Víctimas del Aguán: No nos vamos hacer para atrás, aprendimos a desconocer a los militares
La Zona del Bajo Aguán, fue la sede del Encuentro contra la Militarización, Represión y Ocupación en Honduras ¡Solidaridad militante con el Bajo Aguán!, en Tocoa, Colón, el 30 de septiembre y 01 de octubre pasado, donde cerca de 800 personas de diferentes organizaciones nacionales e internacionales dialogaron, reflexionaron y acordaron seguir haciendo frente a la ocupación militar, que ya deja más de 50 asesinatos por la tenencia de la tierra.
Se rindió homenaje a los mártires del golpe de Estado, donde campesinos y campesinas portaban retratos de las víctimas que ya sea en la lucha por su tierra o en defensa de la soberanía patria, perdieron la vida a manos de grupos militares, policías y guardias de seguridad privada de terratenientes.
Se escuchó testimonios de los habitantes de las comunidades militarizadas en el Bajo Aguán, “es feo no saber dónde voy a dormir hoy” dijo don Santos de la comunidad de San Esteban.
Eso se relaciona con que no han podido encender un foco de mano o hablar por celular hasta un mes, comiendo una vez al día, “cuando se halla que comer”, continuó el labriego en su relato.
Se registra al menos 21 campesinos asesinados del Movimiento Auténtico Reivindicador del Aguán, MARCA; 25 del Movimiento Campesino del Aguán, MCA; y 7 de la Cooperativa San Esteban (dos son desparecidos).
En los testimonios que los familiares de las víctimas ó los y las afectadas brindaron ante la delegación al Encuentro, una de las víctimas dijo que “no nos vamos hacer para atrás, aprendimos a desconocer a los militares. También hay sicarios, que son hijos de campesinos, porque entre los guardias de seguridad no hay hijos de René Morales”.
En el segundo día del encuentro, se realizaron ocho mesas de trabajo, conformados por miembros y miembras de la comunidad garífuna, lenca, campesinos y campesinas, defensores, defensoras y observadores de derechos humanos, feministas, comunicadores sociales, artistas en resistencia, entre otros.
Los temas que se trataron y de donde salieron los acuerdos, son solidaridad Internacional; defensoría y protección; formación; campaña y comunicación; movilización y Organización; víctimas de la militarización; acciones articuladas: denuncias, alertas; comunicación, solidaridad y ayuda directa.
Algunas de las acciones y compromisos urgentes el desarrollo de procesos de formación en defensoría comunitaria, la continuidad de las campañas de denuncia nacional e internacional y la intensificación de la organización y movilización popular que logre la salida total de fuerzas represivas del Aguán y en otros territorios.
En la jornada se destacó la cultura y espiritualidad de los lencas y garífunas. La agenda del Encuentro finalizó con un concierto a cargo de más de 50 grupos y artistas en resistencia que con su talento llevaron el mensaje de “Aguanta Vida”.
Cabe destacar que la región fue sometida a constante vigilancia, desde retenes policiales en la carretera, toma de videos y fotografías en los hoteles donde se hospedaron algunos asistentes y se conoció de la presencia de infiltrados en el gimnasio donde se desarrolló el encuentro contra la militarización, además de personas que llegaban al lugar para indagar sobre lo que sucedía a lo largo de la jornada, denunció una de las organizadoras.
A continuación el texto completo del documento conclusivo.
DECLARACIÒN DEL ENCUENTRO CONTRA LA MILITARIZACIÒN, REPRESIÒN Y OCUPACIÓN EN HONDURAS
En la ciudad de Tocoa y con las voces de cientos de mujeres y hombres de las comunidades del Bajo Aguán que enfrentan la presencia militar, policial y paramilitar en la zona, en acompañamiento de organizaciones sociales, indígenas, negras y populares que igualmente se confrontan con esta problemática en todo el país, y con presencia solidaria internacional, se realizó el Encuentro con los objetivos de informar la situación de militarización a nivel global, debatir sobre las experiencias y fortalecer las propuestas políticas del movimiento social que lucha contra la militarización en todas sus expresiones.
Con la memoria de otros encuentros y actividades realizadas en el país, y en Latinoamérica y el Caribe, que han identificado la militarización como forma de control que los sistemas de dominación capitalista, patriarcal y racista ejercen contra los pueblos y sus territorios, se desarrollaron intervenciones, discusiones y mesas de trabajo para fortalecer propuestas articuladas ante esta realidad que avanza en Honduras. En distintas participaciones se explicó cómo el incremento de la militarización se relaciona con el plan de dominio imperial y sus estrategias de intervención que en el caso de Honduras se asentó a sus anchas a partir del golpe de estado y sus regímenes. Este plan se propone despojar a los pueblos del mundo de los bienes naturales, culturales, y espirituales que les pertenecen.
El evento se desarrolló mientras se ha decidido un aumento de efectivos militares y armas en el Aguán bajo el operativo Xatruch II, presencia que estuvo manifiesta en el Encuentro a través de amenazas y vigilancia continua. El contexto hondureño en los últimos días se caracteriza por fortalecer un estado militarista que destina fondos públicos, que deberían ser para educación y salud, al presupuesto para la guerra contra el pueblo hondureño a nombre de una seguridad que sólo favorece a los empresarios, terratenientes y narcos. En ese marco también se han incrementado las bases militares norteamericanas en el país en La Mosquitia y Guanaja.
Como contraparte a esta lógica, en el Encuentro hablaron los pueblos, cantaron los grupos populares y artistas, se manifestaron los espíritus que protegen a quienes que luchan y se consolidó la solidaridad militante con el Bajo Aguán. Con espíritu crítico las y los participantes valoraron los avances que el movimiento social diverso ha hecho enfrentando la guerra de baja intensidad que se ha puesto en marcha con toda su maquinaria de secuestros, asesinatos, agresiones ideológicas y otras formas de represión planificada y sistemática.
Las reflexiones y propuestas colectivas apuntan a que frente al estado fallido actual que es al mismo tiempo una estrategia planificada del imperialismo para intervenir a los pueblos, frente a la receta de muerte y violencia que proponen los cuerpos represivos, el camino a recorrer es el de la autonomía popular de los procesos políticos, culturales y económicos, la unidad en la diversidad de los pensamientos, la rebeldía de la palabra y la organización, y de manera urgente la necesidad de asumir un pacto social popular que enfrente no sólo el militarismo sino el plan imperial de dominio económico, social y cultural. Este pacto tendrá que convocar a las fuerzas progresistas del país, comunidades y pueblo consciente en general para enfrentar las problemáticas profundas de miseria, explotación y violencia en todas sus expresiones, especialmente la creciente criminalización de la lucha social.
Los acuerdos tomados por la Asamblea fueron puestos en una serie de iniciativas locales, regionales y nacionales que hacen parte de un plan de acción, que será articulado y monitoreado por la Red Nacional contra la Militarización, Represión y Ocupación en Honduras. Algunas de las acciones y compromisos urgentes incluyen la instalación de un observatorio permanente de derechos humanos en la zona del Aguán, el desarrollo de procesos de formación en defensoría comunitaria, la continuidad de las campañas de denuncia nacional e internacional y la intensificación de la organización y movilización popular que logre la salida total de fuerzas represivas del Aguán y en otros territorios.
Además, este encuentro se pronuncia con profunda convicción y fuerza de la siguiente manera:
Nos solidarizamos en actos y palabras con las víctimas de la militarización y la represión en el Bajo Aguán y saludamos su fuerza y resistencia.
Condenamos la brutalidad con que se violan sistemáticamente sus derechos humanos personales y colectivos.
Condenamos la brutalidad con que se violan sistemáticamente sus derechos humanos personales y colectivos.
Condenamos el asesinato de la compañera Enelda Fiallos y del compañero Carlos Humberto Martínez, hechos sucedidos durante la inauguración y cierre de nuestro Encuentro contra la militarización
Nos declaramos en continua y entusiasta resistencia a favor de la paz con dignidad y justicia para el pueblo de Honduras y los pueblos del mundo.
Como mujeres y feministas repudiamos la militarización porque la entendemos como la expresión más violenta del patriarcado que se ensaña en nuestros cuerpos y vidas.
Apoyamos las campañas por la salida de las tropas de ocupación de la MINUSHTA en Haití, pueblo heroico, hermano e inspiración de nuestra lucha.
Nos solidarizamos con la lucha de nuestras hermanas y hermanos de Colombia y todos los pueblos invadidos que por años han resistido al conflicto armado y siguen construyendo sus proyectos de vida.
Rechazamos la presencia militar, policial, y paramilitar en el Bajo Aguán y repetimos el Aguàn no es cuartel, fuera ejército de él.
Nuestro compromiso es con la vida y el derecho a ser felices, por el respeto a los seres humanos integrales y a la naturaleza, por la soberanía y autodeterminación de las comunidades, de los pueblos y las personas.
Nos autoconvocamos para realizar un segundo ENCUENTRO CONTRA LA MILITARIZACIÒN, REPRESIÒN Y OCUPACIÓN EN HONDURAS.
¡Para callar las armas, hablemos los pueblos¡
¡Contra la ocupación, represión y la militarización, más lucha y organización¡
Tocoa, Colón, 2 de octubre del 2011
Movilización popular contra la militarización en Honduras
Foto G. Trucchi / Rel-UITA |
Fuera el Ejército del Bajo Aguán y solidaridad con familias campesinas
Por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
La decisión de realizar del 30 de septiembre al 2 de octubre el “Encuentro contra la militarización, represión y ocupación en Honduras” en la ciudad de Tocoa, departamento de Colón, no significó solamente darle continuidad al proceso contra todas las formas de militarización en el continente, sino también seguir capacitando e informando a la población sobre los proyectos de dominación y de saqueo de los recursos naturales y elaborar un plan conjunto de acción y lucha.
Las organizaciones convocantes del evento se solidarizaron con las miles de familias campesinas del Bajo Aguán, que siguen luchando para que se respete su derecho a la tierra y que son víctimas de la militarización y una brutal represión.
Galerías de foto:
Desde que Porfirio Lobo asumió la Presidencia en 2010, en el Bajo Aguán han sido asesinados 40 campesinos organizados en medio de una total impunidad. Las organizaciones responsabilizan por la matanza a los cuerpos represores del Estado y a las guardias de seguridad de los terratenientes y productores palmeros de la zona.
En agosto pasado, el régimen hondureño lanzó el operativo militar Xatruch II. Más de 1.000 efectivos militares y policiales se desplegaron por el Valle del Aguán con el objetivo de traer la “paz” y la “seguridad”. Desde entonces se ha registrado una profundización de la represión.
“La situación en el Bajo Aguán sigue siendo terrible. Continúan las capturas, los atentados, los desalojos y los asesinatos, y han quedado al descubierto las verdaderas intenciones de los aparatos represivos. Están practicando las mismas formas de represión de los años 80”, denunció Wilfredo Paz, miembro de la estructura departamental y nacional del FNRP (Frente Nacional de Resistencia Popular).
La posición de Paz fue secundada por Esly Banegas, directiva departamental del SITRAINA (Sindicato de Trabajadores del Instituto Nacional Agrario) y miembro de la comisión política del FNRP. Ella evidencia que no es militarizando de forma permanente el Valle del Aguán, ni montando campañas mediáticas contra las organizaciones campesinas que va a resolverse el conflicto agrario.
“Desde que se implementó este nuevo operativo -el tercero en menos de dos años- se ha venido fortaleciendo el aparato represivo contra la lucha social y popular. Para resolver esta grave situación hay que buscar soluciones alternativas a todos los conflictos agrarios existentes en el Aguán, sin embargo el régimen no ha mostrado un verdadero interés.
Con este encuentro al que participaron más de 500 personas -concluyó Banegas- estamos denunciando la situación a nivel internacional y articulando una estrategia de defensa de los derechos humanos”, concluyó.
Un encuentro satisfactorio
Después de tres días de trabajo intenso y de intercambio con las comunidades campesinas del Bajo Aguán, las organizaciones convocantes dieron a conocer la Declaración final del encuentro, evidenciando al mismo tiempo satisfacción por los resultados concretos logrados ante los desafíos futuros.
“La gente ahora tiene herramientas sobre defensoría comunitaria, se va a instalar un observatorio permanente de derechos humanos y se conformó una Red de lucha contra la militarización”, dijo Bertha Cáceres, coordinadora del COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras).
La dirigente indígena señaló también la conformación de un equipo de comunicación de las comunidades campesinas, para mejorar el flujo de noticias a nivel nacional e internacional y para incrementar la campaña de denuncia sobre la situación del Bajo Aguán, así como la urgencia de crear un pacto social y popular para enfrentar esta situación.
“Pudimos intercambiar y compartir la alegría y el dolor con las comunidades campesinas. Nos hemos dado cuenta de la indefensión absoluta en que viven estas familias y ha quedado evidenciada la hipocresía de este régimen y de las fuerzas represivas del país.
Quedó al desnudo su verdadero propósito, que es imponer el terror para seguir beneficiando a los terratenientes”, concluyó.
En agosto pasado, el régimen hondureño lanzó el operativo militar Xatruch II. Más de 1.000 efectivos militares y policiales se desplegaron por el Valle del Aguán con el objetivo de traer la “paz” y la “seguridad”. Desde entonces se ha registrado una profundización de la represión.
“La situación en el Bajo Aguán sigue siendo terrible. Continúan las capturas, los atentados, los desalojos y los asesinatos, y han quedado al descubierto las verdaderas intenciones de los aparatos represivos. Están practicando las mismas formas de represión de los años 80”, denunció Wilfredo Paz, miembro de la estructura departamental y nacional del FNRP (Frente Nacional de Resistencia Popular).
La posición de Paz fue secundada por Esly Banegas, directiva departamental del SITRAINA (Sindicato de Trabajadores del Instituto Nacional Agrario) y miembro de la comisión política del FNRP. Ella evidencia que no es militarizando de forma permanente el Valle del Aguán, ni montando campañas mediáticas contra las organizaciones campesinas que va a resolverse el conflicto agrario.
“Desde que se implementó este nuevo operativo -el tercero en menos de dos años- se ha venido fortaleciendo el aparato represivo contra la lucha social y popular. Para resolver esta grave situación hay que buscar soluciones alternativas a todos los conflictos agrarios existentes en el Aguán, sin embargo el régimen no ha mostrado un verdadero interés.
Con este encuentro al que participaron más de 500 personas -concluyó Banegas- estamos denunciando la situación a nivel internacional y articulando una estrategia de defensa de los derechos humanos”, concluyó.
Un encuentro satisfactorio
Después de tres días de trabajo intenso y de intercambio con las comunidades campesinas del Bajo Aguán, las organizaciones convocantes dieron a conocer la Declaración final del encuentro, evidenciando al mismo tiempo satisfacción por los resultados concretos logrados ante los desafíos futuros.
“La gente ahora tiene herramientas sobre defensoría comunitaria, se va a instalar un observatorio permanente de derechos humanos y se conformó una Red de lucha contra la militarización”, dijo Bertha Cáceres, coordinadora del COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras).
La dirigente indígena señaló también la conformación de un equipo de comunicación de las comunidades campesinas, para mejorar el flujo de noticias a nivel nacional e internacional y para incrementar la campaña de denuncia sobre la situación del Bajo Aguán, así como la urgencia de crear un pacto social y popular para enfrentar esta situación.
“Pudimos intercambiar y compartir la alegría y el dolor con las comunidades campesinas. Nos hemos dado cuenta de la indefensión absoluta en que viven estas familias y ha quedado evidenciada la hipocresía de este régimen y de las fuerzas represivas del país.
Quedó al desnudo su verdadero propósito, que es imponer el terror para seguir beneficiando a los terratenientes”, concluyó.
Al momento de redactar esta nota la Red Nacional contra la Militarización, Ocupación y Represión en Honduras denunció un nuevo desalojo violento en la comunidad campesina La Consentida.
Bajo Aguán militarizado
© Fotos Giorgio Trucchi - Rel-UITA
Las fotos se pueden reproducir añadiendo los créditos
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http://nicaraguaymasespanol.blogspot.com/2011/10/fotos-honduras-bajo-aguan-militarizado.html#moreSigue la represión en el Bajo Aguan, esta vez en la Finca “La Consentida”.
Tuesday, 04 October 2011 administradorPor Red Nacional contra la Militarización, Ocupación y Represión en Honduras
Hace aproximadamente una hora, este martes 04 de octubre, irrumpieron de manera violenta a la comunidad campesina de La Consentida, en el Bajo Aguán, fuerzas del ejército y policía, las mismas están operando por tierra con fuerte contingente y por aire con helicópteros.
Hay que mencionar que este grupo campesino mantiene un acuerdo con el INA sobre un tiempo determinado de permanencia para trabajar en este sector, y que ese tiempo no ha concluido.
Este desalojo se suma a las sistemáticas arbitrariedades y violaciones graves a los derechos humanos contra las comunidades campesinas organizadas. En este momento no se sabe que está sucediendo al interior de esta zona donde se desarrolla este desalojo.
Llamamos a estar alertas y a realizar acciones de solidaridad como llamadas a diferentes instancias del régimen, plantones u otras acciones de denuncia; a nivel internacional a realizar acciones frente a las embajadas de Honduras para exigir el fin de la represión y la militarización en el Aguan y en Honduras, a exigir castigo pronto a los responsables de estos crímenes, a condenar al régimen incapaz de garantizar el respeto a los derechos humanos.
Llamamos a seguir organizando campamentos de solidaridad y observación de derechos humanos y a las Naciones Unidas la instalación de un observatorio de DDHH en el Aguan.
Al ejército y a la policía la responsabilizamos de esta agresión contra nuestros hermanos y hermanas campesinas, así como a los guardias de Miguel Facusse que se encuentran ya desplazándose en las periferias y que han sido parte de la barbarie en la zona.
Esperamos poder obtener más información sobre estos hechos condenables y poder compartirles.