26 años de Lucha y Revolución
Honduras bajo el modelo de ocupación continua
El inicio de la de década de los 90s estuvo marcado por el reflujo de las luchas revolucionarias en la región centroamericana. Dicho reflujo no solo significó la modificación de la situación política de la región, con la legalización de las fuerzas guerrilleras como partidos electorales, sino que también implicó en la apertura de las economías locales a las inversiones de capital transnacional en áreas estratégicas, aprovechando el impulso neoliberal privatizador de los recursos del Estado y de los bienes naturales.
En el campo popular, la desmoralización por la pérdida de referentes políticos e ideológicos, a partir de la caída de la revolución nicaragüense y del Bloque Socialista de la Europa del Este, hizo cada vez más difícil la articulación y el trabajo unitario. Así, la fragmentación de las luchas sociales, a la par de la irrupción de una fuerte oenegización de los modelos de organización y reivindicación social, fueron hábilmente aprovechadas por los distintos gobiernos neoliberales en Centro América.
Para Honduras la receta era neoliberal pero basada en un “modelo de ocupación continua” que asegura desde la década de los 80s, no solo el saqueo de los recursos del estado, sino que además garantiza la pérdida sostenida de soberanía a favor del imperio norteamericano a cambio de poder e impunidad para los grupos de poder.
La Resurgencia del pueblo Lenca
En este escenario tanto regional como nacional, la sociedad hondureña comenzaron a sufrir una fuerte arremetida antipopular con el llamado decreto 18/90, que trataba de dar un carácter legal a los ajustes estructurales de la economía, y buscaba desmantelar las empresas públicas y privatizar los recursos del Estado. Así el gobierno neoliberal de Rafael Callejas1 impulsó rigurosamente una fuerte persecución en contra de los dirigentes sindicales(2), y un desmantelamiento progresivo de las políticas sociales y agrarias que beneficiaban a la población más pobre.
Para el año de 1992 y 1993 El campesinado indígena hondureño, no figuraba (ni figura) siquiera en las estadísticas oficiales. Por lo que las nuevas políticas agrarias neoliberales, no consideraban en absoluto medidas que respondieran a la grave crisis del campo, todo lo contrario, en apenas 3 años, más del 50% de las tierras adjudicadas en el marco del proceso de reforma agraria desde el año 64, habían pasado nuevamente a manos privadas.
Sin contrapesos políticos ni sociales el gobierno de Callejas impulsaba, con el apoyo del Banco Mundial, el Fondo Monetario y la USAID, un ambicioso plan de ajustes, donde las mejores tierras campesinas y los territorios de los pueblos indígenas estaban en el centro de la transformación económica del país. Las tierras comunitarias, del occidente de Honduras, olvidadas históricamente, pero ricas en bosques y recursos naturales, pasaban a convertirse en un territorio en disputa, entre el gran capital nacional aliado al trasnacional en contra de las comunidades rurales y el pueblo lenca organizado.
Nace la Esperanza en La Esperanza
Después del fin de la guerra en El Salvador y con el acuartelamiento de los batallones militares hondureños en la zona occidental, especialmente de la frontera, muchos(as) revolucionarios(as) internacionalistas hondureños(as) comienzan su retorno a Honduras con la intensión de apoyar la lucha social en el país. Esto propició, después de varios intentos y de un lento trabajo organizativo, que se gestara una alianza entre lideres indígenas lencas, predicadores de la palabra y ex combatientes revolucionarios, con el fin de trabajar por las demandas históricas de las comunidades indígenas lencas y de las organizaciones populares del occidente de Honduras.
Fruto de estos esfuerzos nace en La Esperanza Intibucá, el Consejo Cívico de Organización Populares e Indígenas de Honduras, el 27 de marzo de 1993 con el objetivo de “… elevar las condiciones de vida del Pueblo Lenca de Honduras e incidir de manera positiva en que en nuestro país, Centroamérica, el Caribe, Latinoamérica y el mundo, se pueda implementar un modelo de desarrollo más justo, más digno, entre los seres humanos y en armonía con el medioambiente”(3).
La urgencia de la irrupción del COPINH, queda demostrado en el cúmulo y relevancia de las acciones desarrolladas en sus primeros años. En muy poco andar la organización había logrado paralizar la industria forestal en el Departamento de Intibucá, al menos 16 proyectos de aserraderos fueron cancelados por la acciones de las movilizaciones. En julio del año 1994 decenas de miles de indígenas lencas bajaron de las montañas de Yamaranguila norte y del departamento de Lempira para sumarse a la primera e histórica Peregrinación Indígena y Negra Por la Vida, La justicia y la Libertad. Esta movilización no solo significó la emergencia de las demandas de los pueblos originarios y negros de Honduras, sino que marcó un antes y un después en las dinámicas organizativas y de lucha del movimiento popular hondureño, con un resurgente sujeto social que a pesar de empobrecido y excluido, tomaba voz y protagonismo en Honduras y Centro América.
Sus demandas y su victoria fue contundente. El pueblo lenca logró la declaración legal de los dos primeros municipios indígenas del país: San Francisco de Opalaca (Intibucá) y San Marcos de Caiquin (Lempira) y con ello la firma de más de 50 acuerdos entre COPINH y el gobierno del Liberal de Carlos Roberto Reyna, entre los que destacan la constitución de escuelas, apertura de carreteras, centros de Salud, etc. Además del compromiso de revisión del Convenio 169, que finalmente fue ratificada el 28 de marzo de 1995.
La sociedad hondureña desde el año 94 impulsó una fuerte lucha por la desmilitarización nacional. Hay que recordar que el país sufría (reeditado en la actualidad) una presencia determinante del ejército en todos los estamentos de la vida nacional, el modelo de “Ocupación Continua” implicaba no solo la permanencia de bases militares de los Estados Unidos en el país, sino también, la omnipresencia de los militares hondureños en la conducción de instituciones del Estado consideradas claves para la Seguridad (Migración, Aduanas, Telecomunicaciones, Registro Civil, etc.). El COPINH en octubre de ese mismo año, junto con el pueblo negro, campesinos, miembros de base de las iglesias, mujeres indígenas, estudiantes, Etc. movilizó cerca de 20 mil personas a la capital para exigir, entre otras demandas, la derogación del servicio militar obligatorio, el fin de la ocupación nortemaericana y la desmilitarización del país. Estas y otras movilizaciones en el país permitieron que se derogara la ley del servicio militar y el retiro de los militares de las instituciones del Estado.
La Solidaridad esencia de la lucha y hermandad de los pueblos
La insurrección indígena Zapatista en Chiapas y la demanda de paz en Guatemala, Internacionalizaron las luchas del COPINH. En abril del año 95, se organizó una movilización a la capital hondureña, que entre las diversas demandas también estaba la intensión de solidarizarse con los pueblos indígenas y sus alzamiento militar en el Estado de Chiapas, México, y por el cese a la represión a los pueblos indígenas en Guatemala. Este nuevo impulso organizativo, estaba en consonancia con los objetivos originarios de la organización, pero que en esencia recogía una necesidad de hermandad recíproca frente a la terrible amenaza capitalista imperial, que significaba la ampliación de la dominación y el despojo en América latina en el marco de la imposición del modelo neoliberal.
Para el COPINH, la solidaridad con todas las luchas sociales de Honduras, América Latina y el mundo se tornaron en fundamentales con el tiempo, pues se asumía que cualquier lucha de los pueblos, era también una lucha del pueblo lenca y su organización. Es así como desde el año 95 en adelante todas las luchas del pueblo hondureño y del mundo se asumen como las luchas propias del COPINH. Uno de las grandes esfuerzos en este sentido, fue el tratar de articularse con organizaciones obreras, campesinas e indígenas de Honduras y del continente, en un gran frente de lucha contra la severa amenaza que significaba el llamado de Estados Unidos a Constituir un Área de Libre Comercio de las Américas, ALCA.
Esta mirada estratégica de empujar constantemente la unidad, articulación y solidaridad de las luchas populares, posibilitó en que Honduras obreros, campesinos e indígenas, constituyeran espacios comunes de lucha frente a las amenazas y frente a la severa crisis económica que les afectaba. Hay que recordar que en el año 98 el Huracán MITCH afectó severamente la economía comunitaria. La pérdida de infraestructura productivas y cosechas de granos básicos y de café(4), significó la ruina para muchos productores, pero también dio lugar a una posición oportunista del gobierno de Carlos Flores Facussé, para imponer desde la lógica neoliberal en el año 99 el Plan Maestro de Reconstrucción y Transformación Nacional, PMRTN, donde se priorizaba la profundización de las políticas de ajuste estructural, achicando el aparato estatal y reduciendo los beneficios y derechos laborales y sociales, favoreciendo la inversión y los créditos a los grandes empresarios.
La amenaza de desempleo hacia las y los empleados públicos, el congelamiento de salarios y la pérdida de beneficios laborales impulsó a las federaciones FUTH y la FECESITLIH, así como varios sectores populares, a crear el Bloque Popular, BP, en el año 2000. Este primer intento de articulación obrera y popular después de la grave crisis organizativa de los 90s, posibilita el acercamiento entre organizaciones que buscaban la derrota del modelo neoliberal en el país. Es así como se dan los primeros pasos de acercamiento entre el COPINH y el movimiento obrero articulado.
En el año 2001 se impulsa desde el sur de México el llamado Plan Puebla Panamá, PPP, que operaría como punta de lanza para el despojo y explotación de los bienes naturales. Esto posibilitó la respuesta de lucha de organizaciones obreras, comunitarias, campesinas, indígenas y urbanas en contra de del mencionado plan. El COPINH se sumó de inmediato al trabajo de coordinar espacios de debate y organización en el marco del Foro Mesoamericano de los Pueblos, en oposición al PPP. Se sumarían a estos esfuerzos en los siguientes años las demandas y las luchas populares también sectores profundamente afectados por las implementación de las políticas neoliberales, como el sector magisterial, con el que el COPINH tenía una especial cercanía y admiración. Fueron las y los profesores el sector más afectado golpeado durante el gobierno de Ricardo Maduro y fue el COPINH una organización especialmente solidaria con la causa magisterial, realizando marchas y apoyando las asambleas y tomas en distintas parte de la región de Occidente.
Es con la confluencia de la crisis agraria, la resistencia magisterial, la lucha contra el ALCA. Contra el PPP, la resistencia obrera y la resistencia indígena y negra, que se crea, gracias a la mirada visionaria y estratégica de varios dirigente populares nacionales, incluyendo la dirigencia del COPINH que se constituye la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular, CNRP5, en el año 2003. Una expresión única e histórica de unidad del movimiento popular en Honduras. Donde todas coincidieron y apoyaron la propuesta de “coordinación rotatoria” dándole prioridad y protagonismos a las regiones (territorios), así como a la deliberación en asamblea y espacios de diálogos y consensos a través de los llamados conversatorios, desde donde se acordaban las acciones a nivel local o nacional. La primera acción de relevancia fue en agosto de 2003 con la “Marcha de la Dignidad”, donde en Tegucigalpa se concentraron miles de personas de todo el país para exigir el fin de la represión hacia el magisterio y de las políticas neoliberales del gobierno de Maduro.
El aporte del COPINH hacia las diferentes instancias de unidad y articulación tanto nacional como regional era evidente y se hacía notar. En el plano Nacional el aporte hacia esta nuevas formas de articulación como el de la CNRP, priorizando el diálogo a la imposición ó la democracia sin consenso, significó un gran avance para el movimiento popular hondureño pues posibilitó abrir los lazos de solidaridad entre los diversos actores, con el respeto a la diversidad de visiones, opiniones y formas de lucha. El aporte del COPINH a las luchas nacionales también tuvo un fuerte impacto en la reivindicación del papel de los pueblos originarios en la construcción de un nueva sociedad. Los pueblos indígenas comenzaron a ser respetados y necesitados como actores fundamentales para el cambio. El poder de convocatoria del COPINH evidenció que el pueblo lenca era ya un actor fundamental para pensar y luchar por el cambio.
La lucha por la liberación de la mujer
Es en medio de esta lucha reivindicación de derechos a nivel nacional, las mujeres del COPINH comienzan un largo camino de crecimiento y reivindicación de sus propios derechos. Una de las primeras luchas importantes fue la de visibilizar la discriminación y la violencia dentro de la organización. No fueron pocos los agresores de mujeres que fueron expulsados de la organización, gracias al valor y la lucha cada vez más fuerte que le imprimían los liderazgos como el de Doña Pascualita o Berta Cáceres. No fue fácil impulsar por ejemplo la primera Asamblea de Mujeres del COPINH, pues se pensaba que esta instancia dividiría a la organización. Pero la práctica evidenció todo lo contrario, dando paso a su posterior institucionalización en los estatutos de la organización. Para Berta no era posible avanzar en la lucha anti patriarcal y anti racista, si dentro de la misma organización no se luchaba en contra la violencia, en todas sus formas, contras las mujeres. Su desafíos en este sentido, eran la incorporación permanente de mujeres en las estructuras de dirección de la organización, así como formar compañeras en todos los ámbitos de la lucha social para sumarlas al trabajo organizativo del COPINH y de sus comunidades.
Berta decía: “… la lucha anti-patriarcal es una visión que se expresa en todos los ejes de trabajo del COPINH desde sus inicios, en las acciones y en los documentos de consulta de las bases con la palabra de hombres y mujeres particularmente … Esta idea antipatriarcal cruza todas las áreas de la organización pues lo que queremos es que cambie la cultura machista, para lograr igualdad de derechos y participación de los beneficios del trabajo y de la organización, considerando que las mujeres somos personas diferentes y con historias diferentes pero no con derechos desiguales, demandamos con esta lucha que se valoren las decisiones y el pensamiento de las mujeres en la familia, en la economía, en la política, el desarrollo organizativo del país y el mundo.
Para Berta también la protección de las mujeres, niñas y niños víctimas de violencia fue una urgencia permanente, desde el año 2000 su sueño era contar con un espacio propio para las compañeras abusadas o agredidas. Años más tarde su sueño comenzó a tener forma con La propuesta de construir una Casa Refugio para Mujeres, fueron varios los borradores en los que Berta dibujaba su sueño, pero no fue sino hasta el año 2015 que se inauguró finalmente la Casa de Sanación y Justicia de la Mujeres del COPINH. Antes muchas luchas y esfuerzos se propiciaron por ejemplo, desde el COPINH se impulsó las “Cortes de Mujeres” junto con otras organizaciones de mujeres. También espacios de encuentro entre las mujeres de los pueblos indígenas.
De la mano de Berta Cáceres las mujeres del COPINH impulsaron luchas importantes por la defensa del territorio. Un ejemplo importante fue la resistencia de la mujeres en la comunidad de San Antonio para parar la represa el Tigre.. del Río Lempa, frontera con el Salvador. Allí miles de mujeres de la mano de Berta y el COPINH, marcharon innumerables veces entre los años 2006 y 2007, por la comunidad a rostro cubierto y con machete en mano, cargando a sus hijos y exigiendo el retiro del proyecto hidroeléctrico, que finalmente fue paralizado.
Lucha Popular Unitaria y Refundación Nacional
En el años 2006 llega Manuel Zelaya al gobierno y la relación con las organizaciones populares nunca fue buena, hasta después del último Paro Cívico del año 2008, impulsado por la CNRP. Para aquellos años, ya se evidenciaba un giro del gobierno hacia los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, ALBA.
El COPINH, que mantuvo siempre buena comunicación con representantes de Venezuela y Cuba, pudo reconocer la importancia del virage del gobierno hondureños y la urgencia de apoyar en la nueva coyuntura, la postura valiente del gobierno de Zelaya que empezaba a enfrentarse a los grupos de poder. En este proceso de acercamiento el movimiento popular a través de la CNRP, impulsó lo que se llamó la “candidatura Independiente Popular” de Carlos H. Reyes representante Obrero, Berta Cáceres líder indígena, Maribel Hernández dirigente magisterial y Carlos Amaya miembro y dirigente de la izquierda hondureña, con un programa basado en los “12 puntos”6 demandados a partir de los acuerdos alcanzados en I Encuentro de Organizaciones obreras, campesinas, magisteriales, comunitarias y populares del año 2008.
La elección de Berta como candidata, no solo demostraba la madurez política alcanzada por el movimiento popular, sino que también el reconocimiento al liderazgo de la líder indígena y del mismo COPINH. Fue a través de este proceso de mayor acercamiento popular que la organización impulsa el I Encuentro por la Refundación de Honduras en La Esperanza. Desde allí se intentaba impulsar un verdadero Poder Constituyente, para empoderar al pueblo y refunde el país. A través de una nueva constitución popular y originaria. Es en este escenario luchas por el cambo que se da el Golpe de Estado de 2009. Para la fecha de las elecciones la Candidatura en un gesto de coherencia revolucionaria, retira la postulación y llama a resistir y luchar en las calles a la dictadura.
EL GOLPE y la lucha del COPINH
El COPINH estuvo acompañando la iniciativa del gobierno de consultar al pueblo, por eso resintió dramáticamente la represión militar. Pero se entendió desde el primer momento que la lucha se libraría esencialmente en la capital. Miles de miembros del COPINH fueron movilizados Tegucigalpa donde además de movilizarse y acompañar las luchas por más de 6 meses, un destacamento fue trasladado a defender y proteger el perímetro de la embajada de Venezuela durante más de tres meses.
Reconstruir el poder popular y la lucha comunitaria
Una vez electo el gobierno de Porfirio Lobo, el COPINH multiplicó sus esfuerzos de solidaridad para acompañar las lucha de las y los campesinos del Aguán, Que estaban siendo masacrados por exigir respeto al derecho a la tierra. Adicionalmente se abrió un frente de lucha y contradicción en el ceno del recién constituido Frente Nacional de Resistencia Popular, FNRP. Esto debido a la radicalización de las posturas desde quienes apostaban a constituir un referente político electoral y quienes llamaban a derrotar la dictadura a través de la insurrección popular, Así la línea electoral era defendida por los cercanos al Bloque Popular y los allegados políticos a Manuel Zelaya, y la línea insurreccional, los llamados refudacionales, era encabezado por el COPINH, organizaciones del Izquierda y otras organizaciones de lucha territorial.
La división en el movimiento popular ya estaba dada y la profundización de las contradicciones electorales también. El fraude electoral del 2013 empujó las diferencias y las rupturas entre los lideres sociales que acompañaron las línea electoral, mientras que la línea refundacional con Berta y Miriam Miranda de la organización Fraternal Negra de Honduras, a la Cabeza empujaban una nueva dinámica de lucha más territorial, desde las comunidades y por la defensa de los Bienes Comunes de la Naturaleza, ante la envestida extractivista del gobierno de Porfirio Lobo.
La lucha por la tierra y los territorios se convirtieron en las principales urgencias de las organizaciones refundacionales. Para el año 2013 se crea la Plataforma del Movimientos Social y Popular de Honduras y Berta junto con Miriam son las mujeres lideres que la convocan y dirigen. Es en el marco de la lucha por la defensa de los territorios que desata una cacería y criminalización en contra de lideres sociales, incluyendo la lucha de Rio Blanco por el Río Gualcarque y el posterior asesinato de Berta en el 2016, así como de muchos otros lideres comunitarios que han dado su vida por defender los bienes comunes de la naturaleza.
El COPINH, en esta etapa, a pesar de haber sido severamente golpeado por la represión estatal y de la empresa privada, mantiene una lucha tenaz en contra de los cientos de proyectos extractivos que amenazan a las comunidades y territorios lencas. Ese es el desafío actual del COPINH, sostener la lucha, en eso están, reconstruyendo su poder desde las comunidades indígenas y desde su histórica lucha de resistencia. Esta lucha no es solo por el COPINH, y lo tiene muy claro, su lucha es por todas las luchas, en cualquier parte del mundo, y como dijo Berta, es por la madre naturaleza, es por la humanidad, por que ya no hay tiempo.
-Roverto Barra.-
1[1]Actualmente procesado en los Estado Unidos por el sonado caso FIFAGATE, por el pago de sobornos y corrupción al interior de la Federación Internacional de Futbol. Con anterioridad, Callejas fue procesado en Honduras por varios delitos de corrupción. En un cuestionado proceso legal, donde el ex presidente resultó con al menos 16 cartas de sobreseimiento definitivo cerrándose la persecución penal en su contra.
2[1]Reformas Laborales y acción sindical en Centro América; http://library.fes.de/pdf- files/bueros/fesamcentral/ 07612.pdf:
3[1]Documento constitutivo del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras
4[1]El café en Honduras es producido por cientos de miles de familias pobres que dependen de sus pequeñas cosechas, para un ingreso básico anual. Los pequeños productores son explotados por las empresas exportadoras e intermediarias al imponerles precios miserables de compra de sus cosechas. A partir del año 99 los precios del café se desplomaron en el mercado internacional, lo que significó una de los peores desastres para la economía local comunitaria en el país. La zona lenca en el occidente de Honduras es una de las regiones de mayor producción de Café.
5[1] http://www.sobhonduras.org/ index.php/documentos/historia- teoria/59-memoria-historica/ 191-declaracion-politica-de- la-cnrp
6[1] http://www.sobhonduras.org/ index.php/documentos/historia- teoria/59-memoria-historica/ 192-demanda-de-12-puntos-de- la-cnrp-al-gobierno
Este 27 de marzo, en el centro de encuentro y amistad Utopía nos
reunimos decenas de personas de diferentes comunidades se reunieron para
conmemorar un aniversario más, que nos encuentra en pie de lucha por la
defensa de nuestros territorios.
Nuestro encuentro inició desde temprano con un análisis del contexto actual, platicamos sobre lo que pasa en el mundo, en nuestro país y en nuestras comunidades. También dedicamos una parte de la jornada en reflexionar sobre nuestras luchas, las amenazas en nuestras comunidades y cuales son las sabidurías construidas en estos 26 años.
En este encuentro destacamos el acompañamiento de nuestro compañero Marcelino Miranda quien sufrió en carne propia la tortura y la cárcel de parte de los destructores del planeta y ratificó su compromiso de seguir defendiendo el territorio y la vida.
A 26 años de resistencias y lucha seguimos encendiendo la llama de la liberación, aquella llama que prometimos encender juntas y juntos en las primeras movilizaciones, seguimos peleando por la vida, la libertad y la justicia, continuamos derribando los símbolos del colonialismo.
26 años en los que compañeros y compañeras desde diferentes lugares del cosmos siguen alimentando la rebeldía y la alegría que nuestro pueblo Lenca trae desde la raíz hasta el infinito.
El inicio de la de década de los 90s estuvo marcado por el reflujo de las luchas revolucionarias en la región centroamericana. Dicho reflujo no solo significó la modificación de la situación política de la región, con la legalización de las fuerzas guerrilleras como partidos electorales, sino que también implicó en la apertura de las economías locales a las inversiones de capital transnacional en áreas estratégicas, aprovechando el impulso neoliberal privatizador de los recursos del Estado y de los bienes naturales.
En el campo popular, la desmoralización por la pérdida de referentes políticos e ideológicos, a partir de la caída de la revolución nicaragüense y del Bloque Socialista de la Europa del Este, hizo cada vez más difícil la articulación y el trabajo unitario. Así, la fragmentación de las luchas sociales, a la par de la irrupción de una fuerte oenegización de los modelos de organización y reivindicación social, fueron hábilmente aprovechadas por los distintos gobiernos neoliberales en Centro América.
Para Honduras la receta era neoliberal pero basada en un “modelo de ocupación continua” que asegura desde la década de los 80s, no solo el saqueo de los recursos del estado, sino que además garantiza la pérdida sostenida de soberanía a favor del imperio norteamericano a cambio de poder e impunidad para los grupos de poder.
La Resurgencia del pueblo Lenca
En este escenario tanto regional como nacional, la sociedad hondureña comenzaron a sufrir una fuerte arremetida antipopular con el llamado decreto 18/90, que trataba de dar un carácter legal a los ajustes estructurales de la economía, y buscaba desmantelar las empresas públicas y privatizar los recursos del Estado. Así el gobierno neoliberal de Rafael Callejas1 impulsó rigurosamente una fuerte persecución en contra de los dirigentes sindicales(2), y un desmantelamiento progresivo de las políticas sociales y agrarias que beneficiaban a la población más pobre.
Para el año de 1992 y 1993 El campesinado indígena hondureño, no figuraba (ni figura) siquiera en las estadísticas oficiales. Por lo que las nuevas políticas agrarias neoliberales, no consideraban en absoluto medidas que respondieran a la grave crisis del campo, todo lo contrario, en apenas 3 años, más del 50% de las tierras adjudicadas en el marco del proceso de reforma agraria desde el año 64, habían pasado nuevamente a manos privadas.
Sin contrapesos políticos ni sociales el gobierno de Callejas impulsaba, con el apoyo del Banco Mundial, el Fondo Monetario y la USAID, un ambicioso plan de ajustes, donde las mejores tierras campesinas y los territorios de los pueblos indígenas estaban en el centro de la transformación económica del país. Las tierras comunitarias, del occidente de Honduras, olvidadas históricamente, pero ricas en bosques y recursos naturales, pasaban a convertirse en un territorio en disputa, entre el gran capital nacional aliado al trasnacional en contra de las comunidades rurales y el pueblo lenca organizado.
Nace la Esperanza en La Esperanza
Después del fin de la guerra en El Salvador y con el acuartelamiento de los batallones militares hondureños en la zona occidental, especialmente de la frontera, muchos(as) revolucionarios(as) internacionalistas hondureños(as) comienzan su retorno a Honduras con la intensión de apoyar la lucha social en el país. Esto propició, después de varios intentos y de un lento trabajo organizativo, que se gestara una alianza entre lideres indígenas lencas, predicadores de la palabra y ex combatientes revolucionarios, con el fin de trabajar por las demandas históricas de las comunidades indígenas lencas y de las organizaciones populares del occidente de Honduras.
Fruto de estos esfuerzos nace en La Esperanza Intibucá, el Consejo Cívico de Organización Populares e Indígenas de Honduras, el 27 de marzo de 1993 con el objetivo de “… elevar las condiciones de vida del Pueblo Lenca de Honduras e incidir de manera positiva en que en nuestro país, Centroamérica, el Caribe, Latinoamérica y el mundo, se pueda implementar un modelo de desarrollo más justo, más digno, entre los seres humanos y en armonía con el medioambiente”(3).
La urgencia de la irrupción del COPINH, queda demostrado en el cúmulo y relevancia de las acciones desarrolladas en sus primeros años. En muy poco andar la organización había logrado paralizar la industria forestal en el Departamento de Intibucá, al menos 16 proyectos de aserraderos fueron cancelados por la acciones de las movilizaciones. En julio del año 1994 decenas de miles de indígenas lencas bajaron de las montañas de Yamaranguila norte y del departamento de Lempira para sumarse a la primera e histórica Peregrinación Indígena y Negra Por la Vida, La justicia y la Libertad. Esta movilización no solo significó la emergencia de las demandas de los pueblos originarios y negros de Honduras, sino que marcó un antes y un después en las dinámicas organizativas y de lucha del movimiento popular hondureño, con un resurgente sujeto social que a pesar de empobrecido y excluido, tomaba voz y protagonismo en Honduras y Centro América.
Sus demandas y su victoria fue contundente. El pueblo lenca logró la declaración legal de los dos primeros municipios indígenas del país: San Francisco de Opalaca (Intibucá) y San Marcos de Caiquin (Lempira) y con ello la firma de más de 50 acuerdos entre COPINH y el gobierno del Liberal de Carlos Roberto Reyna, entre los que destacan la constitución de escuelas, apertura de carreteras, centros de Salud, etc. Además del compromiso de revisión del Convenio 169, que finalmente fue ratificada el 28 de marzo de 1995.
La sociedad hondureña desde el año 94 impulsó una fuerte lucha por la desmilitarización nacional. Hay que recordar que el país sufría (reeditado en la actualidad) una presencia determinante del ejército en todos los estamentos de la vida nacional, el modelo de “Ocupación Continua” implicaba no solo la permanencia de bases militares de los Estados Unidos en el país, sino también, la omnipresencia de los militares hondureños en la conducción de instituciones del Estado consideradas claves para la Seguridad (Migración, Aduanas, Telecomunicaciones, Registro Civil, etc.). El COPINH en octubre de ese mismo año, junto con el pueblo negro, campesinos, miembros de base de las iglesias, mujeres indígenas, estudiantes, Etc. movilizó cerca de 20 mil personas a la capital para exigir, entre otras demandas, la derogación del servicio militar obligatorio, el fin de la ocupación nortemaericana y la desmilitarización del país. Estas y otras movilizaciones en el país permitieron que se derogara la ley del servicio militar y el retiro de los militares de las instituciones del Estado.
La Solidaridad esencia de la lucha y hermandad de los pueblos
La insurrección indígena Zapatista en Chiapas y la demanda de paz en Guatemala, Internacionalizaron las luchas del COPINH. En abril del año 95, se organizó una movilización a la capital hondureña, que entre las diversas demandas también estaba la intensión de solidarizarse con los pueblos indígenas y sus alzamiento militar en el Estado de Chiapas, México, y por el cese a la represión a los pueblos indígenas en Guatemala. Este nuevo impulso organizativo, estaba en consonancia con los objetivos originarios de la organización, pero que en esencia recogía una necesidad de hermandad recíproca frente a la terrible amenaza capitalista imperial, que significaba la ampliación de la dominación y el despojo en América latina en el marco de la imposición del modelo neoliberal.
Para el COPINH, la solidaridad con todas las luchas sociales de Honduras, América Latina y el mundo se tornaron en fundamentales con el tiempo, pues se asumía que cualquier lucha de los pueblos, era también una lucha del pueblo lenca y su organización. Es así como desde el año 95 en adelante todas las luchas del pueblo hondureño y del mundo se asumen como las luchas propias del COPINH. Uno de las grandes esfuerzos en este sentido, fue el tratar de articularse con organizaciones obreras, campesinas e indígenas de Honduras y del continente, en un gran frente de lucha contra la severa amenaza que significaba el llamado de Estados Unidos a Constituir un Área de Libre Comercio de las Américas, ALCA.
Esta mirada estratégica de empujar constantemente la unidad, articulación y solidaridad de las luchas populares, posibilitó en que Honduras obreros, campesinos e indígenas, constituyeran espacios comunes de lucha frente a las amenazas y frente a la severa crisis económica que les afectaba. Hay que recordar que en el año 98 el Huracán MITCH afectó severamente la economía comunitaria. La pérdida de infraestructura productivas y cosechas de granos básicos y de café(4), significó la ruina para muchos productores, pero también dio lugar a una posición oportunista del gobierno de Carlos Flores Facussé, para imponer desde la lógica neoliberal en el año 99 el Plan Maestro de Reconstrucción y Transformación Nacional, PMRTN, donde se priorizaba la profundización de las políticas de ajuste estructural, achicando el aparato estatal y reduciendo los beneficios y derechos laborales y sociales, favoreciendo la inversión y los créditos a los grandes empresarios.
La amenaza de desempleo hacia las y los empleados públicos, el congelamiento de salarios y la pérdida de beneficios laborales impulsó a las federaciones FUTH y la FECESITLIH, así como varios sectores populares, a crear el Bloque Popular, BP, en el año 2000. Este primer intento de articulación obrera y popular después de la grave crisis organizativa de los 90s, posibilita el acercamiento entre organizaciones que buscaban la derrota del modelo neoliberal en el país. Es así como se dan los primeros pasos de acercamiento entre el COPINH y el movimiento obrero articulado.
En el año 2001 se impulsa desde el sur de México el llamado Plan Puebla Panamá, PPP, que operaría como punta de lanza para el despojo y explotación de los bienes naturales. Esto posibilitó la respuesta de lucha de organizaciones obreras, comunitarias, campesinas, indígenas y urbanas en contra de del mencionado plan. El COPINH se sumó de inmediato al trabajo de coordinar espacios de debate y organización en el marco del Foro Mesoamericano de los Pueblos, en oposición al PPP. Se sumarían a estos esfuerzos en los siguientes años las demandas y las luchas populares también sectores profundamente afectados por las implementación de las políticas neoliberales, como el sector magisterial, con el que el COPINH tenía una especial cercanía y admiración. Fueron las y los profesores el sector más afectado golpeado durante el gobierno de Ricardo Maduro y fue el COPINH una organización especialmente solidaria con la causa magisterial, realizando marchas y apoyando las asambleas y tomas en distintas parte de la región de Occidente.
Es con la confluencia de la crisis agraria, la resistencia magisterial, la lucha contra el ALCA. Contra el PPP, la resistencia obrera y la resistencia indígena y negra, que se crea, gracias a la mirada visionaria y estratégica de varios dirigente populares nacionales, incluyendo la dirigencia del COPINH que se constituye la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular, CNRP5, en el año 2003. Una expresión única e histórica de unidad del movimiento popular en Honduras. Donde todas coincidieron y apoyaron la propuesta de “coordinación rotatoria” dándole prioridad y protagonismos a las regiones (territorios), así como a la deliberación en asamblea y espacios de diálogos y consensos a través de los llamados conversatorios, desde donde se acordaban las acciones a nivel local o nacional. La primera acción de relevancia fue en agosto de 2003 con la “Marcha de la Dignidad”, donde en Tegucigalpa se concentraron miles de personas de todo el país para exigir el fin de la represión hacia el magisterio y de las políticas neoliberales del gobierno de Maduro.
El aporte del COPINH hacia las diferentes instancias de unidad y articulación tanto nacional como regional era evidente y se hacía notar. En el plano Nacional el aporte hacia esta nuevas formas de articulación como el de la CNRP, priorizando el diálogo a la imposición ó la democracia sin consenso, significó un gran avance para el movimiento popular hondureño pues posibilitó abrir los lazos de solidaridad entre los diversos actores, con el respeto a la diversidad de visiones, opiniones y formas de lucha. El aporte del COPINH a las luchas nacionales también tuvo un fuerte impacto en la reivindicación del papel de los pueblos originarios en la construcción de un nueva sociedad. Los pueblos indígenas comenzaron a ser respetados y necesitados como actores fundamentales para el cambio. El poder de convocatoria del COPINH evidenció que el pueblo lenca era ya un actor fundamental para pensar y luchar por el cambio.
La lucha por la liberación de la mujer
Es en medio de esta lucha reivindicación de derechos a nivel nacional, las mujeres del COPINH comienzan un largo camino de crecimiento y reivindicación de sus propios derechos. Una de las primeras luchas importantes fue la de visibilizar la discriminación y la violencia dentro de la organización. No fueron pocos los agresores de mujeres que fueron expulsados de la organización, gracias al valor y la lucha cada vez más fuerte que le imprimían los liderazgos como el de Doña Pascualita o Berta Cáceres. No fue fácil impulsar por ejemplo la primera Asamblea de Mujeres del COPINH, pues se pensaba que esta instancia dividiría a la organización. Pero la práctica evidenció todo lo contrario, dando paso a su posterior institucionalización en los estatutos de la organización. Para Berta no era posible avanzar en la lucha anti patriarcal y anti racista, si dentro de la misma organización no se luchaba en contra la violencia, en todas sus formas, contras las mujeres. Su desafíos en este sentido, eran la incorporación permanente de mujeres en las estructuras de dirección de la organización, así como formar compañeras en todos los ámbitos de la lucha social para sumarlas al trabajo organizativo del COPINH y de sus comunidades.
Berta decía: “… la lucha anti-patriarcal es una visión que se expresa en todos los ejes de trabajo del COPINH desde sus inicios, en las acciones y en los documentos de consulta de las bases con la palabra de hombres y mujeres particularmente … Esta idea antipatriarcal cruza todas las áreas de la organización pues lo que queremos es que cambie la cultura machista, para lograr igualdad de derechos y participación de los beneficios del trabajo y de la organización, considerando que las mujeres somos personas diferentes y con historias diferentes pero no con derechos desiguales, demandamos con esta lucha que se valoren las decisiones y el pensamiento de las mujeres en la familia, en la economía, en la política, el desarrollo organizativo del país y el mundo.
Para Berta también la protección de las mujeres, niñas y niños víctimas de violencia fue una urgencia permanente, desde el año 2000 su sueño era contar con un espacio propio para las compañeras abusadas o agredidas. Años más tarde su sueño comenzó a tener forma con La propuesta de construir una Casa Refugio para Mujeres, fueron varios los borradores en los que Berta dibujaba su sueño, pero no fue sino hasta el año 2015 que se inauguró finalmente la Casa de Sanación y Justicia de la Mujeres del COPINH. Antes muchas luchas y esfuerzos se propiciaron por ejemplo, desde el COPINH se impulsó las “Cortes de Mujeres” junto con otras organizaciones de mujeres. También espacios de encuentro entre las mujeres de los pueblos indígenas.
De la mano de Berta Cáceres las mujeres del COPINH impulsaron luchas importantes por la defensa del territorio. Un ejemplo importante fue la resistencia de la mujeres en la comunidad de San Antonio para parar la represa el Tigre.. del Río Lempa, frontera con el Salvador. Allí miles de mujeres de la mano de Berta y el COPINH, marcharon innumerables veces entre los años 2006 y 2007, por la comunidad a rostro cubierto y con machete en mano, cargando a sus hijos y exigiendo el retiro del proyecto hidroeléctrico, que finalmente fue paralizado.
Lucha Popular Unitaria y Refundación Nacional
En el años 2006 llega Manuel Zelaya al gobierno y la relación con las organizaciones populares nunca fue buena, hasta después del último Paro Cívico del año 2008, impulsado por la CNRP. Para aquellos años, ya se evidenciaba un giro del gobierno hacia los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, ALBA.
El COPINH, que mantuvo siempre buena comunicación con representantes de Venezuela y Cuba, pudo reconocer la importancia del virage del gobierno hondureños y la urgencia de apoyar en la nueva coyuntura, la postura valiente del gobierno de Zelaya que empezaba a enfrentarse a los grupos de poder. En este proceso de acercamiento el movimiento popular a través de la CNRP, impulsó lo que se llamó la “candidatura Independiente Popular” de Carlos H. Reyes representante Obrero, Berta Cáceres líder indígena, Maribel Hernández dirigente magisterial y Carlos Amaya miembro y dirigente de la izquierda hondureña, con un programa basado en los “12 puntos”6 demandados a partir de los acuerdos alcanzados en I Encuentro de Organizaciones obreras, campesinas, magisteriales, comunitarias y populares del año 2008.
La elección de Berta como candidata, no solo demostraba la madurez política alcanzada por el movimiento popular, sino que también el reconocimiento al liderazgo de la líder indígena y del mismo COPINH. Fue a través de este proceso de mayor acercamiento popular que la organización impulsa el I Encuentro por la Refundación de Honduras en La Esperanza. Desde allí se intentaba impulsar un verdadero Poder Constituyente, para empoderar al pueblo y refunde el país. A través de una nueva constitución popular y originaria. Es en este escenario luchas por el cambo que se da el Golpe de Estado de 2009. Para la fecha de las elecciones la Candidatura en un gesto de coherencia revolucionaria, retira la postulación y llama a resistir y luchar en las calles a la dictadura.
EL GOLPE y la lucha del COPINH
El COPINH estuvo acompañando la iniciativa del gobierno de consultar al pueblo, por eso resintió dramáticamente la represión militar. Pero se entendió desde el primer momento que la lucha se libraría esencialmente en la capital. Miles de miembros del COPINH fueron movilizados Tegucigalpa donde además de movilizarse y acompañar las luchas por más de 6 meses, un destacamento fue trasladado a defender y proteger el perímetro de la embajada de Venezuela durante más de tres meses.
Reconstruir el poder popular y la lucha comunitaria
Una vez electo el gobierno de Porfirio Lobo, el COPINH multiplicó sus esfuerzos de solidaridad para acompañar las lucha de las y los campesinos del Aguán, Que estaban siendo masacrados por exigir respeto al derecho a la tierra. Adicionalmente se abrió un frente de lucha y contradicción en el ceno del recién constituido Frente Nacional de Resistencia Popular, FNRP. Esto debido a la radicalización de las posturas desde quienes apostaban a constituir un referente político electoral y quienes llamaban a derrotar la dictadura a través de la insurrección popular, Así la línea electoral era defendida por los cercanos al Bloque Popular y los allegados políticos a Manuel Zelaya, y la línea insurreccional, los llamados refudacionales, era encabezado por el COPINH, organizaciones del Izquierda y otras organizaciones de lucha territorial.
La división en el movimiento popular ya estaba dada y la profundización de las contradicciones electorales también. El fraude electoral del 2013 empujó las diferencias y las rupturas entre los lideres sociales que acompañaron las línea electoral, mientras que la línea refundacional con Berta y Miriam Miranda de la organización Fraternal Negra de Honduras, a la Cabeza empujaban una nueva dinámica de lucha más territorial, desde las comunidades y por la defensa de los Bienes Comunes de la Naturaleza, ante la envestida extractivista del gobierno de Porfirio Lobo.
La lucha por la tierra y los territorios se convirtieron en las principales urgencias de las organizaciones refundacionales. Para el año 2013 se crea la Plataforma del Movimientos Social y Popular de Honduras y Berta junto con Miriam son las mujeres lideres que la convocan y dirigen. Es en el marco de la lucha por la defensa de los territorios que desata una cacería y criminalización en contra de lideres sociales, incluyendo la lucha de Rio Blanco por el Río Gualcarque y el posterior asesinato de Berta en el 2016, así como de muchos otros lideres comunitarios que han dado su vida por defender los bienes comunes de la naturaleza.
El COPINH, en esta etapa, a pesar de haber sido severamente golpeado por la represión estatal y de la empresa privada, mantiene una lucha tenaz en contra de los cientos de proyectos extractivos que amenazan a las comunidades y territorios lencas. Ese es el desafío actual del COPINH, sostener la lucha, en eso están, reconstruyendo su poder desde las comunidades indígenas y desde su histórica lucha de resistencia. Esta lucha no es solo por el COPINH, y lo tiene muy claro, su lucha es por todas las luchas, en cualquier parte del mundo, y como dijo Berta, es por la madre naturaleza, es por la humanidad, por que ya no hay tiempo.
-Roverto Barra.-
1[1]Actualmente procesado en los Estado Unidos por el sonado caso FIFAGATE, por el pago de sobornos y corrupción al interior de la Federación Internacional de Futbol. Con anterioridad, Callejas fue procesado en Honduras por varios delitos de corrupción. En un cuestionado proceso legal, donde el ex presidente resultó con al menos 16 cartas de sobreseimiento definitivo cerrándose la persecución penal en su contra.
2[1]Reformas Laborales y acción sindical en Centro América; http://library.fes.de/pdf-
3[1]Documento constitutivo del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras
4[1]El café en Honduras es producido por cientos de miles de familias pobres que dependen de sus pequeñas cosechas, para un ingreso básico anual. Los pequeños productores son explotados por las empresas exportadoras e intermediarias al imponerles precios miserables de compra de sus cosechas. A partir del año 99 los precios del café se desplomaron en el mercado internacional, lo que significó una de los peores desastres para la economía local comunitaria en el país. La zona lenca en el occidente de Honduras es una de las regiones de mayor producción de Café.
5[1] http://www.sobhonduras.org/
6[1] http://www.sobhonduras.org/
El Copinh, 26 años de lucha y lo celebró junto a sus comunidades (+ fotos)
Nuestro encuentro inició desde temprano con un análisis del contexto actual, platicamos sobre lo que pasa en el mundo, en nuestro país y en nuestras comunidades. También dedicamos una parte de la jornada en reflexionar sobre nuestras luchas, las amenazas en nuestras comunidades y cuales son las sabidurías construidas en estos 26 años.
En este encuentro destacamos el acompañamiento de nuestro compañero Marcelino Miranda quien sufrió en carne propia la tortura y la cárcel de parte de los destructores del planeta y ratificó su compromiso de seguir defendiendo el territorio y la vida.
A 26 años de resistencias y lucha seguimos encendiendo la llama de la liberación, aquella llama que prometimos encender juntas y juntos en las primeras movilizaciones, seguimos peleando por la vida, la libertad y la justicia, continuamos derribando los símbolos del colonialismo.
26 años en los que compañeros y compañeras desde diferentes lugares del cosmos siguen alimentando la rebeldía y la alegría que nuestro pueblo Lenca trae desde la raíz hasta el infinito.
EE.UU. AMENAZA EN PÚBLICO AL GOBIERNO DE HONDURAS; EN PRIVADO LO APLAUDE
EE.UU.
lleva una década anunciando sanciones financieras y en otras ayudas a
Centroamérica, en particular a Honduras, sin embargo esos castigos a los
corruptos y a la corrupción que han destruido la política pública
social, no pasa del discurso, en la práctica apoya a los responsables de
la migración.
El
Departamento de Estado precisó ayer que suspenderá los pagos de 2017 y
2018 a esas tres naciones centroamericanas, que son el origen de la
mayoría de los migrantes que han marchado en caravanas de a través de
México hasta la frontera con EE.UU.
“Si
México no detiene inmediatamente toda la inmigración ilegal que viene a
EE.UU. a través de nuestra frontera sur, yo cerraré la frontera, o
grandes secciones de la frontera, la próxima semana”, tuiteó Trump ayer viernes por la mañana.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa.
Otra vez, ayer viernes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump,
acomodado en su residencia de Miami, volvió amenazar a Honduras, El
Salvador y Guatemala que les suspenderá la ayuda porque no frenan el
flujo migratorio que provoca la violencia, la miseria y falta de
oportunidades de los pueblos en el Triangulo Norte, sobre todo en
Honduras.
Pero
ese discurso de falso castigo de EE.UU. ya es viejo, son advertencias
que ya no cree la ciudadanía, mucho menos perturban a los gobiernos
corruptos del istmo, salpicados de narcotráfico; en público la nación
del norte a través del presidente y su gente pasan amenazando a sus
amigos gobernantes de Centroamérica, a quienes en privado aplauden y
abrazan en los jardines de inmuebles públicos de Washington.
A
continuación el artículo sobre suspensión de la ayuda a Honduras de
Jonathan Lemire, Nomaan Merchant y Catherine Lucey, publicado por The
Associated Press.
El
gobierno del presidente Donald Trump anunció ayer que está suspendiendo
la ayuda directa de Estados Unidos a tres países centroamericanos,
luego de que el mandatario amenazó con cerrar la frontera con México en
cuestión de días, a menos que el gobierno mexicano frene de inmediato la
inmigración ilegal.
Aunque
Trump ya ha amenazado con cerrar la frontera y se ha abstenido de
hacerlo, su gobierno tomó acción directa contra El Salvador, Guatemala y
Honduras. El Departamento de Estado precisó en un comunicado que
suspenderá los pagos de 2017 y 2018 a esas tres naciones
centroamericanas, que son el origen de la mayoría de los migrantes que
han marchado en caravanas de a través de México hasta la frontera con
Estados Unidos.
El
anuncio se produjo un día después de que Trump amenazó con cerrar toda
la frontera de EE.UU. con México la semana próxima, a menos que el
gobierno mexicano frene de inmediato toda la inmigración ilegal. Una
medida tan drástica afectaría las economías de ambas naciones, pero el
mandatario subrayó: “no estoy bromeando”. "Podría significar todo el
comercio” con México, indicó Trump ante las preguntas de periodistas en
Florida. "La vamos a cerrar por mucho tiempo".
“Si
México no detiene inmediatamente toda la inmigración ilegal que viene a
Estados Unidos a través de nuestra frontera sur, yo cerraré la
frontera, o grandes secciones de la frontera, la próxima semana”, tuiteó
Trump el viernes por la mañana.
Durante
más de dos años, Trump ha prometido construir un muro largo e
impenetrable a lo largo de la frontera a fin de detener la inmigración
ilegal, si bien el Congreso se ha mostrado reacio a otorgar el dinero
necesario.
Mientras
tanto, el presidente ha amenazado repetidamente con cerrar la frontera,
pero esta vez, cuando un nuevo grupo de migrantes centroamericanos se
dirige al norte, la situación parece ser distinta, ya que ofreció una
fecha específica.
Un
cierre sustancial podría tener un impacto especialmente fuerte en las
comunidades transfronterizas desde San Diego hasta el sur de Texas, así
como en supermercados que venden productos mexicanos, fábricas que
dependen de partes importadas y otros negocios en todo Estados Unidos.
El
comercio entre ambos países involucra diariamente cerca de 1.700
millones de dólares en bienes, de acuerdo con la Cámara de Comercio de
Estados Unidos, que afirmó que el cierre de la frontera sería “una
absoluta debacle económica” que amenazaría cinco millones de empleos
estadounidenses.
En
Florida, Trump repitió en varias ocasiones que para las autoridades
mexicanas “sería muy fácil” detener a los migrantes que recorren México
antes de tratar de ingresar sin autorización a territorio
estadounidense, “pero sólo toman nuestro dinero y hablan”.
La
secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen insinuó que Trump se
refería al actual incremento en el número de familias, en su mayoría
centroamericanas, que se dirigen al norte a través de México.- Muchas de
esas familias han estado solicitando asilo, lo que según la ley
estadounidense no requiere que ingresen a Estados Unidos por un cruce
fronterizo oficial.
Nielsen
dijo que EE.UU. podría cerrar los puertos de entrada designados para
redistribuir al personal a fin de ayudar a procesar a los padres y a los
niños. Los puertos de entrada son pasos fronterizos oficiales que
utilizan los residentes y los vehículos comerciales.- “Si tenemos que
cerrar los puertos para atender a la cantidad de gente que viene, lo
haremos”, dijo Nielsen.
La Casa Blanca no respondió por el momento las preguntas sobre si la posible medida de Trump se aplicaría al transporte aéreo.
Trump
hizo sus declaraciones después de que el presidente mexicano, Andrés
Manuel López Obrador, dijera que su país estaba haciendo su parte para
combatir el contrabando de migrantes.- "Queremos tener una buena
relación con el gobierno de Estados Unidos", reiteró López Obrador el
viernes. "Nosotros vamos a seguir ayudando para que el flujo migratorio,
los que pasan por nuestro país, lo hagan en el marco de la ley, en
forma ordenada, que no haya violación a sus derechos humanos, eso es lo
que estamos haciendo".
Marcelo
Ebrard, el secretario de Relaciones Exteriores de López Obrador, tuiteó
que “México no actúa con base en amenazas” y que es el “mejor vecino”
que Estados Unidos podría tener.
Los
legisladores demócratas y republicanos discrepan sobre si realmente hay
una "crisis" en la frontera, particularmente en medio de la presión de
Trump para que se construya un muro fronterizo, el cual, según él,
resolverá los problemas de inmigración, aunque un muro no detendría a
las familias que cruzan en puertos oficiales para entregarse a las
autoridades estadounidenses.
Trump, América Latina y Honduras
Por: Rodolfo Pastor Fasquelle
A la poeta Juana Pavón, para que brinque
Donaldo Trump recién ha sobrevivido a la investigación del Fiscal Mueller sobre sus relaciones con los enviados rusos como posible interferencia en la elección del 2016, la cual lo hizo Presidente con una minoría de los votos del pueblo y con la congoja de todos los demás. Hoy, esta en plena campaña para la reelección. Y envía a su Ministra Kirstjen Nielsen (a la que recién le consiguió mil millones de dolares del Pentágono para el muro) para que firme nuevos compromisos con los centroamericanos –ayer- para, a su regreso, declarar que los signatarios han tomado nuestro dinero desde hace años, y no hacen nada. (Es su estilo, le encanta dejar a sus ministros en ridículo) Y avisar con gruñido simiesco, puede ser que cierre la frontera. Trump está molesto, seamos comprensivos. Le ha tocado duro.
¡Ver a un socialista en la Presidencia de México! ¡A un par de sus ahijados -de EUA- derrocados por corrupción, como Otto Pérez Molina! No ha podido botar como hubiera querido a Daniel Ortega, apodado poca cosa y al Presidente Maduro, quien platica con los pajaritos y va y viene del futuro al presente. Incluso con estratagemas extremistas de primaveras incubadas y cambio de regimen, para lo cual hubiera necesitado, apoyo de la OEA, su antaño Ministerio de las colonias, y hoy mera caja de resonancia.
Ha tenido que apoyar a aliados como JOH, Temer y Macri. Sin conseguir compromisos militares para irse a meter a las pampas sangrientas de Boves y de Yáñez, porque traidores siempre hubo y habrá. Más no todos valientes, y nadie quiere ir a morir al lado del gringo redentor, salvo el General Ponce y JOH que quizás por eso comparten un mismo rictus de dolor-por-razón-oculta.
Ningún otro país de America Latina le ha merecido a Trump tanta fascinación y sentido de propósito como Venezuela, de donde ayer, con apoyo de JOH, les decía a los rusos incluso (obtusos) que tenían que irse, insistiendo en su hasta ahora ineficaz apoyo de 100% ante la reacción acosada de la dama de Guaido. Pero es que ¡ningún otro país tiene tanto petróleo, oro y metales raros, agua dulce y ninguno es tan absolutamente estratégico para el control del Caribe! que fue, desde s XIX, el mare nostrum de EUA. Pero no se queda muy atrás su obsesión por Honduras. Hoy incluye al gobierno de JOH entre los que no hacen nada para detener a los violadores, drogadictos y asesinos.
¡Nunca un país tan pequeño e insignificante en el concierto global como Honduras ha asustado tanto a una potencia tan grande, como los Estados Unidos de Trump! ¡Que quiere amurallarse en contra nuestra! ¡Que miedo! Son hondureñas las más de las caravanas de desterrados, desarmados y famélicos. Y tiene razón Trump de temerles, porque son invencibles, no tienen que perder.
Pero es inexacto reclamar que no le detienen a las caravanas, porque el problema es más bien que se las mandan. Felicita a JOH por sus logros en materia de seguridad, Nielsen ¿sin darse cuenta que la paz y la tranquilidad que nos ha traído, a punta de verga, como hubiera dicho mi Juana, son la paz y la tranquilidad de los ausentes, de los muertos, los presos y los desterrados… esos mismos que llegan allá, a inquietarla? Por eso es que no puede detenerlos, JOH que no engaña a nadie al decir que las causas de las caravanas son políticas, su mala política, su fraude, su represión y la miseria de corrupción, que espantan la libertad e inversión. ¡Por algo bajamos de 7 a 59 en el Indice de Felicidad!
Se queja la Ministra Kirstjen de que las caravanas le han hecho colapsar su guardia de frontera y su policía migratoria, en efecto acusada de separar a los infantes de sus madres y a las familias, y de violar a mujeres y niños en sus facilidades. Como avisa también el Jefe de la Patrulla Fronteriza, Kevin McAleenan que la situación ha llegado a un punto de quiebre, y ante la falta de recursos, sus oficiales están dejando libres a regañadientes a los migrantes detenidos. ¿¡Y van a cerrar la frontera!? ¡Lucky you, Secretary!
Este aquí no es un colapso migratorio, guapa, ya ni siquiera es un colapso del estado libre asociado (por eso nos dice socio constantemente) el cual tiene control deficiente de la fuerza pública, no controla el territorio tampoco, ni mucho menos a la gente hambrienta fuera de los reclusorios. ¡Este es un colapso del país! de la sociedad, corroída por la enajenación. Por la falta de sentido de pertenencia a una nación que vota por un Presidente pero es gobernada por el que pone Trump en el despacho oval, País que, en medio de la miseria más escuálida y grotesca, admira la prosperidad que supuestamente da el sistema de libre mercado.
Y el gobierno de Trump que por un lado vitupera la corrupción con que colapsan los países letrinas, por otra parte se retrotrae cuando el corrupto es su aliado y protege visiblemente a los que les juran lealtad. Así la Ley Magnitsky adicionada por la moción de la Congresista Norma Torres no ha podido un mes después de la fecha anunciada para ello publicar los nombres de los corruptos. Ni los va a publicar si pueden impedirlo Bolton y Nealon en la Casa Blanca. Tampoco la MACCIH de Guimaraes va tomar el reto de investigar la corrupción insondable de JOH, no lo permitirán El Secretario y su Jefe, ni el Fiscal General.
La Ministra Kirstjen vino a decirle a JOH que él está ahí, a la cabeza de esa lista, pero que escribieron su nombre con tinta invisible hasta que se caliente mas la cosa. Para preservar en Honduras, la estabilidad que es lo único que les interesa, agradecer la compañía en la mudanza, de Tel Aviv a Jerusalén, de una misión y para conseguir un batallón con bandera azul y blanco, ¿que vaya a morir en las sabanas y los pantanos oleaginosos de la Costa?
A la poeta Juana Pavón, para que brinque
Donaldo Trump recién ha sobrevivido a la investigación del Fiscal Mueller sobre sus relaciones con los enviados rusos como posible interferencia en la elección del 2016, la cual lo hizo Presidente con una minoría de los votos del pueblo y con la congoja de todos los demás. Hoy, esta en plena campaña para la reelección. Y envía a su Ministra Kirstjen Nielsen (a la que recién le consiguió mil millones de dolares del Pentágono para el muro) para que firme nuevos compromisos con los centroamericanos –ayer- para, a su regreso, declarar que los signatarios han tomado nuestro dinero desde hace años, y no hacen nada. (Es su estilo, le encanta dejar a sus ministros en ridículo) Y avisar con gruñido simiesco, puede ser que cierre la frontera. Trump está molesto, seamos comprensivos. Le ha tocado duro.
¡Ver a un socialista en la Presidencia de México! ¡A un par de sus ahijados -de EUA- derrocados por corrupción, como Otto Pérez Molina! No ha podido botar como hubiera querido a Daniel Ortega, apodado poca cosa y al Presidente Maduro, quien platica con los pajaritos y va y viene del futuro al presente. Incluso con estratagemas extremistas de primaveras incubadas y cambio de regimen, para lo cual hubiera necesitado, apoyo de la OEA, su antaño Ministerio de las colonias, y hoy mera caja de resonancia.
Ha tenido que apoyar a aliados como JOH, Temer y Macri. Sin conseguir compromisos militares para irse a meter a las pampas sangrientas de Boves y de Yáñez, porque traidores siempre hubo y habrá. Más no todos valientes, y nadie quiere ir a morir al lado del gringo redentor, salvo el General Ponce y JOH que quizás por eso comparten un mismo rictus de dolor-por-razón-oculta.
Ningún otro país de America Latina le ha merecido a Trump tanta fascinación y sentido de propósito como Venezuela, de donde ayer, con apoyo de JOH, les decía a los rusos incluso (obtusos) que tenían que irse, insistiendo en su hasta ahora ineficaz apoyo de 100% ante la reacción acosada de la dama de Guaido. Pero es que ¡ningún otro país tiene tanto petróleo, oro y metales raros, agua dulce y ninguno es tan absolutamente estratégico para el control del Caribe! que fue, desde s XIX, el mare nostrum de EUA. Pero no se queda muy atrás su obsesión por Honduras. Hoy incluye al gobierno de JOH entre los que no hacen nada para detener a los violadores, drogadictos y asesinos.
¡Nunca un país tan pequeño e insignificante en el concierto global como Honduras ha asustado tanto a una potencia tan grande, como los Estados Unidos de Trump! ¡Que quiere amurallarse en contra nuestra! ¡Que miedo! Son hondureñas las más de las caravanas de desterrados, desarmados y famélicos. Y tiene razón Trump de temerles, porque son invencibles, no tienen que perder.
Nota relacionada Donald Trump acusa al gobierno de Honduras de robarse fondos donados por EE.UU
Por eso está construyendo otra Embajada nueva, en Tegucigalpa, de $27 millones de dolares, casi lo mismo que cuesta el centro cívico de JOH. Aunque no ha podido nombrar a un embajador plenipotenciario en Honduras en dos años, ni a los oficinistas clave en Washington. Porque quiere poner en esos puestos a simpatizantes en vez de funcionarios de carrera. (Dicen que Marco Rubio senador cubano de la Florida estaba a cargo de esta estratagema antes que riñeran los republicanos, quién sabe hoy).Pero es inexacto reclamar que no le detienen a las caravanas, porque el problema es más bien que se las mandan. Felicita a JOH por sus logros en materia de seguridad, Nielsen ¿sin darse cuenta que la paz y la tranquilidad que nos ha traído, a punta de verga, como hubiera dicho mi Juana, son la paz y la tranquilidad de los ausentes, de los muertos, los presos y los desterrados… esos mismos que llegan allá, a inquietarla? Por eso es que no puede detenerlos, JOH que no engaña a nadie al decir que las causas de las caravanas son políticas, su mala política, su fraude, su represión y la miseria de corrupción, que espantan la libertad e inversión. ¡Por algo bajamos de 7 a 59 en el Indice de Felicidad!
Se queja la Ministra Kirstjen de que las caravanas le han hecho colapsar su guardia de frontera y su policía migratoria, en efecto acusada de separar a los infantes de sus madres y a las familias, y de violar a mujeres y niños en sus facilidades. Como avisa también el Jefe de la Patrulla Fronteriza, Kevin McAleenan que la situación ha llegado a un punto de quiebre, y ante la falta de recursos, sus oficiales están dejando libres a regañadientes a los migrantes detenidos. ¿¡Y van a cerrar la frontera!? ¡Lucky you, Secretary!
Este aquí no es un colapso migratorio, guapa, ya ni siquiera es un colapso del estado libre asociado (por eso nos dice socio constantemente) el cual tiene control deficiente de la fuerza pública, no controla el territorio tampoco, ni mucho menos a la gente hambrienta fuera de los reclusorios. ¡Este es un colapso del país! de la sociedad, corroída por la enajenación. Por la falta de sentido de pertenencia a una nación que vota por un Presidente pero es gobernada por el que pone Trump en el despacho oval, País que, en medio de la miseria más escuálida y grotesca, admira la prosperidad que supuestamente da el sistema de libre mercado.
Y el gobierno de Trump que por un lado vitupera la corrupción con que colapsan los países letrinas, por otra parte se retrotrae cuando el corrupto es su aliado y protege visiblemente a los que les juran lealtad. Así la Ley Magnitsky adicionada por la moción de la Congresista Norma Torres no ha podido un mes después de la fecha anunciada para ello publicar los nombres de los corruptos. Ni los va a publicar si pueden impedirlo Bolton y Nealon en la Casa Blanca. Tampoco la MACCIH de Guimaraes va tomar el reto de investigar la corrupción insondable de JOH, no lo permitirán El Secretario y su Jefe, ni el Fiscal General.
La Ministra Kirstjen vino a decirle a JOH que él está ahí, a la cabeza de esa lista, pero que escribieron su nombre con tinta invisible hasta que se caliente mas la cosa. Para preservar en Honduras, la estabilidad que es lo único que les interesa, agradecer la compañía en la mudanza, de Tel Aviv a Jerusalén, de una misión y para conseguir un batallón con bandera azul y blanco, ¿que vaya a morir en las sabanas y los pantanos oleaginosos de la Costa?
EEUU: el vasto, estúpido e inútil muro con México
por Greg Grandin
LA HAINE - 26/02/2019
La idea del muro no ganó terreno hasta después de que el régimen perdiera su guerra en Vietnam
En
un cuento publicado en 1950, “El Muro y los Libros”, Jorge Luis Borges
habla del emperador Shih Huang Ti, quien ordenó la construcción de la
Gran Muralla China y la quema de todos los libros de su reino. Es
Borges, así que cada razón que da para estos dos deseos aparentemente
contradictorios – crear y destruir – va seguida de otra explicación que
anula la primera.
Borges finalmente se conforma con la idea de que tanto el edificio como el incendio fueron impulsados por el deseo del emperador de “detener la muerte”. Shih Huang Ti, al menos según Borges, vivía aterrorizado por la mortalidad, prohibiendo que la palabra “muerte” se pronunciara en su presencia y buscando desesperadamente un elixir de juventud.
Tal vez, supuso Borges, Shih Huang Ti ordenó que se construyera el muro para preservar su reino para la eternidad, y ordenó que se quemaran los libros para suprimir la idea de que nada dura para la eternidad. Porque si la historia contenida en los libros enseña algo, es que nuestro tiempo en la tierra es efímero. Aparentemente, al menos según Borges, el emperador sentenciaba a cualquiera que intentara salvar un libro a toda una vida de trabajos forzados en su muro.
”Quizás el muro era una metáfora”, escribe Borges, ya que su construcción “condenaba a quienes adoraban el pasado a una tarea tan vasta, tan estúpida e inútil como el propio pasado”.
En cuanto a EEUU, aunque desde principios del siglo XX se habían levantado barreras físicas de uno u otro tipo a lo largo de su frontera con México – en su mayoría alambres de púas y cercas -, la idea de un “muro”, como una llamada chauvinista a las armas no ganó terreno hasta después de que el país perdiera su guerra en Vietnam. En esa guerra, el Secretario de Defensa Robert McNamara, con la esperanza de evitar que las fuerzas de Vietnam del Norte se infiltraran en Vietnam del Sur, gastó millones en doscientos mil carretes de alambre de púas y cinco millones de postes de cercas, con la intención de construir una “barrera” – la “Línea McNamara”, como se la conocía – que corría desde el Mar de China del Sur hasta Laos. Esa línea falló, ya que sus postes y torres de vigilancia se quemaron tan rápido como se pudieron construir.
En esa época, los activistas de derecha empezaron a pedir que se construyera un “muro” a lo largo de la frontera. El biólogo Garrett Hardin, profesor titular de la Universidad de California, Santa Bárbara, fue uno de los primeros en pedir tal barrera. “Podríamos construir un muro, literalmente”, escribió Hardin en un ensayo de 1977 titulado “Población e inmigración: Compasión o Responsabilidad” publicado en El Ecologista. Hardin fue uno de los primeros exponentes de lo que hoy en día se llama “realismo racial”, la idea de que un mundo de recursos limitados y tasas de natalidad de blancos en declive requiere fronteras endurecidas.
El editorial de 1971 de Hardin en Science, titulado “The Survival of Nations and Civilizations” (La supervivencia de las naciones y las civilizaciones), defiende este punto de vista:
En las décadas siguientes, el chauvinismo anti inmigrante se apoderó del movimiento conservador y del Partido Republicano, y los intelectuales de derecha construyeron una biblioteca de manifiestos de continuación de la sombría visión del mundo de Hardin – desde La bomba de Tiempo de la Inmigración de Palmer Stacy y Wayne Lutton, publicada en 1985, hasta, cinco años más tarde, El Camino al Suicidio Nacional de Lawrence Auster – que se construyeron con base en los argumentos de Hardin.
Algunas de las primeras publicaciones surgieron de la literatura posterior a Vietnam sobre los “límites del crecimiento” – la idea de que la sociedad de consumo masivo se estaba agotando – y revelan una superposición entre las preocupaciones de los ambientalistas, los controladores de la población (con una obsesión especial por las altas tasas de fecundidad mexicanas), los defensores del idioma inglés y los chauvinistas anti inmigrantes. Hardin es un ejemplo de esta superposición, al igual que John Tanton, quien en la década de 1970 escribió un ensayo argumentando a favor de la eugenesia y ayudó a fundar la chauvinista Federación para la Reforma Migratoria Americana.
Como lo es el novelista y ecologista Edward Abbey, autor de The Monkey Wrench Gang (La banda de la tenaza), quien ya expresó su preocupación por el crecimiento de la población, las crecientes tasas de natalidad de las personas de color y la “latinización” de los EEUU cuando en 1981 pidió la creación de una “barrera física” y la expansión de la patrulla fronteriza para incluir hasta veinte mil agentes (un número que se consideraba una propuesta radical en ese momento, pero que hoy en día es solo cerca de la mitad de los agentes que trabajan para la Patrulla Fronteriza y el Servicio de Inmigración y Aduanas combinados).
“Estas son proposiciones duras, incluso crueles”, dijo Abbey, en una carta a la New York Review of Books. Pero, haciéndose eco de la ética de los botes salvavidas de Hardin, escribió que “el barco americano está lleno, si no sobrecargado; no podemos permitirnos más inmigración masiva. El público estadounidense es consciente de esta verdad aunque nuestros “líderes” prefieran intentar ignorarla. Sabemos lo que no reconocerán”.
Los ambientalistas, tanto convencionales como radicales, se alejaron de vincular su crítica social a los problemas de inmigración. Sin embargo, mientras lo hacían, el chauvinismo se convirtió en un asunto bipartidista.
Por un lado, comenzó a penetrar profundamente en el Partido Republicano. Patrick Buchanan fue el que más popularizó la idea de una barrera en la frontera sur en su oposición a la nominación de George H. W. Bush en 1992. Buchanan llevó a cabo una campaña inesperadamente fuerte, pidiendo que se construyera un muro o una zanja – una “trinchera de Buchanan”, como él dijo – a lo largo de la frontera México-EEUU y que se enmendara la Constitución para que los hijos de los inmigrantes nacidos en el país no pudieran reivindicar la ciudadanía.
Bush ganó la nominación, pero Buchanan logró insertar en la plataforma republicana un compromiso para construir una “estructura” en la frontera. Dos años después, los republicanos de California defendieron la exitosa Proposición 187, que negaba servicios sociales a los residentes indocumentados.
Pero, por otro lado, los años 90 fueron los años del alto Clintonismo. Así que mientras los republicanos discutían formas de quitarles la ciudadanía a los “bebés ancla”, aprobar leyes de uso exclusivo del inglés en operaciones oficiales del gobierno, sacar a los niños indocumentados de las escuelas públicas y negarles el acceso a los hospitales públicos, Bill Clinton usó este extremismo para sonar moderado al mismo tiempo que presionaba su propia línea dura. “Todos los estadounidenses”, dijo en su discurso sobre el Estado de la Unión de 1995, deberían estar “justamente perturbados por el gran número de extranjeros ilegales que entran en nuestro país”.
Prometiendo “acelerar la deportación de los extranjeros ilegales que son arrestados por delitos”, Clinton firmó una serie de proyectos de ley sobre delitos, terrorismo e inmigración extremadamente punitivos, que crearon el régimen de deportación que existe hoy en día. Estas leyes cerraron varias vías para que los migrantes obtuvieran estatus legal, eliminaron la revisión judicial y requirieron detención sin fianza. Esencialmente, toda la burocracia de inmigración – sus agentes, tribunales y centros de detención – estaba ahora orientada a acelerar las deportaciones, cuyo número se disparó tremendamente. Los migrantes, incluidos los que tienen residencia legal, pueden ser deportados por cualquier infracción, incluidos los delitos menores, incluso si la transgresión se cometió décadas antes o si el asunto ya se ha resuelto en los tribunales.
La Casa Blanca consideró que esta campaña contra los inmigrantes se basaba en los diversos proyectos de ley de Clinton sobre la delincuencia, que habían recortado la ventaja republicana en cuestiones de “orden público”. Su asesor Rahm Emanuel, en un memorándum de política de 1996, le instó a centrarse en los migrantes en el “lugar de trabajo”, con el fin de establecer el objetivo de que ciertas industrias “estén libres de inmigrantes ilegales” y lograr “deportaciones récord de extranjeros criminales”. “Esto es genial”, escribió Clinton en el margen del memorándum.
Incluso la legislación que Clinton firmó puso fin a la asistencia social dirigida a los inmigrantes indocumentados, prohibiéndoles recibir muchos servicios sociales y prohibiendo que las jurisdicciones locales ofrezcan “santuario” a los residentes indocumentados.
Pero la jugada de Clinton para el voto chauvinista solo podía llegar hasta cierto punto. No solo los ambientalistas, sino también el movimiento laboral se estaba alejando de un enfoque anterior sobre la migración, mientras que los votantes latinos crecían en importancia.
Los republicanos, por otro lado, se comprometieron con una estrategia de supresión de votantes. Para ello se basó en un cálculo mundano: California, cuna de los conservadores modernos, no había votado por un presidente republicano desde que lo hizo por George H. W. Bush en 1988. Si el registro, la participación y las tendencias de preferencia de votantes continuaran como hasta entonces, los republicanos, temían algunos, empezarían a perder Texas, Arizona y Florida, junto con su condición de organización política a nivel nacional.
Del mismo modo, después de la reelección de Barack Obama en 2012, muchos conservadores llegaron a la conclusión de que ni los temas de la cuña cultural ni el seguir con algún tipo de reforma migratoria (basada en la Ley de Inmigración y Control de Ronald Reagan de 1986, que proporcionó un camino hacia la ciudadanía para unos tres millones de residentes indocumentados) necesariamente ayudarían al Partido Republicano en lo que se refiere a los votantes latinos.
Los votantes latinos no son leales a los demócratas por la promesa de una reforma migratoria, escribió Heather MacDonald, de la revista National Review, sino porque valoran “una red de seguridad más generosa, una fuerte intervención del gobierno en la economía y una tributación progresiva”.
En el American Enterprise Institute, Charles Murray estuvo de acuerdo en que los latinos no eran intrínsecamente conservadores. No son más religiosos que otros grupos, señaló Murray, ni más homofóbicos, y se oponen al aborto solo marginalmente más que la población en general (aunque Murray sí dijo que los trabajadores latinos que tienden a su lado parecen ser “trabajadores duros y competentes”, lo que él consideraba como sinónimo de conservador).
Sólo el hecho de que muchos walmarts latinoamericanos estén sindicalizados debería poner fin a uno de los clichés favoritos de Ronald Reagan, que los estrategas republicanos, hasta hace poco, gustaban repetir como un mantra reconfortante: que los latinos eran republicanos que aún no lo sabían. Una creciente comprensión de que muchos inmigrantes latinos eran de hecho socialdemócratas ayudó a inclinar la balanza del poder dentro del Partido Republicano hacia las fuerzas de lo que ahora se llama Trumpismo.
Tras la catastrófica presidencia de George W. Bush, los conservadores del movimiento, atados por su propio exceso ideológico y sintiendo que estaban perdiendo una guerra cultural más amplia, se aferraron a la demonización de los migrantes como una forma de explicar los reveses sin tener que recurrir a la moderación. Activistas, pensadores y políticos de derecha responsabilizaron a la Ley de Inmigración y Control de Reagan no solo por la toma demócrata de California, sino también por la elección de Barack Obama en 2008 y la reelección en 2012.
De acuerdo con esta línea de pensamiento, la amnistía de Reagan agregó (como resultado que los ciudadanos naturalizados pueden patrocinar a otros miembros de la familia para obtener la ciudadanía) quince millones de nuevos ciudadanos a las listas de votantes. Steve King, el principal ideólogo chauvinista de los republicanos en la Cámara, dijo que este supuesto aumento “provocó la elección de Barack Obama”.
Antes de las elecciones de 2016, la mayoría de los republicanos creían que millones de “inmigrantes ilegales” habían votado en 2008 y 2012 y planeaban hacerlo de nuevo en 2016. No hay evidencia que apoye ninguna de estas afirmaciones, sin embargo, tales argumentos justifican los esfuerzos continuos para suprimir el voto de inmigrantes, refugiados y sus descendientes. Más recientemente, Tucker Carlson, de Fox, utilizó ese argumento para minimizar la importancia de la interferencia rusa en la política interna de EEUU, acusando a México de “interferir rutinariamente en nuestras elecciones al empacar a nuestro electorado”.
A un paso de enfrentarse a una Cámara liderada por el Partido Demócrata, asediado por la multiplicación de las investigaciones criminales a nivel federal y estatal, y derribado por el descenso de los números de las encuestas, Donald Trump ahora está apostando su presidencia en el muro, cerrando el gobierno hasta que consiga algo que él puede llamar a un triunfo. Esto, también, parece un cálculo mundano, que mientras sus oponentes permanezcan divididos, él puede permanecer a flote movilizando al alrededor del 30 por ciento del país que piensa que tenemos que tapiar la frontera sur.
“Su presidencia ha terminado si no construye el muro”, dijo recientemente, al periodista de Nueva York Mattathias Schwartz, Steve Bannon, ex asesor de Trump y quizás el realista de la raza más famoso del país. “Él lo sabe.”
Bannon continuó diciendo que Trump necesita crear hechos sobre el terreno:
En todo EEUU, los latinos han revitalizado los barrios y poblado los centros urbanos, han abierto tiendas y han inyectado dinero en pequeñas empresas establecidas. La América de los centros comerciales sería aún más árida si no fuera por los mexicanos y centroamericanos que han convertido tiendas vacías en taquerías, carnicerías, pupuserías y otras empresas. Incluso Charles Murray dice que tienen una buena ética de trabajo. Es como si, al forzar a los latinos a la sombra, la derecha quisiera acelerar el camino hacia la muerte, y terminar el vaciamiento iniciado hace años con el ascenso de la globalización corporativa.
Al mismo tiempo, sin embargo, y volviendo a Borges, el odio parece sintomático del terror a la mortalidad, del tipo que el escritor argentino atribuyó a Shih Huang Ti. En pocas palabras, la dependencia de EEUU del trabajo de los inmigrantes confirma la base social de la existencia y, por lo tanto, la legitimidad de los derechos sociales y la socialdemocracia. Y en una cultura política que considera sacrosantos los derechos individuales, los derechos sociales son algo más vil que la herejía. Implican límites, y los límites significan la muerte, la extinción de la única premisa americana de que todo – que se trata del actual arreglo racialmente segregado de distribución de la riqueza, extraído y producido en un mundo que está al borde del colapso – va a continuar para siempre.
jacobinmag.com. Traducción: Clara Baeder para Sinpermiso. Extractada por La Haine.
Borges finalmente se conforma con la idea de que tanto el edificio como el incendio fueron impulsados por el deseo del emperador de “detener la muerte”. Shih Huang Ti, al menos según Borges, vivía aterrorizado por la mortalidad, prohibiendo que la palabra “muerte” se pronunciara en su presencia y buscando desesperadamente un elixir de juventud.
Tal vez, supuso Borges, Shih Huang Ti ordenó que se construyera el muro para preservar su reino para la eternidad, y ordenó que se quemaran los libros para suprimir la idea de que nada dura para la eternidad. Porque si la historia contenida en los libros enseña algo, es que nuestro tiempo en la tierra es efímero. Aparentemente, al menos según Borges, el emperador sentenciaba a cualquiera que intentara salvar un libro a toda una vida de trabajos forzados en su muro.
”Quizás el muro era una metáfora”, escribe Borges, ya que su construcción “condenaba a quienes adoraban el pasado a una tarea tan vasta, tan estúpida e inútil como el propio pasado”.
En cuanto a EEUU, aunque desde principios del siglo XX se habían levantado barreras físicas de uno u otro tipo a lo largo de su frontera con México – en su mayoría alambres de púas y cercas -, la idea de un “muro”, como una llamada chauvinista a las armas no ganó terreno hasta después de que el país perdiera su guerra en Vietnam. En esa guerra, el Secretario de Defensa Robert McNamara, con la esperanza de evitar que las fuerzas de Vietnam del Norte se infiltraran en Vietnam del Sur, gastó millones en doscientos mil carretes de alambre de púas y cinco millones de postes de cercas, con la intención de construir una “barrera” – la “Línea McNamara”, como se la conocía – que corría desde el Mar de China del Sur hasta Laos. Esa línea falló, ya que sus postes y torres de vigilancia se quemaron tan rápido como se pudieron construir.
En esa época, los activistas de derecha empezaron a pedir que se construyera un “muro” a lo largo de la frontera. El biólogo Garrett Hardin, profesor titular de la Universidad de California, Santa Bárbara, fue uno de los primeros en pedir tal barrera. “Podríamos construir un muro, literalmente”, escribió Hardin en un ensayo de 1977 titulado “Población e inmigración: Compasión o Responsabilidad” publicado en El Ecologista. Hardin fue uno de los primeros exponentes de lo que hoy en día se llama “realismo racial”, la idea de que un mundo de recursos limitados y tasas de natalidad de blancos en declive requiere fronteras endurecidas.
El editorial de 1971 de Hardin en Science, titulado “The Survival of Nations and Civilizations” (La supervivencia de las naciones y las civilizaciones), defiende este punto de vista:
¿Puede un gobierno de hombres persuadir a las mujeres de que es su deber patriótico emular a los conejos? ¿O forzarlas? Si renunciamos a la conquista y al sobrecrecimiento, nuestra supervivencia en un mundo competitivo depende de qué tipo de mundo sea: Un Mundo, o un mundo de territorios nacionales. Si el mundo es un gran bien común, en el que todos los alimentos se comparten por igual, entonces estamos perdidos. Aquellos que se reproducen más rápido reemplazarán al resto. […] En un mundo que no es perfecto, la asignación de derechos basada en el territorio debe ser defendida si se quiere evitar una raza reproductora en ruinas. Es poco probable que la civilización y la dignidad puedan sobrevivir en todas partes; pero mejor en unos pocos lugares que en ninguno.Hardin describiría su posición como “ética de los botes salvavidas”, la idea de que los remos deben ser usados no solo como remos sino también como armas, para ahuyentar a otros que intentan subir al bote. Más tarde abogaría por la “ciencia de la raza” de The Bell Curve.
En las décadas siguientes, el chauvinismo anti inmigrante se apoderó del movimiento conservador y del Partido Republicano, y los intelectuales de derecha construyeron una biblioteca de manifiestos de continuación de la sombría visión del mundo de Hardin – desde La bomba de Tiempo de la Inmigración de Palmer Stacy y Wayne Lutton, publicada en 1985, hasta, cinco años más tarde, El Camino al Suicidio Nacional de Lawrence Auster – que se construyeron con base en los argumentos de Hardin.
Algunas de las primeras publicaciones surgieron de la literatura posterior a Vietnam sobre los “límites del crecimiento” – la idea de que la sociedad de consumo masivo se estaba agotando – y revelan una superposición entre las preocupaciones de los ambientalistas, los controladores de la población (con una obsesión especial por las altas tasas de fecundidad mexicanas), los defensores del idioma inglés y los chauvinistas anti inmigrantes. Hardin es un ejemplo de esta superposición, al igual que John Tanton, quien en la década de 1970 escribió un ensayo argumentando a favor de la eugenesia y ayudó a fundar la chauvinista Federación para la Reforma Migratoria Americana.
Como lo es el novelista y ecologista Edward Abbey, autor de The Monkey Wrench Gang (La banda de la tenaza), quien ya expresó su preocupación por el crecimiento de la población, las crecientes tasas de natalidad de las personas de color y la “latinización” de los EEUU cuando en 1981 pidió la creación de una “barrera física” y la expansión de la patrulla fronteriza para incluir hasta veinte mil agentes (un número que se consideraba una propuesta radical en ese momento, pero que hoy en día es solo cerca de la mitad de los agentes que trabajan para la Patrulla Fronteriza y el Servicio de Inmigración y Aduanas combinados).
“Estas son proposiciones duras, incluso crueles”, dijo Abbey, en una carta a la New York Review of Books. Pero, haciéndose eco de la ética de los botes salvavidas de Hardin, escribió que “el barco americano está lleno, si no sobrecargado; no podemos permitirnos más inmigración masiva. El público estadounidense es consciente de esta verdad aunque nuestros “líderes” prefieran intentar ignorarla. Sabemos lo que no reconocerán”.
Los ambientalistas, tanto convencionales como radicales, se alejaron de vincular su crítica social a los problemas de inmigración. Sin embargo, mientras lo hacían, el chauvinismo se convirtió en un asunto bipartidista.
Por un lado, comenzó a penetrar profundamente en el Partido Republicano. Patrick Buchanan fue el que más popularizó la idea de una barrera en la frontera sur en su oposición a la nominación de George H. W. Bush en 1992. Buchanan llevó a cabo una campaña inesperadamente fuerte, pidiendo que se construyera un muro o una zanja – una “trinchera de Buchanan”, como él dijo – a lo largo de la frontera México-EEUU y que se enmendara la Constitución para que los hijos de los inmigrantes nacidos en el país no pudieran reivindicar la ciudadanía.
Bush ganó la nominación, pero Buchanan logró insertar en la plataforma republicana un compromiso para construir una “estructura” en la frontera. Dos años después, los republicanos de California defendieron la exitosa Proposición 187, que negaba servicios sociales a los residentes indocumentados.
Pero, por otro lado, los años 90 fueron los años del alto Clintonismo. Así que mientras los republicanos discutían formas de quitarles la ciudadanía a los “bebés ancla”, aprobar leyes de uso exclusivo del inglés en operaciones oficiales del gobierno, sacar a los niños indocumentados de las escuelas públicas y negarles el acceso a los hospitales públicos, Bill Clinton usó este extremismo para sonar moderado al mismo tiempo que presionaba su propia línea dura. “Todos los estadounidenses”, dijo en su discurso sobre el Estado de la Unión de 1995, deberían estar “justamente perturbados por el gran número de extranjeros ilegales que entran en nuestro país”.
Prometiendo “acelerar la deportación de los extranjeros ilegales que son arrestados por delitos”, Clinton firmó una serie de proyectos de ley sobre delitos, terrorismo e inmigración extremadamente punitivos, que crearon el régimen de deportación que existe hoy en día. Estas leyes cerraron varias vías para que los migrantes obtuvieran estatus legal, eliminaron la revisión judicial y requirieron detención sin fianza. Esencialmente, toda la burocracia de inmigración – sus agentes, tribunales y centros de detención – estaba ahora orientada a acelerar las deportaciones, cuyo número se disparó tremendamente. Los migrantes, incluidos los que tienen residencia legal, pueden ser deportados por cualquier infracción, incluidos los delitos menores, incluso si la transgresión se cometió décadas antes o si el asunto ya se ha resuelto en los tribunales.
La Casa Blanca consideró que esta campaña contra los inmigrantes se basaba en los diversos proyectos de ley de Clinton sobre la delincuencia, que habían recortado la ventaja republicana en cuestiones de “orden público”. Su asesor Rahm Emanuel, en un memorándum de política de 1996, le instó a centrarse en los migrantes en el “lugar de trabajo”, con el fin de establecer el objetivo de que ciertas industrias “estén libres de inmigrantes ilegales” y lograr “deportaciones récord de extranjeros criminales”. “Esto es genial”, escribió Clinton en el margen del memorándum.
Incluso la legislación que Clinton firmó puso fin a la asistencia social dirigida a los inmigrantes indocumentados, prohibiéndoles recibir muchos servicios sociales y prohibiendo que las jurisdicciones locales ofrezcan “santuario” a los residentes indocumentados.
Pero la jugada de Clinton para el voto chauvinista solo podía llegar hasta cierto punto. No solo los ambientalistas, sino también el movimiento laboral se estaba alejando de un enfoque anterior sobre la migración, mientras que los votantes latinos crecían en importancia.
Los republicanos, por otro lado, se comprometieron con una estrategia de supresión de votantes. Para ello se basó en un cálculo mundano: California, cuna de los conservadores modernos, no había votado por un presidente republicano desde que lo hizo por George H. W. Bush en 1988. Si el registro, la participación y las tendencias de preferencia de votantes continuaran como hasta entonces, los republicanos, temían algunos, empezarían a perder Texas, Arizona y Florida, junto con su condición de organización política a nivel nacional.
Del mismo modo, después de la reelección de Barack Obama en 2012, muchos conservadores llegaron a la conclusión de que ni los temas de la cuña cultural ni el seguir con algún tipo de reforma migratoria (basada en la Ley de Inmigración y Control de Ronald Reagan de 1986, que proporcionó un camino hacia la ciudadanía para unos tres millones de residentes indocumentados) necesariamente ayudarían al Partido Republicano en lo que se refiere a los votantes latinos.
Los votantes latinos no son leales a los demócratas por la promesa de una reforma migratoria, escribió Heather MacDonald, de la revista National Review, sino porque valoran “una red de seguridad más generosa, una fuerte intervención del gobierno en la economía y una tributación progresiva”.
En el American Enterprise Institute, Charles Murray estuvo de acuerdo en que los latinos no eran intrínsecamente conservadores. No son más religiosos que otros grupos, señaló Murray, ni más homofóbicos, y se oponen al aborto solo marginalmente más que la población en general (aunque Murray sí dijo que los trabajadores latinos que tienden a su lado parecen ser “trabajadores duros y competentes”, lo que él consideraba como sinónimo de conservador).
Sólo el hecho de que muchos walmarts latinoamericanos estén sindicalizados debería poner fin a uno de los clichés favoritos de Ronald Reagan, que los estrategas republicanos, hasta hace poco, gustaban repetir como un mantra reconfortante: que los latinos eran republicanos que aún no lo sabían. Una creciente comprensión de que muchos inmigrantes latinos eran de hecho socialdemócratas ayudó a inclinar la balanza del poder dentro del Partido Republicano hacia las fuerzas de lo que ahora se llama Trumpismo.
Tras la catastrófica presidencia de George W. Bush, los conservadores del movimiento, atados por su propio exceso ideológico y sintiendo que estaban perdiendo una guerra cultural más amplia, se aferraron a la demonización de los migrantes como una forma de explicar los reveses sin tener que recurrir a la moderación. Activistas, pensadores y políticos de derecha responsabilizaron a la Ley de Inmigración y Control de Reagan no solo por la toma demócrata de California, sino también por la elección de Barack Obama en 2008 y la reelección en 2012.
De acuerdo con esta línea de pensamiento, la amnistía de Reagan agregó (como resultado que los ciudadanos naturalizados pueden patrocinar a otros miembros de la familia para obtener la ciudadanía) quince millones de nuevos ciudadanos a las listas de votantes. Steve King, el principal ideólogo chauvinista de los republicanos en la Cámara, dijo que este supuesto aumento “provocó la elección de Barack Obama”.
Antes de las elecciones de 2016, la mayoría de los republicanos creían que millones de “inmigrantes ilegales” habían votado en 2008 y 2012 y planeaban hacerlo de nuevo en 2016. No hay evidencia que apoye ninguna de estas afirmaciones, sin embargo, tales argumentos justifican los esfuerzos continuos para suprimir el voto de inmigrantes, refugiados y sus descendientes. Más recientemente, Tucker Carlson, de Fox, utilizó ese argumento para minimizar la importancia de la interferencia rusa en la política interna de EEUU, acusando a México de “interferir rutinariamente en nuestras elecciones al empacar a nuestro electorado”.
A un paso de enfrentarse a una Cámara liderada por el Partido Demócrata, asediado por la multiplicación de las investigaciones criminales a nivel federal y estatal, y derribado por el descenso de los números de las encuestas, Donald Trump ahora está apostando su presidencia en el muro, cerrando el gobierno hasta que consiga algo que él puede llamar a un triunfo. Esto, también, parece un cálculo mundano, que mientras sus oponentes permanezcan divididos, él puede permanecer a flote movilizando al alrededor del 30 por ciento del país que piensa que tenemos que tapiar la frontera sur.
“Su presidencia ha terminado si no construye el muro”, dijo recientemente, al periodista de Nueva York Mattathias Schwartz, Steve Bannon, ex asesor de Trump y quizás el realista de la raza más famoso del país. “Él lo sabe.”
Bannon continuó diciendo que Trump necesita crear hechos sobre el terreno:
O tienes una crisis o no la tienes… Si es una crisis, actúa como tal. Que se declare una emergencia de seguridad nacional en la frontera sur. Despliega tropas no para ayudar a la Patrulla Fronteriza sino para reemplazarlas, entonces traes al Cuerpo de Ingenieros del Ejército para construir la muralla. Saca las retroexcavadoras y empieza a cavar. Los demócratas, los republicanos del establishment, los medios de comunicación, tal vez los tribunales, todos se vuelven locos. Todo el mundo lo combate. Pero tú eres Trump, y finalmente estás construyendo un maldito muro.Aun así, hay un exceso en el odio que Trump aprovecha y que no puede ser explicado por la machtpolitik de su estilo, ni por los recientes informes que dicen que la “pared” era simplemente un dispositivo mnemónico para mantener la corta atención de Trump centrada en un tema de conversación. Las promesas de construir el muro canalizan corrientes psíquicas que se encuentran en lo más profundo de la cultura estadounidense, y ahora parecen ser lo único que unifica a los partidarios de Trump, y dirige su odio hacia un pueblo que representa en gran medida los ideales que ellos afirman valorar.
En todo EEUU, los latinos han revitalizado los barrios y poblado los centros urbanos, han abierto tiendas y han inyectado dinero en pequeñas empresas establecidas. La América de los centros comerciales sería aún más árida si no fuera por los mexicanos y centroamericanos que han convertido tiendas vacías en taquerías, carnicerías, pupuserías y otras empresas. Incluso Charles Murray dice que tienen una buena ética de trabajo. Es como si, al forzar a los latinos a la sombra, la derecha quisiera acelerar el camino hacia la muerte, y terminar el vaciamiento iniciado hace años con el ascenso de la globalización corporativa.
Al mismo tiempo, sin embargo, y volviendo a Borges, el odio parece sintomático del terror a la mortalidad, del tipo que el escritor argentino atribuyó a Shih Huang Ti. En pocas palabras, la dependencia de EEUU del trabajo de los inmigrantes confirma la base social de la existencia y, por lo tanto, la legitimidad de los derechos sociales y la socialdemocracia. Y en una cultura política que considera sacrosantos los derechos individuales, los derechos sociales son algo más vil que la herejía. Implican límites, y los límites significan la muerte, la extinción de la única premisa americana de que todo – que se trata del actual arreglo racialmente segregado de distribución de la riqueza, extraído y producido en un mundo que está al borde del colapso – va a continuar para siempre.
jacobinmag.com. Traducción: Clara Baeder para Sinpermiso. Extractada por La Haine.
El Papa critica en una entrevista las vallas en España y el muro de Trump
©
REUTERS / Remo Casilli
02:00 01.04.2019 SPUTNIK NEWS