“Hasta sacar al dictador” protestas en el sur del país
Por: Sandra Rodríguez
Choluteca, Honduras. – Los miércoles y sábados por la
tarde han cambiado. Las calles de Choluteca son el escenario para gritar
“Fuera JOH”. La movilización que se inició hace un año en oposición al
fraude electoral no se ha detenido, pese a los ataques miliares, golpes
policiales, criminalización, persecución y arrestos.
El 26 de noviembre de 2017, fecha de
convocatoria para las elecciones generales en Honduras reactivó la
lucha popular por la defensa de la patria; lo que se temía en cuanto a
la reelección presidencial de Juan Orlando Hernández -figura que no está
contemplada en la Constitución de la República de Honduras-, sucedió.
El resultado inicial daba por ganador a
Salvador Nasralla, candidato de la Alianza de Oposición Contra la
Dictadura, pero 72 horas después, el Tribunal Supremo Electoral (TSE),
bajo la dirección de David Matamoros Batsón, dio por ganador a
Hernández.
No sólo Juan Hernández continuó
-impuesto- en el Poder Ejecutivo, también el presidente del Poder
Legislativo, Mauricio Oliva está en el segundo periodo de mandato, ambos
son del Partido Nacional de Honduras. Mientras que, el alcalde de
Choluteca Quintín Soriano, del Partido Liberal de Honduras, desde el
2006 a la fecha, está en su cuarto periodo consecutivo ocupando el cargo
edilicio.
Ante este panorama de continuismo contra
la voluntad popular, parte de la población de Choluteca no se ha
quedado quieta, hasta “sacar al dictador”, aunque el sentimiento de no
sentirse representados en la clase política es generalizado pese a que
hay programas gubernamentales como “Llegó la hora del sur” que contiene
la construcción de obras de infraestructura y rutas turísticas.
Uno de los símbolos de identidad de la
zona sur es el imponente puente “Choluteca” o “Carías”, decretado
monumento nacional en el 2015 por iniciativa de Oliva, quien es
originario de esa ciudad. Pero la movilización popular lo ha recuperado
para ser parte de sus protestas. Recientemente fue cerrado el paso, pero
por la Policía Nacional, custodiando el hotel donde se llevaba a cabo
un Congreso Móvil, con la presencia de los y las diputadas de la Cámara
Legislativa.
De la ciudad marcada con el sello de
dictaduras nacionalistas, como Tiburcio Carías Andino (1933-1949) y
actualmente Juan Orlando Hernández, surgió un grupo ciudadano
autoconvocado que se identifica como “Choluteca Bastión Del Sur”, que se
ha mantenido por un año como baluarte de la lucha contra el régimen y
sus abusos de poder.
Una de sus integrantes comentó de
Defensores en Linea, que es un movimiento que se mantiene firme porque
es autosostenible, no reciben financiamiento de ningún partido u
organización política, para pagar el sonido (unidad móvil) hacen una
colecta entre los asistentes y venden alimentos los fines de semana.
Estar organizados ha hecho que se
enfrenten a la vigilancia de parte de civiles armados, campañas de
desprestigio, falsos perfiles en redes sociales, pero nada desvía la
lucha, aseguran, porque lo que buscan es sacar al dictador.
Derecho
a la manifestación es la conjunción del pleno ejercicio de otros tres
derechos fundamentales: la libertad de expresión, libertad de libre
asociación y libertad de reunión pacífica.
Es una forma de expresar un pensamiento
libre, no vendemos de ningún partido andamos en la calle porque
queremos, expresó la joven “Gissel”, uno de los bastiones a través de
las redes sociales.
Sin dudarlo, afirmó que permanecen en
las calles por culpa de “un presidente corrupto que tenemos en nuestro
país, -además por- un país mejor y para salir adelante”. La lucha no
sólo es en las calles, hay un gran apoyo de parte de personas que siguen
su accionar a través de las redes sociales.
A sus 19 años, Gissel ha visto como la
policía y militares atacan a quienes se manifiestas, sobre todo contra
jóvenes y menores de edad, sin embargo “no le tengo miedo a nada y ni me
dejo intimidar fácilmente”.
Las manifestaciones sociales en
Choluteca son públicas e incluyente, siempre existe la curiosidad de
algunas personas para saber más del movimiento ya que no se han librado
de campañas de desprestigio y desinformación, por lo que no es difícil
para los y las participantes comentar sobre el por qué están allí.
“Salimos a las calles a hacer conciencia
a la gente porque están privatizando todo”, es parte de la respuesta ya
que en general es luchar por el bien del país.
Cabe mencionar que la cantidad de
manifestantes ha disminuido, contrario al aumento de presencia policial y
militar. Pero las personas que se han aislado de las calles siguen la
lucha con la misma fuerza y convicción desde otras trincheras. El temor
es una de las causas de la ausencia popular, que no desea ser víctima de
represión de los uniformados.
Y es que, además gases y bombas
lacrimógenas, a los menores los agarran, golpean y hasta los han
capturado, ellos por miedo se retiran de las movilizaciones y con más
razón cuando quedan bajo medidas sustitutivas a la prisión, acusados de
delitos entre ellos el de escándalo público.
Integrantes de las movilizaciones
afirmaron que “Ya no sólo son militares, sino que están los cobras en
lugares como la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), que es por
donde pasan las movilizaciones”.
El retiro: No hemos pensado en retirarnos hasta sacar al dictador que tenemos
Cuando se habla de “la hora del sur”
es como si existieran dos relojes, el que marca extractivismo, ciudades
modelos, parques de energía eólica, fotovoltaica e hidroeléctrica, pero
está el que marca lucha y resistencia, el que se sostiene con el
colectivo popular y sabe ¿Cuál es la ruta? –
Después del fraude hemos tomado la
decisión de luchar por nuestro país y esa es la meta tratar de sacar la
dictadura, detalló Aleyda Huete.
Cientos de personas caminan por las
carreteras que conducen a empresas públicas o casas de políticos que se
olvidan de velar por los intereses del pueblo.
Uno de ellos es el alcalde Soriano quien se ha aislado a la situación “Él no está del lado del pueblo, porque nunca ha estado con nosotros, si él tiene que protestar tiene su grupo de gente”, manifestó Huete.
La situación social, política y
económica que atraviesa el país, impulsa al pueblo de Choluteca a
manifestarse contra el régimen de Juan Orlando Hernández, pero también
se han movilizado en comunidades que permanecen en la defensa del
territorio en las ciudades de San Lorenzo, Valle; y Tegucigalpa, la
capital del país.
Se ha solidarizado con la comunidad de
Prados en Namasigüe, Choluteca. Han llegado hasta las cercanías de casas
de políticos, pero últimamente andan los antimotines atrás de la
multitud y les impide la libre circulación.
Las protestas se han hecho frente al
Hospital del Sur en oposición a que se privatice el derecho a la salud, y
“hemos ido a energía Hernández”, expresó Aleyda, quien explicó que así
llaman a la Empresa de Energía Honduras (EEH), que es de Juan Hernández,
según algunas personas, pero ahora los antimotines nos lanzan bombas
lacrimógenas desde antes de movilizarnos.
Ellas es víctima de campañas de
desprestigio, la llaman “la aguerrida Aleyda Huete” y acusan de robo o
actos ilícitas, lo que le impacta emocionalmente porque al andar por la
calle, la gente puede creer lo que dicen los medios y señalarla como
delincuente.
El artículo 59 de Constitución de la República de Honduras, expresa que “La dignidad del ser humano es inviolable”,
pero para quienes se lanzan a la calle a defender la constitucionalidad
más bien son como reprimidos y amedrantados por la policía y militares,
acrecentando la estigmatización contra los liderazgos directamente
señalados, como sucede con Aleyda.
A criterio de la lideresa del movimiento
Bastión del Sur, “Choluteca va de mal en peor”, ya ni siquiera el
presidente del Congreso, Mauricio Oliva no puede llegar libremente a su
ciudad, siempre anda resguardado de escoltas, en una ocasión el político
nacionalista llegó al Hospital del Sur, y hasta allí fueron algunos
manifestantes.
Crisis generalizada
La Red de Defensores de Derechos Humanos del Sur del país (REDEHSUR),
que acompaña el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en
Honduras (COFADEH), en sus análisis sobre la situación nacional,
concuerdan que lo que se vive en la región sur no es aislada, sino de
carácter nacional ya que, todo tiene que ver con el gobierno ilegal, no
hay seguridad ni justicia social “para nosotros los pobres”.
Las movilizaciones en la zona sur no han
parado ni una semana, se ha cumplido un año de estar protestando contra
el régimen de Hernández, y últimamente la policía nacional y policía
militar los sigue y hasta encienden las sirenas de las patrullas para
interrumpir en el sonido ambiente, imponen falsas pruebas y crean
escenarios para criminalizar.
Para los y las defensoras de derechos
humamos, la policía y militares deberían de estar de parte del pueblo
quien con sus impuestos les compran hasta el uniforme.
Políticos
Alcalde: Quintín, no huele si suena, es como que no hay alcalde, no está de parte de nosotros.
Diputados: No tenemos diputados que estén de nuestro lado, hasta de vándalos nos han tratado.
“La gente le teme a los policías y
militares, no queremos más militarización, mientras esteremos gente que
nos reunamos, esto no de detiene, estamos peleando un derecho”.
La población que se manifiesta en esta
región ha tomado a bien el acompañamiento de la REDEHSUR y del COFADEH,
ya que es importante la presencia de los y las defensoras de derechos
humanos cuando en las calles se exige respeto.
Por su parte la coordinadora general del
COFADEH, Berta Oliva, expresó en un reciente foro convocado por la
agencia de cooperación de las iglesias protestantes de Suiza, HEKS-EPER,
que “Propugnamos a hacer resistencia basada en derecho, frente a un
estado de derecho, deshecho, que nos deja en total indefensión. El
desafío es que la zona -sur- sea de un acompañamiento colectivo”.
Según el Informe sobre Manifestaciones Públicas como Ejercicio de la Libertad de Expresión y la Libertad de Reunión (2005) El derecho a manifestarse públicamente es un elemento esencial de la libertad de expresión.
En muchas ocasiones, las protestas
callejeras, los cortes de vías de comunicación o las reuniones públicas
son el único mecanismo disponible para amplios sectores de la sociedad
que no tienen o ven enormemente dificultado el acceso a los medios de
comunicación masiva.
HONDURAS EN VILO, HISTORIA VERDADERA Y DILEMA DE ACTUALIDAD
Los
EUA fueron los primeros en mentir y se han seguido mintiendo a sí
mismos hasta ayer. Mientras que JOH se regodeaba bajo su protección
hasta que los medios que no han podido con Trump lo pusieron a él en
evidencia y tuvo miedo.
De
modo que Honduras hoy vive en vilo y a la sombra de una indecisión,
entre un gobierno que se terminó y otro tartamudo que no alcanza a decir
su nombre porque igual tiene miedo.
Un
pacto social de verdad que nos enmarque en nuestras propias leyes
justas y eficientes para alcanzar un desarrollo pacífico y compartido
sobre la base de los recursos propios. Bienvenidos quienes nos quieran
acompañar en esa tarea que es de todos adentro y afuera. Incluso EUA. Y
los demás cooperantes internacionales si están arrepentidos.
Rodolfo Pastor Fasquelle
EL LIBERTADOR
Nuestro
predicamento es más profundo de lo que parece a primera vista y más
difícil de superar. Hoy un aparato de justicia imperial desmemoriado ha
dejado en descubierto a la organización criminal que nos desgobierna
desde el 2009. Los gobiernos sucesores del golpe y especialmente el de
JOH ha pretendido reducir el crimen estadísticamente, llevándose de
encuentro -entre las extremidades- al “estado de derecho” que ahora
quieren invocar como inmunidad, y militarizando al país al punto que las
fuerzas policiales disparan sin control sobre manifestantes desarmados.
Ayer alardeaba JOH de haber desarticulado cinco carteles y haber
combatido la corrupción como nunca antes. Sin explicar cómo fue que
quedó a salvo la organización criminal del propio Hernández Alvarado, su
socio, ni porque la corrupción ha alcanzado niveles o dimensiones de
sistema que nunca tuviera antes.
Del
mismo modo, los EUA pretende que nos está liberando del narcotráfico,
pidiendo en extradición a políticos empresarios, policías y militares
mencionados en esa gran industria. Sin levantar un dedo para combatir el
mal en su raíz que es el consumo alienado ni tocar a otros protegidos.
Omitiendo el origen histórico del mal aquí y el hecho de que el régimen
actual se ha sostenido únicamente gracias a su bendición y patrocinio.
No
debe olvidarse la historia del origen. Aquí el tráfico de narcóticos
para el ávido y afluente mercado estadounidense tuvo sus primeros
devaneos con empresarios y militares quienes también encendieron la
violencia en los 1970s. Pero en Honduras, como Industria mayor el
contrabando de drogas y armas se irguió en rubro determinante de la
economía y la política cuando, en medio de la crisis de los 1980s, lo
introdujeron la CIA y las FFAA estadounidenses para financiar la guerra
ilegal de la Contrarrevolución, bajo mando directo del Teniente Oliver
North desde un despacho de la Casa Blanca del Sr. Ronald Reagan.
La
corrupción es polvo de aquellos lodos. La denuncia les sirvió siempre
para aceitar su maquinaria de control. Y Juan O Hernández ha sido en
forma ilegal dos veces presidente porque otras tantas la Embajada de esa
potencia hegemónica certificó sus triunfos contra toda evidencia de
fraude y trampa.
A
fines de los 1990s, la mafia (los nuevos carteles locales conectados
con los mexicanos y colombianos) que se enseñoreó de Honduras se apoderó
también del sistema político y, por esa vía, de las estructuras
estatales del país y proliferó la corrupción que era su forma de operar,
junto con la violencia extrema. Su síntoma y su flor del mal. Y el
sistema operativo del estado.
Aunque
se hizo un intento por oponérsele --por la única posible vía, de la
democratización y la ciudadanización-- ese cáncer permeó el sistema. Y
luego del violento golpe de Estado y la represión de 2009, apoyados por
los estadounidenses, quienes saben y han publicado las estadísticas que
lo demuestran, el crimen organizado tomó el poder, según su retórica en
aras de defender la democracia y la constitución, y se disparó en forma
exponencial el contrabando de narcóticos amparado desde ese poder.
Mientras
que por primera vez en la historia de nuestro país las FFAA dispararon
bala viva contra los ciudadanos desarmados que protestaban el fraude y
la corrupción. Con la venia de quien los arma y entrena. Que una y otra
vez allá en Washington y en Viera hasta hace apenas un par de meses se
elogiaba al tirano. Le mandaban dar premios internacionales, se glosaba y
se pasaba por alto el abuso contra derechos, como ahora se hace con el
Saudita.
Pero
ninguna exigencia se quiso hacer a la exigencia de legalidad, y nada
avanzaron en la construcción de la paz, como demuestran las caravanas de
miserables y la fuga masiva de la clase media que huyen del país y
deben enfrentarse a la nueva política de bala de goma de Trump. Y los
EUA no solo tampoco son los salvadores como se pretende. Ni mucho menos
quienes tienen y dicen la verdad, si no que son los consumidores del
veneno, los originales pervertidores de las instituciones y los
consentidores del crimen.
Fueron
los primeros en mentir y se han seguido mintiendo a sí mismos hasta
ayer. Mientras que JOH se regodeaba bajo su protección hasta que los
medios que no han podido con Trump lo pusieron a él en evidencia y tuvo
miedo. De modo que Honduras hoy vive en vilo y a la sombra de una
indecisión, entre un gobierno que se terminó y otro tartamudo que no
alcanza a decir su nombre porque igual tiene miedo.
Muchos
amigos entienden la coyuntura pero no saben cómo dar el siguiente paso.
Mataron al tigre y le tienen miedo al pueblo. El Padre Ismael Moreno, a
quien también considero amigo igual que otros compañeros en la
Coalición, pide que el Congreso tome las riendas como manda la ley rota.
Y que llamen a elecciones en tres meses.
Sin
tomar en cuenta eso, ni que el Congreso es la expresión prístina de la
clase política putrefacta que tan injustamente nos ha atraído a este
predicamento, tanto así que hay docenas de congresistas acusados por los
casos de Pandora II y de varios partidos, que Mauricio Oliva quien lo
preside es el cabecilla de otra organización y que están pendientes de
ejecución otra media docena de ordenes de captura y peticiones de
extradición que la judicatura igual de oficialista, la fiscalía personal
de JOH y la policía nacional, bajo mando imputado, no saben cómo
manejar. No se les está pidiendo permiso, Por favor.
El
manifiesto de LIBRE hoy posesionándose ante la crisis lo dice con toda
la claridad de un viejo lema. Solo el pueblo salva al pueblo, salva.
Estamos en este terrible dilema no por causa del pueblo, si no por
agencia de todos los que le temen y desconfían del pueblo. Para
liberarse de estas lacras, el pueblo de Honduras debe reasumir su
soberanía.
Para
ese fin -en LIBRE y así debería ser con todos los opositores genuinos-
estamos obligados a la insurrección hasta derrocar la dictadura y a la
genuina depuración de la clase gobernante. Hasta comenzar la
construcción de un nuevo orden legal genuino, legitimo, consensuado,
libre.
Un
pacto social de verdad que nos enmarque en nuestras propias leyes
justas y eficientes para alcanzar un desarrollo pacífico y compartido
sobre la base de los recursos propios. Bienvenidos quienes nos quieran
acompañar en esa tarea que es de todos adentro y afuera. Incluso los
EUA. Y los demás cooperantes internacionales si están arrepentidos.
A un año del fraude electoral las fuerzas represoras del Estado siguen atacando al pueblo hondureño
Tegucigalpa.- Al cumplirse un año del fraude electoral, en Tegucigalpa se realizó una movilización en contra el actual régimen que se perpetuo en el poder de manera ilegal.
Pero el régimen de Juan Orlando Hernández, una vez más, mandó a sus fuerzas represoras a atacar con bombas lacrimógenas a las personas que se encontraban en la movilización que salió de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), con destino Casa Presidencial.
A eso de las 6:00 de la tarde un bus del Instituto Nacional Penitenciario transitaba por el bulevar Fuerzas Armadas y al ver la movilización disparó bala viva contra los manifestantes, hiriendo al periodista Giovanni Sierra de Unetv en el brazo derecho, mientras cubría la movilización y al sindicalista Ángel Ávila en el brazo izquierdo, ambos fueron trasladados al Hospital Escuela Universitario.
Familiares de Geovani Sierra expresaron que es una herida expuesta la que él tiene en el brazo y recalcaron que están viviendo un tiempo de salvajismo en todos los sentidos.
“Mi hermano estaba ejerciendo su labor de informarle al pueblo, este régimen es una dictadura de persecución, muerte y desgracias, porque no solo les basta con tenernos comiendo lodo, sino que también nos persiguen y nos quieren matar, son unos delincuentes y deseo que los organismos internacionales hagan algo por este pueblo; estamos indefensos, nos tienen en esta desgracia de país que nos han convertido”.
Por su parte Ángel Ávila, miembro del Sindicato de Trabajador de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (SITRAUNAH), quien también resultó con una herida leve en su brazo izquierdo por agentes del INP, expresó que “los disparos venían de una persona que se conducía en un bus color amarillo, grande, de dos puertas, que entiendo es del Instituto Nacional Penitenciario; es decir que la misma autoridad es la que nos dispara, el personaje quiere avanzar rápido y del bus empezaron salir detonaciones de bala”.
Ávila al escuchar las detonaciones añadió que “me ubiqué en el poste de la energía de la mediana como a 40 metros del bus, y había gente tirada en la orilla de la acera para no ser herido y en un momento sentí el calor de mi brazo izquierdo, donde se me hirió de manera leve”.
Creo que la intención era liquidarnos porque prácticamente el disparo iba a una altura del cuerpo que pudo haber sido en el corazón.
“Estamos en un régimen donde la bota militar es la que se impone con las decisiones del imperio norteamericano, el pueblo tiene derecho a la libre emisión del pensamiento, de la expresión y la protesta pública”, finalizo Ávila.
El 27 de noviembre de 2017 se realizó el fraude electoral en las elecciones donde el entonces presidente de la República Juan Orlando Hernández decidió permanecer 4 años más en el poder, aún cuando en la Constitución de la República establece que es ilegal.
La oposición consiente que no estaba de acuerdo con el fraude electoral, salió a las calles para manifestar su indignación, pero fueron reprimidas por elementos represores del estado a quienes no les importó herir y asesinar a las personas que se manifestaban de manera pacífica.
El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) registro 35 personas asesinadas por elementos represores del estado en protestas pacíficas, varios presos políticos, decenas de heridos y criminalizados y una persona desaparecida.