domingo, 30 de mayo de 2010

INFORMACIONES HONDURAS ( nr 502 ) 30 mayo 2010

Honduras: el FNRP rechaza un encuentro con el procónsul Llorens


29 de mayo 2010

Al considerar que “el gobierno norteamericano es coparticipe del golpe de Estado” del 28 de junio del 2009, el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) de Honduras acaba de rechazar un encuentro solicitado por el embajador estadounidense acreditado en Tegucigalpa, el cubanoamericano Hugo Llorens.

El FNRP, que reúne a diversas organizaciones sindicales, sociales y políticas, “rechazó por unanimidad la invitación que llegó a través de una carta enviada a uno de los dirigentes del Frente; Carlos H. Reyes”, señala el sitio web oficila del Frente.

En una declaración pública, Reyes añadió “que la nota no especificaba para que debía reunirse el embajador Hugo Llorens”, por lo que se rechazó la invitación.

Llorens, actúa como un “dirigente que defiende el golpe de Estado” en el “que participó la ultraderecha norteamericana”, señala el comunicado

Por su parte. el Presidente Zelaya expresó en Buenos Aires Argentina que “uno de los obstáculos para lograr un acuerdo en Honduras, es el gobierno norteamericano”.

“PREOCUPADO” POR LAS HORDAS QUE INSTALÒ AL PODER

El embajador estadounidense en Tegucigalpa, Hugo Llorens, afirma sentirse “preocupado” con los asesinatos políticos que se multipliquen en el país centroamericano sometido a una campaña de terror desencadenada por una extrema derecha que él mismo mantuvo al poder.

Entre otras proezas, el procónsul Llorens se ha dedicado a crear una Comisión de la Verdad que ha sido denunciada tanto por el FNRP como por las principales organizaciones hondureñas de derechos humanos.

En sus intentos para legitimar el gobierno impuesto en elecciones militarizadas después del golpe de estado. Llorens ha predicado la instauración de un llamado «gobierno de reconciliación» reuniendo al ultraderechista Partido Nacional y a dirigentes del Partido Liberal

El FNRP, en una comunicación anterior, ha señalado al funcionario norteamericano que en vez de dar los pasos necesarios para “alcanzar una paz fundada en la democracia y la justicia, amparó una represión cuyo objetivo es eliminar la exigencia de una nueva constitución“.

“Llorens se encuentra haciendo un trabajo de división en el país, pretendió dividir a la resistencia, pero no le ha salido bien su trabajo sucio”, dijo en ora oportunidad Juan Barahona, coordinador nacional del Frente.

El procónsul Llorens ya admitió. Hace unos meses, haber participado en reuniones donde se discutieron los planes de golpe antes del secuestro del Presidente Zelaya

“ESPECIALISTA DEL TERRORISMO” Y DE LA INJERENCIA

Emigrado a Miami con la operación CIA Peter Pan, Llorens es un “especialista del terrorismo” según su biografía oficial.

Este miamense vinculado a los círculos mafiosos de la Florida era director de Asuntos Andinos del Consejo Nacional de Seguridad en Washington cuando sucede el golpe de estado contra el presidente Hugo Chávez.

Después de estudios en la Universidad de Georgetown, cantero de la CIA - al igual que Otto Reich - y en la Universidad de Kent en el Reino Unido, y una maestría en Estudios de Seguridad Nacional del National War College, Hugo Llorens trabajo con la Chase Manhattan Bank antes de pasar al Departamento de Estado en 1981.

En sus primeros años de actividad diplomática se radicara una primera vez en Honduras bajo la cobertura de Agregado comercial luego pasara a La Paz, Bolivia y en el Paraguay de la dictadura de Stroessner con el mismo titulo. En El Salvador fascistas será luego “Coordinador de narcóticos” otra de sus especialidades.

La Casa Blanca de George W. Bush lo captó en el 2002 como principal asesor del Presidente sobre Venezuela al cual contribuyó activamente bajo la autoridad del Subsecretario de Estado para Asuntos hemisféricos, su socio, Otto Reich y del muy controvertido Elliot Abrams.

El 22 de junio de 2009, seis dìas antes del golpe, el diario hondureño La Prensa reveló como en la noche anterior tuvo lugar una reunión entre políticos influyentes del país, jefes militares y el embajador Llorens bajo el pretexto de buscar una salida “a la crisis” de de la consulta popular promovida por Zelaya.

The New York Times confirmaba luego que el Secretario de Estado Adjunto para asuntos del Hemisferio Occidental, Thomas A. Shanon, así como el embajador Llorens, habían “hablado” con altos oficiales de las Fuerzas Armadas y con líderes de la oposición sobre como derrocar al Presidente constitucional.




Presidente hondureño Lobo llega a Perú para fortalecer cooperación



El presidente de Perú, Alan García, recibió en Lima al mandatario hondureño Porfirio Lobo, elegido tras el golpe de Estado en su país. Durante la visita, los gobiernos buscarán estrechar lazos de cooperación.





Póngalo como lo ponga fue golpe de Estado



(Alfredo Haces)

A cuatro meses en el poder, la desesperación y el caos son los elementos más sobresalientes de este gobierno que aún no arranca. El presidente Porfirio Lobo Sosa luce desesperado y la “sonrisa diplomática” no es suficiente para esconder los efectos del golpe de Estado del 28, pues no encuentra la “varita mágica” para que su gobierno sea aceptado por la comunidad internacional.
Sus visitas a diferentes países han sido infructíferas y aunque los presidentes sudamericanos, como el colombiano Alvaro Uribe y el peruano Allan García le tiendan la mano política y le den el tradicional abrazo, esto no abona en nada para sus objetivos (de no ser para la foto), pues éstos no gozan de la simpatía de la mayoría de los países latinoamericanos y mucho menos de credibilidad en la comunidad internacional.

Entre los yerros del presidente está el nombramiento del general Romeo Vásquez Velásquez en la gerencia de la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel). Esto es un obstáculo para que Honduras vuelva a ser aceptada por la comunidad internacional y así seguirá expulsada de la Organización de Estados Americanos (OEA).

La mala imagen que dejó el golpe de Estado propiciado por un grupo de políticos, empresarios, religiosos y militares no se ha logrado “limpiar” y la mayoría de los artífices continúan en el poder. Otros deambulan en la oscuridad de la noche como “fantasmas”, queriendo volver a sus andadas políticas.
El presidente Lobo Sosa ha perpetuado esta frase: “Pónganlo como lo ponga fue un golpe de Estado”. El pueblo pregunta: ¿Dónde están los que afirmaban que era una sucesión constitucional?, empezando por los ex presidentes de facto Roberto Micheletti y Alfredo Saavedra.


Lobo Sosa asegura estar “preocupado” porque no ha regresado a Honduras el ex presidente constitucional Manuel Zelaya Rosales, a cuatro meses de su salida a República Dominicana. Afirma que si no viene lo va ir a traer porque es hondureño y de paso olanchano como él.


Antes de las elecciones generales y la toma de posesión del actual gobierno nacionalista, Zelaya Rosales era un obstáculo, aun “encarcelado” en la embajada de Brasil, y fue despedido por el propio Lobo Sosa.


Ahora es que hace falta y han llegado en común acuerdo con el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Rivera Avilés, y el fiscal general del Estado, Luis Alberto Rubí, a que olviden las intentonas “golpistas” de arrestar a Zelaya Rosales.


Será que han “reflexionado” que para que Honduras vuelva a tener esperanzas de ser reintegrado a la comunidad internacional deben de poseer la auténtica banda presidencial constitucional que aún conserva Zelaya Rosales.
La masa asalariada en Honduras está a la expectativa de su regreso. Ojalá interviniera en la conciencia de Lobo Sosa para la fijación del salario mínimo justo y digno para los hombres y mujeres que son la base del desarrollo económico de Honduras.


De todos es sabida la mala intención de algunos empleadores que no les gusta compartir la riqueza generada y se confabulan con datos estadísticos irrisorios del Banco Central que manipula los índices de la inflación a favor de los explotadores.


En Honduras los que menos trabajan son los que tienen los más altos salarios y, por el contrario, los que más trabajan son los que ganan menos, trayendo como resultado una injusticia social que no permite la paz, la verdadera democracia de los pueblos y el desarrollo integral.
El salario justo y digno hace al buen trabajador.









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