pública sin importarles que les estén grabando. También,
que ha recibido denuncias de personas que aseguran haber sido
encarceladas y que luego son obligadas a hincarse sobre alambres
“durante 8 horas o más”.
Para
el director de Ciprodeh, “la brutalidad militar y policial en Honduras
está amparada por una estructura institucional que garantiza esos
extremos a los agresores”.
Organizaciones de derechos humanos buscan reivindicar la dignidad de las víctimas
Ene 11, 2018
“Salió a protestar porque yo le ensené a defender sus derechos,
pero el gobierno me lo mató”, dijo esto entre indignación y dolor, Don
David Ramos, padre de José David, joven de 22 años que fue asesinado por
el Ejército y la Policía Militar el 01 de diciembre en Choloma, Cortés,
durante una protesta contra el fraude electoral. En esa misma represión
también fueron asesinados Roger Alberto Vásquez (35), Víctor Evelio
Martínez (23).
David tenía cuatro años de trabajar en una empresa maquiladora. El día de su asesinato llegó a casa temprano, se cambió de ropa, comió y dijo a su familia que iba a protestar. Su padre adolorido cuenta que no se opuso, dejó que se fuera a la protesta porque desde el golpe de Estado de 2009 su familia ha estado denunciando las injusticias.
“Mi hijo no era un vago delincuente”, como dice el presidente y los medios de comunicación, era un muchacho trabajador, responsable y alegre, explicó a Radio Progreso el padre de David. Según fotografías y testimonios de la ciudadanía que se encontraba en la protesta, David era de los jóvenes animadores que entonaba con fuerza la consigna “Fuera JOH”.
Cuando comenzó la represión un disparo le impactó en su espalda, cayó al suelo. En ese momento la Policía Militar lo recogió y llevó a un centro asistencial. David iba con vida pero horas después informaron a su familia que murió producto de una laceración en el cráneo, un certero disparo en la cabeza.
“A mi hijo lo mató el gobierno por protestar y exijo justicia”, enfatizó el padre quien junto a su esposa ahora tienen la enorme responsabilidad de educar a Juan José, el pequeño hijo de David. Ese niño que no volverá a ver a su padre, que se quedó con esa imagen de un joven que luchaba porque su presente y futuro fueran distinto, que pudiera crecer en una Honduras libre de corrupción e impunidad.
Las cifras hablan
Sólo en el Valle de Sula, al norte de Honduras, 14 personas han sido asesinadas en el marco de las protestas que en su mayoría fueron pacíficas. Las víctimas eran jóvenes que decidieron salir a las calles a defender su voto, salvar la democracia. Muchos de ellos ejercieron el sufragio por primera vez, tenían la esperanza de cambiar el gobierno impositivo de Juan Orlando Hernández, contar un empleo y gozar del privilegio de seguir viviendo en su país.
Hasta el momento el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, CONADEH, registra más de 30 asesinatos a manos de militares y policías a nivel nacional. David es el número cinco de esa lista. Además, más de 80 personas enfrentan procesos criminales, de los que 15 jóvenes se encuentran privados de libertad en los centros penales en Ilama, Santa Bárbara y El Progreso, Yoro, únicamente por participar en protestas contra el fraude electoral.
A través de conferencias de prensa y comunicados el gobierno de Juan Orlando Hernández y las Fuerzas de Seguridad del Estado, han asegurado que las personas que permanecen en las calles protestando pertenecen a grupos delincuenciales y son los responsables de los saqueos a centros comerciales y de agresiones contra policías y militares.
Sin embargo, en el trabajo de campo que ha realizado la Coalición contra la Impunidad junto a la Convergencia Juvenil contra el Continuismo se puede constatar que las personas asesinadas no pertenecían a ninguna agrupación criminal. “Eran jóvenes que siendo niños sufriendo el golpe de Estado de 2009 y que por primera vez salieron a ejercer el sufragio”, dice la abogada de la Coalición Heidy Alachán, explicando que desde las organizaciones buscan reivindicar la dignidad de las víctimas y rescatar la determinación que llevó a la gente a permanecer en las calles defendiendo la democracia.
Desde la Coalición contra la Impunidad, también se ha documentado los casos de tortura y detenciones arbitrarias en el marco de la crisis post electoral. Hay otro grupo de personas en el sector de Villanueva, Cortés que fueron detenidas y torturadas por la policía y los militares, explicó la abogada del Equipo de Reflexión Investigación y Comunicación Eric, Brenda Mejía.
Según Mejía, una de las víctimas narró que en el centro penal de El Progreso los colocaron en medio de una cancha, lanzaron gases lacrimógenos y disparos. “Estas personas tienen miedo de denunciar las agresiones”, dijo la abogada manifestando que algunas víctimas han recibido amenazas a muerte por parte de militares y policías.
Otro caso de tortura documentado por la Coalición es el de 33 jóvenes detenidos el 01 de diciembre en San Pedro Sula. Ellos fueron acusados por saqueo y robo agravado. Inicialmente fueron trasladados a la 105 Brigada, campamento militar donde les lanzaron gas lacrimógeno cada vez que intentaban dormir, permanecieron sin ingerir alimentos durante dos días y fueron obligados a caminar de rodillas. Claros signos de tortura a manos de militares.
Posteriormente los trasladaron a la cárcel de máxima seguridad en Santa Bárbara “El Pozo”. Fue gracias al trabajo de las organizaciones de derechos humanos que 8 días después los dejaron en libertad. “Juan Orlando y su cúpula militar y policial deben ser juzgados por crímenes de lesa humanidad”, afirma la abogada Brenda Mejía.
También desde la Coalición se ha documentado la negligencia de las instituciones del Estado, que deberían de garantizar la vida de la población. Un caso específico es la atención médica precaria que ha brindado el Hospital Mario Catarino Rivas y el Instituto Hondureño de Seguridad Social, a la población herida durante las represiones violentas ejecutadas en las últimas semanas. A eso se suma la ineficiencia y falta de voluntad política del Ministerio Público para investigar las agresiones cometidas por los uniformados.
“No vamos a parar”
Las organizaciones de derechos humanos saben que ahora son las víctimas, sus familias y los sobrevivientes que los demandan cercanos, que los quieren en las calles, acompañado sus protestas, nadando contra corriente en medio de una institucionalidad que perdió rumbo, que fue secuestra y que es dirigida por el mismo grupo que se impone en el poder.
Es por ese trabajo arduo y cercano, que Don David tiene la esperanza que el caso de su hijo y el de todos los asesinados en el marco de la crisis no queden impunes. Se consuela al saber que su hijo estuvo en el lugar correcto, estuvo en las calles, denunciado el evidente fraude electoral que se impuso pese a la voluntad ciudadana.
David tenía cuatro años de trabajar en una empresa maquiladora. El día de su asesinato llegó a casa temprano, se cambió de ropa, comió y dijo a su familia que iba a protestar. Su padre adolorido cuenta que no se opuso, dejó que se fuera a la protesta porque desde el golpe de Estado de 2009 su familia ha estado denunciando las injusticias.
“Mi hijo no era un vago delincuente”, como dice el presidente y los medios de comunicación, era un muchacho trabajador, responsable y alegre, explicó a Radio Progreso el padre de David. Según fotografías y testimonios de la ciudadanía que se encontraba en la protesta, David era de los jóvenes animadores que entonaba con fuerza la consigna “Fuera JOH”.
Cuando comenzó la represión un disparo le impactó en su espalda, cayó al suelo. En ese momento la Policía Militar lo recogió y llevó a un centro asistencial. David iba con vida pero horas después informaron a su familia que murió producto de una laceración en el cráneo, un certero disparo en la cabeza.
“A mi hijo lo mató el gobierno por protestar y exijo justicia”, enfatizó el padre quien junto a su esposa ahora tienen la enorme responsabilidad de educar a Juan José, el pequeño hijo de David. Ese niño que no volverá a ver a su padre, que se quedó con esa imagen de un joven que luchaba porque su presente y futuro fueran distinto, que pudiera crecer en una Honduras libre de corrupción e impunidad.
Las cifras hablan
Sólo en el Valle de Sula, al norte de Honduras, 14 personas han sido asesinadas en el marco de las protestas que en su mayoría fueron pacíficas. Las víctimas eran jóvenes que decidieron salir a las calles a defender su voto, salvar la democracia. Muchos de ellos ejercieron el sufragio por primera vez, tenían la esperanza de cambiar el gobierno impositivo de Juan Orlando Hernández, contar un empleo y gozar del privilegio de seguir viviendo en su país.
Hasta el momento el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, CONADEH, registra más de 30 asesinatos a manos de militares y policías a nivel nacional. David es el número cinco de esa lista. Además, más de 80 personas enfrentan procesos criminales, de los que 15 jóvenes se encuentran privados de libertad en los centros penales en Ilama, Santa Bárbara y El Progreso, Yoro, únicamente por participar en protestas contra el fraude electoral.
A través de conferencias de prensa y comunicados el gobierno de Juan Orlando Hernández y las Fuerzas de Seguridad del Estado, han asegurado que las personas que permanecen en las calles protestando pertenecen a grupos delincuenciales y son los responsables de los saqueos a centros comerciales y de agresiones contra policías y militares.
Sin embargo, en el trabajo de campo que ha realizado la Coalición contra la Impunidad junto a la Convergencia Juvenil contra el Continuismo se puede constatar que las personas asesinadas no pertenecían a ninguna agrupación criminal. “Eran jóvenes que siendo niños sufriendo el golpe de Estado de 2009 y que por primera vez salieron a ejercer el sufragio”, dice la abogada de la Coalición Heidy Alachán, explicando que desde las organizaciones buscan reivindicar la dignidad de las víctimas y rescatar la determinación que llevó a la gente a permanecer en las calles defendiendo la democracia.
Desde la Coalición contra la Impunidad, también se ha documentado los casos de tortura y detenciones arbitrarias en el marco de la crisis post electoral. Hay otro grupo de personas en el sector de Villanueva, Cortés que fueron detenidas y torturadas por la policía y los militares, explicó la abogada del Equipo de Reflexión Investigación y Comunicación Eric, Brenda Mejía.
Según Mejía, una de las víctimas narró que en el centro penal de El Progreso los colocaron en medio de una cancha, lanzaron gases lacrimógenos y disparos. “Estas personas tienen miedo de denunciar las agresiones”, dijo la abogada manifestando que algunas víctimas han recibido amenazas a muerte por parte de militares y policías.
Otro caso de tortura documentado por la Coalición es el de 33 jóvenes detenidos el 01 de diciembre en San Pedro Sula. Ellos fueron acusados por saqueo y robo agravado. Inicialmente fueron trasladados a la 105 Brigada, campamento militar donde les lanzaron gas lacrimógeno cada vez que intentaban dormir, permanecieron sin ingerir alimentos durante dos días y fueron obligados a caminar de rodillas. Claros signos de tortura a manos de militares.
Posteriormente los trasladaron a la cárcel de máxima seguridad en Santa Bárbara “El Pozo”. Fue gracias al trabajo de las organizaciones de derechos humanos que 8 días después los dejaron en libertad. “Juan Orlando y su cúpula militar y policial deben ser juzgados por crímenes de lesa humanidad”, afirma la abogada Brenda Mejía.
También desde la Coalición se ha documentado la negligencia de las instituciones del Estado, que deberían de garantizar la vida de la población. Un caso específico es la atención médica precaria que ha brindado el Hospital Mario Catarino Rivas y el Instituto Hondureño de Seguridad Social, a la población herida durante las represiones violentas ejecutadas en las últimas semanas. A eso se suma la ineficiencia y falta de voluntad política del Ministerio Público para investigar las agresiones cometidas por los uniformados.
“No vamos a parar”
Las organizaciones de derechos humanos saben que ahora son las víctimas, sus familias y los sobrevivientes que los demandan cercanos, que los quieren en las calles, acompañado sus protestas, nadando contra corriente en medio de una institucionalidad que perdió rumbo, que fue secuestra y que es dirigida por el mismo grupo que se impone en el poder.
Es por ese trabajo arduo y cercano, que Don David tiene la esperanza que el caso de su hijo y el de todos los asesinados en el marco de la crisis no queden impunes. Se consuela al saber que su hijo estuvo en el lugar correcto, estuvo en las calles, denunciado el evidente fraude electoral que se impuso pese a la voluntad ciudadana.
En Honduras las protestas por las elecciones se reprimieron con fuerza excesiva y letal, dice el informe de las Naciones Unidas
Miembros de los cuerpos de seguridad de Honduras, en particular de la policía militar, utilizaron una fuerza excesiva – incluso letal- para controlar y dispersar las protestas que estallaron tras las controvertidas elecciones presidenciales de noviembre pasado, señaló un informe de la Oficina del ACNUDH el lunes.
En el informe se detallan las violaciones de derechos humanos ocurridas entre el día de la votación, el 26 de noviembre, y la toma de posesión del Presidente, el 27 de enero. En el documento se llega a la conclusión de que por lo menos 22 civiles y un agente de policía murieron durante las protestas. Al menos 16 de estas víctimas, entre ellas dos mujeres y dos niños, murieron violentamente a causa de disparos efectuados por las fuerzas de seguridad. El informe documenta también las muertes de 15 personas, entre los que figuran candidatos políticos, consejeros municipales y activistas, en el periodo anterior a las elecciones.
Aunque algunos de los manifestantes realizaron actos violentos, en el informe se destaca que “el análisis del tipo de lesiones sufridas por las víctimas, indica que las fuerzas de seguridad hicieron un uso intencional y letal de las armas de fuego, incluso más allá del propósito disuasorio o de defensa propia, como cuando los manifestantes estaban huyendo”. En particular, esto quedó ilustrado por los casos de siete víctimas que murieron como consecuencia de disparos en la cabeza.
“Estos casos suscitan serias preocupaciones y podrían equivaler a ejecuciones extrajudiciales”, indica el informe. Hasta el 27 de enero, según información recibida no se habían presentado cargos contra ningún miembro de las fuerzas de seguridad en relación con las muertes y lesiones ocurridas.
Además, unas 1.351 personas fueron detenidas entre el 1 y el 5 de diciembre, acusadas de violar el toque de queda impuesto en el marco del estado de excepción que se declaró el 1 de diciembre. Los criterios imprecisos y amplios del estado de excepción en lo referente a la detención de personas, incluso a quienes se considerasen “sospechosas de algún modo” de causar daños a bienes o personas o cometer delitos, fueron más allá de lo estrictamente requerido por la situación, resultando en arrestos masivos e indiscriminados, y tuvieron el efecto de limitar el derecho a la reunión pacífica y de asociación.
En el informe también se destacan los “alegaciones creíbles y coherentes de malos tratos contra personas en el momento de su arresto y/o detención””, allanamientos ilegales de viviendas y un aumento de las “amenazas y el hostigamiento contra periodistas y otros trabajadores de los medios de comunicación, así como contra activistas sociales y políticos”.
Las violaciones de derechos humanos descritas en este informe se produjeron “en el contexto de una crisis política, económica y social heredada desde el golpe de Estado militar de 2009, y por la demora en realizar las reformas necesarias en los ámbitos institucional, político, económico y social.” El informe insta al Gobierno de Honduras a que entable un diálogo nacional participativo, sobre las reformas que promuevan el desarrollo, los derechos humanos y la reconciliación.
“La situación de derechos humanos en Honduras, que ya es frágil y padece de altos niveles de violencia e inseguridad, probablemente se deteriorará aún más, a menos que haya una verdadera rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos y se adopten reformas para abordar la profunda polarización política y social del país”, declaró el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein.
Entre sus recomendaciones, el informe pide a las autoridades que restrinjan el uso de la policía militar y las fuerzas armadas en las funciones de aplicación de la ley y que regulen el uso de la fuerza por parte de todos los organismos y cuerpos de seguridad, de conformidad con las normas y estándares internacionales de derechos humanos. En el informe se recomienda también que se lleven a cabo investigaciones rápidas, imparciales, independientes y transparentes de todas las denuncias de violaciones de derechos humanos que ocurrieron en el contexto de las elecciones.
Ver inform completo aquí: Informe Violaciones Derechos Humanos post electoral Alto Comisiona ONU
Atacan movimiento de recuperación de tierras: Balas contra campesinos en el Aguán dejan primer herido
Monday, 28 August 2017 08:30 Written by Dina Meza Published in Contexto
A las cuatro de la mañana con 20 minutos de este 28 de agosto se
produjo el primer herido de bala en el Aguán. Se trata de Se trata de
Edgard Rodriguez, un campesino de la Empresa campesina Cayo Campo
Remolino en tierras ocupadas por el terrateniente Reinaldo Canales, como
producto del movimiento de recuperación de tierras iniciado por los
campesinos y campesinas en esa zona desde este domingo 27 de agosto de
2017.
Desde el 2014 están esperando una respuesta del gobierno para que las
tierras estatales en poder de los terratenientes de la Corporación
Dinant, Reinaldo Canales y René Morales retornen al campesinado que es
el que debe trabajarlas.
A más de tres años de espera, las respuestas han sido las balas, persecusiones, militarización, despariciones forzadas, amenazas a muerte y campañas de desprestigio contra los liderazgos. La infiltración no se ha quedado quieta.
Se espera mayor represión en las horas próximas pues el movimiento de recuperación de tierras está dispuesto a lograr su objetivo.
La Plataforma Agraria del Valle del Aguán hizo un llamado urgente en la media noche del domingo para que las organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales pongan sus alertas rojas sobre este problema.
Hoy 28 de agosto este plataforma emitió el siguiente comunicado:
Comunicado de Prensa
Guardias de seguridad de corporación terrateniente en el bajo Aguán hieren de bala a campesino en recuperación de tierra
La Plataforma Agraria Regional del Valle del Aguán comunica al pueblo hondureño, a organizaciones defensoras de derechos humanos nacionales e internacional lo siguiente:
Que esta madrugada cuando las familias campesinas de la Empresas Nuevo Evenecer estaban en posesión de la Finca Remolino fueron atacados por los guardias fuertemente armados de la Corporación Inversiones Ceibeña del terrateniente Reinaldo Canales, dejando herido de bala al compañero Edgardo Rodríguez de 30 años de edad en la pierna derecha muy cerca del testiculo. En estos momentos se encuentra recibiendo atención medica en el hospital San Isidro en la Tocoa.
Unas 800 familias campesinas constituidas en Empresas Asociativas Campesinas del Bajo Aguán entraron de forma pacífica al proceso de recuperación de sus tierras la tarde ayer y la madrugada de hoy en la Finca el Tumbador, la Paso Aguán, Remolinos y en otras áreas en poder de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI), debido a la falta de respuesta a las necesidades de las familias campesinas, por parte del gobierno de Honduras.
Las familias de la Empresa Asociativa Campesina Gregorio Chávez recuperaron la tierra de la Finca Paso Aguán y la Empresa Palo Verde la Finca el Tumbador ambas fueron destinadas para procesos de reforma agraria, estás ubicadas en el municipio de Trujillo, estas acaparadas por Corporación Dinant.
La tierra de la Finca Remolino fue destinada para proceso de reforma agraria en 1970, está ubicada en el municipio de Trujillo, y acaparada por Inversiones Ceibeña del terrateniente Reinaldo Canales.
Las Empresas Asociativas Campesinas de Producción 19 de mayo, Buenos Amigos, Unidos de la Mano, 6 de agosto recuperaron tierras en poder de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI), que están ubicadas en el municipio de Saba y Trujillo.
El día de ayer en horas de la tarde noche las familias campesinas ubicadas en la recuperación de tierras en diferentes sectores en el Bajo Aguan fueron amenazadas por la policía bajo el mando del comisionado departamental Zapata, y miembros del ejército bajo la orden del jefe de la operación Xatruch, Hugo Coca quienes manifestaron “abandonen de inmediato la finca de lo contrario serán desalojados con el uso de la fuerza”.
Así como también condenamos cualquier estrategia de criminalización hacia los compañeros y compañeras que están en posesión de las tierras recuperadas en el Bajo Aguán, ya que las corporaciones terratenientes y el gobierno de honduras han utilizado diferentes acciones para desmeritar nuestra lucha.
Estas acciones se dan debido a la falta de voluntad política por parte del Gobierno, al negarse a escuchar las propuestas de las organizaciones campesinas del Bajo Aguán que ya hace años han venido presentando propuestas pero estas no han sido escuchadas.
Cabe destacar que muchos de los lideres y lideresa campesinas que se encuentran en la recuperación de la tierras son beneficiarios de la MC50-14 otorgado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Alertamos a organismos nacionales e internacionales defensores de derechos humanos, a estar pendientes de los actos violentos que podrían seguir sufriendo los campesinos y campesinas que están en posesión de las tierras por guardias de seguridad de Corporaciones terratenientes, policía y miembros del ejército de Honduras.
Vea una cronología de lo que pasa en estos momentos en El Aguán Aquí
A más de tres años de espera, las respuestas han sido las balas, persecusiones, militarización, despariciones forzadas, amenazas a muerte y campañas de desprestigio contra los liderazgos. La infiltración no se ha quedado quieta.
Se espera mayor represión en las horas próximas pues el movimiento de recuperación de tierras está dispuesto a lograr su objetivo.
La Plataforma Agraria del Valle del Aguán hizo un llamado urgente en la media noche del domingo para que las organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales pongan sus alertas rojas sobre este problema.
Hoy 28 de agosto este plataforma emitió el siguiente comunicado:
Comunicado de Prensa
Guardias de seguridad de corporación terrateniente en el bajo Aguán hieren de bala a campesino en recuperación de tierra
La Plataforma Agraria Regional del Valle del Aguán comunica al pueblo hondureño, a organizaciones defensoras de derechos humanos nacionales e internacional lo siguiente:
Que esta madrugada cuando las familias campesinas de la Empresas Nuevo Evenecer estaban en posesión de la Finca Remolino fueron atacados por los guardias fuertemente armados de la Corporación Inversiones Ceibeña del terrateniente Reinaldo Canales, dejando herido de bala al compañero Edgardo Rodríguez de 30 años de edad en la pierna derecha muy cerca del testiculo. En estos momentos se encuentra recibiendo atención medica en el hospital San Isidro en la Tocoa.
Unas 800 familias campesinas constituidas en Empresas Asociativas Campesinas del Bajo Aguán entraron de forma pacífica al proceso de recuperación de sus tierras la tarde ayer y la madrugada de hoy en la Finca el Tumbador, la Paso Aguán, Remolinos y en otras áreas en poder de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI), debido a la falta de respuesta a las necesidades de las familias campesinas, por parte del gobierno de Honduras.
Las familias de la Empresa Asociativa Campesina Gregorio Chávez recuperaron la tierra de la Finca Paso Aguán y la Empresa Palo Verde la Finca el Tumbador ambas fueron destinadas para procesos de reforma agraria, estás ubicadas en el municipio de Trujillo, estas acaparadas por Corporación Dinant.
La tierra de la Finca Remolino fue destinada para proceso de reforma agraria en 1970, está ubicada en el municipio de Trujillo, y acaparada por Inversiones Ceibeña del terrateniente Reinaldo Canales.
Las Empresas Asociativas Campesinas de Producción 19 de mayo, Buenos Amigos, Unidos de la Mano, 6 de agosto recuperaron tierras en poder de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI), que están ubicadas en el municipio de Saba y Trujillo.
El día de ayer en horas de la tarde noche las familias campesinas ubicadas en la recuperación de tierras en diferentes sectores en el Bajo Aguan fueron amenazadas por la policía bajo el mando del comisionado departamental Zapata, y miembros del ejército bajo la orden del jefe de la operación Xatruch, Hugo Coca quienes manifestaron “abandonen de inmediato la finca de lo contrario serán desalojados con el uso de la fuerza”.
Así como también condenamos cualquier estrategia de criminalización hacia los compañeros y compañeras que están en posesión de las tierras recuperadas en el Bajo Aguán, ya que las corporaciones terratenientes y el gobierno de honduras han utilizado diferentes acciones para desmeritar nuestra lucha.
Estas acciones se dan debido a la falta de voluntad política por parte del Gobierno, al negarse a escuchar las propuestas de las organizaciones campesinas del Bajo Aguán que ya hace años han venido presentando propuestas pero estas no han sido escuchadas.
Cabe destacar que muchos de los lideres y lideresa campesinas que se encuentran en la recuperación de la tierras son beneficiarios de la MC50-14 otorgado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Alertamos a organismos nacionales e internacionales defensores de derechos humanos, a estar pendientes de los actos violentos que podrían seguir sufriendo los campesinos y campesinas que están en posesión de las tierras por guardias de seguridad de Corporaciones terratenientes, policía y miembros del ejército de Honduras.
Vea una cronología de lo que pasa en estos momentos en El Aguán Aquí
HONDURAS: ESO QUE UDS. LLAMAN “GRANDES MEDIOS DE COMUNICACIÓN”
EL LIBERTADOR, publicó hace unos años “La Auto información reemplazará a los medios de comunicación tradicionales”
y eso es hoy.- La prensa tradicional seguirá influyendo por algún
tiempo más, cada vez menos, pero en la actualidad ya no determina el
rumbo de la nación, ya no controla la opinión nacional.
En
esa breve historia de los “Grandes Medios de Comunicación”, ¿dónde está
usted lector hondureño? ¿Se encontró en la empresa privada que llena de
páginas de publicidad a los medios tradicionales o en la Madre
proveedora de esa prensa, el gobierno?, si no pertenece a ese círculo de
relaciones, ¿qué lo hace creer que a la prensa tradicional la interesa
su versión, su historia?
Reflexión
EL LIBERTADOR
Los
heraldos fueron los sirvientes del Rey, ellos llevaban los mensajes de
la majestad y sobre la Tribuna le comunicaban al vulgo las encomiendas
imperiales. Nunca funcionó al revés, no servían a los pueblos. Una
historia ya conocida en la hondura de este país. Nada nuevo.
Los
“Grandes Medios de Comunicación”, nacieron hace más de un siglo en
Honduras, ¡sorpresa!, no fueron fundados por los pobres, sus creadores
no eran ricos como hoy sus nietos, se esforzaron en la construcción, no
tienen vínculos hondureños, pero sí con el trabajo en la tarea de
posicionarlos en los públicos de la sociedad hondureña, algunos en sus
orígenes se les vinculó como izquierdistas –Sí, revoltosos-, pero
después se encaminaron o murieron.
Estos
viejos de la comunicación, crecieron entre golpes de Estados,
desapariciones forzadas y el surgimiento de lo que hoy es la gran
empresa privada, crecieron juntos, son hermanos de la misma madre,
tienen cuentos maravillosos de cuando casi morían de hambre y sus
paisanos les dieron capital para seguir con su función. No hay almuerzo
gratis, “Por cierto, ya está listo el almuerzo”.
Y
luego está la Madre, la noble, la gran proveedora de todos sus hijos,
que los alimenta de su seno, para que crezcan robustos –unos llevan más
de cien años en eso-; los gobiernos hondureños liberales, nacionalistas y
juntas militares han alimentado la maquinaria mediática tradicional. Y
cada uno de estos políticos, una vez fuera del poder, sintieron el
terror de lo que nutrieron. “Le roi est mort, vive le roi”.
Estas
empresas de las comunicaciones en su mayoría no son rentables. Pero
pertenecen a consorcios de empresas que las mantienen, son armas; Diario
Tiempo no murió porque el gobierno de Hernández le quitara la pauta
publicitaria, sino que al devastar Banco Continental que conectaba todo
el “holdding”, asesinó la fuente de financiamiento del medio y la razón
de existir. Pero volverá, quizá con otro nombre.
En
esa breve historia de los “Grandes Medios de Comunicación”, ¿dónde está
usted lector? ¿Se encontró en el hermano, la empresa privada que lo
llena de páginas de publicidad o la Madre proveedora, el gobierno?, si
no pertenece a ese círculo familiar, ¿Qué lo hace creer que a la prensa
tradicional le interesa contar su versión, su historia?
La
buena noticia es que eso es pasado. Los medios tradicionales perdieron
para siempre el prestigio, son demasiado pesados, aburridos y con tantos
compromisos que sólo pueden comunicar noticias de farándulas o
ridiculizarse usando fotos falsas en accidentes de helicóptero, llamar
“Sucesión” un golpe de Estado, decirle “Democracia” a un Fraude
Electoral. Lo demás ya lo conocemos, “Semana Santa”, “Día de la Madre”,
“15 de septiembre” y “Navidad”, los títulos ya están escritos.
EL LIBERTADOR, publicó hace unos años “La Auto información reemplazará a los medios de comunicación tradicionales”
y eso es hoy. Las redes sociales, los lectores más despiertos, el
acceso al mundo a través de la red Internet avivó a las personas; sin
embargo, mucha información, confunde y distrae, carece del proceso de
las ciencias de la comunicación, ¡Eureka!, la simbiosis perfecta, esa
masa de lectores que desea comprobar la verdad de la información, se
abreva en los medios Alternativos: Los medios modernos para las nuevas
generaciones, irreverentes y deliberantes.
Más
de 400 mil personas mensuales navegan por las redes de EL LIBERTADOR y
en coyunturas como las elecciones 2017, más de un millón de personas se
nutrieron con nuestros contenidos, en los diferentes canales digitales,
superando por mucho cualquier tiraje de un medio viejo y desfasado que
circula en el mercado de la información nacional, ¿incrédulo?, búsquenlo
en “Alexa Analytics” u otras fuentes.
Los
medios de comunicación alternativos, ganan más espacio y credibilidad,
pero las fuentes de financiamiento son escasas, por lógica deberían ser
los sectores sociales de la población que los cobijará pero no es así,
tampoco es la izquierda de Venezuela o un partido político,
paradójicamente son personas que consideran que deben existir estos
medios, por la salud de un país y los más adelantados porque les
interesa el mercado para sus empresas.
Cuando
Usted se esté informando a través de un medio alternativo, no diga:
“Esto no lo publican los demás”, “Lo que callan los grandes medios”, le
falta el respeto a personas que decidieron tomar una decisión de no
tener una existencia acomodada y donde lo primero que se puso enfrente
fue la vida, ese equipo de trabajo, también tienen familia, sueños e
ideales, también se cansan, pero no pueden irse a dormir cuando
advierten que los intereses del pueblo están siendo amenazados o en
peligro.
Ha
costado 15 años, que empresarios y gobiernos entiendan el lema
“Vendemos un espacio publicitario, no la línea editorial”. Amigo lector,
tenga la seguridad que cuando mira un anuncio en EL LIBERTADOR, el
cliente lo ha pautado por nuestro mercado, porque sabe que por los
canales tradicionales no podría llegar donde Usted. Y eso merece
respeto. Hay que educarse y entender que el gobierno no le pertenece a
una persona, que sí hay publicidad no significa que se vendió el medio.
Un consejo gratis, lea siempre el editorial de un medio de comunicación y
sabrá a quien defiende.
“Si
EL LIBERTADOR llegara a morir, jamás volveremos a hablar de lo que
fuimos o hicimos por nuestro pueblo. Con nadie”, esa es una de las
expresiones de nuestro Director-Fundador. Esta expresión se sienta sobre
la base que hoy estamos aquí, para que los lectores se informen, para
confrontar las injusticias, no para ser “La verdad en sus manos”, sino
para que juntos construyamos la verdad desde su realidad.
La
decisión es suya estimado lector, si puede comprar un ejemplar,
¡hágalo!, si quiere comprar publicidad ¡hágalo!, su disposición es hacer
una donación ¡hágalo!, pero por favor, si su decisión es no hacer nada,
no llore mañana, no le pida a los tradicionales que actúen de forma
distinta por usted como parte de un pueblo que exige una sociedad en paz
y próspera, no fueron creado para eso, hacen su trabajo para sus
dueños, y Usted seguirá lamentándose: “Los grandes medios de
comunicación…”